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Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
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Music is War :: Industria del Espectáculo :: Escuela Musette :: Dormitorios :: Dormitorios de Chicos
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Oír sus palabras, con esa sutil aceptación, por un momento logró aliviarme un poco y los jadeos forzosos disminuyeron poco a poco. ¿Era eso lo que buscaba? ¿Qué tan patético me veía teniendo tales deseos por un desconocido?
La siguiente acción de Lucien me sacó del contexto. Tan inesperada fue que pude oír un sonido de sorpresa salir de mis labios tensos, pese a que el dolor estaba tanto o más presente que antes, siendo difícil de describir y es que por una parte, la superficie de contacto entre nosotros había aumentado, pero la hostilidad que su cuerpo provocaba en el mio había decendido y mi estado se mantenía justo en el límite entre la agresividad, esos extraños cambios y… algo más. Podía sentir su respiración y signos vitales con claridad, era tentador, para mí aquel abrazo no era un consuelo, sino un estímulo.
Quería follarlo. Quería acorralarlo contra la cama y presionar su cuerpo con el mio. Hasta la idea de morder su carne se me hacía tentadora. ¿Qué diablos era todo ese vicio por ese sujeto tan contrario a mis… “gustos” en ese momento? ¿Porque me sentía tan tentado? ¿Porque mi mente parecía flotar en los impulsos de deseo? No estaba enfocandome bien en escucharlo, pero una cosa si pude procesar y responder.
“Supongo que, a tus ojos, toda mi vida... Ngh... ha sido miserable... pero ¿sabes? es así como me tocó vivir. Y seguiré haciendo lo que quiera... mientras pueda...”
Susurré jadeando contra su piel, mis palabras se acabaron al momento de sentir sus labios sobre mi mejilla. Sobre las líneas de cada marca. ¿Por qué?...
“Quema…”
Jadeé, no como una queja, sino como una observación y luego sonreí apretando mis dientes, con la mezcla de sensaciones recorriendo mi cuerpo. El dolor era similar al que generaba la aguja cuando se hacía un tatuaje, como el de mi entrepierna. Consecutivo, superficial, pero agudo. Viciante. Ah. Un cosquilleo comenzaba a subir por mi espalda cuando noté qué es lo que realmente estaba haciendo éste sujeto. ¡Pero qué mierda..!
“Tsk… No creí que serías de los románticos.”
Acto seguido tomé su cabello con poca delicadeza, pero no al punto de generarle dolor, sino para asegurarme de enfocar su mirada y hacerle entender que iba en serio. Apoyé mi frente en la suya, todo roce dolía exquisitamente, me estaba acostumbrando, estaba jadeando como si ya estuviesemos intimando. Entonces susurré con una mirada fiera, cargada en pasión, dejando que mi aliento rozara sus labios.
“Si quieres actuar como el chico bueno… Y calmar lo que tu mismo provocaste… Entonces deja follarte y ya… No necesitas actuar como mártir, sabes?”
Mi lengua lamió su mejilla lascivamente y dejé libre su cabello, moví la cabeza y esta vez mi lengua se tentó por alcanzar sus labios, cerca y más cerca... hasta alcanzar a humedecerlos. Mis huesos ya no parecían tronar, sin embargo, mi excitación permanecía.
“Anda… Tócame un poco más y prometo que voy a escuchar los sermones que quieras darme. Incluso solo tus manos estarian bien. ¿No te parece un buen trato?~”
La siguiente acción de Lucien me sacó del contexto. Tan inesperada fue que pude oír un sonido de sorpresa salir de mis labios tensos, pese a que el dolor estaba tanto o más presente que antes, siendo difícil de describir y es que por una parte, la superficie de contacto entre nosotros había aumentado, pero la hostilidad que su cuerpo provocaba en el mio había decendido y mi estado se mantenía justo en el límite entre la agresividad, esos extraños cambios y… algo más. Podía sentir su respiración y signos vitales con claridad, era tentador, para mí aquel abrazo no era un consuelo, sino un estímulo.
Quería follarlo. Quería acorralarlo contra la cama y presionar su cuerpo con el mio. Hasta la idea de morder su carne se me hacía tentadora. ¿Qué diablos era todo ese vicio por ese sujeto tan contrario a mis… “gustos” en ese momento? ¿Porque me sentía tan tentado? ¿Porque mi mente parecía flotar en los impulsos de deseo? No estaba enfocandome bien en escucharlo, pero una cosa si pude procesar y responder.
“Supongo que, a tus ojos, toda mi vida... Ngh... ha sido miserable... pero ¿sabes? es así como me tocó vivir. Y seguiré haciendo lo que quiera... mientras pueda...”
Susurré jadeando contra su piel, mis palabras se acabaron al momento de sentir sus labios sobre mi mejilla. Sobre las líneas de cada marca. ¿Por qué?...
“Quema…”
Jadeé, no como una queja, sino como una observación y luego sonreí apretando mis dientes, con la mezcla de sensaciones recorriendo mi cuerpo. El dolor era similar al que generaba la aguja cuando se hacía un tatuaje, como el de mi entrepierna. Consecutivo, superficial, pero agudo. Viciante. Ah. Un cosquilleo comenzaba a subir por mi espalda cuando noté qué es lo que realmente estaba haciendo éste sujeto. ¡Pero qué mierda..!
“Tsk… No creí que serías de los románticos.”
Acto seguido tomé su cabello con poca delicadeza, pero no al punto de generarle dolor, sino para asegurarme de enfocar su mirada y hacerle entender que iba en serio. Apoyé mi frente en la suya, todo roce dolía exquisitamente, me estaba acostumbrando, estaba jadeando como si ya estuviesemos intimando. Entonces susurré con una mirada fiera, cargada en pasión, dejando que mi aliento rozara sus labios.
“Si quieres actuar como el chico bueno… Y calmar lo que tu mismo provocaste… Entonces deja follarte y ya… No necesitas actuar como mártir, sabes?”
Mi lengua lamió su mejilla lascivamente y dejé libre su cabello, moví la cabeza y esta vez mi lengua se tentó por alcanzar sus labios, cerca y más cerca... hasta alcanzar a humedecerlos. Mis huesos ya no parecían tronar, sin embargo, mi excitación permanecía.
“Anda… Tócame un poco más y prometo que voy a escuchar los sermones que quieras darme. Incluso solo tus manos estarian bien. ¿No te parece un buen trato?~”
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 1020
Fecha de inscripción : 15/03/2012
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
cada interacción que emitía en su totalidad el cuerpo de Dante me hacía sentir mas presionado, podía sentir la tensión en su cuerpo así como en su entrepierna que a simple vista parecía llamarme, un escalofrío recorrió mi cuerpo como aquel día
*Vamos Lucien...tócalo un poco...solo un poco, él no ve en ti nada grotesco como aquella chiquilla prometo comportarme~...sabes que lo deseas tanto como yo...*
Mi respiración se vio influenciada con esas palabras en mi mente, cerré los ojos un momento, afligido-
...Si lo hiciera me dejaría llevar por aquel demonio, aun cuando así lo deseara no puedo concederte aquello...no puedo romper los limites...-el simple hecho de sentir la piel húmeda de su lengua en mi mejilla me hizo querer avanzar, estaba a punto de rehusarme cuando humedeció mis labios con esa rosácea carne-
*Lo tomaré...tomaré esa tensión para mi~*
Quieres un sermón Dante? no hay nada que sermonear-mi voz volvió a ser profunda y prepotente- No te atrevas a moverte a menos que yo así te lo diga...-una de mis manos que abrazaba a Dante bajó hasta su cinturón chocando ambas zonas bajas, rozándolas y sin pensarlo dos veces mordí los labios del intruso para luego dejar fluir mi respiración en su boca- No te impacientes...si me obedeces prometo no ser romantico-lo tomé por la nuca he introduje mi lengua en su boca comenzando a jugar con ella mientras que mis manos seguían enjaulandolo, moviéndome generando ahora tensión en mi propia entrepierna, el calor entre ambos era excitante.
Ah~ lo es...lo adictivo de una piel cálida...siento la tensión de él invadirme...ngh...mas...dame mas de esa tensión...
Mis ojos cambiaron de color a un celeste intenso, dejé de besarle y le tiré sobre el colchón de nuevo contemplando el agitado pecho de Dante al respirar, mi sonrisa se volvió maliciosa y seductora acompañando esto de la misma presencia que apareció cuando probé la piel de Mine. Desabotoné completamente mi camisa al sentir el ardor en mis tatuajes que ahora se daban paso por todo mi torso.
Solo con mis manos estaría bien, ¿verdad?No vayas a arrepentirte...Dan-te...
*Vamos Lucien...tócalo un poco...solo un poco, él no ve en ti nada grotesco como aquella chiquilla prometo comportarme~...sabes que lo deseas tanto como yo...*
Mi respiración se vio influenciada con esas palabras en mi mente, cerré los ojos un momento, afligido-
...Si lo hiciera me dejaría llevar por aquel demonio, aun cuando así lo deseara no puedo concederte aquello...no puedo romper los limites...-el simple hecho de sentir la piel húmeda de su lengua en mi mejilla me hizo querer avanzar, estaba a punto de rehusarme cuando humedeció mis labios con esa rosácea carne-
*Lo tomaré...tomaré esa tensión para mi~*
Quieres un sermón Dante? no hay nada que sermonear-mi voz volvió a ser profunda y prepotente- No te atrevas a moverte a menos que yo así te lo diga...-una de mis manos que abrazaba a Dante bajó hasta su cinturón chocando ambas zonas bajas, rozándolas y sin pensarlo dos veces mordí los labios del intruso para luego dejar fluir mi respiración en su boca- No te impacientes...si me obedeces prometo no ser romantico-lo tomé por la nuca he introduje mi lengua en su boca comenzando a jugar con ella mientras que mis manos seguían enjaulandolo, moviéndome generando ahora tensión en mi propia entrepierna, el calor entre ambos era excitante.
Ah~ lo es...lo adictivo de una piel cálida...siento la tensión de él invadirme...ngh...mas...dame mas de esa tensión...
Mis ojos cambiaron de color a un celeste intenso, dejé de besarle y le tiré sobre el colchón de nuevo contemplando el agitado pecho de Dante al respirar, mi sonrisa se volvió maliciosa y seductora acompañando esto de la misma presencia que apareció cuando probé la piel de Mine. Desabotoné completamente mi camisa al sentir el ardor en mis tatuajes que ahora se daban paso por todo mi torso.
Solo con mis manos estaría bien, ¿verdad?No vayas a arrepentirte...Dan-te...
