Buscando otra parte de mi (Lucien)

Y ahí estabas de nuevo con esa dulzura cautivante, avasalladora…me envolvías con tus brazos, con esos cálidos brazos como si fuesen mi jaula redentora, la jaula a la cual yo solo y con voluntad propia decidía retener mi libertad…mi adorada capsula de conciencia…el sello de está alma quebrada, imperfecta, inestable, oscura. Tratando de convencerme y de convencerte a ti misma de que tus palabras sobre lo que había hecho no estaba mal. Tus ojos encontrándose con los míos, temblorosos, cubiertos de intensidad, de calidez, de incertidumbre…*Ah~ Lucy…tus sublimes y encantadores ojos…con esas palabras que deseo sean verdad…no me dejes nunca…no me dejes libre de tu jaula nunca…*-El amor te vuelve un ser mentiroso hasta el punto en que le ocultas y mientes a las personas que más aprecias…te vuelves egoísta, quieres a ese ser solo para ti, te confunde y no deja que pienses con claridad…el amor no es puro si me hace dudar y olvidarte…no quiero olvidarte, no quiero que desaparezcas de nuevo de mi mente solo por sentir placer…-mis dedos se enredaron en tus ropas al momento de abrazarte fuerte, mientras que mis labios se acercaron suavemente a tu cuello, mis ojos cerrados, mientras que una sola lagrima caía desde mi lagrimal derecho hacia el contorno de mi mejilla, humedeciendo mi lunar…cayendo lentamente.- lo que en verdad deseo es verte feliz, verte sonreír, no ser el motivo de tu congoja… El único tipo de amor que deseo tener ahora es el que siento por ti…es la única forma de que crea en que el amor puede ser puro…porque te amo…más allá de lo burdo de los sentimientos humanos…-levantaste mi rostro haciendo que mis ojos se encontraran con los tuyos, leí tu pensamiento…mi alma estaba a tus pies-

Por qué no entendían el peso de Lucien?

Nadie lo entenderá, podrían comprenderlo, pero nadie entenderá mi dolor ni el tuyo porque solo nosotros vivimos aquella experiencia…Nosotros fuimos los que nos impulsamos a sobrevivir. Tú eres la persona que tuvo el mismo dolor que yo cuando pequeños…era mi deber tomarlo en mi cuerpo, protegerte, darte una vida plena…nadie entendería que no deseaba que tu destino fuese la muerte…nacimos juntos, si llegase a morir moriría contigo y quería que vivieses aún sabiendo que esto sería difícil…somos un equipo, tu eres yo y yo soy tu…por eso…por eso yo...-Abrí mis labios y bese cerca de tus labios, nadie era digno de tocar los labios de Lucia…nadie, ni siquiera yo…
No,…no podía ensuciarlos de esa manera, ensuciar tal lugar donde solo podían salir palabras llenas de calidez-
Lucia…solo deseo amarte a ti…mi alma es tuya…de nadie más…-lleve tu mano sobre mis marcas, que por alguna extraña razón dolían al imaginarte en la sola posibilidad de que te alejaras, de que otro hombre me quitara la posibilidad de verte sonreír…

-Quédate a mi lado por siempre, se mía como yo seré tuyo…ámame de la manera más pura inexistente…miéntele al mundo…pero por nada del mundo, por favor…me mientas a mi…-La tranquilidad de tener su cuerpo sobre el mío fundiéndose, casi siendo el mismo ser me hizo dar cuenta de que realmente amaba a Lucy, que era mi tesoro más preciado, que no podía perderla por nada del mundo, pero…si lo hiciera…si hiciera aquello me volvería un ser violento…y no lo deseo, es lo que menos deseo…-Tómame entre tus brazos…aunque sea una petición egoísta…aunque en este momento me vuelva un ser dependiente…Lucia…-envolví a mi hermana entre mis brazos levantándola con la fuerza de mi cuerpo, sus largos cabellos plateados sobre el mullido colchón, su rostro despejado por el movimiento, mostrando esos ojos de tonalidades distintas, mi cuerpo sobre el de ella...

una mirada cautivante y tierna se dejo ver en mis ojos, más estaba llena de melancolía
…Haz que crea que el amor que siento por ti…no se volverá en mi contra, que me transformara en un ser apacible, comprensivo…enjáulame por siempre entre tus blancas alas…si debo perder mi esencia, mi vida, mi ser en el intento de que te vuelvas un ángel…lo haré…

Porque nada en esta vida…es más puro que mi hermosa hermana…mi bella y dulce Lucia…llevaré estás marcas con orgullo si puedo vivir protegiéndote...

