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The nightmare (Priv. Skýlos)
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The nightmare (Priv. Skýlos)
Era la segunda vez que tenía que ir hasta una de aquellas oficinas para poder zanjar asuntos referentes a su trabajo y no por su culpa, lamentablemente el inútil de su anterior manager había abandonado el sello sin una propia renuncia, como la peor de las ratas, cobarde y unicamente preocupado de sí mismo le había dejado a la deriva en el comienzo de su carrera, apenas a un par de semanas de su programado concierto y debut. EStuvieron a punto de cancelarlo, y Eiji Mitsuo no podía estar más molesto por la incompetencia del imbécil de kiritsugu de lo que ya estaba. Ahora debía enfocar su odio y las mil maldiciones que a él destinaba en lo que tenía por delante, en lo que debía hacer para no dejar que la mierda ajena le arrastrara a él también.
- Tsk, ya llegará el momento donde me las pagarás, cobarde de mierda. - Murmuraba entre dientes mientras avanzaba por los pasillos. Su presencia era percibida tan distinta a la primera vez y a la vez, producía el mismo efecto de distanciamiento que Eiji agradecía. No necesitaba conversaciones inútiles, no había ido ahí a hacer amigos, no alguien como él.
La primera vez era un muchacho lleno de vendajes, con el cabello sin forma ni mayor cuidado más que un lavado, aroma a hospital y ropas con algunas manchas pequeñas de sangre seca que habían traspasado los parches que cubrían los rastros de sus malas costumbres. Ahora mismo era un chico con un aire mucho más pulcro, pero igualmente lúgubre. Y aunque ahora mismo no se podía decir que había dejado las malas costumbres de lado, al menos ahora las heridas se mantenian en lugares escondidos bajo sus ropas.
No tenía demasiadas expectativas en la persona que conocería, pero no podía ponerse demasiado exigente ahora que su debut peligraba. Es por eso que antes de entrar a la oficina que le habian indicado para la cita, dio un largo suspiro, casi resignado a lo que fuera y tocó tres veces la puerta para anunciar su llegada.
- Soy Eiji Mitsuo, tengo una reunión con mi nuevo manager aquí.- Dijo antes de girar la manilla y entrar al lugar.
- Tsk, ya llegará el momento donde me las pagarás, cobarde de mierda. - Murmuraba entre dientes mientras avanzaba por los pasillos. Su presencia era percibida tan distinta a la primera vez y a la vez, producía el mismo efecto de distanciamiento que Eiji agradecía. No necesitaba conversaciones inútiles, no había ido ahí a hacer amigos, no alguien como él.
La primera vez era un muchacho lleno de vendajes, con el cabello sin forma ni mayor cuidado más que un lavado, aroma a hospital y ropas con algunas manchas pequeñas de sangre seca que habían traspasado los parches que cubrían los rastros de sus malas costumbres. Ahora mismo era un chico con un aire mucho más pulcro, pero igualmente lúgubre. Y aunque ahora mismo no se podía decir que había dejado las malas costumbres de lado, al menos ahora las heridas se mantenian en lugares escondidos bajo sus ropas.
- Sus ropas :
No tenía demasiadas expectativas en la persona que conocería, pero no podía ponerse demasiado exigente ahora que su debut peligraba. Es por eso que antes de entrar a la oficina que le habian indicado para la cita, dio un largo suspiro, casi resignado a lo que fuera y tocó tres veces la puerta para anunciar su llegada.
- Soy Eiji Mitsuo, tengo una reunión con mi nuevo manager aquí.- Dijo antes de girar la manilla y entrar al lugar.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 295
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: The nightmare (Priv. Skýlos)
Ocupar un puesto en el sello no había sido un inconveniente. La desaparición de su predecesor en aquella oficina no pareció despertar mayor sospecha en el resto de los trabajadores más que algún comentario esporádico y en su mayoría, negativo. “No puedo creer que se haya ido dejando todo tirado”, podía llegar a escucharse con un tono de voz disgustado por los pasillos, pero por el resto, daba la impresión de que ya estaban olvidándole.
