Primera noche juntos (Advertencia: +18)

Parecía que con el simple hecho de presentarse ante el hombre lobo desnudo, de esa manera, lo dejaba en un trance del cual no era tan fácil poder escapar. Soltó un leve suspiro moviendo la mirada hasta la mano la cual tomó enseguida para levantarse y quedarse frente a frente, afuera ya de la tina. Cuando sintió la toalla en su cuerpo comenzó a lanzar leves gruñidos, su cuerpo se estremecía y su corazón latía muy fuerte, le encantaba esa atención que recibía por parte del otro demostrándolo en el movimiento de su cola y en aquella sonrisa de satisfacción pero los gruñidos no fueron por mucho tiempo aceptando el beso y correspondiéndolo con una gran pasión. No movía su cuerpo, aún no quería tocarlo.

Agarró la toalla casi por inercia sabiendo que es lo que tenía que hacer y es que desde hace tiempo que conocía a Yuli, claro que aún no entendía muy bien las acciones del vampiro pero no le incomodaba. Tratando de ser lo más delicado que la posición le permitía empezó a secarle el cuerpo, entre abría por breves segundos los ojos para pasar a otra parte del cuerpo. Cuando Yuli estaba totalmente seco escuchó la petición la cual no tuvo que oír dos veces para acatarla, era lo que había esperado y al parecer, la espera si te daba recompensas. Aventó la toalla hacia la tina cargando a Yuli en la posición de “princesa”, dándole un corto pero apasionado besa para irse directo a la cama.

Llegaron a la cama en unos cuantos segundos dejándolo en la cama como si fuera la cosa más delicada poniéndose encima de él, entre sus piernas para que tuviera mayor comodidad. Jadeaba de deseo. Durante un tiempo no dijo nada, solo mirándole, las palabras sobraban por que en su mirada se expresaba todo lo que sentía, Ash era un libro abierto y más en aquellas condiciones, sus miembros estaban en contacto, Ash se movió un poco rozando el miembro de Yuli volviendo a besar su cuello, las mordidas ya no las medía dejando marcas muy rojas. Una mano comenzó a acariciar la cintura de Yuli, la otra, por lo mientras, iba hacia el pecho rozando una tetilla, se estaba dando un banquete con el cuerpo que tenía debajo de él, sintiéndose dominante.

Di un suspiro, fingiendo indignación por ser cargado de aquella manera haciendo acopio a mi orgullo, pero lo agradecía, muy dentro de mi interior, ya que no me veía caminando en mi estado actual por la habitación. También agradecí en silencio que el trayecto fuera corto porque comenzaba a tentarme con el cuello de mi lobo en aquella posición.

Fui dejado en la cama con suavidad y una sonrisa se dibujó en mis labios, Ash tenía la virtud de hacerme sentir como un príncipe caprichoso, como un objeto preciado, como el humano que hace cientos de años no era y del que en verdad nada recuerdo. Me sentía tan ajeno a mi condición de vampiro pero a la vez tan libre para ser, simplemente, yo mismo. Entonces abrí sutilmente las piernas al momento de extender mis brazos, recibiendo el cuerpo moreno sobre mí. Al contacto un escalofrío me recorrió la espalda y los segundos se hicieron más lentos, dejándonos apreciar el ritmo de nuestras respiraciones. Cuando Ash se movió rozando nuestras virilidades mis piernas hicieron el reflejo de querer cerrarse, los besos en mi cuello y las mordidas casi sin control no hicieron más que estremecerme al punto de entrecerrar los ojos, y lanzarle una mirada llena de deseo y un leve reproche. Tanto para él como para mí mismo, no debía tentarme a devolver tales caricias, pues, en aquellas condiciones, una gota de sangre bastaba para volverme similar a un súcubo.

Cuando sus manos comenzaron a acariciarme, mi cuerpo comenzó a temblar y mi entrepierna me hacía saber de su presión con un ligero calambre que me era por completo inusual. ¿Hace cuánto tiempo era que habíamos intimado de aquella manera? Suspiré y acaricié su rostro, dejándole ver por un momento ese lado cálido de mi. Estaba agradecido, estaba feliz y desde hacía años que mi única felicidad radicaba solamente en aquel lobo y mi aún ausente espectro, Smile.

