Noche de verano (Momoka, Raito)

Rory dudó un momento qué era lo que debía hacer. Aunque Momoka le había sacado de la biblioteca precisamente para alejarle del peligro, tampoco estaba bien que la dejase a ella sola enfrentarse a lo que fuera que hubiera allí arriba. Pero esta vez estaba decidido a no ser una molestia más que una ayuda. Se armaría de valor y volvería para ayudarla. “Slenderman no existe” se repitió, sin mucho convencimiento. Seguro que sólo era alguien que quería gastar una broma tonta. Y aún en el caso de que sí existiera… bueno, entonces ya pensaría sobre la marcha.

Obviamente Rory no podía saltar desde el suelo a la ventana como había hecho Momoka, así que tuvo que coger el camino largo y entró por la puerta principal del edificio, corriendo por los pasillos y las escaleras hasta alcanzar la puerta de la biblioteca.

-¡Momoka!- gritó, aun a riesgo de atraer la atención de “Slenderman”-. Momoka, ¿estás bien?

Se adentró en la biblioteca a oscuras, sin ver muy bien por dónde iba y corriendo tan deprisa que terminó chocando con alguien. Pensó que era Momoka, pero cuando se fijó mejor, distinguió otra cara familiar.

-¿Raito?- preguntó, sorprendido, al ver allí a su compañero de habitación.

¿Raito era Slenderman? Menuda sorpresa… anda que ya le valía… ¿o simplemente estaba allí por casualidad?
Pero entonces se dio cuenta de que allí había alguien más, aparte de ellos dos y la chica. Otros dos chicos, probablemente mayores, parecían ir disfrazados, y estaban peleando con Momoka. Así que ellos eran los Slenderman…

-¿Pero qué está pasando aquí?- preguntó Rory, confuso-. ¿Quién leche son estos?

Resté en silencio un instante, sin saber cómo justificar mi presencia allí. Iba a preguntarle qué hacía en la ventana pero no tuve oportunidad, antes de lo previsto ella se adentró hacia el interior de la biblioteca y se abalanzó contra un sujeto que aparentemente estaba tras de mí. Momento... ¡¿De dónde salió ese tipo?! Me volví hacia ellos con rapidez, esperando defenderla de lo que fuera pero, para mi sorpresa, era el enmascarado en cuestión el que necesitaba ayuda. Luego apareció otro y mi querida Senpai también se hizo cargo de él, lo que no dejó de sorprenderme.

– Ah... ¿Sen...? – Balbuceé, con la impresión grabada en el rostro mientras ella apaleaba a los tipejos sin ningún problema.

Quise ayudar pero antes de que pudiera entender lo que ocurría ella ya se había hecho cargo de todo... Es una lástima que no haya grabado esto, ¡Senpai es increíble! Fue lo único que pensé cuando le vi arrastrar a los desconocidos, interrogándoles.

Me sorprendió un poco escuchar eso de la novatada, pero antes de poder siquiera opinar alguien me chocó por detrás. Volteé hacia el implicado con fastidio, dispuesto a golpearlo si la situación lo ameritaba pues ya no me sorprendería encontrar a otro "aliado" atacándonos, pero grande fue mi sorpresa al ver de quién se trataba.

– ¿Tú qué estás haciendo aquí? – Pregunté al ver a Rory. – Son alumnos mayores, parecen estar detrás de todo esto del apagón... Dicen que los de primero tenemos que pasar por una novatada... – le resumí la situación, girando mi cuerpo hacia los enmascarados con actitud jodida. – Por alguna razón esto me cabrea... – confesé con el ceño fruncido, conteniendo mis deseos de "devolverle el favor" a mis superiores.

La chica intentó restarle importancia al asunto... no sabía que demonios hacer... si era una tradición no podía interferir, pero algo le molestaba: ''que clase de tradición es esa?!'' se dijo en su mente. Al pensarlo mucho se acercó a un estante lleno de libros y lo golpeó con una fuerte patada, lo que provocó que este chocara con otro y así sucesivamente, haciendo que varios estantes se vinieran abajo como dominó.

