[Casona Luarent] Partitura en blanco.

Spoiler:

El viaje a casa fue algo largo, tal y como el hogar de Mine la casona Luarent era algo retirada al estar en un sector poco urbano y más tranquilo, le pedí a la muchacha con gentileza si podía llevarme en uno de sus autos, a pie era un camino extenso...y la verdad no tenía muchas ganas de caminar...
Era nostálgico llegar a casa...las cerraduras eran las mismas, los jardines eran los mismos...nada en absoluto había cambiado desde que me marche hace meses con Lucy.

el pensar en ella era de cierta forma doloroso, confuso...no quería hablar del tema con ella, no ahora, por eso era mejor tocar el piano, cantar, perderme en la música.
La presencia de Mine a mi lado era algo extraño, dejaba que estuviese cerca, pero era distante. Después de un rato llegamos y bajé del auto.

Gracias...fue muy amable...-estaba a punto de irme pero sin pensarlo me gire, aún ausente-...disculpe...-ladee el rostro, de verdad no deseaba estar solo-...¿quiere pasar a tomar una taza de té? En compensación por este favor...hace mucho que no vengo a casa y tomar el té solo en una casa tan grande...es algo que no me gustaría hacer-sonreí desganado. Esta sería la primera vez que Mine entraría a la casona Luarent, siempre era yo quien iba a ella, mi vida personal estaba a raya-

Agradecí al mayordomo. Unos cuantos pasos y ya estaba frente a la casa.
Mine acepto con normalidad, la verdad no esperaba que no aceptara, por alguna extraña razón actuaba de lo más normal a pesar de lo acontecido en su habitación. Yo solo la traje porque no deseaba estar solo, en estos momentos solo deseaba tocar el piano...

De mi bolsillo saqué las llaves y abrí la casona, usualmente ya nadie estaba allí más que los guardias de los alrededores, Gareki ahora era de la escuela Musette y tanto yo como Lucia vivíamos tambien en los dormitorios de la escuela. Solo pasaban por allí las personas que se encargaban de limpiar, por lo que el lugar estaba deshabitado.

Al entrar limpie mis zapatos y guarde las llaves en mi bolsillo, camine por la sala de estar, subimos las escaleras, ya al fondo del segundo piso me quede parado frente a una puerta con detalles en la madera, suspiré mirandola, la abrí de apoco, una suave luz blanca salió de entre la abertura.

era mi habitación, la mia y de Lucia.

Spoiler:

Adelante por favor, se que quizás sea algo fuera del protocolo, pero prefiero tomar aquí el té...además...-mis zapatos sonaban en el brillante piso de madera, pasando por al lado de un banquillo junto a un caballete, la mesa de ajedrez, hasta llegar a la puerta contigua a la gran cama y a la chimenea -...mi piano está en esta habitación-me giré y sonreí por auto-reflejo, para mantener la postura de siempre. Me aseguré de que estaba cerrada, solo yo tenía la llave de esa habitación.

Tome asiento si lo desea...iré por el té.
-Levanté mi cabello en una cola más alta dejando mi flequillo largo sin amarrar y salí de la habitación-

-abrí la puerta mientras que con la otra sujetaba la fina bandeja de plata en la que descansaba la porcelana y utensilios para el té, vi a Mine frente a la puerta con un rostro lleno de duda, estaba consternada por algo…acaso la situación en sí es extraña para ti?
Me quede mirándole fijamente, mis pupilas se dilataron y contrajeron unos segundos lo que era señal de que usaba mi poder.
Su alma danzaba en un bucle infinito de inestabilidad,violetas y azules oscuros se mezclaban entre si, tanto que parecía perderse en lo oscuro que deseaba tomarla…la locura…
Había visto esta situación antes…mi madre lucia exactamente igual antes de perder la cordura.
Deje la vajilla en la mesa de centro y me dispuse a hacer el té a la inglesa como solía preparármelo. Inclusive ese tipo de banalidades me hacían recordar a Lucia. Pero en este momento era lo que menos quería.

