Conectarse
Últimos temas
Mejores posteadores
Reino (1266) | ||||
Mine Sagan (1143) | ||||
Regan Vosuet (1134) | ||||
Dante Rivelli (1020) | ||||
Aria Ainsley (826) | ||||
Ayato (719) | ||||
Yuki Nakayama (688) | ||||
Momoka (554) | ||||
Lucien Luarent (551) | ||||
Katherine Howell (550) |
Being liberated in the shadows -Skyle-
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
Zebra se quedó inmutable en el momento en que la chica decidió lanzarse a sus brazos, bajar y creer en él. De no ser por una fuerza que no supo explicar y que pareció ser mayor a él, tal vez hasta la hubiese dejado caer al suelo sin más.
Debí hacerlo.
Ni al momento de recibirlaen sus brazos, ni al momentode recibir el beso en sus labios zebra mostró reacción alguna. Tampoco cuando el guardia los apuntó con la linterna. Su nula expresión se mantuvo incluso cuando la chica lo acusó de algo que no había hecho y solo cambió ligeramente su expresión a una un poco más aburrida y decepcionada cuando Momo sonrió burlona tras el guardia.
Ah, solo es otra zorra. Mi error.
- Claro.- Le respondió al guardia y avanzó volviendo a meter las manos en los bolsillos, desinteresado.- Vamos. -Se encongió de hombros, hablando tan seguro y tranquilo que resultaba evidente la contradicción entre ambos estudiantes, sin embargo, no se molestó en decir ni una palabra de explicación, replica o defensa.
Esperó las indicaciones del guardia, pero en todo momento y de ahí en adelante, no volvió a dirigir su mirada a la chica de nuevo.
Debí hacerlo.
Ni al momento de recibirlaen sus brazos, ni al momentode recibir el beso en sus labios zebra mostró reacción alguna. Tampoco cuando el guardia los apuntó con la linterna. Su nula expresión se mantuvo incluso cuando la chica lo acusó de algo que no había hecho y solo cambió ligeramente su expresión a una un poco más aburrida y decepcionada cuando Momo sonrió burlona tras el guardia.
Ah, solo es otra zorra. Mi error.
- Claro.- Le respondió al guardia y avanzó volviendo a meter las manos en los bolsillos, desinteresado.- Vamos. -Se encongió de hombros, hablando tan seguro y tranquilo que resultaba evidente la contradicción entre ambos estudiantes, sin embargo, no se molestó en decir ni una palabra de explicación, replica o defensa.
Esperó las indicaciones del guardia, pero en todo momento y de ahí en adelante, no volvió a dirigir su mirada a la chica de nuevo.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
En un principio no notó resistencia por parte del chico ante su repentino acercamiento, ni tampoco desconcierto por el beso que le había propinado, y después de todo, esa no era su intención, esperaba ver alguna otra reacción, pero pese a que no fue así, tampoco se sintió inquieta o decepcionada, al contrario. Momo sólo sonrió con ganas inmensas de echar a reír. —Curioso— murmuró antes de que apareciera el vigilante. Y una vez que usó al hombre como escudo, algunos cabellos cubrían parte de su rostro y se habían formado pequeñas gotitas de sudor en su frente, sus manos temblaban ligeramente. Su actuación estaba resultando perfecta, al parecer el hombre se había creído toda su versión y continuaba dudando de aquel chico. Para sus adentros no hacía más que reír, aunque al no presenciar ni una pizca de nerviosismo o angustia, no le satisfacía.
« Tsk… ¿Por qué sigue tan tranquilo? De este modo no resulta divertido…» - ¿Uh? B-bueno, hablaremos en la oficina del director o en la policía de ser necesario— dijo el vigilante un poco nervioso, incluso él parecía desconcertado con la reacción del joven, ni siquiera se había molestado en decir alguna excusa o negar las acusaciones. El hombre les guio escaleras abajo incluso hizo mención nuevamente de que se dirigirían a la oficina del director, desconociendo si había alguien allí a estas horas. —Espere un segundo…— murmuró cogiendo apenas la manga del uniformado. —¿Es necesario que yo les acompañe?— cuestionó en un murmullo. —Debería, usted también debe relatar los hechos— contestó volviendo la vista al camino.
—Pero…— Momo detuvo sus palabras y andar repentinamente cuando observó al final del pasillo a una profesora que reconoció de inmediato. —¿Qué sucede?— preguntó curiosa la mujer mientras se acercaba y apenas divisó a Momo, pese a sus inútiles intentos por ocultar su rostro, enarcó una ceja y suspiró con pesadez. —¿Qué has hecho de nuevo?— se dirigió a ella, dedicando miradas fugaces al chico y al vigilante. —No soy yo la que ha hecho algo. Sigamos Señor, ¿Dónde dijo que estaba la oficina?— Adelantó su paso, pero la mujer se interpuso en su camino, lo que provocó que una mueca de desagrado se mostrara en su rostro, incluso aquella profesora obligó al vigilante que le pusiese al tanto y cuando este lo hizo la sonora risa de la mujer resonó en el pasillo.
—Lo siento. Yo me encargaré, puede continuar con su labor, no se preocupe— dijo esperando que el celador se marchara. —¿Qué? Pero… ¿Qué está haciendo? No se vaya…—bufó y antes de que intentara marcharse la mujer les dijo que ingresaran al salón de profesores que estaba cerca. Momo se mantuvo en silencio, y una vez allí tomó asiento sólo cuando la mujer insistió un par de veces. La detestaba y eso se percibía claramente. —Y bien jovencito… ¿Qué has hecho? Me pregunto ¿Qué has hecho realmente para que te hayas topado con el mismísimo diablo en persona?— le dijo la mujer al joven mientras ojeaba desinteresadamente algunas carpetas en su escritorio.
