Buscando otra parte de mi (Lucien)

*Me encontraba recorriendo un largo y poco transcurrido pasillo de las habitaciones de la escuela, la zona correspondiente al cuarto de los hombres para ser más específicos, nunca termine de acostumbrarme a esto de las divisiones por genero, hacer tanto que no podía ver a mi hermano, entre clases y distintas cosas nunca lograba coincidir con él, y además estar separados sin poder dormir juntos ni saludarnos por las mañanas, era demasiado agobiantes estar lejos de Lucien, y a su vez, debía soportarlo, porque ya no quería preocuparlo, quería vivir una vida común, en parte para alejarme un poco de mi realidad, pero por sobretodo deseo que mi hermano este tranquilo, se lo merece~~. Con este pensamiento figurado en la sonrisa de él en mi mente la energía y entusiasmo volvió a mi cuerpo, y mis pies me habían guiado a su habitación, cerré mis ojos mientras una brillante sonrisa se dibujaba en mis labios pintados color carmín. Llame a la puerta con dos golpes dados por mi mano empuñada ligeramente, esperé y nada, no sentía su presencia tampoco, así que suspire y volví a cerrar mis ojos, le esperaría. Después de todo dedicaría toda la noche si era necesaria para estar con mi dulce hermano. Apoyé mi espalda contra la pared, y con mis ojos cerrados comencé a tararear una canción para pasar el tiempo, creando un ambiente de ligera armonía a mi alrededor*

-esto era malo, mi humor no estaba del todo bien, la semana entre labores, practicas, y conocer a personas interesantes o realmente aburridas me estaba afectando.
Caminaba por el pasillo de los dormitorios, estaba a punto de tomar mis cosas he irme al menos una noche a la casa donde tenía mi piano, necesitaba tocarlo, nada me estaba tranquilizando. Suspiré de manera pesada con las manos en los bolsillos recordando el día entero, las más mínimas peticiones de las personas que siempre le hablaban me molestaban, me irritaban de sobremanera y el no tener a Lucy a mi lado solo empeoraba las cosas.
Estaba llegando a la vuelta del pasillo para llegar al final cuando escuche una suave melodía. Abrí los ojos de un solo golpe...giré el rostro y allí estaba ella, como siempre con ese aire de tranquilidad que podía lograr cuando cantaba.

*...a que viene ese comportamiento de tranquilidad*-suspiré, algo en mi no encajaba, no me molestaba el hecho de tenerla allí, si no el que estuviese tranquila, con una sonrisa en el rostro, había pasado una semana entera desde que no nos veíamos. * tranquilízate...escucha su canción*Eso hice...sonreí, camine hacia ella entonando la misma melodía pero con la segunda voz y al concluir el canto hable.

...y esa sonrisa?acaso te sucedió algo bueno en mi ausencia?-aún estaba algo molesto, era probable de que se diera cuenta, pero con ella no podía disimular esas cosas-

*Aquella armoniosa melodía continuaba atravesando mi garganta deslizándose por mis labios, cuando la segunda voz hizo su entrada lo que solo causo que mi alegría se demostrará con más entusiasmo en mi rostro, abriendo mis ojos, para guiarlos hacía aquella figura masculina que hacía presencia ahora a pocos pasos de mi. Al finalizar la melodía me separe del muro y gire mi cuerpo hasta quedar frente a él, su sonrisa me animaba, sin embargo había algo en sus ojos que me mantenía inquieta, intentaría ver lo que sucedía, pero por ahora me limitaría a continuar sonriendo.*

Eh?~~ No realmente, es solo.. *Avancé un paso más hacía él, para poder abrazarme sutilmente a su brazo, y luego levantar la vista para no perder contacto con aquellos ojos* Que es difícil no sonreír cuando sé que te voy a ver *Mi ojos se entrecerraron, y mi sonrisa se volvió más sutil, pero no por ello perdió calidez* Te extrañaba Lucien...

