Oportunidad (Momoka)

Vio como se retiro y se sentó al frente de ella, observaba cada una de sus expresiones. Le parecía tan agradable y tierno verlo con ese rubor, ella solo sonreía y cerraba sus ojos, no podía decirle que tenia unas ganas enormes de abrazarlo, tenia que contener esas ansias. ''¿Por qué es tan mono cuando se ruboriza? .... ahhh es tan tierno que quiero apretar sus mejillas '' pensaba mientras movia su cabeza de un lado a otro. Su cola se meneaba atrás de ella mostrando su felicidad, estaba tan distraida que no se percato que una mano se acerco más de la cuenta...

Mmh...te han crecido...

Lo escuchó comentar cuando sintió como su mano tocó su pecho y lo apretó. Una electricidad recorrió toda su médula espinal hasta bajar por su cola, erizando completamente todo su cuerpo y produciendo un aumento de temperatura corporal. Mordió sus labios en signo de defensa porque sintió como ese sonido extraño estaba apunto de escapar, mientras su cara se ponía de un color rojo intenso y sus ojos brillaban.

-ehh...- dijo procesando en un segundo para luego gritar: - eh!!!!!!!!!!!!!!!!!- observó bien donde estaba la mano - como haces eso pervertido!!!!!! - dijo ella completamente ruborizada, alejándose de él unos metros - y... y... y... - decía ella tartamudeando mientras ponía sus manos y se cubría sus pechos, ''aún puedo sentir su calor... que vergüenza... dios como hizo esto, después de eso...'' pensaba en su mente mientras lo miraba nuevamente - ¡¿como sabes que crecieron?! Ni siquiera yo lo sabía!!!! - decía ella ruborizada - que acaso tu... tuuu...

Como era de esperarse Momoka reaccionó y se apartó bruscamente, deshaciendo todo contacto con él. Ayato no lucía sorprendido porque a decir verdad se esperaba algo así, aunque extrañó un poco la respuesta violenta (un golpe o una bofetada).

- ¿Que por qué lo sé? Mmh... - reflexionó en voz alta, cruzándose de brazos mientras ponía una expresión pensativa. - ¿Quién sabe? Supongo que me fijo en esas tonterías... - "...Especialmente cuando son relacionadas contigo" agregó en su mente, pero esto no sería algo que diría a la muchacha. No quería ilusionarla de manera innecesaria pues ni él mismo entendía qué es lo que quería de ella...¿una amistad? ¿Sexo? ¿Su sangre? "No es como si pudiera beberla de todos modos..." pensó, barajando las posibilidades.

¿Tal vez...?

- Princesa, ¿sabes cocinar? - preguntó de pronto, cambiando radicalmente el tema, - ya no puedo alimentarme de sangre como antes, sino de comida humana...es horrible, ¿verdad? Con suerte sé freír hamburguesas y algunas cosas de ese estilo. He comido fatal estos últimos días por lo que... - la idea se le había cruzado por la cabeza en ese mismo momento y dudó un poco en soltarla. Entre balbuceos varios y vergüenza reflejada en rubores, dijo al fin: - ¡Voy a vivir contigo hasta que pueda volver a la normalidad! ¡¿Has entendido?! - No era una petición sino una orden.

Seguia cubriendo su busto cuando de repente vio que él estaba pensando en algo hasta que solto su gran pregunta - pues algo... lo básico... ¿por que lo preguntas? - quiso saber ella mientras lo observaba extrañada por su comentario. Lo escucho decir que como ya no puede consumir sangre su única opción era alimentarse de comida humana, lo que pareció a Momoka un poco mas comprensible: ''eso es bueno, ya no se esta alimentando de sangre...'', pensó para después escuchar su sugerencia.