«”Mismísimo diablo en persona”…No es la primera vez que me llaman así» Su padre alguna vez lo hizo, al igual que otras personas que tuvieron la desdicha de cruzar su vida con la de Momo. Ella realmente podría ser terrible si se lo proponía, y para ser honestos esto no era absolutamente nada en comparación a cuán lejos podía llegar. «Pero no es mi culpa, es responsabilidad de todos aquellos que me han vuelto así» Cuando notó como seguía expresándose de ella con él, salió de sus pensamientos. Golpeó con fuerza la mesa y dirigió la mirada furiosa a la mujer, quien había conseguido sobresaltarse un poco por el ruido. —¿Por qué hace esto? Si ya ha sacado sus propias conclusiones, mire hacia otro lado y haga como si nada paso, no es tan difícil, lo ha hecho antes ¿No es así?— no dejaba de mirarle con gran intensidad, si pudiese destrozarle tan solo de esa forma lo haría mil veces sin arrepentirse de ello.
La mujer se acomodó en su asiento y suspiró. —Momo, ¿Acaso sabes que esta clase de comportamiento no mejorará nada? ¿Sabes que sólo te traerá problemas? Y no sólo a ti, sino a otras personas también— dijo mientras señalaba con un ademán al joven.—¿Y?— soltó elevando el rostro con una expresión desafiante. —¿Por qué tendría que importarme? No me importa lo que le suceda a los demás, cada quien tiene lo que se merece— espetó cruzando los brazos sobre su pecho. —¿Estarás bien con que obviemos este incidente o quieres que haga un reporte con lo que realmente sucedió?— de nuevo se dirigió al chico tratando de ignorar las palabras de Momo, empleando un tono amable que resultaba tan molesto para ella.
—Estoy cansada de esto— se puso de pie provocando un molesto ruido al rodar la silla. —No puedes irte aun— advirtió la profesora. —¿Quién va a evitarlo? ¿Usted?— soltó una risa seca, mientras inclinaba su cuerpo hacia la mujer. —Sen-sei… no me provoque, bien puedo terminar el último trabajo que dejé inacabado ¿Le gustaría? No sabe cuántas ganas tengo de mostrarle lo que siento por usted— dijo destilando una amenaza que pese a que la contraria quisiera ocultarlo había alterado un poco sus nervios, quizá porque se había puesto a indagar en su memoria. —D-de cualquier modo si no me obedeces tendré que llamar a tu pad-…— antes de que siquiera ella acabara sus palabras, Momo había conseguido tomar un cúter del porta lapiceros y lo apuntaba ahora contra el cuello de la mujer. —Le dije que no me provocara. Ahora mismo… ¿Está jugando conmigo?— los ojos temblorosos de Momo reflejaban toda la ira que sentía contra aquella persona, como tantas veces en este día se había dejado llevar por sus sentimientos, llegando a importarle poco quien la observara y el lugar donde se encontraba, aunque sólo estuviesen ellos tres allí, sabía que cualquier cosa que hiciera podría acarrear sus consecuencias, pero ahora estaba tan molesta que no dejaba lugar a la razón en sus pensamientos.
« Tsk… ¿Por qué sigue tan tranquilo? De este modo no resulta divertido…» - ¿Uh? B-bueno, hablaremos en la oficina del director o en la policía de ser necesario— dijo el vigilante un poco nervioso, incluso él parecía desconcertado con la reacción del joven, ni siquiera se había molestado en decir alguna excusa o negar las acusaciones. El hombre les guio escaleras abajo incluso hizo mención nuevamente de que se dirigirían a la oficina del director, desconociendo si había alguien allí a estas horas. —Espere un segundo…— murmuró cogiendo apenas la manga del uniformado. —¿Es necesario que yo les acompañe?— cuestionó en un murmullo. —Debería, usted también debe relatar los hechos— contestó volviendo la vista al camino.
—Pero…— Momo detuvo sus palabras y andar repentinamente cuando observó al final del pasillo a una profesora que reconoció de inmediato. —¿Qué sucede?— preguntó curiosa la mujer mientras se acercaba y apenas divisó a Momo, pese a sus inútiles intentos por ocultar su rostro, enarcó una ceja y suspiró con pesadez. —¿Qué has hecho de nuevo?— se dirigió a ella, dedicando miradas fugaces al chico y al vigilante. —No soy yo la que ha hecho algo. Sigamos Señor, ¿Dónde dijo que estaba la oficina?— Adelantó su paso, pero la mujer se interpuso en su camino, lo que provocó que una mueca de desagrado se mostrara en su rostro, incluso aquella profesora obligó al vigilante que le pusiese al tanto y cuando este lo hizo la sonora risa de la mujer resonó en el pasillo.
—Lo siento. Yo me encargaré, puede continuar con su labor, no se preocupe— dijo esperando que el celador se marchara. —¿Qué? Pero… ¿Qué está haciendo? No se vaya…—bufó y antes de que intentara marcharse la mujer les dijo que ingresaran al salón de profesores que estaba cerca. Momo se mantuvo en silencio, y una vez allí tomó asiento sólo cuando la mujer insistió un par de veces. La detestaba y eso se percibía claramente. —Y bien jovencito… ¿Qué has hecho? Me pregunto ¿Qué has hecho realmente para que te hayas topado con el mismísimo diablo en persona?— le dijo la mujer al joven mientras ojeaba desinteresadamente algunas carpetas en su escritorio.
«”Mismísimo diablo en persona”…No es la primera vez que me llaman así» Su padre alguna vez lo hizo, al igual que otras personas que tuvieron la desdicha de cruzar su vida con la de Momo. Ella realmente podría ser terrible si se lo proponía, y para ser honestos esto no era absolutamente nada en comparación a cuán lejos podía llegar. «Pero no es mi culpa, es responsabilidad de todos aquellos que me han vuelto así» Cuando notó como seguía expresándose de ella con él, salió de sus pensamientos. Golpeó con fuerza la mesa y dirigió la mirada furiosa a la mujer, quien había conseguido sobresaltarse un poco por el ruido. —¿Por qué hace esto? Si ya ha sacado sus propias conclusiones, mire hacia otro lado y haga como si nada paso, no es tan difícil, lo ha hecho antes ¿No es así?— no dejaba de mirarle con gran intensidad, si pudiese destrozarle tan solo de esa forma lo haría mil veces sin arrepentirse de ello.