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Como me esperaba, su respuesta a mi necesitada invitación fue negativa, hablando de demonios y límites mientras yo ya había sobrepasado el mio en el solo momento en que nuestros cuerpos comenzaron a llamarse el uno al otro. En mi cabeza la idea de que esto era similar a una borrachera me hacía gracia. Como si en algunas horas más, cuando estuviera tranquilo, repasaría todo esto en mi mente y diría “pero qué mierda hiciste dante…” y aunque en verdad no me lo iba a recriminar, si al menos me iba a causar gracia las contradicciones en las que estábamos cayendo.
“No te atrevas a moverte a menos que yo así te lo diga...“ Dijo él y no pude ocultar la expresión atónita de mi rostro. Y es que aunque no hubiese sido algo directo, esas simples palabras eran todo lo contrario a su primera negativa. El descender de su mano me dio la clara idea de que él había cambiado de opinión y por supuesto, a mi no debían decírmelo dos veces. Con una risa ladina y casi triunfante fue que asentí, jadeando y estremeciéndome un poco al sentir su mano tan cerca de la urgencia entre mis piernas.
“Ngh..”
Una suave queja escapó de mi garganta tras la mordida que me dio. Mi cuerpo reaccionó a sus palabras como si aquello fuera un juego de dirty talk. ¿No sería romántico? ¿Qué no me impacientara? Ya lo estaba, joder! Pero no iba a meter las patas, eso si que no, aunque sintiera mi entrepierna desesperada por aliviarse, aguantaría bajo las reglas del juego que él estaba poniendo, al menos, eso es lo que ahora mismo tenía ganas de hacer.
Si él está cediendo, yo también debo hacerlo. Así eran las reglas en mi mundo.
“Ugh..”
El beso me tomó por sorpresa y casi de inmediato me vi suspirando en su boca. El tacto entre nuestras lenguas, ridículamente, también dolía. E incluso así el juego de ellas continuaba, generando sonidos lascivos por la saliva y las succiones que en el beso daba. Qué decir de mi temperatura corporal… Me sentía afiebrado, seguramente había comenzado a sudar, pero lo mejor de ello era que el cuerpo sobre mí se sentía igual de caliente. Creo que era la primera vez que, sin una gota del alcohol o nicotina en el cuerpo, me sentía mareado, drogado con todo ese ambiente que realmente, parecía cualquier cosa menos la posibilidad de una realidad, así me sentía al menos hasta volver a topar mi vista con la de Lucien.
“…”
Mi expresión cambió un poco, estaba algo desconcertado para cuando fui arrojado contra el colchón. Sí, desconcertado, pero no asustado, como si entendiera el significado de ese “extraño” cambio de color en sus ojos, porque para mí no era algo del todo ajeno. Después de todo, mis ojos tienden a cambiar en esta clase de situaciones casi siempre.
Mi seriedad se mantuvo unos segundos por la sorpresa al notar que de alguna manera, yo lo había conducido a ese estado, aunque sería más correcto decir que había sido una cuestión mutua. Mi pecho se movía agitadamente y es que me había dejado llevar en el beso en cuestión, ni siquiera me importaba tener un hilo de saliva cayendo de la comisura de mis labios.
Miré atento sus acciones, sonriendo cómplice, triunfante por haber logrado sacar esa expresión maliciosa en su rostro. Cuando quitó su camisa mis ojos se abrieron un poco más. Era muy similar a lo que me ocurría cuando “no sabía que le pasaba a mi cuerpo”, era muy similar al estado en el que yo hasta hace un rato estaba a punto de caer. ¿Por qué se había detenido mi “transformación”? Era por lo que él había hecho… de seguro…
“Vaya… Sí que es sorprendente verlo en alguien más…”
Sonreí desde la cama, moviendo un poco mi cabeza hacia arriba, dirigiéndole una mirada provocadora y acusadora.
“Ah…~ Me dejarás ver más? Seré obediente, como el más fiel de los perros….mh… pero depende de ti el mantener mi impaciencia bajo control…”
Mis manos se aferraron a sus muslos y apretaron su piel, sin llegar a clavar las uñas en su ropa, solo apretando, invitando, suplicando por que las prendas no estorbaran. Joder! sentía que si éste sujeto llegaba a tocarme de forma directa, me correría en un suspiro y esa sola idea ya me tenía temblando de la excitación. ¿Alguna vez había sentido esa intensidad de sensaciones con alguien? Esto, Lucien, no era humano, sí, me había convencido de ello. Qué es lo que era yo entonces...?
Quise preguntar, pero temí romper esta conexión.
“No te atrevas a moverte a menos que yo así te lo diga...“ Dijo él y no pude ocultar la expresión atónita de mi rostro. Y es que aunque no hubiese sido algo directo, esas simples palabras eran todo lo contrario a su primera negativa. El descender de su mano me dio la clara idea de que él había cambiado de opinión y por supuesto, a mi no debían decírmelo dos veces. Con una risa ladina y casi triunfante fue que asentí, jadeando y estremeciéndome un poco al sentir su mano tan cerca de la urgencia entre mis piernas.
“Ngh..”
Una suave queja escapó de mi garganta tras la mordida que me dio. Mi cuerpo reaccionó a sus palabras como si aquello fuera un juego de dirty talk. ¿No sería romántico? ¿Qué no me impacientara? Ya lo estaba, joder! Pero no iba a meter las patas, eso si que no, aunque sintiera mi entrepierna desesperada por aliviarse, aguantaría bajo las reglas del juego que él estaba poniendo, al menos, eso es lo que ahora mismo tenía ganas de hacer.
Si él está cediendo, yo también debo hacerlo. Así eran las reglas en mi mundo.
“Ugh..”
El beso me tomó por sorpresa y casi de inmediato me vi suspirando en su boca. El tacto entre nuestras lenguas, ridículamente, también dolía. E incluso así el juego de ellas continuaba, generando sonidos lascivos por la saliva y las succiones que en el beso daba. Qué decir de mi temperatura corporal… Me sentía afiebrado, seguramente había comenzado a sudar, pero lo mejor de ello era que el cuerpo sobre mí se sentía igual de caliente. Creo que era la primera vez que, sin una gota del alcohol o nicotina en el cuerpo, me sentía mareado, drogado con todo ese ambiente que realmente, parecía cualquier cosa menos la posibilidad de una realidad, así me sentía al menos hasta volver a topar mi vista con la de Lucien.
“…”
Mi expresión cambió un poco, estaba algo desconcertado para cuando fui arrojado contra el colchón. Sí, desconcertado, pero no asustado, como si entendiera el significado de ese “extraño” cambio de color en sus ojos, porque para mí no era algo del todo ajeno. Después de todo, mis ojos tienden a cambiar en esta clase de situaciones casi siempre.
Mi seriedad se mantuvo unos segundos por la sorpresa al notar que de alguna manera, yo lo había conducido a ese estado, aunque sería más correcto decir que había sido una cuestión mutua. Mi pecho se movía agitadamente y es que me había dejado llevar en el beso en cuestión, ni siquiera me importaba tener un hilo de saliva cayendo de la comisura de mis labios.
Miré atento sus acciones, sonriendo cómplice, triunfante por haber logrado sacar esa expresión maliciosa en su rostro. Cuando quitó su camisa mis ojos se abrieron un poco más. Era muy similar a lo que me ocurría cuando “no sabía que le pasaba a mi cuerpo”, era muy similar al estado en el que yo hasta hace un rato estaba a punto de caer. ¿Por qué se había detenido mi “transformación”? Era por lo que él había hecho… de seguro…
“Vaya… Sí que es sorprendente verlo en alguien más…”
Sonreí desde la cama, moviendo un poco mi cabeza hacia arriba, dirigiéndole una mirada provocadora y acusadora.
“Ah…~ Me dejarás ver más? Seré obediente, como el más fiel de los perros….mh… pero depende de ti el mantener mi impaciencia bajo control…”
Mis manos se aferraron a sus muslos y apretaron su piel, sin llegar a clavar las uñas en su ropa, solo apretando, invitando, suplicando por que las prendas no estorbaran. Joder! sentía que si éste sujeto llegaba a tocarme de forma directa, me correría en un suspiro y esa sola idea ya me tenía temblando de la excitación. ¿Alguna vez había sentido esa intensidad de sensaciones con alguien? Esto, Lucien, no era humano, sí, me había convencido de ello. Qué es lo que era yo entonces...?
Quise preguntar, pero temí romper esta conexión.
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 1020
Fecha de inscripción : 15/03/2012
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Podía sentirlo, el ardor atravesar la tela que llegaba a molestar, el ínfimo limite entre perder el control y tomarlo a la fuerza, de romper todo a mi paso, de probar la carne en mis labios, de que el degustara la mia fusionando el dolor y el placer.
Abrí ligeramente la boca exhalando aire, acercándome a él sosteniendo una de sus manos para guiarle hacia mi. Felinamente reí en su oreja derecha al mismo tiempo que desabotonaba con mis largos dedos el burdo disfraz de tela blanca que cubría el torso de Dante-Te dejaré ver lo que yo desee y lo que te permita-gruñí al rozar con mi respiración acompasada el lóbulo de su oreja que seguía el ritmo de esta guiando las manos de Dante por mis muslos hacia arriba sin tocar la excitación latente de mi pantalón ya notoria, gozando de ello, lentamente...de a poco...explorando la sensibilidad de la yema de sus dedos contra mi propia piel-Sabes? me gustan los animales~-bajé mis labios a su cuello casi sin tocarle, siguiendo la linea que se traza hasta la clavícula, mi lengua húmeda y cálida se deslizo por ese lugar dejándome oírme a mi mismo con un tono de voz inclusive algo "morboso"-Sus rostros de pasividad al momento en que los acaricias y que se entregan sin mayor miedo...-mis manos bajaron en una caricia desde su torso ya desnudo hasta su pantalón-no te parecen adorables? sus hermosos gemidos al pedirte mas...-mis dedos ya cálidos estimulaban su miembro con un vaivén de arriba hacia abajo, suave pero preciso-...ah~ me pregunto que tan profunda puede ser tu voz, mi querido demonio...me pregunto si será tan fuerte como esto~-seguí estimulándole ahora presionando mientras que mis labios llegaban a las comisuras de su oreja izquierda, humedeciéndolas para luego succionar su lóbulo -...quiero escucharte~...déjame oírte
Abrí ligeramente la boca exhalando aire, acercándome a él sosteniendo una de sus manos para guiarle hacia mi. Felinamente reí en su oreja derecha al mismo tiempo que desabotonaba con mis largos dedos el burdo disfraz de tela blanca que cubría el torso de Dante-Te dejaré ver lo que yo desee y lo que te permita-gruñí al rozar con mi respiración acompasada el lóbulo de su oreja que seguía el ritmo de esta guiando las manos de Dante por mis muslos hacia arriba sin tocar la excitación latente de mi pantalón ya notoria, gozando de ello, lentamente...de a poco...explorando la sensibilidad de la yema de sus dedos contra mi propia piel-Sabes? me gustan los animales~-bajé mis labios a su cuello casi sin tocarle, siguiendo la linea que se traza hasta la clavícula, mi lengua húmeda y cálida se deslizo por ese lugar dejándome oírme a mi mismo con un tono de voz inclusive algo "morboso"-Sus rostros de pasividad al momento en que los acaricias y que se entregan sin mayor miedo...-mis manos bajaron en una caricia desde su torso ya desnudo hasta su pantalón-no te parecen adorables? sus hermosos gemidos al pedirte mas...-mis dedos ya cálidos estimulaban su miembro con un vaivén de arriba hacia abajo, suave pero preciso-...ah~ me pregunto que tan profunda puede ser tu voz, mi querido demonio...me pregunto si será tan fuerte como esto~-seguí estimulándole ahora presionando mientras que mis labios llegaban a las comisuras de su oreja izquierda, humedeciéndolas para luego succionar su lóbulo -...quiero escucharte~...déjame oírte
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Sus palabras imponían su voluntad. Voluntad que a mi ya no me quedaba, y es que por muy prostituto que sonara, mi conciencia se había entregado al juego de éste hombre, como una operación kamikaze. Sí, sería como él decía, o al menos por el momento, mi buen carácter me permitía aceptar sus condiciones sin chistar.
