Conectarse
Últimos temas
Mejores posteadores
Reino (1266) | ||||
Mine Sagan (1143) | ||||
Regan Vosuet (1134) | ||||
Dante Rivelli (1020) | ||||
Aria Ainsley (826) | ||||
Ayato (719) | ||||
Yuki Nakayama (688) | ||||
Momoka (554) | ||||
Lucien Luarent (551) | ||||
Katherine Howell (550) |
Enjitsu (Priv. Momo)
2 participantes
Página 2 de 2.
Página 2 de 2. • 1, 2
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
Movió su cabeza lentamente en negativa a la pregunta inicial de su padrino—No se trata de eso…—cruzó de nuevo los brazos sobre su pecho. —Es más bien que te acostumbras demasiado a alguna cosa y cuando obtienes algo fuera de lo habitual, se siente extraño, casi como si no terminara de sentirme cómoda con ello. Debe haberte pasado alguna vez ¿Verdad? —añadió, alargando de nuevo su respuesta más de lo necesario.
Sonrió al escucharle. —Oh, lo he comprendido. Seguramente es por eso que no he podido captar tu atención tal y como tú lo has hecho conmigo—Opinó mientras asentía un par de veces. —Trabajaré en ello—no era que se estuviese obediente o algo por estilo, aquella rápida aceptación se debía más a que lo veía como una meta a corto plazo, algo en lo que confiaba firmemente que podría cumplir sin problemas y por supuesto eso le gustaba. —Creo que ese comentario es mucho más profesional que el primero. Aun así no tienes que sentirte muy especial, solo por hacerlo un poco mejor que yo en esta ocasión — comentó encogiéndose de hombros, queriendo adoptar una posición más despreocupada.
Río con sutileza ante aquel siguiente comentario. —¿Y crees que no lo tengo?—si, por increíble que parezca Momo alguna vez compuso, después de todo se encontraba en Musette así que por distintas actividades a lo largo de cada curso se vio “obligada” a hacerlo. —Aunque no te confundas, no es que eso sea de gran placer para mí. La verdad dudo que yo tenga los mismos intereses que la mayoría de este lugar. Sin embargo, usaré bien tus ‘consejos’—agregó antes de descruzar los brazos y estirarlos un poco, para terminar poniéndose de pie.
—Es una lástima. Aunque yo tampoco puedo seguir jugando, debo ocuparme de mi vida real—comenzó a hurgar en sus bolsillos hasta que sus manos se toparon con su móvil, lo sacó y lo extendió hasta el chico. —Puedes guardar tu número aquí y te repicas para que guardes el mío. Aun no me lo sé de memoria— le indicó, apartando sus manos tras asegurarse de que el chico cogiera el aparato. La verdad gracias a su memoria selectiva no recordaba aquel número, tenía una razón, además de que no hubiese muchas personas a quienes le interesara ofrecerlo.
—Tu no quieres ser mediocre, y yo quiero sacar alguna ventaja de ti, así que está bien por mi —sonrió con ironía antes de seguirle fuera de la sala donde pudo notar a aquel grupo de idols arrogantes, se veían muy bien ha de admitir, pero no fue eso lo que llamó su atención, sino las interesantes expresiones que intercambiaron entre sí, particularmente la del joven Eiji que no se inmutó fácilmente. —¿Quiénes son?— cuestionó sin mucho interés. —¿Tienes a alguien que sea agradable contigo en este lugar? —le susurró casi al oído con la mera intención de molestarle un poco. —Supongo que luego me daré cuenta cuál de los dos lados está mal —murmuró.
—¿Te gusta esto realmente? Es decir, creo que tiene que gustarte mucho esto del mundo de la música para estar en este lugar, lidiando con todo ese desprecio— aunque tal escenario no era diferente de lo que pudiese vivir fuera de ahí, ella lo sabía bien, pero lo que sí podría ser distinto es la manera en que te enfrentas o disipas esas situaciones—¿A dónde iremos?—le preguntó con más curiosidad de la que verdaderamente sentía, pues aun con lo que había visto no estaba segura de sentirse tan atraída a este lugar.