Por otro lado, su llegada pareció ser bien recibida. Skýlos era un hombre que por sí mismo imponía respeto, y a quien no, miedo, agregando a aquello que su eficiencia en el puesto era palpable. Solo le bastó leer un poco respecto a lo que la tarea de un manager implicaba y a hacerse con todos los contactos de su antecesor para moverse con comodidad en el lugar.
Respecto al pobre infeliz que solía ocupar el sillón de cuero negro en el que ahora él estaba sentado, se encontraba amarrado en el interior de un armario de su nuevo apartamento y sus dedos, en una pequeña cubeta que el azabache tuvo que esconder en el último cajón de su escritorio ni bien escuchó la puerta. Estaba comiéndoselo poco a poco.
-Oh eres tú…Por favor toma asiento.–
-Soy Skýlos Daimones, un gusto.– Se presentó de forma sencilla y sobria, posando sus ojos directamente en el único contrario, así como en el resto de su apariencia. El muchacho era lo que esperaba e incluso confirmaba la evolución que había notado respecto a su apariencia en su documentación.
Más allá de eso, en verdad no estaba interesado en dar mucho rodeo al asunto que acudía a quien sería su nuevo representado allí en su oficina, por lo que bajando la mirada hacia los papeles que tenía en su escritorio a la vez que deslizaba un dedo por la cara interna del collar que traía, tirando de él, dio una devolución directa de lo que tenía pensado hacer con él.
-Revisé tus reseñas y los registros de tus presentaciones, actualmente pienso seguir la misma línea que tenías con tu antiguo manager, es decir…planeo que continúes como solista y de momento mantendremos el ambiente underground en el que te estás moviendo. Sé que el festival al que te presentarás impulsará bastante tu fama, pero lógicamente sería absurdo lanzarte de buenas a primeras a un gran concierto propio…tus fans deben ansiar tenerte como en el festival, pero solo para ellos.– Explicó sin parecer dar lugar a reproches o peros al respecto, puesto que no perdería el tiempo.- Respecto al concierto que nos compete, ya entregué el papeleo correspondiente por lo que está confirmado, lo próximo a pautar será la publicidad que hagas del mismo.
Dicho aquello, el demonio tomó todos los documentos referentes al nipón que habían en su escritorio y los guardó en un sobre, dejando este automáticamente en el organizador que tenía detrás. De este modo apoyó ambos codos en la madera del mueble y entrelazó sus manos, volviendo a mirarle directamente. Su mirada era fría e intensa así como su rostro neutro y sin expresión, mas el lado derecho de sus labios se curvó en una pequeña sonrisa, quizás por lo irónico de tener que ver al humano frente a él como un co-trabajador y no como una presa, aunque claro…aquel detalle estaría por verse.
-Te preguntaría tu opinión al respecto pero no es como si tuvieras mucha opción…aunque te daré algo más de libertad a la hora de elegir cómo querrás hacer entrevistas y el tipo de difusión que te siente mejor.-
Por otro lado, su llegada pareció ser bien recibida. Skýlos era un hombre que por sí mismo imponía respeto, y a quien no, miedo, agregando a aquello que su eficiencia en el puesto era palpable. Solo le bastó leer un poco respecto a lo que la tarea de un manager implicaba y a hacerse con todos los contactos de su antecesor para moverse con comodidad en el lugar.
Respecto al pobre infeliz que solía ocupar el sillón de cuero negro en el que ahora él estaba sentado, se encontraba amarrado en el interior de un armario de su nuevo apartamento y sus dedos, en una pequeña cubeta que el azabache tuvo que esconder en el último cajón de su escritorio ni bien escuchó la puerta. Estaba comiéndoselo poco a poco.
-Oh eres tú…Por favor toma asiento.–
-Soy Skýlos Daimones, un gusto.– Se presentó de forma sencilla y sobria, posando sus ojos directamente en el único contrario, así como en el resto de su apariencia. El muchacho era lo que esperaba e incluso confirmaba la evolución que había notado respecto a su apariencia en su documentación.
Más allá de eso, en verdad no estaba interesado en dar mucho rodeo al asunto que acudía a quien sería su nuevo representado allí en su oficina, por lo que bajando la mirada hacia los papeles que tenía en su escritorio a la vez que deslizaba un dedo por la cara interna del collar que traía, tirando de él, dio una devolución directa de lo que tenía pensado hacer con él.
