Una de muchas malas ideas (Privado)

La lógica generalmente dicta "no hacer cosas malas, para no meterse en problemas", pero al parecer la vida le tenía otros planes a Yuki, y hoy era uno de estos días...

Después de la escuela, como parte para mejorar en sus prácticas de violín y bajo, fue a la librería del centro comercial para comprar un libro de teoría musical. No sería algo que le tomara todo el día, el plan era ir a la tienda, comprarlo y regresar a su dormitorio para darle una hojeada y avanzar en algo.

Llegó a la librería; se había vestido con calcetas largas, falda, blusa de manga larga y una chamarra después de salir de la escuela, se paseó por los diversos estantes hasta dar con la sección que le serviría. –¡Te encontré!– Exclamó victoriosa en voz baja una vez que fue a dar con este. Se iba a dirigir a pagarlo, pero aquí es donde el destino decidió jugar otra carta.

Vestuario:

Lo mio era bailar, sí, lo tenia perfectamente presente, pero necesitaba un libro de.. lo que fuese, bueno no lo necesitaba, pero había sentido la intensa necesidad de uno. Y lógicamente no pensaba pagar por cosas que no pensaba usar, suspire pesadamente mientras miraba los títulos, casi todo estaba relacionado con la música, algunos de canto otros con técnicas vocales entre otras cosas. Di una ultima mirada a ese y lo cogí, a veces el llevar tan poca ropa hacia un poco mas difícil el esconder cosas, sin embargo mi prestidigitación ya estaba bastante avanzada.

Tome el libro y mientras lo movía despacio con una de mis manos, camine hasta la caja con seguridad, aquella emoción de burlar en sus narices desde la cajera hasta el guardia de la entrada era tan deliciosa.

Claro que no contaba con que una chica estaba por pagar su libro, di una mirada rápida a toda su composición física, era linda, se miraba tímida, y algo introvertida, o quizás solo era una fachada, sonreí gatuna, mientras miraba el libro en sus manos, quizas podria ahorrarle unos billetes a la chica.

- Hey que cruel, ni siquiera me esperaste....- bufe odiosa apoyando uno de mis brazos detras de su cuello, mismo tiempo que le  robaba el libro, tomaba unos dulces de la caja y se los pasaba a la cajera, pague unas monedas rapidas, los coji, y medio arrastre a la chica fuera de la tienda.- Ten tu libro~ deberias estar mas atenta, eres un blanco muy facil.-ronronee las palabras mientras miraba lo que habia robado para mi.

Alce una ceja con una petulante sonrisa, casi como si esperara que la otra agradeciera por el acto criminal.

Fue cuando de repente el libro que tenía parecía "desaparecer" de su mano, y al voltear vio una mujer de cabello teñido que se comportaba un poco amigable –¿Quién?...¿Qué hace?– Se cuestionó confundida cuando aquella extraña chica siguió a lo suyo.

–¿Disculpa?...– No tuvo tiempo de acabar de hablar cuando fue arrastrada a fuera de la tienda. Total, ni si queira se dio cuenta de lo que habían hecho. –¿Perdón? Sólo venía a la librería por esto. No es para estar cuidando mis espaldas como si...un loco quisiera asaltarme o algo– Dijo propiamente con toda tranquilidad en lo que movía la mano de la contraría y se apartaba un poco. –Además...¿Qué fue todo eso?– Preguntó desafiante.

–Mira. Gracias por..."pagar" mi libro. Pero puedo hacerla por mí misma– Se iba a disponer a volver a la librería para asegurarse que se haya pagado el importe correcto.

Sonrei ladina mientras perdia el interes en el libro que habia robado para mi, y sonrei mucho mas divertida cuando la chica penso en ir a pagar por el libro.

-Acabo de robarlo para ti, si vuelves a pagarlo ¿crees que te lo dejaran pasar?.-mi tono de voz era coqueto, burlon y sobretodo generaba desconfianza.- Van a pensar que tuviste un poco de consiencia, pero la proxima vez que regreses ¿crees que no estaran vigilandote?, si yo fuera tu, solo aceptaria el regalo.

