Una Audición Destinada [Mine]

Un Nuevo Día una Nueva Audición:

*Había pasado ya rato desde que Siegfried había sido rechazado por el sello y eso no evitaba que el siguiera en Glass City, estaba dispuesto a lograr su sueño de convertirse en el mejor en una estrella brillante en el firmamento de la música, aparte Glass City era un lugar bastante interesante para lograrlo había conocido a una muy bella joven en la noche que llega su carta de rechazo por parte del sello y casi termina ahogando a esa joven, yendo en contra de un fuerte deseo animal, en contra de un instinto de llevar a esa bella muñeca a las profundidades del océano, le rescato y no le vio de nuevo, el no era un compositor como su amigo Makoto pero desde esa noche había estado escribiendo palabras letras de unas canciones a la musa de sus sueños de una noche con tormenta en la playa....

Este era un nuevo día en su necedad Siegfried había logrado aplicar de nuevo para el Sello y había llegado la fecha de su nueva audición, era bastante curioso, aun no estaba aceptado por la disquera pero ya tenía un manager que trabajaba en la disquera, una pelirroja "ardiente como los fuegos del infierno", los "Demonios" pertenecen junto a  los verdaderos Demonios, Un suspiro salió de los labios del Kelpie a la ves que se acordaba del contrato con la demonio* bueno por lo menos si me lleva al infierno se va conmigo.... * dijo de manera algo pesada mientras se terminaba su desayuno, pago la cuenta en el cafe al que fue a desayunar agarro su guitarra y al salir miro el cielo, este era claro un azul brillante con nubes blancas con forma de algodones*

Es en verdad curioso, quiero ser músico y ya tengo a los demonios de mi lado*comento riéndose a la ves que se ponía el casco negro para subirse a su moto. "Las cosas no funcionaron muy bien aquí bro... regresare a Irlanda con Nerina, sigue tus sueños y no dejes que nada ni nadie te detenga esto es algo que te puede ayudar a moverte hacía adelante", esas fueron las palabras de Makoto antes de irse de Glass city y cuando le entrego su moto nueva a Sieg, al recordar a su amigo y a su hermana Siegfried sonrío para sus adentros, encendió la moto y arranco camino a su audición a toda velocidad. A la ves que las calles y los carros pasaban junto a el los pensamientos de la audición eran constantes en su mente serían los mismos auditores, aplicaría para cantante o para músico, quizás ese fue su error la ves pasada el querer aplicar para dos cosas, aunque bueno, sería algo normal pensar que los cantantes también tocan algún instrumento la llanta trasera de la moto derrapo a la ves que Siegfried la estacionaba en la acera de enfrente al edificio*

bien...aquí vamos, de nuevo...

*Los latidos de su corazón eran tranquilos, estaba seguro de sus habilidades como músico y como cantante, sabía que era capas de entrar Katrina se lo había dicho y el ya lo sabía, aun siendo rechazado la primera ves se negaba a usar sus poderes para entrar si entraba sería gracias a su pura fuerza de voluntad y a su talento propio. Las puertas de junto al escenario se abrieron, era una costumbre que los candidatos entraran por ahí para así no molestar a los Auditores que ya se encontraban sentados esperando a los músicos, Siegfried entro y el silencio abordo sus oídos, puso atención a sus latidos, estaban en calma tranquilos el podía hacerlo, tocaría la de "The Beginning" que escribió Makoto para el era sencillo, se giro a ver a sus auditores, la tranquilidad estaba presente en el pero entonces...
"Pum
Pupum
Pum
Pupum
.
.
"Mine"
.
.
Pupum
Pupum
Pupum
Pupum"
Su corazón se detuvo por unos instantes y se acelero, ahí estaba sentada, sentada enfrente de el estaba ella, la muñeca, su musa de la noche en la playa*

Aunque se encontraba muy a gusto en su cita con Lucien, tuvo que retirarse a toda prisa debido a una repentina llamada. Para su suerte, Charles acudió de inmediato al mirador tras recibir el reporte. El sello pedía los servicios de Mine para acoger la audición de uno de sus postulantes y, dado a la situación en la que se encontraba, lo que menos quería era generar una mala impresión en su jefe y colegas. Debía asistir cuanto antes, sólo era una audición pero ese trabajo también formaba parte de las responsabilidades de los miembros de Merveilles y si conseguía cumplir con las expectativas... Tal vez... No sería tan difícil conseguir un buen representante.