La mujer se acomodó en su asiento y suspiró. —Momo, ¿Acaso sabes que esta clase de comportamiento no mejorará nada? ¿Sabes que sólo te traerá problemas? Y no sólo a ti, sino a otras personas también— dijo mientras señalaba con un ademán al joven.—¿Y?— soltó elevando el rostro con una expresión desafiante. —¿Por qué tendría que importarme? No me importa lo que le suceda a los demás, cada quien tiene lo que se merece— espetó cruzando los brazos sobre su pecho. —¿Estarás bien con que obviemos este incidente o quieres que haga un reporte con lo que realmente sucedió?— de nuevo se dirigió al chico tratando de ignorar las palabras de Momo, empleando un tono amable que resultaba tan molesto para ella.
—Estoy cansada de esto— se puso de pie provocando un molesto ruido al rodar la silla. —No puedes irte aun— advirtió la profesora. —¿Quién va a evitarlo? ¿Usted?— soltó una risa seca, mientras inclinaba su cuerpo hacia la mujer. —Sen-sei… no me provoque, bien puedo terminar el último trabajo que dejé inacabado ¿Le gustaría? No sabe cuántas ganas tengo de mostrarle lo que siento por usted— dijo destilando una amenaza que pese a que la contraria quisiera ocultarlo había alterado un poco sus nervios, quizá porque se había puesto a indagar en su memoria. —D-de cualquier modo si no me obedeces tendré que llamar a tu pad-…— antes de que siquiera ella acabara sus palabras, Momo había conseguido tomar un cúter del porta lapiceros y lo apuntaba ahora contra el cuello de la mujer. —Le dije que no me provocara. Ahora mismo… ¿Está jugando conmigo?— los ojos temblorosos de Momo reflejaban toda la ira que sentía contra aquella persona, como tantas veces en este día se había dejado llevar por sus sentimientos, llegando a importarle poco quien la observara y el lugar donde se encontraba, aunque sólo estuviesen ellos tres allí, sabía que cualquier cosa que hiciera podría acarrear sus consecuencias, pero ahora estaba tan molesta que no dejaba lugar a la razón en sus pensamientos.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
Zebra se mantuvo en silencio y caminó obediente, más obediente que nunca hacia donde fuera que el guardia estimara conveniente. Su mirada solo volvió a prestar atención a su entorno cuando la voz de una mujer adulta que reconocía como una de las profesoras de Skyle apareció y se dirigió directamente a la chica.
Aparentemente la mujer conocía bien el carácter de la muchacha y Momo estaba evidentemente incómoda con su presencia, pero él no se involucró en la situación, incluso si la chica era otra zorra más, aquello era bien raro por donde fuera que lo viera, incluso para alguien como él.
Una vez se les indicó entrar a la sala de profesores Zebra tomó asiento en la primera silla que vio disponible para él.
- ¿El mismísimo diablo en persona? - Alzó una ceja con una expresión incrédula en el rostro, casi burlesca mirando para todas las direcciones de la habitación - ¿Dónde? - Llevó la mirada al techo, desganado, volviendo al mismo desinterés que traía desde la aparición del guardia.
Vaya que le tienen inflado el ego heh, qué fama.
Llevó la cabeza hacia atrás mientras las dos mujeres discutían. Si ni tiempo le daban a él para responder algo. Cambió su posición en el asiento, ladeando el cuerpo hacia uno de los lados de la silla, dejando apoyada la espalda en uno de los brazos y las piernas sobre el otro en una actitud bastante poco respetuosa mientras las cosas parecían acalorarse entre las mujeres.
Una sonrisa ladina se asomó en su rostro cuando notó que su compañera había perdido completamente los estribos con la profesora.
¿Padre? ¿Iba a decir padre? Jajaja ¿De verdad?
Lejos de alarmarse o intentar hacer algo la única acción del muchacho fue silbar con asombro a la vez que sacaba una foto de la situación con su celular. - Me preguntó que dirá la escuela entera de esto... Oh. Se subió. - Anunció con evidente malicia incluso si se trataba de una mentira. Lazó luego su teléfono a varios metros suyos, alzando las manos como si apelara inocencia por su reciente acción.
- El "diablo" debería tener más cuidado o lo podrían echar de la escuela ¿sabes? Seguramente eso no le hará mucha gracia a tus padres.-
Aparentemente la mujer conocía bien el carácter de la muchacha y Momo estaba evidentemente incómoda con su presencia, pero él no se involucró en la situación, incluso si la chica era otra zorra más, aquello era bien raro por donde fuera que lo viera, incluso para alguien como él.
Una vez se les indicó entrar a la sala de profesores Zebra tomó asiento en la primera silla que vio disponible para él.
- ¿El mismísimo diablo en persona? - Alzó una ceja con una expresión incrédula en el rostro, casi burlesca mirando para todas las direcciones de la habitación - ¿Dónde? - Llevó la mirada al techo, desganado, volviendo al mismo desinterés que traía desde la aparición del guardia.
Vaya que le tienen inflado el ego heh, qué fama.
Llevó la cabeza hacia atrás mientras las dos mujeres discutían. Si ni tiempo le daban a él para responder algo. Cambió su posición en el asiento, ladeando el cuerpo hacia uno de los lados de la silla, dejando apoyada la espalda en uno de los brazos y las piernas sobre el otro en una actitud bastante poco respetuosa mientras las cosas parecían acalorarse entre las mujeres.
Una sonrisa ladina se asomó en su rostro cuando notó que su compañera había perdido completamente los estribos con la profesora.
¿Padre? ¿Iba a decir padre? Jajaja ¿De verdad?