“- Devórame Ash…-“ Susurré en su oído mientras mis manos bajaban por sus hombros y brazos, dejando marcas con mis finas uñas, tentándolo peligrosamente.

Sabía que Ash iba a caer ante la tentación y es que yo mismo lo estaba haciendo sin ganas de retractarme de mi decisión, el estímulo entre nosotros era un juego de tira y afloja que mezclábamos con el deseo y la ternura que naturalmente se producía entre nosotros.

Le permití volver a exponerme, pero a medida que sentía como iba descendiendo por mi cuerpo, este comenzaba a tensarse, no estaba acostumbrado a aquellas sacudidas incontrolables que daba y eso me apenaba a tal punto que debía desviar la mirada.

Para cuando puse mis piernas sobre sus hombros mi respiración ya había comenzado a agitarse y mis mejillas sonrojadas me daban la apariencia de una muñeca de porcelana perfectamente maquillada. La lengua de Ash comenzó a lamer mi entrepierna y sentí la nostalgia de aquellas intensas sensaciones. El lobo tenía razón, de alguna manera, mi cuerpo extrañaba aquello.

"-¡Mmm!-" Exclamé con algo de pudor cuando Ash comenzó a succionarme. Me moví inquietamente sobre la cama, moviendo las piernas sobre la espalda de Ash, contrayendo los dedos de mis pies y apretando las sábanas debajo de mi cuerpo, pero estaba seguro, aquello recién comenzaba. Podía decirlo por la mirada fiera de mi hermosa bestia, similar a la que me había lanzado la primera vez que nos vimos.

"- ¡Ah, Ash!-" Resoplé fuerte ante los cortes, siendo algo que sinceramente no esperaba que hiciera, pero tal y como creía, mi cuerpo reaccionó de inmediato, como el vampiro que era. Mi mirada se intensificó y mi expresión era una mezcla no definida entre el enojo y la pasión. Mis comillos se afilaron y mi lengua saboreó mis propios labios mientras veía como las heridas cerraban de forma inmediata. Tal y como dos animales, dejé ami instinto actuar y mi cuerpo se sentó sobre la cama, sin apartar a Ash de lo que hacía, pues lo hacía muy bien.

"-Debería arrancarte esos dedos, cachorro insolente.-" Sentencié con un aire seductor y peligroso, y es que cuanto decía no era más que un incentivo para que Ash intentara sodomizarme un poco más

Se sintio muy satisfecho cuando vio las reacciones de Yuli, era lo que esperaba, que saliera aquel lado de Yuli, uno el que le encantaba sobre todo por que era lo que él provocaba, nadie más. Cuando escucho aquella amenza dejó de darle atención a aquel miembro, relamiendose los labios mirandolo aun más desafiante, una mano comenzó a subir lentamente hasta la boca del vampiro donde metió dos dedos, era una manera de incitarle, provocarle. Los dedos se movieron dentro de la boca rozando aquellos colmillos tan filosos como navajas, a propósito se pincho- Vamos arráncame los dedos- dijo con un aire desafiante volviendo a meterse el miembro de yuli en la boca pero ya no solo la punta, de un solo movimiento se metio aquel miembro palpitante y vivo. Se sintió ahogarse en un principio pero enseguida se acostumbro, lo sacó lentamente volviendo a meterlo con rapidez, repitio estos movimientos una vez mas.

La mano, que estaba posada en el pecho de yuli bajo, muy abajo, ahora todo el miembro ajeno era atendido, no había ningun rincon que no hubiera sido atendido. Se detuvo en la entrada del vampiro, acariciandolo tratando de meter un dedo pero sentía que todavía no estaba preparado, todavia se sentía muy tenso, solo lo hacía para darle a entender qué es lo que sucedería despues.

No le importaría perder en esta occasion un poco más de sangre. Se sentía tan lleno de vida y energía, la habitación pronto quedaría hecha una ruina, eso ya era seguro pues no podia contenerse más. Los dedos de la boca se enterraron un poco más. Sentía dolor, si, pero aquel dolor no hacía mas que intensificar más el placer.

