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Perdiendo el tiempo.
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Perdiendo el tiempo.
Finalmente había logrado conseguir un trabajo estable luego de la graduación de la universidad. El dinero ya casi no me alcanzaba y los trabajos de tiempo completo coartaban bastante el buscar donde ejercer mi profesión. Ingresar a una escuela tan prestigiosa y especializada en lo que me llamaba era lo mejor, en realidad me preguntaba como habían contratado a un novato...Hehe, sí, cero confianza en mi mismo. Pero ya que, aquí estaba.
Tomé asiento en una banca, había llegado demasiado temprano como para iniciar una clase y no deseaba estar en la oficina de profesores...demasiadas preguntas para una sola mañana. Saqué un cigarrillo, le dí una calada levantando la mirada hasta el cielo- Ahh...Qué agradable clima...- Pese a las bajas temperaturas de los días el sol había salido calentado poco y nada, más el aire fresco sentaba bien dentro de una ciudad tan movida como lo era Glass City. Al menos se podía respirar aire fresco.
Comencé a leer un libro para pasar el rato. Saqué mis lentes (los cuales no me acomodan usar en realidad) y lo abrí, Johann Wolfgang von Goethe, decía en el costado del libro, nombre del autor. Bastante conocido dentro de la literatura gótica, y...no es que yo sea gótico o algo así (aunque a primeras parezco un jodido hipster). Como sea, Faust era el título de lo que comenzaría a leer. Acomodé el cigarro entre mis labios.
Tomé asiento en una banca, había llegado demasiado temprano como para iniciar una clase y no deseaba estar en la oficina de profesores...demasiadas preguntas para una sola mañana. Saqué un cigarrillo, le dí una calada levantando la mirada hasta el cielo- Ahh...Qué agradable clima...- Pese a las bajas temperaturas de los días el sol había salido calentado poco y nada, más el aire fresco sentaba bien dentro de una ciudad tan movida como lo era Glass City. Al menos se podía respirar aire fresco.
Comencé a leer un libro para pasar el rato. Saqué mis lentes (los cuales no me acomodan usar en realidad) y lo abrí, Johann Wolfgang von Goethe, decía en el costado del libro, nombre del autor. Bastante conocido dentro de la literatura gótica, y...no es que yo sea gótico o algo así (aunque a primeras parezco un jodido hipster). Como sea, Faust era el título de lo que comenzaría a leer. Acomodé el cigarro entre mis labios.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Los novatos de primer año solían fastidiar a menudo los ensayos de voz de su sección pues estos tenían las pruebas de percusión a la misma hora y en la sala contigua. Tal como era de esperarse de un grupo de mocosos que acababan de ingresar a Musette, no hacían otra cosa más que fastidiar en clases con los tambores y las baterías, ni siquiera los profesores conseguían controlarlos.
Ichigo había decidido hacer uso de su descanso para hacerse cargo de esos entrometidos. Ella no era una estudiante de excelencia pero Canto e Interpretación era, lejos, su asignatura favorita, no solo por poseer notas impecables en ella sino también porque Harasen tendía a dejarla a cargo de los solos, lo cual le significaba una oportunidad perfecta para demostrar a sus otros compañeros cuán superior era su voz y cuán talentosa era ella.
Esto le significaba cierto nivel de popularidad, estatus y, por supuesto, gente que le obedecía. Era así como Ichigo se las arreglaba para darle una paliza a los alumnos que le tocaban los cojones sin siquiera ensuciarse las manos. El grupo en cuestión se hallaba oculto en un sector arrinconado del patio, y la pelirroja observaba sumamente divertida cómo sus pretendientes apaleaban a los revoltosos de primero.
- Espero que a la próxima piensen dos veces antes de fastidiar nuestra asignatura de canto - comentó en voz alta, mientras echaba un breve vistazo al impecable esmalte de sus uñas.
Ichigo había decidido hacer uso de su descanso para hacerse cargo de esos entrometidos. Ella no era una estudiante de excelencia pero Canto e Interpretación era, lejos, su asignatura favorita, no solo por poseer notas impecables en ella sino también porque Harasen tendía a dejarla a cargo de los solos, lo cual le significaba una oportunidad perfecta para demostrar a sus otros compañeros cuán superior era su voz y cuán talentosa era ella.
Esto le significaba cierto nivel de popularidad, estatus y, por supuesto, gente que le obedecía. Era así como Ichigo se las arreglaba para darle una paliza a los alumnos que le tocaban los cojones sin siquiera ensuciarse las manos. El grupo en cuestión se hallaba oculto en un sector arrinconado del patio, y la pelirroja observaba sumamente divertida cómo sus pretendientes apaleaban a los revoltosos de primero.
- Espero que a la próxima piensen dos veces antes de fastidiar nuestra asignatura de canto - comentó en voz alta, mientras echaba un breve vistazo al impecable esmalte de sus uñas.
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
Dejé el libro a un lado al notar que alguien se aproximaba. Una linda chica de no más 16 años caminaba en dirección hacia donde me encontraba, su cabello era un tanto burdeo, como color vino, rasgos finos y una actitud bastante dominante, sonreí. Observé con detención más allá de sus uñas. Parecía que intimidaban a los nuevos.
-Ara ara~... Chicos, existen otras formas de solucionar conflictos, ¿no lo creen?- Me acerqué con cuidado, sonriendo en forma amigable. De que sirvió, sirvió al menos se alejaron de los novatos, pero respeto? Nada. Sus ojos de matones terminaron dirigiéndose hacia mí y de su boca solo se escuchó un Tsk. Murmuraron algo hacia los otros y se marcharon, al igual que los menores, sólo que en la dirección contraria.