-Revisé tus reseñas y los registros de tus presentaciones, actualmente pienso seguir la misma línea que tenías con tu antiguo manager, es decir…planeo que continúes como solista y de momento mantendremos el ambiente underground en el que te estás moviendo. Sé que el festival al que te presentarás impulsará bastante tu fama, pero lógicamente sería absurdo lanzarte de buenas a primeras a un gran concierto propio…tus fans deben ansiar tenerte como en el festival, pero solo para ellos.– Explicó sin parecer dar lugar a reproches o peros al respecto, puesto que no perdería el tiempo.- Respecto al concierto que nos compete, ya entregué el papeleo correspondiente por lo que está confirmado, lo próximo a pautar será la publicidad que hagas del mismo.
Dicho aquello, el demonio tomó todos los documentos referentes al nipón que habían en su escritorio y los guardó en un sobre, dejando este automáticamente en el organizador que tenía detrás. De este modo apoyó ambos codos en la madera del mueble y entrelazó sus manos, volviendo a mirarle directamente. Su mirada era fría e intensa así como su rostro neutro y sin expresión, mas el lado derecho de sus labios se curvó en una pequeña sonrisa, quizás por lo irónico de tener que ver al humano frente a él como un co-trabajador y no como una presa, aunque claro…aquel detalle estaría por verse.
-Te preguntaría tu opinión al respecto pero no es como si tuvieras mucha opción…aunque te daré algo más de libertad a la hora de elegir cómo querrás hacer entrevistas y el tipo de difusión que te siente mejor.-
Skýlos- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 11/08/2015
Re: The nightmare (Priv. Skýlos)
Aunque no lo hubiese querido, su rostro demostró gran parte de la sorpresa que tuvo al ver la apariencia de su nuevo manager puesto que el cambio, en comparación con el incompetente anterior, era tal vez demasiado. Si hubiese hecho una apuesta al respecto, esta hubiese sido que aquel hombre que no parecía demasiado mayor a él, era una estrella de rock o algún vocalista de alguna banda más o menos en la misma tendencia que él mismo llevaba. Pero no, solo era su manager. Cada detalle de su apariencia era casi gratificante de ver.
No dudó en aceptar la invitación de aquel hombre a acercarse y tomar asiento, todo ello sin despegar la mirada de la peculiar silueta, pero que era inegablemente atrayente. ¿Era eso peligroso? Tal vez.
-El gusto es mio, mi nombre es Mitsuo. - Se presentó de igual forma, adaptándose a como el otro se expresaba. Estaba claro que estaban estudiandose el uno al otro, pero a medida que Skylos comenzaba a hablar, los labios de eiji se torcían poco a poco en una sonrisa un poco viciada, descarada, emocionada. No habian pasado sino algunos minutos de conversación y el tuerto ya podía declarar que le gustaba ese sujeto, de muchas formas diferentes, pero por sobretodo estaba deslumbrandolo con lo directo y eficiente que estaba demostrando ser. Todavía no podía decir más, una cosa era tener una estrategia, un plan, y otra muy distinta era llevarlo a cabo con éxito. Pero ya de por sí la primera etapa estaba saldada y eso hacía una brecha importante en comparación con Kiritsugu.
-A decir verdad no me importa si no tienes interés en mi opinión. Si estás haciendo tu trabajo y procuras hacerlo bien, voy a obedecer. Después de todo eres quién manejará mi vida de ahora en adelante, ¿no? - Sonrió un poco más amplio. No planeaba disimular ese apego particular que tenía por la gente como él. Intimidaba y daba la sensación de poder y control a la que Eiji en algún momento había estado acostumbrado.- Estoy en tus manos.- Murmuró ladeando la cabeza muy ligeramente, con un aire de complicidad. Aunque claro, se notaba en su expresión también cierto grado de rebeldía, de desafío implícito que no buscaba más que comprobar que aquel sujeto era, en efecto, tan ideal como lo estaba viendo en ese momento.