Sucede algo malo señorita Sagan? La noto algo ida…-el tono de mi voz era sereno y neutral, posé mi mirada en la puerta y luego en su rostro*quizá no es una buena idea que entre en esa habitación…nadie lo ha hecho…y no sé si ella sea capaz de soportar mis emociones en mi piano...*cerré los ojos al mismo tiempo que me sentaba en la silla de siempre y cruzaba las piernas*la ultima vez que te mostré algo que nadie más había visto…me odiaste…odiaste mi verdadero yo...*
Con ese pensamiento en mi cabeza deje caer el agua caliente de color anaranjado sobre la taza con decoraciones exquisitas-por favor…siéntese, el té se disfruta mejor en compañía…-mis labios se posaron sobre la taza y con un ligero movimiento el brebaje cayo en mi boca.
Quiero tranquilidad..y eso es lo mismo que ahora le falta a tu alma quebradiza…

Parecía como si realmente no estuviese allí, seguí mirándola al percatarme de sus palabras casi para sí mismas-…una realidad?-susurré al termino de separar mis labios de la taza blanca con decoraciones doradas, más cerré los ojos dejándome llevar por los aromas del té. Las memorias de mi madre abrazándome paranoica, descolocada y distante llenaron mi mente lo que me hicieron por un momento querer marcharme de allí.
“Estoy contigo, nada más importa ya”-
mi espalda se apoyo en el respaldo de la silla, la taza volvió a su anterior lugar sobre el plato mientras que mis pulmones se llenaban de aire mirando los rizos frondosos de la muchacha, luego su blanca piel para terminar en sus ojos-…de verdad lo estás…Mine…?-Mi pregunta resonó en la habitación.
Esa simple pregunta, esa simple frase que señalo produjo en mi las ansias de liberar los hilos para volverla una marioneta...
*Déjame jugar con tu mente un momento…después de todo he descubierto por tus lindos y suaves gestos que tu necesitas de mi…dejame manejarte...mi dulce alumna..quizás así mi pesar se vaya por breves momentos, dejame seguir añadiendo colores a la bella pintura que es ahora tu alma...*
mi interior sonrió con placer, allí estaba de nuevo, la falta de Lucia y mis ganas de olvidarle a ratos me hacían dejar todo de lado-…Quizás no lo ves, después de todo nunca te has puesto a ver lo que es una realidad en sí…-me incliné ligeramente tomando uno de sus rizos suaves como la seda con el rostro como si fuese una vil mascara-…pobre e ingenua criatura…tan frágil y hermosa como una flor…buscando una realidad que ella misma no desea...siempre encerrada en una jaula que ella misma ahora construye...
*El miedo a estar solo es lo que me atrae hacía ti, el amor a la propia compasión hacia mi mismo…eso es lo que veo en esta mujer…así es…eso es…*Me levanté de la silla dejando la mitad de mi caliente bebida, algo que nunca hacía y me situé frente a la puerta.

Recuerdo…que deseabas saber todo de mi, recuerdo esas innumerables veces donde era perseguido por tus subordinados, la veces donde intencionalmente hacía como si nada pasara…-sonreí de manera traviesa tocando los acabados de la puerta deslizando mis dedos por ellos-…que estupidez más grande…jugando a tal tontería…-me giré repentinamente-…Mine, piensas que soy una meta por alcanzar? Una utopía? Una obra de arte que no debe tocarse?...-ladee el rostro ligeramente con los ojos sumamente distantes-…nunca he sido una obra de arte…nunca he sido un ser perfecto y aún así me seguiste hasta aquí pensando que las ideas de tu pequeña mente podrían ser expuestas...-caminé hacía ella y súbitamente apoye mis manos en el respaldo de su asiento-...así que...mi pequeño y hermoso canario, mi pequeño pajarito aún deseas pensar que soy una mera ilusión...-acerqué mi rostro hacía el suyo buscando respuestas dejándome llevar

*solo quiero... no deseo pensar...quizá si te llevo directo a la locura...pueda hundirme en ella y no volver a ver su sonrisa*