- Esto...no lo entiendo... - dijo ella en voz baja mientras ocultaba su cara en su flequillo y le daba la espalda a los dos chicos que estaban aún tirados cerca de la ventana. Ella solo se limitó a decir en un tono amenazante: - Si no quieren ser los siguientes... mejor lárguense - dijo ella, estaba molesta, ¿cómo había gente que se aprovechaba de la gente que era menor que ella? ¿Y cómo podían llamar a eso una tradición? Pasaron unos minutos hasta que sintió cómo esos chicos se iban de la biblioteca... les escuchó decir algo pero le prestó poca importancia.

Su mente estaba nublada de rabia... a pesar de que era fuerte esto ya le superaba, no entendía qué clase de cerebro tenían esas personas, cómo hacían esas jugarretas de tan mal gusto, su razonamiento no lo podía comprender...aún le faltaba mucho, a su mente vinieron esas palabras que le dijeron sus padres:
''Momoka, no creas que solo siendo fuerte físicamente podrás superar la adversidad, ten en cuenta que las personas más fuertes siempre pueden ser las más débiles así que por favor no sobreexijas demasiado porque te vas a romper.''

Su cuerpo temblaba de la rabia... ya no pudiendo resistirlo más sus rodillas cedieron, haciéndole caer al suelo... ella trataba de aguantar pero las lágrimas no paraban de salir de sus ojos - ¿Por qué...?- fue lo único que pudo pronunciar.

-Yo ya estaba aquí antes, con ella- contestó a Raito-. Pero entonces hubo un apagón, y vino Slenderman y entonces… bueno, digamos que salí y volví a… entrar.

No era una explicación demasiado coherente, pero Rory no quería contar lo de que habían saltado por la ventana, porque le parecía que iba a sonar demasiado fantasioso (aunque había sido de lo más real). Al escuchar lo de la novatada soltó una risita.

-¿Una novatada? Pues no es muy buena, ¿eh? Qué panolis…- comentó, haciéndose un poco el chulillo, aunque hacía sólo unos minutos se había pasmado pensando que de verdad era Slenderman el que rondaba por la biblioteca. Pero eso nunca iba a confesarlo delante de Raito.
Observó atónito cómo Momoka golpeaba las estanterías y hacía caer unas cuantas. Pues sí que estaba enfadada… Los “bromistas” salieron pitando de la biblioteca, y a Rory no le extrañó. Se recordó a sí mismo no hacer enfadar nunca a esa chica.

Su sorpresa fue mayor cuando, después del arrebato, Momoka cayó al suelo y se puso a llorar. Rory reaccionó enseguida y se arrodilló a su lado, sujetándola por los hombros con suavidad.

-Eiii, Momita, no llores, si ya se han ido. No le busques explicación, son gilipollas y ya está. No les hagas caso- le dijo, tratando de animarla-. Y oye, menudas hostias les has dado, eres una tía super fuerte. Espero no tener que pelearme nunca contigo…

¿Otra vez Slenderman? Observé a Rory con suspicacia, con los ojos levemente entrecerrados y los brazos en cruce. Su explicación no terminaba de convencerme... Sonaba a que estaba escapando y luego recordó haber dejado a Senpai sola, enfrentando el peligro, por lo que se vio en la obligación de regresar.

Quise hacer más preguntas al respecto pero fuimos interrumpidos por el fuerte estruendo de varios estantes cayendo uno sobre otro. Los tipejos de la novatada escaparon como ratas, atemorizados por la amenaza de Senpai. Estaba molesta, más de lo que pude predecir, pero no supe dilucidar la razón... ¿Acaso esos imbéciles le habían lastimado? Antes de poder hacerme una idea ella estaba llorando en el suelo, con un desconsuelo que no supe interpretar, por lo que Rory se me adelantó.

Me quedé estático y en silencio, con los pensamientos suspendidos ante esta escena. ¿Qué le ocurría? ¿Por qué Rory estaba tan cerca de ella? ¿A qué iba todo ese discurso? ¿Acaso ÉL creía entenderle mejor que YO? Resté en mi postura, con los puños ceñidos con prudencia y los labios apretados. Verla llorar de ese modo me genera emociones tan contradictorias como siniestras: la insana voluntad de hacerme de sus lágrimas y desquitarme con quien sea que quiera quitármelas.

