Lo prometido es deuda (Ren Hikari)

Luego de dar su audición salió del edificio con el corazón vibrando de emoción, aun no tenía la confirmación pero deseaba decírselo...si, tenía que comunicarse con la chica de alguna u otra manera. Sacó su celular y le envió un mensaje de texto:

Dentro de unos días lo sabré, pero al parecer a Revo le agrado mi canción ¿te gustaría escucharla algún día?. Me estaré esforzando, cuando reciba la confirmación te lo haré saber. Vamos~ que si no logro entrar necesitaré que alguien me consuele¿Podrías ser tú? *risas*. Gracias de nuevo lady  ♥

Enviado el mensaje dejo el tiempo pasar y al cabo de un día el sello le hacía saber de los resultados mediante una carta. Lo había logrado, ya era parte de Merveilles.

Sin esperar mucho vio la hora, no era muy tarde y el atardecer pronto caería.
Sería grato verle ahora-volvió a tomar su celular y marco el número de Ren una vez escucho su voz detrás del auricular comenzó a hablar-

Buenas tardes, usted habla con Ren Jinguji nuevo Idol de MERVEILLES RECORDS, podría comunicarme con la señorita Ren Hikari? Deseo que cumpla su promesa conmigo esta tarde~ estoy inclusive dispuesto a ir por ella ahora mismo-la voz de Ren sonaba tranquila como siempre y bastante animada siempre con su usual cuota de galantería.

Las horas habían pasado y la chica esperaba alguna respuesta del pelinaranjo, no había dejado el edificio aun, por si él le daba alguna noticia, matando el tiempo mientras tocaba su guitarra. Finalmente su celular sonó, leyó el mensaje y sonrió levemente para luego responder.


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Se encontraba en su nuevo departamento, sin hacer nada. El trabajo había terminado temprano y sus ánimos no estaban para salir, sólo quería descanzar de un largo día en su casa, eso hasta que el celular sonó.-¿Si?- dijo al responder el celular. Una voz masculina y familiar habló desde el otro lado, enseguida sonrió al escuchar el nombre del joven. Abrió los ojos al escuchar lo que continuó, y al terminar sólo pudo decirle con una voz animada.-¡M-muchas felicidades, Jinguji-san!...Eh...ah...-titubeó, estaba echa un desaste, pues al llegar simplemente terminó por lanzarse sobre su cama.- D-deme unos minutos...¿Dónde le espero...? -preguntó comenzando a ordenar un poco su caótico cabello. Si bien aun no se encontraba bien, había prometido mostrarle la ciudad y bueno...en el fondo también deseaba liberarse de toda esa soledad que le rodeaba.

-cerró los ojos al escucharle sin poder evitar sonreír- Thanks my lady, eres la primera que me felicita-al escucharle titubeante le contesto entre risas- Puedo darte los minutos que desees, te parece que vaya por ti cerca de tu casa? No tengo problema en recogerte en el auto-Miró por la ventana- el cielo está despejado y el atardecer pronto caerá  me gustaría ver los colores desde el mirador?Oí que es un bonito lugar-caminó por su departamento un poco mientras hablaba- Un copiloto que me de la dirección estaría bien y además no me gustaría que de regreso a tu casa caminaras sola. Estoy mas que seguro que los colores cálidos le favorecen a tu rostro...déjame verlos... 

Se levantó de la cama en forma precipitada mientras se ordenaba un poco la ropa, aun así seguía con el celular en la mano, cerca de su oído.-¿Eh? Sí...la verdad es un precioso lugar para ver el cielo...-comentó, era uno de sus pasatiempos después de todo. Seguramente no existía nadie más en la ciudad que disfrutara más ni pasara más tiempo en el Mirador que la chica.- Entonces...Si no hay problema con ello...vivo en los departamentos frente a la plaza central de Glass City, ¿la conoce?- Mientras hablaba con él, buscaba sus zapatos, un chaleco para cubrirse y todo lo que le faltaría para verse un poco decente.- ¿Puede esperarme allí, en la plaza?

