El papel no sólo sirve para las oficinas [Lucia Luarent]

Aquel día no había cesado en su labor como delegada: Asistir a sus respectivas clases y echar a correr para realizar un papeleo en trámite para algunos profesores como listas de asistencia, calendarizaciones, cartas de sugerencias o algunas quejas de parte de los alumnos... No importaba todo lo que debía hacer si era por el bien de sus compañeros y de la escuela— ¡Este es mi compromiso y no los voy a defraudar! —pensaba mientras firmaba unas listas y comenzaba a cargar varios papeles, una pila tan alta que casi parecía que podría llegar a ser más alta— V-vamos... despacio... t-tú puedes Hanako... —se murmuraba a sí misma al estirar la mano hacia la manilla de la puerta, tratando al mismo tiempo que no cayeran los papeles en sus manos.

Cerró sus ojos por instinto al ser casi golpeada por la puerta (aunque realmente habría sido peor de no ser por la pila de papeles que hizo las veces de escudo), temiendo darse del golpe contra el piso hasta que sintió que algo la tomaba de su muñeca con bastante fuerza. Los papeles caían a su alrededor y mantuvo sus ojos cerrados para no lastimarse con alguno hasta sentirse completamente a salvo.

—¿Eh...? N-no pasa nada... Yo no veía... —la disculpa salió sin pensarlo mucho de sus labios, estando algo aturdida por lo que había pasado. Cuando finalmente consiguió enfocar la mirada, se topó con una chica de tez morena y cabellos pálidos algo extraños y una luz que le rodeaba le hizo sentir algo encandilada, ¿por qué brillaba tanto?— ¡Ah! En serio no es nada, ¡fue mi culpa por no ver por dónde iba...! —hizo varias reverencias como era usual en ella antes de lanzarse al piso a recoger el resto de los papeles— ¡P-por favor no se moleste! ¡Está bien! —al ver que la extraña no respondía se sonrojó avergonzada— ...G-gracias... ¿Eh? ¿Su hermano...? ¿De qué curso es? Q-quizás le conozca... puedo ayudar... —se ofreció con algo de timidez hasta que se percató de algo— Señorita Luarent... Luarent... ¡Oh! ¿Es usted hermana de Lucien? ¡Yo le conozco...! Y... ¡m-mucho gusto, mi nombre es Hanako Fujieda, delegada de segundo año! —se presentó nuevamente con una reverencia— ¡Mucho gusto! Si necesita ayuda en algo no dude en pedírmelo por favor... —al mirarla, la luz ya se había desvanecido, pero a su alrededor permanecía un halo— Es igual que con el señor Lucien... pero se ve diferente... desde que llegué aquí que no me ha pasado... pensaba que sería diferente a Japón.

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¿Eh...? todo había pasado muy rápido, en un segundo la joven había dejado caer bruscamente las hojas para tomar sus manos y hacerle tirar las que ella ya había recogido, dejándola con expresión de desconcierto, ¿por qué habría hecho eso?─ S-señorita Luarent, ¿sucede algo...? ─mientras la miraba en su confusión pudo ver mejor sus ojos, sonrojándose de notar que eran de distinto color─ ¡Q-qué hermosa se ve...! Waa... ¡qué bonitos ojos! ─pensó un tanto cohibida, reaccionando tras unos pocos segundos─ ¿E-eh...? S-sí, conozco al señor Lucien... lo conocí en una reunión no hace mucho... p-para planear un festival... ─un leve escalofrío le recorrió el cuerpo sin saberlo, ¿acaso sería al recordar la extraña energía que había creído ver por unos instantes? ¿seria igual que con su hermana? Aquel día el señor Luarent había actuado educado y compuesto, pero algo en su actitud le hacía sentir inquieta, como si se encontrara frente a una peligrosa bomba de tiempo─ P-pero no hablé con su hermano más de lo debido... s-se veía algo distraído y distante... tampoco nos habló más de lo que correspondiera... ¡y n-no se preocupe! ─se apresuró a decir, sacudiendo sus manos─ C-comprendo que... desee saber de él, son hermanos después de todo... ¡w-wa, sí! ─casi se tiró al suelo en su apuro al recordar los papeles tirados, recogiéndolos rápidamente antes de que alguien pudiera pasar y pisarlos o bien tropezarse con ellos, no quería que nadie saliera perjudicado.