Sonrió al escucharle. —Oh, lo he comprendido. Seguramente es por eso que no he podido captar tu atención tal y como tú lo has hecho conmigo—Opinó mientras asentía un par de veces. —Trabajaré en ello—no era que se estuviese obediente o algo por estilo, aquella rápida aceptación se debía más a que lo veía como una meta a corto plazo, algo en lo que confiaba firmemente que podría cumplir sin problemas y por supuesto eso le gustaba. —Creo que ese comentario es mucho más profesional que el primero. Aun así no tienes que sentirte muy especial, solo por hacerlo un poco mejor que yo en esta ocasión — comentó encogiéndose de hombros, queriendo adoptar una posición más despreocupada.
Río con sutileza ante aquel siguiente comentario. —¿Y crees que no lo tengo?—si, por increíble que parezca Momo alguna vez compuso, después de todo se encontraba en Musette así que por distintas actividades a lo largo de cada curso se vio “obligada” a hacerlo. —Aunque no te confundas, no es que eso sea de gran placer para mí. La verdad dudo que yo tenga los mismos intereses que la mayoría de este lugar. Sin embargo, usaré bien tus ‘consejos’—agregó antes de descruzar los brazos y estirarlos un poco, para terminar poniéndose de pie.
—Es una lástima. Aunque yo tampoco puedo seguir jugando, debo ocuparme de mi vida real—comenzó a hurgar en sus bolsillos hasta que sus manos se toparon con su móvil, lo sacó y lo extendió hasta el chico. —Puedes guardar tu número aquí y te repicas para que guardes el mío. Aun no me lo sé de memoria— le indicó, apartando sus manos tras asegurarse de que el chico cogiera el aparato. La verdad gracias a su memoria selectiva no recordaba aquel número, tenía una razón, además de que no hubiese muchas personas a quienes le interesara ofrecerlo.
—Tu no quieres ser mediocre, y yo quiero sacar alguna ventaja de ti, así que está bien por mi —sonrió con ironía antes de seguirle fuera de la sala donde pudo notar a aquel grupo de idols arrogantes, se veían muy bien ha de admitir, pero no fue eso lo que llamó su atención, sino las interesantes expresiones que intercambiaron entre sí, particularmente la del joven Eiji que no se inmutó fácilmente. —¿Quiénes son?— cuestionó sin mucho interés. —¿Tienes a alguien que sea agradable contigo en este lugar? —le susurró casi al oído con la mera intención de molestarle un poco. —Supongo que luego me daré cuenta cuál de los dos lados está mal —murmuró.
—¿Te gusta esto realmente? Es decir, creo que tiene que gustarte mucho esto del mundo de la música para estar en este lugar, lidiando con todo ese desprecio— aunque tal escenario no era diferente de lo que pudiese vivir fuera de ahí, ella lo sabía bien, pero lo que sí podría ser distinto es la manera en que te enfrentas o disipas esas situaciones—¿A dónde iremos?—le preguntó con más curiosidad de la que verdaderamente sentía, pues aun con lo que había visto no estaba segura de sentirse tan atraída a este lugar.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
El muchacho solo se encogió de hombros ante los comentarios ácidos de la muchacha. Si le parecía o no profesional o si era o no a lo que acostumbraba no era un tema que le interesara.
¿Qué mérito tenía serlo frente a los ojos de una mocosa? Pero también le gustaba, de cierta manera, la actitud desafiante de la chica. No era una delicada flor y eso lo estresaba un poco menos. No tenía que tener tanto cuidado y Momo parecía tener claros sus objetivos.
- Lo mismo digo, mis intereses tampoco son los mismos que la mayoría tiene en este lugar, pero eso da igual. - Le dio una mirada de reojo, en el fondo estaba diciendo que sin importar los reales motivos de cada uno, habían cosas que debian hacerse ya sea lo tomaras enserio o no, por pasión o por mero aburrimiento y una de esas cosas era tener un repertorio decente.