El roce en mi lóbulo me sacó un gruñido, sus caricias eran desesperantemente suaves. ¡que hubiese dado porque mordiera mi carne hasta hacerla sangrar! Inconscientemente llevé mi rostro a la izquierda para de éste modo darle más espacio en mi cuello a Lucien. Mis manos se dejaban guiar por las suyas, tentadas de volver a su entrepierna, de hecho, tenía la mirada fija en el bulto de su pantalón y de a ratos lamía mis labios, deseando probar la dureza de su erección con mi lengua.
“Unff..” Bufé al tener contacto con la piel de su abdomen, a medida que mis manos subían. La sensibilidad se repetía, como miles de pequeñas agujas clavándome, quemándome.
“A…ah~” Su lengua sobre mi piel y su voz penetrando mi cerebro era un abuso, llamarme animal con tal descaro y que eso me excitara era una violación a otro nivel, más allá de la carne. Podía sentir las corrientes eléctricas que me recorrían el cuerpo y terminaban en mi ingle, haciéndome encorvar la espalda y tal como él decía, poner una expresión de pasividad, o más bien necesidad, demasiado fuera de mí.
“Adorable…? Grr..ngh…” Sentir sus manos en mi miembro me hizo dar un sobresalto, las caricias eran como una tortura complaciente. “Ah..!” Mi mano tomó su muñeca por reflejo, dolía, dolía pero se sentía demasiado bien que él estuviera tocando ahí, la incomodidad era porque la caricia aún era muy suave. Me sentía entrando en un estado de éxtasis, a punto de gemir con descaro, pero hubo algo que me sacó de ése estado. Algo… quizás la palabra ya era un tabú para mi.
“Demonio…? NO! Grrr… Es… Dante….”
Repetí frunciendo el ceño, enterrando mis dedos en su muñeca, en señal de profunda molestia. Y seguro, de no ser por mi dócil estado, al que me había llevado, hubiese cerrado su boca con un puñetazo. Me frustraba oír esa palabra! Me frustraba que la repitiera él y últimamente muchas delas personas con las que había ido a parar. Me enojaba que hubiese respondido a mi pensamiento y no ser capaz de aceptar aquello como una posibilidad.
“S…Si quieres escuchar… entonces mantén el hocico cerrado… Mh…”
Respondí rebelde, pero me di cuenta de algo. Mi voz, sin depender de mi voluntad, había sonado profunda, como después de una noche de juerga y había hecho eco en mis oídos, obedeciendo a la voluntad de Lucien, como si tuviera vida propia. Mordí mis labios, pero no duré más que unos segundos reteniendo mis gemidos, los que poco a poco fueron llenando la habitación.
“M—mh…! Ah… M..Más…!” Necesitaba más presión, más velocidad, más firmeza. Necesitaba ignorar el miedo a mi propia existencia y dejarme abarcar por esa ola de sensaciones, sin temer mi debilidad, sin vergüenza por perderme en sus manos.
Deja refugiarme en la carne. En el sentir del cuerpo y dejar a mi cerebro ignorante de la realidad. Estas sensaciones son lo único que necesito. Esto me alimenta, me mantiene vivo. Este es mi verdadero ser, hambriento de los deseos retenidos de los demás…
Entonces… ¿cabe la posibilidad… de ser un ser maldito…?
El roce en mi lóbulo me sacó un gruñido, sus caricias eran desesperantemente suaves. ¡que hubiese dado porque mordiera mi carne hasta hacerla sangrar! Inconscientemente llevé mi rostro a la izquierda para de éste modo darle más espacio en mi cuello a Lucien. Mis manos se dejaban guiar por las suyas, tentadas de volver a su entrepierna, de hecho, tenía la mirada fija en el bulto de su pantalón y de a ratos lamía mis labios, deseando probar la dureza de su erección con mi lengua.
“Unff..” Bufé al tener contacto con la piel de su abdomen, a medida que mis manos subían. La sensibilidad se repetía, como miles de pequeñas agujas clavándome, quemándome.
“A…ah~” Su lengua sobre mi piel y su voz penetrando mi cerebro era un abuso, llamarme animal con tal descaro y que eso me excitara era una violación a otro nivel, más allá de la carne. Podía sentir las corrientes eléctricas que me recorrían el cuerpo y terminaban en mi ingle, haciéndome encorvar la espalda y tal como él decía, poner una expresión de pasividad, o más bien necesidad, demasiado fuera de mí.
“Adorable…? Grr..ngh…” Sentir sus manos en mi miembro me hizo dar un sobresalto, las caricias eran como una tortura complaciente. “Ah..!” Mi mano tomó su muñeca por reflejo, dolía, dolía pero se sentía demasiado bien que él estuviera tocando ahí, la incomodidad era porque la caricia aún era muy suave. Me sentía entrando en un estado de éxtasis, a punto de gemir con descaro, pero hubo algo que me sacó de ése estado. Algo… quizás la palabra ya era un tabú para mi.
“Demonio…? NO! Grrr… Es… Dante….”
Repetí frunciendo el ceño, enterrando mis dedos en su muñeca, en señal de profunda molestia. Y seguro, de no ser por mi dócil estado, al que me había llevado, hubiese cerrado su boca con un puñetazo. Me frustraba oír esa palabra! Me frustraba que la repitiera él y últimamente muchas delas personas con las que había ido a parar. Me enojaba que hubiese respondido a mi pensamiento y no ser capaz de aceptar aquello como una posibilidad.
“S…Si quieres escuchar… entonces mantén el hocico cerrado… Mh…”
Respondí rebelde, pero me di cuenta de algo. Mi voz, sin depender de mi voluntad, había sonado profunda, como después de una noche de juerga y había hecho eco en mis oídos, obedeciendo a la voluntad de Lucien, como si tuviera vida propia. Mordí mis labios, pero no duré más que unos segundos reteniendo mis gemidos, los que poco a poco fueron llenando la habitación.
“M—mh…! Ah… M..Más…!” Necesitaba más presión, más velocidad, más firmeza. Necesitaba ignorar el miedo a mi propia existencia y dejarme abarcar por esa ola de sensaciones, sin temer mi debilidad, sin vergüenza por perderme en sus manos.
Deja refugiarme en la carne. En el sentir del cuerpo y dejar a mi cerebro ignorante de la realidad. Estas sensaciones son lo único que necesito. Esto me alimenta, me mantiene vivo. Este es mi verdadero ser, hambriento de los deseos retenidos de los demás…
Entonces… ¿cabe la posibilidad… de ser un ser maldito…?
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 1020
Fecha de inscripción : 15/03/2012
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Oh vaya…jajaja-reí de forma burlesca anestesiado por el pensamiento que aquello había calado en lo más profundo de su ser, que aquella simple palabra era una ofensa para él, quería verlo, quería ver como se movía y alimentaba de nuestros jadeos lo que habitaba en él...más que eso...Quería absorberlo, quería absorber todas esas sensaciones toda esa lujuria y frustración.
Mmm, que grandiosa voz tienes~…Con calma, déjame jugar un poco, quieto~-susurré, mis dientes se incrustaron en una mordida en su cuello, allí donde el nervio producía un choque eléctrico de regocijo y placer.
Lamí las marcas de mis propios dientes que ahora se mostraban en su piel vuelta rojiza mientras mi mano izquierda sujetada ahora al que era mi amante, la otra proporcionaba más potencia al movimiento en su miembro, escuchando sus gemidos e imaginándome una melodía con ellos, como si de una sinfonía se tratase.
Ah~…-Era cierto y extraño, intimar con un completo desconocido me hacía sentir extasiado, e inclusive más que jugar con su mente o con mi propia lívido se convertía en una reacción adversa pero…al parecer mi cuerpo seguía sin querer controlarse, los tatuajes expandiéndose, palpitantes quemando como hierro caliente…
Ves? El suave placer de la carne, lo agradable de sentir la palpitación de la sangre recorriendo cada una de sus venas hasta llegar a su miembro, sentir lo mismo acontecer en tu cuerpo…el sufrimiento fusionándose con el sudor…Oh Lucien~ te has perdido de tanto y aun así te niegas a que alguien más te enseñe ese placer. ¿Por qué crees que los aldeanos sucumbían ante mí? ¿No sería grato el sentir lo mismo?...escúchales~ ellos se dejaron llevar y descubrieron sensaciones inimaginables…
-efectivamente los escuchaba, gemidos, quejidos…-
¡puedes hacer lo mismo! pídeselo, pide que esa mano te envuelva, pídele que te deje entrar~…No tiene nada de malo compartir el gozo de esto ¿verdad?
Ngh…-Pensaba que si seguía las palabras de aquella voz femenina y sensual en mi mente caería en la desesperación, pero…el ardor era un buen estimulante a no dejarme llevar ¿Cómo hacerlo si esa sensación fue siempre de desagrado?