Gracias a la prontitud de su mayordomo, Mine pudo llegar a tiempo a las oficinas correspondientes. Se alistó junto a los demás evaluadores, ambos con experiencia previa y caras de pocos amigables. La joven heredera ni se molestó en preguntarles el procedimiento, algo le habían explicado por teléfono y de su memoria aún no desaparecía el recuerdo de su propia audición. Dios, espero que la postulante no sea mujer... Qué vergüenza pasé ese día... pensó abatida, recordando la forma impulsiva en la que trató a la hija de los Millaray por un fuerte arranque de envidia. Reconocía no saber tratar con chicas, aún siendo ella misma una, lo que podría explicar en gran parte su falta de amistades.

Fuera como fuera, no quería arruinar todo otra vez. Debía agradecer que su antiguo mánager era un tipo bastante hábil que sabía manejarse dentro de los medios y con los funcionarios de la institución, sino seguramente su padre le hubiese matado. A pesar de haberse enterado de semejante actitud, el castigo fue bastante más leve de lo esperado gracias a la intervención de Edgar, quien incluso consiguió que le pagaran una cita con un psiquiatra. Era un avance abismal en comparación a otras ocasiones, aunque no se salvó de la paliza.

Tragó un poco de saliva, estaba muy nerviosa y traer a su mente esos desagradables recuerdos no era una idea muy inteligente. Pero al recordar las palabras de Lucien esa misma tarde las inseguridades se disiparon rápidamente, sólo pensar en él avivaba el carmín en sus mejillas y levantaba sus más delicados suspiros. Una sonrisa involuntaria escapó de sus labios mientras se acomodaba en el asiento correspondiente para atender la audición. Los otros dos evaluadores le observaron con creciente desconfianza pues Mine había comenzado a explicitar el estado emocional en el que se encontraba... Faltaba poco para que comenzara a expeler corazones por los poros.

– Bueno~ El primer postulante del día será~ – canturreó animosa al tiempo que revisaba la lista de audiciones de esa tarde – Siegfried Kindelan~ – le llamó con una sonrisa de oreja a oreja, comprendiendo sólo después de haber pronunciado ese nombre que tal vez conocía al postulante en cuestión.

Pero es imposible, ¿no? Sólo es una... Coincidencia...

Y en efecto, lo conocía. Pudo confirmarlo de inmediato al volver la vista hacia el escenario, donde él ya se encontraba. El cabello rojo, la mirada afilada. Todo. Lo recordaba todo, aún habiéndolo visto de noche y en un estado de clara inestabilidad. La sonrisa de Mine se deshizo, convirtiéndose en una expresión de súbita sorpresa, de miedo y secreta indignación. ¡Cómo iba a olvidar al tipo que le había robado un beso en contra de su voluntad! El sólo pensarlo provocó que las mejillas de la muchacha volvieran a colorarse en una mezcla de sentires: rabia y vergüenza.

*Ahí se encontraba enfrente de el aquella chica que había tenido su mente ocupada, componiendo melodías y letras, algo extraño en el puesto a que no era compositor, el era músico y cantante, aun así ella había logrado agitar algo en su interior quizás...y solo quizás...la idea de que lo aceptaba como la bestia que realmente el era...

