Bajas temperaturas [Privado]

Las vacaciones de invierno llegaron en un abrir y cerrar de ojos. La escuela tenía programado un paseo donde todos los cursos iríamos de campamento a Rideau, las cumbres nevadas de Glass City. En palabras más simples, conocería la nieve al fin. (Sí, no conozco la nieve, ¿algún problema con eso?) Mientras íbamos en el bus sentí que la emoción me hacía un nudo en el estómago, tal como si fuera un niño pequeño. En medida que nos íbamos adentrando en la montaña nuestro entorno se veía más y más blanco, desde los árboles hasta el suelo.

Algunos de mis compañeros sacaron la cabeza por la ventana para ver si podían atrapar un copo de nieve, pero un profesor les llamó la atención y los mantuvo controlados. Bueno, en parte. No dejarían de hacer el escándalo habitual sólo por eso. No soporto estar rodeado de tanta gente, es más, el sólo pensar que tendré que compartir cabaña con otras dos personas aparte de Rory me pone bastante ansioso. Si no fuera porque este paseo en verdad me emociona la estaría pasando fatal.

«Pero bueno... Hay que divertirse, ¿no?»

Durante el viaje tuve tiempo para pensar... Para enumerar todas mis preocupaciones una por una. A Rory tal vez le interesaba Senpai. Sí, sé que no es nada serio ni oficial, pero no dejaba de preocuparme que así fuera. Por otra parte, violé a una chica en la fiesta de año nuevo. A Nina Brauss. Salió en las noticias y toda la prensa está siguiendo el caso. Keith Ryan fue inculpado por el delito y expulsado de la academia. Desde entonces Rory se ha vuelto un maniático, intentó hablar con Nina en busca de evidencias pero la pobre se salió de la escuela y cortó el contacto con todos nosotros. Lógico.

La verdad, he sido bastante afortunado hasta ahora. Incluso este pequeño paseo de una semana podría ser un lujo para mí, alguien que debería compartir el destino de Keith Ryan.

Después de dos horas de viaje llegamos a las cabañas. Estas estaban en medio de un campo nevado, más hermoso que cualquier paisaje que hubiera visto antes. Al bajarnos, el asombroso cambio de temperatura me sorprendió: nunca había sentido tanto frío en mi vida y eso que ya estaba bastante abrigado. Los profesores nos guiaron por el sitio para que supiéramos cuáles eran nuestras cabañas de hospedaje, dónde estaba el centro de esquí y snowboard y dónde nos reuniríamos en unas horas, pues al parecer tenían preparada una sorpresa para nosotros.

Rory y yo dejamos el equipaje en la cabaña que nos correspondía y esperamos un rato a nuestros otros dos compañeros. Al ver que no venían le dije que mejor saliéramos a explorar. (Cosa que debió parecerle rarísima, porque siempre es él quien hace este tipo de sugerencias.)

— Ge... Genial... — murmuré al salir. No podía dejar de mirar la nieve con fascinación.

Unas vacaciones eran justo lo que Rory necesitaba para quitarse de encima los malos rollos. A decir verdad, como niño rico que era, no estaba acostumbrado a tener problemas gordos, y el no saber cómo afrontarlos le estaba agobiando bastante. De hecho, el propio Keith parecía llevarlo mucho mejor que él, y aunque Rory solía ser muy optimista, en este caso era su hermano quien tenía que animarlo a él. Le dijo que no se preocupara, que todo se solucionaría, y que ya encontraría otra escuela igual de buena a la que ir (de momento estaba en casa, dando clases con un profesor privado).

De todas formas Rory no había abandonado aún su plan de encontrar al culpable. No podían descartar del todo la teoría de Raito de que aquella chica era una loca que se lo había inventado todo, pero ella ya no estaba en la escuela y era imposible interrogarla, así que la única alternativa que les quedaba era seguir buscando pistas. Si resultaba que de verdad había sido atacada por alguien que se hizo pasar por Keith, probablemente esa persona aún seguía dentro de la escuela, paseándose por ahí tan feliz como si no hubiera pasado nada. Pero encontrar pistas no era fácil, nadie parecía saber nada, y Rory tampoco era el mejor detective del mundo (a pesar de haber visto un montón de películas y series de detectives, la vida real era mucho más complicada).

