La gran noticia [Priv. Andrea Laakkonen]

"¡La audición estuvo excelente! La próxima vez que me veas te aseguro que será a la nueva gran revelación de Merveilles Records" Eso fue de las cosas más sobresalientes que le pude decir después de mi audición, y es que de ahí mis días posteriores estuvieron tranquilos; rutinarios. Fue en la mañana después de mi habitual salida a correr que la carta que con tanta emoción esperaba por fin había llegado:

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Cuando la terminé de leer, di un grito de alegría que estaba segura que hasta los vecinos de pisos posteriores e inferiores me habían escuchado. Después de varios minutos tratando de calmarme, le comuniqué la noticia a mi familia, que cuando me respondieron lo hicieron con tal gusto. Ahora faltaba alguien más en darle la noticia: a mi querida Sora, pero no sería con un simple mensaje de celular; sino en persona.

Para hacer más significativa la ocasión, me vestí con el mismo atuendo del día que nos conocimos, y salí directo a la escuela para darle las nuevas buenas. No importa si no estaba en horario que podía verme, me colaría a la escuela de todas maneras.

Disimulé mi entrada a la escuela, al parecer no habría problemas. Miré de reojo por el aula de maestros, pero no había nadie. Veamos...Si yo fuera una linda profesora de piano con tiempo libre ¿dónde estaría? En clase o salón de piano. Buscaré primero en este último

Subí las escaleras, y sin parecer sospechosa busqué dicho salón. ¡Aquí está! Podía escuchar claramente que alguien tocaba. Al abrir lentamente la puerta sin hacer ruido, pude notar que en efecto ella estaba tocando. Así que cerré la puerta recargándome en esta para escucharla atentamente tocar, relajándome por escuchar tan bella melodía.

Cuando noté que ya acabaría la canción, con el mismo sigilo me acerqué y la abracé de la cintura, una manera alterna de "aplaudir su talento", recargando mi mentón en su hombro. -¿Sabes? Tengo una novia que toca el piano tan hermoso como tú. ¿No la conoces de pura casualidad?- Solté una risas y luego besé su mejilla. -¡Hola, cariño! ¿Extrañabas a tu princesa?

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Con una sonrisa me senté mejor en su regazo, manteniendo mis manos en la pose original con la que la abracé. Recibí su beso feliz, separándome un poco para darle una sonrisa infantil. -¡También te extrañé!...Todos los días ansiaba ver a mi guerrera- Moví mis manos para abrazarla mejor por la cintura y me recargué en ella.

Como era de esperarse me preguntó sobre mi situación actual con el Sello, apenas podía contener todas mis emociones por ser aceptada en el Sello. Me separé de su pecho una vez que terminó la pregunta, volviendo a mi sonrisa infantil como respuesta.

Después de unos segundos de silencio donde mi sonrisa era la única que parecía responder a su pregunta. Notando que ya al parecer lo dedujo. -Sí, como te escribí hace unos días...¡Ahora estás viendo a la nueva sensación del Sello!

Riendo por su efusiva felicitación me sentía agradecida que ella estuviera tan feliz como yo. -Lo sé, cariño...Ellos no dejarían pasar la oportunidad de tenerme- Sí, un comentario tan "humilde" de mi parte, pero era la verdad. Años estudiando música y una voz entrenada como la mía tampoco eran de dejar pasar.

Asentí ante su incógnita y asentí varias veces. -¡Así es! Me tendré que dar unas vueltas al Sello para ver si me asignarán uno o también para ver si encuentro a alguien que esté interesado. Espero que sea pronto...No me gustaría estar esperando y esperando pensando en cómo sería mi primer debut y no tener a nadie que me represente- Suspiré un poco, tranquila, recargándome en ella.

Voltee la cabeza para mirarla y recordarle algo que estaba pendiente. -Por el momento tenemos pendiente en ir a celebrar por ser aceptada, ¿no crees? ¿Dónde crees que sea buena idea?

-¿Una segunda cita?- Repetí sus palabras pensándolo un poco. Me parecía buena opción, hace mucho que no salíamos juntas y era buen momento para pasar otro rato para que ambas saliéramos un poco de la rutina, en especial Sora.

-¡Veo que sí lo notaste! Me lo puse especialmente para ti, para darte específicamente esta noticia- Reí mostrando mi vestido y luego frotando mi nariz con la de ella. -Por cierto, ¡La segunda cita me parece perfecto! ¿Qué te gustaría hacer? Podemos pasear por ahí, comer algo o incluso al anochecer llevarte a un mirador donde puedes ver todas las luces de la ciudad. ¿Qué te parece?

Alegré le mostré una sonrisa cuando dijo que podíamos hacer todo eso. ¡Sería un gran día después de todo! Sólo tendría que esperar a que ella terminara ¡Dos horas! -¡Claro! ¡Verás que la pasaremos muy bien! Pero ahora...- Me llevé una mano al mentón en señal de duda. -¿Qué podré hacer en dos horas? Supongo que en una de esas tienes que dar clase, pero eso me deja con por lo menos una hora en la que me las tendré que entretener con algo...e ingeniármelas para que alguien no me vea y me pida que me retire- Después de todo, Sora me había dicho que había un horario específico para visitas.

Volviéndome a acurrucar aprovechando que estaba con ella. -¿Alguna idea, mi guerrera? Tienes cosas importantes que hacer y tu princesa no quiere que andes preocupada pensando "¿Qué estará haciendo? ¿No se meterá en problemas?

Bien, esto se había convertido en el día "Trae a tu novia al trabajo"; ofreció quedarme y ver su clase, que obvio tenía la curiosidad de verla. -¿Estar en tu clase? Suena bien...- Me quedé también mirándola fijamente, podía sentirme un poco ruborizada por tenerla así.

Tratando de ocultar ese rubor reí suavemente cerrando mis ojos respondiendo a su incógnita. -La verdad sí he tenido ganas de verte. Sé que eres una gran maestra con gran talento...Sólo espero que mi presencia no distraiga mucho a tus alumnos, o que hagan gran alboroto porque la novia de su profesora esté en la clase...Lástima que no puedo disimular usando un uniforme de Musette para tratar de pasarme por alumna- Comenté eso último queriendo ver su reacción al imaginarme vestida como estudiante. Ya saben que me gusta sonrojarla de vez en cuando.

Me estaba poniendo casi rojo por tratar de contener las risas que de repente salían al ver la cara que Sora había puesto. Se ve tan linda cada vez que se pone así y podía notar que sí formó esa imagen en su cabeza. Lástima que el tiempo de clases llegó y tuvimos que irnos.

Tomándola de los dedos suavemente al igual que ella lo hacía conmigo, la seguí por todo el recorrido que dio para ir por lo que necesitaba para su clase y después al salón. Me llamaba la atención que estaba muy bien equipado. ¡No por nada esta escuela tenía su prestigio!

Después del beso me dirigí a una de las mesas que estaban al fondo, del lado de las puertas para que la visibilidad desde afuera del salón no me pudieran ver tan fácil. Esperando a que comenzara la clase noté como los niños empezaban a llegar; algunos estaban tan distraídos que no notaron mi presencia, pero otros se podía ver en sus rostros confusión, creo que incluso escuché un "¿La maestra dijo que iba a traer un expositor hoy?".

Sólo me dediqué a sonreírles y muchos amablemente me devolvieron al sonrisa, otros parecían apenarse con mi presencia y sonrojados volteaban a otro lado. ¡Qué tiernos!