Lo miré consternado. ¿Por qué se había detenido?, mas no alcancé a hacer sonoro mi reclamo cuando de pronto mi boca fue invadida por sus gruesos dedos. Tocaron mi lengua y mis colmillos tentándome, yo solo abrí más la boca, intentando darle espacio, aún conteniéndome, pero fue un intento inútil, Ash se hirió a si mismo con absurda facilidad. El ligero sabor a sangre fue inmediatamente percibido por mis más agudos sentidos y aquello, combinado con la repentina vuelta de Ash a mi intimidad, me hizo tensar el cuerpo.  Tomé el brazo de ash, peleando con mis instintos para apartarle la mano no cortarle los dedos. No era algo que normalmente haría, como mucho penetraría su piel con mis colmillos y disfrutaría del contenido, pero ahora mismo me sentía incapaz de ser sutil y refinado, con el filo de mi boca similar a una navaja, era capaz de arrancar sus falanges con solo un movimiento.

Gemí fuerte ante los movimientos firmes de Ash y para calmar mis ansias simplemente accedí a romper la piel de sus dedos, dándole la libertad a mi lengua para acariciar las heridas y de ellas lamer cada gota de sangre que brotaba. Solo me detuve al sentir su otra mano intentando invadir mi trasero. Aquello me inquietó y me llenó de un pudor que hacia años no sentía.

"- Ah, ¡Espera Ash! aún no… -" Delaté mis nervios  y es que pude notar cuan estrecho era mi juvenil cuerpo, pude recordar cuánta diferencia había entre un dedo de Ash y su virilidad y pude recordar las sensaciones de las veces en las que anteriormente nos habíamos conectado de aquella manera. Mi cuerpo seguía siendo como el de un muchacho virgen, no importaba cuanto hubiese intimado antes con Ash, cada noche cada célula de mi cuerpo volvía al estado en el que me encontraba al momento de convertirme en lo que soy. Cosas como perder partes de mi cuerpo, cortar mi cabello, o como acostumbrarme al tamaño de Ash, parecían inútiles, todo volvía a estar como antes a la noche siguiente.

“-Ngh…-” Mi petición fue silenciada por sus dedos, di un suspiro, tal vez era inútil intentar razonar con Ash en ese estado, mas aún, tal vez ni siquiera quería que me escuchara. Conocía el lado salvaje de Ash y me gustaba que conmigo pudiera dejarlo salir sin tener que preocuparse por matarme. A final de cuentas, no importaba qué hiciera, yo siempre volvería a besarlo la noche siguiente.

Dejó de darle aquellas atenciones, creia que ya era suficiente como un pequeño recordatorio del pasado y de las cosas que ambos podian sentir en un momento de intimidad. Además el miembro de Ash ya le estaba pidiendo a gritos adentrarse en Yuli-Basta del calentamiento, quiero ya estar ya dentro de ti- dijo de manera casi desesperada, la mano dentro de la boca de yuli ya no la sentía, solo tenía pequeñas sensaciones, como su estuviera entumecida. Tardaria unos dias en sanar completamente pero no le importaba.

Volvio a incorporarse nuevamente llevado su rostro hasta la altura del vampiro- Dejaré mi mano en tu boca, por si quieres morderlo para apaciguar el dolor- Con la otra mano guió su miembro a la entrada de Yuli empujando pero no sería tan fácil introducirse. El primer intento no logro penetrarlo, chasqueo la lengua haciendo un segundo intento con un poco más de presión donde por fin pudo volverse uno con él. Por la estrechez de Yuli sintió mucha presion alrededorde su miembro temblando, dando un gemido. Se detuvo para que ambos pudieran volver a acostumbrarse a las sensaciones. Su respiración no dejaba de ser agitada.

-Volveré a moverme- Susurró empujando más fuerte, esta vez sin detenerse, lentamente, para disfrutar del camino que estaba recorriendo,hasta estar totalmente dentro dio un gran gemido. Le encantaba lo que el cuerpo de yuli le hacía. Comenzo a hacer un vaivén.