Pero bueno, ahora tocaba divertirse y desconectar un poco, de hecho tenía previsto aplazar la investigación para cuando volviera a la escuela. La excursión sólo era para disfrutar.
Lo malo fue que al haberse acostado bien tarde viendo gameplays, tenía sueño y se quedó dormido durante el viaje en autobús (a pesar del ruido que hacían sus compañeros), así que no pudo pasarse todo el viaje hablándole a Raito de su nuevo videojuego favorito.
Bajó del autobús frotándose los ojos, todavía un poco soñoliento, y siguió a los profesores hasta su cabaña, tiró sus cosas al suelo de cualquier manera como era su costumbre, y luego salió fuera con Raito cuando éste le dijo que fueran a explorar. Él, por supuesto, siempre estaba preparado para eso.
Al salir vio que había un montón de compañeros persiguiéndose, tirándose bolitas de nieve y jugueteando como niños pequeños. Rory no pudo evitar reírse un poco al verlos, él ya había estado en la nieve unas 500 veces antes, así que no era ninguna novedad.

-Míralos, cómo flipan sólo por ver un poquito de nieve- comentó a Raito, hasta que lo miró y se dio cuenta de la cara de embobado que tenía él también. Entonces soltó otra risita-. Vale, tú tampoco la habías visto, ¿no? Bueno, supongo que la primera vez mola mucho.

Paseó la vista por las montañas nevadas, dejando a Raito su tiempo para que admirara todo el blanco. Pero enseguida se cansó de esperar y le tiró del brazo.

-¡Venga, vamos a hacer algo ya!- le dijo-. ¿Nos unimos a la batalla de bolas de nieve?

Me ruboricé al escuchar el comentario de Rory. ¿Y qué si era mi primera vez en la nieve? ¡Claramente no era el único! Desvié la mirada, avergonzado, y fue entonces que divisé a Ainsley. No le conocía. Ella tampoco me conocía a mí. Pero si había una persona además de Nina Brauss que podía causarme problemas por lo ocurrido durante la noche de año nuevo era ella.

Todo ocurrió muy rápido en aquella ocasión. Me estaba alejando del lugar de los hechos a toda velocidad, rodeando los jardines para volver a perderme en el gentío. En esos momentos todos los invitados se encontraban al otro lado del recinto esperando el espectáculo de fuegos pirotécnicos que estaba a punto de dar comienzo, es por eso que me sobresalté al ver a alguien en el balcón que daba justamente hacia el sendero del cual yo venía huyendo. Era ella. Me extrañó que estuviera sola en plena celebración. Sin embargo, esos momentos mi única prioridad era saber quién era y que no notara mi agitación... Debía prevenir.

Apenas ella volvió a la fiesta tomé su pinche de cabello, el cual, por despiste, dejó caer al intentar colocárselo. Estaba en el césped, justo abajo del elegante balcón desde el cual observaba los jardines. Guardé el objeto en mi bolsillo y seguí mi camino. Lo hice por impulso, porque noté que en él había grabado lo que parecía ser un emblema familiar.

Y, en efecto, gracias a eso pude averiguar su identidad.

Lo único realmente relevante que sabía de Aria Ainsley era su apellido y los rumores que circulaban tanto en Musette como en los medios de comunicación, esos que hablaban acerca de su supuesto amorío con un idol japonés. Pero esa información no era suficiente para chantajearla y tenerla bajo mis órdenes... Necesitaba averiguar algo mucho más jugoso si quería aproximarme con toda seguridad. Mantendría mi bajo perfil. No debía cometer ningún riesgo.

Me quedé viéndole unos segundos antes de que Rory sugiriera participar en la batalla de bolas de nieve. Usualmente rechazaría, reafirmando de esa forma mi aparente madurez, pero estaba tan emocionado por mi primer viaje a la nieve que acepté sin pensar. Mientras nos uníamos al grupo de la revuelta noté que Ainsley acababa de caerse. Tras ello, volvió la vista hacia nosotros, que nos encontrábamos a cierta distancia suya. Y para mi total desconcierto, nos saludó.

— Oye, ¿quién es esa y por qué nos está saludando? — Pregunté entre susurros a mi compañero de cuarto, intentando que el pánico no se apoderara de mí.

¿Acaso esa chica me recordaba? ¿Podía haber hecho una relación entre mí y lo ocurrido en la noche de año nuevo? Intenté calmar mis paranoias. Ella estaba sonriendo. Si sonreía no sabía lo que sucedía, no sabía nada de mí... Era lógico. O al menos eso pensaba.