"Vida normal" Ese comentario no pasó inadvertido para el cantante, pero por el momento no indagaría de más.
Tomó el teléfono de la muchacha y anotó su número, se replicó y se lo devolvió en breve, dejando su nombre de contacto como "Mitsuo-senpai" solo por querer molestarla.
Cuando los sujetos se hubieron marchado le respondió como si la pregunta le hubiese tomado desprevenido y le hubiese causado incluso un poco de sorpresa.
- Imbéciles. Se puede decir que eso son a simple vista ¿No?- Se giró hacia ella para darle una sonrisa que parecía más cómplice que las anteriores.
- No realmente.- Fue su sencilla y honesta respuesta a la pregunta sobre si había alguien ahí que fuera agradable con él, partiendo porque ni si mánager lo era. - Es igual afuera o adentro, siempre ha sido así, pero me parece más divertido aquí. - Ya era una cosa de costumbre y si alguien fuese inusualmente amigable Eiji probablemente desconfiaría de la persona y se sentiría tal vez como la chica había descrito hace un rato.
"Cuando obtienes algo fuera de lo habitual, se siente extraño."
- Pasaremos por las salas de asesoría de imagen primero, luego las salas de audición a ver si hay algo interesante y luego a las oficinas. Solo hasta ahí será el recorrido de hoy. Si quieres puedes ir a visitar la cafetería y la azotea por tu cuenta, si te metes en problemas no será mi asunto. - Comenzó a caminar de vuelta a las escaleras, pero esta vez optó por el ascensor. Los estilistas estaban en otro piso.
¿Qué mérito tenía serlo frente a los ojos de una mocosa? Pero también le gustaba, de cierta manera, la actitud desafiante de la chica. No era una delicada flor y eso lo estresaba un poco menos. No tenía que tener tanto cuidado y Momo parecía tener claros sus objetivos.
- Lo mismo digo, mis intereses tampoco son los mismos que la mayoría tiene en este lugar, pero eso da igual. - Le dio una mirada de reojo, en el fondo estaba diciendo que sin importar los reales motivos de cada uno, habían cosas que debian hacerse ya sea lo tomaras enserio o no, por pasión o por mero aburrimiento y una de esas cosas era tener un repertorio decente.
"Vida normal" Ese comentario no pasó inadvertido para el cantante, pero por el momento no indagaría de más.
Tomó el teléfono de la muchacha y anotó su número, se replicó y se lo devolvió en breve, dejando su nombre de contacto como "Mitsuo-senpai" solo por querer molestarla.
Cuando los sujetos se hubieron marchado le respondió como si la pregunta le hubiese tomado desprevenido y le hubiese causado incluso un poco de sorpresa.
- Imbéciles. Se puede decir que eso son a simple vista ¿No?- Se giró hacia ella para darle una sonrisa que parecía más cómplice que las anteriores.
- No realmente.- Fue su sencilla y honesta respuesta a la pregunta sobre si había alguien ahí que fuera agradable con él, partiendo porque ni si mánager lo era. - Es igual afuera o adentro, siempre ha sido así, pero me parece más divertido aquí. - Ya era una cosa de costumbre y si alguien fuese inusualmente amigable Eiji probablemente desconfiaría de la persona y se sentiría tal vez como la chica había descrito hace un rato.
"Cuando obtienes algo fuera de lo habitual, se siente extraño."
- Pasaremos por las salas de asesoría de imagen primero, luego las salas de audición a ver si hay algo interesante y luego a las oficinas. Solo hasta ahí será el recorrido de hoy. Si quieres puedes ir a visitar la cafetería y la azotea por tu cuenta, si te metes en problemas no será mi asunto. - Comenzó a caminar de vuelta a las escaleras, pero esta vez optó por el ascensor. Los estilistas estaban en otro piso.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
—Mmm… de imbéciles está lleno el mundo, así que puedo estar de acuerdo con ese punto— asintió sonriendo levemente ante aquella respuesta que recibió. —Aunque quizá el hecho de ser así los llevó a ese puesto, creo que no podré comprender completamente a este mundo— suspiró con pesadez mientras negaba ligeramente con su cabeza y resguardaba ambas manos en los bolsillos de su abrigo.