sus suaves movimientos eran casi poéticos*...siempre haces lo mismo y ni siquiera te das cuenta...es como si danzaras en cada paso que das...*el enfado estaba siendo calmado y sus palabras junto con su abrazo me hicieron suspirar rendido aunque mis palabras aún salían sin filtro-... estuve buscándote durante mucho tiempo ¿sabes?-baje la mirada y camine hacia la puerta dejando que ella siguiera en mi brazo mientras que abría la puerta con la llave. Sonó el click que indicaba que el cerrojo había cedido-...te busque en los salones, en la cafetería...pero nunca te encontraba...-sonreí un poco cuando entre intentando mostrarme algo más amable, pero no dio resultado-...al parecer estas disfrutando mucho esto de las clases ¿verdad?...como para no venir antes...-baje el rostro mientras decía esto casi susurrando. Encendí la luz, dentro de la habitación se veía un orden casi obsesivo, aunque ella sabia que era maniatico por mantener todo en orden. Al lado de la ventana estaba el caballete con una pintura ya casi terminada, un paisaje que le resultaría familiar si lo veia, el amazonas... a base de oleos en tonos verdes. No me agradaba esa pintura...es más la quería quemar, pero algo en mi me detenía. Me separé de su abrazo y me senté en la cama, guardando silencio-...al menos te ha ido bien en clases?-comencé a aflojar la corbata que envolvía mi cuello-

*No pude evitar suspirar de forma suave, mis cejas decayeron algo preocupada cuando terminaste de hablar, para finalizar sonriendo algo derrotada. Una vez que te separaste de mi reposé mi cuerpo en la puerta del dormitorio observando el lugar, ese orden tan pulcro... De verdad no habías cambiado, el orden iba de la mano de Lucien desde que eramos pequeños, solo perfeccionándose con el paso de los años, cuanta nostalgia había en todo esto* No es como si no hubiera echo nada en todo en este tiempo~ *Deje que mis parpados cayeran hasta cerrar en calma mis ojos* Es molesto no tenerte a mi lado, y mucho más cuando duermo, es raro no verte al despertar, y más el no poder hacer nada para cambiarlo *Me separe de la madera de la puerta y avancé un poco hacía ti, mi cabello se meció con el impulso de aquel movimiento, y me agache hasta quedar hincada frente a ti* Últimamente he practicado mucho para dar lo mejor en las clases, mi voz... Creo que no esta rindiendo tanto como debería... *Mi manos se empuñaron por unos segundos a los costados de mi cuerpo, era algo que me tenía preocupada, y sin embargo amplié mi sonrisa de una forma sincera, no me dejaría derrotar, esta era solo una pequeña prueba. Los humanos por lo general sufrían esta clase de obstáculos, y al igual que ellos debía superarlos* Dime hermano, que tal han estado las cosas? *Mi pregunta no iba dirigida exclusivamente a las clases, pero tú debías entenderlo, quería saber que tal estaba la oscuridad de tu corazón*

-este deseo ferviente de tenerte entre mis brazos, sentir el calor de tu cuerpo con el mio y mimarte mientras cantamos los dos juntos, lo estaba reprimiendo desde el momento en que te había visto pero al verte cercana con esa ternura en tus ojos claros como el cristal y preocupación audaz me hizo solo mostrar mi semblante triste como si buscara que lo hicieras por mi, que te aferraras a mi pecho buscando mi cariño, una forma egoísta de ser por parte mía, mi mano dejo que mis dedos se posaran suavemente en tu garganta, como si en cualquier momento pudieses romperte-...sería una pena que no pudieses mostrarme de nuevo esa hermosa voz Lucy....-me incline un poco apoyando mi frente en la suya-... perdóname... quizás si te hubiese encontrado antes estarías cantando como siempre...-guarde silencio durante unos segundo, me sentía culpable de no poder encontrarte, de dejarte sola porque sabía que cuando lo hacía te sentías insegura...después de todo siempre estuve contigo sosteniendo tu mano, al verte sonreír como siempre mis labios se separaron un poco mientras que yo hacía lo mismo con mi cuerpo, desviando mi mirada hacia otro lado de la habitación-...yo...-cerré los ojos preocupado, no tenía el valor de mirarte a los ojos después de la forma en la cual había estado jugando con el alma del chico llamado Skyle, es más baje el rostro avergonzado de mi mismo haciendo que mi cabello ocultara mi rostro-... perdóname Lucia...he sido demasiado débil...-abrí ligeramente mi camisa mostrando mi tatuaje ahora un poco más grande de lo que era. Mis dedos apretaban mi tabique-...quería...que cuando me vieses pudiese contarte lo maravilloso que es este mundo pero...he sido un estúpido...y...he ensuciado las melodías cada vez que he podido...te he defraudado...-me mostraba como un niño arrepentido ante ti, que más podía hacer?había sido realmente débil y por eso estábamos más alejados de ser una sola persona, Dios no querría tener a un ángel con un alma tan manchada...