Rory había visto a Aria acercarse y había estado a punto de tirarle una bola de nieve, no para darle fuerte, claro, sólo quería atraer su atención. Pero alguien se le adelantó y tiró a la pobre chica al suelo de un bolazo, así que él decidió que era casi mejor no seguir la bromita.

Levantó la mano para saludarla alegremente, mientras contestaba a Raito:

-Es mi amiga Aria, es de tercero. La verdad es que la conocí por casualidad, pero hemos vivido muchas cosas juntos, y ahora somos muy amigos- explicó, con aire de importancia. No todos los niñitos de primero podían presumir de ser amigos de una chica de tercero. Y sí, a lo mejor estaba exagerando un poco, pero eso Raito no tenía por qué saberlo.

-¡Aria! ¿Quieres venir a jugar con nosotros?- le gritó.

— ¿Amiga? — De acuerdo. No vi eso venir. Arqueé mis cejas al escuchar la respuesta de parte de Rory, intentando mostrar más sorpresa que indignación. ¿Bajo qué contexto él y Ainsley pudieron hacerse "amigos"? La tipa iba en tercero, ¿no? ¿Por qué justo ella, habiendo tantas chicas en la academia? Antes de poder hacer cualquier pregunta, mi compañero llamó a la susodicha. Me volví hacia ella y la observé con un poco de reticencia.

Al acercarse, muchos chicos de nuestro grado le quedaron mirando. Algunos encantados por lo linda que era, otros extrañados de que se estuviera acercando a nosotros. Rory y yo éramos bastante populares pero un hecho como éste seguía siendo llamativo para ellos, después de todo, mi compañero de cuarto en alguna ocasión había salido con una chica de tercero. «Y bueno... Para estos críos dos años de diferencia parece ser demasiado...» pensé, divertido por la ironía de ser el centro de atención en estos momentos.

Ainsley saludó a Rory y luego a mí, demostrando más cortesía de la que uno acostumbra.

— Mucho gusto... Soy Maeno Raito — me presenté con un suave asentimiento de cabeza, intentando "soltarme" y sonreír con naturalidad. A ojos de cualquiera lucía como un chico agradable pero tímido, quizá. Espero que ella lo piense así y no a que temo ser descubierto por ser un maldito abusador. — Sí, somos compañeros de clase y de cuarto. No me había contado que tenía a una amiga tan guapa — solté sin pensarlo demasiado, volviéndome en el acto hacia Rory.

En ese momento, un bola de nieve me impactó en la cabeza y mi primer impulso fue devolverla con todas mis fuerzas.

— Pues si no quieres acabar en el suelo otra vez tendrás que defenderte, Aria-senpai — le respondí agitado, pensando que teniendo a la "chica de tercero" en nuestro equipo seríamos un blanco seguro para nuestros compañeros.

-No he sido yo, ¿eh? Te lo prometo- se apresuró a aclarar Rory. No es que la chica le estuviera acusando ni nada, pero no quería dejar dudas al respecto-. La verdad es que te iba a tirar una bola, pero sólo para que vieras que estaba aquí. Pero alguien se me adelantó… Bueno, vamos a hacer guerra de bolas de nieve contra esos, que parece que se lo están pasando pipa- señaló a unos chicos que se tiraban bolas de nieve unos a otros, entre gritos y risas.

Se notaba que Rory estaba ansioso por unirse al juego, y sólo esperaba que Aria y Raito no tardaran demasiado en hacer las presentaciones. Soltó una risita cuando Raito la llamó guapa, pensando si se estaba haciendo el super educado, o ya tenía intención de ligar con ella. Desde luego, se había quedado impresionado porque fueran amigos. A ver si se creía que él era el único que podía tener amigas guays.
Rory abrió la boca para hacer algún comentario gracioso cuando, en ese momento, Raito también recibió un bolazo en la cabeza. Los chicos que jugaban parecían estarles invitando a unirse a la batalla, y si no tenía cuidado, el siguiente sería él.

-¡Vamos, si no nos ponemos en marcha nos van a acribillar a bolazos!- dijo, agachándose para coger una bola de nieve lo más grande que le permitían sus manos-. Empezar a coger munición, ¡y a por ellos!

Dicho esto, se entregó totalmente a la tarea de lanzar bolas hacia los chicos que jugaban, entusiasmado y riéndose sin parar como si fuera un niño pequeño.