- Hahaha...aaah...- Suspiré pesadamente, sentí mi moral tocada. Sabía que en las escuelas adineradas era un tanto más difícil conseguir el respeto y aprobación de parte del alumnado, pues siempre suelen creerse la gran cosa, que deprimente era sentir como te miraban desde arriba unos niñitos de papá.
-Tsk...y tú muchacha...no deberías mandar a otros hacer el trabajo sucio...- Comenté rascando mi nuca, manteniendo una media sonrisa y volviendo la mirada hacia ella.
-...Bueno, comenzando porque los problemas deben solucionarse hablando...y toda esa conversación que ya debes saberte de memoria...-. Ah...no me pagan lo suficiente para sermonear a quien ya debe haber escuchado lo mismo mil y un veces.
-Ara ara~... Chicos, existen otras formas de solucionar conflictos, ¿no lo creen?- Me acerqué con cuidado, sonriendo en forma amigable. De que sirvió, sirvió al menos se alejaron de los novatos, pero respeto? Nada. Sus ojos de matones terminaron dirigiéndose hacia mí y de su boca solo se escuchó un Tsk. Murmuraron algo hacia los otros y se marcharon, al igual que los menores, sólo que en la dirección contraria.
- Hahaha...aaah...- Suspiré pesadamente, sentí mi moral tocada. Sabía que en las escuelas adineradas era un tanto más difícil conseguir el respeto y aprobación de parte del alumnado, pues siempre suelen creerse la gran cosa, que deprimente era sentir como te miraban desde arriba unos niñitos de papá.
-Tsk...y tú muchacha...no deberías mandar a otros hacer el trabajo sucio...- Comenté rascando mi nuca, manteniendo una media sonrisa y volviendo la mirada hacia ella.
-...Bueno, comenzando porque los problemas deben solucionarse hablando...y toda esa conversación que ya debes saberte de memoria...-. Ah...no me pagan lo suficiente para sermonear a quien ya debe haber escuchado lo mismo mil y un veces.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Bastó simplemente que un tipo un poco mayor se presentara para que los compañeros de la muchacha se sintieran intimidados y dejaran su hacer, dejando en libertad a los novatos.
Ichigo desvió la vista de su esmalte, sin comprender qué había sucedido, de un momento a otro las risotadas de los victimarios y los quejidos de los menores brillaban por su ausencia.
- ¡E... esperen! ¡¿A dónde creen que van?! - Se dirigió hacia ellos desde su lugar, desconcertada, pues al no conocer al profesor le costaba hacerse una idea de por qué se habían detenido sin chistar. Solo uno de ellos se volteó ante el llamado y le hizo un gesto con la cabeza para que los siguiera, como si no hubiera nada más que pudiera hacer.
Irritada, hizo caso omiso a aquello. Al verse a solas con el sujeto se volvió hacia él con cara de pocos amigos, maldiciéndole internamente por haberle arruinado toda la diversión. Su comentario, sin embargo, hizo que arqueara sus cejas con cierta impresión. A su parecer tener una o más personas que defiendan tu causa propia aún si no están relacionados con ella era de lo más normal del mundo.
- ¿Trabajo sucio? ¡Pero si soy yo quien se carga a las chicas! No atentaría contra la moral de los caballeros, no, no... - aclaró casi con orgullo, malentendiendo completamente a lo que él se refería. Aún así, el comentario siguiente le sorprendió aún más, incluso consiguió dibujar una media sonrisa en su rostro. - ¡Heee~! ¡Parece que entiendes de estas cosas! Me repiten la misma porquería día tras día... - dijo esto con cierto ademán travieso, ladeando el rostro con ambas manos escondidas tras la espalda, encarnando suma inocencia. Tal vez no se trataba de un aguafiestas cualquiera.
- Por cierto... ¿Quién eres tú? Jamás te había visto en la Escuela~ - preguntó mientras empezaba a caminar de un lado a otro, rodeando al desconocido, estudiándolo minuciosamente con la mirada. - Irás a tercer año, me imagino...
Ichigo desvió la vista de su esmalte, sin comprender qué había sucedido, de un momento a otro las risotadas de los victimarios y los quejidos de los menores brillaban por su ausencia.
- ¡E... esperen! ¡¿A dónde creen que van?! - Se dirigió hacia ellos desde su lugar, desconcertada, pues al no conocer al profesor le costaba hacerse una idea de por qué se habían detenido sin chistar. Solo uno de ellos se volteó ante el llamado y le hizo un gesto con la cabeza para que los siguiera, como si no hubiera nada más que pudiera hacer.
Irritada, hizo caso omiso a aquello. Al verse a solas con el sujeto se volvió hacia él con cara de pocos amigos, maldiciéndole internamente por haberle arruinado toda la diversión. Su comentario, sin embargo, hizo que arqueara sus cejas con cierta impresión. A su parecer tener una o más personas que defiendan tu causa propia aún si no están relacionados con ella era de lo más normal del mundo.
- ¿Trabajo sucio? ¡Pero si soy yo quien se carga a las chicas! No atentaría contra la moral de los caballeros, no, no... - aclaró casi con orgullo, malentendiendo completamente a lo que él se refería. Aún así, el comentario siguiente le sorprendió aún más, incluso consiguió dibujar una media sonrisa en su rostro. - ¡Heee~! ¡Parece que entiendes de estas cosas! Me repiten la misma porquería día tras día... - dijo esto con cierto ademán travieso, ladeando el rostro con ambas manos escondidas tras la espalda, encarnando suma inocencia. Tal vez no se trataba de un aguafiestas cualquiera.
- Por cierto... ¿Quién eres tú? Jamás te había visto en la Escuela~ - preguntó mientras empezaba a caminar de un lado a otro, rodeando al desconocido, estudiándolo minuciosamente con la mirada. - Irás a tercer año, me imagino...