—Era de esperarse—opinó tras la predecible respuesta del muchacho. —Quizá deberías trabajar más en tu personalidad o bien cambiar de empresa u oficio— añadió. —Aunque sé que no tomarás en cuenta mi consejo, de igual forma ahí te lo dejo, después de todo debes haber escuchado algo parecido muchas veces— no pretendía ser considerada ni nada parecido, ni siquiera tenía ganas de seguir molestándole con eso, suponía que él había hecho su elección y pese a todo debía tener sus razones al igual que ella.
—¿Divertido? Tcé… Últimamente me he topado con personas muy extrañas…—murmuró con una sonrisa ladina sin intentar comprender o darle sentido a esa frase. —Antes dijiste que no tenías los mismos intereses que la mayoría, ¿Cuáles son los tuyos?— se atrevió a preguntar previendo que no podría obtener una clara contestación.
—Todo lo que haga dentro de este lugar puede ser asunto tuyo, después de todo eres mi padrino, de alguna forma eres responsable aunque no te guste—replicó ante aquel último comentario, mientras le seguía con desinterés. —Si tienen ‘asesoría de imagen’ ¿Cómo es que te dejan ir por allí con ese aspecto? Deberé poner una queja en ese lugar — bufó siguiéndole en dirección a los ascensores. —Anteriormente por eso mismo creí que tendrías un carácter algo… ‘explosivo’, pero ahora puedo ver que no es así. Eres demasiado tranquilo para el trato que recibes en este lugar — fijó su mirada en la puerta del ascensor en espera a que se abrieran para abordarlo. —Aun no puedo comprenderlo— susurró.
—Era de esperarse—opinó tras la predecible respuesta del muchacho. —Quizá deberías trabajar más en tu personalidad o bien cambiar de empresa u oficio— añadió. —Aunque sé que no tomarás en cuenta mi consejo, de igual forma ahí te lo dejo, después de todo debes haber escuchado algo parecido muchas veces— no pretendía ser considerada ni nada parecido, ni siquiera tenía ganas de seguir molestándole con eso, suponía que él había hecho su elección y pese a todo debía tener sus razones al igual que ella.
—¿Divertido? Tcé… Últimamente me he topado con personas muy extrañas…—murmuró con una sonrisa ladina sin intentar comprender o darle sentido a esa frase. —Antes dijiste que no tenías los mismos intereses que la mayoría, ¿Cuáles son los tuyos?— se atrevió a preguntar previendo que no podría obtener una clara contestación.
—Todo lo que haga dentro de este lugar puede ser asunto tuyo, después de todo eres mi padrino, de alguna forma eres responsable aunque no te guste—replicó ante aquel último comentario, mientras le seguía con desinterés. —Si tienen ‘asesoría de imagen’ ¿Cómo es que te dejan ir por allí con ese aspecto? Deberé poner una queja en ese lugar — bufó siguiéndole en dirección a los ascensores. —Anteriormente por eso mismo creí que tendrías un carácter algo… ‘explosivo’, pero ahora puedo ver que no es así. Eres demasiado tranquilo para el trato que recibes en este lugar — fijó su mirada en la puerta del ascensor en espera a que se abrieran para abordarlo. —Aun no puedo comprenderlo— susurró.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
- ¿Y qué clase de oficio podría ser bueno para mi según tú? ¿Sepulturero?-Alzó una ceja curioso mientras caminaban hacia el ascensor. Al subir marcó el piso al que iban antes de seguir con la conversación en el interior.
