Despues de un pequeño percance (libre)

Esta vez si había metido las patas. Solo por una pequeña frustración terminé haciendo todo un escandalo en los barrios bajos y me gané una dura pelea con un grupo de delincuentes armados. Aunque no quería uno de mis vecinos me obligó a ir al hospital, eso si con la condicion de que declararia a mi favor en caso de que me interrogara la poli.

Me atendieron bastante rapido. Solo me gané un part de puntos en un corte en la espalda y unos cuantos parches en otros lados del cuerpo. Al rato pude volver a sentirme lo suficientemente bien como para irme a casa, pese a que el mareo y la fatiga era constantes, seguro, por la perdida de sangre. Lo único que esperaba era que no ocurriera nada malo, y con eso me refería a que el tatuaje comenzara a joderme la existencia,y con ello, lo que inevitablemente conllevaba.

mi puta maldicion.

Iba saliendo del hospital cuando de pronto la anemia me azotó de golpe. Choqué con una persona y caí al piso sin alcanzar a reaccionar. Al parecer estaba más faitgado de lo que creía.

"Perdona..."

Me disculpe a penas, intentando pararme.

"Vengo de ahí joder... no quiero volver... tsk..."

Respondí a secas, el dolor había predispuesto mi mal humor y cuando me di cuenta de ello solo atiné a ver a la persona que me había ayudad. ¿U-una chica...? Pues eso creía, una bastante... llamativa, sí, pero linda, supongo, en el orden de que seguramente podría tener sexo con ella pese a que no parecía ser aún mayor de edad. Bueno eso da igual.

"Perdona..."

Me disculpé otra vez, pero ahora fue por mis palabras y mi rudo comportamiento. No así por mis pensamientos.

"Podrías ayudarme a salir de aquí...? solo estoy un poco fatigado... No he comido hace algunos días y hoy perdí mucha sangre... pero me enviaron a casa... Te agradecería si pudieras dejarme al menos en un McDonalds... Por favor."

Ni siquiera sentía que podía llegar a dar un paso sin tambalearme, mucho menos pensar en llegar a un sitio donde descanzar o comer. Y mucho más... en sueños, en cruzar los barrios bajos y llegar a casa.

Hoy sería un día problemático... de esos en los que aunque no quiera, debo admitir que... estar solo en una ciudad... de a ratos, resulta algo problemático.[/b]

Lo examinó con la mirada un momento, tratando de adivinar lo que había hecho o por lo que había pasado para quedar en tal condición. Dejó ir un suspiro- no debieron enviarle a casa. . .tendrían que haberle hospitalizado -murmuró.-

Asintió ante su petición, sonriendole- esta bien, pero creo que sería mejor que volviera al hospital o que fuera a uno diferente, aunque si no quiere no puedo obligarle... -murmuró y lo dejó en el piso un momento- no necesita disculparse .- murmuró, notando lo débil que estaba, o que parecía estar, así que tendría que cargarlo un rato. Tomó su largo cabello y lo dejó a un lado, acercándose a Dante y cargándolo en su espalda. Como iba con ropa liviana -no su traje- se sentía bastante liviano y después de cargar con más de 60 toneladas todos los días, el cargar con una persona no le era difícil- yo no sé donde hay un McDonalds, así que por favor, guíame -le sonrió y lo sostuvo mejor para evitar que se cayera en el trayecto.- si no le molesta, después le puedo acompañar a casa -le pidió preocupado por el otro, aunque no se había dado cuenta tenía mucha empatía y le preocupaba que se pudiera terminar desmayando en medio de la calle-

"Ekk... olvidalo! detesto los hospitales, tsk.. prefiero morirme solo en casa."

Contesté gruñendo pero no contra él sino contra el hospital, era obvio como discriminaban en ese lugar, tsk... Las enfermeras e incluso los doctores parecían temer o sentir algo de rechazo hacia mi, unicamente... por mi apariencia. Al menos me sentí mas tranquilo cuando aceptó ayudarme, sin embargo enseguida, luego de quecomenzó a cargarme no pude evitar gruñir otra vez.

"Hey, que crees que haces? no voy a dejar que una chica me cargue!"

Pese a no ser alguien orgulloso no me iba a sentir comodo con algo como eso, debía estar muriendome realmente para aceptar algo como eso. Como pude me bajé de su espalda y traté de caminar por mi cuenta, siendo bastante inutil en ello.

Lo miró algo sorprendido- Si camina así no llegará muy lejos, además usted ya pidió mi ayuda ¿por qué no la acepta? -lo volvió a cargar, esta vez sosteniéndolo algo más fuerte para que no se baje. - Y otra cosa; soy hombre, no mujer -infló un poco las mejillas y se puso a refunfuñar algo casi inaudible, no le gustaba que le confundieran con una mujer.

