Re: {P} I'm not sweet enough for you (+18)

por **Marceline** Miér Ago 19, 2015 11:24 pm

¿Qué demonios acababa de pasar? Se preguntó, sin saber si de verdad había dicho lo que había dicho, o hecho lo que había hecho. El abrazo de la muchacha la sacó de su trance temporal, abriendo los ojos como platos al sentir un ritmo de corazón distinto al anterior. Uno más acelerado, pero de una forma emocionada, casi de la misma forma que sintió el corazón de la azabache cuando la besó por primera vez. Confundida, tragó grueso, dejando que la chica hiciera lo que quisiera consigo hasta escuchar que de sus labios salía una suave melodía que Marceline le sonaba de algún sitio. «¿En serio está cantando? Sólo quiere añadirle melodrama al asunto, esto es… e-esto es ridículo…»

Sin embargo, aquella canción se le hizo hasta tranquilizadora, haciendo sentir los párpados de la muchacha un tanto cansados al punto de obligarla a cerrar los ojos. No creía que fuera posible el que se quedara dormida, rara vez le pasaba eso, supuesta virtud de todavía conservar parte de su humanidad que le dejaba disfrutar algunas pocas cosas que “gozaban” los humanos, como por ejemplo, la dicha “dichosa” de dormir. Efectivamente, Marceline cerró los ojos, inhalando profundamente para soltar por la nariz y sentir un bajón de energía repentina, sintiendo que la ansiedad se marchaba poco a poco.

Finalmente, cayó dormida, algo que no creía posible luego de todo lo que había pasado y que por lo general no le pasaba. Antes de terminar atrapada en las malditas manos de Morfeo, la vampiro refunfuñó y decidió joder por última vez a su acompañante sujetándole uno de sus senos de forma posesiva, mientras que unos gruñidos salían de entre sus labios y jugueteaba con su mano, antes que relajó su ceño y no dijo nada más, empezando a roncar con una de sus manos abrazando todavía a la azabache. Lo único que no esperaba era que alguien entrase de cotilla, y de pasar... bueno, al menos tendría una buena portada para el mes de Agosto de su calendario porno.

por **Yuki Nakayama** Miér Ago 19, 2015 11:56 pm

Después de todo lo ocurrido, lo más prudente que podía hacer la japonesa en este instante era descansar y no intentar forzar más las cosas. Ambas; tanto Yuki como Marceline estaban en confusión, y la vampiro debería tener un límite de cursilerías. Relajando el ambiente, Yuki siguió tarareando y acariciando los cabellos de la vampiro que al igual que ella, el sueño le empezaba a ganar.

Dio un bostezo seguido de un suspiro que indicaba el cansancio, claro, un leve quejido le siguió al sentir la mano traviesa de la vampiro jugó una última vez en uno de sus senos. Esa mueca de desagrado sólo duró uno o dos segundos, seguido de una leve sonrisa. -Tan linda...- Murmuró acercando sus labios a la sien de Marceline y dándole un beso de "buenas noches", que todavía eran tardes, pero ustedes entienden. -¡Descansa!...- Le deseó con la misma voz suave y amable antes de que ella también cerrara los ojos y cayera dormida abrazándose de Marceline. No le preocupó mucho de que su compañera llegara, a veces llegaba cuando ya anochecía y sentía que esta sería una de las ocasiones, aparte si algo sucedía, Marcy tenía la ventaja de transformarse en un pequeño murciélago...Yuki sólo tendría que explicar qué hacía durmiendo desnuda, las excusas podían sobrar.

Aparentemente durmieron por unas dos horas, ya el cielo apenas se había oscurecido. La vampiro se despertó, no sin antes hacer lo mismo con la japonesa a su manera...Sí, despertarla jugando con sus senos. Marceline se levantó y se cambió, mientras que la japonesa sólo se acercó al vuró cerca de su cama y sacó una playera que le cubriera más allá de las caderas, volviendo a a costarse no sin antes de despedirse de la vampiro y recordarle que no olvidara su regalo. Marceline tomó sus cosas, y como despedida sólo le comentó: "Fue divertido...Tus pechos fueron buenas almohadas..." Iba a retirarse, no sin antes volver a la japonesa que yacía acostada y se acercó a besarle la mejilla y decir un "¡Hasta luego, traviesa!". Yuki, sonrojada y un poco sorprendida le sonrió. -¡Hasta luego, Marcy!- Viendo como la vampiresa abandonaba la habitación, volvió a cerrar los ojos y quedar profundamente dormida. A pesar de todo, estaba feliz de haber tenido un momento con Marceline.