-Y sin darme cuenta mi voz sonó con decisión...sin quererlo mi voz sonó como una confesión de un hombre hacia una mujer al momento en que mis ojos se encontraron con los tuyos y bese tu mejilla-

Tu respuesta vino a mi junto a un sentimiento amargo que iba llenándome poco a poco por dentro desde mi pecho hasta crear un nudo en mi garganta.

Todas esas cosas te han ocurrido conmigo?

Me interrogue al escuchar tus primeras palabras, me sentía abrumada, mi aprecio por ti iba mucho más allá que un simple cariño y el pensar que el sentimiento que habíamos compartido según yo desde hace tanto años, te podía ocasionar todas esas cosas me hacía sentir infeliz, sobre todo al notar aquella lagrima desbordar de tu interior, el interior de Lucien estaba quebrándose, y era consciente de que no existía nada aún que me hiciera más daño que eso. Pero no lo hiciste solo porque fuera un deber, yo soy feliz cuando estoy a tu lado, pero soy aún más feliz cuando te veo a ti sonreír. Susurré con pesar.

La sensibilidad de mi piel percibió el calor de tu cuerpo impregnándose en mi, como cada uno de los días en que dormíamos juntos, en que a veces despertaba en medio de la noche acurrucándome entre tus brazos escapando del frío, mientras me entregaba a Morfeo escuchando la tonada de tu suave respiración. El cosquilleo de tus labios sobre mi cuello me hizo comenzar a procesar tu confesión seguida de aquellos sinceros gestos, mi semblante se mantenía neutro y mis labios sellados escuchando con atención cada una de tus palabras.

Dios nos hizo para hacer el bien, y tomado de la mano del bien está el amor. Solté inocentemente con temor en mis ojos, para mi, mi hermano no era solo el compañero desde el día en que compartimos el vientre de nuestra progenitora, no era solo la persona que había cuidado de mi a lo largo de nuestra vida y quien siempre velo por mi seguridad y bienestar emocional desde mucho antes que saliéramos de la aldea. Podía sentir el relieve de las cicatrices en tu cuerpo, el estigma que nos seguiría por siempre, un peso que solo nos ahogaba en un momento como este, era casi como si Lucien tuviera la seguridad de que me alejaría de él...

No abandonaba detalle alguno de tu cara ahora en aquella posición, pero tus ojos de distinto color, por alguna razón las que los humanos dicen; son las puertas del alma, eran ahora los que me mantenían en la incertidumbre Yo te amo hermano... Hubo un silencio entre nosotros mientras esperaba impaciente que me miraras ... El permitirme haber compartido una vida contigo me hace consciente de lo especial que eres y de la suerte que he tenido de mantenerme a tu lado, y permitirme pasar mis días a tu lado, de tener la oportunidad de experimentar lo que es el vivir.

Lucien Te llame con uno tonó más alto lo suficiente para que por fin nuestras miradas se conectaran, repose mis manos en tu pecho alejando nuestros cuerpos uno del otro. Deseo continuar volando en tu cielo eternamente, sentirme llena por ti, pero no puedo si aquel cielo tiene nubes de inseguridad, la lluvia iría desgastando nuestro vuelo, ensuciando nuestras alas. Pero no me pidas que enjaule tu alma, y extinga tu vuelo, eso... me hace sentir triste, yo no quiero volar sola. Algo en mi creo un nudo en mi garganta, el imaginarme todo eso, el existir en uno solo con mi hermano, era lo que creíamos correcto, pero, eso significaría nunca más ver sus sonrisas, nunca más escuchar su voz. Yo quiero que expandamos nuestras alas juntos, no es mi deseo ser solo un ser sin compañero. Hermano no te abandonare, pero prométeme.. Y esta vez mi voz sonó más seria de lo acostumbrada, no existía espacio para preguntas. Que no te abandonaras a ti mismo

Levante mi rostro preocupándome de que mis ojos no fuesen la razón de que vieses mi obvia inseguridad…Era extraño que un ser como yo, a los ojos del mundo como alguien inquebrantable ahora luciera como un pequeño felino temeroso de encontrarse con el mundo. Temeroso de que lo abandonaran.