Sus palabras me asustaron en un comienzo al punto que mi cuerpo percibió un claro escalofrío en la espalda.

“-No-“ Me apresuré a responder ante su ofrecimiento y es que estaba seguro que si mantenía sus dedos en mi boca, al momento de que él me tomara, sería incapaz de controlar la presión que mis dientes ejercerían. Aparté por ello su mano y con mis brazos rodeé su cuello mientras observaba lo que estaba haciendo. Mis ojos delataban mi pánico ante la idea de ser tomado sin la menor preparación, no era la primera vez, pero por lo mismo mi cuerpo conocía de esas sensaciones.

“-Ah, no… Espera, no va a…-“ Mi voz fue entrecortada en su segundo intento, el efectivo al penetrarme. Sentí como a la fuerza se abría paso en mi interior, desgarrando mi cuerpo y robándome un gemido que era apenas una muestra del dolor que sentía. El poder regenerarme no tenía relación con mi sensibilidad al dolor. Mi cuerpo era perfectamente capaz de sentir un corte, un golpe, incluso aquello con claridad. “-A-ah…-“ Mis ojos se humedecieron levemente pero mi expresión daba a entender la intensidad de lo que mi cuerpo estaba recibiendo al igual que mi respiració agitada y la forma en la que mi abrazo había pasado a ser alguna especie de agarre desesperado a su cuerpo.

"- Espera… Ash… No te muev-.. Ngh-¡Ah…!-" Nuevamente mis palabras no alcanzaron a formularse cuando Ash ya estaba haciendo lo que era de su antojo conmigo. Mi cuerpo temblaba notoriamente bajo su cuerpo y podía sentir con claridad mi propia estrechez. Mis cejas se arqueaban en una expresión de enfado y a la vez una de debilidad, casi como una súplica confusa mientras mis dientes se apretaban y mis dedos se enterraban en las sábanas de la cama. Aún no lograba acostumbrarme al tamaño de Ash.

Ash era un ser salvaje, muchas veces daba prioridad a su instinto que a la razón y ésta no era la excepción. Había estado mucho tiempo en abstinencia, debido a su claro odio hacia los humanos y el no poder relacionarse bien con las personas estando tanto tiempo solo implicaba no saciar aquella necesidad tan esencial y primitiva. Se sentía liberado al estar dentro de Yuli, en parte era amor y en parte era posesión. Escuchaba las súplicas de Yuli pero ya era inútil, no iba a detenerse, y no le iba a obedecer, esta vez él era quien tomaba el total control de la situación, estaba en un estado de éxtasis y quería guardar todo en su memoria por lo que no podía apartar la mirada en el rostro y cuerpo de Yuli.

Verlo sufrir y sentir el temblor no hacía otra cosa más que provocarlo, en aquel vaivén lento había ocasiones en las que entraba en Yuli muy fuerte para notar más aquella estrechez y los temblores, se inclino para que lo sintiera intensamente, sus ojos entrecerrados estaban encantados por la escena que tenían enfrente- T-tan estrecho- Dijo para después dar un gran suspiro de satisfacción acercando su boca al oído del vampiro- Como me encanta- Susurro de manera erótica para después darle una mordida que le rasgo la piel de la oreja.

Quería ver hasta donde podía llegar el vampiro, que tanta estimulación necesitaba para llegar a su límite. Sabía que por el momento el único que verdaderamente estaba disfrutando la situación era él y quería cambiar la situación por lo que la mano que momentos antes estaba en la boca del vampiro bajó hasta su miembro primero rozándolo con la palma de la mano para después tomarlo con firmeza empezando a masturbarlo. Su mano subía y bajaba conforme las embestidas por lo que en estos momentos era lento, era como si lo quisiera torturar. Pequeñas gotas de sudor empezaban a aparecer en la frente de Ash.

