¿Quién eres? (Marshall)

Hasta la persona más tímida puede ser muy curiosa. Era uno de esas tardes libres donde la japonesa no quería quedarse en el dormitorio el resto del día, y dejándose llevar por sus "instintos" fue caminando hacia un rumbo diferente, pero sin nada en mente en concreto. Ahí fue donde alcanzó a divisar el gran edificio de Merveilles Records. -Tal vez...pueda echar un vistazo.

Tranquilamente se acercó al edificio hasta que sus pasos se volvieron más tímidos e inseguros en lo que veía más de cerca la entrada. -¿Es buena idea? ¿Podré entrar como así? ¿Si me piden que me vaya?...- Al final de cuentas preocupación es muy ridículas, pero tomando en cuenta que Yuki sigue en un mundo diferente para ella. -¡Ya, no pierdes nada con entrar! Además tal vez en un futuro pertenezcas ahí- Y sin seguir pensándole, atravesó las puertas automáticas y encontrarse en el lobby del lugar.

Se vio fascinada por lo elegante que se veía el lugar, perdiéndose un poco en los cuadros que adornaban el lugar, fue hasta que la voz de una de las secretarias llamó su atención:

-¿Se le ofrece algo, señorita?- Yuki miró un poco nerviosa a la secretaria. -Etto...pues...eh...- Se movía en reversa lentamente para volver a la entrada e irse a otro lugar, hasta que algo la detuvo.

Vestuario:

Las cosas iban de mal en peor, y esta era una situación en la que Yuki metió la pata y en vez de sacarla sólo hizo más grande el hueco. De todos los probables artistas que podían pasar por ahí, tuvo que ser con uno de apariencia un poco "temible" si podríamos decirlo, y es que el metro sesenta de la japonesa era casi nada comparado con el del joven con quien se topó.

-Eh...yo...- No podía hilar ninguna de sus palabras cuando el hombre de tez pálida hizo sus primeros comentarios, haciendo que Yuki mirara a otro lado y haciendo un muy inútil intento de tapar con sus manos su falda escolar. -¡Tampoco soy un niño miedoso!- Claro, eso sólo lo dijo a sus adentros.

Miró tanto al artista como a la secretaria y sólo hizo una reverencia para disculparse. -¡Lo siento! Yo sólo...me perdí...digo...curioseaba nada más...digo...no debí...¡No quise molestarlo señor Ab....- Muy apenada se veía por la situación, que hasta su cara era roja por la vergüenza, hasta que esta volvió a su color nieve original cuando estaba pronunciando ese nombre. ¿Abadeer?

-Disculpe ¿Acaso dijo: "Señor Abadeer"?- Le siguió un movimiento afirmativo de la secretaria. Ahí fue donde Yuki miró determinadamente al sujeto: La forma de sus ojos, tez pálida, cabello negro azabache, una boca que podía notarse un aire burlón. Fue ahí que como por arte de magia la japonesa quitara ese rostro temeroso y volviera a uno más serio e intrigado. -Abadeer...como el de "Marceline".- Se puso frente al joven y lo observó a los ojos. -Te pareces mucho a ella.

Al parecer por ser alguien relacionado con Marceline es porque Yuki se mostró más tranquila, si fuera otra persona, incluso de estatura menor y menos "temible", estuviera igual de nerviosa a tal grado de salir corriendo del edificio. Claro, tampoco estaba exenta de cualquier broma estilo Abadeer.

Asintió con la cabeza un poco confundida. -Sí...sí la conozco- Por lo que veía y escuchaba, Yuki empezaba a sospechar que él al igual que la vampiro tenían el mismo ego. Ahora que lo pensaba bien, era obvio que si tuviera un hermano estarían compitiendo por quien tendría más fama.

-Pues...no una admiradora realmente...- Le murmuró un poco apenada en lo que sus habituales sonrojos invadían sus mejillas y su mano se empezó a entretener con un mechón de cabello.

Antes de que pudiera terminar la frase, el sujeto se presentó, por lo que Yuki hizo un leve ademán con la cabeza. -¡Mucho gusto!...Yuki...Yuki Nakayama...- Hizo un silencio mordiéndose un poco el labio inferior antes de que dijera qué relación tiene con la vampiro. -Soy la novia de Marcy- No dijo nada después de eso esperando a ver la reacción de Marshall, cosa que fue un silencio de unos segundos en lo que la secretaria irrumpía.

-Entonces la señorita Nakayama viene con usted.

Se quedó expectante a lo que Marshall pudiera decir, aunque por como reaccionaba parecía que lo estaba matando de la impresión, figurativamente hablando. El rostro de la japonesa se dibujó una mirada confundida al ver que el vampiro (o eso supone ya que al parecer está relacionado con Marceline) balbuceaba y se sentaba como si hubiera tenido una noticia terrible. -¡Creo que ya lo rompí!- Total, en vez de volver en sí, parecía que volvía en "no".

Giró su rostro a la secretaria y luego a Marshall quien ya estaba asimilando más la situación, pero por la forma en que tomó a Yuki se acercaba el interrogatorio. Curioso, ni con sus dos anteriores novias tuvo algo parecido, en otras palabras, era el primer familiar que afrontaba. -Eh...¿A dónde vamos?...- Eso sí, obediente siguió a su cuñado hasta el punto donde pudieran tener una charla más...¿en familia?.

Agitó su cabeza para corroborar que había acertado en su nombre. Viéndose sorprendida porque Marshall aún se veía conmocionado. -Sí...Soy novia de Marcy...¿Sabe? Yo...yo también me siento confundida, en estos meses que nos conocemos y he salido con ella nunca me había mencionado que tenía un...hermano ¿Cierto? Sólo había conocido a sus amigos de banda. Sé que debí informarme más de ella en internet, pero las pocas que leí no decían nada de usted y yo la verdad quiero conocerla mejor conviviendo con ella...- Se detuvo a recobrar un poco de aire y también asimilar más situación.

