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Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
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Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Le escuchó con atención, después de todo le comprendía. En parte ella también extrañaba, no una gran ciudad como Tokyo, sino que un pequeño pueblo a más o menos dos o tres horas de Glass City, lugar donde se había criado, donde había crecido...Y pese a que todo lo aprendido allí no habían sido más que sueños e ilusiones, guardaba un cariño especial por aquella residencia.- Es duro...estar lejos del sitio donde te criaste...-terminó por decir, percatándose de que ya estaban bastante cerca.
Cuando el auto se detuvo desabrochó su cinturón, le agradeció por traerla y enseguida abrió la puerta, dejando las flores que Ren le había obsequiado acomodadas a un lado del asiento, con cuidado, no sin antes escuchar la pregunta del joven.- La verdad...estoy algo arrepentida de volver...-susurró antes de salir de vehículo, con una sonrisa triste en el rostro. Ya fuera esperó a que Jinguji saliera también, desató la coleta que llevaba a un lado y caminó unos pasos más adelante. La vista siempre había sido maravillosa en aquel lugar, no sabía exactamente si estar allí le traía calma o melancolía.
-Solía venir mucho por aquí, el cielo se ve realmente bello...y las luces de la ciudad no contaminan la vista...Si subimos un poco más podremos ver aun mejor- comentó comenzando a moverse, invitándolo a seguirla. Sí, nuevamente desviaría el tema, sus ojos se habían vuelto un poco rojos y la voz comenzaba a quebrarse.
Cuando el auto se detuvo desabrochó su cinturón, le agradeció por traerla y enseguida abrió la puerta, dejando las flores que Ren le había obsequiado acomodadas a un lado del asiento, con cuidado, no sin antes escuchar la pregunta del joven.- La verdad...estoy algo arrepentida de volver...-susurró antes de salir de vehículo, con una sonrisa triste en el rostro. Ya fuera esperó a que Jinguji saliera también, desató la coleta que llevaba a un lado y caminó unos pasos más adelante. La vista siempre había sido maravillosa en aquel lugar, no sabía exactamente si estar allí le traía calma o melancolía.
-Solía venir mucho por aquí, el cielo se ve realmente bello...y las luces de la ciudad no contaminan la vista...Si subimos un poco más podremos ver aun mejor- comentó comenzando a moverse, invitándolo a seguirla. Sí, nuevamente desviaría el tema, sus ojos se habían vuelto un poco rojos y la voz comenzaba a quebrarse.
Invitado- Invitado
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Al parecer las memorias retornaban en la cabeza de la joven, cada gesto, cada timbre en su voz, esa forma de evasión era una muestra de que estaba tratando de seguir por si misma aun así no sabía si esa era la razón de su triste sonrisa pero algo era seguro y era que no dejaría que este momento fuese una razón para que volviese a sonreír así, de esa forma tan melancólica.
A sus ojos no podía engañarse y ella también no podría hacerlo, la chica que tenía a su lado era débil inclusive muchísimo mas que cualquiera que conociera en todo ese tiempo en la ciudad...quizás mucho mas que su propia prometida...era tan débil como su amada Haruka, la Haruka de la cuál se enamoro a pesar de que escondía sus inseguridades pero...Ren era distinta, muy por el contrario que Haruka ella seguía con su pesar evadiendo de forma notoria el asunto de quebrarse y muy por el contrario que ella que tenía el apoyo de sus pares y de STARISH completo la guitarrista parecía muy sola; se atrevería a decir que detrás de esa sonrisa había más llanto, muchísimo mas llanto que ha sido reprimido por todo este tiempo.
Le siguió caminando con ella, escucho que su voz se volvió trémula, definitivamente este lugar jugaba con sus sentidos y emociones a flor de piel, durante unos instantes y cuando llegaron al lugar donde ella lo había guiado, miró el cielo el cual ya estaba teñido entre fusiones anaranjadas, escarlatas y violetas muy oscuros al comenzar a caer la noche en el declive del atardecer, siempre a su lado, sin alejarse de ella en una compañía silenciosa por unos momentos-Es irónico sabes...los colores cálidos le sientan muy bien a tu cabello y rostro pero...-suspiró y volteo su rostro a la chica, preocupado- aun cuando son cálidos no parecieran llegar a tu corazón Ren...-sus dedos tocaron gentilmente el cabello de la chica, observando el detalle de sus pupilas y el color de sus ojos- es similar a lo que acontece ahora...es como si fueses el Sol cayendo con la llegada de la noche, como si a cada minuto te volvieses un aterciopelado anochecer...para transformarte en la bella luna-la miró comprensivo pero serio y casi sobre protector- La luna posee una belleza increíble, es adorada por miles de personas pero solo eso, abandonada a pesar de que las palabras de muchos poetas y enamorados fueron para ella...una belleza solitaria y fría que brilla cada noche pero nunca brilla para si misma- ladeo el rostro mirándole directamente, hablando sincero- A mi no me engañas my dear lady...tu llanto no ha cesado, no lo ha hecho inclusive cuando te conocí ese día y quizás desde cuando has estado con ese nudo en la garganta...-suspiró un momento acercándose- Soy del tipo de hombre que detesta ver a una mujer llorar pero...-su voz se volvió más dulce aun cuando era profunda- aun mas es horrible ver como una bella flor se marchita a si misma y que llore en silencio...es dificil no poder tocarle porque sabes que si no lo haces con cuidado sus pétalos podrían caer...es angustiante no poder acercarme demasiado para ayudar aunque sea un poco porque soy solo un espectador, un admirador de la belleza de la luna inalcanzable...-su mano acaricio su mejilla con calidez- Estoy aquí a pesar de que soy un completo extraño porque deseo estarlo, quiero conocer a la verdadera Ren aun cuando se que la de ahora también es la misma pero... my little lamb...-decirle de esa forma evocaba en si mismo memorias y sin quererlo se guió por un impulso abrazándole atrayendola a su pecho con cuidado, Ren era distinta claro, él lo sabía y es por eso que con ese mismo pensamiento quería demostrarle que no estaba sola. Sin ánimos de intentar ser el típico Ren Jinguji que todas conocían si no más bien el verdadero hombre que el era-¿hace cuanto... te mientes de esta manera?
Y dejó esa última frase con una pequeña caricia contenedora en la cabeza de Ren, estaba esperando cualquier reacción de ella pero no le dejaría sola...a menos de que ella realmente así lo deseara. No había nada que perder, él era así, siempre sincero, siempre poniendo por delante la felicidad de una mujer.
A sus ojos no podía engañarse y ella también no podría hacerlo, la chica que tenía a su lado era débil inclusive muchísimo mas que cualquiera que conociera en todo ese tiempo en la ciudad...quizás mucho mas que su propia prometida...era tan débil como su amada Haruka, la Haruka de la cuál se enamoro a pesar de que escondía sus inseguridades pero...Ren era distinta, muy por el contrario que Haruka ella seguía con su pesar evadiendo de forma notoria el asunto de quebrarse y muy por el contrario que ella que tenía el apoyo de sus pares y de STARISH completo la guitarrista parecía muy sola; se atrevería a decir que detrás de esa sonrisa había más llanto, muchísimo mas llanto que ha sido reprimido por todo este tiempo.