Podrías escapar ahora...nada te detiene, aquí nadie...nadie podría venir a rescatarte de despertar de tu sueño...quieres que habrá entonces la puerta otra vez...-susurre en su oreja tal y como una serpiente de forma ronca-...tal y como esa tarde...donde me viste por primera vez...

mis cejas se levantaron en una mueca irónica de asombro- oh my~ siento decisión en tus palabras, pero son a la vez contradictorias...-*¿te estás rindiendo y a la vez no?¿Acaso no es eso solo una muestra de lo caprichosa que es tu alma?...Aceptarme...solo por conformismo e interés propio...¿en que momento me enamoré de esta mujer...*
entrelacé mis dedos con los suyos para luego separarme del contacto que había hecho hace momentos Mine. Erguido la atraje lentamente con la unión de nuestras manos para que se pusiera tambien de pie, la taza de té fue dejada de lado por mi mismo sobre la pequeña mesa- Te lo dije una vez...-como un príncipe encantado sostuve su cintura aún teniendo su otra mano tomada-no te dejaré sola...eres...mi preciosa alumna ¿verdad?-con pasos inaudibles la conduje hasta la puerta, ella al frente mientras que yo sostenía sus hombros por detrás. Inclinándome ligeramente acaricie su mejilla con la comisura de mis labios-...Engañarte no es una opción, sin siquiera que yo lo desee...-susurre en oído-...tu haces perfectamente mi trabajo~ danzando paso a paso hacía mi oscuridad...tú oscuridad...a fin de cuentas siempre nos encontraremos en ese aburrido y ambicioso baile de mascaras, tratando de escapar de los demás...de nosotros...-bese su mejilla, me llene del aroma de su cuello...ese aroma que recordaba igual de adictivo-

Podía oírlos de nuevo, susurraban divertidos al ver la situación, entre aquellas voces estaba la de ese día.
*Ya estaba aburrido de tener siempre a la misma muñeca...*
mi sonrisa se pronuncio sin que ella fuese capaz de verla, de mi bolsillo una llave dorada notoriamente usada salio para serle entregada en su mano derecha.

Adelante mi querido canario...es momento de que abras ahora mi jaula-mis manos se hacía la puerta aún con ella delante de mi-...a este paso si no lo haces no querrás recordarme jamás...
*Abre la puerta...necesito que lo hagas...de lo contrario perderé la cabeza y en esta ocasión no me detendré por nada...no en mi estado...*
La habitación que había sido cerrada por meses no podía ser abierta por mi mismo...cuando necesitaba entrar para calmarme Lucia era quien la abría, era un medio de penitencia por el contrato y es por eso que solo Lucy podía entrar conmigo...¿Solo...Lucy?
la angustia volvió, mi puño comenzó a cerrarse de apoco con fuerza sobre la madera de la puerta, esperando que abriese la habitación donde mis más siniestros impulsos eran controlados...allí donde yacía mi amado piano

Mine acato al cabo de unos segundos. Le estaba agradecido, pero de una u otra forma era algo que realmente no debí haber hecho…
La escena era un cuarto realmente grande, de un inmaculado blanco con grandes ventanales que dejaban entrar la luz del Sol en su totalidad haciendo el escenario más luminoso y enceguecedor. Un gran piano blanco de cola completa estaba al final de la habitación, junto con un banquillo y en el suelo junto a él habían centenares de partituras, algunas en blanco, otras terminadas…algunas inconclusas. Caminé hacía el centro de la habitación dándole la espalda a Mine. Me sentía perdido…el aura de la habitación era tan puro que me hacía sentir entre tranquilidad y repulsión. La misma sensación de siempre. El lugar estaba impregnado con el aroma de Lucia…
*¿A cuanta gente ya debía arrastrar para que mis emociones se vieran estabilizadas?* Era lo mismo, ahora y antes, si bien cuando pequeños tenía unas crisis horribles donde la mayoría de las veces no podía controlar mi propia fuerza y tanto el señor Luarent, Lucia y Gareki me controlaban…al menos la inocencia de la juventud me mantenía a raya…pasaba desapercibido como un desorden de rebeldía…ahora era distinto, cada cosa que me parecía preciosa deseaba ponerla a prueba…tomarla, retorcerla casi hasta el punto de destruirla en su totalidad y con ello ver si aún a pesar de todo se quedaba a mi lado. Ese era mi pensamiento…por eso también amaba tanto a Lucy…ella a pesar de todo seguía a mi lado…por eso me aleje de la casa Luarent.