- ¡¿QUE?! - exclamó ruborizada ante su repentina conclusión - ¡¿que fue lo que dijiste!? - repitió ruborizada ante su loca idea la cual sonaba mas a una orden que a una pregunta - espera... - lo vio a los ojos: parecía estar diciendo la verdad. La determinación de Ayato le decía que ya no había vuelta atrás, solo se resigno.
- esta bien... - dijo derrotada, tratar de convencerlo era tiempo perdido, porque al parecer cuando se le metía una idea no había quien se la quitara... ''Niño caprichoso...'' pensó ella.

-pero debes ser discreto...vivo en el internado de la escuela, por suerte no tengo compañera de habitación pero eso no implica que puedas deambular por ahí, debes pasar desapercibido o tendré muchos problemas - le advirtió ella - ademas... - se detuvo y por un momento pensó como sería vivir junto a Ayato como su pareja.

Spoiler:

Para después colocar ambas manos en sus mejillas, sintiendo como hervían por la idea que tenía, de esa forma pudo volver a la realidad. Antes de hablar tosió un poco: - ejem... de acuerdo... - dijo volteándose para que no viera la expresión avergonzada que tenía.

La reacción sobresaltada de Momoka no le sorprendía en lo absoluto pero Ayato se contagió rápidamente de su nerviosismo e indignación.

- ¡No te hagas ideas equivocadas! ¡No es que quiera estar cerca de ti ni nada parecido...! - aclaró avergonzado, - es solo que...este mes ha sido una mierda por lo de mi transformación...y cuando estoy contigo puedo olvidar esas malas pasadas... - murmuró para luego desviar la mirada y rascarse la mejilla. No estaba habituado a ser tan honesto, menos con ella.

Momoka le quedó viendo antes de aceptar su propuesta. Ayato se sorprendió pero no dijo nada hasta haber escuchado todas sus condiciones.

- Vale, es un trato - dijo aunque estaba seguro de que acabaría olvidando sus indicaciones. Vivir en Musette no sería ni la mitad de divertido que en su cómodo apartamento, ahí tenía las libertades que necesitaba, pero tampoco podía seguir viviendo solo como humano. Aunque detestara admitirlo necesitaba ayuda.

Mientras la muchacha soñaba despierta Ayato se incorporó:

- Iré por mis cosas. No tengo mucho que empacar así que no tardaré - anunció estando de pie. En ese momento recordó la bolsa de mercadería que dejó tirada en el parque: - ah, es cierto...había comprado suficientes verduras y carne para hacer un estofado...¿puedes ir a buscarlas? ¡Con eso me cocinarás esta noche! ¡Muero de hambre! - le indicó relamiéndose los labios. Llevaba mucho tiempo sin comer algo decente.

- jejejeje lo que tu digas - dijo ella algo divertida a su comentario que no se hiciera una idea equivocada, pero en realidad que podía imaginarse un momento como sacado de los mangas ''tal vez sería lindo...'' penso.

- ahh?? - levanto una ceja ante la orden que le estaba dando ayato de ir a buscar la bolsa de su comida que él había dejado en el parque  - óyeme bien ayato, esta bien que te deje vivir conmigo- hizo una pausa - pero no soy tu empleada , no te cuesta nada pedir la cosas por favor - dijo mientras caminaba a su alrededor - si no dices las palabras mágicas pues no habra cocina ni alojamiento - dijo mientras se cruzaba de brazos.

''Si va a vivir conmigo le enseñare un poco de modales a este chico caprichoso, mira que darme ordenes... esta bien que me guste pero no aceptare machismo, yo estoy a favor de la igualdad! ''

- ah por cierto ayato... si vas a vivir conmigo tendras que limpiar tu desorden... - dijo ella rapidamente - no quiero que venga la encargada de las habitaciones antes de tiempo y sospeche y me pongan una multa por mala higiene por tu culpa! - dijo ella apuntándole con el dedo- ¿de acuerdo?