Al mentalizar el Mirador recordó la promesa que había realizado con cierta muchacha de cabello carmín, ¿Seguiría en la ciudad? ¿Habría alcanzado pasar la audición?...¿Recordaría su promesa? se preguntó Ren. Quedó sumergida en sus pensamientos por unos segundos, las palabras de Ichigo comenzaron a resonar en su cabeza [...] no confíes...Las personas no son de fiar. Ahora mismo con todo aquello que le rodeaba, Ichigo parecía estar en lo correcto. Escuchó de forma lejana la voz de Jinguji al otro lado del auricular.- P-perdón...estaba distraída...¿Qué fue lo que dijo?.-preguntó intentando retomar la conversación.

Oh! si, conozco el lugar claro, he pasado en coche por allí mas de una vez y no hay problema, pasaré por ti allí-siguió caminando un espejo para ordenar su cabellera. La chica estaba distraída, solo suspiro ante eso. No importaba si no caía en el juego de su habitual galantería no tenía intensiones de ligar con ella, era solo...una extraña sensación de calidez, quizás era por que la chica con ciertos gestos le recordaba a Haruka, pero claro, eran personas completamente distintas no era tan tonto como para confundirlas- Nada, solo...me alegro de que no te rehusaras lady, espero poder volver a darte una sonrisa..-sonrió sin quererlo y vio el reloj,desde el Edificio Windermere hasta el centro donde estaban los departamentos no era demasiado trayecto-Entonces!paso por ti en unos 15 minutos, te parece? No me tardaré mucho en el auto, estoy cerca. Para que lo reconozcas es rojo, aunque podría divisarte entre la multitud con facilidad, no hay forma de olvidar tu rostro ♥.

Dejó escapar una pequeña risilla nerviosa tras el comentario, ¿le hablaría así a todas las chicas que conocía? Seguramente era un Don Juan de primera, de todos modos no importaba demasiado, la chica no era de enganchar con cualquiera, menos ahora que seguía pensando en el pelirrojo, sólo deseaba distanciarse de esa rutina melancólica que comenzaba a matarla. Una converación, un amigo, alguien más a quien escuchar a parte de sus pensamientos que no hacian más que hundirla.-Sí...en 15 minutos estará bien. Nos vemos entonces.-Dicho esto colgó el teléfono.

En unos minutos estuvo lista, saldría con el mismo atuendo que llevó en el trabajo aquel día. Bajó las escaleras hasta el primer piso, al llegar allí miró con cuidado a los lados, más seguramente Kei seguiría en el trabajo a estas horas, solía llegar bastante tarde por las noches, aun no se sentía capaz de verle a la cara...era demasiado patética como para poder saludarle correctamente.

Se apresuró hasta el parque donde no tardó mucho en encontrar el ya nombrado auto de color rojo, el chico estaba allí.- Buenas tardes, Jinguji-san -Saludó al encontrarse a una distancia prudente de él.-¿Lleva mucho aquí?- Se sentía bastante extraño conocer a alguien con un auto...parecía algo imponente y grande, por lo que no se decidió a subir hasta que el otro diera las instrucciones de ello.

Al cortar la comunicación fue a cambiarse de ropa, la chica era sencilla así que llevar algo demasiado ostentoso quizás la pondría incomoda. Por otra parte consideraba que esta salida para ambos era un medio de relajación así que con este pensamiento ató su cabello en una coleta y se vistió con un un conjunto sobrio pero bien arreglado.

Se subió a su auto y verificando que aun había tiempo paso por una pequeña florería, un pequeño gesto no estaba demás así que compró un buque de rosas de color rosado, algunas pálidas y otras mas oscuras, detalles que era probable que la chica no supiera por el lenguaje de las flores, pero era lo que ella para el idol significaba, además de las gracias que quería hacerle llegar. Ya hecho esto se dirigió al lugar, la guitarrista aun no llegaba, aunque era algo obvio considerando que Ren llegaba siempre antes.

De pie junto al auto espero paciente, no fue demasiado. Al ver a la chica sonrió.

Good afternoon lady~-extendió el ramo de flores hacia ella junto con una sonrisa amena-Van de acuerdo a la ocasión, kohitsuji-chan. 

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El detalle de las flores le sorprendió un poco, Jinguji parecía ser una persona bastante detallista, más no contaba con que también lo llegara a ser con ella, después de todo sólo habían tenido un solo encuentro. Las recibió dibujando en su rostro una tímida sonrisa, agachando levemente la cabeza.- M-muchas gracias por el gesto...son hermosas -Además de la música la chica gustaba de las sorpresas. ¿Hacía cuánto tiempo que no recibía algo así? Ciertamente no podía recordarlo.- ...¡Ah!- Enseguida recordó el pequeño detalle que había traído. Dejó las flores descanzar en uno de sus brazos y buscó en su bolso. No tardó mucho en sacar de él una caja de chocolates, le agradaba hacer esas cosas por su cuenta, pero esta vez el chico le había dejado demasiado poco tiempo para ello, debió buscar un minimarket por el sector para poder dar con algo antes de llegar al lugar acordado.