*Guarde silencio mientras te sincerabas conmigo, mis ojos estaban fijos en los tuyos analizando no solo el significado de tus palabras en ese angustiado y arrepentido tonó de voz, sino también en las emociones que se reflejaban en tus grisáceos. Antes de que te dieras cuenta pose mis manos en tu rostro, para luego deslizar una de ellas por tus hebras azabaches, baje mi mirada al suelo ante tu evasiva, comprendía la situación y sin embargo como podría juzgarte? No tenía razón para acusarte de nada, yo era tanto o más culpable que tú, no solo estaba el deseo de querer estar a tu lado, de reírnos y disfrutar juntos cada día, tenía la responsabilidad de velar por controlar aquellos impulso impuros que afloraban en ti cada vez que yo me alejaba demasiado, iba parte en la naturaleza que corría en tu cuerpo, desde hace tanto tiempo aquella que habías decidido cargar por mi propia seguridad. Nuevamente levanté la mirada en dirección a la tuya cuando me mostraste el tatuaje, en unas milésimas de segundo mis pupilas al igual que mis iris se contrajeron para volver de inmediato a la normalidad, entre abrí mis labios, como podría expresar mis sentimientos en este momento? Solo me guíe por mis emociones y estire una de mis manos hasta tocar aquel oscuro tatuaje el cual acaricie sutilmente mis labios se apretaron y un nudo nació en mi garganta* La que debe pedir disculpas soy yo Lucien... No solo he hecho que cargues conmigo sino que en este tiempo no he estado junto a ti, el no encontrarte no es justificativo... yo debí haberte buscado aún más *Volví a deslizar mi mano hasta que esta alcanzó la tuya, entrelazando nuestros dedos, levantando ambas manos a la altura de nuestros rostros* El ser uno solo, yo solo la que tiene que velar por ti, no solo tú por mi, esto es mi culpa... *No sabía si sonreír ante esto, sentía una gran culpa por haber causado esto en Lucien, me sentía sucia y egoísta, necesitabas de mi, como yo de ti, eso era algo primordial, aún antes de la música, tú eras mi prioridad.*

Siempre estabas ahí para contenerme, tratando de tomar la culpa, no podía si no más que cerrar los ojos al sentir tus delgados dedos sobre ese tatuaje, el solo hecho de que lo tocarás sin mirarme con odio me hacía sentir especial...porque…Siempre fui mirado con extrañeza cuando alguien podía verlo...aún las personas que no sabían su significado lo miraban con desagrado…emitía repulsión…incluso el hombre que nos había recogido esa vez en el amazonas me miro con temor al verme envuelto en ellos cuando nos encontró, yo inestable, con las pupilas dilatadas en negro, tú temblando al verme en ese estado...y el allí, como todas las otras personas con esa mirada de recelo...nadie más era capaz de mirarme y tocarme esas marcas con tanto amor como tu lo hacías.

El recordar eso solo me hizo mover mi rostro ligeramente mientras el único movimiento de mi cuerpo era el respirar, escuchando tus palabras de disculpas, no podía escucharte diciendo algo así. Tomé tu mano entre la mía y entrelacé mis dedos con los tuyos cuando tú hiciste lo mismo cercano a nuestros rostros-...no...no digas tales cosas mi preciosa...-bese tus dedos con mis fríos labios, siempre mis dedos y mi cuerpo en sí estaban así cuando no estaba cerca de ti, ahora de apoco comenzaba de nuevo a recuperar el calor, como si un choque eléctrico produjera el mismo efecto que en un cuerpo humano sin vida-...los dos sabemos que desde que nacimos juntos decidí tomarte bajo mis alas...cuidar de tu hermoso ser...eres la cosa más preciada que tengo en este gris mundo...no eres una carga...no digas eso de nuevo por favor...-mis labios generaron una sonrisa angustiada-yo nací para vivir por siempre a tu lado...si tengo cortar mis dedos…mis brazos…si debo vender de nuevo mi alma lo haría con tal de estar a tu lado...nada ni nadie más importa…seré feliz si puedo ver como con gracia mueves tu cuerpo con el viento primaveral…como tu suave voz calma mi ser…-

