Oportunidad de explorar y conocer [Collin]

Salí de la tienda departamental y miré la hora en mi reloj de pulsera. Ya iba siendo hora de regresar a casa, pero para ser honesta no tenía aún ánimos de volver. Aunque claro, tampoco era lo más prudente seguir turisteando con las bolsas que llevaba conmigo de todas las compras que había realizado el día de hoy. No podía evitarlo, era un hobbie que tenía muy difícil de erradicar; mi ventaja consistía en que al menos podía costeármelo, el dinero no era un impedimento para mí. De todas formas tampoco era que gastara por gastar, las cosas que adquiría eran porque las necesitaba y por más que me gustara algo, si no lo necesitaba, pasaba de largo.
Miré a mi alrededor, curiosa aún por todas las cosas que tenía aquella plaza por ofrecerme aún. Era mi segunda visita al lugar y aún no había terminado de recorrerla por completo, pero no importaba pues me tomaría mi tiempo en explorarla. Al final de cuentas, sólo podía hacer eso en mis tiempos libres... El trabajo y turistear eran mis únicos quehaceres, aunque también me gustaba visitar los diversos cafés... Negué ligeramente para mí. En aquel momento no me apetecía mucho ir a un lugar así. Quería algo más refrescante y dulce. Un...
Mi vista se topó con una heladería a un par de locales de donde me encontraba y sonreí para mí, encaminando de inmediato mis pasos hacia allí. Un helado me vendría bien. Dejé las bolsas de mis compras a un lado de mí, en donde no estorbara el paso, y tomé asiento mientras observaba con interés un pequeño menú plastificado que se encontraba en el centro de la mesa. Alcé la vista cuando empecé a sentir que los demás estaban murmurando por lo bajo y contemplando un lugar en específico. Rodeé los ojos por instinto y terminé por suspirar. Ya no me sorprendía, esa actitud era común encontrarla en público. Seguramente algún famoso rondaba por el lugar, lo que seguía siendo un misterio para mí era el hecho de que la gente aún no se acostumbrara a ellos. Es decir, aquella ciudad estaba infestada de personas que trabajaban en el medio del espectáculo. Yo, que era una recién llegada, ya me había hecho a la idea de toparme con alguien importante una esquina sí y la otra también...
Decidí pasar por alto este hecho y me puse en pie, más interesada en ir al mostrador a comprar mi helado. Helado de cheescake, eso compraría. Pero más obstáculos se interponían entre mí y mi helado, al parecer. Había alguien obstruyéndome el camino.

—Este... disculpe, ¿podría darme permiso, por favor? —solicité con suave voz y amable sonrisa en el rostro.