Caminó sin un rumbo fijo, guiándose por las instrucciones del otro. Al poco rato llegó a un McDonalds y entró sin más. Algunas personas se le quedaron mirando, claro no era algo común que una "chica" cargara a un chico, y menos con tanta facilidad. Se acercó a uno de los puestos libres y dejó de Dante se sentara. Esperó a que dijera algo o que simplemente le diera las gracias-

Sus palabras me dejaron sin respuesta posible, joder, aunque no quisiera admitirlo pues... tenía razón, ya le había pedido ayuda y aunque intentara hacerme el fuerte no iba a llegar muy lejos en mi estado actual. Tras la aclaración que me hizo solo solté un poco expresivo "Ah..." Pero al instante procesé la información y mis ojos se abrieron de par en par, incrédulo de lo que me decían.

Sería una trampa?

"EHHHHHHHHHH??!?!"

Chillé con descaro, sobrereaccionando y es que sinceramente, o soy muy malo con las chicas o este chico no se daba cuenta del extraño potencial que tenía. Bien, aunque fuera un travesti no pude rehusarme, me terminó cargando y yo de la impresión no reaccionaba, solo salí de mi trance una vez estuve en la mesa del lugar de comida rápida, sintiendo el olor de las hamburguesas invadir mi nariz.

"Mhhhhhhh~ <3"

Dejé escapar un suspiro complacido, sintiendo que este sería un excelente lugar para morir en paz. Ya, vale, puede que esté siendo algo dramatico, pero el solo hecho de pensar aquello me subio el animo, de alguna manera.

"Lamento... haber abusado de tu amabilidad... a cambio puedes pedir lo que quieras, yo invito. "

Le dije mientras yo permanecía medio hechado sobre la mesa. Ok, no me iba a creer eso de que era hombre de buenas a primeras, por lo que por ahora... preferí tratarle de una manera plenamente asexuada.

"Cual es tu nombre?"

Se asustó un poco con su reacción, tal vez hubiera sido mejor no haberle dicho nada. No sabía por qué pero todas las personas a las que le decía que era hombre y no mujer se sorprendían demasiado y lo quedaban mirando por un buen rato o simplemente pensaban que era una broma y no le daban mayor importancia.

Al parecer era extraño su forma de vestir. . .

Se sentó frente a él, sonriendole y sintiéndose aliviado al ver que ya se sentía algo mejor- Está bien, me gusta ser útil -se quedó mirando un punto muerto en el espacio, pensando- yo sólo quiero un vaso con coca-cola. ¿Quieres que valla a pedirte algo? -señaló la caja, no le era problema invitarle a comer.-

-Me llamo Namine Ritsu, pero puedes llamarme "nami", es un gusto conocerle -hizo una pequeña reverencia, agachando solamente parte de su torso y la cabeza.- ¿y tu como te llamas? -ladeó un poco la mejilla, haciendo que un mechón de su flequillo le tapara parte del ojo izquierdo, dificultando su visión por unos momentos.-

"¿Nami? Suena más como niña, prefiero llamarte Ritsu, ¿puedo? Bueno aunque ambos nombres son bastante andrógenos."

Quedé pensativo un momento, pese a seguir igual hechado sobre la mesa. Miré hacia la caja unos minutos y luego busqué en mi bolsillo el dinero, pasandole un billete al chico.

"Compra de ahí lo que quieras y una cajita feliz para mi~ ... Amh, por favor."

Susurré haciendo una mueca chistosa de verguenza, desde chico siempre me habían gustado las cajitas felices y esta vez venía con dragones de juguete, quería uno.

"Mh, me llamo Dante Rivelli y soy un bueno para nada. El gusto es mio~"

Me presenté a penas alzando la mirada hacia él. De la forma que sea que lo viera, visualmente para mi seguía pareciendo una muchachita, quizas era el efecto de su cabello, no espera, sus rasgos tambien eran muy finos y sus ojos grandes, y su cuerpo era delgado... argh... quizás solo me estaba jugando una broma, pero porque querría hacer eso? No, si lo decía supongo que era cierto, el era un chico.

-Sí, claro. Llámeme como más le guste - Miró el billete unos momentos hasta que entendió. Lo tomó- entiendo. espéreme un momento- fue a hacer la fila. Se tubo que quedar esperando un momento, ya que habían varias personas esperando comprar. Una vez pagó tomó todo y fue de nuevo a la mesa- toma, tu cajita feliz -se la puso en frente. Se sentó y empezó a beber de su coca-cola.

