Recién llegada (libre)

Ante las afirmaciones de Yuki solo asentía, bueno aunque no he ido a Japón conozco ciertos lugares... pero no le puedo decir qué sitios he visitado por lo que sólo movía mi cabeza - Oh qué pequeña te trasladaste, pero lo bueno de eso es que pudiste conocer nuevas cosas - dije.

-Pero también lo bueno de llegar a este lugar es que nos encontramos y nos hicimos amigas- dije sonriéndole con ternura.
-También... podemos ser compañeras de habitación si te parece - le dije ruborizándome. - Es que no tengo compañera y sé que es muy impertinente de mi parte pedírtelo así tan rápido, pero siento que nos podemos llevar bien compartiendo un cuarto- le dije sonriendo.

Tomó otro poco de su granizado. -Sí, generalmente conocía cosas nuevas cuando salía con mis primas, y más cuando iban con los raros de sus amigos- Yuki era alguien muy unida a su familia.
Sonrió ante el comentario de Shizuka. Tenían muy poco tiempo de conocerse, pero sí podían considerarse amigas, incluso fue invitada a compartir habitación. -¡Eso sería bueno! Creo que es mejor que tener dormitorio solo- A diferencia de muchos jóvenes, ella no le solía molestar compartir habitaciones. -Si me toca sola podré pedir el cambio a la escuela...Espero y no se tomen mucho tiempo- Dio otro sorbo y le dedicó una sonrisa a Shizuka.

- Entonces está decidido, solo hay que hacer los trámites necesarios para poder ser compañeras de cuarto- dije emocionada - Así podremos conocernos mejor -dije sonriéndole de manera cálida y con las mejillas ruborizadas, fue cuando recordé algo y mis mejillas se ruborizaron aún más - Pero... no le molesta que me pase a su cama si tengo miedo ¿verdad?- dije como una niña pequeña.

-¡Ah!, olvide lo que te dije jejeje- agregué nerviosa. La verdad habían ocasiones en las que me daba miedo dormir sola pero tampoco quería molestar a Yuki con esa tontería. - Si tengo miedo no haré nada... que tonta al preguntarle eso, pensará que soy una chica rara -dije nerviosa y moviendo mis brazos por todos los lados con espirales en mis ojos.

Asintió la cabeza ante la emoción de Shizuka que ahora tenía una nueva amiga y compañera de cuarto. En eso la chica la hizo una pregunta un tanto "incómoda"; si Shizuka tenía miedo en la noche, podía pasarse a dormir junto a Yuki. Ella un poco ruborizada le contestó. -¡No...no te preocupes! Si te hace sentir mejor dormir acompañada cuando sientas miedo puedes pasarte conmigo...no hay problema- Rió un poco avergonzada. Si bien también le apenaba esto, Yuki empezó a desarrollar una actitud más "maternal" cuando cuidaba a su prima de 3 años, haciendo que ella sintiera una necesidad de cuidar de gente que le importa.
-Jeje no creo que seas rara...Se ve que eres una chica interesante, no como yo que soy alguien...común...- Jugueteaba un poco con el popote de su vaso. Ella nunca se consideró alguien "del otro mundo"; siempre se consideró una simple chica con una gran habilidad para aprender lenguas extranjeras y para tocar algunos instrumentos. Aunque sabía que en su escuela era considerada de las más bonitas del salón, aunque siempre lo negaba y le avergonzaba.

-¡¿En serio?! ¿No te molesta?- le dije emocionada y con brillos en los ojos - Eres muy buena -le dije conmovida con su amabilidad - Eres casi como un ser celestial, como kami-sama -dije muy contenta, tomándola de las manos la miré a los ojos mientras le sonreía. Estaba feliz de haber conocido a una chica como ella.

Pero me quedé curiosa con la palabra común, me quedé pensando en esa palabra para después cerrar mis ojos. No sabía cómo podía decir o explicar eso: - Hmmmm....yo prefiero ser normal a ser lo que soy yo - dije de forma un poco triste pero con una sonrisa en mis labios. Me volteé a ver las nubes en el cielo, no quería que notara que ese asunto me apenaba un poco.

Nego con una sonrisa que no le molestaría. Ya lo había dicho: "si eso la hacia sentir mejor" y Yuki es de las personas que se preocupa por el bien de las personas.
"Eres casi como un ser celestial como kami-sama ", esa frase sonrojó demasiado a la joven de tez como la nieve. -¡Va...vaa! ¡No es para tanto! Lo que sea por una amiga- Rió dulcemente.
Miró confusa a Shizuka por el comentario, desconocía su historia su pasado -y su auténtico ser- para saber de qué hablaba realmente. -Bueno, cada quien es libre de ser como quiere. En mi caso pues he tenido una vida tranquila a lado de mi familia, pero aunque no lo parezca he soñado con tocar en grandes escenarios alrededor del mundo- Agitó su cabeza y luego se dio un pequeño coscorrón riendo. -Jeje ¡Perdón! Yo y mis sueños imposibles- Sacó la lengua bromistamente

-¡Para nada! Esos sueños son hermosos, lo bello del ser humano es que pueda soñar una enorme cantidad de cosas sin tener censura o limites de lo que piensa ya que esos es suyo y unico en cambio cuando estas bajo ordenes de superiores tus pensamientos o sueños son controlados y restringuido -dije sonriendo ocultando mi vista en mi flequillo, apretando un poco el baso - Pero los humanos son grandioso, crean cosas tan maravillosa y su creatividad me soprende mucho-dije emocionada y con brillos en los ojos 

-Por eso nunca dejes de soñar Yuki ya veras que esos sueños se haran realidad, ya que en el cielo tenemos el dicho " El humano que tiene buen corazon y es bueno siempre sus sueños seran concedidos por un angel de la guarda- dije sonriendo ruborizada y tomando le las manos a ella.

Lo que había dicho Shizuka fue tan cierto como hermoso. El ser humano siempre ha sido capaz de soñar tan alto y llegar a límites inimaginables. En especial Yuki sentía que su reto más grande es dejar esa actitud introvertida que hace que gente se aproveche de ella o juegue con sus sentimientos. El caso más reciente y doloroso para la azabache fue su última pareja.

-Jeje...¡muchas gracias, Shizuka!- Comentó apenada y con ese tono carmín en sus mejillas, que se intensificó cuando la rubia tomó sus manos. Que al parecer hablaba de una forma singular: ¿Viniendo del cielo?. Confundida la preguntó por eso. -¿En el cielo?...- ¿Acaso estaba hablando con un ser divino?

Agitó su cabeza tratando de sacar ese pensamiento, tal vez y sólo era una forma de ella de expresarse. -Jeje...¡No importa!- Le sonrió. -Creo que ya será hora de irnos ¿No crees?

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