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
-....¿Eh?- dejé escapar ladeando un poco la cabeza, o esta chica estaba jugando a ser la inocente, o ciertamente no entendía nada. Un suspiro salió de mis boca ante lo anterior, no tenía demasiado sentido explicar que no me refería a dañar el orgullo masculino, sino más bien a...Bah ¡Qué más daba! Volví a retomar mi asiento luego de que el "peligro" había pasado, sujeté mi libro intentando recordar la página en la cual lo había dejado al abandonarlo vilmente sobre la banca.
-...Ah~ Pero claro que lo entiendo, ese palabrerío era pan de cada día...-comenté desviando la mirada hasta la muchacha con rostro "angelical", recordando mis no-tan-lejanos días de juventud, donde mis padres solían hablar de responsabilidades, respeto, r...ra...bueno, hablaban de tres "R". Supongo que mi memoria reprimió aquellas charlas repetitivas y solo me limité a sonreir y asentir...(espero que mis padres no se hayan percatado).
"Irás a tercer año, me imagino... a tercer año... a tercer año... a tercer año... a tercer año" *inserte efecto eco* Aquellas palabras hundieron mi orgullo hasta el suelo. Sentí como un aura de pesadez me rodeaba y me impulsaba hacia abajo.
-Ehem...-aclaré mi garganta antes de continuar, con una pequeña lágrima rodando por mi mejilla.
-Soy el nuevo profesor de instrumentos de viento en Musette...-respondí con una diminuta sonrisa forzada en el rostro. Quizás debería intentar usar ropa más formal, cortarme el cabello y dibujarme algunas arrugas para que el maldito karma de rostro prepuber deje de perseguirme, pero eso acabaría con mi fachada de "profe cool", es difícil escoger entre un título genial y una imagen más madura.
-...Ah~ Pero claro que lo entiendo, ese palabrerío era pan de cada día...-comenté desviando la mirada hasta la muchacha con rostro "angelical", recordando mis no-tan-lejanos días de juventud, donde mis padres solían hablar de responsabilidades, respeto, r...ra...bueno, hablaban de tres "R". Supongo que mi memoria reprimió aquellas charlas repetitivas y solo me limité a sonreir y asentir...(espero que mis padres no se hayan percatado).
"Irás a tercer año, me imagino... a tercer año... a tercer año... a tercer año... a tercer año" *inserte efecto eco* Aquellas palabras hundieron mi orgullo hasta el suelo. Sentí como un aura de pesadez me rodeaba y me impulsaba hacia abajo.
-Ehem...-aclaré mi garganta antes de continuar, con una pequeña lágrima rodando por mi mejilla.
-Soy el nuevo profesor de instrumentos de viento en Musette...-respondí con una diminuta sonrisa forzada en el rostro. Quizás debería intentar usar ropa más formal, cortarme el cabello y dibujarme algunas arrugas para que el maldito karma de rostro prepuber deje de perseguirme, pero eso acabaría con mi fachada de "profe cool", es difícil escoger entre un título genial y una imagen más madura.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Sonrió de forma involuntaria al escuchar su comentario, el solo hecho de que el desconocido empatizara con ella en lugar de regañarle le agradaba.
Tal vez, sooooolo tal vez, podría hasta caerle bien.
Sin embargo, una extraña aura le rodeó al escuchar la pregunta de Ichigo.
- ¡¿Ah?! ¡¿Un profe?! - Soltó en voz alta con la impresión dibujada en sus facciones, consternada ante aquella declaración. - Demonios... Ahora entiendo por qué esos imbéciles huyeron... - Murmuró para sí misma, llevándose la diestra hacia los labios casi como un acto reflejo. ¿Habría hecho algo indebido en esa breve conversación? ¡Pues todo! ¡Ya no podía probar su inocencia!
Ichigo conseguía colocar un parche a sus fechorías gracias a la ayuda que recibía de sus compañeros, quienes en varias ocasiones eran castigados en su lugar; aún así, con el paso del tiempo, la mayoría de los estudiantes de Musette sabían muy bien el tipo de chica que era. Con mayor razón, y dado a su popularidad, era conveniente estar en buenos términos con ella o al menos pasar desapercibido ante sus ojos. Esto le aseguraba el silencio de la gran mayoría y le evitaba la expulsión a pesar de todo el abuso que cometía a diario (denominado popularmente como bullying) y las peleas armadas por su causa en el establecimiento.
Su libreta de alumno se encontraba intacta pero a pesar de su ego de tres metros y su claro complejo de diva uno de sus mayores temores era el ser sancionada o, en el peor de los casos, expulsada de la academia. ¡Todos esos papeles quedarían de por vida en su registro! ¡No podía presentarse ante los miembros del sello con algo así!
- Hehehe~ ¿Sensei?~ Este percance no tendrá alguna especie de consecuencia en mi expediente, ¿verdad?~ - Preguntó con una sonrisita nerviosa y las manos juntas, revoloteando al rededor del muchacho en un intento desesperado por simular inocencia.
Tal vez, sooooolo tal vez, podría hasta caerle bien.
Sin embargo, una extraña aura le rodeó al escuchar la pregunta de Ichigo.
- ¡¿Ah?! ¡¿Un profe?! - Soltó en voz alta con la impresión dibujada en sus facciones, consternada ante aquella declaración. - Demonios... Ahora entiendo por qué esos imbéciles huyeron... - Murmuró para sí misma, llevándose la diestra hacia los labios casi como un acto reflejo. ¿Habría hecho algo indebido en esa breve conversación? ¡Pues todo! ¡Ya no podía probar su inocencia!