Lejos de alarmarse o intentar hacer algo la única acción del muchacho fue silbar con asombro a la vez que sacaba una foto de la situación con su celular. - Me preguntó que dirá la escuela entera de esto... Oh. Se subió. - Anunció con evidente malicia incluso si se trataba de una mentira. Lazó luego su teléfono a varios metros suyos, alzando las manos como si apelara inocencia por su reciente acción.
- El "diablo" debería tener más cuidado o lo podrían echar de la escuela ¿sabes? Seguramente eso no le hará mucha gracia a tus padres.-
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
—M-momo, sabes en qué lugar te encuentras ¿Verdad?— balbuceó la mujer claramente nerviosa. —Arreglemos esto en c..— —!Cierra la boca!— exclamó aproximando un poco más el cúter contra su cuello, llegando apenas a rasguñar su piel. —¿Por qué estás tan asustada? Si eres tú quien se refirió a mí como “diablo”, deberías haberlo esperado ¿No son las personas como ustedes que le dan poder a esas palabras o apodos? Yo…— se interrumpió al escuchar un silbido seguido por el sonido de captura de… «¿Una foto? ¿Ha sacado una fotografía?» se preguntó mientras clavaba la mirada en el joven a su lado con evidente desconcierto.
—¿Qué se supone que estás haciendo, idiota?— frunció el entrecejo, queriendo redirigir su enojo hacia el molesto joven. —Bórrala — sin soltar el cúter, empleó su mano libre para sujetar con fuerza el cuello de su chaleco, atrayéndole un poco hacia ella. —No sé realmente cuál es tu problema, pero si sabes lo que te conviene, eliminarás esa maldita foto ahora ¿Por qué te empeñas en fastidiar lo que hago? ¿Huh?! ¿Tanto aburrimiento tienes?— decía ejerciendo más presión en su agarre.
—Tcé, no me interesa esta escuela. ¿Crees que no lo estaba considerando? Lo que sucedería si la lastimaba ¿Ah? No tienes idea… esa mujer…— suspiró profundamente, intentando calmar su reciente agitada respiración. —Momo, baja esa cosa! Puedes lastimarlo. Vamos a hablar como personas civilizadas— la castaña cerró sus ojos con fuerza y repentinamente soltó al chico y se movió hasta el escritorio clavando el cúter en la mano de la profesora, quien apenas pudo contener el quejido, procedió a sacar el objeto y ejercer presión sobre la herida que comenzaba a sangrar. —De verdad has perdido la cabeza— murmuró la adolorida mujer. Y justo en ese instante ingresó el guardia en la habitación, preguntando alarmado por lo que había sucedido. —Yo..—
—Ha sido un accidente… ¿No sabe si la enfermería aun esta disponible?— irrumpió la profesora pareciendo más calmada. —Dudo que haya alguien, pero podemos revisar la estantería o el botiquín ¿O prefiere ir al hospital?— la mujer negó y le preguntó si él podría acompañarle a la enfermería y el celador respondió afirmativamente.—Ustedes, aguarden un momento ¿De acuerdo?— indicó antes de marcharse.
Momo bufó con molestia apartando la silla donde estuvo sentada con una patada. —Como si fuese a quedarme esperándola— resopló fijando la mirada un instante en las gotas de sangre sobre el escritorio. —Tu…¿Te desharás de la fotografía? ¿O realmente la has enviado?— hasta entonces volvió la mirada hacia el chico —Me parece más que evidente que desde que nos topamos, nada bueno ha sucedido, así que es obvio que no habrá razones para cruzarnos siquiera— se movió por la sala de profesores recordando que anteriormente el celador pudo haber llevado sus cosas hasta allá, por lo que revisó algunos cajones esperando encontrar su mini reproductor antes de marcharse.
—¿Qué se supone que estás haciendo, idiota?— frunció el entrecejo, queriendo redirigir su enojo hacia el molesto joven. —Bórrala — sin soltar el cúter, empleó su mano libre para sujetar con fuerza el cuello de su chaleco, atrayéndole un poco hacia ella. —No sé realmente cuál es tu problema, pero si sabes lo que te conviene, eliminarás esa maldita foto ahora ¿Por qué te empeñas en fastidiar lo que hago? ¿Huh?! ¿Tanto aburrimiento tienes?— decía ejerciendo más presión en su agarre.
—Tcé, no me interesa esta escuela. ¿Crees que no lo estaba considerando? Lo que sucedería si la lastimaba ¿Ah? No tienes idea… esa mujer…— suspiró profundamente, intentando calmar su reciente agitada respiración. —Momo, baja esa cosa! Puedes lastimarlo. Vamos a hablar como personas civilizadas— la castaña cerró sus ojos con fuerza y repentinamente soltó al chico y se movió hasta el escritorio clavando el cúter en la mano de la profesora, quien apenas pudo contener el quejido, procedió a sacar el objeto y ejercer presión sobre la herida que comenzaba a sangrar. —De verdad has perdido la cabeza— murmuró la adolorida mujer. Y justo en ese instante ingresó el guardia en la habitación, preguntando alarmado por lo que había sucedido. —Yo..—
—Ha sido un accidente… ¿No sabe si la enfermería aun esta disponible?— irrumpió la profesora pareciendo más calmada. —Dudo que haya alguien, pero podemos revisar la estantería o el botiquín ¿O prefiere ir al hospital?— la mujer negó y le preguntó si él podría acompañarle a la enfermería y el celador respondió afirmativamente.—Ustedes, aguarden un momento ¿De acuerdo?— indicó antes de marcharse.