– No llores, Senpai. – Pedí desde mi posición, dedicándole una amplia sonrisa llena de cinismo. – Todo... Todo... Todo... Lo arreglaré por ti. Así que... No llores~ – reiteré, observándole con una suerte de ternura y el descontrol levemente expuesto en mi voz, en ese temblor que tanto caracterizaba mi inestabilidad. – Esperen aquí, no tardo – anuncié a ambos, antes de precipitarme como poseído hacia la salida de la biblioteca... Dispuesto a hacer lo impensable con los tipos de tercero.

Sentía cómo sus lágrimas mojaban sus mejillas como si no tuvieran fin, fue entonces que vio como acercó Rory-kun a ella: - ¿Gilipollas? - dijo repitiendo cada cosa que no entendía mientras tenía aún lágrimas en sus ojos. - ¿Hostias? ¿Tía? - dijo ella ladeando su rostro, completamente confundida e intentando comprender qué quería decirle. Pero de pronto no pudo aguantar y se echó hacia el suelo a reír, tomándose el estómago con ambas manos como si le doliera.

 -¡Por favor ya no sigas...! ¡Hahahahaha! - decía mientras se retorcía de la risa y giraba de un lado a otro en el suelo de la biblioteca. Cuando trató de levantarse gateó hasta agarrar la pierna de Maeno-kun.

- Hahaha espera...no te vayas... ya no hace...falt...pfff...- dijo ella tratando de contener la risa que sentía pero no pudo - ¡Hahahaha! En serio... ya no lloro más... pero ¡por favor no vayas!- decía ella intentando contener la risa. De verdad no comprendía nada de lo que había dicho Rory pero le sonaba tan gracioso que no podía detenerse, ya tendría la oportunidad de investigar esas palabras desconocidas.

- En serio, no entiendo nada de lo que dijo Rory-kun...pero me ha ayudado a sentirme mejor - dijo ella después de haber reído por un par de minutos. - ¡Gracias chicos~! - dijo ella esbozando una sonrisa desde el suelo mientras se secaba con sus manos las lágrimas que ahora eran pura alegría. Se levantó y tomó las manos de cada uno de ellos: - Después me tienen que explicar toda esa jerga juvenil para que no suceda esto de nuevo... ¡Es primera vez que me ponen ese apodo! - comentó mientras les observaba a ambos.

Rory no pudo sino observar atónito cómo Momoka pasaba del llanto a la risa en un segundo, sin razón aparente. De repente la frase “a las chicas no hay quien las entienda” cobraba todo su significado.

-Bueno… me alegro de que se te haya pasado tan rápido- contestó, confuso.

Raito había salido corriendo de allí, probablemente a buscar a los chicos de la novatada, a juzgar por sus palabras, pero por él podía ir donde quisiera, de todas formas allí ya no hacían nada, y estaba claro que la chica no necesitaba más consuelo.
Todo cobró sentido cuando ella explicó el motivo de su risa. Pero en realidad eso dejó a Rory aún más confuso. Nunca jamás había conocido a una persona de esa edad que no entendiera su forma de hablar. ¿No era eso lo normal?
Tras observarla un rato más, totalmente desconcertado, finalmente le dijo:

-Sí, claro, yo te explico lo que quieras, pero en serio, ¿tú qué eres, una extraterrestre?

Spoiler:

Me detuve un instante al oír su voz, al sentirla tocando mi pierna. Le observé desde arriba: su llanto se convirtió en una sonrisa, en alegría y buen humor.

Presenciar este cambio tan súbito fue desconcertante, de algún modo u otro Rory había sabido levantar sus ánimos... De alguna forma que yo desconocía y que posiblemente no hubiese logrado nunca. Pero ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho y mi mente se encontraba luchando constantemente contra la idea de que mi amigo -el único que tengo- era mejor que yo para ella.

La melodiosa e inexplicable risa de Senpai no había desaparecido cuando me retiré de la biblioteca, descontrolado. No hice caso a su petición, seguí mi camino con los surcos acentuándose bajo mis ojos. No me disculpé por dejarles, pero lo hice en mi mente... Numerosas veces, más veces de las que pude contar.

Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname. Perdóname.

Repetí sucesivamente mientras corría, mientras me perdía en la oscuridad del pasillo, siguiendo las voces de los tipos de la novatada. No podía perdonarles el que hubieran hecho llorar a mi musa, les haría pagar por ello. Pero esto sólo era una excusa, un distractor que me permitiría desfogar estos irrefrenables impulsos en alguien que no fuera Rory. Por muy mierda que yo fuera no quería hacerle daño, no a él.