-Debería agradecer a lo que sea que hizo que el anterior idiota desapareciera.- Se rió por lo bajo y solo entonces desvió la mirada un instante, pensativo, para luego volverla a posar en la figura del manager. - Puedo ser tu muñeco, siempre y cuando procures mantenerme en el lugar que quiero estar. Me gusta hacer las cosas bien. Pero si te vuelves como ese imbécil, le venderé mi alma al diablo con tal de verte acabado junto conmigo. ¿Te parece un buen trato? - Ahora estaba siendo más insolente de lo habitual, pero en su mirada se notaba lo determinado y a la vez lo harto que estaba de verse perjudicado por la incapacidad de otros. Y él no era la clase de persona que se dejaría hundir. Se sabía adaptar a las cosas, incluso si estas eran desfavorables para él.
No dudó en aceptar la invitación de aquel hombre a acercarse y tomar asiento, todo ello sin despegar la mirada de la peculiar silueta, pero que era inegablemente atrayente. ¿Era eso peligroso? Tal vez.
-El gusto es mio, mi nombre es Mitsuo. - Se presentó de igual forma, adaptándose a como el otro se expresaba. Estaba claro que estaban estudiandose el uno al otro, pero a medida que Skylos comenzaba a hablar, los labios de eiji se torcían poco a poco en una sonrisa un poco viciada, descarada, emocionada. No habian pasado sino algunos minutos de conversación y el tuerto ya podía declarar que le gustaba ese sujeto, de muchas formas diferentes, pero por sobretodo estaba deslumbrandolo con lo directo y eficiente que estaba demostrando ser. Todavía no podía decir más, una cosa era tener una estrategia, un plan, y otra muy distinta era llevarlo a cabo con éxito. Pero ya de por sí la primera etapa estaba saldada y eso hacía una brecha importante en comparación con Kiritsugu.
-A decir verdad no me importa si no tienes interés en mi opinión. Si estás haciendo tu trabajo y procuras hacerlo bien, voy a obedecer. Después de todo eres quién manejará mi vida de ahora en adelante, ¿no? - Sonrió un poco más amplio. No planeaba disimular ese apego particular que tenía por la gente como él. Intimidaba y daba la sensación de poder y control a la que Eiji en algún momento había estado acostumbrado.- Estoy en tus manos.- Murmuró ladeando la cabeza muy ligeramente, con un aire de complicidad. Aunque claro, se notaba en su expresión también cierto grado de rebeldía, de desafío implícito que no buscaba más que comprobar que aquel sujeto era, en efecto, tan ideal como lo estaba viendo en ese momento.
-Debería agradecer a lo que sea que hizo que el anterior idiota desapareciera.- Se rió por lo bajo y solo entonces desvió la mirada un instante, pensativo, para luego volverla a posar en la figura del manager. - Puedo ser tu muñeco, siempre y cuando procures mantenerme en el lugar que quiero estar. Me gusta hacer las cosas bien. Pero si te vuelves como ese imbécil, le venderé mi alma al diablo con tal de verte acabado junto conmigo. ¿Te parece un buen trato? - Ahora estaba siendo más insolente de lo habitual, pero en su mirada se notaba lo determinado y a la vez lo harto que estaba de verse perjudicado por la incapacidad de otros. Y él no era la clase de persona que se dejaría hundir. Se sabía adaptar a las cosas, incluso si estas eran desfavorables para él.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 295
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: The nightmare (Priv. Skýlos)
-Podría decirse.- Respondió en forma neutra al otro verbalizar que en efecto sería él quien organizaría gran parte de su agenda durante por lo menos ese año.
Quizás, fue por esa razón que al oír lo siguiente el demonio ladeó el rostro de forma sutil, al igual que alzaba una de sus cejas. Era algo optimista decir que en efecto sería tan solo un año lo que le tomaría dar con su pequeño y revoltoso hermano perdido, es decir, optimista para con el joven que tenía sentado frente a él, quien se veía con grandes expectativas sobre su trabajo o por lo menos plenamente determinado a que cumpliera con él como era debido, sin saber que una vez diera por hecho el asunto que le tenía allí en el mundo humano se volvería a su morada infernal.