La joven japonesa se mantenía casi estoica por la escena, y digo casi debido a que sus ojos delataban lo sorprendida que se veía viendo como reaccionaba Marshall. El sujeto estaba tan ofendido y no porque una niña como Yuki era la actual novia de su hermana, sino porque se siente como si hubiera sido la última persona en el mundo en enterarse de esto. -¡Incluso reacciona como lo haría Marcy!

Asintió con la cabeza confirmando. -Sí, un par de meses...Ya hemos salido un par de veces y...- Inconscientemente se llevó una mano al cuello, justamente ocultando la bandita que cubría la herida de la mordida de Marceline. -...¡Muchas cosas han pasado!- La siguiente vez que viera a la vampiro, la japonesa tendría varias preguntas que hacerle.

-¿De mí?...Eh...¿Qué puedo decir de mí? Tengo 16 años, vengo de Japón, entré a la Escuela Musette para cumplir mi sueño de ser una gran bajista y tener una banda...- Sueños típicos de adolescentes -También sé tocar piano y teclado, estoy aprendiendo otro instrumento...- Rodó los ojos y luego se encogió los hombros. -No sé ¿Qué más quieres saber? ...No soy una chica fuera de lo común.

Se rasco la mejilla un poco con un rostro con una mezcla de sorpresa y espanto. Se había acostumbrado a Marceline que olvidaba que podía acabarla hasta con un simple apretón de su mano, o incluso con una mordida que se saliera de control. -Sí...a veces olvido por unos momentos que ella es una vampiro.

-Eh...Sí, la verdad es parte de mi sueño- Asintió con la cabeza algo nerviosa, luego esbozó una sonrisa con el "desgreñadero" de Marshall. Algo que empezaba a notar es que él no era tan "agresivo" con ella como lo es Marceline. Continuando con al sonrisa, se sonrojó mientras acomodaba los mechones despeinados. -¿Tú crees? Tal vez lo poco que toqué en su bajo sirvió...Porque cómo alguien como ella se interesaría en una chica como yo- Tomando en cuenta que desde el primer día que se conocieron Marceline es quien ha ido tras Yuki -la mayoría de las veces sólo para molestarla- sólo una fue la japones quien tomó la iniciativa.

Asintió de nuevo con la cabeza aceptando la invitación de su "cuñado" -Eh...Claro 'Por qué no?- Igual ella tendría muchas dudas y debería aprovechar.

Una de sus primeras dudas le llegó a la cabeza. -¿Son muy unidos? Porque sí se vio muy molesto cuando le dije que yo era la novia de Marcy. Asumiendo que han vivido más de lo que un humano común creo que deberían de tener ya ese nivel de confianza.

-¡Vaya!...Conociéndola no me sorprende lo posesiva que puede ser ella. Todo mundo parece decirme que soy afortunada: que por el día que nací, que por mi talento, que por mi cuerpo, en el caso de Marcy por salir con ella...¡Muchas cosas! A pesar que no me considero una persona de mucha suerte. Por cierto, ahora que lo pienso, con lo del bajo...- Hizo un poco de memoria con lo del bajo y con citas posteriores. -Tal vez relacionado con "ella"- Hizo un silencio y luego negó con las manos como si no fuera importante lo que pensó.

Siguió caminando con Marshall por los pasillos casi llegando a la cafetería. -¡Eh! ¿En serio? ¿A pesar de que el apellido Abadeer no sea muy común en el mundo?...- Se mostraba un poco sorprendida, pero a la vez risueña por el caso. -Aparte me sorprende que ambos tengan la misma marca en el cuello- Indicó señalando el propio donde deberían estar las marcas de ambos vampiros.

-Supongo que tampoco les ha de preocupar quién es su padre. Ninguno de los dos aparenta tener ese interés. Y con más de mil años de vida ya debió haber surgido un interés. ¿O me equivoco?- Inclinó un poco la cabeza en duda.

-Viendo que tu también flotas como ella. ¿Tienen las mismas habilidades? Como la de transformarse y esas cosas?- Alcanzó a preguntar antes de que llegaran a la cafetería.

Escuchó seria esta vez ante tal explicación. Le daba más curiosidad saber sobre los orígenes de Marceline y esas cosas, pero sabiendo lo orgullosa y misteriosa que es, sería muy difícil hacerla hablar de eso, y más si resulta que ella poseía un resentimiento hacia su pasado o algo por el estilo. -¿Venganza?

Tomó asiento en una de las mesas en lo que observaba el "espectáculo" de Marshall, transformándose primero en ya una forma conocida previamente por Yuki, -¿El murciélago? Ese ya me tocó verlo una vez...y en la versión "grande"...- Hizo un pequeño gesto de espanto cuando recordó el susto que le dio en su escuela la otra vez. -¿Qué otra transformación tienes?- Se mostró esta vez más curiosa en lo que veía la siguiente forma que Marshall tomaría, en la cual Yuki no dudó en enternecerse por lo que sus ojos veían.

-¡Aaaaww! ¡Eres tan lindo!- Sin dudarlo lo tomó y lo abrazó como lo haría con cualquier animal de ese tipo. -¡Y muy suave como dices!- Incluso restregó su mejilla en la peluda cabeza gatuna del vampiro. -Imagino que te haz divertido transformándote en gato para poder entrar a cualquier lugar u obtener atención de este tipo, ¿no?