Esa frase se repetía en mi mente y las palabras continuas a estas… ¿por qué de cierta manera eran dolorosas?*Ah…ahora entiendo…es porque anhelo escuchar estás frases día a día…aferrarme a que deseas vivir a mi lado por siempre…sentir de nuevo ese sutil despertar ante el cálido rose de tu piel contra mi pecho, esa pequeña voz revoloteando al rededor mio...deseo que cada día tomes mi mano y veas que no soy solo tu fiel hermano mayor pero...*

“Lucien” –Volví mi mirada hacia a ti, más clara, más sincera…pero el alejarnos ligeramente era algo que me producía cierto…nudo en la garganta.
Se intensifico cuando te escuche-¿Un…cielo con nubes?-abrí los ojos un poco más aun mirándote-…entonces…mis propios demonios son los que…-Me alejé de ti rápidamente quedando al borde de la cama tapando mi rostro con mi mano, mordiendo mi labio y negando con la cabeza-…he sido tan estúpido…


-Me quede en silencio, ahora comprendía que mi propia inseguridad…mi temor a no tenerte, mi amor hacía a ti era el que ocasionaba que estuvieses con ese rostro apesadumbrado, no debía decírtelo…no debías saber que te amaba si no…el vuelo caería en picada. Seguiría disfrazado de algo puro como la hermandad...no me está permitido ser egoísta, si lo hiciera...podría ensuciar lo puro del alma de Lucy...-…ah…me he vuelto un ser completamente patético…-me levante de la cama y tomé uno de los pinceles que yacían en la pequeña mesa al lado del caballete-

…Abandonarme a mí mismo…ja…no sería la primera vez-deslice mis dedos por el lienzo, por los árboles pintados en el papel dándote la espalda-
Nuestro cielo siempre ha estado cubierto de nubes Lucia inclusive el día que nacimos el cielo estaba oscuro-cerré los ojos con una sonrisa irónica-lo oí de mi madre en ese momento cuando ese hombre murió “cuando tu naciste el cielo era negro como el pelaje de una pantera, volvió a iluminarse solo cuando Lucia pudo respirar y la salve de que se la llevaran”-baje los hombros ya más calmado- si yo soy el causante de las nubes tú eres el rayo de luz que las penetra sin mayor esfuerzo…-tomé un pincel y lo empape en óleo blanco-¿hace cuánto que…no tenemos una profecía?¿hace cuánto no te acurrucas en mis brazos buscando calor?-Suspiré y el pincel comenzó a dar una visión de nada en el cuadro, todo volviéndose blanco…como al inicio, como el color que me recuerda a Lucy-lo entiendo Lucia…-giré mi rostro hacía ti – al parecer no me estoy comportando como el usual hermano mayor ¿verdad?-ladee el rostro sonriendo- perdona, estoy preocupándote demasiado…-volví a mi postura inicial, a la de siempre, al usual Lucien que sonríe ante ella calmado- disculpa si en alguna ocasión me pierdo-gire mi cuerpo por completo hacía ella ya al haber terminado de pintar todo el lienzo de blanco-estarás allí si lo hago ¿verdad Lucia? Serás como siempre la luz en mi vuelo?-extendí mi mano hacía ella con los ojos ligeramente entrecerrados y una sonrisa llena de calidez.

Repentinamente vi tos ojos abrirse con sorpresa y arrepentimiento¿Que pensaste en ese momento, hermano?¿Qué fue lo que dije para que tus ojos lucieran así?

Te alejaste de mi como si algo estuviese realmente mal, como un animal asustado del peligro...Nee, Lucien...no me gusta que huyas de mi...