Sentencie triunfante, con expresión de "yo soy ese loco". Di una nueva mirada sobre ella, era una colegiala, y tenia una pinta de distraida, casi como si me la hubieran servido en un plato con una cinta de regalo sobre su cabeza. Invadi su espacio personal, yo era claramente un poco mas alta que ella, sostuve su menton con picardia.

-Si vas por la calle con esa expresion, es tan probable que alguien te robe o te rapte en el peor de los casos, dudo que puedas hacer mucho, como sea... .-sonrei soltandola.- ¿no quieres algo hacer algo mas entretenido?, algo hmmm... algo prohibido, fuera de tu zona de confort, soy Alekzandra, pero puedes decirme Alekz.

Acomode mi cabello sobre mi hombro derecho, mientras sonreía como un diablillo sentado sobre su hombro. Se veia tan corrompible, que estaba segura que aunque no quisiera hacer de las mias, probablemente el bichito de la curiosidad le picardia de un modo u otro.

Miró incrédula a la chica, realmente hablaba en serio al respecto. Yuki se encogió los hombros sin darle importancia a la advertencia —No me preocupa. Las siguientes veces que entre no haré nada malo, así que habría problema alguno que me "vigile" como menciona. Iba a avanzar, pero de pronto la vio otra vez cerca de ella, haciendo que la japonesa teñiera sus mejillas de carmín.

—Yo...No creo que alguien quiera secuestrarme. Ya lo habrían hecho de todos modos...— Otra vez fue interrumpida, esta vez con una invitación poco confiable, a lo que Yuki volvió estar incredula. —¿Es en serio? ¿"Prohibido"?...— Esto le daba un Déjà vu respecto a su primer encuentro con Marceline donde terminó incendiando por accidente un árbol. Iba a pasar de lado, pero veía como Alekzandra vigilaba sus movimientos y estaba lista para volver a bloquearla si se oponía.

Exhaló pesada. —Supongo que no aceptarás un "no". Bueno, "Alekz". Mientras no me hagas cometer algo realmente malo o que provoque que mi novia nos quiera matar a ambas, accedo ¿De acuerdo?— Ya sentía que esto era una muy mala idea, pero no le quedaba de otra, tendría a esta chica detrás de ella por un buen tiempo y lo mejor era acabar esto lo más pronto posible.

Guiñe un ojo con una sonrisa picara, ella estaba en lo correcto, yo no aceptaría un "no" como respuesta", di una ultima mirada a la tienda, pero antes de que dijera algo, ella había aceptado mencionando a una supuesta novia, la sonrisa se marco aun mas en mi rostro.

-Novia.. oh, vaya, eso lo vuelve mucho mas interesante.- Eso sonaba tan entretenido, .- Bueno esa novia tuya, ha de ser una tarada si te deja a merced de los lobos de este modo. ¿que acaso no sabe de los peligros que corres en la calle?.-peligros como yo.- Bueno de cualquier modo, mejor para mi jajaja..

Sostuve su brazo mirando al rededor, que podríamos hacer, que podríamos hacer, la chica era una estudiante por su ropa, seguramente no habría entrado a muchos lugares para adultos, sonrei cruzando mi vista en un bar a una media cuadra.

-Lo tengo, ¿estas estudiando musica no es asi?, bueno que te parece un bar con karaoke, ...-la arrastre en direccion a la entrada, el hombre de la puerta la miro con expesion de "ella no puede entrar" pero tras una sonrisa de coqueteria, el hombre hizo como que no pasa nada.

Tome asiento en una de las mesas cercana a un escenario, donde un chico cantaba medio ebrio con todas sus fuerzas, parecia que se desplomaria en cualquier momento.

-"que se van a servir?."

Un chico vestizo de garzon se acerco tranquilo.

-Yo quiero un old fashion y ella.. quiere lo mismo. - sonrei malvada, luego mire a la chica.- por cierto, creo que no escuche tu nombre... -alce una ceja mientras esperaba mi vaso-

—¿"Interesante" dices?— No comprendía el por qué. Hizo una leve risa ronca —Marceline podrá ser cabeza dura, pero por lo menos me deja ser libre... — A veces —Hablas como si viviera en una zona de guerra o algo así

La mira molesta por la forma en que la toma, pero no podía hacer mucho. —¿Bar con karaoke?...— Al menos podría entretenerse cantando, aunque en estos lugares no cantabas en un cuarto con la gente que vas; a la gente parecía gustarle cantar enfrente de los demás conocidos. Algo que realmente no entendía mucho de los extranjeros.

