Seven (Priv. Manaka)

En mis destinos obligados lejos de Merveilles Records y de la mansión que compartía con Ash me encontré caminando por sitios de la ciudad que desde mi llegada nunca había pisado. Me acompañaba de una sombrilla para evitar que los últimos rayos del sol me hicieran daño, todavía no me había alimentado porque era un riesgo intentar hacer algo cuando aún no tenía a la noche como aliado.

Camine a paso lento por la arena, podía percibir el tenue calor que emanaba de ella. Seguramente en pleno verano sería imposible para mi hacer algo como ello, pero ahora mismo se sentía bastante agradable, además de que muy poca gente rondaba en el lugar.

Bostecé procurando cubrir mi boca y así no delatar mis colmillos y luego dirigí mi mirada hacia el mar. El movimiento de las olas era hipnotizante y la suave brisa que corría parecía actuar como un hechizo donde podía mantener mi mente en blanco y simplemente disfrutar aquel momento de soledad.

Inconcientemente comencé a tararear una melodía, creyendo que no había nadie muy cerca de mi.

Era una tarde como muchas en las que yo ya había vivido en en este mundo, pero la verdad es que nunca que había detenido apreciar el brillo de este, ¿Y que es la fuente principal de luz aquí? El sol!. Podría sonar algo tonto, pero puede que aveces el hecho de solo quedarte viendo a una apuesta de sol puede hacerte reflexionar o calmarte en muchas situaciones, no es que estuviera en problemas, pero esta tarde podría ser mi oportunidad de hacer algo que nunca hago.

Lo bueno es que no tenia nada pendiente en la escuela, y me sentía un poco aburrida el no tener que hacer, sin gastar tiempo me dirigí a la playa, donde se esconde el sol y se puede ver casi en su totalidad, y que también refleja su luz en las olas del mar.

Al llegar me senté sobre la arena y se podía notar mi cara de felicidad y asombro al poder ver el sol ocultándose, de verdad era tan hermoso como decían las personas, en ese momento me sentí llena de alegría y de emoción, cuando de pronto pude escuchar una entonada de alguien muy cerca de mi, y lo que podía escuchar se podría decir que encajaba perfecto con el ambiente en el que estaba, perdí la concentración en mi objeto principal y me distraje con la melodía de la persona, intente ir en la dirección de donde provenía el sonido entonces pude ver a una persona de piel pálida con un paraguas, me escondí para no interrumpirlo y poder escuchar y ver atentamente, cada vez mas conmovida por la melodía empece a acercarme mas hasta cierto punto que... me tropecé con una roca y caí a la arena haciendo el ruido suficiente para que se de cuenta de mi presencia.

Estaba sumido en ese instante de tranquilidad, pero no estaba inmerso en pensamiento alguno mientras entonaba esa melodía por lo que fácilmente me pude dar cuenta de la presencia de alguien más, pero fingí no notarlo, y continué cantando hasta ser entonces interrumpido por el sonido de un tropiezo descuidado que admito, me alarmó.

Giré el rostro en su dirección, descubriendo ahora la apariencia de quién se había acercado, era una muchacha, una estudiante seguramente, su cuerpo yacía tendido en la arena de una manera no muy artística por lo que me apresuré hacia ella, inclinando el cuerpo sin dejar de lado mi sombrilla.

“- ¿Se encuentra bien…?-“ Pregunté aunque la respuesta podría ser obvia, por lo que acompañé mis palabras con un gesto amable, extendiendo mi mano hacia ella para ayudarla a ponerse de pie. No pensé en el detalle del frío que tendrían mis manos por mi falta de sangre, o de la impresión que mi apariencia de cerca pudiera darle. Poco a poco yo me estaba acostumbrando a interactuar con las personas de la ciudad, de a ratos olvidado lo “característico” y “delicado” de mi apariencia.

-Auh...- dije cambiando mi posición en la que había caído a estar sentada sobre la arena mientras me sobaba del buen golpe que me había dado, hasta que escuche la voz de un hombre que era al que escuchaba desde los arbustos, levante mi mirada para poder verlo  a los ojos sin pena alguna hasta que me sorprendió su cara, era una persona muy bella, la cual no podía dejar de ver y en mis ojos iluminados y con un leve rubor en la cara se podía ver que anda muy perdida en su cara, hasta que reaccione con las palabras dichas por el -Si, estoy bien, muchas gracias- Le dije agradeciendo con una sonrisa tomando su mano para ponerme de pie hasta que sentí su piel totalmente helada y frío lo cual me sorprendió un tiempo pero no me detuve hasta pararse por completo.

Me empecé a sacudir la cabeza y mis prendas que llevaba puesta, aunque tenía algo de arena por todos lados que debía aceptar que molestaban pero no podía hacer nada hasta llegar a casa y darme una ducha, una vez termine vi a la persona de pies a cabeza, puesto que su rostro no lo era todo, estaba vestido de mayormente prendas negras y llevaba un paraguas para la luz del sol -Holic Trick- susurre en voz muy baja para que no me escuchara, sus prendas me recordaban a la marca de ropa que utilizaba Sophie. El Sol se estaba ocultando poco a poco pero no faltaba tiempo para oscurecer-Disculpe la molestia, es que no pude evitar interesarme por la melodía que entonaba hace unos momentos- dije disculpándome hacia el.