Hazlo Lu-ci-en~…Usa tu imaginación…
*Mi…imaginación?*
Oh~ quizás hasta podrías sentirte cerca de alguien…recuerdas aquella piel?...la piel que cada mañana estaba cerca de la tuya…cálida y bronceada por los rayos del Sol juju~.
Ah!-mi mano comenzó a moverse ágilmente, con más rapidez notando la humedad de aquel bulto que apresaba, mis labios recorrían los tatuajes de la piel de dante, quemándolos, las exhalaciones se notaban más fuerte, intentando no pensar en sus últimas palabras, maldita era la hora en que aquella voz volvía y me incitaba a querer más del cuerpo de este hombre!!En imaginármela ..si...esas curvas pronunciadas...no quería si quiera recordarla...no quería imaginarme en este momento a Lucia.
Quieres hacerlo~ podrías pensar en ella~ en su cintura y sus bellas facciones, en esa voz agitada como la de este hombre…en la humedad de su piel contrastando la tuya…
*No…basta…* -me negué a pensar en ella…la saqué de mi mente-
Seguía moviéndome junto con él, pensando solo en el cuerpo que ahora estaba frente a mi, besos furtivos en su oreja, su cuello, su pecho, lamidas en su aureolas, jugueteando con sus pezones erectos por el estimulo… hasta que al verle más débil y agitado usé mi mano libre para tomar la de Dante y posarla sobre mi entre pierna
No seas egoísta y dame satisfacción…-mi propia voz más ronca de lo normal, más sensual y provocativa, dando una orden precisa ¿De verdad este ser era yo?- Dame placer o no seguiré tocándote-retiré mi mano húmeda, aquel líquido que estaba entre mis dedos ahora era degustado por mis labios y lengua con una sonrisa de medio lado, ojos profundos y penetrantes se posaban en Dante y en su ser completo, relamí mis labios-…Estoy esperando~ ven aquí~
Mmm, que grandiosa voz tienes~…Con calma, déjame jugar un poco, quieto~-susurré, mis dientes se incrustaron en una mordida en su cuello, allí donde el nervio producía un choque eléctrico de regocijo y placer.
Lamí las marcas de mis propios dientes que ahora se mostraban en su piel vuelta rojiza mientras mi mano izquierda sujetada ahora al que era mi amante, la otra proporcionaba más potencia al movimiento en su miembro, escuchando sus gemidos e imaginándome una melodía con ellos, como si de una sinfonía se tratase.
Ah~…-Era cierto y extraño, intimar con un completo desconocido me hacía sentir extasiado, e inclusive más que jugar con su mente o con mi propia lívido se convertía en una reacción adversa pero…al parecer mi cuerpo seguía sin querer controlarse, los tatuajes expandiéndose, palpitantes quemando como hierro caliente…
Ves? El suave placer de la carne, lo agradable de sentir la palpitación de la sangre recorriendo cada una de sus venas hasta llegar a su miembro, sentir lo mismo acontecer en tu cuerpo…el sufrimiento fusionándose con el sudor…Oh Lucien~ te has perdido de tanto y aun así te niegas a que alguien más te enseñe ese placer. ¿Por qué crees que los aldeanos sucumbían ante mí? ¿No sería grato el sentir lo mismo?...escúchales~ ellos se dejaron llevar y descubrieron sensaciones inimaginables…
-efectivamente los escuchaba, gemidos, quejidos…-
¡puedes hacer lo mismo! pídeselo, pide que esa mano te envuelva, pídele que te deje entrar~…No tiene nada de malo compartir el gozo de esto ¿verdad?
Ngh…-Pensaba que si seguía las palabras de aquella voz femenina y sensual en mi mente caería en la desesperación, pero…el ardor era un buen estimulante a no dejarme llevar ¿Cómo hacerlo si esa sensación fue siempre de desagrado?
Hazlo Lu-ci-en~…Usa tu imaginación…
*Mi…imaginación?*
Oh~ quizás hasta podrías sentirte cerca de alguien…recuerdas aquella piel?...la piel que cada mañana estaba cerca de la tuya…cálida y bronceada por los rayos del Sol juju~.
Ah!-mi mano comenzó a moverse ágilmente, con más rapidez notando la humedad de aquel bulto que apresaba, mis labios recorrían los tatuajes de la piel de dante, quemándolos, las exhalaciones se notaban más fuerte, intentando no pensar en sus últimas palabras, maldita era la hora en que aquella voz volvía y me incitaba a querer más del cuerpo de este hombre!!En imaginármela ..si...esas curvas pronunciadas...no quería si quiera recordarla...no quería imaginarme en este momento a Lucia.
Quieres hacerlo~ podrías pensar en ella~ en su cintura y sus bellas facciones, en esa voz agitada como la de este hombre…en la humedad de su piel contrastando la tuya…
*No…basta…* -me negué a pensar en ella…la saqué de mi mente-
Seguía moviéndome junto con él, pensando solo en el cuerpo que ahora estaba frente a mi, besos furtivos en su oreja, su cuello, su pecho, lamidas en su aureolas, jugueteando con sus pezones erectos por el estimulo… hasta que al verle más débil y agitado usé mi mano libre para tomar la de Dante y posarla sobre mi entre pierna
No seas egoísta y dame satisfacción…-mi propia voz más ronca de lo normal, más sensual y provocativa, dando una orden precisa ¿De verdad este ser era yo?- Dame placer o no seguiré tocándote-retiré mi mano húmeda, aquel líquido que estaba entre mis dedos ahora era degustado por mis labios y lengua con una sonrisa de medio lado, ojos profundos y penetrantes se posaban en Dante y en su ser completo, relamí mis labios-…Estoy esperando~ ven aquí~
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
¿Calma? ¿Cómo? Si mi pecho dolía ante cada respiración, como si fuera la misma excitación la que estuviese comprimiendo mis pulmones, impidiendo que éstos pudieran expandirse bien, pero no, solo era yo mismo intentando reprimir más gemidos, y es que me desconocía en ese estado de tanto éxtasis, por primera vez me sentía avergonzado de las reacciones de mi cuerpo, de las palabras que Lucien me daba y del placer que estaba sintiendo. Al punto de que al sentir sus dientes incrustándose en mi carne, tal y como un hierro caliente marcando mi piel, le dediqué una mirada que parecía reclamar el por qué no había arrancado mi carne y no había probado mi sangre.
“Ahhm~”
Sentí que perdí los estribos en el mismo momento en el que Lucien aumentó la presión y el ritmo de su mano. No pasaría mucho hasta correrme. Incluso había comenzado a mover mis caderas de forma inconsciente contra su mano, podía sentir la humedad del líquido pre seminal y las corrientes eléctricas de mi cuerpo, y cuando estuve a punto de llamar su nombre, él se detuvo sin más.
“….”
Mi cara de frustración e interrogación, mis cejas levemente arqueadas y mis labios apretados en un signo de indignación debieron parecerle, por lo menos, divertidas al momento en que tomó mi mano y me exigió devolverle la atención. Temblé al sentir su carne. Mi miembro punzaba exigiendo su última atención, pero a esta altura mi cerebro parecía hipnotizado con la idea de que sin el tacto de Lucien sobre mi carne, no iba a poder aliviar toda esa carga en mi cuerpo. Y a la vez era como si mi subconsciente pudiera entender sus deseos a la perfección, como si toda su lujuria fuera una imagen muy fácil de interpretar, y una muy buena arma para manipularlo, sin embargo, era la primera vez que me ocurría algo como esto. Sentirme con la…. ¿habilidad? De poder ver los deseos de los demás, tener la capacidad de llevarlos a otro nivel de la lujuria y placer, pero quizás la inexperiencia de esta situación me hacía sentirme nada más que como un espectador, ajeno al potencial de mi cuerpo y al mismo Lucien. Tan sorprendido estaba de mi mismo que no podía concentrarme, mis propia lujuria me opacaba la visión. Mis propias necesidades lo dejaban a él en segundo plano, tal vez, porque nunca había llegado a ese punto con nadie antes. No de esa forma en la que hasta yo admitía que aquí ocurría algo más, no solo era sexo y aunque lo notara, me negaba a vislumbrar la verdad.
“Nhf… UNff… “
Respiraba por la nariz y la boca al mismo tiempo, buscando regular mi respiración antes de obedecer, incorporándome lentamente para buscar otra posición. Mi mano izquierda tomó el hombro de lucien y lo empujó un poco, incitándole a sentarse en la cama, apoyando la espalda en la pared más cercana mientras yo me ponía entre sus piernas. Mis manos urgían por tocar su miembro y cuando hice el contacto directo con su piel, fue como si un interruptor en mi se hubiese activado.
“Quiero… devorarte…”
Mi garganta dolió al dejar ir esas palabras como si mi voz hubiese salido de mis propias entrañas. Grave, ajena. Mis ojos estaban tan contrastados que me asemejaban a un siberiano, el tatuaje de mi mejilla se expandió por toda la mitad izquierda de mi cuerpo, pero pese a estos cambios, no sentía el dolor, ni la presión del comienzo. Solo hambre. El incontenible deseo de verle satisfecho. Incliné mi cuerpo hacia sus piernas, ansioso de complacerle con mi boca, con mi lengua, con el calor de las paredes de mi boca. Como un animal sin control de sus más bajos instintos. Como si ese fuera el elixir que me permitiese seguir vivo.
“Ahhm~”
Sentí que perdí los estribos en el mismo momento en el que Lucien aumentó la presión y el ritmo de su mano. No pasaría mucho hasta correrme. Incluso había comenzado a mover mis caderas de forma inconsciente contra su mano, podía sentir la humedad del líquido pre seminal y las corrientes eléctricas de mi cuerpo, y cuando estuve a punto de llamar su nombre, él se detuvo sin más.
“….”
Mi cara de frustración e interrogación, mis cejas levemente arqueadas y mis labios apretados en un signo de indignación debieron parecerle, por lo menos, divertidas al momento en que tomó mi mano y me exigió devolverle la atención. Temblé al sentir su carne. Mi miembro punzaba exigiendo su última atención, pero a esta altura mi cerebro parecía hipnotizado con la idea de que sin el tacto de Lucien sobre mi carne, no iba a poder aliviar toda esa carga en mi cuerpo. Y a la vez era como si mi subconsciente pudiera entender sus deseos a la perfección, como si toda su lujuria fuera una imagen muy fácil de interpretar, y una muy buena arma para manipularlo, sin embargo, era la primera vez que me ocurría algo como esto. Sentirme con la…. ¿habilidad? De poder ver los deseos de los demás, tener la capacidad de llevarlos a otro nivel de la lujuria y placer, pero quizás la inexperiencia de esta situación me hacía sentirme nada más que como un espectador, ajeno al potencial de mi cuerpo y al mismo Lucien. Tan sorprendido estaba de mi mismo que no podía concentrarme, mis propia lujuria me opacaba la visión. Mis propias necesidades lo dejaban a él en segundo plano, tal vez, porque nunca había llegado a ese punto con nadie antes. No de esa forma en la que hasta yo admitía que aquí ocurría algo más, no solo era sexo y aunque lo notara, me negaba a vislumbrar la verdad.