¿Celoso? Un poco, no demasiado. Pero, para mí, este malestar tan ínfimo significa un peligro para mis allegados. En ocasiones así puedo llegar a ser terriblemente violento.

Encontré a mis superiores sentados en el límite de la escalera, fumando descaradamente en la llana oscuridad. Me abalancé contra ellos sin aviso y les clavé un puñetazo en la cara a cada uno, lo que desató una terrible pelea estudiantil, dos contra uno.

Momoka seguia en el suelo aún sosteniendo a Maeno-kun, cuando un comentario le desconcertó tanto que soltó la pierna ajena para darse vuelta mientras miles de gotitas de sudor recorrían su humanidad.''¡¿EXTRATERRESTRE?!''

-Claro que no...- dijo mientras se levantaba rápido, tratando de disimular que Rory había dado justo en el clavo - lo que sucede... lo que sucede es que... - balbuceó, mirando al muchacho nerviosa. ''Piensa Momoka.....Momoka....'' - Solo me crié en mi casa... jejeje - le contó, tratando de buscar una salida a su terrible dilema - Tuve... como dicen... una educación privada, mis padres querían la mejor educación para mi... como decirlo, eran algo sobreprotectores - le explicó con una sonrisa, eso no era del todo una mentira. - Este es el primer año que interactúo con gente de mi edad - dijo mientras se llevaba una mano a la cabeza y se la rascaba. - Jajajaja que loco - rió nerviosa -a-are? - de pronto dejó de reír, dándose cuenta de algo. - ¿Y Maeno-kun? - preguntó al notar que el muchacho se había marchado, dejándolos solos otra vez. - De seguro pensó que era alguien extraña... - murmuró un poco deprimida mientras un aura de tristeza la invadía. - De seguro Rory-kun también piensa que soy una loca... o una ermitaña... - dijo, dramatizando un poco el tono en el que lo decía, pero estaba bromeando, no tardó en reírse de forma inesperada.

Fue entonces que sacó de su bolsillo unos lentes de marco grueso, estilo Hipster, y se los puso aunque no los necesitaba para ver ni para leer (cómo si todo seguía oscuro). Buscó en su celular una canción que había escuchado por ahí y la reprodujo lo suficientemente fuerte como para que se escuchara en varias aulas.

Se puso a bailar de forma ridícula para que creyera que era un loca, tenía que hacerlo para que Rory olvidara la idea de que era un extraterrestre. Debía interpretar de pies a cabeza el papel de chica cosplayer que le falta un tornillo para proteger su pequeño secreto.

Canción que puso Momoka ~

Spoiler:

Y se puso a hacer como que cantaba mientras recogía un plumón y lo utilizaba para simular un micrófono. De verdad estaba muy avergonzada de ella misma pero era una forma divertida de evadir algo, o por lo menos dejar de lado el tema anterior... en serio su mente no procesaba bien las cosas.

-CAUSE I'M FREAK~!!! - cantaba mientras movía sus manos en cualquier dirección y movía todo su cuerpo sin coordinación alguna.

Rory escuchó la explicación de la muchacha, aún más desconcertado. Si no fuera porque eso no era posible, juraría que había dado en el clavo. Desde luego, la muchacha estaba de lo más nerviosa.

-Va, tranquilízate, sólo era una broma… Jolín, educada en casa, qué suerte… yo habría dado lo que fuera por librarme de la escuela- dijo, admirado. Y después de observar el numerito de la chica, entre asustado y divertido, finalmente se echó a reír a carcajadas.

-En serio, eres rarísima, no lo voy a negar- dijo, entre risas-. Pero también muy divertida.

Cuando se le hubo pasado la risa, se la quedó mirando fijamente durante un momento, pensando que, en cierto modo, la chica le atraía. Si no estuviera con Raito… claro que, eso aún no estaba confirmado.

-¿Estás saliendo con Raito?- preguntó directamente. Si no preguntaba, nunca lo sabría-. O sea, en plan novios.