¿Oía bien? ¿Momoka le estaba regañando? Ayato le quedó viendo perplejo y quería contestarle de regreso unas cuantas verdades, después de todo había sido bastante amable al pedirle la mierda de bolsa. (¿No es así?) Pero cuando la muchacha le amenazó sin comida y alojamiento se resignó a contener su ira y le quedó viendo molesto.

"Mierda, ahora estoy a merced de ella...¿habré tomado una buena decisión? Pero vamos, que de otro modo me hubiera muerto de hambre...siempre puedo largarme de regreso si ella me cansa" pensó intentando tranquilizarse. El tiempo que pasaría con Momoka lo usaría para trabajar y comprar otro apartamento (en un lugar seguro), por lo que su apoyo era crucial. Esperaba que al menos la convivencia no fuera una cuestión insufrible, aunque creía tener a otras chicas que aceptarían su petición Momoka era la que más cómodo le hacía sentir.

Sintió que se quedaba como piedra cuando le escuchó decir que tendría que ordenar sus cosas. Ni siquiera en su piso lo hacia y ella misma había visto el chiquero en el que vivía.

- Va-vale... - aceptó a regañadientes.

No le gustaba nada la idea de no ser tratado como el rey que era, pero Momoka le estaba haciendo un gran favor y debía atenerse a sus reglas. Incluso un tipo como Ayato sabía eso, aunque estaba totalmente seguro de que habrían choques de personalidad tarde o temprano.

Después de decirle todas las condiciones espero en él su tipica reacción que sería como / ahhh que sucede contigo princesa , y blah blah ... / pero al contrario accedió. Ella abrio sus ojos de par en par sin poder creer lo que acababan de oír sus oidos, dio un par de parpadeos y movió su cabeza un poco , luego se acerco a ayato en un segundo y puso su mano en su frente: ''no tiene fiebre'' pensó ella ''es extraño .... pero lindo...'' pensaba. Después movió nuevamente su cabeza de un lado a otro - okey ! - dijo con una enorme sonrisa mientras colocaba su mano en la cabeza de ayato y la acariciaba, - ¿ves? No es tan difícil, pero es verdad, con las palabras 'por favor' puedes conseguir muchas cosas, te lo aseguro - dijo con una sonrisa en su rostro para después hacer una pausa y retirar su mano de la cabeza de ayato.

- por esta vez te perdonare e ire a buscar la bolsa, pero para la próxima vez que quieras algo ayato... pidelo por favor, porque sino no conseguiras nada de mi parte y podría hacerte algo que no te gustará - dijo esto último con una sonrisa algo burlona que emanaba un aura siniestra - jejeje ~ - se fue corriendo dentro del parque para ir a buscar la bolsa que había dejado tirada en el parque. No se demoro mucho en regresar fueron, solo 2 minutos - Ya regrese!!! - anunció con una sonrisa mientras llegaba con la bolsa de ayato - esta es, ¿cierto? - preguntó mientras se la entregaba.

Después de aceptar Momoka colocó una mano en su frente. Esto provocó que Ayato se sonrojara confundido. Luego ella comenzó a acariciar su cabeza a pesar de la altura que les separaba, como si fuera un niño pequeño. Él dejó escapar un gruñido y apartó su mano de inmediato:

- ¡No me toques! ¡¿Crees que estoy haciendo esto por gusto?! - gritó molesto, aún sosteniendo la mano de la chica. - Solo seré obediente contigo porque me estás haciendo un gran favor...incluso podrías salir perjudicada por esto y aún así...estoy siendo justo, ¿entiendes? Hago esto por ti pero también por mí...no te hagas ideas equivocadas... - sus réplicas acabaron siendo balbuceos que ni él mismo comprendía.

Tras esto escuchó a Momoka indicarle como debía pedir las cosas. Ayato la observó desafiante pero no dijo nada, es más, estuvo a punto de asentir otra vez de mala gana hasta que ella dijo que haría algo que no le gustaría nada:

- ¡¿Haa?! ¡¿Acaso me estás desafiando?! - exclamó furioso, pero Momoka acababa de irse en busca de su pedido.