- Yo no vengo por fama, solo estoy aprovechando algo que sé hacer relativamente bien para poder vivir por mi cuenta. Solo es eso, aunque claro, en el proceso uno puede conocer a personas interesantes... Este sitio muestra lo peor y lo mejor de las personas, y las personas por sí solas siempre me han parecido criaturas muy interesantes ¿A ti no? Pueden ser brillantes, deslumbrantes o a la vez aborrecibles sacos de mierda. Llámalo curiosidad si quieres, pero ahora mismo no tengo nada mejor que hacer más que saciar mi curiosidad.- El elevador hizo un movimiento casi imperceptible al subir, parecía que no se estaba moviendo en absoluto, pero sí, lo hacía. En cuestión de segundos habían llegado a otro de los pisos que más se asemejaba a un estudio de televisión. Habían varios camerinos disponibles, otras salas estaban cerradas, pero las abiertas tenían maquillaje y vestimentas a disposición. En el piso rondaban muchas más personas, algunas yendo de un lado a otro, artistas y estilistas ocupados con su trabajo.
-Ah, hace un tiempo un estilista logró mejorar bastante mi imagen, que de hecho era más terrible que ahora, pero se retiró de la industria un poco después de los conciertos de verano y con ello creo que me dejé estar un poco. No es que me interese la moda o mi imagen, además hay cosas que no puedo evitar.- Llevó una de sus manos a su torso y sonrió ladino, dejando implícito el mensaje de que esas lesiones no eran meros "accidentes".
-Intenta no interrumpir el trabajo de los otros, pero quien sabe, quizás tengas suerte y alguien quiera arreglar esa apariencia genérica.- Era su forma de joderla y devolverle las bromas referentes a su imagen.
Luego se quedó pensativo un momento, reflexionando la última observación que había hecho su ahijada.
- Va. Puede ser, de todas formas eso es lo que más detestan de mí. La mayoría del tiempo los ignoro, eso les daña el orgullo o al menos eso creo. Estoy seguro que muchos de estos imbéciles preferirían una pelea de puños antes que ser ignorados.-
- Yo no vengo por fama, solo estoy aprovechando algo que sé hacer relativamente bien para poder vivir por mi cuenta. Solo es eso, aunque claro, en el proceso uno puede conocer a personas interesantes... Este sitio muestra lo peor y lo mejor de las personas, y las personas por sí solas siempre me han parecido criaturas muy interesantes ¿A ti no? Pueden ser brillantes, deslumbrantes o a la vez aborrecibles sacos de mierda. Llámalo curiosidad si quieres, pero ahora mismo no tengo nada mejor que hacer más que saciar mi curiosidad.- El elevador hizo un movimiento casi imperceptible al subir, parecía que no se estaba moviendo en absoluto, pero sí, lo hacía. En cuestión de segundos habían llegado a otro de los pisos que más se asemejaba a un estudio de televisión. Habían varios camerinos disponibles, otras salas estaban cerradas, pero las abiertas tenían maquillaje y vestimentas a disposición. En el piso rondaban muchas más personas, algunas yendo de un lado a otro, artistas y estilistas ocupados con su trabajo.
-Ah, hace un tiempo un estilista logró mejorar bastante mi imagen, que de hecho era más terrible que ahora, pero se retiró de la industria un poco después de los conciertos de verano y con ello creo que me dejé estar un poco. No es que me interese la moda o mi imagen, además hay cosas que no puedo evitar.- Llevó una de sus manos a su torso y sonrió ladino, dejando implícito el mensaje de que esas lesiones no eran meros "accidentes".
-Intenta no interrumpir el trabajo de los otros, pero quien sabe, quizás tengas suerte y alguien quiera arreglar esa apariencia genérica.- Era su forma de joderla y devolverle las bromas referentes a su imagen.
Luego se quedó pensativo un momento, reflexionando la última observación que había hecho su ahijada.