Suspiré y mi cuerpo se levantó, mis piernas flectadas, mis manos apoyadas en la cama, los largos cabellos esparcidos por las sábanas donde ya no dormíamos juntos. Las observe y empuñe mis manos en ellas, extrañaba tanto aquello.

*Quiero volar contigo Lucien...pero no puedo permitir que sigas así, debo permanecer fuerte*

Me sorprendí por el relato sobre nuestro nacimiento, nunca me lo habías contado, pestañee varias veces y es que cuando el abuelo murió nuestra madre seguro le comento sobre lo que había sucedido...después de todo padre nunca hablaba de mi, solo tenía ojos para Lucien y es por eso que mi hermano tenía tanto peso desde pequeño sobre sus hombros.

Cuando te diste vuelta con ese semblante ya más tranquilo un nudo en mi garganta nació, de nuevo estabas allí intentando ver que todo lo bueno caía sobre mi, que todo estaría bien, intentando protegerme, extendiendo tus manos hacia a mi, buscando un consuelo silente...no podría negarlo, nunca pude hacerlo desde que te vi ese día con la primera crisis.

Ah! No, hermano...-me levanté rápidamente y me lancé a tus brazos, envolví tu cuerpo con mis brazos, apegandome, buscando tu calor, tu aroma, escondiendo mi rostro en tu pecho. Como siempre fui recibida con un abrazo contenedor...con ese abrazo que solo en ti encontraba-...Tu siempre has sido mi luz...desde que nacimos¿Lo recuerdas? yo...yo no podía ver nada, todo era siempre oscuro, siempre aterrador pero tú...-levanté el rostro enternecido, con los ojos llenos de amor- tú siempre fuiste el que me daba una razón para seguir, tú, tu voz y tus melodías...Deja siempre de culparte...yo estaré aquí si lo necesitas, pero debes seguir adelante, debes seguir viendo hacia el cielo-ladee la cabeza sonriendo- Después de todo tú me salvaste muchas veces, yo quiero verte volar con tu propia fuerza quiero ver al Lucien que ven expectantes las personas cuando toca el piano...como cuando te veo componer o pintar...ese Lucien es un ángel y un ser tan hermoso que es dificil no querer volar junto con él, es dificil no poder sentir amor hacia él. Pero más que eso...quiero ver a mi hermano mayor, al siempre calmado de ojos cristalinos.

Para eso necesitas descansar, quiero que descanses, si puedo hacerlo, te contendré, lo haré, pero recuerda...debemos ser fuertes, si uno cae, el otro también-mis pies en puntillas, tal cual bailarina de ballet, mis manos ahora subiendo por tu pecho hasta tu cuello, mis labios sobre tu mejilla en un tierno beso- Te amo...hermano...no sigas atormentándote...pues si lo haces la luz que yo veo en ti desaparece y podría perderme en la inmensa oscuridad, no puedo permitirlo porque me lo has dicho...soy la razón del porque estás aquí, no quisiera que nos perdiésemos, aun tenemos mucho que hacer¿verdad?

La voz calmada de Lucia...el aroma de sus finos cabellos, su grácil cuerpo sobre el mio dándome un calor inigualable...el único que me dejaba respirar y sentirme aliviado-...Oh Lucy...-enredé mis dedos en tus largos cabellos, escondiendo mi avergonzado rostro en ellos, arqueando ligeramente mi espalda. Tenía tanto miedo de perderla...de no poder volver a sentir este calor, de no poder volver a sentir su alma tan pura, de no oírle.-...De verdad lo siento...siempre estoy preocupándote- los suaves gestos de siempre, caricias en su mejilla con la mia, nada importaba, nada más allá en esta habitación podía ser más importante que este precioso momento-siempre has sido la única que me ha dejado en completa libertad..., la que siempre ha deseado verme como un ángel y no como un monstruo...-separé mi rostro del suyo, escuchándole casi como si cada palabra fuese una reprimenda, asintiendo de vez en cuando, suspirando en otras-...Lo entiendo Lucy...siempre has deseado lo mejor para mi- mis brazos rodearon su cintura cuando besaste mi mejilla y un leve sonrojo se denotó en mis mejillas- agradezco que nadie ve esto-bromee un poco y es que realmente era un hombre muy vergonzoso si de demostraciones de afecto se trataba con mi hermana- Yo también te amo Lucia...