Ichigo conseguía colocar un parche a sus fechorías gracias a la ayuda que recibía de sus compañeros, quienes en varias ocasiones eran castigados en su lugar; aún así, con el paso del tiempo, la mayoría de los estudiantes de Musette sabían muy bien el tipo de chica que era. Con mayor razón, y dado a su popularidad, era conveniente estar en buenos términos con ella o al menos pasar desapercibido ante sus ojos. Esto le aseguraba el silencio de la gran mayoría y le evitaba la expulsión a pesar de todo el abuso que cometía a diario (denominado popularmente como bullying) y las peleas armadas por su causa en el establecimiento.
Su libreta de alumno se encontraba intacta pero a pesar de su ego de tres metros y su claro complejo de diva uno de sus mayores temores era el ser sancionada o, en el peor de los casos, expulsada de la academia. ¡Todos esos papeles quedarían de por vida en su registro! ¡No podía presentarse ante los miembros del sello con algo así!
- Hehehe~ ¿Sensei?~ Este percance no tendrá alguna especie de consecuencia en mi expediente, ¿verdad?~ - Preguntó con una sonrisita nerviosa y las manos juntas, revoloteando al rededor del muchacho en un intento desesperado por simular inocencia.
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
Quizás era un tanto malvado, pero me causó mucha gracia el actuar de la pelirroja, tanto que no pude evitar dejár escapar una pequeña risilla entre dientes. Básicamente era la única entretención que me daba mi juvenil apariencia, aquel momento donde se revelevaba mi edad e identidad laboral para aquellos que jamás se les hubiera pasado por la cabeza. Era una expresión sublime.
Retomé mi olvidado cigarrillo entre los dedos para acercarlo una vez más a mis labios, le dí una calada con una mirada un tanto juguetona observando cada movimiento de la muchacha. Reía nerviosa, aparentemente ahora mismo mis palabras controlarían su actuar. ¡Oh! Cuan poderoso me sentía.
-Hm~ -musité entrecerrando los ojos, aun conservando la misma dirección. Si la pregunta era ¿quería juguetear con la chica? La respuesta sería absolutamente sí. ¡Era inevitable! Estar en presencia de una figura, con supuesto, magnánimo poder sobre los estudiantes de la escuela...¿en aprietos cómo este? Aflora la maldad de cualquiera.
- Pues eso podría depender de mi estado anímico.- Sí, lo sé. Haru, eres un profesor sumamente maduro al decir esta clase de comentarios. Pero, ¿qué importa? No iba a reprender a nadie con regaños aburridos y pasados a vejez que ya no convencen a nadie. Mejor era darle un pequeño susto. No le haría mal a nadie, después de todo eramos los únicos en este momento.
Retomé mi olvidado cigarrillo entre los dedos para acercarlo una vez más a mis labios, le dí una calada con una mirada un tanto juguetona observando cada movimiento de la muchacha. Reía nerviosa, aparentemente ahora mismo mis palabras controlarían su actuar. ¡Oh! Cuan poderoso me sentía.
-Hm~ -musité entrecerrando los ojos, aun conservando la misma dirección. Si la pregunta era ¿quería juguetear con la chica? La respuesta sería absolutamente sí. ¡Era inevitable! Estar en presencia de una figura, con supuesto, magnánimo poder sobre los estudiantes de la escuela...¿en aprietos cómo este? Aflora la maldad de cualquiera.
- Pues eso podría depender de mi estado anímico.- Sí, lo sé. Haru, eres un profesor sumamente maduro al decir esta clase de comentarios. Pero, ¿qué importa? No iba a reprender a nadie con regaños aburridos y pasados a vejez que ya no convencen a nadie. Mejor era darle un pequeño susto. No le haría mal a nadie, después de todo eramos los únicos en este momento.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Ichigo meneaba la cola de un lado a otro, rodeando al profesor con una sonrisa un tanto estúpida pues ante esa situación difícilmente podía hacer uso de algo de su encanto, como solía hacer. La actitud tomada por él incrementó exponencialmente su nerviosismo. No le percibía severo ni intransigente pero tampoco parecía ser del tipo que se dejaría convencer tan rápido, le prestaba más atención a su cigarro que al intento de expresión adorable que tanto se esforzaba por esbozar.
¿Se estaba burlando de ella? Esta idea le irritó.
Observó atentamente el humo que provenía de sus pulmones... ¿Estaba permitido que los profesores fumaran en el establecimiento? Estaba segura de que esa cláusula aplicaba para los alumnos y estaba escrita en alguna parte del reglamento, pero el descaro del mayor era tal que incluso Ichigo reconsideró que quizás la habían eliminado.
Si, puedo utilizar eso a mi favor...
- ¡¿Tu ánimo?! ¡¿A qué viene eso?! ¡No eres más que un sádico! - Le recriminó entre chillidos, cambiando súbitamente su actitud a una más amenazante. - ¡Estás quebrando mil y un normas del buen profesor en este momento! ¡¿Qué clase de ejemplo me estás dando al fumar en mis narices?! ¡Se lo diré al director! - Le señaló con su dedo índice de forma recriminatoria, dándole la espalda y marchando en dirección a las oficinas de rectoria. Si esa jugada no funcionaba estaría caminando directamente hacia su tumba.
¿Se estaba burlando de ella? Esta idea le irritó.
Observó atentamente el humo que provenía de sus pulmones... ¿Estaba permitido que los profesores fumaran en el establecimiento? Estaba segura de que esa cláusula aplicaba para los alumnos y estaba escrita en alguna parte del reglamento, pero el descaro del mayor era tal que incluso Ichigo reconsideró que quizás la habían eliminado.
Si, puedo utilizar eso a mi favor...