- Va. Puede ser, de todas formas eso es lo que más detestan de mí. La mayoría del tiempo los ignoro, eso les daña el orgullo o al menos eso creo. Estoy seguro que muchos de estos imbéciles preferirían una pelea de puños antes que ser ignorados.-
Última edición por Eiji Mitsuo el Miér Mar 21, 2018 3:19 pm, editado 1 vez
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
—¿De verdad quieres que responda a eso?— soltó con una sonrisa ladina introduciendo ambas manos en los bolsillos de su abrigo antes de abordar el ascensor que finalmente había respondido al llamado. —Sepulturero, verdugo, delincuente… cualquiera de esas parece adaptarse mejor a ti — respondió de todas formas con la simple intención de molestarle más que de ser sincera. Miró un instante a su alrededor antes de fijar la vista en el tablero donde Eiji marcaba el número de un piso superior. —Pudimos ir por las escaleras—murmuró tras un breve suspiro.
Momo escuchaba atentamente al joven, pese a que no le miraba directamente, sino que su vista estaba fija en las puertas del ascensor como si estuviese esperando que se abrieran rápidamente, pues siempre le había inquietado el hecho de permanecer mucho tiempo ‘encerrada’ en cualquier espacio. —Tcé…—bufó mientras una sonrisa repleta de ironía se mostraba en sus labios. —Comprendo el que no busques fama y quieras independencia monetaria a través de tu talento, pero esa curiosidad por las personas es la que no puedo entender —opinó encogiéndose ligeramente de hombros. —No le veo nada interesante o maravilloso a los seres humanos, para mí son sólo miserables y desagradables criaturas, aunque yo sea una de ellas. No me gustan—confesó con tranquilidad, aunque sin dejar de lado su tono hostil.
Y finalmente como atendiendo a sus suplicas internas, el elevador no tardó demasiado en abrir las puertas dejando ver un espacio casi completamente diferente al anterior, el ver las personas de aquí para allá y detallar esos camerinos dispuestos para los artistas le provocó una sensación extraña en la boca del estómago, que ni ella misma sabría explicar el porqué. —Vaya, de este modo sí que parece una empresa de entretenimiento—comentó mientras admiraba a su alrededor. —¿Más terrible? Doy gracias por no conocerte en esa época —expresó de manera burlista.
—¿A qué te refieres? ¿Por qué no puedes?— preguntó, siguiendo con la mirada el movimiento de su mano hasta el torso. —¿Qué?— río ante aquel comentario sobre su apariencia, —No está mal, sabía que tarde o temprano me la devolverías — bufó —Aunque no te creas a veces lo ‘genérico’ tiene su encanto, el público puede sentirse identificado—sonrío despreocupada por ese hecho.
—Tienes razón—afirmó tras reflexionar un poco sus palabras, aunque no estaba plenamente de acuerdo con él, sabía que los problemas dentro de ese lugar debían arreglarse de una forma distinta a la que estaba acostumbrada, sin embargo, no descartaba del todo la posibilidad. —Aunque ignorarles no debería ser lu único, existen otras formas de darte a respetar que no involucren que te ‘ensucies las manos’ directamente…—añadió, encogiéndose de hombros mientras avanzaba por el pasillo, teniendo la tarea de esquivar a algunas personas. —¿Tienes un camerino privado? — le preguntó, mientras observaba curiosa algunos de las puertas cerradas haciendo uso de su perezosa imaginación. —Ya que estamos aquí deberías darle trabajo a algún estilista sino los ‘Imbéciles’ seguirán llevándote la delantera— bromeó, apoyándose en el marco de uno de los salones abiertos que dejaban a la vista todo esos implementos de maquillaje y vestuario.
Momo escuchaba atentamente al joven, pese a que no le miraba directamente, sino que su vista estaba fija en las puertas del ascensor como si estuviese esperando que se abrieran rápidamente, pues siempre le había inquietado el hecho de permanecer mucho tiempo ‘encerrada’ en cualquier espacio. —Tcé…—bufó mientras una sonrisa repleta de ironía se mostraba en sus labios. —Comprendo el que no busques fama y quieras independencia monetaria a través de tu talento, pero esa curiosidad por las personas es la que no puedo entender —opinó encogiéndose ligeramente de hombros. —No le veo nada interesante o maravilloso a los seres humanos, para mí son sólo miserables y desagradables criaturas, aunque yo sea una de ellas. No me gustan—confesó con tranquilidad, aunque sin dejar de lado su tono hostil.