Spoiler:

Durante los primeros minutos de pelea me encontré en una trágica desventaja. Eran dos tipos mayores contra mí, no era muy difícil imaginar el resultado de haberlos desafiado. Al cabo de un rato me tuvieron en el piso, sangrando por las narices y la boca. Después de una serie de golpes y patadas, uno de los tipos me tomó del cabello y me alzó dolorosamente hacia él sólo para escupirme en el rostro. Le observé fijo, con las pupilas inyectadas de una furia que empezaba a escaparse de mis manos.

Percibí como si algo acabara de quebrarse en mi interior. Mis sentidos se obnubilaron por completo y perdí el conocimiento... O al menos eso creí.


– ...Haha... Hahahaha... – reí por lo bajo cuando al fin desperté.

No sabía en qué piso me encontraba, sólo distinguí estar en un baño y que uno de los grifos manaba agua sin parar. Al parecer me estaba limpiando el rostro y el uniforme. Recordé que tenía que regresar a la biblioteca y seguí con eso, esperando que la oscuridad me ayudara a ocultar todo vestigio de sangre.

Por supuesto, mis "amigos" de la novatada ya no estaban allí, aunque no podía precisar qué les había ocurrido. No me acordaba.

Decidí no pensar mucho en eso y esforzarme en parecer lo más presentable posible, aún si la luz no me permitía ver con claridad mi apariencia reflejada en el espejo debía hacer el esfuerzo. Al salir del baño me asomé hacia la primera ventana que encontré y vi a varios profesores en la salida del instituto, aparentemente estaban reuniendo a los estudiantes de cada planta, guiándolos hacia los dormitorios.

Debía salir de allí y volver al resguardo seguro de mi habitación, donde nadie sospecharía de... Lo que sea que hice. (?) Pero no me iría sin Senpai, y con lo curioso que es Rory, prefería no arriesgarme a ningún tipo de sospecha.

Ya consciente de mi ubicación me precipité de regreso hacia la biblioteca, pero frené un momento antes de hacerme aparecer... Acababa de escuchar la pregunta formulada a Senpai y me vi atacado por la incertidumbre. ¿Por qué quería saber eso? ¿Por curiosidad o por interés? ¿Cómo reaccionaría yo si se tratara de lo segundo?

Me quedé inmóvil en la entrada de la biblioteca, escuchando a hurtadillas una conversación que no me incluía directamente.

Después de que Momoka terminara su desesperada actuación, escuchó lo que dijo Rory y se sintió aliviada. Dio un suspiro mientras dejaba de bailar, aún con la respiración agitada.

-Si - dijo con una sonrisa mientras pequeñas gotas de sudor recorrían su frente - soy algo rara - admitió mientras se rascaba la cabeza. ''Eso es... logré desviar el tema de que no pertenezco a este planeta, eso es... aunque esto es humillante... no soy tan rara... pero qué más da ~'' este fue su pensamiento mientras observaba a Rory-kun, para después escuchar sus palabras: ERES DIVERTIDA.

Esto le hizo sentir muy feliz, que su kouhai le dijera que era divertida fue un halago. Sus mejillas se pusieron rojas de la emoción, Momoka se llevó las manos hasta el rostro, solo sonreía y se retorcía de la alegría.

Expresión de Momoka:

Spoiler:

Luego notó que Rory la observaba, ella lo miró de regreso.
- ¿Qué sucede, Rory-kun? - preguntó inocentemente. -¿Si estoy saliendo con Maeno-kun? - repitió la chica mientras ladeaba su rostro - pues no, aún no hemos salido alguna parte...- dijo con sinceridad mientras esbozaba una sonrisa, pero entonces escuchó la palabra novios y su cara se puso roja como un tomate. - No-no... ¡Novios! - exclamó alterada - pues nooo!! - respondió de inmediato al comprender de qué se trataba el asunto.

''No puedo ver a mi kouhai de esa forma... eso sería algo malo... '' pensó en su mente mientras se cuestionaba todo. No conocía muy bien las costumbres de este planeta... por lo menos en su mundo la gente se ponía en plan de novios a cualquier edad, pero... ella era su superior, por lo tanto tenían que mantener el respeto entre ellos. En ningún momento se le había pasado por la cabeza ser la novia de Maeno-kun, esta idea lo único que hacía era hacerle entrar en colapso. Por un momento se imaginó a sí misma haciendo las mismas cosas que veía en sus mangas... [lo dejo a la imaginación del público]

Resultado del pensamiento que tuvo Momoka:

Spoiler:

-Por ahora sólo somos amigos...o eso creo yo...- balbuceó en suelo mientras su cabeza aún echaba humo. - Él es mi kouhai y yo soy su sempai... solo eso...