- ¡¿Tu ánimo?! ¡¿A qué viene eso?! ¡No eres más que un sádico! - Le recriminó entre chillidos, cambiando súbitamente su actitud a una más amenazante. - ¡Estás quebrando mil y un normas del buen profesor en este momento! ¡¿Qué clase de ejemplo me estás dando al fumar en mis narices?! ¡Se lo diré al director! - Le señaló con su dedo índice de forma recriminatoria, dándole la espalda y marchando en dirección a las oficinas de rectoria. Si esa jugada no funcionaba estaría caminando directamente hacia su tumba.
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
¿Un sádico? Oh oh, es la primera vez que me llamaban así. Comentario bastante cómico debo decir, esta chica ya me había comenzado a caer muy bien. A ciencia cierta era una manipuladora y oportunista, pero no podía culparla estaba inscrita en un ambiente demasiado competitivo desde tan pequeña, claramente si deseaba llegar a alguna parte, transformarse en estrella, idol o lo que fuera debía espabilar contra el mundo y tratar de escalar. Como profesor no debía alentar este tipo de conductas...pero...sólo un poco...quería divertirme un pequeño instante.
¿Are? ¿La muchacha trataba de amenazarme? Hahaha~ ¡Qué divertido sería esto! Oh, Haru eres tan maduro...pero ¡al diablo! era mi primer día y debía disfrutarlo, ¿no? Definitivamente esperaba que esta chica formara parte de mi clase, nos divertiríamos tanto. Me la quedé mirando a medida que se alejaba antes de comenzár a reir levemente.
-¿Eh?...¡Hahahaha!- Esta vez mi risa fue un tanto más ruidosa. Me aproximé unos cuantos pasos, el cigarrillo ya estaba a punto de terminarse por lo que le dí rápidamente la última calada y lo apagué calmando un poco aquella carcajada estruendosa que se me había logrado escapar.
-Ay...hahah...Claro, pequeña, ve con el director. Absolutamente él escuchará a esta alumna estrella, ¿no?- Dije con cierta ironía, pero sin olvidar aquel tono agradable que tenía. Metí las manos en los bolsillos mientras comenzaba a balancearme sobre el mismo punto.
-Me la dejas demasiado fácil, ¿no crees? "Señor director esta muchacha atentó contra la integridad de jóvenes estudiantes, en forma indirecta y directamente, manipulando otros jóvenes para aprovecharse de almunos más pequeños. Debo dar a conocer el uso inapropiado de lenguaje dentro de las instalaciones y el intento de amenaza hacia cuerpo docente"- Mi mirada se tornó seria, mirando a un punto muerto, un poco más arriba de la pelirroja, pero en su misma dirección.
-Convincente, ¿verdad?- Bajé la vista hasta ella nuevamente, con una sonrisa inocente y juguetona en el rostro.
¿Are? ¿La muchacha trataba de amenazarme? Hahaha~ ¡Qué divertido sería esto! Oh, Haru eres tan maduro...pero ¡al diablo! era mi primer día y debía disfrutarlo, ¿no? Definitivamente esperaba que esta chica formara parte de mi clase, nos divertiríamos tanto. Me la quedé mirando a medida que se alejaba antes de comenzár a reir levemente.
-¿Eh?...¡Hahahaha!- Esta vez mi risa fue un tanto más ruidosa. Me aproximé unos cuantos pasos, el cigarrillo ya estaba a punto de terminarse por lo que le dí rápidamente la última calada y lo apagué calmando un poco aquella carcajada estruendosa que se me había logrado escapar.
-Ay...hahah...Claro, pequeña, ve con el director. Absolutamente él escuchará a esta alumna estrella, ¿no?- Dije con cierta ironía, pero sin olvidar aquel tono agradable que tenía. Metí las manos en los bolsillos mientras comenzaba a balancearme sobre el mismo punto.
-Me la dejas demasiado fácil, ¿no crees? "Señor director esta muchacha atentó contra la integridad de jóvenes estudiantes, en forma indirecta y directamente, manipulando otros jóvenes para aprovecharse de almunos más pequeños. Debo dar a conocer el uso inapropiado de lenguaje dentro de las instalaciones y el intento de amenaza hacia cuerpo docente"- Mi mirada se tornó seria, mirando a un punto muerto, un poco más arriba de la pelirroja, pero en su misma dirección.
-Convincente, ¿verdad?- Bajé la vista hasta ella nuevamente, con una sonrisa inocente y juguetona en el rostro.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Frenó su andar de súbito al escucharle, cayendo en cuenta de que su resolución anterior no había sido lo suficientemente pensada. Volvió su cuerpo hacia el profesor de forma pausada, observándole con desconfianza... ¿Por qué había tenido que ser un profe? Si Revo-sama lo contrató significaba que era un tipo competente que contaba con la suficiente autoridad como para hacer y deshacer con ella a gusto. Podía atestiguar sus faltas sin ningún problema, ¿en qué estaba pensando con eso de amenazarle?
- ¡Realmente eres un sádico! - Corroboró en una exclamación, aún con el cuerpo bastante tenso por la situación en la que se encontraba. No había necesidad de comportarse linda con él, ya le había visto en sus verdaderos colores, ¿qué ganaba fingiendo inocencia? El cinismo había sido su principal arma a lo largo de sus años de escolar pero en esta ocasión estaba acorralada y debía asumirlo. Suspiró.
Muy en el fondo, Ichigo respetaba a los profes por tener la aprobación de la persona a quien más ella quería impresionar: el director y jefe del sello. Por tal motivo debía amoldar el camino al estrellato a su gusto, y lamentablemente en una academia como esa era difícil destacar sin aplastar a los demás de forma anónima, pasando desapercibida ante las autoridades. Nunca se le hubiera pasado por la cabeza el meterse en líos con un miembro del cuerpo docente, aún si eso significaba dejar de lado sus viejas maneras.