Momo bufó con molestia apartando la silla donde estuvo sentada con una patada. —Como si fuese a quedarme esperándola— resopló fijando la mirada un instante en las gotas de sangre sobre el escritorio. —Tu…¿Te desharás de la fotografía? ¿O realmente la has enviado?— hasta entonces volvió la mirada hacia el chico —Me parece más que evidente que desde que nos topamos, nada bueno ha sucedido, así que es obvio que no habrá razones para cruzarnos siquiera— se movió por la sala de profesores recordando que anteriormente el celador pudo haber llevado sus cosas hasta allá, por lo que revisó algunos cajones esperando encontrar su mini reproductor antes de marcharse.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
Fue tomado por sus ropas con genuina violencia. De hecho se sorprendió al notar que la joven poseía bastante más fuerza de la que aparentaba, sin embargo, su mirada se clavó de lleno, sin temor alguno en los ojos de su compañera, en ellos se veía un extraño dejo de emoción, pero nada de temor. En parte parecía que no estaba escuchando o que ni siquiera estaba ahí, pero su corazón latía desenfrenado, excitado.
Solo tras unos instantes de tensión los labios del muchacho se curvaron en una sonrisa notablemente insana, pero antes de poder completar la expresión fue vilmente interrumpido por la nerviosa profesora.
Tch. Que alguien la calle.
Pensó apenas desviando la mirada molesta a la profesora y como si Momo hubiese escuchado las profundidades de su mente, sin preámbulo alguno le clavó el cuter en la mano.
Heh~ Así que sí está loca.
Guardó silencio de nuevo, apenas conteniendo la risa. Solo cuando la profesora se retiró junto al guardia él dejó escapar una carcajada sin ningún miramiento. Ni siquiera el estruendo de la patada a la silla que Momo dio frenó su hilaridad.
- Ah~ Qué divertido. - Comentó secando los lagrimones que habían brotado de sus ojos por tanto reír.
-¿Mh? Quien sabe~ Tal vez sí, tal vez no. - Se encogió de hombros antes de ponerse de pie y estirar un poco el cuerpo. - ¿Porqué no esperas a ver qué ocurre cuando entres a la primera clase una vez acaben las vacaciones? - La desafió y avanzó hacia ella quien buscaba sus pertenencias en los cajones.
Ocupó su cuerpo para acorralarla contra la misma mesa, sin olvidar que la chica todavía podía mantenía el cuter con ella.
-¿Nada bueno? - Murmuró en su nuca, cuestionando el juicio de su compañera. - A mi me encantó verte bailando tan libremente en la azotea. Me pareció un muy buen espectáculo, más que todo el resto de estupideces que hiciste. - Sus manos se alzaron como si estuviese apelando inocencia y dio un paso atrás para permitir que la chica se diera la vuelta.
- Tan solo escúchame un segundo, es importante. - Le sonrió melosamente, manteniendo las manos en alto. - ¿Kalinka, Malinka? - Tomó las manos de Momo, y las llevó a su propio rostro, sobre cada una de sus mejillas.- Vamos, pellízcame la mejilla. No puedo controlarme por mi mismo. - Volvió a reír un poco y después le sacó la lengua grotescamente y a la vez con una picardía que no parecía precisamente la de un adolescente. Luego simplemente la soltó, caminó hasta el rincón donde había caído su celular y lo recogió sin mostrar real interés en el objeto.
Solo tras unos instantes de tensión los labios del muchacho se curvaron en una sonrisa notablemente insana, pero antes de poder completar la expresión fue vilmente interrumpido por la nerviosa profesora.
Tch. Que alguien la calle.
Pensó apenas desviando la mirada molesta a la profesora y como si Momo hubiese escuchado las profundidades de su mente, sin preámbulo alguno le clavó el cuter en la mano.
Heh~ Así que sí está loca.
Guardó silencio de nuevo, apenas conteniendo la risa. Solo cuando la profesora se retiró junto al guardia él dejó escapar una carcajada sin ningún miramiento. Ni siquiera el estruendo de la patada a la silla que Momo dio frenó su hilaridad.
- Ah~ Qué divertido. - Comentó secando los lagrimones que habían brotado de sus ojos por tanto reír.
-¿Mh? Quien sabe~ Tal vez sí, tal vez no. - Se encogió de hombros antes de ponerse de pie y estirar un poco el cuerpo. - ¿Porqué no esperas a ver qué ocurre cuando entres a la primera clase una vez acaben las vacaciones? - La desafió y avanzó hacia ella quien buscaba sus pertenencias en los cajones.
Ocupó su cuerpo para acorralarla contra la misma mesa, sin olvidar que la chica todavía podía mantenía el cuter con ella.
-¿Nada bueno? - Murmuró en su nuca, cuestionando el juicio de su compañera. - A mi me encantó verte bailando tan libremente en la azotea. Me pareció un muy buen espectáculo, más que todo el resto de estupideces que hiciste. - Sus manos se alzaron como si estuviese apelando inocencia y dio un paso atrás para permitir que la chica se diera la vuelta.
- Tan solo escúchame un segundo, es importante. - Le sonrió melosamente, manteniendo las manos en alto. - ¿Kalinka, Malinka? - Tomó las manos de Momo, y las llevó a su propio rostro, sobre cada una de sus mejillas.- Vamos, pellízcame la mejilla. No puedo controlarme por mi mismo. - Volvió a reír un poco y después le sacó la lengua grotescamente y a la vez con una picardía que no parecía precisamente la de un adolescente. Luego simplemente la soltó, caminó hasta el rincón donde había caído su celular y lo recogió sin mostrar real interés en el objeto.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
A veces pasaba. Algunas palabras invocaban más la existencia de una persona internamente, subconscientemente apelando a su esencia más feral, como si fuesen animales afectados por la melodía. Hienas risueñas, lobos estoicos, ratones inquietos, o leones hambrientos. Y eso era precisamente lo que a veces le sucedía a la castaña, quien se jactaba de controlar plenamente sus emociones, y en ocasiones simplemente se le veía de esa forma, siendo controlada por la ira más que el raciocinio. La verdad por lo que habían pasado hasta ahora, poco le importaba que aquel joven lo hubiese presenciado, sin embargo cuando le escuchó reír, su mirada furiosa volvió a clavarse en él.