Con la ayuda de la señorita Luarent no tardó en terminar de recoger finalmente todos los papeles, sacudiéndolos y acomodándolos en una pila después de ordenarlos según correspondía─ ¡Muchas gracias, me ayudó muchísimo señorita Luarent! ─amplió su sonrisa al decirlo, marcándose unas adorables margaritas a cada lado de sus labios─ Aquí está bien, no pasa nada... ─los ató con una cuerda que llevaba y los dejó en el mostrador de la secretaria con un papel que tenía las indicaciones y remitentes de cada grupo.

─¿U-un jugo? ¡P-pero...! ¡No tiene que molestarse señorita Luarent, de veras no fue nada! T-tampoco pasó nada grave, por suerte.... y-yo fui imprudente, c-cargué más cosas de las que debía... uhm... ─trató de disuadirla como pudo, bajando su mirada algo avergonzada al sujetar sus propias manos a la altura de su regazo, sonrojada al darse cuenta de que sería imposible hacerle cambiar de opinión─ E-está bien... d-descuide... a-acepto... y m-muchas gracias, señorita Luarent... ─dijo con suavidad, haciendo una pausa unos segundos hasta recordar algo─ ¡Ah...! ¿m-me espera un segundo? S-se suponía que había venido por otra cosa... p-pero de camino me pidieron que trajera estos papeles aquí... ─solía ser así, pasaba siempre cargando cosas de un lado a otro porque no se podía negar en cuanto alguien le pedía algún favor, aunque fuera corta de tiempo o con prisa a algún lado, siempre se detenía apenas mencionaban el necesitar de ayuda.

─Se suponía que debía de llenar una forma... m-mi compañera de cuarto se fue de forma algo abrupta... no supe más de ella... ─se volteó hacia ella mientras caminaba hacia el mostrador para solicitar el papel que necesitaba─ Me preocupa... me pregunto si le habrá pasado algo... ─bajó su mirada algo compungida por lo sucedido─ ¡No tardo nada! S-sólo debo cambiar la situación del cuarto para dejar la otra plaza libre en caso que alguien necesite la otra habitación.

Lucien seguía (como era de esperarse) cumpliendo con sus labores de delegado, era normal que le conociera, era uno de los mejores alumnos de mussete, seguido por varios de primero, pulcro y ordenado...siempre con una sonrisa cortés. Pero al parecer eso había acabado...

s-se veía algo distraído y distante... tampoco nos habló más de lo que correspondiera...

Lucia sólo sonrió luego de lo dicho por hanako, estaba muy preocupada por Lucien, cuando comenzaba a ser leído con esa facilidad por otros es que ya no podía retenerse a si mismo- "Si...somos hermanos después de todo...es normal que nos preocupemos del otro...que nostálgico"

De nada, después de todo fue mi culpa-entrecerró los ojos al sonreír por el adorable semblante de la chica. Esperó a que hiciera el encargo y volvió a escuchar a hanako- no es ninguna molestia jajaja, y bueno, dejemoslo en que es culpa de las dos jajaja.
Hanako acepto algo avergonzada mientras que para Lucia había sido una perfecta oportunidad-qué bueno que aceptaras!- dijo juntando sus dos manos sonriendo. Cuando vio que la chica debía hacer algo más asintió- oh, adelante.

Esperó paciente y cuando volvió sonrió ante ella- Todo bien?

—¡C-claro que no fue su culpa, yo iba distraída también! —se disculpó como ya era típico de ella y moviendo sus manos con rapidez, a lo que sonrió como victoria cuando Lucia accedió al reconocimiento del error mutuo.

—¡S-sí! B-bien... s sólo que... como dije... me he quedado sin compañera de cuarto. L-la señorita anterior apenas estuvo un tiempo y se marchó sin avisar ni nada —se puso a jugar con sus manos en lo que hablaba con muchos nervios— Me preocupa... ¡pero aún así es mi deber notificar que hay una vacante! D-digo... s-si alguien quisiera tomarla... —su mirada se puso triste un momento— E-espero la siguiente no se marche... ¿a-acaso será... m-mi culpa?

Se percató entonces de que era la única que estaba hablando.

—¡Lo siento! ¡No tengo por qué preocuparle con esos asuntos! A-aah... e-entonces... ¿vamos a la cafetería de la escuela? D-digo, s-si es que le agrada la idea... ¡p-pero yo invitaré lo que la señorita Lucia pida! ¡I-insisto, p-por favor acepte!

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