-Lo siento si no es de mi incumbencia, ¿pero porque esta aquí solo y con este frío de Invierno?- No quería sonar metiche ni nada de eso, pero apesar de tener muy baja temperatura, tenía la impresión de ser alguien distante y no sabia como establecer comunicación con el.

Al menos me tranquilizó escuchar su voz indicando que estaba bien, aunque imagino que incluso siendo arena, una caída duele. Reí suavemente una vez ella se sacudió y es que por más que lo hiciera la arena no se iba del todo, había un poco pegada en su cabeza y en su nariz. Moví mi mano lento hasta su cabello y la ayudé con ello, luego le indiqué que limpiara su nariz con solo una seña, lo suficientemente clara para que me entendiera incluso sin palabras.

"- Muchas gracias, me alegra que te gustara, pero me siento un poco culpable de tu caída si fue mi voz la que te atrajo hasta aquí.-" Dije dando un pequeño suspiro, ignorando las palabras dichas por ella en voz baja, audibles por completo para mis oídos, pero no diría nada, primero porque no entendí a lo que se refería y también porque sería sospechoso haber escuchado algo que notoriamente se esforzó por ocultar.

"- No creo que esté tan frío. Es agradable la playa a estas horas. Tampoco creo que estar solo de vez en cuando sea algo malo. Solo me sentía con el ánimo para venir a tararear mirando el mar.-" Me justifiqué mientras giraba la cabeza en dirección al mar, evitando mirar la luz directamente. El sol aún se estaba escondiendo, lento, pero pronto anochesería y podría mirar directamente hacia el horizonte sin sentir mis ojos arder.

"-¿Y usted? ¿Qué hace a esta hora sola por aquí?-"

El "señor" con el que hablaba, que no sabía si se le podía decir así, no se que edad tenia... Pero mayor a mi era.. Era una persona aparentemente muy amable y serena que lograba reflejar cierto estado de seguridad y comodidad alrededor de el siento hace unos pocos minutos que nos conocimos, entre los 2 empezamos a lograr la gran parte de arena, limpie mi nariz que había sido señalada amablemente por el "señor" por lo que quede lo suficientemente limpia como para continuar el día, aunque obviamente la ropa necesitaría una lavada.

-Eh?.. ¡N-No! No se preocupe por favor, fue mi torpeza por la que me tropeze- coloque mi mano detrás de mi cabeza sobándola y sonriendo vergonzosamente hacia el. Después de escuchar lo que dijo era realmente cierto, a estas horas el calor del sol era suficiente, aunque con vientos fríos y el estar solo no es malo, incluso te ayuda a concentrarte mejor, aunque me atrevería a decir que todos quieren conectarse con alguien, por un momento me arrepentí de hacer una pregunta que podía sonar muy tonta a la deriva, pero creo que realmente estaba avergonzada por tal descuido que tuve.

-¡Tiene razón!- Asentí con una sonrisa -El estar solo no quiere decir que pasa algo, incluso es mejor en algunos casos y debo de admitir que con estas hermosas vistas te pierdes en el tiempo a través de sus colores- Me atrevi a decir perdiendo la mirada en el atardecer naranja hasta reaccionar de lo que había dicho -Eh?! L-Lo siento si digo cosas raras..- Baje la mirada con la cara aun mas sonrojada, ¿Que me pasaba?¿Realmente me ponía tan nerviosa en presencia de este nombre? ~Ahh... ¿Que hago?~ pensé realmente avergonzada hasta escuchar la pregunta del hombre.

-La verdad es que vine a ver el sol- Dije calmandome solo un poco -Puede sonar ridículo, pero todo el tiempo que llevo aquí nunca vine a la playa a apreciar este paisaje y la verdad es que su luz es realmente brillante si se mira de tan cerca- Dije ladeando un poco de cabeza a los lados, notándose una presencia de diversión por el poder contar y expresar cosas a otros.

"- No creo que sean raras-" Respondí sin borrar la sonrisa de mi rostro. Entendiendo perfectamente el estado avergonzado de la muchacha y es que no era extraño recibir esa clase de reacción por parte de algunas personas, supongo que porque mi apariencia no es del todo común.

Se me escapó una suave risa que intente cubrir con los dedos de mi mano derecha.

"-¿Porqué dice eso? "Ridículo" o "raro" es como si de alguna forma desvalidara sus propios pensamientos. Yo también llevo un tiempo en la ciudad y esta resulta ser la primera vez que visito la playa. Probablemente todavía existan bastantes lugares que ni siquiera he pensado visitar. Adaptarse a un lugar y realmente llegar a conocerlo es algo que toma bastante tiempo.-" Di mi opinión con la misma calma con la que partí hablando.

"-Por cierto, mi nombre es Yuli. Un gusto conocerla, señorita...?"-Hice una pausa, esperando a que ella completara la oración y se presentara.