-mi nariz sobre la de ella, una leve cosquilla, una sonrisa calmada, mis ojos de vuelta a su tonalidad-...Podrías?...cantar? hace tanto que no te escucho, a mi adorado ángel- mis labios se acercaron a su mejilla, un tierno beso que deseaba ser en los labios, mis brazos soltándole...dejándola en libertad.





un leve suspiro de nuevo...y es que la codicia la deseaba tanto como para no compartirla, la lujuria quería poseerle, la envidia celaba su magnificencia, la gula quería probarle de infinitas maneras hasta saciarse...y la ira inclusive...la ira la  amaba tanto como para destruirle...sin embargo...era ese mismo amor quien invadía a la pereza y cada cosa por si sola...era aminorada por su sonrisa, por su suave voz de pajarillo.

Canta...como siempre lo haces- un beso en la mano derecha y su canto inundaría la habitación.

Yo las sentía, sentía cada una de aquellas vibraciones en la alma de Lucien y compartía el temor de poder perderle pero...en mi ignorancia no sabía cuanto podría amarme y seguía con ello pensando que todo lo que estaba haciendo estaba bien.

Lo sentí cerca, como aquellos días pasados, vi sus ojos cristalizarse de nuevo, con la suave gentileza de un día nublado, de esos que te invitan a quedarte en la cama y sólo mimar al otro- Esta bien...si me quedó aquí sólo por hoy? casi siempre sueles quedarte dormido luego de que canto, hermano-sentí el dulce beso en mi mano y sonreí como si fuese una princesa, cualquiera diría que eramos amantes, amantes que no podían separarse pero, nuestro lazo era más fuerte que eso, bien me lo había enseñado mi querido hermano.

Juguemos como cuando eramos niños! quedémonos escondidos aquí hasta que amanezca y cuando salga el Sol escaparé-reí divertida pensando en que aquello generalmente lo hacía él cuando me iba a ver a la jaula- esta vez...yo seré la que escape por tu seguridad, después de todo eres el delegado de tercero, aun cuando sea tu hermana me verán extraño, aunque aun no entiendo porque¿No es de lo más normal que compartamos habitación si somos gemelos?

Lo vi asentir- Entonces vamos-tomé sus manos y comencé a desabotonar su camisa con suavidad, como cuando debíamos cambiarnos de pijamas, era de lo más normal para nosotros, conocíamos nuestros cuerpos, dormíamos juntos, nos bañábamos juntos, no había maldad en aquello, sólo compartir una acción tan normal como la de cambiarse de ropas- Los tatuajes, están más grandes sin duda...debieron dolor mucho cuando se expandieron.-besé aquella piel ennegrecida por la tinta y luego lo miré sonriendo- Ya lo sabes hermano, no puedes cargar tú solo con esto-tomé aquellas manos más grandes que las mías, que siempre permanecían frías y las coloqué sobre mi pecho- yo soy tu llave...soy la que encierra todo lo malo de ti, por eso...por eso no hagas nada solo, si necesitas de mi, yo estoy aquí-sonreí con las mejillas sonrojadas y de forma muy dulce, una sonrisa que sólo le daba a Lucien-Estás muy lento, vamos si no, no voy a cantar~jajaja-tiré de una de sus mejillas-deberás prestarme una de tus camisas! no dormiré con el uniforme!-besé su mejilla y reí infantilmente- Obviando todo...has estado bien con las clases?escuché rumores de que te has vuelto mucho más popular-el ultimo botón estaba siendo desabrochado, para mis las marcas en su piel no eran grotescas, eran una memoria latente, un recordatorio de lo mucho que ambos habíamos sufrido.

Quizás si dormimos juntos...podamos tener un sueño que nos diga que nos depara el futuro, un bello sueño que haga nacer una bella pintura y una maravillosa melodía, como las de antes.

Asentí con agrado a su petición-De nuevo actuando como una niña caprichosa, sabes que estaríamos en problemas si te quedases...