Y finalmente como atendiendo a sus suplicas internas, el elevador no tardó demasiado en abrir las puertas dejando ver un espacio casi completamente diferente al anterior, el ver las personas de aquí para allá y detallar esos camerinos dispuestos para los artistas le provocó una sensación extraña en la boca del estómago, que ni ella misma sabría explicar el porqué. —Vaya, de este modo sí que parece una empresa de entretenimiento—comentó mientras admiraba a su alrededor. —¿Más terrible? Doy gracias por no conocerte en esa época —expresó de manera burlista.
—¿A qué te refieres? ¿Por qué no puedes?— preguntó, siguiendo con la mirada el movimiento de su mano hasta el torso. —¿Qué?— río ante aquel comentario sobre su apariencia, —No está mal, sabía que tarde o temprano me la devolverías — bufó —Aunque no te creas a veces lo ‘genérico’ tiene su encanto, el público puede sentirse identificado—sonrío despreocupada por ese hecho.
—Tienes razón—afirmó tras reflexionar un poco sus palabras, aunque no estaba plenamente de acuerdo con él, sabía que los problemas dentro de ese lugar debían arreglarse de una forma distinta a la que estaba acostumbrada, sin embargo, no descartaba del todo la posibilidad. —Aunque ignorarles no debería ser lu único, existen otras formas de darte a respetar que no involucren que te ‘ensucies las manos’ directamente…—añadió, encogiéndose de hombros mientras avanzaba por el pasillo, teniendo la tarea de esquivar a algunas personas. —¿Tienes un camerino privado? — le preguntó, mientras observaba curiosa algunos de las puertas cerradas haciendo uso de su perezosa imaginación. —Ya que estamos aquí deberías darle trabajo a algún estilista sino los ‘Imbéciles’ seguirán llevándote la delantera— bromeó, apoyándose en el marco de uno de los salones abiertos que dejaban a la vista todo esos implementos de maquillaje y vestuario.
Takeshi Momo- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 42
Fecha de inscripción : 18/07/2017
Edad : 27
Re: Enjitsu (Priv. Momo)
- Estoy de acuerdo. Cuando era un crio las ranas o las ratas también me parecian miserables y desagradables, sin embargo siempre sentí curiosidad por ellas. - Suspiró un momento y luego sonrió ladino.- Con el tiempo descubrí que por dentro siguen siendo igual. Supongo que en algún momento me pasará igual con las personas, pero por el momento estoy bastante divertido. - Parecía una charla bastante ligera, pero el trasfondo de esas palabras y el tono particular que usaba al hablar delataba, en parte, su tendencia a la insanidad.
Un ser que solo quiere saciar su curiosidad, ni siquiera por un motivo en específico es un ser impredecible y quizás el nipón todavía mantenía aquellos razgos que en su niñez fueron los responsables de que lo catalogarán como un niño excéntrico o raro, "cruel" o "morboso".
- Heh, puede ser. - Le dio la razón con respecto a los lados buenos de su apariencia genérica, pero no especificó ni esclareció sus palabras respecto su propia imagen.
- Tienes razón, pero no siento interés en esa clase de cosas. Supongo que es adaptación. No perdería el tiempo con gente que me parece que no vale la pena.- Y eso también iba para ella. Por el momento la cria al menos parecía ser de un caracter fuerte y hasta algo compatible con su propia personalidad, de lo contrario aquel encuentro hubiese durado menos que el mismo saludo inicial.