-Felicidades por el resultado en tu audición, de ahora en adelante seremos colegas. Espero que podamos llevarnos bien también en el trabajo. -sonrió extendiendo la cajita.-...La verdad...no se si gusta de estas cosas...uhn...si no es así podemos cambiarlo por algo más...eh...-musitó alejando levemente la caja del pelinaranjo. Su duda surgió básicamente por a ella no le gustaban las cosas dulces, sabía que la mayoría de las personas lo amaban, pero si ella no ¿qué le hacía poder adivinar que a Jinguji si le gustarían?

-cerró los ojos al sonreír viendo el rostro de ella-No fue nada, me ayudaste dándome ánimos, es lo menos que podía hacer-su semblante lucía curioso siguiendolas manos de la chica con la mirada y esos mismos ojos que estaban concentrados en ella se abrieron de par en par al ver la caja extendida hacía él- Oya?-sin poder evitarlo de sus labios salio una usual frase que decía en japón cuando algo le llamaba la atención, pestañeo dos veces. Si...eran chocolates. Ren detestaba los chocolates.

La frase de la chica y sus felicitaciones eran lo dulce comparado con la comida...como decirlo...menos recurrente en la dieta del idol. Se rió relajadamente al ver el rostro de preocupación de la guitarrista al preguntarse si eran de su agrado y tomó la caja junto con la mano de Ren- Los odio...los chocolates...-dejó una pausa en el ambiente y sonrió- pero...-se inclino hacía Ren envolviendo el regalo y la mano de la chica con su calor- No me importaría comerlos si tienen tus valiosos sentimientos de agradecimiento-sin más le arrebató la caja a la chica- Oh~ he probado este, -dijo mirando la caja-sabes? generalmente las chicas me regalan chocolates muy dulces que son difíciles de comer para alguien que mmm bueno preferiría comer un bitter oscuro a uno tan dulce.

-suspiró sonriendo- verás my lady...-su mirada se posó sobre la caja con ternura- Mi cumpleaños es justo el 14 de Febrero, era común que desde pequeño por eso me dieran muchos chocolates y...-se rió de si mismo- Los chocolates fueron en aumento cuando crecí...pensando que era apropiado tomar y comer cada uno de ellos me enfermé, desde entonces el chocolate no es especialmente de mi agrado-ladeo el rostro- jaja aunque no muchas chicas lo saben, no podría negar tan bello gesto desaprovechandolo en la basura, eso sería una falta de respeto hacia sus sentimientos y su arduo trabajo...

-abrió la caja de apoco- Inclusive un chocolate como este...-cortó un trozo-es una clara muestra de aprecio...no puedo dejarlo de lado-sin objeción lo colocó en su boca ante la mirada de la muchacha-mmm....mmm-masticó un poco haciendo que la golosina se disolviera en su boca, estaba dulce, no podía decir que no, levanto las cejas mirando hacia arriba y luego su rostro se transformo en una cara algo graciosa parecida a la de un chico que lo obligan a comer espinacas. Tragó y se rió dejando ver un poco su lengua sobre su labio-definitivamente no me agradan del todo~-se rió de aquello y luego miró con esa sonrisa calmada a Ren- pero...al pasar por mis labios...realmente se sintió tu estima, es por eso que podría seguir comiéndolo y soportar tanta dulzura-su mano izquierda se posó sobre su nuca-Arigato, Ren-chan... es gracioso, que te contara la historia de los chocolates es casi vergonzosa.

Se sentía a gusto, si hubiese podido quedarse toda la noche allí lo hubiese hecho pero no era esa la idea así que abrió la puerta del copiloto para hacer un ademán de invitación- vamos? my dear lady? el atardecer cae...-guardó la caja en su bolsillo-me quedo con esto~

Se quedó mirándolo unos segundos luego de que dijera que los odiaba, no sabía que hacer. Por una parte estaba sorprendida de conocer a alguien que tampoco gustara de los chocolates al igual que ella, lo gracioso era que ambos también compartían el mismo nombre. ¿Coincidencias? Quien sabe, se volvía cómico pensar en esas pequeñas cosas extrañas que tenían en común.