Sus palabras me tomaron por sorpresa, ciertamente era lo que más quería en este mundo, el quedarme a su lado, el poder tenerla cerca de mi y ahora que escuchaba que deseaba ser ella en esta ocasión la que jugara le rol de "mártir" generó en mi un ligero rubor carmesí en mis mejillas- Ya no somos niños, pero..esta bien.

Me vi a mi mismo contrariado por la situación al sentir sus dedos sobre la tela de la camisa, ahora el sólo hecho de tenerla cerca al saber sobre mis propios sentimientos se hacía dificil de mantener a ralla. Las antiguas memorias de nuestros quehaceres cotidianos sin ningún tipo de vergüenza o morbo eran algo del pasado, al menos por mi parte...porque ahora Lucia para mi no era una niña...era la mujer que amaba, que deseaba...
!!-pude aguantar un ligero suspiro, sus labios sobre mi carne no ardían, los labios de Lucia inclusive eran demasiado cálidos y suaves para mi piel tan sensible-s-si...lo fue-la vi desde una perspectiva distinta, bellisima, inclusive quería que siguiese besando esa carne profanada...quería que borrase las dolorosas marcas de las uñas de Mine...de esos rasguños obsesivos y dolorosos pero placenteros a la vez.




Mis manos sobre su pecho...sobre aquellos y suaves pechos, cálidos, jóvenes y bien formados, donde siempre podía dormir, llorar o refugiarme...no, estaba demasiado nervioso, debía controlarme, debía pensar un poco más.


Mi llave, Lucia era mi llave, siempre lo será, nada podría cambiarlo, por lo mismo, necesito que esa llave permanezca a mi lado, que cierre el candado cada cierto tiempo, que no deje salir nada de mi y que no deje entrar nada tampoco..nada, sólo su amor, su redención.


Y allí estaba de nuevo esa dulce sonrisa, esas mejillas rojas¿Habría una visión más hermosa en este mundo?no, para mi ella era una obra de arte, ni mis manos de artista quizás eran merecedoras de su piel, de sus cabellos, de su ser completo...ah...cuanto te amo.
Sin quererlo me perdí en ella, intenté de forma torpe desabotonar los botones de su camisa-N-no me apresures quieres! mis manos son torpes cuando lo haces, además no me digas tales cosas...si no cantas no podré estar tranquilo-fruncí el ceño tratando de sólo enfocarme en aquellos botones, pero...ah...deseaba tanto a Lucia y ahora, un beso de su parte, infantil e inocente...nada de lo que hacia me ayudaba a no seguir amándola.

Popular?-noté que sus manos dejaban a la vista mis tatuajes, la camisa estaba separada en dos-...ah, eso-fui por el segundo botón, aun nervioso-creo que es normal considerando nuestra naturaleza, tú...también lo eres, algunos de mis compañeros hablan de ti...-al desabotonar el segundo botón pude ver la piel morena de mi hermana, la tela translucía su brasier-...los he oído...les gustas-mis dedos se posaron sobre el tercer botón, aquel que llegaba justo entre sus dos pechos- odio que hablen de ti...- me apresuré a sacar desabrochar todo, el hecho de pensar que otros hombres hablaban de ella me hastió.





mis manos se deslizaron por su cintura, debía quitar lo siguiente, la falda-ven aquí...no quiero que te enfríes...-la tome cerca de mi, apegandola a mi pecho, podía sentir su calor, cuanto extrañaba aquello- Eres más popular que yo sabes...los hombres son peligrosos, todos ellos, los he visto...como te miran Lucia-

Lucien es una persona que a pesar de que se ve muy serio es bastante inocente, cuando lo apresuro a hacer cosas pierde o la paciencia o se pone nervioso, es gracioso verlo de cierta forma, ese cambio entre el chico estricto que todas y todos aman y el dulce hermano que siempre está junto conmigo. Eso me hace sonreír, me gusta verlo así, eso me hace pensar que puede relajarse...relajarse de esa postura tan seria que a adoptado desde tan pequeño...la que adoptó por mi culpa para protegerme.

Mi hermano siempre se percataba de lo que sucedía a mi alrededor, cualquier cosa que yo no viera el siempre era el que me decía que sucedía, como me miraban o que querían conmigo.