Le siguió caminando con ella, escucho que su voz se volvió trémula, definitivamente este lugar jugaba con sus sentidos y emociones a flor de piel, durante unos instantes y cuando llegaron al lugar donde ella lo había guiado, miró el cielo el cual ya estaba teñido entre fusiones anaranjadas, escarlatas y violetas muy oscuros al comenzar a caer la noche en el declive del atardecer, siempre a su lado, sin alejarse de ella en una compañía silenciosa por unos momentos-Es irónico sabes...los colores cálidos le sientan muy bien a tu cabello y rostro pero...-suspiró y volteo su rostro a la chica, preocupado- aun cuando son cálidos no parecieran llegar a tu corazón Ren...-sus dedos tocaron gentilmente el cabello de la chica, observando el detalle de sus pupilas y el color de sus ojos- es similar a lo que acontece ahora...es como si fueses el Sol cayendo con la llegada de la noche, como si a cada minuto te volvieses un aterciopelado anochecer...para transformarte en la bella luna-la miró comprensivo pero serio y casi sobre protector- La luna posee una belleza increíble, es adorada por miles de personas pero solo eso, abandonada a pesar de que las palabras de muchos poetas y enamorados fueron para ella...una belleza solitaria y fría que brilla cada noche pero nunca brilla para si misma- ladeo el rostro mirándole directamente, hablando sincero- A mi no me engañas my dear lady...tu llanto no ha cesado, no lo ha hecho inclusive cuando te conocí ese día y quizás desde cuando has estado con ese nudo en la garganta...-suspiró un momento acercándose- Soy del tipo de hombre que detesta ver a una mujer llorar pero...-su voz se volvió más dulce aun cuando era profunda- aun mas es horrible ver como una bella flor se marchita a si misma y que llore en silencio...es dificil no poder tocarle porque sabes que si no lo haces con cuidado sus pétalos podrían caer...es angustiante no poder acercarme demasiado para ayudar aunque sea un poco porque soy solo un espectador, un admirador de la belleza de la luna inalcanzable...-su mano acaricio su mejilla con calidez- Estoy aquí a pesar de que soy un completo extraño porque deseo estarlo, quiero conocer a la verdadera Ren aun cuando se que la de ahora también es la misma pero... my little lamb...-decirle de esa forma evocaba en si mismo memorias y sin quererlo se guió por un impulso abrazándole atrayendola a su pecho con cuidado, Ren era distinta claro, él lo sabía y es por eso que con ese mismo pensamiento quería demostrarle que no estaba sola. Sin ánimos de intentar ser el típico Ren Jinguji que todas conocían si no más bien el verdadero hombre que el era-¿hace cuanto... te mientes de esta manera?
Y dejó esa última frase con una pequeña caricia contenedora en la cabeza de Ren, estaba esperando cualquier reacción de ella pero no le dejaría sola...a menos de que ella realmente así lo deseara. No había nada que perder, él era así, siempre sincero, siempre poniendo por delante la felicidad de una mujer.
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 01/08/2013
Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Pese a que lo intentó, tal parecía que era una pésima mentirosa, era realmente mala al esconder sus sentimientos...pues siquiera pudo engañar al joven frente a ella. Como la luna...sus ojos siempre habían visto el cielo nocturno con mucha pasión, pero no exactamente se fijaban en la luna, sino más bien en las pequeñas estrellas resplandecientes de la noche, siempre encantada por su brillo y melodía, si era así, él tenía razón. Maravillada por todo a su alrededor había olvidado por completo cuan sola estuvo...siempre, su coraza le había permitido seguir, coraza que ahora no existía. En las noches solía divagar pensando el parecido que sentía con la estrella Alphard llamada también "la solitaria", por su posición desolada al sureste de Leonis...asustada por aceptar que quizás era similar al otro significado.
¿Cómo podía, alguien que conocía hace solo dos oportunidades, ver a través de ella tan fácilmente? ¿Cómo podía prununciar las palabras precisas para romper con las máscaras que intentó ponerse? Apretó los labios, mirándo hacia otro lado...y finalmente siendo atraída por un abrazo. Quiso separarse casi enseguida, más antes de poder alejar al muchacho se aferró a él. Cuan anhelado había sido aquel abrazo que al sentir el contacto con el otro no pudo aguantar más.-...ngh...-sus lágrimas florecieron sin querer parar, una tras otra, como si acumularlas finalmente hubiera significado el desborde de las mismas en sus ojos. Su voz terminó por quebrarse, y un llanto desgarrador fue lo único que se escuchó en el desolado mirador. Apretando con fuerza la ropa de Jinguji para mantener firmes sus debilitadas piernas, temblando y llorando como si fuera una niña pequeña.
¿Cuántos días habían pasado desde su encuentro con Kei? ¿Por cuánto tiempo había tenido que lidear con esos sentimientos por su cuenta? Ni su pasado ni su presente parecian sonreirle y siquiera con eso podía pensar en un futuro prometedor, simplemente deseaba acabar con todo y descanzar de los tormentos que le seguían. El gran peso en su pecho al fin comenzaba a alivianarse...se sentía avergonzada de que él tuviera que pasar por algo que siquiera le involucraba. Solo un poco más... se dijo a si misma, solo un poco más y liberaría a Jinguji de esta situación tan incómoda, pero esque resultaba tan tranquilizador...
Al cabo de unos momento la muchacha pudo tranquilizarse, su respiración entrecortada, y los pequeños temblores en su cuerpo daban cuenta de cuan fuerte había sido aquel despliegue de emociones.-...J-Jinguji-san...lamento...mucho...ésto...-le susurró aun escondida entre los brazos del otro-...Pero...gracias...-terminó por decir en su posición.
¿Cómo podía, alguien que conocía hace solo dos oportunidades, ver a través de ella tan fácilmente? ¿Cómo podía prununciar las palabras precisas para romper con las máscaras que intentó ponerse? Apretó los labios, mirándo hacia otro lado...y finalmente siendo atraída por un abrazo. Quiso separarse casi enseguida, más antes de poder alejar al muchacho se aferró a él. Cuan anhelado había sido aquel abrazo que al sentir el contacto con el otro no pudo aguantar más.-...ngh...-sus lágrimas florecieron sin querer parar, una tras otra, como si acumularlas finalmente hubiera significado el desborde de las mismas en sus ojos. Su voz terminó por quebrarse, y un llanto desgarrador fue lo único que se escuchó en el desolado mirador. Apretando con fuerza la ropa de Jinguji para mantener firmes sus debilitadas piernas, temblando y llorando como si fuera una niña pequeña.
¿Cuántos días habían pasado desde su encuentro con Kei? ¿Por cuánto tiempo había tenido que lidear con esos sentimientos por su cuenta? Ni su pasado ni su presente parecian sonreirle y siquiera con eso podía pensar en un futuro prometedor, simplemente deseaba acabar con todo y descanzar de los tormentos que le seguían. El gran peso en su pecho al fin comenzaba a alivianarse...se sentía avergonzada de que él tuviera que pasar por algo que siquiera le involucraba. Solo un poco más... se dijo a si misma, solo un poco más y liberaría a Jinguji de esta situación tan incómoda, pero esque resultaba tan tranquilizador...
Al cabo de unos momento la muchacha pudo tranquilizarse, su respiración entrecortada, y los pequeños temblores en su cuerpo daban cuenta de cuan fuerte había sido aquel despliegue de emociones.-...J-Jinguji-san...lamento...mucho...ésto...-le susurró aun escondida entre los brazos del otro-...Pero...gracias...-terminó por decir en su posición.
Invitado- Invitado
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
El llanto en sus ojos fue parecido a un caudal en plena tormenta, la atrajo a su pecho para que estuviese cómoda y acogida, una mano sobre su cabeza y otra en su espalda, redentor. No dijo absolutamente nada, solo se dedico a acariciar el cabello de Ren mientras le abrazaba con ternura, ella se disculpaba-shhh~ esta bien, no es necesario disculparse...-su voz era casi un susurro, grave y calmada. Sus dedos se enredaban con cuidado en las delgadas hebras de la chica para seguir acariciándolo esperando que con ese pequeño gesto pudiese calmar algo de su frágil corazón, el ligero perfume de su cabello le invadió...era casi melancólico.
"Que tanto guardas en este pequeño corazón...que te tiene tan débil my little lamb."
Los pequeños espasmos por haber llorado tanto eran una clara muestra de que ese llanto era contenido hace mucho tiempo. Ren dejo de acariciar el cabello de la chica y sin dejar de abrazarla sacó un pañuelo de su bolsillo, con cuidado limpio las mejillas de la muchacha sonriendo tranquilo, sonriendo como el Ren que no muchas mujeres podían ver.