Cerré los ojos, incline mi cuerpo hacia adelante posando mis codos sobre mis rodillas durante breves segundos dejando mi rostro escondido entre mis largos cabellos*...el querer sentirte de está manera tan libre...me hace valorarte...y pensar que hay un poco de esperanza...de querer seguir a tu lado...de ser lo único que este en tu vida…*Así es, el constante miedo de que el mundo fuese más interesante y que alguien se la llevará de mi lado se hacía presente muy rara vez…esta era una de esas ocasiones.

atraje tu cuerpo contra el mio tirándonos sobre la cama suavemente,lo veíamos todo en cámara lenta, mirándonos a los ojos sintiendo como nuestros cuerpos se dejaban caer, esos cabellos iguales pero intercambiados movieronse unos segundo después de nuestra inclinación. Los dos quedamos reposando en un lado de nuestro cuerpo tal y como cuando crecíamos incesantemente en el vientre de nuestra madre, mire tus ojos, tus labios, todo en ti era precioso…-Lucia…te amo…-apoye mi frente sobre la tuya-…de verdad te amo…no sabes cuanto deseo que llegue el día de volvernos uno solo…

Tus palabras de auto sacrificio, hacían que en mi interior comenzara a crecer una obscuridad amenazante y destructiva, que impetuosa se acercaba a tu imagen, al igual que tú, para mi siempre lo haz sido todo, y si por mi bien debías pasar por todo, nunca lo aceptaría y solo desearía morir a tu lado. Note el dolor en tus ojos, lo que me hizo sujetar una de mis manos con la otra reposandolas sobre mi pecho, mis pensamientos eran contradictorios y a la vez dolorosos, dejándome totalmente vulnerable a cualquier cosa, sin notar cuando acercaste tu mano hacía mi, solo dándome cuenta de esto cuando hiciste contacto con mi piel

Abrí con algo de sorpresa mis ojos al sentir como caía a tu lado en la cama, percibiendo como algunas hebras de nuestros cabellos terminaban de caer de forma más pausada una tras otra con gracia dejándose descansar sobre el colchón. Al conectar nuestras miradas, mis pupilas se contrajeron por fracciones de segundos, para volver de inmediato a su tamaño normal.
Ahora de esta forma podía escucharlo como si no existiera nada más a nuestro al rededor, el sonido de tu corazón, aquel sentimiento que florecía en mi pecho cuando me podía sentir, más que en armonía, en completa paz, mi alma se sentía tan liviana y como el aire. Que extraño y peculiar era este sentimiento, creo, que mi cuerpo no lo sentía desde hacía ya mucho tiempo, tal vez desde el momento en que dormíamos dentro de la mujer que nos dio a luz, o quizás dentro de mis más bellos sueños, en los cuales podía dejarme llevar por la brisa junto a las nubes en los altos e infinitos cielos.

Nee... Lucien, lo sabes verdad? Cerré mis ojos, y entrelace nuestras manos, para acercar la tuya hasta tocar mis labios, sonreí mientras un suspiro se deslizaba desde mi garganta hasta salir por mi boca el cual choco contra tu piel aún, y fue entonces que entreabrí mis ojos nuevamente. Inclinando un poco mi rostro, provocando que el mechón de cabello que por lo general ocultaba mi grisaseo se moviera de tal forma que quedará expuesta a ti. Tal vez no físicamente, pero... hermano desde el inicio, nosotros ya somos uno solo, somos un equipo, y este lazo es más fuerte que nada, es el lazo que me hace responder a lo que profesas.