—¿Qué te parece tan divertido, Imbécil?— No sabía cómo aquel chico conseguía sacarla de sus casillas tan fácilmente... Ella que en esa escuela se tenía por una chica bien educada y tranquila... Pero no, con él saltaba tan rápido, como si simplemente con su presencia se encendiera la pólvora en su interior. Se decía que simplemente no podía soportarlo. —Tcé…— soltó una risa seca tras suspirar por aquella respuesta inconclusa. —¿No puedes simplemente decir si lo has hecho o no? Eres realmente…—bufó —Da igual— murmuró sin dejar de lado su exhaustiva búsqueda, aunque no estaba segura de sí podría encontrarlo allí, alguna otra cosa beneficiosa podría tomar.
Sin embargo, al sentir tal cercanía se detuvo, su cuerpo se tensó e inconscientemente empuñó un lapicero que tenía a la mano, considerando usarlo para atacarle en caso de que colmara demasiado su paciencia. —Apártate— demandó, sintiendo como un escalofrío recorría su espalda al percibir el aliento del joven chocar contra su nuca. —¿Y eso qué? No es como si convertirte en ”fan” de mi baile anime un reencuentro, además no creo que eso sea bueno para mi ¿O sí? Sólo piérdete—Le espetó, girándose tras escucharle retroceder. Le miró con desconfianza, mientras se cruzaba de brazos, dejando antes la pluma sobre el escritorio.
—A ver…¿Qué tienes para decir?— cuestionó dejando caer los brazos optando por una posición más “receptiva”. Sin embargo, aquel par de primeras palabras que recibió, le hizo fruncir el ceño con el mismo deje de desconfianza, observando como acortaba más la distancia e incluso se atrevía a tomar sus manos. —¿Qué rayos quieres decir con eso?— la paciencia parecía abandonarla de nuevo. —Deja de jugar conmigo— dijo completamente seria, alzando la mirada para encontrarse directamente con sus ojos, sin mostrar una pizca de temor o nerviosismo, sólo algo de desconcierto por su peculiar petición.
—No me digas que tú también eres de esos—Arqueó una ceja, mostrando una leve curiosidad que se entremezcló con la decepción que la inundó en ese momento. —Que seas un masoquista no tiene nada que ver conmigo— murmuró cuando le soltó. A pesar de que podía parecer molesta exteriormente, su mirada seguía fija en aquel sujeto, que a pesar de todo le producía una inquietante curiosidad. No parecía igual al resto de alumnos que había conocido en aquel lugar, no. ¿Cómo describirlo? Le transmitía una sensación de paz abrumadora, y al mismo tiempo la dominaba una angustia que no era capaz de controlar. Lo notaba tan despistado y la vez tan atento a todo lo que le rodeaba. Definitivamente era un chico curioso, y no simplemente por lo que pudiese aparentar físicamente.
Inmersa en sus pensamientos, esbozó una suave mueca de sorpresa al notar que recogía su móvil. Se adelantó unos pasos, caminando con pisadas fuertes y seguras, que podrían hacer retemblar el suelo aunque ese movimiento no llegase a notarse, un retemblar causado por la ira que destilaban sus dos orbes ahora azules y aquella gran aura de poder que solía rodearla cuando se enfadaba, demostrando la persona que realmente era, fuera de actuaciones y demás. No detuvo sus pasos hasta quedarse prácticamente en frente al chico, pegada a él, sin apartar la mirada de sus ojos posó una de sus manos sobre su mejilla, con delicadeza como si su intención fuese acariciarlo, hasta que repentinamente su agarre se volvió brusco, “pellizcándola” aunque casi comenzaba a emplear incluso sus uñas, clavándolas lentamente, todo eso mientras su otra mano buscaba aquella del contrario que sostenía el celular.
—¿Era algo como esto lo que necesitabas?— preguntó entre dientes, sin desistir a ninguno de sus dos objetivos: provocarle algo de daño y tomar su teléfono. —De verdad si vuelves a fastidiarme, voy a lastimarte seriamente— le advirtió plantando su mirada desafiante. —Hazte un favor, y no volvamos a toparnos ¿Si?— sólo hasta entonces aflojó su agarre, con la intención de apartarse. —No me importa la clase, pero si en algo más llega a afectarme la maldita foto, tendrás problemas— añadió desviando la mirada hacia la puerta, pues le preocupaba que aquel par volviesen pronto, esperaba ya para ese entonces haberse marchado.
—¿Qué te parece tan divertido, Imbécil?— No sabía cómo aquel chico conseguía sacarla de sus casillas tan fácilmente... Ella que en esa escuela se tenía por una chica bien educada y tranquila... Pero no, con él saltaba tan rápido, como si simplemente con su presencia se encendiera la pólvora en su interior. Se decía que simplemente no podía soportarlo. —Tcé…— soltó una risa seca tras suspirar por aquella respuesta inconclusa. —¿No puedes simplemente decir si lo has hecho o no? Eres realmente…—bufó —Da igual— murmuró sin dejar de lado su exhaustiva búsqueda, aunque no estaba segura de sí podría encontrarlo allí, alguna otra cosa beneficiosa podría tomar.
Sin embargo, al sentir tal cercanía se detuvo, su cuerpo se tensó e inconscientemente empuñó un lapicero que tenía a la mano, considerando usarlo para atacarle en caso de que colmara demasiado su paciencia. —Apártate— demandó, sintiendo como un escalofrío recorría su espalda al percibir el aliento del joven chocar contra su nuca. —¿Y eso qué? No es como si convertirte en ”fan” de mi baile anime un reencuentro, además no creo que eso sea bueno para mi ¿O sí? Sólo piérdete—Le espetó, girándose tras escucharle retroceder. Le miró con desconfianza, mientras se cruzaba de brazos, dejando antes la pluma sobre el escritorio.