Pero… ¿y esta mujer?...

Mantuve silencio por unos segundos, segundos que parecían eternos como si realmente mi esencia y ser hubiesen sido borrados del mapa…y es que eso deseaba, pero no podía ahora solo tratar de que la presencia de Mine no estuviese allí presente, expectante.
Nunca…-rompí el silencio con una voz ronca pero distante-…en mis 9 años desde que vivo con los Luarent alguien había entrado en esta habitación más que mi hermana.-Me giré levemente hacía ella sin mirarla, mi rostro no se veía en su totalidad.
Quieres saberlo todo de mi verdad Mine…aferrarte a mi…pero te aterra el saber que esconde tu figura idealizada…y es esa misma figura la que rompe el sueño efímero que bajo conciencia propia te entrega…-retomé mis pasos hacía el piano, mi expresión que ahora solo yo veía era de sufrimiento. Para mi…que amaba el piano casi como a mi única persona importante en el mundo era una visión terrible. Mine no podía verlo, ella veía el piano pulcro, blanco, perfecto…yo lo veía en ruinas, desgastado, con la madera corroída y negra, como si lo hubiesen rescatado de un incendio, como si nadie lo hubiese cuidado en años.

Era el reflejo de mí mismo…de lo que quedaba de mi alma, en lo que me convertía cada vez que Lucia no estaba a mi lado. Nunca antes había visto mi piano en un estado tan deplorable.*Ciertamente…me estoy perdiendo sin ella pero…*-cerré los ojos, de nuevo volvía a mi mente… llamándola sin desearloA pesar de todo…mis palabras y mis acciones no corresponderán nunca tu sueño, mi deseo ahora es volverte parte de mi propio caos, en un acto egoísta e inmaduro de sentirme vivo…algo que realmente no mereces. ¿Acaso persigues el dolor como una prueba de que estás viva?

-Me giré por completo pisando algunas partituras que estaban sin terminar, mis ojos negros como la noche, mi rostro más blanco de lo habitual, sentí que perdía el conocimiento…pero allí estaba, de pie…ahora lo entendía, siempre ocurría lo mismo cuando entraba a la habitación.
No tenía control de mí mismo aunque lo deseara…solo cuando mis manos tocaban las teclas del piano y descargaban todas mis emociones en él podía volver a la realidad…si no, no era más que el niño de 10 años que obedecía a su padre, que se encerraba a tocar horas y horas en el piano en busca de la salvación para su hermana como también para la sanidad de la mente de su madre.
Mi mano se movió sin que lo deseara sosteniendo mi camisa sobre el lugar donde yacían mis marcas, mi mirada penetrante daba la sensación de un lago profundo, oscuro y asfixiante sensación que no tardo en propagarse por toda la sala, tan sofocante que causaba pavor. Allí estaba…era el que se presentaba solo a Lucia, el que amaba solo a la chica de piel morena…y aborrecía al mundo, el Lucien que liberó a su hermana…a costa de su propia libertad…y de paso la vida y cordura de su madre, el odio de su padre y la mitad de la sangre de la aldea.
Nadie lo conocía…Por qué era imposible que un hombre con una mentalidad tan bizarra y enferma conviviera con los humanos normales-

