Noche de verano (Momoka, Raito)

Nada más salir por la puerta de la biblioteca, corriendo como iba, Rory estuvo a punto de chocar con alguien. No veía muy bien a causa de la oscuridad, y eso le asustó un poco. ¿Y si era alguno de los tipejos que habían intentado asustarles?
Por suerte para él, no tuvo mucho tiempo de seguir preguntándose nada, porque la luz volvió y pudo ver, con gran alivio, que el chico que tenía delante era su compañero de habitación. De repente se dio cuenta de que se había olvidado totalmente de él y de lo que le pudiera pasar al pelearse con los tipos de tercero, y había estado mucho más centrado en pasárselo bien con Momoka. Se sintió un poco culpable por eso, aunque el chico parecía estar bien.
Aunque Raito le cogió de un brazo enseguida y se lo llevó de allí como si tuviera mucha prisa, Rory pudo fijarse en las señales de la pelea.

-¿Te has peleado con esos tíos?- le preguntó, tratando de verle bien las heridas de la cara-. ¿Qué ha pasado? ¿Te han hecho algo? ¿Les has dao como se merecen? ¿Has podido tú solo con los dos? Porque eran bastante grandes… Jope, tenía que haber ido contigo, pero es que Momita estaba tan asustada que no la podía dejar sola… es una chica super graciosa, ¿verdad?

Forcé a Rory a seguirme escaleras abajo hasta encontrarnos en la planta principal de la academia. No me detuve hasta cerciorarme que Senpai no nos seguía. Parecía haberme librado de sus preguntas, esperables después de verme desaparecer así... Sabía que era una chica inocente, que podía mentirle si me lo proponía, pero no podía confiar en mi inestabilidad. Lo mejor sería privarle de cualquier pista que le indicase que yo no era tan "normal" como se suponía.

Me detuve en el pasillo que conducía a la salida del establecimiento. Aún desde allí podían distinguirse algunas hordas de alumnos desorientados y profesores intentando desalojar el recinto. De seguro estábamos próximos al toque de queda. Decidí escuchar a Rory, quien preguntó tantas cosas de un sólo sopetón que me dejó sin tiempo de responder a todo, pero de alguna forma me había acostumbrado a esta faceta suya y la aceptaba con naturalidad. Por curioso que parezca, su presencia me tranquilizaba y conseguía mantenerme con los pies sobre la tierra.

– No pude soportar que nos tomaran en pelo de esa forma, así que les di una lección – expliqué, volviéndome hacia él con más seriedad de la necesaria. Parte de ello era cierto, me jodía que intentaran pasarse de listos conmigo. Pero no especificaría el verdadero motivo de mi reacción, eso me obligaría a contarle mis sentimientos por Momoka y es algo que... Por el momento no puedo hacer. – Aunque... No fue fácil... – agregué, desviando la mirada, pues saltaba a la vista que no salí ileso. – Ah, pero estoy bien. Esto no es nada.

No quería que se preocupara por mí, al menos no más de la cuenta. Me aliviaba saber al menos que Rory no era un chico entrometido ni que preguntara más de lo que debe. Esto me traía en mente hasta oír el apodo que decidió ponerle a Senpai... Y esperaba que mis expresiones no fueran reflejo de una leve oleada de celos que me invadió en ese instante.

– Será mejor que nos vayamos a la habitación. No quiero tener a los profesores encima por este asuntillo del apagón – anuncié para desviar el tema y marchar en dirección a los dormitorios.