No es necesario agradecerme...ahora puedo decir que no eres una completa extraña, compartimos un momento valioso ¿right?-le dejó el pañuelo extendiéndolo y luego de un breve silencio que solo era interrumpido por los pequeños gimoteos de la chica, Ren miró hacía el cielo-¿Sabes por qué razón te comparé con la luna en vez de una estrella, kohitsuji-chan?tomó un poco de aire y prosiguió-
Las estrellas brillan con luz propia, es cierto...pero lo que nosotros vemos es solo una ilusión de lo que ellas fueron en sus años más gloriosos, la mayoría están ya extintas...muertas-ladeo el rostro y volvió la mirada hacía ella, acariciando suavemente su mejilla con la mirada firme, buscando darle seguridad a ella- tú aun estás aquí, viva, respirando, compartiendo tus dolencias conmigo, un completo desconocido, muy exhausta pero con una luz que no se quiere extinguir, que a pesar de todo sigue tratando de brillar aun cuando no sabe por qué razón lo hace, yo puedo verla cada vez que tratas de sonreír, pude ver un destello de ello cuando te conocí y vi esa suave sonrisa, aun a pesar de que estaba llena de melancolía.-dejó su mano sobre el hombro de la chica como una caricia- La luna si bien necesita de un Sol para brillar y es en ocasiones solitaria, puede llegar a extinguirse...pero renace mucho más radiante, se toma su tiempo y cuando llega el momento llena el cielo con su belleza demostrándole a todo el cielo infinito la hermosura que posee-su sonrisa se volvió más cálida y con un pequeño gesto su indice tocó la punta de la nariz de la guitarrista para luego volver su mano a su bolsillo y darle espacio- Se que puedes brillar más que cualquier cosa en este mundo...tú sonrisa puede transformarse inclusive en un reconfortante Sol, se que en algún momento fuiste más que un amanecer... todo lleva su tiempo, como el ciclo de cualquier cosa.-cerró los ojos, añorando- Y la verdad tengo un pensamiento egoísta que te contaré como un secreto~- se inclinó delante del rostro de la chica y volvió su sonrisa un poco más pícara, pero mucho más seria que las demás-ansío el día de poder ver aquella sonrisa...y el día de poder ayudarte a sacarla desde el fondo de tu corazón, Ren-chan-guiño uno de sus ojos, solo buscando al menos una pequeña sonrisa. Lo que no sabía realmente la guitarrista es que era un deseo sincero de parte del idol.
"Que tanto guardas en este pequeño corazón...que te tiene tan débil my little lamb."
Los pequeños espasmos por haber llorado tanto eran una clara muestra de que ese llanto era contenido hace mucho tiempo. Ren dejo de acariciar el cabello de la chica y sin dejar de abrazarla sacó un pañuelo de su bolsillo, con cuidado limpio las mejillas de la muchacha sonriendo tranquilo, sonriendo como el Ren que no muchas mujeres podían ver.
No es necesario agradecerme...ahora puedo decir que no eres una completa extraña, compartimos un momento valioso ¿right?-le dejó el pañuelo extendiéndolo y luego de un breve silencio que solo era interrumpido por los pequeños gimoteos de la chica, Ren miró hacía el cielo-¿Sabes por qué razón te comparé con la luna en vez de una estrella, kohitsuji-chan?tomó un poco de aire y prosiguió-
Las estrellas brillan con luz propia, es cierto...pero lo que nosotros vemos es solo una ilusión de lo que ellas fueron en sus años más gloriosos, la mayoría están ya extintas...muertas-ladeo el rostro y volvió la mirada hacía ella, acariciando suavemente su mejilla con la mirada firme, buscando darle seguridad a ella- tú aun estás aquí, viva, respirando, compartiendo tus dolencias conmigo, un completo desconocido, muy exhausta pero con una luz que no se quiere extinguir, que a pesar de todo sigue tratando de brillar aun cuando no sabe por qué razón lo hace, yo puedo verla cada vez que tratas de sonreír, pude ver un destello de ello cuando te conocí y vi esa suave sonrisa, aun a pesar de que estaba llena de melancolía.-dejó su mano sobre el hombro de la chica como una caricia- La luna si bien necesita de un Sol para brillar y es en ocasiones solitaria, puede llegar a extinguirse...pero renace mucho más radiante, se toma su tiempo y cuando llega el momento llena el cielo con su belleza demostrándole a todo el cielo infinito la hermosura que posee-su sonrisa se volvió más cálida y con un pequeño gesto su indice tocó la punta de la nariz de la guitarrista para luego volver su mano a su bolsillo y darle espacio- Se que puedes brillar más que cualquier cosa en este mundo...tú sonrisa puede transformarse inclusive en un reconfortante Sol, se que en algún momento fuiste más que un amanecer... todo lleva su tiempo, como el ciclo de cualquier cosa.-cerró los ojos, añorando- Y la verdad tengo un pensamiento egoísta que te contaré como un secreto~- se inclinó delante del rostro de la chica y volvió su sonrisa un poco más pícara, pero mucho más seria que las demás-ansío el día de poder ver aquella sonrisa...y el día de poder ayudarte a sacarla desde el fondo de tu corazón, Ren-chan-guiño uno de sus ojos, solo buscando al menos una pequeña sonrisa. Lo que no sabía realmente la guitarrista es que era un deseo sincero de parte del idol.
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
Mensajes : 381
Fecha de inscripción : 01/08/2013
Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Sus mejillas estaban notoriamente de color rojo, al igual que sus ojos. Por una parte la razón era el haber llorado de esa manera, por otro se sentía sumamente avergonzada de haberle hecho pasar por todo esto al idol, y aun más porque ahora se tomaba la molestia de reconfortarla. Las lágrimas que daban un brillo anaranjado en su rostro por las luces del atardecer desaparecieron con el gesto de Jinguji, le sonrió levemente.
Las palabras del chico realmente alcanzaron su cerrado corazón. ¿Realmente era capaz de ver aquello? Incluso ella había pensado que ese brillo era ya solo un vestigio del pasado, un pequeño destello de lo que alguna vez fue, pues en realidad estaba cansada, cansada de buscar respuestas, posibilidades, sueños, alguien que realmente dudaba de quien era. Pero así como él decía, ese brillo no quería apagarse. Las lágrimas acudieron nuevamente a su rostro. Era una llorona, más en alguna parte de su mente deseó ser capaz de contarle todo a Ren, respecto a Kei, respecto a Ion, a su pasado, al tiempo que estuvo lejos de la ciudad, a sus miedos, sus inseguridades...quizás hasta la patética Ren que apareció en ese tiempo...al que el pelirrojo siquiera conocía; creía que él podría escuchar y perdonarle todo, que alejaría cuanto le aterraba. Pero no era justo, ¿verdad? Él no tenía porque cargar con más peso del que ya le había sido cargado sin razón. Fue egoista con la única persona que la había contenido, no quería abusar más de él.
En respuesta de aquello último le sonrió en forma tranquila, así como hacía meses que no era capaz de hacerlo. Si... susurró despacio, cerrando los ojos liberando las lágrimas finales que albergaban en sus ojos. Se quedó así por unos momentos, para luego agregar.- Jinguji-san...Es muy amable...-Si bien aquel llanto no significaría que las cosas se arreglarían, al menos podía sentir una tranquilidad, quizás efímera, de llorar junto a alguien, de recibir palabras de apoyo que le prometían que todo estaría bien...incluso si fuera solo una dulce mentira, deseaba creer en ellas.
El cielo ya estaba cubriendose de un manto de destellantes luces en el cielo, las estrellas, tal vez habían perdido el espectáculo principal que el muchacho había querido presenciar, pero a ella le calmaban.-...¿Podemos...quedarnos un poco más? -pidió casi como una súplica. Después de todo quería pasar más tiempo con él, solo se había tratado de ella hasta ahora.- Quisiera que platicáramos un poco más...
Las palabras del chico realmente alcanzaron su cerrado corazón. ¿Realmente era capaz de ver aquello? Incluso ella había pensado que ese brillo era ya solo un vestigio del pasado, un pequeño destello de lo que alguna vez fue, pues en realidad estaba cansada, cansada de buscar respuestas, posibilidades, sueños, alguien que realmente dudaba de quien era. Pero así como él decía, ese brillo no quería apagarse. Las lágrimas acudieron nuevamente a su rostro. Era una llorona, más en alguna parte de su mente deseó ser capaz de contarle todo a Ren, respecto a Kei, respecto a Ion, a su pasado, al tiempo que estuvo lejos de la ciudad, a sus miedos, sus inseguridades...quizás hasta la patética Ren que apareció en ese tiempo...al que el pelirrojo siquiera conocía; creía que él podría escuchar y perdonarle todo, que alejaría cuanto le aterraba. Pero no era justo, ¿verdad? Él no tenía porque cargar con más peso del que ya le había sido cargado sin razón. Fue egoista con la única persona que la había contenido, no quería abusar más de él.