…¿Lo entiendes verdad canario?…-suspiré fuerte con un tono de voz autoritario y ronco-Tú príncipe no existe si siempre estoy yo aquí…lamentablemente para ti…yo-estire mis dedos sobre el cristal rojo que colgaba de mi cuello que poco a poco comenzaba a volverse purpura- soy él…si lo amas a él tendrás que aceptarme a mi…a esta parte infectada de tu hermoso y perfecto príncipe~ Pero ¿sabes? No es irónico que la parte que más odias de él sea la que más ames? después de todo sin mi Lucien no sería el ser perfecto en todo lo que hace~-sonreí desquiciado-da un paso y verás un mundo que no conoces, verás al chiquillo en un bucle del cual nunca ha salido solo…¿Sabes por qué hablo como si el no fuera la misma persona?-recogí una de las partituras y la miré con repulsión-tsk! eso es por qué él nunca me ha aceptado…somos lo mismo…esto no es algo tan vago como la esquizofrenia o una personalidad múltiple. ESTO ES NEGARSE A VER LA OTRA CARA DE TÚ PROPIA ALMA…enterrarte los dedos en tus ojos por voluntad propia y negarte a la verdad. Vivir en la ignorancia y ser un idiota por voluntad propia!-mi cuerpo se inclinó ligeramente hacía atrás, mi mano izquierda levanto mi flequillo totalmente hacía atrás mostrando mi ojo izquierdo, la pura y blanca habitación ahora era un lugar casi irrespirable-
Entonces señorita ¿va a querer presenciar el concierto de Lucien? Una vez en tus oídos…podría comerme tu existencia~…-mi lengua se deslizo sensual y a la vez peligrosa entre mis labios- ¿deseas ser ahogada en ello?¿Realmente lo vale, lo amas tanto así?...oh pero vamos! Aún está la segunda opción…lo recuerdas? volver a darle la espalda como ese día~

Spoiler:

Mi semblante que antes se veía petulante y alusivo a que en cualquier momento podría convertirme en un ser que devastaba todo a su paso se tradujo a la absoluta neutralidad bajando el mentón hasta quedar en la normalidad de ángulo.
Entonces…-por un momento mi mente se apagó y no escuche palabras que dije no supe de mis acciones-…dependes tanto de este niño que el amor se ha vuelto una excusa…¿no es así?-su mano que posaba sobre su frente ahora se deslizaba sobre la mejilla de Mine con suavidad, como si tocasen a una muñeca que podría romperse en pedazos- Me agradas niña…podría decir que me enamoraría de ti pero lamentablemente no tengo esa capacidad…además…ese es el trabajo de la parte de Lucien-sus labios se acercaron a los de Mine mientras que su lengua se introducía en su boca dejándole un suave sabor al té que antes habían tomado, un beso lleno de nostalgia y con sentimientos de soledad, una suave voz en ese momento fue depositada en la mente de Mine, era la voz de Lucien-
…eres una buena chica, siempre lo rodean mujeres así…te pareces mucho a su madre y eso es lo que me asquea…esa mujer era una estúpida…
En un trance los pasos del hombre que llamaban Lucien se dirigieron hacía el banquillo al frente del piano, desabotono los botones de su camisa dejando a si ver la mitad de su torso debido al ardor en ellos, ladeo de un lado a otro su cuello haciendo sonar sus articulaciones y huesos.