Mi rostro delató la vergüenza de oír la voz de Ash pronunciando aquellas palabras. Lo sabía, podía sentir perfectamente que mi cuerpo estaba estrecho, pero escucharlo de sus labios me hundía en un contradictorio estado de timidez, no era necesario mencionarlo, al menos a mi juicio. Podría haberme enfadado por ello, pero era imposible para mí mantener la mente fija en una idea en esos momentos, su mordida y la satisfacción que sentía de su parte me hicieron olvidar mi orgullo, dando un suspiro para relajar mi cuerpo y formular una sonrisa seductora con mis labios, aquella que me otorgaba meramente mi naturaleza.

Cuando el lobo volvió a prestar atención a mi intimidad, mi cuerpo se contrajo otra vez contra mi voluntad. No estaba seguro de poder tolerar ambas sensaciones sin perder un poco la cabeza. La mezcla perfecta entre el placer y el dolor se apoderaban de mi. Cada rasgo de mi cuerpo se hizo más notoriamente sobre natural a medida que Ash me penetraba con aquel ritmo tortuoso y viciante. Separé mis labios, mis gemidos comenzaban a hacerse melódicos y acompasados con sus embestidas. Cada vez que él iba más profundo y tocaba un punto sensible en mi interior mis manos se aferraban a sus brazos, enterrando mis uñas sobre su piel. Era curioso que pese a que no me fuera una necesidad el respirar, mi cuerpo lo hacía casi como una costumbre innata, jadeando como lo haría cualquier criatura viva en mi lugar.

“A…Ash…” Gemí su nombre luego de unos minutos, ya había logrado acostumbrarme a su invasión y ahora mismo, me sentía subiendo gradualmente hacia el climax, pero deseaba que él lograra sentirse satisfecho también. Es por eso que con una de mis manos detuve la que estimulaba mi miembro y con la otra alcancé uno de sus pezones, acariciándolos con movimientos circulares y bastante dedicados. Luego llevé mi otra mano hasta la altura de su cabeza y abrazandome de nuevo a su cuerpo lo atraje más a mi, para poder tener al alcance la zona de detrás de sus peludas orejas, zona que  acaricié con la yema de mis dedos y luego rasqué con la uña, bajando con ella por su cuello, presionando la arteria prominente de la zona para luego lamer el sudor que su piel comenzaba a mostrar.

Sentir como su ser lo envolvía era una delicia pero lo era más el ver como aquella persona, tan orgulloso y arrogante bajaba la guardia a tal punto de decir su nombre con aquel tono que era simplemente delicioso, como una caricia de terciopelo. Quería llegar a los más profundo de vampiro pero tuvo que detenerse estrepitosamente debido a los movimientos del contrario acariciándolo en el punto más sensible, aparte de su entrepierna claro, provocando que lanzara un gran gemido.

Sabía que si hubiera seguido con el vaivén no duraría ni 15 segundos, quería aguantar un poco más por lo que esperó, correspondiendo el abrazo, temblando de placer mientras esperaba que pudiera controlar la emoción- Sabes…Que mis orejas son muy sensibles- Murmuró mientras tragaba saliva, su respiración era tan agitada como el de Yuli o más.

Llevó una mano a la cabeza del vampiro acariciándola por unos segundos- Sígueme acariciando, lo disfruto mucho…Voy a seguir pero ya no aguantaré por más tiempo- Aflojó un poco el abrazo para comenzar a mover las caderas. En esta ocasión no tardó mucho en volver a su ritmo rápido y fuerte. Volviendo a abrazarlo con fuerza, como si tuviera miedo de que se fuera-Y-Yuli…-Murmuró con voz ronca- Extrañe esto- Confesó sintiendo cómo estaba a casi nada de llegar al clímax y al momento de sentirlo dio un aullido parecido totalmente al de una bestia salvaje, expulsando su simiente dentro del vampiro.

Sonreí completamente complacido con su sincera confesión. El ser anhelado por alguien no era un lujo que muchos de los de mi especie pudieran tener. El ser extrañados parecía casi irrisorio y es que por  lo general, somos nosotros, los que en nuestra nostálgica soledad, terminamos extrañando y añorando los días guardados en nuestras memorias y a las personas que en ellas habitaban.

