San valentin en disputa (Antoinette)

-" ¿Kimono'" - Por supuesto, los conocía, pero mi pregunta era porque era divertido, de alguna manera, que lo primero que le haya venido a la mente a la chica fuera una ropa tan tradicional. -"Quizás un día me atreva a probar."- Dije tambien suspirando, me había reído y había disfrutado la risa de ella también, pero cuando realizó la advertencia y petición de guardar aquello en secreto, mi mirada volvió a ser un poco más aguda, y mi sonrisa más propia de los seres como yo.

-"Antoinette, ¿Qué te hace pensar que compartiría tal detalle con alguien más? Soy egoísta con mis pequeños tesoros, ¿sabes?."- Dicho eso cerré los ojos un momento antes de ponerme de pie lentamente.

-"¿Cree que es prudente que me retire? Aunque quiero quitarte tiempo, no me parece justo privarte de tus horas de sueño. Estoy seguro que oportunidades para compartir, no nos faltarán."- Le ofrecí la mano para que ella también se pusiera de pie, el día de San Valentin ya había acabado y aunque no había sido precisamente una velada romántica para mí, me encontraba de alguna manera satisfecho, y por sobre todo, más calmado.

Intentaría no pensar en Ash, no rastrear su presencia en la ciudad, intentaría esperar pacientemente y confiar en que las cosas podrían solucionarse, pero algo en mí seguía inquieto. Su impulsividad me asustaba, y mi orgullo escondía mi inseguridad. Si Ash no llegaba esta noche, o si sobre su piel sentía el aroma de alguien más... ¿Qué se supone que haría?

-"Si las cosas salen mal, quizás venga a abusar de tu amabilidad nuevamente."- Advertí queriendo llevar su mano a mi rostro, la misma mano que antes me había acariciado la cabeza, esta vez quería sentir ese calor particularmente humano contra mi piel.

-puede que la próxima vez que nos veamos, te muestre que es un Kimono y veremos como te queda

Seguro que seria de su agrado, mas aquellos hechos de seda con delicados detalles, incluso le sentaría bastante bien. No esperaba otra respuesta a mi pedido, aunque quien sabe si era de comentar cosas así o seguro se aprovecharía de ella para molestar de manera inocente... no le aconsejaría eso ultimo

-tesoro? pues espero que sea así y te agradezco

No iba a decir que "exageraba" otra vez, por mero respeto y para que no se incomodara o pensara lo contraria, mejor era contentarlo por esta ocasión y guardarme esas opiniones. Estaba por ponerme de pie cuando vi que ofreció su mano para ayudarme, un gesto que acepte; al tomar su mano pude percatarme que era fría, no un frió de una persona normal con mala circulación, era... distinto, puede que un poco incomodo, pero algo que tampoco era para exagerar.

-yo comente que no había problema, pero creo que es adecuado el momento para retirarse, necesitas acomodar tus ideas a solas. Y no, no faltaran....

Al final, había sido una noche bastante agradable, no creía en este día, al contrario, me parecía bastante desagradable, pero con una buena compañía como la de esta ocasión... cambio mi estado de animo cotidiano. Aun sostenía mi mano diciendo unas ultimas palabras, solo asentí.

-mientras pidas permiso, seras aceptado en esta casa

se veía claro  su intención, en situaciones así, quitaría mi mano sin pensarlo, pero.... no se, el tenia cierta pequeña influencia en cambiar mis acciones esta noche, ya hizo algo complicado de hacer, porque no? Mi mano toco su mejilla con cuidado e inmediatamente me saque la duda, su rostro tenia la mis temperatura que su mano, era raro de ver, pero ahí estaba, si había diferencia entre el tacto y la vista en general.

-Ven, te acompañare a la puerta, no me gustaría que olvides tus zapatos

Algunos tienen a olvidar ese pequeño detalle luego de estar mucho rato en una casa con esa costumbre, aleje mi mano con delicadeza para poder dar algunos pasos en dirección a la puerta de entrada. Al estar pegada a la sala no toma mucho recorrido, incluso llegando me quede esperando a que se pusiera sus zapatos a su tiempo.

-Espero que el té haya sido de tu agrado, veré de hacerte probar otras hierbas la próxima

En cuanto estuvo listo me dispuse a abrir la puerta, si que era tarde, aunque no haya cenado el té me había sido mas que suficiente

-buenas noches

Me agradó que aceptara mi mano, y me sentí complacido cuando no se negó a la caricia que en silencio pedí sobre mi mejilla. Ese tacto, el calor que sentía desde su piel me causaba sensaciones contradictorias, como si admirara algo prohibido.

-"De acuerdo. Hasta la próxima vez entonces. Por supuesto, espero que alguna vez puedas ir a mi casa también."- Sonreí separandome de ella lentamente, comenzando a caminar a la puerta. Ella me escoltó y luego de ponerme el calzado volví a su lado y deposité sobre su mejilla un suave y sutil beso.

Quizás me ganaría un golpe con ello, pero a mi me parecía un buen precio a pagar.

-"Buenas noches Antoinette. Muchas gracias por tu hospitalidad."- Me aparté esperando reproche antes de dar la vuelta y perderme en la oscuridad de la noche, esta vez rumbo a la ciudad.

Estaba sediendo, demasiado tiempo me había contenido mis impulsos con mi compañía como para ir a casa sin antes saciar mis instintos. ¿Estaría Ash procurando satisfacer los suyos?

Una vez que se coloco los zapatos, esperaba que se retirara de manera tranquila, con una simple despedida, pero ocurrió algo que me dejo... "atónita"? no sabría.... un sutil beso en la mejilla, nadie en esta vida, mas allá de Lotte o mi madre, había hecho tal cosa, y realmente era algo que merecía un reacción violenta de mi parte, pero no pude hacer nada, que clase de influencia tenia este sujeto en alguien como yo?.... todo era demasiado extraño esa noche, el simple hecho de que no fuese humano causaba este desorden en mi cabeza o mi forma de ser?

-No fue nada...

Dije en un tono bajo, no estaba tranquila del todo, pero no iba a perder los estribos de golpe ahora, podría dejarlo pasar por esta ocasión, observe como se movilizo hasta la salida, y una vez que cruzo el umbral cerré la puerta. Me quede en silencio por un momento, acomodando mis ideas, o mejor dicho, acomodando los ladrillos de aquella muralla que estuvo desmoronándose por dentro esta noche.

-bien, hora de ir a dormir...

Me dispuse a terminar de acomodar las cosas de la casa que fueron utilizada y una vez todo logrado me retire a mi recamara, quien iba a pensar que iba a pasar tantas cosas una noche como es.... pero fue una ocasión que me gustaría volver a repetir.

[fin del tema]