Caminó hacia el mayor con un aire ligeramente más resuelto.
- Bien... Tú ganas, ¿qué quieres a cambio de tu silencio? - Preguntó ante él, con el ceño fruncido, el mentón en alza y una mano situada en la cintura.
- ¡Realmente eres un sádico! - Corroboró en una exclamación, aún con el cuerpo bastante tenso por la situación en la que se encontraba. No había necesidad de comportarse linda con él, ya le había visto en sus verdaderos colores, ¿qué ganaba fingiendo inocencia? El cinismo había sido su principal arma a lo largo de sus años de escolar pero en esta ocasión estaba acorralada y debía asumirlo. Suspiró.
Muy en el fondo, Ichigo respetaba a los profes por tener la aprobación de la persona a quien más ella quería impresionar: el director y jefe del sello. Por tal motivo debía amoldar el camino al estrellato a su gusto, y lamentablemente en una academia como esa era difícil destacar sin aplastar a los demás de forma anónima, pasando desapercibida ante las autoridades. Nunca se le hubiera pasado por la cabeza el meterse en líos con un miembro del cuerpo docente, aún si eso significaba dejar de lado sus viejas maneras.
Caminó hacia el mayor con un aire ligeramente más resuelto.
- Bien... Tú ganas, ¿qué quieres a cambio de tu silencio? - Preguntó ante él, con el ceño fruncido, el mentón en alza y una mano situada en la cintura.
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
Dentro de mi reía a carcajadas por la situación que se había generado entre nosotros dos. Si la chica me conociera sabría que sólo estaba jugando con ella. No me interesa enseñar a punta de amanezas, sino más bien concientizando a mis alumnos y llevándolos por el buen camino (claro, si es que se puede llamar así), en este ambito del desarrollo humano es muy complicado llegar a inculcar valores reales dentro de estos jóvenes que básicamente deben vivir aplastando a otros para resaltar...bueno, creo que me he desviado. Sí, sólo jugaba con ella.
Asentí repetidas veces con la cabeza ante su exclamación "¡Realmente eres un sádico!", seguramente lo era y no me había percatado. Reí para mi mismo, acomodándome nuevamente en la banca permitiendo descanzar mi pie derecho sobre la rodilla izquierda, de forma bastante relajada. La invité gestualmente con mi mano a sentarse en el lugar junto a mi.
-¿Qué es lo que tú estás dispuesta a pagar por mi silencio?- Efectivamente pretendía continuar con esta pequeña broma, esperando que no se me escapara de las manos. Actuaría el papel de profesor indulgente unos minutos más. Acomodé mi despeinado cabello hacia un lado, esperándo con ansias su respuesta.
-¿Crees tener algo que en realidad me interese? Digo...¡sorpréndeme!- terminé por retarla en este juego. Ciertamente (esperando que no sea entendido como una simple excusa) la duda de cuanto eran capaces de entregar estos chicos, incluso denigrándose, para alcanzar un espacio en el mundo.
Asentí repetidas veces con la cabeza ante su exclamación "¡Realmente eres un sádico!", seguramente lo era y no me había percatado. Reí para mi mismo, acomodándome nuevamente en la banca permitiendo descanzar mi pie derecho sobre la rodilla izquierda, de forma bastante relajada. La invité gestualmente con mi mano a sentarse en el lugar junto a mi.
-¿Qué es lo que tú estás dispuesta a pagar por mi silencio?- Efectivamente pretendía continuar con esta pequeña broma, esperando que no se me escapara de las manos. Actuaría el papel de profesor indulgente unos minutos más. Acomodé mi despeinado cabello hacia un lado, esperándo con ansias su respuesta.
-¿Crees tener algo que en realidad me interese? Digo...¡sorpréndeme!- terminé por retarla en este juego. Ciertamente (esperando que no sea entendido como una simple excusa) la duda de cuanto eran capaces de entregar estos chicos, incluso denigrándose, para alcanzar un espacio en el mundo.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
Un pequeño tic se apoderó de su ojo izquierdo al momento de escuchar el desafío, porque no había mejor forma de definir su extraña propuesta. Sus instintos le señalaban el carácter capcioso de aquellas preguntas, pero pese a sus dudas se tomó bastante en serio el asunto: debía ofrecer algo aún a costa de su degradación personal.
Con una expresión ligeramente misteriosa figurada en sus delicadas facciones, Ichigo dio un par de pasos en su dirección. Acabó apoyando una rodilla en la superficie del espacio libre de la banca, se deslizó por la misma hacia el profesor, inclinándose un poco hacia adelante y escudriñando su rostro aniñado con una ceja en alza.
¿Sexo o dinero? ¿Qué le complacería más rápido? ¿Qué conseguiría comprar su silencio de forma segura? Mientras más lo pensaba, mientras más lo observaba, caía en cuenta del terrible problema en el que se había metido. Si le ofrecía sexo le veía completamente capaz de no solo denunciarla por acoso escolar sino también que por prostitución; si le ofrecía dinero estaba la posibilidad de ser rechazada y acusada por soborno. Ambas ofertas resultaban tan accesibles como perjudiciales, no podía hacer uso de ninguna.
Su mente barajaba las posibilidades, tardó un minuto en percatarse de que no había NADA que una estudiante normal de segundo año pudiera ofrecerle a un sujeto así.
- Cho... ¿Chocolate? - Masculló, casi como por inercia, paralizándose ante su propia acción. Se llevó inmediatamente la diestra a los labios, dispuesta a cubrir esa vergonzosa propuesta, deseando borrarla de la conversación... ¡¿En qué maldito momento tuvo la ocurrencia de verbalizar ese pensamiento?! ¡¿Acaso era una niña?!