mirar ese ojo de color intercambiado, junto con esas palabras, la añoranza de vivir a su lado eternamente...de volar por los cielos junto a ella, de solo poder estar en tranquilidad...de ser aceptados, de que nos abrieran las puertas del cielo y no solo volar cerca de sus territorios...de que Dios nos viera como lo que eramos...era mi deseo...quería un lugar donde Lucia pudiese ser amada...donde pudiese tener una razón de ser.
-...Lucia...-mis ojos se cerraron y la piel de mi frente roso la tuya, mi semblante reflajaba como si mi acción fuese lo único que me mantenía respirando-...Lucia...no quiero que nadie ni nada te aparte de mi lado...lo sé...se que somos uno...pero...-abrí de nuevo los ojos demostrando la ternura que solo mostraba contigo...cautivadora...pequeña...como cuando te miraba cada vez que cantabas en esa jaula...quería que vieses esa mirada al menos una vez...que vieras que sin ti no soy nada...soy tan egoísta...tan mundano... aferrándome al frágil cuerpo de mi pequeña hermana...así lo hice, solté tus manos y abrace con una tu cintura, descansando mi rostro en tu pecho-el latir de tu corazón...aunque no lo quiera...solo deseo que este para mi...Lucia...-tenía miedo...tenía mucho miedo-...mi amada Lucia...porfavor...no te alejes nunca de mi...si lo haces de nuevo no quiero saber que podría hacer...los tatuajes ardian...deseaba que padre de nuevo viniese y me castigara solo por hacerle tales cosas a ese ponbre chico llamado skyle...

Era cierto...Lucia era mi sello...ella era el contenedor de mis más preciadas virtudes...

sin ella...

solo era una sombra que ensuciaba cada cosa que tocaba...

Estaremos juntos por siempre...¿verdad?

era una suplica...

no me dejes atrás...

Deje reposar mis parpados en paz, dejando caer mis largas pestañas cuando sentí aquella caricia de mi frente rosando con la tuya Yo nunca abandonare a mi hermano Te susurré chocando mi respiración contra tus labios debido a la cercanía de nuestros rostros, desenlace nuestras manos, para guiar mi diestra hacía tu rostro, acariciándolo gentilmente.

Debido a lo que cargabas contigo solo por darme protección siempre que nos quedábamos solos en esta cercanía parecías tan frágil, deslice mis dedos entre las largas hebras de tu cabello hasta donde mi posición me daba alcancé, para cuando terminaba el recorrido volvía a la anterior posición para repetir el gesto, mientras que terminabas tus palabras, sonreía comprensiva enterneciendo mi mirada, si siempre me protegías y por el lazo que nos unía junto al gran amor que sentía hacía tu ser, debía consolarte, porque era lo que me dictaba mi corazón cada vez que te notaba tan ensimismado en tus pensamientos.
Es imposible para mi alejarme de ti Lucien Susurré calmada desprendiendo paz en mis palabras Por que aún cuando no estemos juntos mi corazón siempre estará presente en el tuyo, y esto losé porque siempre lo está el tuyo en el mío

Me levanté un poco soportando mi peso con una de mis manos posicionada como pilar sobre el colchón ahora a una altura mayor a la tuya, te mire con ternura y me incline suavemente hacía ti lentamente sin despegar mis ojos de los tuyos, hasta que mis labios alcanzaron tu pálida miel depositando un dulce y puro beso en tu mejilla. Aquel duró unos segundos cuando lo terminé alejando de nuevo mi rostro para verte a los ojos, mi cabello creaba una cortina que te cubría encerrándonos más en nuestro mundo, y sonreí con entusiasmo sonrosando mis mejillas, este lazo era tan fuerte que nuestros corazones nunca podrían alejarse el uno del otro

a pesar de cada una de tus palabras, a pesar de que hacías de nuevo que la paz volviera a mi alma...no podía olvidar cada cosa que había echo en tu ausencia...cuando me sonreiste...mi mundo volvio a teñirse de esperanza...pero...



recordé la sonrisa de la mujer que sabía que amaba, esa sonrisa que me había mostrado después de que me había mostrado en mi totalidad ante ella...una sonrisa que odiaba...que era dolorosa...pero...que no podía amar aunque doliera si salía de los labios de Mine...
¿qué pensaría Lucia si se enteraba de mis acciones con Mine?...que posición optaría mi hermana con ella?...enfado?odio?...no, Lucia al contrario a mi no sabía odiar...no podía simplemente hacerlo porque era demasiado pura...

Lucia...¿tu no me odiarías por nada del mundo?aún cuando me convirtiese en un ser envuelto en pecados...aún cuando mis deseos banales se apoderaran de mi?...¿a pesar de que mis marcas cubrieran mi cuerpo?...-la miraba desde lo bajo rodeando su cintura con mis dedos atraiéndola sobre mi cuerpo...ese gesto hizo que tuviera una sensación extraña de proximidad hacia ella...extraña sensación...
placentera...*que...*por alguna extraña razón...ahora Lucia...me parecía más hermosa...
*es porque la amo mucho...es por eso...es porque es mi hermana...mi dulce hermana...*

No me odiaras por nada verdad? estaremos unidos así siempre...aun cuando el cielo quiera caerse...