Bajó levemente la cabeza luego de esos cortos segundos, e incluso pensó en retirar sus manos hasta que el joven se lo impidió explicando su situación. La chica lo escuchó con atención, rió levemente.- Hahaha -cubrió sus labios con su mano derecha. ¿Hace cuánto tiempo no reía? Incluso si no había sido una carcajada...era un gesto que ahora mismo parecía tan ajeno a ella, aquel sentimiento le asustó...una chica que siempre llevaba una sonrisa en su rostro no debía pensar que reír era algo lejano a ella...Intentó no prestarle demasiada importancia, haciendo una pausa para poder disimilar un poco, y continuó- ¡No debió comer tantos! Ahora entiendo porque no le gustan...Será mejor cambiar el regal-- No pudo terminar su frase cuando Jinguji comenzó a hablar de nuevo, tomando uno de los chocolates de la caja y llevándolo hasta su boca.- ...No era necesario...La verdad lo entiendo...odio los sabores dulces -comentó enseguida al verlo comer.

Solo se limitó a sonreir cuando el otro le dio su apreciación por los chocolates.- Gracias a usted por contarmelo...hacía tiempo no oía algo así, fue divertido.-Sonrió- Y ahora se cuando es el cumpleaños de Jinguji-san.- Comentó mientras se aproximaba a la puerta del auto. Aunque a penas había llegado nuevamente a la ciudad tennía suerte de que el muchacho quisiera ir hasta el mirador, pues este fue el primer lugar que Ren visitó luego de su cita con Revo, era su lugar de escape que por ningún motivo podría olvidar.

Podía ver de nuevo la sonrisa de la guitarrista, escuchar una pequeña carcajada salir de su boca.

"Definitivamente la sonrisa le queda mejor, inclusive se ve mas guapa"

ese pensamiento casi enternecedor le hizo pensar un momento, hace mucho tiempo que no compartía con una chica y le hablaba de si mismo, Ren era del tipo de hombre que solo halagaba y dejaba que las muchachas hablaran y entre la charla se dedicaba a usar las palabras de las mujeres para encantarlas. Extrañamente esto no estaba sucediendo con ella.

No debes agradecer, gracias a ti por escucharme-"Gracias a ti por permitirme ser yo sin tener que aparentar algo"- es extraño conocer a una chica que odie lo dulce, es bueno tenerlo en consideración  me es mucho mejor!así algún día podría invitarte a cenar y preparar algo con mis propias manos-se rió un poco, cerró la puerta cuando la vio subir al auto-Mi cumpleaños no es dificil de saberlo, seguramente si lo buscaras en una revista podrías encontrarlo-era verdad, cada cosa de él estaba publicada en una revista, su altura, su tipo de sangre...todo, bueno, casi todo. 

Fue hasta el asiento que le correspondía sentándose para mirar a Ren-Es cierto! casi lo olvido-se acercó a la chica mucho más de lo que debería, la situación daba para pensar que el idol podría querer otra cosa y realmente lo hizo con esa intensión de jugueteo mas no era el verdadero motivo. Tomó el cinturón de seguridad y lo extendió procurando no tocar a la chica, un pequeño click sonó desde el seguro, con el rostro cercano a ella sonrió travieso-Quiero que viajes segura, aunque conmigo no creo que te pase nada de malo, no podría permitirlo~-se enderezó en su propio asiento, ahora la distancia entre ambos era ya normal y completamente neutro como si lo que acabase de hacer fuese tan normal como respirar siguió hablando al mismo tiempo que ajustaba su cinturón de seguridad-Podría saber también tú cumpleaños?Me pregunto cual fue el día bendecido-arrancó el motor, un suave sonido se escuchaba-Let's go~