Popular?-por lo mismo, cuando me decía este tipo de cosas enseguida comenzaba a pensar en las ocasiones en que interactuaba con gente. Noté su cambio de voz, tan serio cuando hablaba de estas cosas, algunas veces me daa la sensación de que exageraba, Lucien exagera muchas veces muchas cosas, aunque siempre es por cuidarme...- jajaja, nooo, claro que no, ellos sólo son amables conmigo! ya sabes...los chicos y chicas usualmente luego se alejan de mi.

Desde que había empezado a interactuar con los humanos, Lucien y yo teníamos esa facilidad, siempre estabamos rodeados de gente pero...usualmente se terminaban alejando por la misma razón "eramos demasiado de ensueño"

"No quiero ser amiga de alguien tan bonita, podría verme disminuída...lo lamento Lucia, de verdad no te odio pero...el chico que me gusta ha dicho que tú eres su amor platonico y me hace daño estar cerca"
"Pensé en declararme, pero¿Te has puesto en si quiera la situación de que puedas ser su novio? todos mirandola y quizás no eres digno de estar con ella!"

Los comentarios eran siempre así...era algo triste, a mi me gusta estar rodeada de aquellas personas que comienzan a abrir su alma, me hace pensar que los seres humanos nunca desean estar solos y que quieren estar cerca de otros, aun así se alejaban...pero, no me sentía sola, tenía mi fe en el futuro y lo más importante, Lucien estaba conmigo y realmente nunca sentía algún tipo de atracción hacia alguien¿Por qué debería necesitar alguna figura masculina a mi lado si mi hermano siempre cuidaba de mi?Me encanta ver a los enamorados, es algo maravilloso pero...ese sentimiento es algo muy ajeno a mi, el único amor que he sentido es por el de mi hermano.

Eh? peligrosos?-ladeando el rostro y ya cerca de mi hermano sentí su calor,un pequeño escalofrío me hizo reír y luego una extraña vibración desde sus tatuajes hizo que mis manos se posaran sobre ellos, no podía dejar de mirarle el rostro*Qué estás pensando?pareciera que de nuevo te preocupa algo...*- Porque piensas así? acaso las mujeres no son también peligrosas?- reí un poco, ignorante de lo que él realmente trataba de decirme.

Las chicas siempre te siguen! ellas también son muy peligrosas!-cogí su cabello como si estuviese amarrándolo en una coleta, me gustaba el largo cabello de Lucien-Debes tener cuidado también, podrían atacarte!!-salté sobre mordiéndole la mejilla, siempre me gustaba jugar con él-

Todo para ella siempre era sin malas intenciones en estos casos, todo siempre era un malentendido, siempre, siempre eran imaginaciones mías- No,...te equivocas-jugando, siempre jugando.


¡¡Lucia, tómame enserio esta vez!!-de nuevo sobre la cama, la había tumbado en un acto salvaje...como esos arrebatos de hace años, sus plateados cabellos esparcidos, su rostro debajo del mio, como siempre en estos casos inmutable- por Dios...tómame enserio cuando te hablo, no sabes cuan doloroso es verlos viéndote con esas lascivas miradas...me asquea-apoyé mi frente sobre la de ella, buscando en el contacto de su piel un refugio, un consuelo de que sólo yo estaba junto a ella, que sólo yo podía tocarla-Yo...los escucho, veo el color de la lujuria en ellos cuando pasas...te desean tanto, tanto...


Dame un respiro Lucia, ya no eres una niña...- llevé mi frente a su pecho  casi arrastrándome ,arrodillado, mi cuerpo sobre el de ella encorvado, agitado, con la voz ronca y casi lastimada por el nudo en mi garganta- ¿de que otra forma te tengo hacer entender que...eres una mujer totalmente deseable?...-apreté mi puño en las sábanas con rabia de solo recordar como se giraban a verla- No quiero que nadie te toque, no quiero que nadie te haga daño...yo...no puedo siempre estar ahí-respiré y exhalé fuerte, me dejé caer en su pecho cerrando los ojos- Dame una prueba de que no eres lo suficientemente inocente como para que alguien se aproveche de eso...y que en esas instancias puedas estar segura sin mi a tu lado.