Había algo aquí que no estaba bien, Lucien parecía más intranquilo e inseguro que de costumbre, mis ojos mostraron preocupación deshaciendo la sonrisa que antes le mostraba, mientras él hablaba y me acercaba a su cuerpo, despegué mis ojos de los suyos y eche la cabeza hacia atrás, hasta observar el techo de la posición pude sentir como ahora uno de los mechones de mi cabello se deslizaba desde mi hombro hasta mi pecho, pero no tenía importancia alguna para mi.

Señor que está ocurriendo con mi hermano? .

Debería preguntar, podía percibir el rostro y alma de Lucien atormentados, algo grave le ocurría, inhale profundo y volví a bajar el rostro hasta mirarte tan indefenso, deposite mi zurda en tu mejilla y la acaricie con el pulgar de forma amable, acomode mi posición ya que mi mano se comenzaba a sentir tensa, y ahora me apoyaba con uno de mis codos a tu costado, la cercanía entre nosotros era muy grande, pero a mí me hacía sentir muy comoda estar junto a ti, después de todo eras mi otra mitad, la que ahora necesitaba de mi, ya instalada solté la pregunta que debía hacerte.

Lucien... que sucede?. Mi pregunta sonó casi como suplica, pidiendo honestidad y claridad por tu parte. Sabes que puedes decirme lo que quieras, te notó muy extraño.

Podías ocultar tu verdad en tu mente, pero no ante mi con tus ojos, de verdad el solo verlos me lo indicaba.

...-me lo pregunto directamente, la pregunta me llego como un cuchillo frio en la garganta a punto de ser clavado...no pude no ser sincero-*....rompí el código...casi caigo en el infierno por un descuido...por amar a una mujer...por olvidarme de ti en un momento..*.
-esas ultimas palabras provenientes de tus labios color guinda me desgarraron, sentía que realmente había cometido la peor de las acciones.
Se tu respuesta...-dije pensando en que no respondiste a mi pregunta del odio-…aun así...alzando tu rostro al cielo, buscando respuestas...él nunca nos responderá...nunca lo hace....
*no dudes...si lo haces caerás, se romperá la única ala que te queda y no podrás volver a volar*
¿Podía decirle la verdad? Más que eso... ¿podía mentirle a Lucia?...¿Mine merecía que mintiera solo por su existencia, por el amor que le profesaba?*…si?*
Abrí los ojos súbitamente y subí mis manos hacía tu rostro quedando nuestros ojos a centímetros...recordé la profecía que llego a mi mente cuando ella escarbo en mis cicatrices, ya no había rastro de sus uñas pero...los tatuajes estaban aún más grandes de lo que se dejaban ver...
No...no puedo mentirle a Lucia...ella...es mi más preciada persona...mis más amada persona…
mi…más amada…
.*a…amada….*
si…amaba a Lucia…pero…¿de que manera?no, no, es amor porque es mi ser más importante, nada burdo como el amor de los humanos…si…así es...ese tipo de amor es...no podría ser como el otro...¿verdad?¿es así verdad?

mi semblante se volvió en el arrepentimiento, desgarrado intentando ocultar mi vergüenza hacía el lado derecho, mi labio inferior comenzó a moverse en un puchero, el mismo semblante de arrepentimiento cuando...me viste por primera vez con las marcas cuando pequeño.
Lo siento...lo siento tanto...-lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos cerrados, que al abrirse se veían cristalinos, de un gris tan claro como el cielo nublado, sollozando-...l-lo siento...perdoname...porfavor...yo...soy tan débil Lucia...-mi voz se quebró, la vergüenza, la culpa...solo quería que nada ni nadie me arrebatara a Lucy...-yo... estuve....apunto de cometer el más bajo y mundano pecado...-mi mano tapo por completo mi rostro mientras sollozaba-...me enamoré de una humana...pensé que...que valdría la pena pero...vio mi estado, vio un estado de mi que no conocía... probé la carne de otro mortal...-abrí mis labios tomando aire-...el placer era tan grande...el sentir la piel viva de otro ser viviente...su calor...su proximidad...me hacía desearlo más...-mordí mi labio haciéndome daño al verlo trémulo...-…algo en mi interior me hacía caer...como si el espacio se sofocara, me arrastrara hacía la oscuridad...casi pierdo lo que nos hace netamente puros…los que nos diferencia con los mortales…-dañe más mi labio sin querer, tratando de controlar mi temblar haciendo que este sangrara ligeramente-
soy tan débil que me deje seducir por la lujuria...solo...solo recordarte me atrajo de nuevo aquí...el recordar que amaba a esa mujer tambien...pero...pero ya ni vale la pena Lucy...me odia...le repugno...tal y como debo repugnarles a todos los que ven mi verdadera naturaleza...tal y como le repugnaba a nuestro padre...-te abracé con fuerza, escondiendo mi mirada-
*te repugno ahora a ti también verdad...si es así mátame...aunque sea lo más doloroso que pueda pedirte...prefiero morir a ver tu rostro lleno de odio hacia mi*
…de verdad…todo lo que toco se mancha…tu eres la única que sigue siendo pura…aun cuando estás a mi lado…pero…corto tus alas, solo por querer tener las mismas…