Siguiendo a la chica sólo observaba cómo abusando de sus encantas lograba meterlas a ambas al lugar ¡Ya no había vuelta hacia atrás!

Entrando al lugar, Yuki no pudo evitar acercarse a su "acompañante" y tomarla del brazo con la otra mano libre; Alekzandra se veía con malas intenciones, pero el ambiente la espantaba aún más.

Se sentó con ambas manos juntas y observó al mesero. —Yo...— iba a pedir algo, pero fue interrumpida. Preferiría pedir una cerveza, al menos podría disimular que toma a pesar que odia su sabor amargo, pero los cócteles preparados...podrían ser un peligro debido a que el dulzor disfraza el alcohol.

—Nakayama...Yuki Nakayama— Comentó tajante. —Dime ¿qué planeas hacer? ¿Alcoholizarme y hacer que haga el ridículo allá enfrente?— Indicó con la cabeza, aunque notando su reacción cuando le comentó que tenía novia la japonesa temía otra cosa. —Por cierto, recuerda que tengo toque de queda en mi escuela— Aunque era viernes

-Nakayama Yuki.. lindo nombre, pues ..planeo algo mas entretenido que cantar alli enfrente, ahora si quieres hacer el ridículo eso es un punto aparte, no creo que lo hagas de todos modos. -Sonreí con malicia, mientras bebía el trago y le extendía el vaso a la otra.-Vamos, es viernes y ademas, soy instructora de baile en la academia, yo te cubro.-guiñe un ojo.

- Asique tienes novia.. y esa novia tuya no se enoja por que salgas con desconocidas??.- una sonrisa a medio labio se dibujo en mi rostro, di un trago al vaso mientras acomodaba mi cabello detrás de la oreja.- ¿que edad tienes exactamente?.- veamos que tal lejos de la legalidad estaba la chica.

Un animador algo aburrido hablaba sobre quien queria subir a cantar ahora, que podíamos elegír la cancion que quisieran y ellos la dejaban correr.

Mire al chico que ahora bajaba del escenario, le di otra mirada a mi acompañante.- Vamos, podemos cantar algo , conversar, seguir bebiendo bailar no se.. la noche es joven y el alcohol barato jajajaj.- me puse de pie arrastrándola al escenario.- ¿cantas?.- alce una ceja con seguridad - Yo puedo cantar primero si quieres, .-Tome el microfono esperando a que me acompañara.

Tragó saliva. —¿Da clases en Musette?— No recuerda haberla visto, pero tampoco es que Yuki sepa mucho de los instructors de baile debido a su torpeza para la danza. Esto podria tornarse incomodo en un futuro...o tal vez en el ahora.

Tomó tímida y cuidadosa la copa, viéndola un poco y mirando de reojo a Alekzandra antes de sorber un poco. Al sorber un poco, el sabor amargo la hizo dar una leve reacción de desagrado, auqnue también los sabores cítricos y dulces lo aminoraron. Prácticamente era pasable para ella, por lo que sentía que debía ser precavida.

—¿Bromeas? Marceline se pondrá colérica cuando se entere. Es demasiado celosa— Comentó sin ningún rodeo. —Tengo...16— Mencionó avergonzada. Muy joven para estar en este lugar.

Le incomodaba tener que levantarse y cantar enfrente, pero al parecer era mejor idea si queria evitar el alcohol de todo. —Bueno, no soy tan gran cantante, pero al menos cantar es algo que hago más seguido en Japón— La siguió hasta el escenario, quedándose un poco alejada de ella para no verse enfrente de todos. Podía notarse lo insegura e incómoda que estaba. El ambiente del lugar parecía aplaudirle a ambas.

Se vio un poco preocupada, aunque tal vez una maestra de Musette podría medirse un poco, además mientras Yuki no pensara meterse a clases de baile -cosa que sí a considerado- tal vez estaría bien.

—Créeme, por nuestro bien es mejor que no nos vea...— Murmuró por lo bajo. Observó la figura de la chica, y claro, no pudo evitar sonrojarse; no negaba que era realmente atractiva.