-No creo que seas una bueno para nada, de seguro eres bueno para varias cosas -comentó, sin esperar respuesta o una confirmación. Se quedó en silencio un momento sin saber que hacer o decir. No era muy bueno tratando con las personas, a penas había hablado con unas 4 desde que llegó a la cuidad-

-Si no te incomoda...¿cómo terminaste así? ¿tuviste un accidente? -le ofreció un poco de su bebida, acercándole el baso -

"Muuuuuuuuuuuuchas gracias!"

Dije levantandome de la mesa como pude para tomar mi cajita feliz, viendo antes que nada qué dragón me había tocado. Lucky~ era uno medieval blanco con negro y ojos rojos, muy lindo. <3

Saqué luego la hamburguesa, la que con dos o tres mordidas se hizo nada, pero ah~ estaba tan rico. De la misma forma me terminé las papas y cuando estaba medio atragantado el chico travo me ofreció bebida la cual con gusto acepté, pudiendo respirar de nuevo. En unos 3 minutos había devorado todo.

"Mhh, bueno si~ hay cosas en las que soy bueno~" Dije con una sonrisa pícara y luego escuche su pregunta.

"Amh... seh, algo así. Solo fue una pelea con unos delincuentes, a decir verdad no vivo en el lugar más seguro de la ciudad."

Suspiré y volví a hecharme en la mesa, pero con un poco más de color en el rostro. Me sentía al menos un 5% mejor.

Se quedó pensando un momento, perdido en su mente hasta que despertó.
Lo miró sonriendo, era algo tierno como comía...o eso le parecía a él. En fin, sólo se le quedó mirando por un momento, para después ver por la ventana o al rededor. Al parecer ese era un lugar bastante popular.

-¿Si es un lugar peligroso por qué no vives en otra parte? -terminó su bebida y tiró el vaso de plástico en un basurero. Lo volvió a mirar; al parecer ya estaba algo mejor.

-Ahora se irá a su casa, supongo ¿quiere que lo acompañe? -se acomodó el cabello una vez más. Al parecer esa vez no sería necesario cargarlo por que se veía mejor anímicamente- aunque si no quieres que te acompañe está bien, al parecer ya estas mejor y no creo que necesites más mi ayuda -no le molestaba en lo absoluto, sino todo lo contrario, le gustaba mucho ser de ayuda para los demás.

"Por que en cualquier otra parte, al que considerarían peligroso, sería a mí."

Respondi de forma simple, pero en si las palabras eran ciertas, por mi estilo y por como me veía en cualquier otro sitio que no fueran los barrios bajos, resultaba notoriamente discriminado. Eso me molestaba, no era como si yo hubiese pedido que me hicieran un tatuaje en la cara. No es nada contra los tatuajes, de hecho, me gustan, pero el de mi rostro es como una marca en la que todos se fijan incluso antes de saber mi nombre.

"A decir verdad, aunque me siento mejor no estoy seguro de poder llegar a casa por mi mismo, pero no quisiera meterte en problemas llevandote a los barrios bajos y luego teniendo que volver por tu propia cuenta de ahí. Dudo que salgas libre de mal."

Lo miré unos segundos y luego me puse a jugar con el dragón.

"De seguro tienes cosas que hacer, ya me has ayudado bastante, muchas gracias por sacarme del hospital" Le sonreí suavemente, aliviado.

Lo miró fijamente, no le parecía alguien peligroso. Por su forma de comportarse le parecía alguien agradable, hasta tierno.

-Bueno, si quiere le puedo acompañar, no me molesta -le sonrió.- no se preocupe, yo me puedo defender sólo, además no creo que sea un lugar tan peligroso.- Se quedó un momento pensando, tratando de recordar si tenía algo que hacer- la verdad no tengo nada que hacer, sólo tengo que pasar a la farmacia para comprar remedios, pero no es algo muy importante. . . -murmuró eso último algo bajo-

Negó moviendo la cabeza suavemente de lado a lado.- no agradezca, me gusta ser de utilidad -le miró sonriendo- creo que será mejor que lo lleve a su casa ahora, ya esta oscureciendo . . . -miró a la ventana y, en efecto ya se estaba poniendo el sol.

"Umh??? remedios? Estas enfermo?"

Pregunté curioso mientras seguía jugueteando con el dragón, de hecho lo movía como si fuera el quien estaba preguntando.

"Bueno a decir verdad, yo también debería complar algunas cosas para el dolor... Si de verdad crees poder salir sin problemas de aquel lugar entonces aceptaré tu ayuda. Que dices? Vamos?"

Retiré el juguete y le miré interesado, me llamaba la atención la confianza que mostraba en si mismo.

Me puse de pie como pude, aun algo mareado, por supuesto guardé mi juguete y suspiré. Esperando poder apoyarme un poco sobre él.