—A ver…¿Qué tienes para decir?— cuestionó dejando caer los brazos optando por una posición más “receptiva”. Sin embargo, aquel par de primeras palabras que recibió, le hizo fruncir el ceño con el mismo deje de desconfianza, observando como acortaba más la distancia e incluso se atrevía a tomar sus manos. —¿Qué rayos quieres decir con eso?— la paciencia parecía abandonarla de nuevo. —Deja de jugar conmigo— dijo completamente seria, alzando la mirada para encontrarse directamente con sus ojos, sin mostrar una pizca de temor o nerviosismo, sólo algo de desconcierto por su peculiar petición.
—No me digas que tú también eres de esos—Arqueó una ceja, mostrando una leve curiosidad que se entremezcló con la decepción que la inundó en ese momento. —Que seas un masoquista no tiene nada que ver conmigo— murmuró cuando le soltó. A pesar de que podía parecer molesta exteriormente, su mirada seguía fija en aquel sujeto, que a pesar de todo le producía una inquietante curiosidad. No parecía igual al resto de alumnos que había conocido en aquel lugar, no. ¿Cómo describirlo? Le transmitía una sensación de paz abrumadora, y al mismo tiempo la dominaba una angustia que no era capaz de controlar. Lo notaba tan despistado y la vez tan atento a todo lo que le rodeaba. Definitivamente era un chico curioso, y no simplemente por lo que pudiese aparentar físicamente.
Inmersa en sus pensamientos, esbozó una suave mueca de sorpresa al notar que recogía su móvil. Se adelantó unos pasos, caminando con pisadas fuertes y seguras, que podrían hacer retemblar el suelo aunque ese movimiento no llegase a notarse, un retemblar causado por la ira que destilaban sus dos orbes ahora azules y aquella gran aura de poder que solía rodearla cuando se enfadaba, demostrando la persona que realmente era, fuera de actuaciones y demás. No detuvo sus pasos hasta quedarse prácticamente en frente al chico, pegada a él, sin apartar la mirada de sus ojos posó una de sus manos sobre su mejilla, con delicadeza como si su intención fuese acariciarlo, hasta que repentinamente su agarre se volvió brusco, “pellizcándola” aunque casi comenzaba a emplear incluso sus uñas, clavándolas lentamente, todo eso mientras su otra mano buscaba aquella del contrario que sostenía el celular.
—¿Era algo como esto lo que necesitabas?— preguntó entre dientes, sin desistir a ninguno de sus dos objetivos: provocarle algo de daño y tomar su teléfono. —De verdad si vuelves a fastidiarme, voy a lastimarte seriamente— le advirtió plantando su mirada desafiante. —Hazte un favor, y no volvamos a toparnos ¿Si?— sólo hasta entonces aflojó su agarre, con la intención de apartarse. —No me importa la clase, pero si en algo más llega a afectarme la maldita foto, tendrás problemas— añadió desviando la mirada hacia la puerta, pues le preocupaba que aquel par volviesen pronto, esperaba ya para ese entonces haberse marchado.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
Su boca, deformada por el agarre, esbozó una sonrisa amplia al ver que ella volvía, pese a todo, a hacer lo que él había dicho, incluso si sus intenciones claramente fueran el objeto entre sus manos.
No dijo nada, no movió un solo músculo ni apartó la vista hasta que ella alfojó el agarre. Su mejilla dolía, dolía bastante, pero era poco a la vez.
¿Sería que efectivamente era de "esos" como ella lo había llamado?
No, no tenía nada que ver con masoquismo ni con ninguna tendencia, no se trataba de algo así, era mucho más simple o tal vez demasiado complejo, quién sabe.
No intentó esconder el celular, pero al ver que la chica perdía la oportunidad por voltearse a ver a la puerta no pudo evitar que se le escapara una risa traviesa de los labios.
Tomó la muñeca de la joven, expuso la palma de su mano y depositó sobre ella el celular. Al mismo tiempo depositó sobre su mejilla un beso tan suave que más bien pareció un dulce roce.
Haciendo uso de su peso, que era evidentemente mayor al de la chica, el muchacho la apartó al incorporarse y le dedicó una última sonrisa mientras se encogía de hombros.
- Problemas tenemos siempre ~ - Y sin más el chico avanzó hasta salir del salón, dejando atrás a la muchacha y también su teléfono en manos de la misma, después de todo tal cosa como una foto no existía, tan solo había tomado una selfie cuando pareció sacar captura a la comprometedora escena.
Al salir notó que aún no había rastros de que la profesora fuera a volver aún, pero ya la mayoría de las instalaciones de la escuela estaban en penumbras. No tenía mas opción que volver a su jaula, comúnmente llamada habitación.
No dijo nada, no movió un solo músculo ni apartó la vista hasta que ella alfojó el agarre. Su mejilla dolía, dolía bastante, pero era poco a la vez.
¿Sería que efectivamente era de "esos" como ella lo había llamado?
No, no tenía nada que ver con masoquismo ni con ninguna tendencia, no se trataba de algo así, era mucho más simple o tal vez demasiado complejo, quién sabe.
No intentó esconder el celular, pero al ver que la chica perdía la oportunidad por voltearse a ver a la puerta no pudo evitar que se le escapara una risa traviesa de los labios.
Tomó la muñeca de la joven, expuso la palma de su mano y depositó sobre ella el celular. Al mismo tiempo depositó sobre su mejilla un beso tan suave que más bien pareció un dulce roce.
Haciendo uso de su peso, que era evidentemente mayor al de la chica, el muchacho la apartó al incorporarse y le dedicó una última sonrisa mientras se encogía de hombros.
- Problemas tenemos siempre ~ - Y sin más el chico avanzó hasta salir del salón, dejando atrás a la muchacha y también su teléfono en manos de la misma, después de todo tal cosa como una foto no existía, tan solo había tomado una selfie cuando pareció sacar captura a la comprometedora escena.