“Nhf… UNff… “
Respiraba por la nariz y la boca al mismo tiempo, buscando regular mi respiración antes de obedecer, incorporándome lentamente para buscar otra posición. Mi mano izquierda tomó el hombro de lucien y lo empujó un poco, incitándole a sentarse en la cama, apoyando la espalda en la pared más cercana mientras yo me ponía entre sus piernas. Mis manos urgían por tocar su miembro y cuando hice el contacto directo con su piel, fue como si un interruptor en mi se hubiese activado.
“Quiero… devorarte…”
Mi garganta dolió al dejar ir esas palabras como si mi voz hubiese salido de mis propias entrañas. Grave, ajena. Mis ojos estaban tan contrastados que me asemejaban a un siberiano, el tatuaje de mi mejilla se expandió por toda la mitad izquierda de mi cuerpo, pero pese a estos cambios, no sentía el dolor, ni la presión del comienzo. Solo hambre. El incontenible deseo de verle satisfecho. Incliné mi cuerpo hacia sus piernas, ansioso de complacerle con mi boca, con mi lengua, con el calor de las paredes de mi boca. Como un animal sin control de sus más bajos instintos. Como si ese fuera el elixir que me permitiese seguir vivo.
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
*hace tanto años que no veía tanto deseo en los ojos de alguien!!OH!!LUCIEN!!DÉJALO POR FAVOR DÉJALO!!JAJAJAJA!!ah, ah, aha!!*
*Vaya que estás entusiasmada...*-increíblemente la voz de la lujuria era mucho mas fácil tratar que las demás, insistente si, claro que lo era pero en comparación con las otras no era molesta y me daba placer...nos entendíamos bien.
Accedí con calma a sentarme sobre la cama, viendo como su cuerpo se acercaba al mio, cada gemido y exhalación agitada de Dante era como ver una bandeja repleta de los más exquisitos manjares que podría nunca ver...manjares que estaba dispuesto a probar...ahora lo entendía, el placer se volvía adictivo pero aun estaba consciente, eso quería decir que podía manejarlo.
*Puedo manejarlo...jaja...jajaja, tengo control!*
Lo puedes hacer~ nunca dije que rompería mi promesa Lu-ci-en~
*Ciertamente...esto es interesante...*
-Era parecido al control que quería tener sobre Skyle, esa sensación de quererlo todo, de ver como su mente se distorsionaba, conocía este tipo de "maldad"...era la que añoraba cada vez que estaba solo sin el delimitante que era para mi Lucia, la asfixiante y embriagadora manipulación. Sonreí complacido ante las palabras de Dante, relamí mis labios cuando por fin su mano hizo contacto-Ah~- abrí los ojos aun sonriendo entrecerrandolos al instante de forma bufona- Devorarme?juju~
ladee el rostro mirando sus tatuajes expandirse
pero querido Dante¿Acaso no lo ves?-tomé desde su nuca unos cuantos cabellos , nuestros ojos se encontraron, blancos, rodeados de un borde oscuro. Mi lengua natal se apoderó de mi habla-El único que está siendo devorado aquí eres tú...desde el momento en que te vi...-mis dientes blancos mostrándose al reír, mis pupilas se expandieron y contrajeron un segundo. Allí estaba, veía al demonio de nuevo pero ahora al parecer el estar cerca de él no solo le despertaba si no que no salía completamente, se divertía tanto como yo.Volví a hablar en el idioma normal-no estás siendo liberado?.
Había una diferencia entre nosotros y seguramente era eso lo que sin querer limitaba a Dante: yo sabía lo que sucedía, aun cuando pudiese estar la posibilidad de perder el control, ahora todo tenía sentido, sabía mis limites, me repetí a mi mismo.
Ahora estoy seguro...puedo realmente lidiar contigo~
Oh claro que puedes Lu! te daré un consejo...Apuesto a que la boca de ese sujeto es la puerta al infierno~ jujuju
*Entonces proporcionaré la llave~*
Bajé la cabeza de Dante casi como una invitación-muéstrame si tu lengua se mueve tan bien como cuando maldices...mi querido Dante~Si te toca directamente...podré alimentarme libremente...estará bien si lo hago Lucien?yo seré complacida mientras tu cuerpo siga experimentando el gozo de la carne...
Haz lo que se te de la gana, es un acuerdo donde ambos ganamos, mientras siga con este esplendida sensación ya nada me importa...solo ya sabes mis limites si no los rompes eres libre, una alianza.No lo ves? es como si tocase el piano! una melodía indescifrable es su mente y su cuerpo es el rompecabezas para llegar a ella...ah~ que increíble sensación!!jajaja
Muéstrate mas deseoso!muéstrame mas ese arte en tu piel, déjame escucharte mas aun...mas!
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
“Cállate…”
Mi voz seguía respondiendo en ese tono que parecía romper desde dentro mi garganta. Por una parte no podía controlar el deseo, pero a la vez esa actitud burlona en él se me estaba haciendo odiosa, pero lo dejaba pasar por alto al ver esos cambios sutiles en él que me regocijaban el alma, como si el más mínimo gesto en relación a su lascividad fuera una clase de droga para mí.
Sus manos ejercieron una leve presión en mi cabeza hacia abajo como una urgente invitación, su demanda, o su permiso para llevar su falo a mi boca. No era necesaria la provocación de sus palabras, ni siquiera su gesto anterior, era un hecho que mi lengua se posaría sobre su miembro como si de un helado se tratase, degustando su extensión, de base a punta, succionando en algunas partes como si quisiera marcar ese órgano como mío. Y cuando lo hice, una corriente eléctrica muy fuerte sacudió mi cuerpo. Mis caderas se levantaron y mi brazo libre soportó parte de mi peso, junto a mis rodillas, en una postura muy animal. Mi otra mano sostenía la base de su falo, ejerciendo presión con el pulgar justo sobre sus testículos. Era una bestia a punto de saciar su fatiga.
Exhalé áspero sobre la cabeza del órgano y luego de relamer mis labios introduje todo su falo en mi boca. Y todo de él inundó mis sentidos. El tacto con su piel, mi visión con sus ojos, mi lengua con el sabor de su carne, mi nariz inundada de su aroma más íntimo y mis oídos complacidos con el tono de su voz. Perdí el control.
Fuera de mi mismo comencé a succionarlo, moviendo mi cabeza de arriba abajo con gran entusiasmo y es que el impulso era demasiado como para siquiera comenzar de una forma más sutil. Me dejé llevar, mi lengua le rodeaba simulando una serpiente, mi respiración se entrecortaba y jadeos roncos se escapaban de lo más profundo de mi garganta, ahí donde casi llegaba él.
Me encontraba absorto en mi verdadero ser, sintiéndome por primera vez libre y pleno en el mismísimo sexo. Conforme. Gruñía y mientras más en ello me concentraba mis tatuajes más se expandían. Por ahora no parecía haber problema, era como si estuviéramos en una especie de perfecto equilibrio.
“Mhh.. Mmhhgg..”
Mi mano apretó un poco más su miembro y dejé los movimientos de mi cabeza para concentrarme en lamer solo la punta, succionandola. Heh… mordiéndola.
Mi voz seguía respondiendo en ese tono que parecía romper desde dentro mi garganta. Por una parte no podía controlar el deseo, pero a la vez esa actitud burlona en él se me estaba haciendo odiosa, pero lo dejaba pasar por alto al ver esos cambios sutiles en él que me regocijaban el alma, como si el más mínimo gesto en relación a su lascividad fuera una clase de droga para mí.
Sus manos ejercieron una leve presión en mi cabeza hacia abajo como una urgente invitación, su demanda, o su permiso para llevar su falo a mi boca. No era necesaria la provocación de sus palabras, ni siquiera su gesto anterior, era un hecho que mi lengua se posaría sobre su miembro como si de un helado se tratase, degustando su extensión, de base a punta, succionando en algunas partes como si quisiera marcar ese órgano como mío. Y cuando lo hice, una corriente eléctrica muy fuerte sacudió mi cuerpo. Mis caderas se levantaron y mi brazo libre soportó parte de mi peso, junto a mis rodillas, en una postura muy animal. Mi otra mano sostenía la base de su falo, ejerciendo presión con el pulgar justo sobre sus testículos. Era una bestia a punto de saciar su fatiga.
Exhalé áspero sobre la cabeza del órgano y luego de relamer mis labios introduje todo su falo en mi boca. Y todo de él inundó mis sentidos. El tacto con su piel, mi visión con sus ojos, mi lengua con el sabor de su carne, mi nariz inundada de su aroma más íntimo y mis oídos complacidos con el tono de su voz. Perdí el control.
Fuera de mi mismo comencé a succionarlo, moviendo mi cabeza de arriba abajo con gran entusiasmo y es que el impulso era demasiado como para siquiera comenzar de una forma más sutil. Me dejé llevar, mi lengua le rodeaba simulando una serpiente, mi respiración se entrecortaba y jadeos roncos se escapaban de lo más profundo de mi garganta, ahí donde casi llegaba él.
Me encontraba absorto en mi verdadero ser, sintiéndome por primera vez libre y pleno en el mismísimo sexo. Conforme. Gruñía y mientras más en ello me concentraba mis tatuajes más se expandían. Por ahora no parecía haber problema, era como si estuviéramos en una especie de perfecto equilibrio.
“Mhh.. Mmhhgg..”
Mi mano apretó un poco más su miembro y dejé los movimientos de mi cabeza para concentrarme en lamer solo la punta, succionandola. Heh… mordiéndola.
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
la cavidad húmeda que ahora rodeaba mi miembro produjo una sensación parecida a un escalofrió, mi espalda que antes estaba recta se enderezo más al sentir la humedad de su lengua jugueteando con el-mmm~ ah~...-mi voz entonada y profunda junto con el sonido de mi respiración y la saliva de él al ir de abajo hacía arriba era una melodía exquisita que llenaba el cuarto, aquel cuarto que siempre permanecía limpio y pulcro.