De todos modos asintió. Tal vez fuera una mera fachada, pero eso no significaba que fuera a hacer mal su trabajo. Después de todo él era el prodigioso líder de su manada ¿Verdad? Incluso era probable que llegara a destacar rápidamente por entre sus colegas. Así, con un “ten cuidado con lo que deseas” que pasó fugaz por su mente, el hombre volvió a mirarle, imponiendo un tono en su voz que hacía entender claramente que sus palabras eran sentencias. -No hará falta hacer ningún trato, porque eso no pasará.-
-Estoy en comunicación con el departamento de prensa y si bien como ya he dicho, luego veremos qué es lo que te sienta mejor, tendremos una reunión en la editorial Magnolia. Aún no tengo fecha y hora precisas, pero ten en cuenta que será en breve. Una vez allí podrás elegir un poco más lo que quieres hacer al respecto.– Anunció ya así reposando su espalda en el respaldo de su sillón, a la vez que apoyaba un codo en el apoyabrazos del mismo y sostenía el costado de su cabeza contra sus nudillos. –De momento eso es todo. Eres libre de retirarte.- Dijo ya sin intenciones de mantener a aquel humano allí.
Comenzaba a tener hambre y su aperitivo continuaba escondido en el cajón de su escritorio. Del mismo modo, si bien toda su oficina se encontraba ordenada y pulcra, no quería que el olor a la sangre del mismo comenzara a hacerse evidente.-
Quizás, fue por esa razón que al oír lo siguiente el demonio ladeó el rostro de forma sutil, al igual que alzaba una de sus cejas. Era algo optimista decir que en efecto sería tan solo un año lo que le tomaría dar con su pequeño y revoltoso hermano perdido, es decir, optimista para con el joven que tenía sentado frente a él, quien se veía con grandes expectativas sobre su trabajo o por lo menos plenamente determinado a que cumpliera con él como era debido, sin saber que una vez diera por hecho el asunto que le tenía allí en el mundo humano se volvería a su morada infernal.
De todos modos asintió. Tal vez fuera una mera fachada, pero eso no significaba que fuera a hacer mal su trabajo. Después de todo él era el prodigioso líder de su manada ¿Verdad? Incluso era probable que llegara a destacar rápidamente por entre sus colegas. Así, con un “ten cuidado con lo que deseas” que pasó fugaz por su mente, el hombre volvió a mirarle, imponiendo un tono en su voz que hacía entender claramente que sus palabras eran sentencias. -No hará falta hacer ningún trato, porque eso no pasará.-
-Estoy en comunicación con el departamento de prensa y si bien como ya he dicho, luego veremos qué es lo que te sienta mejor, tendremos una reunión en la editorial Magnolia. Aún no tengo fecha y hora precisas, pero ten en cuenta que será en breve. Una vez allí podrás elegir un poco más lo que quieres hacer al respecto.– Anunció ya así reposando su espalda en el respaldo de su sillón, a la vez que apoyaba un codo en el apoyabrazos del mismo y sostenía el costado de su cabeza contra sus nudillos. –De momento eso es todo. Eres libre de retirarte.- Dijo ya sin intenciones de mantener a aquel humano allí.
Comenzaba a tener hambre y su aperitivo continuaba escondido en el cajón de su escritorio. Del mismo modo, si bien toda su oficina se encontraba ordenada y pulcra, no quería que el olor a la sangre del mismo comenzara a hacerse evidente.-
Skýlos- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 11/08/2015
Re: The nightmare (Priv. Skýlos)
Chistó entre dientes, por supuesto que el otro pareciera tan seguro pero a la vez nada preocupado le hacía sospechar. Quizás era mera paranoia, pero no podrían culparle por ser algo receloso después de lo que había ocurrido con Kiritsugu.
-Va. Me parece bien. - Murmuró desviando un poco la mirada, estaba claro que no había interés alguno en alargar la conversación por ninguna de las dos partes. Y aunque el nipón tenía curiosidad por su manager, tampoco iba a ser evidente al respecto. Probablemente lo primero que haría sería intentar obtener algo de información al respecto.
-¿Eso es todo? - Preguntó con algo de sorna en el rostro. Y es que le parecía un poco irrisorio tener que ir hasta ahí solo para eso. Eiji esperaba un poco más de trabajo, pero bien, si solo era la presentación por el momento lo toleraría.- Bien, entonces estaré atento al aviso de la hora y fecha exacta para la reunión. Hasta pronto. - Sin más se dio la vuelta, estaba aliviado en parte porque podría seguir con el concierto y con lo antes planeado, pero igualmente no quedaba conforme. Sabía que había muchas cosas que podía pulir, que podía mejorar de si mismo, de sus canciones, de su apariencia y voz. Le molestaban los retrasos.