"-Shhh…-" Indiqué que guardara silencio, y reafirmé mi orden al unir mis labios con los gruesos suyos. Ese tipo de gestos siempre me hacía sentir muy frágil en su comparación, su piel morena y firme, incluso en su boca, me parecía devorar con facilidad, pero eso también me permitía realizar la caricia de forma más descuidada, apasionada y bruta, de lo que normalmente haría. Él no tenía miedo ni cuidado de mis colmillos, y yo, igualmente, no pensaba en tan pequeño detalle, solo me interesaba jugar con el húmedo y caliente músculo de su boca, su lengua, suave y tentadora.

No me sorprendió su reacción, bien conozco los puntos débiles de mi pequeño cachorro. Lo que me tomó por sorpresa fue su declaración. Digamos, de manera coloquial, que Ash solía tener una mayor resistencia cuando de actividad sexual se trataba, era parte de su naturaleza después de todo. ¿Sería que realmente no había satisfecho sus deseos desde la última vez que lo habíamos hecho? En lo personal no siento la presión de lo que aquello significa, pues no es una necesidad para mí, mas si lo comparo con el deseo de beber cada noche, podría entender a la perfección el estado de mi compañero en estos momentos.

"-Ah… Mmh…-" Mis gemidos fueron mucho más íntimos, dejándolos escapar justo en una de sus orejas a sabiendas de que incluso sentiría el calor de mi boca al exhalar el aire. Acompañé ese estímulo auditivo con las caricias en sus orejas, ocupando sin repudios incluso hasta mi lengua y entonces, cuando sentí la vibración que su cuerpo producía, indicándome que él ya estaba cerca, terminé perforando una de sus orejas con mis colmillos en el preciso momento en el que llegaba al orgasmo.

Por mi parte, me sentía satisfecho. Y es que aquello era lo que podía entregarle a Ash así como él me daba su sangre sin miedo a poner su vida en mis manos. Y aunque lo disfrutara y me sintiera complacido e inundado de sensaciones bastante inusuales, éste cuerpo muerto no era capaz del todo de ser uno vivo.  En mi no había rastro de vida, no puedo procrear, no hay ningún fluído en mi cuerpo semejante al que ahora invadía mis interiores. Solo una vaga sensación de satisfacción, como un tercio de lo que sentía al beber luego de un prolongado tiempo de ayuno.

Terminar dentro de él siempre era una delicia, se sentía muy tranquilo, cosa que no le había pasado desde que fue hacia la búsqueda del vampiro. Se sentía muy cansado pero satisfecho, solo necesitaba recobrar un poco de fuerzas para estar bien. No se salió de él enseguida, estuvo aun dentro durante unos cuantos minutos hasta que su miembro volvio al tamaño normal, se movió un poco para sacarlo, sudaba mucho y su respiración mostraba signos de volver a su ritmo normal.

Miró hacia el rostro de Yuli con una gran sonrisa, se mostraba muy feliz, cosa que rara vez logra inclinándose para darle un beso, esta vez, sin tanta desesperación pero si con pasión- Hace tanto tiempo que quería volver a hacerlo- le confesó acostándose a un lado mirando hacia el techo pero no duró mucho tiempo en esa posición ya que se sentía intranquilo el no poder mirar al vampiro por lo que se acomodó de lado. Se le quedó mirando sin decir nada, solo quería admirarlo y esa era su oportunidad pues estaba satisfecho. Miró aquel cuerpo que estuvo en su total disposición hace apenas poco tiempo y prueba de ello lo tenía dentro de él. Al recordarlo dio una pequeña risa.

-Creo que tenemos que volver a bañarnos- Comentó con la mirada divertida- Yo sudé mucho y tu…-Volvió a acercarse- Bueno yo te ensucié, a menos que te guste tener aquello dentro por un rato más- Con total descaro acerco una mano en la entrepierna de Yuli, metiendo un dedo en su entrada el cual se deslizó con mucha facilidad, lo metió y lo sacó un par de veces. Cuando sacó el dedo lo llevó a los labios de Yuli haciendo una presión dándole a entender que abriera la boca para que pudiera probarlo.