Ayato se cruzó de brazos y esperó a que regresara del parque. Quería reprocharle unas cuantas cosas, pero cuando la vio regresar tan sonriente olvidó toda la rabia y simplemente desvió la mirada con un leve rubor.

- S-si, ese es... - respondió con la mandíbula apretada y sin mirarla. Tomó un poco de aire antes de decir: - supongo que...gra-gra-gra-gracias... - soltó con gran esfuerzo.

Se la entrego y observo su reacción, la cual parecía que la iba llenando de una enorme alegría
- yey ~ - dijo ella dando un pequeño salto lo cual la hacia ver como una niña pequeña que había conseguido algún premio  
- ¿ves que no fue tan difícil? - decía emocionada mientras su cola se meneaba por detrás suyo y alzaba su mano para acariciar la cabeza de ayato. ''No importa las veces que haga esto, no puedo acostumbrarme a la sensación, es agradable'' pensó con sus mejillas ruborizadas para luego toser, se estaba desviando del tema principal:

- Bueno lo mejor sera que emprendamos rumbo - dijo señalando con su dedo indice hacia la salida del parque - dijiste que no era mucho lo que tenías que empacar, por lo que sera mejor pasemos ahora a tu hogar, ya se esta siendo tarde y no quiero llegar después del toque de queda - dijo algo pensativa, recordando lo que había dicho hace un rato.

-mmmmm~ - dijo ella - aunque pensándolo bien, como estamos cortos de tiempo no podremos usar los metodos convencionales de transporte ya que nos tardaremos en llegar, a menos que...- dijo para observar a ayato de forma perversa, lo cual de seguro debe haber encrispado su piel. Antes de que él pudiera protestar había hecho un movimiento rápido y ella se había puesto por detrás y lo habia cargado en sus brazos al estilo nupcial, para luego dar un salto y aterrizar en las ramas de los arboles - sujetate, iremos de la misma forma como fui la primera vez a tu hogar - decía mientras saltaba por las ramas del parque - solo que ahora yo soy la que te lleva~ - dijo con una sonrisa traviesa.

Como Momoka lleva Ayato ~

Spoiler:

- ¡DIJE QUE NO ME TOQUES! - replicó nuevamente, echándose para atrás para evitar la mano de Momoka que insistía en ir hacia su cabeza y acariciarla. Él no era ningún niño pequeño y que vivieran juntos no cambiaría eso.

En ese momento la extraterrestre anunció que irían juntos a su casa y que debían apresurarse para no dar con el toque de queda de la escuela. Efectivamente, no tenían muchas cosas que llevar de su apartamento: la consola, su guitarra, su ropa, el estéreo de música y uno que otro cachivache más. Aunque no tuvieran carro con dos personas era más que suficiente.

Ayato se puso en marcha con la bolsa de comida en la mano pero Momoka se quedó pensativa en algo más:

- Aunque pensándolo bien, como estamos cortos de tiempo no podremos usar los métodos convencionales de transporte ya que nos tardaremos en llegar, a menos que... - Momoka lo miró con una extraña expresión.

Ayatos se puso tenso, esperando que completara la frase.

- ...¿A menos que qué? - repitió él, expectante.

Antes de poder darse cuenta, se encontraba en los brazos de Momoka. En una ocasión normal hubiera podido zafarse de sus garras, pero como el humano que era estaba consciente de que era ella quien ahora tenía el control de la situación.

- ¡E-espera! ¡¿Qué?! - balbuceó incrédulo mientras la chica se subía de un solo brinco a una de las ramas de un árbol del parque, - ¡¿qué estás...?! ¡AAAAAAAAAH! - bramó durante todo el trayecto mientras iban saltando de un lado a otro, hasta llegar a los barrios bajos.