Al entrar al automóvil miró con detención a su alrededor, realmente era extraño estar en un vehículo tan lujoso como ese. A decir verdad estaba acostumbrada a cosas más simples, y podía decir que se sentía más cómoda en la pequeña motoneta de color rojo que solía llevarla. Enseguida se volteó al escuchar al chico.- Para nada -negó moviendo sus manos- No soporto mucho el sabor...me hostiga. Lo curioso es que me gusta mucho cocinar postres, hehe...-le comentó, riéndo- ¿Se le da bien la cocina? Sería un gusto comer algo, entonces...-respondió a la invitación un tanto nerviosa. Si bien el muchacho no parecía para nada una mala persona, la chica temía lastimarse aun más. La gente solía verla como alguien "fuerte" o que fácilmente podía salir a delante...pero no era así, ahora mismo era débil, se encontraba en una cuerda floja que en cualquier momento se rompería para hacerla caer. No había en quien confiar a su alrededor, fingía estar bien frente a los desconocidos...¿Desde cuando se había vuelto una mentirosa? Había terminado por interiorizar sus emociones muy profundo, así poco a poco podría actuar como siempre.

-Oh...es cierto. Debe ser difícil ser un idol...-comentó bajando un tanto la mirada.- Pero, ¿le gusta? Si es así entonces no habría proble--...¿Uh?- Se interrumpió a sí misma al percatarse de la escasa distancia entre ambos, ensimismándose en su asiento. Al darse cuenta de sus intenciones se relajó.- G-gracias...Hehe...-le sonrió de forma nerviosa.

-¿Mi cumpleaños...? P-pues...es el 24 de mayo...creo...-Habiéndose criado en un orfanato el día de su llegada fue asignado como su cumpleaños. Quizás...Ion recuerde la fecha exacta..., pensó. Seguramente él lo sabría, después de todo, era su hermano mayor...lo quisiera o no. -A-ah...¡Si! -enseguida comenzó a darle indicaciones para poder llegar al mirador.

Que sucede? lo olvidaste?-rió un poco, aunque la notó pensativa-Lo recordaré entonces, soy bueno para esas cosas y si no estás segura pues...-sonrió y siguió las indicaciones de la muchacha- solo celebraremos el día que siempre has pensado que es tu cumpleaños, mientras se logre crear bellos recuerdos el día no es importante, claramente si es posible darte un presente y me dejas hacerlo~- dijo esto con voz calma mientras una suave brisa se podía sentir al estar el carro en movimiento desordenando el cabello de ambos- Hace cuanto tiempo estás en esta ciudad, Ren-chan?

Se limitó a negar con la cabeza. Si le decía que no estaba realmente segura de algo tan natural como la fecha de su cumpleaños...¿sería extraño, no? Tendría que comenzar a hablar de algo que en realidad no quería tocar. Sí, tal parecía que al igual que cuando era una niña escaparía de aquello que le atormetaba. Sin decir más asintió a la propuesta del muchacho.- No es necesario que me regale algo...Me contentaría con un simple saludo...-respondió a medida que acomodaba su cabello hacia un lado en una coleta para evitar que con el viento terminara enrredado y hecho un desastre.

-Pues...Llegué hace más de cuatro años, aunque pese a algunas cosas debí dejar la ciudad por unos meses...acabo de volver sólo hace cuatro semanas si mal no recuerdo...-comentó mirando por la ventana. La altura del sol comenzaba a jugar con los colores del cielo y las nubes, tonos anaranjados y violetas inhundaban el escenario. Era algo nostálgico verlo, pero aun así se disfrutaba. "Quizás hubiera sido mejor no volver..." pensó, su regreso solo había traído más desordenes en su vida obligándola a ocultar sus propios sentimientos para no derrumbarse. -¿Y usted, Jinguji-san?...¿Le ha gustado la ciudad?- preguntó volteandose hacia él.

Intentaba mirarle de soslayo para no perder sus reacciones y no perder de vista a su vez el camino, la chica era ya conocedora de hace algunos años de esta gran ciudad. 

La curiosidad de Ren era grande sobre por qué se había ido de la ciudad pero no era tan intensa como para entrometerse, si la platica más adelante daba una abertura le preguntaría sin presionarle.

Me faltan muchos lugares por conocer, es una ciudad más calmada en comparación a la ciudad de Tokio, movida como la digna ciudad de música que es-giró el volante al llegar a una curva- Debo reconocer que extraño un poco Japón, es bueno que estuviese acostumbrado a viajar.

La extraño...mi tierra pero-a lo lejos podía ver lo que parecía era el mirador-No me arrepiento de haber partido...-se detuvo en unas señales para aparcar el auto en el mirador- Y tú lady? Te arrepentiste de irte y por eso volviste?-apagó el motor-