Desde hoy canario…estás en las fauces de la pantera…desde este momento no hay vuelta atrás…
-en el preciso momento en que las manos de Lucien se posaron sobre las teclas del piano la puerta de madera se cerró estrepitosamente con un gran sonido que daba aviso a que el cerrojo actuaba y cometía su tarea, no había forma de abrirlo.
La melodía comenzó y el blanco del piso, de las pared se comenzó a teñir con colores como si gotas de pintura cayeran en un blanco lienzo formando difusas memorias de la mente de Lucien, de su pasado, memorias que se borraban en cuanto el soltaba alguna tecla y la nota se desvanecía en sus oídos.
Al momento en que la melodía comenzaba a volverse violenta los dedos de Lucien se movían y le daban con fuerza al piano, con irá, como si odiara el instrumento generando en el lugar un ambiente tan hostil que era casi imposible mantenerse en pie. En el cielo del lugar se dibujaban las escenas de cuando él era niño, ahora posibles de ver y diferenciar, sus días en la aldea, golpes incesantes de parte de su padre, la sonrisa de su madre, los aldeanos maltratando a Lucia, una gran habitación blanca, palabras de felicitación, de reprimenda, las voces que millones de veces habitaban en su cabeza y la voz de Lucia cantando en la lejanía atrapada en una gran jaula mientras extendía su mano, …todo aquello transmitiéndoselo a Mine…el dolor, la desesperación, la frustración, visto desde los ojos de un niño de 10 años. La canción ya casi llegando a su climax presento el rostro de la madre de Lucien una hermosa mujer de cabellos negros purpuras muy parecida a él tomando con sus manos el rostro de su hijo, al parecer estaban en una catedral:
Las manos que se posaban sobre el rostro del niño ahora estaban sobre las de él, empuñando una daga. El suicidio de su madre delante de los ojos del pequeño, sus manos bañadas en sangre ante el acto veloz de su madre obligándole a perforarle el estómago… la respiración agitada de este corriendo hasta donde su hermana tratando de liberarla con las manos desnudas, jadeante…fue una escena que se propago por todas las paredes de la habitación, el hierro caliente dispuesto a colocarse sobre su pecho, la fuerza de los brazos de su padre apretando los de él dejándole marcas rojas….el grito de pavor de Lucia desde la jaula sin entender que sucedía, los gritos de fervor de la aldea contemplando la escena.

NO ME ARREPIENTO LO QUE HICE!!LO HARÍA MIL VECES SI ESO HACE QUE MI HERMANA TENGA LA LIBERTAD QUE USTEDES LACRAS NO SE MERECEN!!USTEDES SON LOS QUE MERECEN MORIR!!!!!USTEDES DEBERÍAN SER MARCADOS PECADORES!!TODOS NACIMOS MARCADOS SOBRE TODO TÚ PADRE!!-un golpe directo en la cara, era el padre de Lucien-
Cállate!!!-más golpes indiscriminados- no tienes derecho a juzgarnos, nosotros poseemos la verdad!!Somos los elegidos, esa niña es solo un recipiente, una sanguijuela que nació para llevarse todo!!NO TIENES DERECHO A QUITARNOS EL PRIVILEGIO DE SER PERDONADOS!! DESDE ESTE MOMENTO YA NO ERES MI HIJO!!
-el hierro en el pecho de lucien, el olor a carne quemada, aun así la voz joven del pianista se propagaba en la escena junto con un ruido desgarrador-
PUDRANSÉ!!!Y ASÍ DICEN QUE SE MERECEN EL PUESTO DE ANGEL!! ME DAN ASCO!!USTEDES NO ENTIENDEN!!!DIOS NO DESEA ESTO!!!-golpes casi imposibles de contar ligados con la irá en la voz de un hombre maduro sobre el cuerpo de Lucien, su propio padre, ahora el hierro en sus pequeños brazos.
AHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH!!!!!!!!!!!!!!!

Qué le están haciendo a mi hermano!!!BASTA QUE LE HACEN A MI HERMANO!!!LUCIEN!! LUCIEN!!!!!!!POR FAVOR DEJEN A MI HERMANO!!!

La habitación en la que se encontraban se volvió negra de pronto, las ventanas ya no existían. La melodía había acabado. Un vacío y silencio sepulcral que se vio interrumpido por la voz que al parecer era de Lucien.
Tú no eres Lucia…-el rostro de Lucien se devolvió hacia Mine, ausente y sin emociones, los tatuajes se hacían ver hasta parte de su ojo izquierdo, envolviendo su pecho hasta llegar a sus dedos, y sus ojos los dos completamente celestes.