Lo peor es que... ¡Ni siquiera tengo chocolate!
Con una expresión ligeramente misteriosa figurada en sus delicadas facciones, Ichigo dio un par de pasos en su dirección. Acabó apoyando una rodilla en la superficie del espacio libre de la banca, se deslizó por la misma hacia el profesor, inclinándose un poco hacia adelante y escudriñando su rostro aniñado con una ceja en alza.
¿Sexo o dinero? ¿Qué le complacería más rápido? ¿Qué conseguiría comprar su silencio de forma segura? Mientras más lo pensaba, mientras más lo observaba, caía en cuenta del terrible problema en el que se había metido. Si le ofrecía sexo le veía completamente capaz de no solo denunciarla por acoso escolar sino también que por prostitución; si le ofrecía dinero estaba la posibilidad de ser rechazada y acusada por soborno. Ambas ofertas resultaban tan accesibles como perjudiciales, no podía hacer uso de ninguna.
Su mente barajaba las posibilidades, tardó un minuto en percatarse de que no había NADA que una estudiante normal de segundo año pudiera ofrecerle a un sujeto así.
- Cho... ¿Chocolate? - Masculló, casi como por inercia, paralizándose ante su propia acción. Se llevó inmediatamente la diestra a los labios, dispuesta a cubrir esa vergonzosa propuesta, deseando borrarla de la conversación... ¡¿En qué maldito momento tuvo la ocurrencia de verbalizar ese pensamiento?! ¡¿Acaso era una niña?!
Lo peor es que... ¡Ni siquiera tengo chocolate!
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
Me sorprendió la astucia de la pelirroja, acercarse de esa manera provocativa a un hombre era bastante peligroso (sí, puedo decir que pese a parecerme atractiva aquella chica, no me siento demasiado interesado en temas como estos por lo que no fue tan fuerte el estimulo de Ichigo-chan), pero no le duró demasiado. Quizás fue inteligente y pensó en las posibilidades que podría tomar en su contra con algo demasiado subido de tono, mejor para mi...suelo ponerme extremadamente nervioso con aquellos temas. Gracias a la misma chica fui salvado de enterrarme vivo con mi propio juego.
¿Chocolate?, si que estabas en aprietos, ¡pequeña! De la sorpresa ante tal propuesta me quedé con una expresión neutra por unos segundo sin saber siquiera que podría decirle, ni como actuar. Al reaccionar sólo pude limitarme a reír, intentando disimularlo manteniendo la boca cerrada. Fue inútil, terminé por reír a carcajadas.
-¡¡HAHAHAHA!!- Se me escapo sin escrúpulos. Desvié el rostro hacia un lado a la par que me cubría la boca con mi mano derecha. Alejé de mi a la chica con suavidad ayudado de la mano libre que tenía.
-¡¡Tu ganas, tu ganas!!- respondí luego de un rato, rato que debió ser bastante incómodo y humillante para la muchacha...pero simplemente no pude controlarme al ver a alguien tan seguro de sí misma caer en desesperación.
Ah...tal parece que si soy un sádico...
-Ah...haha...Me sorprendiste...ganaste mi silencio...hahah...- decía mientras limpiaba las lágrimas que se habían albergado en mis ojos por tanto reír. Pues sí, me había impresionado...no esperaba una respuesta como esa.
¿Chocolate?, si que estabas en aprietos, ¡pequeña! De la sorpresa ante tal propuesta me quedé con una expresión neutra por unos segundo sin saber siquiera que podría decirle, ni como actuar. Al reaccionar sólo pude limitarme a reír, intentando disimularlo manteniendo la boca cerrada. Fue inútil, terminé por reír a carcajadas.
-¡¡HAHAHAHA!!- Se me escapo sin escrúpulos. Desvié el rostro hacia un lado a la par que me cubría la boca con mi mano derecha. Alejé de mi a la chica con suavidad ayudado de la mano libre que tenía.
-¡¡Tu ganas, tu ganas!!- respondí luego de un rato, rato que debió ser bastante incómodo y humillante para la muchacha...pero simplemente no pude controlarme al ver a alguien tan seguro de sí misma caer en desesperación.
Ah...tal parece que si soy un sádico...
-Ah...haha...Me sorprendiste...ganaste mi silencio...hahah...- decía mientras limpiaba las lágrimas que se habían albergado en mis ojos por tanto reír. Pues sí, me había impresionado...no esperaba una respuesta como esa.
Invitado- Invitado
Re: Perdiendo el tiempo.
¡¿Por qué había dicho eso?! ¿Acaso era porque llevaba semanas, no, varios meses abstenida de comer cualquier cosa dulce? No conseguiría perdonarse nunca ese desliz, quizás sí hubiese sido mejor ofrecerle algo de dinero o simplemente cerrarle la boca a la fuerza, lo que fuera para ahorrarse ese momento. El rubor en sus mejillas se intensificó al contemplar cómo el profesor se mofaba en su presencia, divirtiéndose a costa de ella y apartándole de sí. Ichigo se situó de forma apropiada, junto a él, cabizbaja y sin poder apartar la mano de su rostro enrojecido, evidentemente humillada.
Había sido engañada desde el principio. Era imposible que se hubiera salvado de la represalia y de la mancha en su expediente gracias a un ofrecimiento tan estúpido.
- Si no tenías la intención de delatarme... ¿Por qué...? - Masculló contrariada al cabo de una molesta pausa en la que el mayor intentaba regular su respiración agitada, sin alcanzar a comprender toda su actitud previa.
