Clases de guitarra. (Nana)

"oh, vale, bueno... no hay problemas!"

Respondí bastante animado, vistiendome rápido para poder acompañar a la muchacha. Me hubiese gustado tomar una ducha primero pero sería descortés tenerla esperando, no? De cualquier forma yo volvería a casa, haría la limpieza y luego de estar cubierto de polvo y sudor podría ducharme y hecharme el resto del día.

Debía pensar también en qué almorzaría, tenía antojo de ramen instantaneo asi que quizás pasaría a comprar alguna cosa por ahí.

Me coloqué un poleron blanco sobre la sudadera negra y unas zapatillas también negras que usaba cuando andaba de vago en casa. Tomé tan solo las llaves y me dirigí a la puerta.

"No se te queda nada?"

Le pregunté por preguntar y luego salí esperando que me siguiera. Dejé el departamento con uno de los dos seguros que posee y comenzamos a caminar fuera del edificio, la verdad, yo aún iba un poco somnoliento.

La chica no dejaba de sorprenderme, realmente me parecía muy diferente a todas las que había conocido con anterioridad, seguramente sería la primera chica a la que podría decir que "admiro".

"Nah, que va, gracias a ti~ Fue agradable poder hacer algo como eso."

Le respondí con una sonrisa sincera, con la confianza que me transmitía, me sentía como un crío animado, cosa extraña para esas horas de la mañana y el sol golpeando sobre mi cabeza.

"Ya sabes, nos vemos pronto para comprar la guitarra~ Sabes donde encontrarme, ah!~ y mucha suerte, onee-san~!"

Cuando terminé de hablar le solté la mano, estaba feliz de haber podido estar con alguien que no me trataba como un bicho raro. Por eso dije lo ultimo, esperando que no se molestara por ello, solo fue un capricho.

"Que llegues bien! Nass~"

Me despedí con un gesto simple de mi mano derecha y me di la vuelta para salir corriendo de vuelta al departamento, por alguna razón me sentía con la energía acumulada.