-Así que nada de novios, ¿eh?- Rory esbozó una sonrisa traviesa. Quizá todavía no se sentía TAN atraído por ella como para intentar nada, pero… no podía negar que era una chica muy interesante (y guapa), así que cuando la conociera mejor, quién sabía, a lo mejor surgía algo. Y parecía que de momento tenía el camino libre.

-Bueno, creo que debería volver ya a la habitación, se ha hecho un poco tarde- dijo, sonriéndole-. Me lo he pasado muy bien contigo, espero que quieras ser mi amiga también. ¡Ya nos veremos!

Hizo a Momoka un gesto con la mano para despedirse y salió corriendo hacia la puerta.

Spoiler:

No quería escuchar lo que Senpai estaba por decir, pero por algún extraño motivo mis piernas no se movían de su lugar. Escuché la respuesta que le dio a Rory en silencio, apretando un poco los puños y los párpados... Como si aquello fuera aún más doloroso que recibir directamente los golpes de los tipos de la novatada. Pero estaba bien, ¿de qué servía culparla por pensar así? Nos conocemos desde hace sólo unos meses y ni siquiera estaba seguro de si podía considerarme su amigo, tampoco me había atrevido a decirle acerca de mis sentimientos.

¿Qué importaba? Si sólo me consideraba un estudiante menor, con quien se topaba de tanto en tanto, era culpa mía.

Antes de que pudiera aclarar bien mi cabeza, me encontré de bruces con Rory, quien acababa de retirarse de la biblioteca. No sabía qué tipo de expresión tenía dibujada en el rostro, pero empleé mi mayor esfuerzo en disimular cualquier gesto que delatara mi frustración. Tampoco pensaba contarle cómo me había ido con los tipos de tercero... Pues ni siquiera me acordaba con claridad.

Al encontrar miradas, sólo hubo una cosa que quise decir: ¿Por qué le preguntaste eso? Pero antes de poder siquiera abrir mi boca, nuestro entorno se alumbró.

– Volvió la luz... – murmuré al desviar la mirada de mi compañero y fijarla en los focos antes apagados. El asunto de los generadores parecía haberse solucionado y debíamos retirarnos cuánto antes hacia nuestras respectivas habitaciones. Con toda esa luminosidad, me arriesgaba a ser descubierto por las heridas aún visibles en mi cara y las pequeñas manchas de sangre en mi uniforme.

Tomé a Rory del brazo y le forcé a seguirme antes de que Momoka me viera allí. Debía evitar que me preguntara acerca de los tipos de la novatada, pero más allá de eso... No quería tener que verla a los ojos después de escuchar todo lo anterior.

Nunca me consideró... Ni un sólo momento...

Momoka aún tendida en el suelo observó desde su posición la expresión que realizaba Rory-kun y la vez escuchaba lo que decía. Un silencio se apoderó de la sala, ella solo esbozó una sonrisa mientras observaba a Rory, en eso observo la dirección hacia donde se había ido Maeno-kun. ''Maeno-kun se está demorando... me preocupa.... será mejor que vaya a buscarlo...'', estaba apunto de decir algo cuando las luces se prendieron.

-¿Ah? - mientras se levantaba del suelo notó que Rory se marchaba. Al escuchar lo que dijo su cara se puso un poco azul: ''¡Ya es tarde!'' pensó. - ¡Esp...!- no la dejó terminar la frase ya que observaba que él ya se estaba yendo por la puerta principal de la biblioteca. Momoka estiró su mano en el aire sin poder detener nada, quedándose ella sola en la biblioteca. - También me la pasé bien con ambos... - dijo esbozando una sonrisa mientras se levantaba del suelo - espero verlo de nuevo - murmuró mientras se acercaba por la ventana por donde había entrado hace un rato, se subió al marco nuevamente - será mejor que me vaya a mi habitación, ya es muy tarde - después decir esto solo dio un salto y salió de biblioteca.