*Me gustaría hacerlo...claro me gustaría*.Sonreí para luego relamer mis labios cuando hizo contacto con mi mirada, irónico era que cada vez que él succionaba mi miembro yo me llenaba más de su deseo, más de esa tensión que me hacía seguir el camino de la perdición, el ensuciarme...literalmente, después de todo un ángel no debería cometer este tipo de pecados. Inclusive ya podía apreciar mis manos entintadas en tatuajes que las recorrían como serpientes con cada movimiento de la lengua de Dante sobre mi falo. Inusual, ahora no ardían- ngh...ah~-exhalé aire jadeante llevando mi cabeza hacía atrás gozando su lengua sintiendo el cosquilleo en mi abdomen bajo, la humedad de mi carne era más que notoria hasta inclusive mis muslos y todo lo que comprometía mi parte baja.
Por un momento escuche en mi cabeza un leve sonido, algo indescriptible...casi como un silbido, más se fue cuando Dante dejo el vaivén de su boca ahora solo lamiendo y mordiendo. Mi mano tiró un poco de sus cabellos en un especie de rudo masaje desde su nuca sin sacarle de su labor.
...Tuviste buen provecho? ven aquí, déjame probar-atraje su rostro hacía mi llenando su boca ahora con mi lengua, probando el sabor de mi propia esencia, degustandola. La mí sus labios y su boca entre cada rincón para luego volver a besarle, un sabor algo salado inundó mi boca, tenuemente, al momento de separar su boca de la mia un hilo de saliva era lo único que unía mi lengua con la suya.
"jajajaja, ya eres mio Lucien...desde ahora...resido en tu hermosa y blanca piel~"
Allí estaba de nuevo, la voz insistente, regocijándose ante las caricias de el. No la culpaba las sensaciones eran tan excitantes que ahora que conocía el gusto de ser probado por otro ser me parecía adictivo, solo el piano podría darme un similar goce.*Entonces te acepto...de ahora en adelante*
Observe la deliciosa pose de Dante, digna de un animal, sus caderas en lo alto como si buscase ser embestido*Me gustaría hacerlo...claro me gustaría*.Sonreí para luego relamer mis labios cuando hizo contacto con mi mirada, irónico era que cada vez que él succionaba mi miembro yo me llenaba más de su deseo, más de esa tensión que me hacía seguir el camino de la perdición, el ensuciarme...literalmente, después de todo un ángel no debería cometer este tipo de pecados. Inclusive ya podía apreciar mis manos entintadas en tatuajes que las recorrían como serpientes con cada movimiento de la lengua de Dante sobre mi falo. Inusual, ahora no ardían- ngh...ah~-exhalé aire jadeante llevando mi cabeza hacía atrás gozando su lengua sintiendo el cosquilleo en mi abdomen bajo, la humedad de mi carne era más que notoria hasta inclusive mis muslos y todo lo que comprometía mi parte baja.
Por un momento escuche en mi cabeza un leve sonido, algo indescriptible...casi como un silbido, más se fue cuando Dante dejo el vaivén de su boca ahora solo lamiendo y mordiendo. Mi mano tiró un poco de sus cabellos en un especie de rudo masaje desde su nuca sin sacarle de su labor.
...Tuviste buen provecho? ven aquí, déjame probar-atraje su rostro hacía mi llenando su boca ahora con mi lengua, probando el sabor de mi propia esencia, degustandola. La mí sus labios y su boca entre cada rincón para luego volver a besarle, un sabor algo salado inundó mi boca, tenuemente, al momento de separar su boca de la mia un hilo de saliva era lo único que unía mi lengua con la suya.
Última edición por Lucien Luarent el Miér Nov 06, 2013 12:26 am, editado 1 vez
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
El jalón en mi cabello me hizo levantar la vista y sin necesidad de ningún otro gesto entendí lo que él quería. Me dejé guiar hasta su boca, hasta sus labios y le dejé entrar en la mía, le dejé saborear esa misma esencia que me estaba alimentando, ese sabor entre amargo y salado que para mí era como el más exquisito de los manjares, que adormecía mi lengua y quemaba mi esófago como si de un elixir prohibido se tratase.
Cerré los ojos dejando que la concentración se enfocara principalmente en mi boca, en el movimiento de nuestras lenguas, en los sabores compartidos y en el roce un poco áspero de mis labios con los suaves suyos. No necesitaba un espejo al frente para saber qué clase de expresión tenía mi rostro para cuando él se hubo separado de mi.
Más. Eso era lo que todo mi ser demandaba, era todo lo que pensaba, era lo que en la atmósfera generaba. Pero a la vez no estaba seguro de que eso fuera lo mejor. ¿Romperíamos este equilibrio? ¿Perdería el control?
Rodeé sus hombros con mis brazos y solo entonces noté que ambos estaban marcados en tatuajes, noté también que mis uñas estaban pronunciadas, gruesas y sobre mis muñecas sentía peso como el de grilletes metálicos, más no podía ver nada sobre ellas. Y solo entonces caí en cuenta de que tal vez mi cuerpo estaba cambiando, tal y como antes, y yo no lo había notado, porque ahora mismo, nada dolía.
Miré a Lucien, Sentí temor por un momento. ¿Mi cara seguía siendo la misma? ¿Mis rasgos? ¿Mis ojos? Y si no era así, ¿Cómo eran entonces? ¿Lo suficientemente grotesco como para que él me apartara? ¿Para que temiera? ¿Para que sintiera asco de mi? ¿Lo suficientemente chocante como para detenerse?
“Ah… ¿qué ocurre…?”
Pregunté delatando mi confusión. Nunca había transitado ese cambio de forma consiente, nunca había llegado a temer por que otro me viera como yo jamás me había visto. Antes, mi conciencia siempre se dormía.
Miré a Lucien como si de él debiera venir una explicación, pero en vez de dejarle hablar, volví a hundirme en los impulsos de mi cuerpo, en los deseos de mi carne, de nuevo mi mente se nubló con una sola palabra.
“Más… Aún quiero más.”
Cerré los ojos dejando que la concentración se enfocara principalmente en mi boca, en el movimiento de nuestras lenguas, en los sabores compartidos y en el roce un poco áspero de mis labios con los suaves suyos. No necesitaba un espejo al frente para saber qué clase de expresión tenía mi rostro para cuando él se hubo separado de mi.
Más. Eso era lo que todo mi ser demandaba, era todo lo que pensaba, era lo que en la atmósfera generaba. Pero a la vez no estaba seguro de que eso fuera lo mejor. ¿Romperíamos este equilibrio? ¿Perdería el control?
Rodeé sus hombros con mis brazos y solo entonces noté que ambos estaban marcados en tatuajes, noté también que mis uñas estaban pronunciadas, gruesas y sobre mis muñecas sentía peso como el de grilletes metálicos, más no podía ver nada sobre ellas. Y solo entonces caí en cuenta de que tal vez mi cuerpo estaba cambiando, tal y como antes, y yo no lo había notado, porque ahora mismo, nada dolía.
Miré a Lucien, Sentí temor por un momento. ¿Mi cara seguía siendo la misma? ¿Mis rasgos? ¿Mis ojos? Y si no era así, ¿Cómo eran entonces? ¿Lo suficientemente grotesco como para que él me apartara? ¿Para que temiera? ¿Para que sintiera asco de mi? ¿Lo suficientemente chocante como para detenerse?
“Ah… ¿qué ocurre…?”
Pregunté delatando mi confusión. Nunca había transitado ese cambio de forma consiente, nunca había llegado a temer por que otro me viera como yo jamás me había visto. Antes, mi conciencia siempre se dormía.
Miré a Lucien como si de él debiera venir una explicación, pero en vez de dejarle hablar, volví a hundirme en los impulsos de mi cuerpo, en los deseos de mi carne, de nuevo mi mente se nubló con una sola palabra.
“Más… Aún quiero más.”
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Vi tambalearse de un lado a otro su alma, insinuando el miedo y la inseguridad en su mirada- Hey~ no has ido a ningún lado-tomé su rostro como si fuese un juguete delicado mirando los rasgos de su cara, las marcas en ella, sus gruesos colmillos aun con una sonrisa maliciosa, con un tono seguro y firme casi dictador abrí los labios- Mientras esté aquí no podrá seguir, este es el comienzo de tu libertad Dante tú lo dijiste, esta es mi forma de que te des cuenta~-mi mano tomó su muñeca acercándola a mi boca, mordisquedola un poco, lamí sus dedos mirándole directo a los ojos, sin pestañear, hice lo mismo con sus gruesas uñas deslizándolas por mis labios aun riendo- Solo es un perro, Dante es Dante, al igual que yo que estoy apresado bajo el manto del pecado sigo aquí, sigo siendo Lucien-levanté las cejas algo burlón-...oh...bueno algo así jaja-mi mano libre se deslizo por su espalda con precisión hasta llegar a sus nalgas, me incliné un poco sobre él sintiendo nuestras pieles hirvientes dejando que el movimiento lo hiciera recostarse sobre la cama. Al momento en que de nuevo lo tuve recostado frente a mi dejé que mis dedos se encaminaran solos rodeando su muslos, su caderas, acariciando sus testículos un momento, respiré en su boca en cada momento sin decir más dejando que el reflejo de su rostro se reflejara en mis ojos. Quería que lo viese, el ser que dentro de si recidia.
Me arrodillé frente a él dejando sus piernas separadas, el espacio entre ellas fue ocupado por mi, dejé que nuestros miembros estuvieran cercanos, acariciandolos entre ambos mientras que sostenía el mio con mi mano y de la misma forma incentivaba a Dante a que hiciera lo mismo, ya con la mano disponible llegué hasta la zona donde se conectaba su recto, allí donde si presionabas generaba placer, mis dedos cálidos hacían presión en aquel lugar, miraba con ojos predadores y casi artísticos a Dante, nada importaba, aun cuando su rostro estuviera pasivo pero salvaje, quería que se desesperara, seguí humedeciendo con mis propios fluidos su falo y de la misma forma hacía lo mismo con el suyo hacía el mio- nnhhg...ahaa...- me divertía esa visión sumisa. Mi sonrisa se volvió algo más oscura y mi voz resonó en la habitación con cierto grado de oscuridad y gravedad que ni siquiera yo conocía, volví a hablar en mi lengua natal.
Sin pensarlo mucho lubriqué mis dedos con mi propia saliva y me dí paso por su recto, los movía adentro y afuera escuchando su voz al darle placer, ambos miembros latían con fuerza, erectos al sentir la suavidad de ambos entre si-ahaa....-si el acababa sentía que absorbería toda esa lujuria acumulada en su cuerpo, introduje otro dedo, moviéndose penetrándolo.