En respuesta de aquello último le sonrió en forma tranquila, así como hacía meses que no era capaz de hacerlo. Si... susurró despacio, cerrando los ojos liberando las lágrimas finales que albergaban en sus ojos. Se quedó así por unos momentos, para luego agregar.- Jinguji-san...Es muy amable...-Si bien aquel llanto no significaría que las cosas se arreglarían, al menos podía sentir una tranquilidad, quizás efímera, de llorar junto a alguien, de recibir palabras de apoyo que le prometían que todo estaría bien...incluso si fuera solo una dulce mentira, deseaba creer en ellas.
El cielo ya estaba cubriendose de un manto de destellantes luces en el cielo, las estrellas, tal vez habían perdido el espectáculo principal que el muchacho había querido presenciar, pero a ella le calmaban.-...¿Podemos...quedarnos un poco más? -pidió casi como una súplica. Después de todo quería pasar más tiempo con él, solo se había tratado de ella hasta ahora.- Quisiera que platicáramos un poco más...
Invitado- Invitado
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Podía escuchar un nuevo tono de su voz, podía ver otro semblante que el no conocía, ahora la chica que singularmente llamaba kohitsuji-chan mostraba facetas adorables, calmadas.
Jinguji-san...es muy amable
-sintió un deja vu, la figura de su compositora vino a su mente, su semblante se dispuso a una mueca de nostalgia dejando caer sus cejas entre disgusto y tristeza, fue una suerte que Ren mantuviese los ojos cerrados en ese momento, eso le dio tiempo para no ser descubierto. Volvió a tener el usual rostro calmado de siempre, la figura se esfumo de su mente.
Las estrellas estaban ya en lo alto, guardo silencio, sin quererlo algunas notas rondaron su cabeza, quizás luego las haría melodías.
Volvió la vista a la guitarrista cuando le hizo la pregunta y sonrió- Nada me haría más feliz en este momento, kohitsuji-chan...aquí estaré cuanto desees, además estoy muy bien acompañado-guiño un ojo en un juego de coqueteo algo infantil más que por el hecho de querer realmente ligar con ella, se denotaba incluso en su forma de hablar. Ladeo el rostro- Podemos hablar de lo que tú desees, después de todo estamos conociéndonos ¿cierto?-hizo un pausa y comenzó a enumerar con la mano- no te gusta lo dulce pero gustas de cocinarlos, eres guitarrista, estás hace 4 años en Glass City, tu cumpleaños es el 24 de mayo, te gusta la vista de este mirador, oh! y lo más importante-su sonrisa se volvió las juvenil- aun llorando te ves hermosa~...-miró a Ren y rió-oh vamos!eso es un punto muy importante jaja.-
La miró un momento-Hey, no tienes frío? al caer la noche comienza a helar...-se preocupó por eso, no quería que enfermase, el ya estaba acostumbrado a estar no demasiado abrigado así que prefería preguntar.
Jinguji-san...es muy amable
-sintió un deja vu, la figura de su compositora vino a su mente, su semblante se dispuso a una mueca de nostalgia dejando caer sus cejas entre disgusto y tristeza, fue una suerte que Ren mantuviese los ojos cerrados en ese momento, eso le dio tiempo para no ser descubierto. Volvió a tener el usual rostro calmado de siempre, la figura se esfumo de su mente.
Las estrellas estaban ya en lo alto, guardo silencio, sin quererlo algunas notas rondaron su cabeza, quizás luego las haría melodías.
Volvió la vista a la guitarrista cuando le hizo la pregunta y sonrió- Nada me haría más feliz en este momento, kohitsuji-chan...aquí estaré cuanto desees, además estoy muy bien acompañado-guiño un ojo en un juego de coqueteo algo infantil más que por el hecho de querer realmente ligar con ella, se denotaba incluso en su forma de hablar. Ladeo el rostro- Podemos hablar de lo que tú desees, después de todo estamos conociéndonos ¿cierto?-hizo un pausa y comenzó a enumerar con la mano- no te gusta lo dulce pero gustas de cocinarlos, eres guitarrista, estás hace 4 años en Glass City, tu cumpleaños es el 24 de mayo, te gusta la vista de este mirador, oh! y lo más importante-su sonrisa se volvió las juvenil- aun llorando te ves hermosa~...-miró a Ren y rió-oh vamos!eso es un punto muy importante jaja.-
La miró un momento-Hey, no tienes frío? al caer la noche comienza a helar...-se preocupó por eso, no quería que enfermase, el ya estaba acostumbrado a estar no demasiado abrigado así que prefería preguntar.
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
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Fecha de inscripción : 01/08/2013
Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Sonrió y escuchó todo cuanto describió de ella, realmente era un chico detallista que se preocupaba y recordaba las cosas que otros le decían. Le sorprendía que recordara cosas sin relevancia, como su gusto por cocinar golosinas y postres, o la atracción que sentía por el mirador que ahora mismo visitaban.
Sus mejillas rápidamente se tornaron de un notorio carmín al escuchar aquello último, avergonzada llevó la vista hasta el suelo, cubriendo su boca con el revés de su mano. ¿Hermosa? ¿Llorando como una niña pequeña? Más que el adjetivo que el muchacho le había dado se avergonzó al recordar la escenita que le hizo vivir hace un rato.-...E-eso no es cierto...-dijo con un tono nervioso, sin despegar la mirada de sus pies.
-¿Eh? N-no...me gusta este clima -sonrió levemente aun con el rostro sonrojado por lo anterior. A sus espaldas había una pequeña banca, la cual estaba en el sitio justo para tener una hermosa vista del cielo y la ciudad, la chica comenzó a caminar despacio hacia aquel lugar mientras hablaba.- Mh...Jinguji-san es un idol que viene de Japón, no le gustan los chocolates...-comenzó a describir imitando lo que el chico había hecho- Su cumpleaños es el 14 de febrero, suceso que está complétamente ligado con su disgusto por los chocolates...sabe tocar el saxofón maravillosamente...Es atento y amable, incluso con alguien que conoce hace muy poco, suele llamarme de formas extrañas, pero no me molesta -agregó enseguida, tomando asiento en la banca- También tiene una forma muy particular de decir las cosas...-Esperó a que se sentara, junto a ella para preguntar.- Mh...¿Por qué vino a Glass City?...Tokyo es un gran lugar para un Idol...
Sus mejillas rápidamente se tornaron de un notorio carmín al escuchar aquello último, avergonzada llevó la vista hasta el suelo, cubriendo su boca con el revés de su mano. ¿Hermosa? ¿Llorando como una niña pequeña? Más que el adjetivo que el muchacho le había dado se avergonzó al recordar la escenita que le hizo vivir hace un rato.-...E-eso no es cierto...-dijo con un tono nervioso, sin despegar la mirada de sus pies.
-¿Eh? N-no...me gusta este clima -sonrió levemente aun con el rostro sonrojado por lo anterior. A sus espaldas había una pequeña banca, la cual estaba en el sitio justo para tener una hermosa vista del cielo y la ciudad, la chica comenzó a caminar despacio hacia aquel lugar mientras hablaba.- Mh...Jinguji-san es un idol que viene de Japón, no le gustan los chocolates...-comenzó a describir imitando lo que el chico había hecho- Su cumpleaños es el 14 de febrero, suceso que está complétamente ligado con su disgusto por los chocolates...sabe tocar el saxofón maravillosamente...Es atento y amable, incluso con alguien que conoce hace muy poco, suele llamarme de formas extrañas, pero no me molesta -agregó enseguida, tomando asiento en la banca- También tiene una forma muy particular de decir las cosas...-Esperó a que se sentara, junto a ella para preguntar.- Mh...¿Por qué vino a Glass City?...Tokyo es un gran lugar para un Idol...
Invitado- Invitado
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
De una u otra forma el ambiente se notaba mucho mas cómodo, ¿Quién diría que hace no más de unos 2 minutos en ese escenario solo se escuchaban llantos? La guitarrista daba de su parte por estar a su lado para conocerle, el Jinguji debía admitir que eso le ponía feliz.
La comisura de sus labios se expandió cuando la chica se ruborizó negando la realidad y su pregunta sobre el frío, pero él no mentía, de verdad pensaba que Ren se veía guapa llorando, siempre había pensado que las facetas que una mujer demostraba natural y en su totalidad eran inclusive mucho más bellas que una pieza impagable de arte. Le gustaba aquello.
No tardó en seguir a la chica con calma, fijándose en como los pies de ella se movían, como imitaba sus gestos tal y como el los había hecho, se le hizo gracioso y hasta encantador.