-Esta vez necesitamos bañarnos por separado, si volvemos a entrar juntos puede que recupere un poco de energía y vuelve a hacértelo- Movió sus orejitas y un dolor agudo se apoderó de el haciendo una mueca de dolor. Al ya no tener la adrenalina en su cuerpo el dolor volvía a sentirlo y el tener perforada su oreja le implicaba dolor e incomodidad pero al final lo valió por lo que no emitió sonido de queja.

Las palabras de Ash solo reafirmaron mi pensamiento de que posiblemente él no había podido satisfacer ese lado suyo sino hasta éste preciso momento. No comenté nada, poco a poco mi orgullo habitual volvía a apoderarse de mi. La sensación de calor abandonándome, de Ash saliendo de mi y recostándose un tanto aparte me hizo fruncir el ceño, mas no fue necesario hacer nada para que corrigiera su postura y eso me relajó de nuevo. Realmente parecía estar feliz y satisfecho.

Estuve a punto de decir “No tengo ganas de bañarme otra vez”, pero él se adelantó en su suposición de “a menos que te guste tener aquello dentro por un rato más”. Mi rostro se sonrojó violentamente y esta vez mi mueca de enfado fue notoria.

“-¡¿A quién rayos le gustaría tener…?!-“ Mis palabras fueron cortadas por las acciones del lobo. Sus dedos invadiendo mi trasero luego de haber tenido algo más grueso ahí se sentía muy extraño, Ash podía jugar con facilidad ahí y yo solo pude cerrar los ojos, conteniendo una queja audible y es que como he dicho, las relaciones sexuales no son una necesidad para mí, mi cuerpo no está vivo y hay fluidos que mi cuerpo simplemente ya no produce, sin embargo no quiere decir que no sienta nada en cuestión. Las fibras nerviosas de mi cuerpo estaban intactas por lo tanto estímulos como ese los sentía con la misma claridad que un humano podría sentir.
Cuando Ash hubo retirado la mano y la posó sobre mis labios no pude hacer otra cosa más que actuar por reflejo y apartarla de mi. ¡Aquello era demasiado!

“-¿Qué crees que estás haciendo?-“ Dije mientras me sentaba sobre la cama y lo miraba altivo. “- Si quieres darme algo a probar, que sea tu sangre. No soy un sucu… incubbus, soy un vampiro.-“ Tomé su oreja y la jalé sin ninguna consideración. Luego simplemente me puse de pie y rápidamente escapé al baño, antes de que sus fluidos bajaran por entre mis piernas. Una vez en el baño solo abrí la ducha y me limpie rápidamente, de alguna forma, no quería perder el aroma que Ash había dejado en mi cuerpo.

Le dio gracia la forma de actuar del vampire, volviendo a tener aquel orgullo, solo lo miraba curioso y divertido pero su expresión cambió en el momento en que le jaló la oreja lastimada. Era doloroso cuando le jalaban las orejas sin estar heridas, ahora estando lastimada el dolor fue el doble o triple de fuerte pero no dijo nada solo se dejó pues así era como todo volvía a la normalidad y se lo merecía.

Observe a yuli retirarse, se rió un poco pero aun con expresion de dolor limpiando el dedo en una almohada para después sobarse la oreja lastimada siendo una mala idea pues consiguió que le doliera más, ahora espero a que saliera del baño sin apartar la mirada de la puerta del baño. Paso un minuto y dio un bostezo, no tardo en pasar el otro minuto volviendo a bostezar. Había gastado mucha energía en aquel encuentro y se sentía muy cansado por no decir que no tenía un buen horario de sueño y pasaba días en desvelo.

Los ojos lo sentían cada vez mas pesados, trataba de luchar contra el cansancio por que debía de esperar a Yuli y también bañarse. Se acurruco en la cama sin apartar la mirada del la puerta. Pensó que si descansaba unos minutos, mientras salía Yuli del baño recuperaría un poco de energía así que cerró los ojos confiado en su sentido auditivo para cuando se abriera la puerta pero en poco tiempo cayó en un profundo sueño.