Me arrodillé frente a él dejando sus piernas separadas, el espacio entre ellas fue ocupado por mi, dejé que nuestros miembros estuvieran cercanos, acariciandolos entre ambos mientras que sostenía el mio con mi mano y de la misma forma incentivaba a Dante a que hiciera lo mismo, ya con la mano disponible llegué hasta la zona donde se conectaba su recto, allí donde si presionabas generaba placer, mis dedos cálidos hacían presión en aquel lugar, miraba con ojos predadores y casi artísticos a Dante, nada importaba, aun cuando su rostro estuviera pasivo pero salvaje, quería que se desesperara, seguí humedeciendo con mis propios fluidos su falo y de la misma forma hacía lo mismo con el suyo hacía el mio- nnhhg...ahaa...- me divertía esa visión sumisa. Mi sonrisa se volvió algo más oscura y mi voz resonó en la habitación con cierto grado de oscuridad y gravedad que ni siquiera yo conocía, volví a hablar en mi lengua natal.
...No sabes hace cuantos años no devoro a uno de los tuyos...esta sensación es deliciosa...
*...ah..¿qué?*
De nuevo el silbido, porqué ese sonido me parecía tan familiar...Sin pensarlo mucho lubriqué mis dedos con mi propia saliva y me dí paso por su recto, los movía adentro y afuera escuchando su voz al darle placer, ambos miembros latían con fuerza, erectos al sentir la suavidad de ambos entre si-ahaa....-si el acababa sentía que absorbería toda esa lujuria acumulada en su cuerpo, introduje otro dedo, moviéndose penetrándolo.
...si esa lujuria se introducía a mi cuerpo¿Qué iba a suceder conmigo?
No hay vuelta atrás Lucien...ya hicimos el pacto~ juju
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
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Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Mi cuerpo comenzó a temblar ante cada roce. Cuando mordió mis muñecas mis ojos le miraban con ansia como si rogaran que él enterrara sus dientes en mi carne.
"A-ah..~"
Me sentía hipersensible a su tacto, a sus palabras y a cualquier provocación. Mi miembro goteaba para el momento en que volvió a tenderme sobre la cama, mis piernas instintivamente se separaron para aceptar su cuerpo entre ellas y por un solo instante, vi el reflejo de sus ojos, vi mi propio rostro marcado, salvaje, aún cambiante.
Tenía miedo, miedo suficiente como para que mis ojos se humedecieran, mas de ellos no cayó una sola lágrima, la lujuria me lo impedía. Me sentía expuesto a él, pero ya nada me importaba, solo quería una cosa. Ser marcado por él.
Mi mano ansiosamente tomó nuestras virilidades y comenzó a estimular nuestra carne, arriba y abajo como si buscara con ese roce algún consuelo. Mi voz ahora parecía derretirse, los gemidos escapaban de mi boca sin reparos, de vez en cuando llamando su nombre, rogándole con ello no detenerse. Me sentía torturado por el mismisimo placer que nos sometía.
"A-aahh~!" Cerré los ojos con fuerza cuando sentí la presión en mi trasero. Una sacudida eléctrica me hizo temblar y morder mi labio inferior. No había dimensionado, en el comienzo, que este sujeto sería capaz de llevarme a tal éxtasis.
"Ughh.. " Nos masturbé más apresuradamente, urgiéndole el seguir. Una vez sus dedos se adentraron en mi cuerpo, mi mente se apagó, o quizás debería decir que se potenció, como si las cadenas de mi propio deseo se hubiesen liberado.
Mis labios dibujaron una sonrisa seductora, y mis ojos parecieron entrar en un trance. Junto a los gemidos mis labios se separaron y de la comisura de ellos escapó un hilo de saliva. Mis manos y pies se tensaron contra la cama y mi pecho se expandía y contraía con dificultad, pero no había dolor. Mi cabello humedecido en el sudor de mi cuerpo dio la impresión de volverse más largo y en dos puntos de mi craneo se formaron estructuras cartilaginosas que en un instante se cubrieron con el mismo pelo negro y más fino que era ahora mi cabello.
"Angh.. Unf... haa~" Mis caderas comenzaron a moverse por si solas marcando un ritmo para con su dedo, y una carcajada maliciosa se escapó de mi garganta luego de que él me hablara.
"M-mas.... Ah..~ Intenta devorarme... ¿tienes miedo de mi?" Mis ojos seguían con esa expresion somnolienta e intoxicada, sin que mi conciencia se cuestionara y mucho menos entendiera cómo había podido saber el trasfondo de sus palabras.
Mi mirada se desvió un segundo hacia mis muñecas y noté que el peso de ellas ahora se había materializado. Tenía grilletes en ellas y en mis tobillos. Las cadenas se repartian en la cama y el piso, salidas de ningún lugar. Volví a mirar a Lucien, acercándome a su cuello para dejar una lamida hambrienta sobre su carne. Si se detenía ahora... Me volvería loco.
"A-ah..~"
Me sentía hipersensible a su tacto, a sus palabras y a cualquier provocación. Mi miembro goteaba para el momento en que volvió a tenderme sobre la cama, mis piernas instintivamente se separaron para aceptar su cuerpo entre ellas y por un solo instante, vi el reflejo de sus ojos, vi mi propio rostro marcado, salvaje, aún cambiante.
Tenía miedo, miedo suficiente como para que mis ojos se humedecieran, mas de ellos no cayó una sola lágrima, la lujuria me lo impedía. Me sentía expuesto a él, pero ya nada me importaba, solo quería una cosa. Ser marcado por él.
Mi mano ansiosamente tomó nuestras virilidades y comenzó a estimular nuestra carne, arriba y abajo como si buscara con ese roce algún consuelo. Mi voz ahora parecía derretirse, los gemidos escapaban de mi boca sin reparos, de vez en cuando llamando su nombre, rogándole con ello no detenerse. Me sentía torturado por el mismisimo placer que nos sometía.
"A-aahh~!" Cerré los ojos con fuerza cuando sentí la presión en mi trasero. Una sacudida eléctrica me hizo temblar y morder mi labio inferior. No había dimensionado, en el comienzo, que este sujeto sería capaz de llevarme a tal éxtasis.
"Ughh.. " Nos masturbé más apresuradamente, urgiéndole el seguir. Una vez sus dedos se adentraron en mi cuerpo, mi mente se apagó, o quizás debería decir que se potenció, como si las cadenas de mi propio deseo se hubiesen liberado.
Mis labios dibujaron una sonrisa seductora, y mis ojos parecieron entrar en un trance. Junto a los gemidos mis labios se separaron y de la comisura de ellos escapó un hilo de saliva. Mis manos y pies se tensaron contra la cama y mi pecho se expandía y contraía con dificultad, pero no había dolor. Mi cabello humedecido en el sudor de mi cuerpo dio la impresión de volverse más largo y en dos puntos de mi craneo se formaron estructuras cartilaginosas que en un instante se cubrieron con el mismo pelo negro y más fino que era ahora mi cabello.
"Angh.. Unf... haa~" Mis caderas comenzaron a moverse por si solas marcando un ritmo para con su dedo, y una carcajada maliciosa se escapó de mi garganta luego de que él me hablara.
"M-mas.... Ah..~ Intenta devorarme... ¿tienes miedo de mi?" Mis ojos seguían con esa expresion somnolienta e intoxicada, sin que mi conciencia se cuestionara y mucho menos entendiera cómo había podido saber el trasfondo de sus palabras.
Mi mirada se desvió un segundo hacia mis muñecas y noté que el peso de ellas ahora se había materializado. Tenía grilletes en ellas y en mis tobillos. Las cadenas se repartian en la cama y el piso, salidas de ningún lugar. Volví a mirar a Lucien, acercándome a su cuello para dejar una lamida hambrienta sobre su carne. Si se detenía ahora... Me volvería loco.
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
- Ocupación : Ciudadano
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Fecha de inscripción : 15/03/2012
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Sus ojos humedecidos, sus labios entrecerrándose y abriéndose en cada gemido, su voz...ahaa su voz exclamando mi nombre!! un deleite a mis oídos, un placer a mi vanidad!!a mi orgullo, a mi codiciosa, a mi propia ira al permitir esto, la gula por los sabores de su cuerpo húmedo y salado, la pereza de no querer parar por el simple hecho de sentirme bien...y la lujuria...el pecado más latente hasta ahora.
Su mano moviéndose agilmente de forma apresurada frotando nuestros miembros, mi cuerpo ya sudaba y mi respiración se hacia entrecortada, el color en mis mejillas se hizo notorio en mi blanca piel.
ahaa...ahaa~
Ahí estaba su parte demoníaca, se manifestaba a cada paso que daba en su cuerpo y en cada movimiento, en cada suspiro que daba, sus cabellos negros como la oscuridad que emergía en mi cada vez que escuchaba su voz en diversas facetas.
"a...tame....as...dame mas..."Una voz que no era la lujuria se dio paso en mi cabeza, la reconocí...reconocí el sonido del silbido...como ese día en la cueva donde me encontré cara a cara con sus ojos...sabía que algún día volvería....
No dejaba de mover mis dedos, acariciando llegando más profundo.
En el momento en que los grilletes aparecieron sobre sus muñecas mi rostro se envolvió en una expresión desquiciada, como si el simple hecho de verlos allí ejercieran en mi el éxtasis.
ja...jajajaja!!!JAJAJAJAJA!!!
fetichismo...cadenas...no podía evitarlo, no solo la lujuria, tenía miles de voces acechándome, ya no me reconocía y es que la lujuria si bien me mantenía capaz de discernir que hacía había algo más allá de mi que pedía absorberlo todo...y lo estaba haciendo y eso era lo que más le daba placer a Dante.
Mi cuello se vio expuesto al momento en que ladee la cabeza para recibir gustoso aquella caricia-...miedo?...jajaja...-mi voz se profundizo, emergiendo directo de mi garganta casi espectral, mi cuerpo se movió para alcanzar los grilletes y lamerlos. En el momento en que hice aquello de mi omóplato derecho salió un ala blanca que se extendió por la habitación...se estaban cayendo las plumas...
...alma...saboreo tu alma...como aquel día!!los tatuajes se adentraron en mis ojos cubriendo la esclerótica y parte del iris, una visión completamente fuera de algo angelical.
Lamí la saliva de su boca, mis dedos llegaron al punto exacto de placer mientras jadeaba en su boca, no pude resistirlo y mordí su cuello de forma profunda dejando marcas, luego en sus brazos, en sus muslos, saboreando de vez en cuando si rompía la piel- ahaaa~ el sabor del hierro!-mis tatuajes negros comenzaron a palpitar a medida que arremetía a toda velocidad para darle más placer, mi cuerpo estaba envuelto en ellos, una clara muestra de que las energías de Dante estaban en mi cuerpo.
