En lo único que soy buena (libre)

Yuki no se ve de la clase deportista, y es verdad; fútbol, basketbol, softbol, atletismo, son algunos de ejemplos de deportes en los que se podía ver poca habilidad, muy torpe incluso. Solamente había un deporte en el cual ella podía, no solamente considerarse hábil, sino también buena: voleibol.

Se encontraba de pie, haciendo fila, para la práctica de tiros por arriba de la red.

—¡Nakayama, tu turno!— Le indicó la entrenadora, en lo que lanzaba un balón al aire y la japonesa daba un saltó para hacer el golpe y que pasara por arriba de la red.

—¡Muy bien! ¡De nuevo!— El ejercicio se repitió otras cuatro veces, hasta que una convencida entrenadora permitió a Yuki un descanso en lo que seguía con las demás compañeras.

Acababa de llegar a clase, un poco tarde para su sentido de responsabilidad pero nada se podía hacer a esas alturas. Le avergonzaba sentir la miradas de sus compañeras, observándola, juzgándola.. asique siguió como si no se hubiera dado cuenta, sintiendo como el maldito rubor iba subiendo a sus mejillas.

-Raccovich - sonó la severa voz de la maestra, -te toca- le indicaba a lo lejos ya que se encontraba con Nakayama. Bajó el leve rubor de su cara al ver lo bien que lo hacía su compañera y supo que debía hacer lo mismo.

Se posicionó con la pelota para hacer el lanzamiento, el aire llenó sus pulmones concentrándose en ese tiro que debía superar la malla, saltóoo y falló. Al inicio golpeó muy suave, por lo que la pelota no pasó al otro lado.

-Tres más- indicó la entrenadora acercándose, orden que debía obedecer. Asique siguió con la misma fuerza haciendo las repeticiones hasta que lo logró a la cuarta vez, sonrió a sí misma hasta que escuchó a la entrenadora decir -Que sean tres más, pero bien hechas- se sintió un poco mal pero trató de acordarse de la vez que pudo realizarlo bien, asique haciendo memoria corporal y más concentración que antes, lo logró.

Fue entonces que la entrenadora siguió con la estudiante a continuación y Vitto fue a descansar, -Estoy mejorando- dijo para sí misma, -A ti te salió perfecto, ¿Tiene que ver con la posición de las manos o la fuerza?- le preguntó a la compañera que había escuchado, se apellidaba Nakayama.

Exhaló después de aquel esfuerzo físico y fue a sentarse en una de las bancas del gimnasio para seguir observando a sus compañeras, viendo cómo la sigiuiente chica, una persona de cabello anaranjado, seguía. Fallando casi todos sus intentos menos el último. Le hacía recordar  las veces que  su  amiga Erika en Japón la tenía que rescatar en la clase de deportes, aveces Yuki se preguntaba cómo lograba mantener un buen promedio siendo tan torpe en algunas asignaturas, deportes en este caso.

Se estiró un poco cruzando sus dedos y levantandose sus brazos, cuando una voz que la llamaba la hizo abrir uno de sus ojos y mirar; se trataba  de la chica que veía hace un rato. Se abochornó un poco por los cumplidos, pero no por eso se negó a darle unos consejos,.

—Bueno, un poco de ambos, obvio la fuerza hará que el balón pueda llegar al otro lado  de la red, pero necesitas golpear de la manera correctamente con la plama, tener cuidado que el golpe no sea absorvido y salga un golpe débil— Habla con la experiencia, ya que le tomó algunos dolores en palma y dedos al intentar hacer el remate en el pasado.

—Etto...Racc-Raccovich ¿verdad?

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- Ay ¡Disculpa! Hablé informalmente como si nada, sí, Raccovich es mi apellido. - dijo un poco nerviosa por lo abrupta que fue.

- Ahh, un poco de ambas dices, hm, buena observación. Yo no suelo jugar este deporte en específico, o más bien, hace mucho tiempo que no practico– Decía mientras jugaba con sus manos demostrando nerviosismo.

En efecto, no era que Vitto fuese mala en los deportes, más bien, ¡Le gustaban mucho! Pero debido a distintas situaciones en las que se cambiaba de escuela y estuvo mucho tiempo con su familia, no hacía deportes, ni tenía con quién practicar. Eso le apenaba, y le daba vergüenza parecer del tipo que no hacía deportes siendo que tenía el potencial de ser buena.

-¿Tu apellido es Nakayama? Creo haber escuchado, ¡Un gusto compañera! Y gracias por los consejos- Dijo con una sonrisa sincera, Yuki era la primera compañera de su curso con la que entablaba conversación, por lo que Vitto estaba muy contenta.

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