Spoiler:

Estaba claro que nuestros compañeros querían guerra, por lo que interrumpimos la charla y nos "armamos" de municiones. Ni Rory ni yo tardamos en unirnos al grupo de chicos que corrían y gritaban, entusiasmados por el juego de lanzarnos nieve los unos a los otros. Ainsley también se unió, manteniendo cierta distancia de nuestros atacantes.

Estuvimos así un rato hasta que la chica indicó con señas que nos ocultásemos tras los árboles para protegernos. Tentado por la idea de planear una estrategia junto a mi equipo la seguí sin pensármelo demasiado, sin notar si mi compañero de cuarto hizo lo mismo o no. Ainsley y yo nos alejamos y nos escondimos tras un árbol para cubrirnos de los ataques.

— Bien pensado — comenté al llegar junto a ella, pisando por accidente la superficie escarchada de la raíz de un árbol y perdiendo el equilibrio de manera repentina y estúpida.

Me resbalé en dirección hacia ella y acabé usando su cuerpo como soporte. No fue algo que planeara o quisiera, fue un simple acto reflejo. Afortunadamente logré estabilizarme a tiempo antes de caer al suelo y arrastrarla conmigo. Al abrir los ojos, nuestros rostros se encontraban peligrosamente cerca y mis brazos la estaban envolviendo. Cualquiera que nos hubiese visto en esa posición diría que estábamos a punto de besarnos.

— Lo... lo... lo... lo... — Mierda, las palabras no salen. Pero no es por el nerviosismo habitual de un chico tímido, arrepentido de sus acciones. Las imágenes de la fiesta de año nuevo vuelven a aparecer en mi mente y me invade el terror. Puede reconocerme. Puede descubrir lo que hice. Del mismo modo, de manera simultánea y asquerosa, siento un irrefrenable deseo de concretar el acto... con ella. De besarla en ese mismo instante.

«¡Idiota! ¡No es momento para pensar con el p*co!» Me dije a mí mismo antes de tomar un poco de aire y alejarme de ella con la tranquilidad que me caracterizaba.

— Lo siento mucho, no estoy acostumbrado a caminar sobre la nieve y me resbalé — le dije, dedicándole una sonrisa arrepentida. — ¿Te encuentras bien?

Poco después, Rory se acercó también corriendo a los árboles donde se habían refugiado sus dos amigos. Estaba tan ensimismado en el juego que apenas se había dado cuenta de que se habían alejado. Ya había recibido un montón de bolazos y llevaba prácticamente todo el cuerpo lleno de nieve, pero realmente no le importaba, era feliz simplemente jugando.

Cuando estaba a unos pasos de ellos vio lo que estaba pasando y se quedó un poco asombrado al verlos tan juntitos de repente. Al principio no entendió bien lo que estaba pasando, porque le parecía muy raro que se hubieran metido ahí detrás simplemente para hacerse cariñitos. No era propio de ninguno de los dos, pero quién sabía lo que pasaba por sus cabezas. Seguramente sólo era un malentendido, pero aun así Rory se sintió un poco celoso. Más tarde tendría que dejarle claro a Raito que él había visto a Aria el primero. Además, desde lo de la enfermería, tenían una especie de vínculo especial que les unía (o al menos Rory estaba convencido de ello), y eso tenía que significar algo. Les tiró una bola de nieve mientras les gritaba:

-¿Qué estáis haciendo? ¡Yo ahí fuera matándome por derrotar al enemigo, y vosotros aquí, de besitos! ¡Venga, tortolitos, que la guerra no se hace sola!

Pero entonces se lo pensó mejor, y decidió aprovechar el momento para sentarse un rato a recuperar el aliento.

-Bueno, ya que estáis aquí de relax, yo también me voy a quedar a descansar un poco, y así os vigilo- dijo, con sorna.

Se quedó allí sentado un momento, apoyado en un árbol y paseando la vista por las montañas y los árboles nevados, pensativo.

-Menudo miedo tiene que dar esto por la noche… ¿estará Slenderman?

Entonces su propio comentario hizo que se le viniera a la cabeza una de sus ideas geniales. Miró a los otros dos, con una sonrisa traviesa y dijo:

-Oye, ¿y si hacemos algo divertido esta noche? Podemos ir a explorar por ahí, cuando todos estén dormidos, y hacer algo divertido... Podemos ir buscar a Slenderman… o ir a asustar a los demás. ¿Os apuntáis? Porque no vamos a desperdiciar la noche durmiendo… ¿no?