Respiré su aliento de tal forma que algo comenzaba a andar mal, como si mi presencia entre bendita y maldita se mezclaran-...No tengo miedo de ti...
mis pupilas se contrajeron a medida de que mi cuerpo absorbía cada vez más su esencia hasta llegar al limite del placer, un placer intoxicante.
miré con gusto los espasmos en el cuerpo de Dante, sentí una corriente eléctrica en mi parte baja ya con nuestra virilidad en su punto máximo, esperando que no aguantara más entre aquella asfixia y placer.
Su mano moviéndose agilmente de forma apresurada frotando nuestros miembros, mi cuerpo ya sudaba y mi respiración se hacia entrecortada, el color en mis mejillas se hizo notorio en mi blanca piel.
ahaa...ahaa~
Ahí estaba su parte demoníaca, se manifestaba a cada paso que daba en su cuerpo y en cada movimiento, en cada suspiro que daba, sus cabellos negros como la oscuridad que emergía en mi cada vez que escuchaba su voz en diversas facetas.
...shhhh....
No dejaba de mover mis dedos, acariciando llegando más profundo.
En el momento en que los grilletes aparecieron sobre sus muñecas mi rostro se envolvió en una expresión desquiciada, como si el simple hecho de verlos allí ejercieran en mi el éxtasis.
ja...jajajaja!!!JAJAJAJAJA!!!
fetichismo...cadenas...no podía evitarlo, no solo la lujuria, tenía miles de voces acechándome, ya no me reconocía y es que la lujuria si bien me mantenía capaz de discernir que hacía había algo más allá de mi que pedía absorberlo todo...y lo estaba haciendo y eso era lo que más le daba placer a Dante.
Mi cuello se vio expuesto al momento en que ladee la cabeza para recibir gustoso aquella caricia-...miedo?...jajaja...-mi voz se profundizo, emergiendo directo de mi garganta casi espectral, mi cuerpo se movió para alcanzar los grilletes y lamerlos. En el momento en que hice aquello de mi omóplato derecho salió un ala blanca que se extendió por la habitación...se estaban cayendo las plumas...
Lamí la saliva de su boca, mis dedos llegaron al punto exacto de placer mientras jadeaba en su boca, no pude resistirlo y mordí su cuello de forma profunda dejando marcas, luego en sus brazos, en sus muslos, saboreando de vez en cuando si rompía la piel- ahaaa~ el sabor del hierro!-mis tatuajes negros comenzaron a palpitar a medida que arremetía a toda velocidad para darle más placer, mi cuerpo estaba envuelto en ellos, una clara muestra de que las energías de Dante estaban en mi cuerpo.
Respiré su aliento de tal forma que algo comenzaba a andar mal, como si mi presencia entre bendita y maldita se mezclaran-...No tengo miedo de ti...
mis pupilas se contrajeron a medida de que mi cuerpo absorbía cada vez más su esencia hasta llegar al limite del placer, un placer intoxicante.
miré con gusto los espasmos en el cuerpo de Dante, sentí una corriente eléctrica en mi parte baja ya con nuestra virilidad en su punto máximo, esperando que no aguantara más entre aquella asfixia y placer.
Lucien Luarent- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 551
Fecha de inscripción : 30/04/2012
Edad : 30
Re: Yendo un poco más allá (Lucien -aka lucho-) R-18
Me sorprendí al ver que Lucien simplemente me seguía complaciendo y entre gemidos me sentía regodiado por ver mis caprichos concedidos, quizas una parte de mi subconciente no lo había creído capaz de continuar, de disfrutar aquello tanto como lo veía hacer ahora. Estaba claro que no me tenía miedo, estaba claro que tampoco era el mismo sujeto con el que había comenzado hablando, pero a la vez sí, él seguía ahí.
"U-uhh... Ah!"
Mis gemidos continuaban a medida que él me seguía tocando, me estaba volviendo loco con su tacto y en mi mente, mi único deseo era sentir su carne dentro de mi cuerpo, mas ese deseo se vio interrumpido por aquella visión. Frente a mi, y en su espalda un ala blanca se alzaba y su semblante cambió, sus tatuajes se expandieron y mi cuerpo reaccionó ante su presencia, cayendo en cuenta de la situación por sobre el éxtasis de la lujuria.
"L-lucien..! Ah..~ NGh..!"
Traté de detener sus impulsos, pero ni yo mismo podía contenerme. ¿Si esto seguía así, volveriamos a ser los mismos de antes? Sabía, por su estado actual, que lo que había estado haciendo desde el comienzo era intentar absorberme como demonio, lo malo era que no importaba cuanto lo intentara, mi deseo no disminuía y quizás, solo en ese momento, logré entender un poco más de mi mismo, comprendí mis impulsos del día a día.
Yo necesitaba tener sexo tanto como necesitaba respirar o comer, al comienzo lo justificaba como un exceso de energía, pero ahora entendía que era simplemente mi naturaleza, si no lo hacía así, me convertiría en algo similar a lo que le estaba pasando a Lucien, tendría esos cambios dolorosos e incontrolables, muy diferente a mi mutación actual, en la que solo sentía placer, sin angustia, pues él me estaba liberando.
Tsk... Ese gusto de jugar a ser mártir.
¿Cómo un sujeto que aún olía virgen podría contener toda esa lujuria, ese deseo, esa necesidad de sexo, de complacer y ser complacido, de devorarmelos en cuerpo y alma? ¡Tenía que ser muy vanidoso para creerse capaz! Incluso si era un ángel, no podría. Por primera vez me sentí menos ignorante que él.
"Uh..Ngh...! Córrete... quiero ver tu expresión..."
Mi voz pasó en la misma oración de dulce a una voz que eramuy ajena a mi, no, al dante "humano" que transitaba día a día por Glass City, mas esa era mi verdadera voz.
Mi cuerpo no estaría satisfecho solo con un dedo y con sus manos, ni siquiera estaba seguro de que su boca pudiera hacerme correr, pero el ya había hecho suficiente, si estaba recibiendo parte de mí, entonces ayudarlo a correrse y de paso hacer el intento conmigo mismo, podría al menos liberar algo de tensión.
Mi boca hambrienta le devolvió las mordidas sobre su piel y me concentré esta vez en masturbarlo a él, mas que a ambos, no de forma gentil, de hecho, lo estaba haciendo bastante brutal al frotar su carne, mi mano caliente estaba húmeda del líquido preseminal de ambos y con mis piernas en sus caderas le mantuve prisionero, pegado a mi cuerpo. La tentación de conducir su falo a mi entrada era enorme, pero me contuve y solo volví a generar roce con mi carne, el movimiento de mi cadera era casi desesperado, pero se sentía muy bien.
"Mhhh... ah..! Voy a... ngh...!!
El sonido de las cadenas hacía eco en la habitación y pese a que ahora mismo sueno muy centrado y conciente, en ese preciso momento solo podía sentir el impulso de no querer perderlo, así como él, de alguna forma, me había querido abrir los ojos.
Saciaría mi hambre en un futuro cercano, cuando las cadenas se hubiesen roto. Tanto para mí, como para él.
"U-uhh... Ah!"
Mis gemidos continuaban a medida que él me seguía tocando, me estaba volviendo loco con su tacto y en mi mente, mi único deseo era sentir su carne dentro de mi cuerpo, mas ese deseo se vio interrumpido por aquella visión. Frente a mi, y en su espalda un ala blanca se alzaba y su semblante cambió, sus tatuajes se expandieron y mi cuerpo reaccionó ante su presencia, cayendo en cuenta de la situación por sobre el éxtasis de la lujuria.
"L-lucien..! Ah..~ NGh..!"
Traté de detener sus impulsos, pero ni yo mismo podía contenerme. ¿Si esto seguía así, volveriamos a ser los mismos de antes? Sabía, por su estado actual, que lo que había estado haciendo desde el comienzo era intentar absorberme como demonio, lo malo era que no importaba cuanto lo intentara, mi deseo no disminuía y quizás, solo en ese momento, logré entender un poco más de mi mismo, comprendí mis impulsos del día a día.
Yo necesitaba tener sexo tanto como necesitaba respirar o comer, al comienzo lo justificaba como un exceso de energía, pero ahora entendía que era simplemente mi naturaleza, si no lo hacía así, me convertiría en algo similar a lo que le estaba pasando a Lucien, tendría esos cambios dolorosos e incontrolables, muy diferente a mi mutación actual, en la que solo sentía placer, sin angustia, pues él me estaba liberando.
Tsk... Ese gusto de jugar a ser mártir.
¿Cómo un sujeto que aún olía virgen podría contener toda esa lujuria, ese deseo, esa necesidad de sexo, de complacer y ser complacido, de devorarmelos en cuerpo y alma? ¡Tenía que ser muy vanidoso para creerse capaz! Incluso si era un ángel, no podría. Por primera vez me sentí menos ignorante que él.
"Uh..Ngh...! Córrete... quiero ver tu expresión..."
Mi voz pasó en la misma oración de dulce a una voz que eramuy ajena a mi, no, al dante "humano" que transitaba día a día por Glass City, mas esa era mi verdadera voz.
Mi cuerpo no estaría satisfecho solo con un dedo y con sus manos, ni siquiera estaba seguro de que su boca pudiera hacerme correr, pero el ya había hecho suficiente, si estaba recibiendo parte de mí, entonces ayudarlo a correrse y de paso hacer el intento conmigo mismo, podría al menos liberar algo de tensión.
Mi boca hambrienta le devolvió las mordidas sobre su piel y me concentré esta vez en masturbarlo a él, mas que a ambos, no de forma gentil, de hecho, lo estaba haciendo bastante brutal al frotar su carne, mi mano caliente estaba húmeda del líquido preseminal de ambos y con mis piernas en sus caderas le mantuve prisionero, pegado a mi cuerpo. La tentación de conducir su falo a mi entrada era enorme, pero me contuve y solo volví a generar roce con mi carne, el movimiento de mi cadera era casi desesperado, pero se sentía muy bien.
"Mhhh... ah..! Voy a... ngh...!!
El sonido de las cadenas hacía eco en la habitación y pese a que ahora mismo sueno muy centrado y conciente, en ese preciso momento solo podía sentir el impulso de no querer perderlo, así como él, de alguna forma, me había querido abrir los ojos.
Saciaría mi hambre en un futuro cercano, cuando las cadenas se hubiesen roto. Tanto para mí, como para él.
Dante Rivelli- Soporte Gráfico
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