Se sobresaltó un poco al sentir su mano en ella, volteando a ver la traviesa mirada de Alekz. ¡Estaba atrapada!

—Veo muy complicado que logres eso...— Apartó la mano de la chica y luego se acercó por el micrófono para elegir algo, por lo menos si iba a cantar, que sea algo que valiera la pena...al menos apra ella.

Se aclaró la garganta en lo que la música comenzaba a sonar.

—"En el fondo del mar
Abrazada por el fastidio
Aquí esa existencia
Lo era todo para mí

Escapé de un universo paralelo
Nadando hacia a el cielo
Fui recompensada con ese destino

Miré con mis ojos la dudosa sangre
No me había dado cuenta de que había sentido algo

Soy una sirena
Fascinada por el mismo paisaje que se refleja en tus ojos

“Te extraño… quiero tocarte”

Porque quería saber si era un recuerdo
Intenté alzar mis brazos

Lo que apareció
Fue una seductora voz

La preocupación seguía porque
Sólo había una respuesta

Los recuerdos se sujetaban a mi pecho
Lo había dicho con mi voz….

Soy una sirena
He vivido sin saber que es el amor
Por eso, mis sentimientos

Por ti eran
“Te extraño… quiero tocarte”
Por eso deje mi voz para tener pies

Soy una sirena
No puedo lidiar bien con las cosas
Aún así, quiero construir junto a ti los días que vi en mi sueño

Toda la historia
Sigue cambiando en mis manos
Te lo suplico"...—

únicamente la canción de "Mermaid":

Como aquella vez en el jardín japonés, los que tuvieron la suerte de escucharla aplaudieron y silvaron por ella.

El júbilo no se hizo esperar en el lugar, pero contrario al entusiasmo que la japonesa mostró en el jardín japonés tiempo atrás, está vez sólo hizo una leve reverencia al público -y es que entretener borrachos pervertidos no es algo que le guste hacer. —De repente tiendo a sorprender a la gente, aunque no lo parezca.

Siguiendo el juego de Alekz, no se despegó de ella hasta una vez estar sentadas. El tentador y tramposo alcohol volvía a ponerse enseguida de ella, por lo que no le quedó de otra que probar un poco de la copa; otra vez esa mezcla de sabor amargo y dulce. —Gracias, pero...eso de cantar y bailar no está en mis planes. Ya toco el bajo, así que en el escenario no creo necesitar eso...— Nunca negaba que le encantaría aprender a bailar, pero con Alekz como maestra tal vez no sea muy prudente. —Además soy muy torpe para eso— Volvió a dar otro sorbo hasta que el último comentario atrevido salió de su acompañante.

La voltea a ver —¿A tu departamento?... Dudo que logres hacerme caer para llegar a tu cama— Comentó sin rodeos —Tampoco creas que con alcohol te servirá— Propiamente se voltea y vuelve a sorber de su bebida. —Pero ya que no tengo otra opción que estar con usted este día, supongo que una charla no me hará mal...¿Dígame, siempre coquetea así con todas, o debo considerarme afortunada?

Se quedó callada al principio. Al menos podía estar "tranquila" que no se aprovecharía de ella si quedara inconsciente, sólo debía cuidarse.

—¿Sabes¿ No eres la primera que me dice que "soy afortunada"...—Da un comentario antes de volver sorber de la bebida y volver a hacer esa leve mueca de desagrado. —Aunque tal vez no encuentres algo divertido en mí. Soy sólo una simple chica japonesa— Comentario un poco difícil de creer después de lo presenciado hace unos instantes.

Volvió a mirarla con ese gesto de desafío y molestia. Podría huir en ese instante, pero no creía que así se libraría de Alekz tan fácil -si es que en realidad pudiera hacerlo- Se levantó, tomó el libro que había dejado en una silla enseguida todo este tiempo este. —De acuerdo. ¡Pero nada de trucos!— También quería irse de ese lugar; podía sentir otras incómodas miradas lascivas sobre ella.

Aseguró el libro que la metió en este embrollo en su pecho con ambas manos y sólo siguió de cerca a Alekz. —Tal vez pueda enseñarte algo de buenos modales en este tiempo