Crees que te llamo de formas extrañas?-levantó las cejas un poco curioso- oh, es posible, aunque de verdad a casi todos suelo darles algún sobre nombre si es que les tomo cariño o son agradables conmigo, tu fuiste un caso realmente particular...me diste ánimos aun sin conocerme-cerró los ojo un momento-Pensé que por eso era una buena oportunidad llamarte kohitsuji-chan, me recordaste a una pequeña corderita...debe ser porque eres pequeña y adorable, incluso indefensa, pero eso me gusta te hace especial.- Se sentó a su lado, como siempre sonriendo-
Cuando le hizo la pregunta de Glass City su sonrisa se apago pero sin dejar de mantenerla, quien sabe si la muchacha podría ver ese pequeño gesto, era la misma sonrisa de siempre, pero era probable que no todos notaran el sutil cambio que hacía Ren.
¿Mentirle sobre las razones?...era una opción, la joven ya tenía demasiados problemas para que se enteraran de lo que acontecía en su pasado y en su propia cabeza, era amable y era bastante probable que se preocupara o intentara ver una solución al tema, eso se denotaba a simple vista, pero era una situación complicada, no quería darle más preocupaciones a Ren, él no estaba allí para eso. Su corazón se sintió cálido por unos momentos al pensar en esa posibilidad, de que ella se preocupase por él de forma sincera, no porque ella fuese una fan, esas típicas preocupaciones falsas.
De una u otra forma el tampoco sabía muy bien que sucedía en su corazón...inhaló un poco de aire mirando de nuevo el cielo.
Tokio es una ciudad muy grande, esa ciudad me vio crecer como idol, estuve en contacto con mucha gente, inclusive trabajé con otras personas gracias a eso, personas que me enseñaron que uno nunca está solo...-suspendió el habla, cuando dejó a Haruka en aquella gran ciudad no dijo más, seguro estaba allí pensando en que sucedía, aun con el anillo en su dedo.
Entrelazo sus dedos, apoyó sus codos en sus rodillas y se arqueó un poco para adoptar una postura más relajada, sin quererlo su mirada se posó sobre su dedo...estaba desnudo. El anillo de compromiso ya no era una vestimenta para él. Sintió que se iba a otro lugar por un instante.
"Deja de pensar tontería, ya no eres un chico de preparatoria...fue la mejor opción, ya nada tenía sentido en esa relación, nunca fue real..."
Abrió la boca y soltó palabras sin mas volviendo a mirarle- Básicamente escape de allí porque soy un cobarde, Ren-chan.-lo dijo en tono seco, melódico pero que dejaba un silencio incomodo que pareció eterno, se acabó solo cuando volvió a hablarle- Soy amable, lo admito, pero por esa misma razón mis acciones me condujeron a una ciudad en donde podía renacer-levantó mas la vista hacía los ojos de Ren, los de él inundados de una sombra llamada pasado, misteriosos pero extrañamente maduros-...Mi música se había extinguido, si seguía allí no iba a ser capaz de volver a ser el mismo-sus párpados cayeron de forma pesada con el semblante cansado, una de sus cejas hizo el típico gesto de "who cares", ese desinteresado que siempre hacía cuando ni el sabía que pasaba- Como tú perdí algo de brillo, solo eso. Un idol...no, un músico se debe a su publico, pero mucho antes a sí mismo...si ya no tienes pasión por la música-sonrió un poco a la muchacha- ya no tienes pasión por la vida, ni por como la vives.
La comisura de sus labios se expandió cuando la chica se ruborizó negando la realidad y su pregunta sobre el frío, pero él no mentía, de verdad pensaba que Ren se veía guapa llorando, siempre había pensado que las facetas que una mujer demostraba natural y en su totalidad eran inclusive mucho más bellas que una pieza impagable de arte. Le gustaba aquello.
No tardó en seguir a la chica con calma, fijándose en como los pies de ella se movían, como imitaba sus gestos tal y como el los había hecho, se le hizo gracioso y hasta encantador.
Crees que te llamo de formas extrañas?-levantó las cejas un poco curioso- oh, es posible, aunque de verdad a casi todos suelo darles algún sobre nombre si es que les tomo cariño o son agradables conmigo, tu fuiste un caso realmente particular...me diste ánimos aun sin conocerme-cerró los ojo un momento-Pensé que por eso era una buena oportunidad llamarte kohitsuji-chan, me recordaste a una pequeña corderita...debe ser porque eres pequeña y adorable, incluso indefensa, pero eso me gusta te hace especial.- Se sentó a su lado, como siempre sonriendo-
Cuando le hizo la pregunta de Glass City su sonrisa se apago pero sin dejar de mantenerla, quien sabe si la muchacha podría ver ese pequeño gesto, era la misma sonrisa de siempre, pero era probable que no todos notaran el sutil cambio que hacía Ren.
¿Mentirle sobre las razones?...era una opción, la joven ya tenía demasiados problemas para que se enteraran de lo que acontecía en su pasado y en su propia cabeza, era amable y era bastante probable que se preocupara o intentara ver una solución al tema, eso se denotaba a simple vista, pero era una situación complicada, no quería darle más preocupaciones a Ren, él no estaba allí para eso. Su corazón se sintió cálido por unos momentos al pensar en esa posibilidad, de que ella se preocupase por él de forma sincera, no porque ella fuese una fan, esas típicas preocupaciones falsas.
De una u otra forma el tampoco sabía muy bien que sucedía en su corazón...inhaló un poco de aire mirando de nuevo el cielo.
Tokio es una ciudad muy grande, esa ciudad me vio crecer como idol, estuve en contacto con mucha gente, inclusive trabajé con otras personas gracias a eso, personas que me enseñaron que uno nunca está solo...-suspendió el habla, cuando dejó a Haruka en aquella gran ciudad no dijo más, seguro estaba allí pensando en que sucedía, aun con el anillo en su dedo.
Entrelazo sus dedos, apoyó sus codos en sus rodillas y se arqueó un poco para adoptar una postura más relajada, sin quererlo su mirada se posó sobre su dedo...estaba desnudo. El anillo de compromiso ya no era una vestimenta para él. Sintió que se iba a otro lugar por un instante.
"Deja de pensar tontería, ya no eres un chico de preparatoria...fue la mejor opción, ya nada tenía sentido en esa relación, nunca fue real..."
Abrió la boca y soltó palabras sin mas volviendo a mirarle- Básicamente escape de allí porque soy un cobarde, Ren-chan.-lo dijo en tono seco, melódico pero que dejaba un silencio incomodo que pareció eterno, se acabó solo cuando volvió a hablarle- Soy amable, lo admito, pero por esa misma razón mis acciones me condujeron a una ciudad en donde podía renacer-levantó mas la vista hacía los ojos de Ren, los de él inundados de una sombra llamada pasado, misteriosos pero extrañamente maduros-...Mi música se había extinguido, si seguía allí no iba a ser capaz de volver a ser el mismo-sus párpados cayeron de forma pesada con el semblante cansado, una de sus cejas hizo el típico gesto de "who cares", ese desinteresado que siempre hacía cuando ni el sabía que pasaba- Como tú perdí algo de brillo, solo eso. Un idol...no, un músico se debe a su publico, pero mucho antes a sí mismo...si ya no tienes pasión por la música-sonrió un poco a la muchacha- ya no tienes pasión por la vida, ni por como la vives.
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
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Fecha de inscripción : 01/08/2013
Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
-¿Especial...?-repitió junto a él en forma de pregunta. ¿Especial en que sentido? ¿Alguien como ella? Ahora mismo esas palabras podían rebotar sobre ella, no por desprestigiar las palabras de Jinguji, sino más bien, porque tal y como estaba ahora no era capaz de aceptarlas, ella no se lo permitía. Hasta ahora nisiquiera se había permitido desahogarse como era debido, y no prentendía hacerlo, pero Ren terminó por romper la coraza que se puso con las palabras precisas y esa actitud protectora que tenía.
Incluso aunque a veces pensara que esas palabras no debía decirselas a ella se sentía tranquilizador, como agua cálida para su maltratado corazón, y aunque dolía al contacto poco a poco deseaba ser inhundada por ellas. Entre tanto silencio e ideas destructivas para si misma, la forma en que Ren la trataba llegaba a ser incluso necesaria ahora mismo.