Note lo agitado que estabas, con solo verte bien a los ojos, sumado a tu tembloroso timbre de voz , algo horrible te ocurría te estabas quebrando como pocas veces, recordaba bien la última vez que vi tanta inseguridad en tu cuerpo y en tu alma, estaba paralizada y el nerviosismo se estaba mostrando en mi mirada, mis pupilas temblaban por no saber bien lo que te ocurría, solo sentir lo abrumado que estaba tu corazón el cual resonaba como si en cualquier momento se fuera a quebrar

Lucien, Lucien dime que tienes Repetí tu nombre afligida escuchando como pedías disculpas una y otra vez , todo para saber que te sucedía, y fue en el momento en que te vi llorar que mi corazón se detuvo, congelándose mi sangre Hermano… Susurré y abriste tu corazón confesándote, no cabía en mi todo lo que decías, pero mantenía silencio, sin saber como actuar ante la situación, te escuchaba atenta y mis manos temblaban te estabas haciendo daño, y yo como una inútil debía dejar que te liberaras completamente de tu confesión, antes de poder abrazarte envolviendo mis brazos a tu al rededor

Shh.. shh.. shh~ Emití aquellos sonidos si podía cubrirte y ser tu escudo protector lo sería Lucien, lo que hiciste no es algo malo Me atreví a decir, aún sabiendo el peso de los actos que habías cometido, ladee mi rostro buscando tus rostro escondido, por inercia acaricie sobre tu ropa los lugares en donde sabía se habían extendido tus tatuajes, con una mueca de dolor, me lastimaba tanto esto, y me hacia sentir tan culpable a la vez, si tan solo no te hubiera dejado solo por tanto tiempo...
Respire profundo viendo con culpa tu cuerpo descansando junto al mío. Los sentimientos de los humanos no son algo malo, ni menos algo tan puro como lo es el amor Cerré mis ojos nuestros cuerpo se encontraban tan cerca que la calidez que desprendían se podía fundir como la de uno solo, por un momento pensé en el amor, era algo desconocido para mi, analicé por unos instantes lo que los humanos decían sentir cuando experimentaban aquel sentimiento, y luego pensé en la lujuria, aquel pecado que por lo general entretenía tanto a los demonios, y atrapaba en sus redes a los seres humanos, pero había un detalle en todo esto, mi hermano consideraba que esa chica era especial. Probablemente.. solo se sorprendió con las marcas Mostré una triste sonrisa acariciando tu rostro levantándolo quería ver tus ojos, quería poder ver tu alma, no existía nadie en el mundo de los humanos que no se sorprendiera por ver algo como las heridas de Lucien, ellos no lo comprendían, y eso me lastimaba, era la razón por la cual mi hermano traía tanto peso, y todo por su sacrificio por mi, aún sonriendo apreté la quijada disimuladamente. Por qué no entendían el peso de Lucien?

Yo estoy aquí para ti hermano, siempre lo estaré, porque somos un equipo, y porque eres mi mayor tesoro Un nudo se había creado en mi garganta, no podía soportar verte así, y mientras hablaba mis palabras salieron entrecortadas, mi sonrisa reflejaba el dolor de mi corazón, y el que mis ojos se hubieran vuelto cristalinos solo demostraba lo evidente