Al salir notó que aún no había rastros de que la profesora fuera a volver aún, pero ya la mayoría de las instalaciones de la escuela estaban en penumbras. No tenía mas opción que volver a su jaula, comúnmente llamada habitación.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Being liberated in the shadows -Skyle-
Al visualizar aquella sonrisa en su rostro no hizo más que sentirse doblemente irritada ¿Acaso estaba disfrutándolo? Ni siquiera estaba segura de si debía ejercer más presión o simplemente detenerse. —¿Por qué te sigues riendo? Tcé… realmente eres tan molesto— murmuró entre dientes ejerciendo un poco más de fuerza, al menos antes de que su atención fuera fijada unos breves segundos en la puerta del salón. «Espero que haya tenido que marcharse a un hospital» deseó aun sin ningún remordimiento por su actuar.
Entonces sintió como le tomaba de la muñeca e inmediatamente viajó su vista hasta el muchacho, mientras elevaba su otra mano instintivamente, preparada en caso de que intentara algo en su contra. Pero aquel puño se quedó suspendido en el aire al ver como sólo dejaba el aparato en su mano. —¿Uh?—susurró desconcertada por su aparente ‘rendición’, aunque aquello no le sorprendería más de lo que hizo a continuación. El roce cálido de los labios contra su mejilla le dejo absorta. —¿Q-que ha sido eso?—balbuceó confundida.
—Eish… definitivamente eres muy extraño. No lo hagas, no sigas sonriéndome — demandó simulando tener un escalofrío en ese momento. Puede haber sido gracias al aturdimiento o más bien al hecho de que no tenía nada más porque insistir, que no dijo otra cosa en el momento que el chico caminó hacía la salida, le vio marcharse haciéndose a la vez diferentes preguntas sobre él. Ladeó un poco su cabeza bajando la mirada hasta el móvil entre sus manos. —Oye, espera! — exclamó de forma tardía, pero al dar un paso hacía la puerta se detuvo.
—¿Qué estoy haciendo?— se preguntó en voz alta. —Ya lo tengo entre mis manos, él me lo entregó voluntariamente ¿Para qué devolverlo?— se dijo así misma sonriendo con cierto aire victorioso. —Bueno ahora a borrar la foto…—comenzó a hurgar en el aparato encontrándose con…. Algo distinto a lo esperado. —Eiish, este maldito chico!— soltó una risa seca divisando aun la selfie en la pantalla, sintiéndose un poco tonta por haberse molestado por algo insignificante
Guardó el móvil en su bolsillo e imitó el acto de aquel chico al abandonar la sala, no pensaba quedarse a esperar a aquella desagradable mujer y aunque no deseaba regresar a su oscura habitación, en cualquier momento debía hacerlo, al igual que volver a las sombras del instituto, de su vida, esas de la que desesperadamente había buscado huir esa noche.
Entonces sintió como le tomaba de la muñeca e inmediatamente viajó su vista hasta el muchacho, mientras elevaba su otra mano instintivamente, preparada en caso de que intentara algo en su contra. Pero aquel puño se quedó suspendido en el aire al ver como sólo dejaba el aparato en su mano. —¿Uh?—susurró desconcertada por su aparente ‘rendición’, aunque aquello no le sorprendería más de lo que hizo a continuación. El roce cálido de los labios contra su mejilla le dejo absorta. —¿Q-que ha sido eso?—balbuceó confundida.
—Eish… definitivamente eres muy extraño. No lo hagas, no sigas sonriéndome — demandó simulando tener un escalofrío en ese momento. Puede haber sido gracias al aturdimiento o más bien al hecho de que no tenía nada más porque insistir, que no dijo otra cosa en el momento que el chico caminó hacía la salida, le vio marcharse haciéndose a la vez diferentes preguntas sobre él. Ladeó un poco su cabeza bajando la mirada hasta el móvil entre sus manos. —Oye, espera! — exclamó de forma tardía, pero al dar un paso hacía la puerta se detuvo.
—¿Qué estoy haciendo?— se preguntó en voz alta. —Ya lo tengo entre mis manos, él me lo entregó voluntariamente ¿Para qué devolverlo?— se dijo así misma sonriendo con cierto aire victorioso. —Bueno ahora a borrar la foto…—comenzó a hurgar en el aparato encontrándose con…. Algo distinto a lo esperado. —Eiish, este maldito chico!— soltó una risa seca divisando aun la selfie en la pantalla, sintiéndose un poco tonta por haberse molestado por algo insignificante
Guardó el móvil en su bolsillo e imitó el acto de aquel chico al abandonar la sala, no pensaba quedarse a esperar a aquella desagradable mujer y aunque no deseaba regresar a su oscura habitación, en cualquier momento debía hacerlo, al igual que volver a las sombras del instituto, de su vida, esas de la que desesperadamente había buscado huir esa noche.
[Tema finalizado]
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Skyle Townsend
» Conología Skyle
» Twinkle, twinkle, Little Star (Priv Skyle)
» Self-made... man? (Privado Skyle)
» Las flores saben oír {Priv. Skyle}
» Conología Skyle
» Twinkle, twinkle, Little Star (Priv Skyle)
» Self-made... man? (Privado Skyle)
» Las flores saben oír {Priv. Skyle}
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 12:26 pm por Notus
» Entre consultas (Priv. Notus)
Hoy a las 12:04 pm por Notus
» In nomine Domini... Dissipatas alae [Priv. Yuli]
Ayer a las 7:10 pm por Yuli
» Una botella, dos bocas (Priv.Dante)
Ayer a las 2:58 pm por Dante Rivelli
» El oro que no reluce (Pric. Raum)
Ayer a las 2:23 am por Iska
» Primeros antojos
Ayer a las 1:39 am por Eos Inkblot
» Ratas (Priv. Dante)
Ayer a las 12:44 am por Eos Inkblot
» El Futuro incierto de una estudiante invisible
Mar Nov 19, 2024 9:55 pm por Kaori Kondo
» Meeting at dusk (priv. Yuli)
Mar Nov 19, 2024 2:58 pm por Yuli