La muchacha era, por sobre todo, una persona observadora, la cual podía notar con facilidad los sutiles cambios de expresión o desplante de la gente a su alrededor. La sonrisa de Jinguji, sin ese despampanante brillo que le caracterizaba se hizo notar, seguramente su respuesta era infinitamente más compleja de la que había dado. Se mantuvo en silencio aun notándolo, y solo atinó a sujetar parte de la tela que abrigaba el brazo del muchacho, mirándolo como si intentara decirle que no debía continuar si no lo deseaba así...Tal vez escondía tanto o más que ella tras esa carismática forma de ser.
-Si ya no podías brillar por tí mismo...no había sentido en quedarse...-volvió su vista hasta el cielo que ya se encontraba completamente oscuro y repleto de pequeñas lucesillas parpadeantes, junto a la luna aquellas eran las únicas fuentes de luz en aquel mirador. -Se necesita tiempo para armarse de valor y fuerzas y así...poder hacerle frente a los problemas...-comentó, también siendo un pequeño recordatorio para ella- Si lograste brillar aquí, significa que esta ciudad se ha convertido en tu nuevo hogar...-sonrió levemente.- Gracias a ello pudimos conocernos...-terminó por decir, con cierta vergüenza tras sus palabras.
-Siempre habrá tiempo para solucionar los problemas del pasado...-terminó por decir, esa era la frase que Hiro, aquel muchacho que siempre veló por ella, solía decirle para así no atormentarse demasiado por no poder solucionarlo todo en el acto, y ahora...realmente era algo de debía comenzar a aplicar.
Incluso aunque a veces pensara que esas palabras no debía decirselas a ella se sentía tranquilizador, como agua cálida para su maltratado corazón, y aunque dolía al contacto poco a poco deseaba ser inhundada por ellas. Entre tanto silencio e ideas destructivas para si misma, la forma en que Ren la trataba llegaba a ser incluso necesaria ahora mismo.
La muchacha era, por sobre todo, una persona observadora, la cual podía notar con facilidad los sutiles cambios de expresión o desplante de la gente a su alrededor. La sonrisa de Jinguji, sin ese despampanante brillo que le caracterizaba se hizo notar, seguramente su respuesta era infinitamente más compleja de la que había dado. Se mantuvo en silencio aun notándolo, y solo atinó a sujetar parte de la tela que abrigaba el brazo del muchacho, mirándolo como si intentara decirle que no debía continuar si no lo deseaba así...Tal vez escondía tanto o más que ella tras esa carismática forma de ser.
-Si ya no podías brillar por tí mismo...no había sentido en quedarse...-volvió su vista hasta el cielo que ya se encontraba completamente oscuro y repleto de pequeñas lucesillas parpadeantes, junto a la luna aquellas eran las únicas fuentes de luz en aquel mirador. -Se necesita tiempo para armarse de valor y fuerzas y así...poder hacerle frente a los problemas...-comentó, también siendo un pequeño recordatorio para ella- Si lograste brillar aquí, significa que esta ciudad se ha convertido en tu nuevo hogar...-sonrió levemente.- Gracias a ello pudimos conocernos...-terminó por decir, con cierta vergüenza tras sus palabras.
-Siempre habrá tiempo para solucionar los problemas del pasado...-terminó por decir, esa era la frase que Hiro, aquel muchacho que siempre veló por ella, solía decirle para así no atormentarse demasiado por no poder solucionarlo todo en el acto, y ahora...realmente era algo de debía comenzar a aplicar.
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Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Fue un pequeño gesto, un simple y justo, sus ojos se encontraron cuando ella tiró de la tela de su ropa. Ren no pudo evitar sonreír casi agradeciéndole, la chica había dado en el blanco, tanto ella como él tenían un pasado que era probable mejor no hablar, al menos no por el momento.
Suspiró cuando la guitarrista miró al cielo, escucho cada palabra que le dijo.
Nuevo hogar...hm-sonrió con ternura-para luego mirarle y referirse a lo otro- Es cierto, debo agradecerlo. Si te soy sincero hace muchísimo tiempo que no tenía una charla como esta-rió un poco- Sin duda eres especial, no suelo hablar cosas como estás. Es posible que estuviésemos destinados a conocernos y ayudarnos mutuamente, conocernos...-bromeo un poco levantando el dedo levantando el meñique de la mano izquierda haciendo una insinuación a la leyenda del hilo rojo- Los nombres nos unían~kohitsuji-chan
-llevó su mano hacía la cabeza de Ren y la acarició con dulzura, con la misma dulzura y hasta cierto encanto que ahora le miraba- Si, ya habrá tiempo- sus celestes ojos se entrecerraron un poco- y recuerda que no estás sola, ahora estoy aquí, recuerdalo siempre. Además aun me queda mucha ciudad por conocer~-guiño su ojo izquierdo sonriendo más travieso-
Suspiró cuando la guitarrista miró al cielo, escucho cada palabra que le dijo.
Nuevo hogar...hm-sonrió con ternura-para luego mirarle y referirse a lo otro- Es cierto, debo agradecerlo. Si te soy sincero hace muchísimo tiempo que no tenía una charla como esta-rió un poco- Sin duda eres especial, no suelo hablar cosas como estás. Es posible que estuviésemos destinados a conocernos y ayudarnos mutuamente, conocernos...-bromeo un poco levantando el dedo levantando el meñique de la mano izquierda haciendo una insinuación a la leyenda del hilo rojo- Los nombres nos unían~kohitsuji-chan
-llevó su mano hacía la cabeza de Ren y la acarició con dulzura, con la misma dulzura y hasta cierto encanto que ahora le miraba- Si, ya habrá tiempo- sus celestes ojos se entrecerraron un poco- y recuerda que no estás sola, ahora estoy aquí, recuerdalo siempre. Además aun me queda mucha ciudad por conocer~-guiño su ojo izquierdo sonriendo más travieso-
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
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Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
¿Destinados...?, era una palabra con gran significado en la que realmente ya no sabía creer o no, después de todo el destino no había hecho más que jugarle malas pasadas cuando creía que todo comenzaba a salir bien, uniendo cabos que no necesitaba, encontrandose con gente de la que había huído todo este tiempo. De su hermano, Ion, el único que tenía la llave para recordar su pasado, un pasado que solo quizo enterrar. Aun así, si el destino había sido el culpable de que Jinguji hubiese aparecido en su vida, por primera vez en mucho tiempo, debía agradecerle a ese destino en el cual no creía. Él parecía ser un pequeño guía, una estrella a la cual seguir y levantarse de una buena vez.
Rió por la mención de los nombres. ¿Era extraño, no? Que dos personas se llamaran de igual forma, incluso siento de sexos opuestos y crecidos en paises diferentes. Pues si bien recordaba su padre era japonés y su madre británica (lo poco y nada que supo de ellos, lo poco que fue verdad), pero terminó viviendo muy cerca de Glass City. Por esa razón era casi imposible que estos dos personajes se encontraran en su vida. -Quien sabe...-susurró de forma tranquila. Siendo o no siendo así, la muchacha estaba realmente agradecida de haberle conocido.- Solo sé...que necesitaba conocerle...-agregó un poco más bajo, nuevamente levantando la vista a las luces parpadeantes.
Se giró casi enseguida, cuando el otro posó su mano sobre su cabeza. Le recordó a Kei...él solía acariciarle la cabeza de esa forma, y si recordaba bien, había sido el primer gesto de afecto que el chico había realizado. Sus ojos se llenaron de melancolía, sentimiento que se alivianó por las palabras que le siguieron. "Y recuerda que no estás sola, ahora estoy aquí" un nudo en la garganta se formó tras esa frase. - Um - asintió, casi a punto de llorar otra vez.- Es una ciudad grande...me llevará tiempo enseñársela completamente...-rió suavemente al responder.
Rió por la mención de los nombres. ¿Era extraño, no? Que dos personas se llamaran de igual forma, incluso siento de sexos opuestos y crecidos en paises diferentes. Pues si bien recordaba su padre era japonés y su madre británica (lo poco y nada que supo de ellos, lo poco que fue verdad), pero terminó viviendo muy cerca de Glass City. Por esa razón era casi imposible que estos dos personajes se encontraran en su vida. -Quien sabe...-susurró de forma tranquila. Siendo o no siendo así, la muchacha estaba realmente agradecida de haberle conocido.- Solo sé...que necesitaba conocerle...-agregó un poco más bajo, nuevamente levantando la vista a las luces parpadeantes.