Guardé silencio sintiendo su latir, mi mano se extendió sobre su abdomen desnudo, trazando lineas ilegibles sobre su dulce piel, lineas que simulaban sus antiguas cicatrices producto de los golpes de los aldeanos- No dejes que nadie se acerque como lo estoy haciendo ahora...si no lo haces no podré dormir... Parecía que suplicaba...pero, ya anda importaba, si era por Lucia podría suplicarle...

Me equivo...AH!!-estaba sobre mi...por un momento, sólo por un mili-segundo tuve una visión de una sombra negra¿Por que siento que la conozco?

Eh?...-Cada palabra que venía a mis oídos era escuchada con mi rostro neutro pero se deformaba conforme Lucien iba hablando-

...-tragué saliva, sabía que el mundo estaba corrupto por cosas como esas, sabía que el ser humano por una cosa biológica era sexualmente activo pero...nunca me vi en la situación de que ahora me viesen de esa manera, con esos ojos y pensar que realmente Lucien tenía que estar protegiéndome de aquello me hizo sentir culpable.

Abrí los labios cuando sentí su tacto, como siempre delicado, una de mis manos se enredó en su cabello, siempre suave¿Qué podía decirle para hacerlo sentir mejor? nada...lo sabía, porque estaba pecando de ingenua y mi propia naturaleza casi puritana me hacía demasiado confiada. Aún cuando poseía la suficiente fuerza para derribar a alguien si se ponía violento conmigo...no me gustaba hacerlo.

Prometo tener cuidado...lo siento hermano-me giré un poco para abrazarle, dejándolo escuchar mi respiración, mis latidos, él siempre decía que aquello le calmaba.

Siempre he sido muy descuidada...

hubo un silencio en la habitación, ninguno dijo nada, escuché su alma temblar, sentí el calor de sus tatuajes, sentí su llanto mudo, aquel que nadie más escuchaba. Sólo abrí la boca mientras mis manos acariciaban su piel como el lo hacia conmigo...y canté desde el fondo de mi corazón.

Spoiler:

-A penas su voz se hizo presente comencé a poder respirar, a sentir que podía por fin dejar de tensar mis músculos, a sentir aquella calma reinante en el lugar, podía llenar la poca alma que me quedaba con su suave voz-
Si me lo prometes...entonces está bien, se que nunca me mentirías-Los impulsos de querer besarle y tocarla siempre estarían desde el instante en que me percaté de cuanto la amaba, de cuanto la deseaba pero...en este preciso momento nada podía calar más en mi corazón que su suave canto, su presencia era indómita, Lucy siempre me tenía en sus manos.

Yo...también lo lamento...-dejé que mi mano abrazara su cintura, me hice a un lado aun apoyando mi oído en su pecho, acurrucándome- Es sólo que..tengo miedo-fui durmiéndome mientras Lucia cantaba, sumiéndome en un profundo sueño envuelto en su calidez y aroma-miedo de que cualquier cosa me separe de ti... Lucy...-susurré- estaremos juntos siempre...¿cierto?

No escuché su respuesta, las ultimas notas me transportaron a un cálido vaivén de ensueño, uno que hace mucho no tenía.

"Nunca podría" pensé, porque nuestra propia naturaleza nos lo impide, no puedo mentir, no puedo no ser sincera.

"Estoy tan preocupada por mi hermano, pero...al menos ahora se que las cosas están bien, debemos seguir adelante, por nosotros."

Lucien tenía miedo-...lucien siempre ha vivido con miedo...-lo abracé atrayendolo a mi- No temas, hermano, yo estoy aquí...Estaremos juntos, a pesar de todo, siempre que puedas y me permitas estaré junto a ti...yo nunca podría negarte mi pecho para descansar.


-Besé su frente, el ya estaba dormido, pero seguí cantando...canté aquella melodía de nuestra madre y dentro de poco yo también caí dormida a su lado.

Spoiler:

Lo ultimo que recuerdo de ese instante es que un ave volaba con su ala rota...por un infinito cielo nuboso...tenía tanto miedo, tanto miedo...