- Skýlos Daimones... -Murmuró una vez fuera de su oficina. No iba a olvidar aquel nombre.
-Va. Me parece bien. - Murmuró desviando un poco la mirada, estaba claro que no había interés alguno en alargar la conversación por ninguna de las dos partes. Y aunque el nipón tenía curiosidad por su manager, tampoco iba a ser evidente al respecto. Probablemente lo primero que haría sería intentar obtener algo de información al respecto.
-¿Eso es todo? - Preguntó con algo de sorna en el rostro. Y es que le parecía un poco irrisorio tener que ir hasta ahí solo para eso. Eiji esperaba un poco más de trabajo, pero bien, si solo era la presentación por el momento lo toleraría.- Bien, entonces estaré atento al aviso de la hora y fecha exacta para la reunión. Hasta pronto. - Sin más se dio la vuelta, estaba aliviado en parte porque podría seguir con el concierto y con lo antes planeado, pero igualmente no quedaba conforme. Sabía que había muchas cosas que podía pulir, que podía mejorar de si mismo, de sus canciones, de su apariencia y voz. Le molestaban los retrasos.
- Skýlos Daimones... -Murmuró una vez fuera de su oficina. No iba a olvidar aquel nombre.
Eiji Mitsuo- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 295
Fecha de inscripción : 10/10/2013
Re: The nightmare (Priv. Skýlos)
Sin necesidad de devolver siquiera un sobrio gesto de despedida, apenas el japonés se levantó de su silla el demonio giró un cuarto en su sillón para tomar el teléfono, marcando el interno a la secretaría mientras jugaba pasando sus dientes por entre su lengua bífida.
-Buenas tardes, quiero que me envíes transfieras los horarios disponibles de las salas de ensayo y los nombres de los sonidistas trabajando en el sello.- Solicitó, ya abriendo nuevamente el cajón en el que guardaba su aperitivo una vez la puerta de su oficina fue cerrada, volviendo a la privacidad de entremés del cual probablemente tan solo se escuchara el sonido del crujir de los huesos que masticaba a través del teléfono.
Ya tenía una idea del set list que podrían utilizar y suponía que cuatro ensayos semanales estarían bien, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que quedaba para el concierto. Por otra parte, no solo se trataba de la voz de su representado, la música que le acompañaba también debía ser idónea y acorde a la magnitud del espectáculo que se avecinaba, por lo que quería que todo estuviese en óptimas condiciones.
Sí, aquel no era un tema que había tratado con el muchacho, pero no era nada que no pudiera comunicarle en su futura llamada. Después de todo tampoco tenía la opción de oponerse y como él bien había dicho, sería quien maneje su vida de ahora en adelante, ¿no es cierto?
-Buenas tardes, quiero que me envíes transfieras los horarios disponibles de las salas de ensayo y los nombres de los sonidistas trabajando en el sello.- Solicitó, ya abriendo nuevamente el cajón en el que guardaba su aperitivo una vez la puerta de su oficina fue cerrada, volviendo a la privacidad de entremés del cual probablemente tan solo se escuchara el sonido del crujir de los huesos que masticaba a través del teléfono.
Ya tenía una idea del set list que podrían utilizar y suponía que cuatro ensayos semanales estarían bien, sobre todo teniendo en cuenta el tiempo que quedaba para el concierto. Por otra parte, no solo se trataba de la voz de su representado, la música que le acompañaba también debía ser idónea y acorde a la magnitud del espectáculo que se avecinaba, por lo que quería que todo estuviese en óptimas condiciones.
Sí, aquel no era un tema que había tratado con el muchacho, pero no era nada que no pudiera comunicarle en su futura llamada. Después de todo tampoco tenía la opción de oponerse y como él bien había dicho, sería quien maneje su vida de ahora en adelante, ¿no es cierto?
Skýlos- Ocupación : Ciudadano
Mensajes : 21
Fecha de inscripción : 11/08/2015
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