Se giró casi enseguida, cuando el otro posó su mano sobre su cabeza. Le recordó a Kei...él solía acariciarle la cabeza de esa forma, y si recordaba bien, había sido el primer gesto de afecto que el chico había realizado. Sus ojos se llenaron de melancolía, sentimiento que se alivianó por las palabras que le siguieron. "Y recuerda que no estás sola, ahora estoy aquí" un nudo en la garganta se formó tras esa frase. - Um - asintió, casi a punto de llorar otra vez.- Es una ciudad grande...me llevará tiempo enseñársela completamente...-rió suavemente al responder.
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Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Parecía como si el solo gesto de cariño que hizo por un momento la llevase a un lugar en el cual el no tendría acceso pero..más que eso, el conocía esa mirada, ese tipo de miradas donde algo que hacía generaban recuerdos. Sintió impotencia, aun cuando no era culpa necesariamente de Ren que él recordara ese tipo de miradas. La guitarrista no tenía la culpa de que le recordase a la faceta que mostraba Haruka cuando recordaba a Otoya. Suspiró casi inaudible y volvió a sonreír.
es verdad, aun queda mucha ciudad...-se levantó y miró el cielo, sus sonrisa se disipó sutilmente perdiéndose entre los ínfimos sonidos de la noche, caminó unos cuantos pasos hacia adelante. Allí estaba de nuevo evadiéndose a si mismo, dejando que sus propios sentimientos se escondieran con la oscuridad de la noche.
Para la próxima vez sería bello venir con tú guitarra, de seguro la escena sería preciosa- se giró para mirar a la muchacha sin notar que su mirada era nostálgica. Guitarras...el antes odiaba las guitarras, aun cuando no fuese la culpa de ese instrumento...el las odiaba, pero la guitarra de Ren ese día sonaba de forma tan dulce que vio una posibilidad de retomar cierto cariño por las cuerdas y su sonido. Ladeo la cabeza y por alguna razón su sonrisa se volvió más madura-No, creo que la escena sería bella solo porque sabes darle vida a tu guitarra...eran sentimientos realmente puros.-más que como un cumplido lo dijo con una sinceridad que daba a entender que sus palabras eran un hecho. Volvió la mirada al cielo intentando retomar la usual forma de hablar, retomar la vitalidad.
Hace cuanto tiempo tocas la guitarra, Ren-chan?
es verdad, aun queda mucha ciudad...-se levantó y miró el cielo, sus sonrisa se disipó sutilmente perdiéndose entre los ínfimos sonidos de la noche, caminó unos cuantos pasos hacia adelante. Allí estaba de nuevo evadiéndose a si mismo, dejando que sus propios sentimientos se escondieran con la oscuridad de la noche.
Para la próxima vez sería bello venir con tú guitarra, de seguro la escena sería preciosa- se giró para mirar a la muchacha sin notar que su mirada era nostálgica. Guitarras...el antes odiaba las guitarras, aun cuando no fuese la culpa de ese instrumento...el las odiaba, pero la guitarra de Ren ese día sonaba de forma tan dulce que vio una posibilidad de retomar cierto cariño por las cuerdas y su sonido. Ladeo la cabeza y por alguna razón su sonrisa se volvió más madura-No, creo que la escena sería bella solo porque sabes darle vida a tu guitarra...eran sentimientos realmente puros.-más que como un cumplido lo dijo con una sinceridad que daba a entender que sus palabras eran un hecho. Volvió la mirada al cielo intentando retomar la usual forma de hablar, retomar la vitalidad.
Hace cuanto tiempo tocas la guitarra, Ren-chan?
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
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Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Siguió con la mirada los pasos de Jinguji, parecía ciertamente más apagado que su actuar normal, por unos segundos se preguntó si había hecho algo para que su andar se volviera así...o tal vez este hombre con un mirar melancólico era el verdadero Ren. Tal vez ambos se comportaban de la misma manera, cubriendo su tristeza con un manto, rescatando solo una cara sonriente.
Le sonrió ante la posibilidad de traer también su guitarra, después de todo disfrutaba llevarla consigo y tocarla en cualquier lugar.- Tendremos que venir más temprano...o no lograré ver ninguna cuerda...-le respondió acompañando aquella frase con una fina risilla, pues ciertamente la luz en el mirador era casi nula, rodeado de árboles altos y frondosos, alejado de la ciudad y con luz artificial que sólo alumbraba el primer tramo del camino, donde se encontraban ahora la luna y las estrellas eran su único farol. Por aquella misma razón no supo si el pelinaranjo logró percatarse del sutil sonrojo en las mejillas de la muchacha, por el pequeño cumplido de su interpretación en la guitarra.
-¿E-eh?...Pues...desde el orfanato...Uh-- notó tarde que había soltado un tema bastante personal, pero ya que más daba, Jinguji había visto su lado más indefenso, la contuvo, él ya no era un completo desconocido.- Viví en un orfanato desde los 5 años...perdí a mis padres en...-titubeó bajando la mirada antes de continuar, generándo una pequeña pausa.- En un accidente. -concluyó, en un tono neutro y cortante, que por ahora esa sería la mejor explicación, Al no tener familiares que pudieran cuidar de mí fui enviada a ese lugar...De pequeña era muy tímida, no hablaba con nadie, por lo que no logré hacer amigos...Y un día descubrí la guitarra y la música -sus ojos se llenaron de un brillo especial, aun si todo era un caos a su alrededor, sabía que su fiel compañera jamás la abandonaría.- Comencé a tocar en ese momento. Sólo por oído, nunca aprendí a leer una partitura -se rió de sí misma con cierta vergüenza de ello- Ni siquiera ahora.
Le sonrió ante la posibilidad de traer también su guitarra, después de todo disfrutaba llevarla consigo y tocarla en cualquier lugar.- Tendremos que venir más temprano...o no lograré ver ninguna cuerda...-le respondió acompañando aquella frase con una fina risilla, pues ciertamente la luz en el mirador era casi nula, rodeado de árboles altos y frondosos, alejado de la ciudad y con luz artificial que sólo alumbraba el primer tramo del camino, donde se encontraban ahora la luna y las estrellas eran su único farol. Por aquella misma razón no supo si el pelinaranjo logró percatarse del sutil sonrojo en las mejillas de la muchacha, por el pequeño cumplido de su interpretación en la guitarra.
-¿E-eh?...Pues...desde el orfanato...Uh-- notó tarde que había soltado un tema bastante personal, pero ya que más daba, Jinguji había visto su lado más indefenso, la contuvo, él ya no era un completo desconocido.- Viví en un orfanato desde los 5 años...perdí a mis padres en...-titubeó bajando la mirada antes de continuar, generándo una pequeña pausa.- En un accidente. -concluyó, en un tono neutro y cortante, que por ahora esa sería la mejor explicación, Al no tener familiares que pudieran cuidar de mí fui enviada a ese lugar...De pequeña era muy tímida, no hablaba con nadie, por lo que no logré hacer amigos...Y un día descubrí la guitarra y la música -sus ojos se llenaron de un brillo especial, aun si todo era un caos a su alrededor, sabía que su fiel compañera jamás la abandonaría.- Comencé a tocar en ese momento. Sólo por oído, nunca aprendí a leer una partitura -se rió de sí misma con cierta vergüenza de ello- Ni siquiera ahora.
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Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
cierto-pensó un poco- tenemos la luz del auto, aunque claro, es mucho más hermoso la visión de los rayos del Sol y la guitarra-se acercó un poco para escucharle cuando hablaba.
"Orfanato...así que la muchacha tenía un pasado como ese" la miró con naturalidad dejando entrever que podía seguir se así lo deseaba, y así lo hizo la guitarrista lo cual le alegro al pelinaranjo. Deseaba escuchar más de ella.
La infancia de la chica era bastante dura, el Jinguji había tenido todo en su vida, juguetes, ropa, "amigos" más eso no era realmente importante, lo único importante siempre fue para él la música, tal y como había descubierto cuando cantaba o escuchaba a su madre cantar a escondidas de su padre.
Fijó su mirada en Ren cuando habló de la guitarra, sintió que el simple gesto de hablar de su guitarra le daba un brillo especial que ninguna otra cosa de la que hablara la dejaba ver tan hermosa, esa belleza natural que no muchas mujeres tenían. Si alguien que lo conociese muy bien hubiese estado ahí de seguro le hubiesen molestado, le había gustado aquel brillo en los ojos y eso generó en el Jinguji una pequeña y muy escondida verguenza que posiblemente si no hubiese sido de noche se haría notoria por un leve rubor en su mejilla.