-el contacto y las palabras de Mine confundían al pianista, no reconocía a la mujer que se encontraba delante de él pero...esas acciones sumidas en la valentía de acercarse le parecían...intensas...pero a la ves repulsivas, en su mente solo existía Lucia, su aroma, su piel morena, su voz...solo eso calmaba sus ansias de acabar con todo...hasta consigo mismo.
ladeo el rostro sin expresión alguna y hablo en su lengua natal-

"...Eres una presa, eres igual a ella sumiéndote frente a un hombre que pierde la razón...podrías terminar cómo ella...envuelta en una locura que acabará contigo..."
Si bien sus palabras no se entendía llenaban el cuerpo de Mine al momento en que esta deslizaba sus suaves labios por las marcas, llenas en fiebre.

Nadie más que Lucia puede entrar aquí...si fuese entonces el caso de que solo yo estoy en esta habitación...por qué ella no está aquí?por qué estoy solo?...-la ultima frase sonó a una pregunta de un niño perdido- y tú mujer...por qué te acercas si estás aterrada de mi?-levanto su mano derecha enredando sus fríos dedos entre los frondosos rizos de la chica con la mirada llena de sentimientos obtusos y de diversos matices. Lucien podía en cualquier momento cambiar de acciones al menos era consciente de ello...aun cuando su presencia del usual y normal profesor de piano residía de manera difusa en su propio cuerpo.

Podría matarte lo sabías?...-su tono de voz cambió de repente a uno agresivo y susurrante, ronco y furioso-...nadie más que Lucia tiene el derecho de verme aquí ni escuchar quien soy...un ángel no debe entablar relación más que consigo mismo y su misión...y tú eres una pequeña alma perdida que pide a gritos ser cobijada...-sus dedos se extendieron por el pequeño cráneo de Mine haciendo presión en él...el piano sin previo aviso lleno la habitación con una melodía- pero, por qué en tus ojos veo tanto miedo a la muerte si en el fondo de tu ser una parte de ti lo desea?-acerco sus labios a los de la joven respirando su aliento en busca del que a él le faltaba jadeante, Lucien emanaba un aura tan desgarradora que el mismo se aborrecía en ese estado. Bajo las cejas apesadumbrado cómo si el solo hecho de no tener a su hermana le hiciera sentirse muerto-por qué Lucia habría de dejar que otra persona abriera la puerta? en que estado estaba para tener que venir aquí...?acaso...Lucia me abandonó?-sus ojos no miraban a Mine aun cuando estuviesen posados en los de ella, sus dedos que anteriormente estaban tensos ahora liberaban el cabello de la muchacha paulatinamente, apartándola de si mismo, bajo el rostro en un estado deplorable y ausente sin mostrar sus ojos-...Vete de aquí mujer...tus sentimientos no son tan fuertes como para contenerme...-le dio la espalda y por cada paso que daba su aura se volvía más pesada...más incontenible, al darse la vuelta y ver a la chica su rostro era el mismo que el día en que se dio cuenta de que su madre había muerto por no poder soportar la carga de haberlo tenido a él y a Lucia. Por este pensamiento el hombre miró a la mujer con lastima y melancolía-...vas a tener el mismo destino que esa mujer si sigues aquí...esperando que me vuelva su salvación...esperando ilusamente que la cobije entre mis alas...eso no va a pasar...no soy un angel sin Lucia...-volvió a su camino y la oscuridad comenzó a adentrarse en sus tatuajes...al fondo de la habitación solo el blanco piano podía verse-...veté y cierra esa puerta...ellos vendrán pronto si no lo haces...y cuando eso suceda es probable que mueras...-se sentó en el banquillo y susurros desde los rincones de la habitación nacían, millones de ellos. Ahora las manos de Lucien seguían la canción- Eres libre de mi...-un sonido desde atrás de Mine lleno la habitación, la puerta había sido abierta. Una voz extraña que al parecer era la del pianista se poso en los oídos de Mine como si quisiera adentrarse en lo más oscuro de su mente-...Veté y no busques más a Lucien Luarent, desde que entraste aquí ese hombre está muerto...sin Lucia Lucien es solo un contenedor de lo que la humanidad no desea ver...de lo que tú aborreces...de lo cuál luchas día a día...