Volvió la vista hacia él mientras procesaba que todo aquello no era más que una treta, pero antes de encontrar miradas encogió su cuerpo sobre la banca, escondiendo su avergonzado rostro entre las piernas al recordar que le debía un chocolate.
- ¡Argh! ¡Te odio! - Gruñó molesta, llevándose ambas manos al cabello y desordenándolo en una sacudida, olvidando completamente que se seguía dirigiendo a un profesor. Fuera como fuera, el tipo se callaría y nada malo le sucedería pero no podría sacarse del cuerpo esa asquerosa sensación a derrota. ¿Ahora tendría que ir a comprarle una barra de chocolate o unos bombones? ¿O lo mejor sería tomar todo el asunto como una mera broma y dejarlo así? Era primera vez que se veía envuelta en una situación tan absurda y poco manejable.
Había sido engañada desde el principio. Era imposible que se hubiera salvado de la represalia y de la mancha en su expediente gracias a un ofrecimiento tan estúpido.
- Si no tenías la intención de delatarme... ¿Por qué...? - Masculló contrariada al cabo de una molesta pausa en la que el mayor intentaba regular su respiración agitada, sin alcanzar a comprender toda su actitud previa.
Volvió la vista hacia él mientras procesaba que todo aquello no era más que una treta, pero antes de encontrar miradas encogió su cuerpo sobre la banca, escondiendo su avergonzado rostro entre las piernas al recordar que le debía un chocolate.
- ¡Argh! ¡Te odio! - Gruñó molesta, llevándose ambas manos al cabello y desordenándolo en una sacudida, olvidando completamente que se seguía dirigiendo a un profesor. Fuera como fuera, el tipo se callaría y nada malo le sucedería pero no podría sacarse del cuerpo esa asquerosa sensación a derrota. ¿Ahora tendría que ir a comprarle una barra de chocolate o unos bombones? ¿O lo mejor sería tomar todo el asunto como una mera broma y dejarlo así? Era primera vez que se veía envuelta en una situación tan absurda y poco manejable.
Kouda Ichigo- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 267
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Re: Perdiendo el tiempo.
Una parte de mi se avergonzó de el infantil actuar que había presentado frente a la jovencita, era sólo un chico de secundaria jugándole una broma a su par. Pero no me arrepentía, después de todo tuve una gran recompenza con ello, fue una curiosa forma de conocer a una alumna, quitarle esa careta de buena niña que no mata ni una mosca y observar su verdadera escencia, la cual era muchísimo más divertida que una niña correcta (sin intenciones de ofender). Curioso a lo que esta jugarreta había llegado, ¿no?
Mi estomago dolía de tanto reír, hice como cien abdominales de una sola vez con esas carcajadas desvergonzadas. Al fin me había calmado y recobrado el ritmo normal de mi respiración, para poder responderle. Volteé mi cuerpo hacia ella una vez más, aclarando la garganta como si quisiera parecer serio. Algo bastante inútil ya que mi imagen madura había volado kilómetros a lo lejos.
-Vamos vamos...no digas cosas tan hirientes a tu profesor...- pedí moviendo la mano, en forma de disculpa acompañada de una expresión con una pizca de tristeza mezclada con arrepentimiento (fingido) y angustia. Deseé que no se molestara, pues aun quería conocerle un poco más, aunque fuera los últimos minutos antes de la campanada para entrar al salón.
-Simplemente deseaba conocer como eres en realidad, sin tanto artificialismo, y clichés- sonreí enseguida luego de ello, sin despegar mi mirada de los ojos violaceos de la pequeña. Me acerqué unos centímetros a ella inocentemente, sólo para poder ver su cara sin que intentara huir más de mi (o a una distancia prudente para que tampoco pudiese golpearme a causa de su enojo).
-¿No crees que es mejor así? ¡Ahora ambos sabemos bien cuales son los verdaderos colores del otro!- declaré en forma triunfante, aunque una parte de mi temía que este comentario hubiera tocado más la moral de Ichigo y temí por mi integridad física.
-A-ah...¡cierto! Aun no sabes mi nombre. Soy Hikigaya Haru, Hikki-sensei si gustas- tomé mi distancia y busqué su mano, sosteníendola en forma de saludo.
Mi estomago dolía de tanto reír, hice como cien abdominales de una sola vez con esas carcajadas desvergonzadas. Al fin me había calmado y recobrado el ritmo normal de mi respiración, para poder responderle. Volteé mi cuerpo hacia ella una vez más, aclarando la garganta como si quisiera parecer serio. Algo bastante inútil ya que mi imagen madura había volado kilómetros a lo lejos.
-Vamos vamos...no digas cosas tan hirientes a tu profesor...- pedí moviendo la mano, en forma de disculpa acompañada de una expresión con una pizca de tristeza mezclada con arrepentimiento (fingido) y angustia. Deseé que no se molestara, pues aun quería conocerle un poco más, aunque fuera los últimos minutos antes de la campanada para entrar al salón.
-Simplemente deseaba conocer como eres en realidad, sin tanto artificialismo, y clichés- sonreí enseguida luego de ello, sin despegar mi mirada de los ojos violaceos de la pequeña. Me acerqué unos centímetros a ella inocentemente, sólo para poder ver su cara sin que intentara huir más de mi (o a una distancia prudente para que tampoco pudiese golpearme a causa de su enojo).
-¿No crees que es mejor así? ¡Ahora ambos sabemos bien cuales son los verdaderos colores del otro!- declaré en forma triunfante, aunque una parte de mi temía que este comentario hubiera tocado más la moral de Ichigo y temí por mi integridad física.
-A-ah...¡cierto! Aun no sabes mi nombre. Soy Hikigaya Haru, Hikki-sensei si gustas- tomé mi distancia y busqué su mano, sosteníendola en forma de saludo.
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