"Ok, she is very cute...this's bad..."
La guitarra siempre ha sido tu mejor amiga, comprendo ese sentimiento- caminó quedando frente a ella- tengo un... amigo que pasó algo muy similar a ti Ren-chan-irónico que Otoya fuese el caso- Ikki es una persona muy entusiasta a pesar de haber vivido en un orfanato, contagiaba alegría a quien se le acercase y al igual que tú es guitarrista-dejó sus manos en sus bolsillos- Su padre no lo conoce y su madre murió en un accidente, pero a pesar de todo es y siempre a sido un estúpido impulsivo- se rió por ese comentario- nunca nos importó realmente de donde venía y a él tampoco-tomó un poco de aire y sonrió con calidez- después de todo siempre le dije...tu pasado es el que te tiene aquí con nosotros, eso es lo importante.
Su celeste mirada se encontró con la azulina de la pelimarrón- Tal y como tú en este momento ¿verdad? Sin todo lo que paso no serías Ren.
Se sentó de nuevo junto con ella- Leer partituras no es dificil en lo absoluto, puedo enseñarte, sé que aprenderás rápido-guiño uno de sus ojos- debo de pagar de alguna forma lo servicial que ha sido conmigo mi querida guía, y debemos ser partidarios del compañerismo entre miembros del sello~
Era una amena charla, mucho más de lo que había pensado que podría ser, un verdadero suspiro de tranquilidad para Ren, por primera vez en la ciudad se decía a si mismo que había encontrado a alguien que estaba viendo quien era de verdad, aunque claramente faltaba mucho por conocer, entre ambos.
"Orfanato...así que la muchacha tenía un pasado como ese" la miró con naturalidad dejando entrever que podía seguir se así lo deseaba, y así lo hizo la guitarrista lo cual le alegro al pelinaranjo. Deseaba escuchar más de ella.
La infancia de la chica era bastante dura, el Jinguji había tenido todo en su vida, juguetes, ropa, "amigos" más eso no era realmente importante, lo único importante siempre fue para él la música, tal y como había descubierto cuando cantaba o escuchaba a su madre cantar a escondidas de su padre.
Fijó su mirada en Ren cuando habló de la guitarra, sintió que el simple gesto de hablar de su guitarra le daba un brillo especial que ninguna otra cosa de la que hablara la dejaba ver tan hermosa, esa belleza natural que no muchas mujeres tenían. Si alguien que lo conociese muy bien hubiese estado ahí de seguro le hubiesen molestado, le había gustado aquel brillo en los ojos y eso generó en el Jinguji una pequeña y muy escondida verguenza que posiblemente si no hubiese sido de noche se haría notoria por un leve rubor en su mejilla.
"Ok, she is very cute...this's bad..."
La guitarra siempre ha sido tu mejor amiga, comprendo ese sentimiento- caminó quedando frente a ella- tengo un... amigo que pasó algo muy similar a ti Ren-chan-irónico que Otoya fuese el caso- Ikki es una persona muy entusiasta a pesar de haber vivido en un orfanato, contagiaba alegría a quien se le acercase y al igual que tú es guitarrista-dejó sus manos en sus bolsillos- Su padre no lo conoce y su madre murió en un accidente, pero a pesar de todo es y siempre a sido un estúpido impulsivo- se rió por ese comentario- nunca nos importó realmente de donde venía y a él tampoco-tomó un poco de aire y sonrió con calidez- después de todo siempre le dije...tu pasado es el que te tiene aquí con nosotros, eso es lo importante.
Su celeste mirada se encontró con la azulina de la pelimarrón- Tal y como tú en este momento ¿verdad? Sin todo lo que paso no serías Ren.
Se sentó de nuevo junto con ella- Leer partituras no es dificil en lo absoluto, puedo enseñarte, sé que aprenderás rápido-guiño uno de sus ojos- debo de pagar de alguna forma lo servicial que ha sido conmigo mi querida guía, y debemos ser partidarios del compañerismo entre miembros del sello~
Era una amena charla, mucho más de lo que había pensado que podría ser, un verdadero suspiro de tranquilidad para Ren, por primera vez en la ciudad se decía a si mismo que había encontrado a alguien que estaba viendo quien era de verdad, aunque claramente faltaba mucho por conocer, entre ambos.
Ren Jinguji- Ocupación : Vocalista
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Edad : 31
Re: Lo prometido es deuda (Ren Hikari)
Se giró hasta él cuando comenzó a hablar, siguiéndole con la mirada hasta llegar a encontrarse frente a frente. ¿Ikki?, sin duda ese nombre le sonaba, tardó unos segundos, pero al igual que Jinguji ese jóven era un idol también, ¿no? Del mismo grupo que incluía al pelinaranjo, si mal no recordaba era el jóven de cabello rojo, ese color y cabello desordenado le recordaba un poco a su ex-novio, era curioso incluso aunque le recordara a él pudo evitar deprimirse nuevamente, quizás era porque estaba demasiado concentrada en las palabras del muchacho frente a ella, quien sabe.- Ya veo...-dijo sonriendo con ternura- Me gustaría conocer a aquel amigo suyo...Se ve que es muy importante para Jinguji-san-continuó para darle paso al rubor que ahora compañaba sus sonrisa.
Asintió, si bien el pasado más allá del orfanato no había sido más que una mera ilusión, llena de palabras bonitas y memorias inexistentes, lo que era ahora no podía ser cambiado, esta era Ren ¿no?. Podía fiarse de eso...¿verdad? Incluso aunque hubiera crecido recordardo todo lo ocurrido...tal vez...aun sería como es ahora...Le aterraba pensar que su yo actual no era más que una mentira, le asustaba pensar en los quizás o Y si.... Cerró los ojos unos momentos, espantándo esas ideas de su mente, por ahora sólo se preocuparía del chico frente a ella.
-¿N-no sería molestia...? después de todo...ahora estará bastante ocupado con los trabajos del Sello...-le dijo con cierta preocupación, ella era buena con el oído, pero bastante terca y lenta cuando de formación técnica se trataba.- La verdad...e-esque soy bastante tonta para estas cosas....Ngh...-Cerró los ojos un tanto decepcionada de sí misma, sonrojada por su confesión, jugándo con sus manos. Pues en realidad lo había intentado, por su cuenta, siendo un total fracaso lanzando los papeles al aire resignada a la situación.
No se había dado cuenta...que en solo unas horas el nerviosismo natural que le producia Ren solo por tratarse de un hombre se había esfumado, había logrado comenzar a hablarle con naturalidad, incluso contarle ciertas cosas de si misma...y ahora, una conversación totalmente mundana, pero la incomodidad se había esfumado ya hace bastante tiempo.
Asintió, si bien el pasado más allá del orfanato no había sido más que una mera ilusión, llena de palabras bonitas y memorias inexistentes, lo que era ahora no podía ser cambiado, esta era Ren ¿no?. Podía fiarse de eso...¿verdad? Incluso aunque hubiera crecido recordardo todo lo ocurrido...tal vez...aun sería como es ahora...Le aterraba pensar que su yo actual no era más que una mentira, le asustaba pensar en los quizás o Y si.... Cerró los ojos unos momentos, espantándo esas ideas de su mente, por ahora sólo se preocuparía del chico frente a ella.
-¿N-no sería molestia...? después de todo...ahora estará bastante ocupado con los trabajos del Sello...-le dijo con cierta preocupación, ella era buena con el oído, pero bastante terca y lenta cuando de formación técnica se trataba.- La verdad...e-esque soy bastante tonta para estas cosas....Ngh...-Cerró los ojos un tanto decepcionada de sí misma, sonrojada por su confesión, jugándo con sus manos. Pues en realidad lo había intentado, por su cuenta, siendo un total fracaso lanzando los papeles al aire resignada a la situación.
No se había dado cuenta...que en solo unas horas el nerviosismo natural que le producia Ren solo por tratarse de un hombre se había esfumado, había logrado comenzar a hablarle con naturalidad, incluso contarle ciertas cosas de si misma...y ahora, una conversación totalmente mundana, pero la incomodidad se había esfumado ya hace bastante tiempo.
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Mar Nov 19, 2024 9:55 pm por Kaori Kondo