-Tuve un camerino, pero ahora estoy un poco en el aire. Ya te dije, me quedé sin estilista y hasta ahora no he podido encontrar un reemplazo. - El japonés había intentado muchas veces conseguir a alguien que pudiese reemplazar a Koizumi, sin embargo no le era fácil. Los estilistas en Merveilles no daban a vasto y además muchos de ellos eran quisquillosos. Trabajar con su imagen no era fácil, él mismo lo sabía.
- Iee... - Negó con una voz algo empalagosa.- No me llevan la delantera. Después de todo su mundo y el mio son totalmente diferentes.- Después de los conciertos de verano el nombre de Mitsuo no era tan desconocido, por lo menos en los ambientes underground y alternativos. No era su intención meterse con el público de Idols, con las niñas amantes del pop y la falsa perfección.
-¿Cual es tu mundo, Take-chan~? - La llamó con un diminutivo de su apellido que era mucho más comunmente ocupado para los chicos que para las chicas, por el mero afán de fastidiarla.
Un ser que solo quiere saciar su curiosidad, ni siquiera por un motivo en específico es un ser impredecible y quizás el nipón todavía mantenía aquellos razgos que en su niñez fueron los responsables de que lo catalogarán como un niño excéntrico o raro, "cruel" o "morboso".
- Heh, puede ser. - Le dio la razón con respecto a los lados buenos de su apariencia genérica, pero no especificó ni esclareció sus palabras respecto su propia imagen.
- Tienes razón, pero no siento interés en esa clase de cosas. Supongo que es adaptación. No perdería el tiempo con gente que me parece que no vale la pena.- Y eso también iba para ella. Por el momento la cria al menos parecía ser de un caracter fuerte y hasta algo compatible con su propia personalidad, de lo contrario aquel encuentro hubiese durado menos que el mismo saludo inicial.
-Tuve un camerino, pero ahora estoy un poco en el aire. Ya te dije, me quedé sin estilista y hasta ahora no he podido encontrar un reemplazo. - El japonés había intentado muchas veces conseguir a alguien que pudiese reemplazar a Koizumi, sin embargo no le era fácil. Los estilistas en Merveilles no daban a vasto y además muchos de ellos eran quisquillosos. Trabajar con su imagen no era fácil, él mismo lo sabía.
- Iee... - Negó con una voz algo empalagosa.- No me llevan la delantera. Después de todo su mundo y el mio son totalmente diferentes.- Después de los conciertos de verano el nombre de Mitsuo no era tan desconocido, por lo menos en los ambientes underground y alternativos. No era su intención meterse con el público de Idols, con las niñas amantes del pop y la falsa perfección.
-¿Cual es tu mundo, Take-chan~? - La llamó con un diminutivo de su apellido que era mucho más comunmente ocupado para los chicos que para las chicas, por el mero afán de fastidiarla.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 292
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Página 2 de 2. • 1, 2
Temas similares
» Momo Takeshi [ID]
» La hora de las bestias (Momo)
» Cronologia Momo-chan
» Taller Momo-chan
» Black Dog (Priv)
» La hora de las bestias (Momo)
» Cronologia Momo-chan
» Taller Momo-chan
» Black Dog (Priv)
Página 2 de 2.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Hoy a las 5:02 pm por Raum
» El oro que no reluce (Pric. Raum)
Hoy a las 4:45 pm por Raum
» Volviendo a las raíces (priv. Yuli)
Hoy a las 1:36 pm por Antoinette Birdwhistle
» Lawson station24/7 -Tienda de convivencias [Libre]
Hoy a las 12:26 pm por Notus
» Entre consultas (Priv. Notus)
Hoy a las 12:04 pm por Notus
» In nomine Domini... Dissipatas alae [Priv. Yuli]
Ayer a las 7:10 pm por Yuli
» Una botella, dos bocas (Priv.Dante)
Ayer a las 2:58 pm por Dante Rivelli
» Primeros antojos
Ayer a las 1:39 am por Eos Inkblot
» Ratas (Priv. Dante)
Ayer a las 12:44 am por Eos Inkblot