Con todo y todo Siegfried sin embargo no le hablo incluso no dijo nada al verla solo tomo el estuche de su guitarra, saco esta con cuidado y la conecto a un amplificador que estaba ahí para los postulantes, todo había cambiado completamente de la mañana a ese momento, originalmente iba a cantar la de "The Bigining" compuesta por su amigo ya que ese era el comienzo de su carrera como cantante pero esta era una oportunidad de oro que no podía desperdiciar, algo había puesto a Mine y a Siegfried en esa posición y el no desaprovecharía esa oportunidad.

Que mas daba si no lo aceptaban de nuevo, si, seguramente Katrina se enojaría con el y le diría algo como "que si no se convierte en el músico que el dijo los dos se irían al infierno" o algo así, pero por otro rechazo no dejara de intentarlo iría de nuevo a tomar la audición si era necesario , al verla sabía que esta ves podía ser algo mas personal, puesto a que el le cantaría a la muñeca en la playa, le enseñaría la belleza de su canto así como le enseño la belleza del mar esa noche, ahora le cantaría una canción que compuso pensando en ella...

Tomo el micrófono con ambas manos con los ojos cerrados tomo aire de manera profunda y al abrirlos los dirigió directamente a Mine pues para el en ese momento no existía nadie mas en ese lugar mas que ellos dos, poco a poco empezó a cantar, después a los pocos momentos llevo sus manos a la guitarra y comenzó a tocar*

Audición:

*Cada palabra, cada acorde iban dedicados a Mine, su mirada buscaba la de la muñeca sentada en el lugar de los auditores, no le importaba si los otros consideraban una grosería el que no los viera a ellos y solo se concentrara en ella, pero ya lo había pensado antes de empezar a cantar, esa canción era para ella y solo para ella, después de unos momentos dejo de tocar dejando que el sonido de la guitarra se fuera opacado lentamente a la ves que extendía una mano hacía la joven a la que le cantaba  "you take my hand, let's start it now".

Junto con el sonido de la guitarra y el de su voz desvaneciéndose Siegfried bajo la mano, tomo aire de nuevo de manera profunda y dejándolo escapar en forma de un suspiro*...ya sabes quien soy yo, ya me escucharon solo queda decir que me postulo para cantante.

No hubo presentaciones ni introducción, Siegfried tomó su guitarra en silencio y comenzó la audición. Las luces que rodeaban el escenario bajaron, centrándose únicamente en el vocalista antes de que éste comenzara a tocar los primeros acordes. Era una melodía tranquila y que inevitablemente contrastaba mucho con su apariencia de "chico malo", o al menos esos fueron los comentarios de los otros miembros del jurado.

Mine contuvo el aliento, consciente de que esta sería su segunda audición y que debía ser lo más objetiva posible. Aunque le seguía pareciendo un chico de lo más insolente y vulgar, no podía permitir que sus valoraciones personales contaminaran el análisis de la presentación. Eso arruinaría el esfuerzo del kelpie, quien venía por respuestas justas y profesionales, por lo que hizo lo posible para mantenerse serena y simplemente escuchar.

Pero al cabo de unos segundos Mine tragó un poco de saliva y entrelazó sus dedos sobre el regazo de la falda, ocultando este nervioso gesto bajo el mesón. Los vaivenes de la voz de Siegfried seguían al instrumento de manera perfecta, construyendo una bellísima canción... Pero... ¿Por qué no usaba más su cuerpo? ¡Estaba mostrando un nulo desplante sobre el escenario! Además... Miraba siempre... ¿Hacia el mismo sitio? Y apenas el coro dio comienzo la joven pianista comprendió que él no tenía intenciones de cambiar sus ojos de dirección.

¿Qué estás haciendo? Mira hacia otro lado...

La cabeza de Mine se llenó de tecnicismos y de reglas que Siegfried no estaba siguiendo en ese preciso instante. Debía mantener su mente ocupada en la evaluación, todo para ignorar que sus mejillas estaban hirviendo y que su corazón latía a gran velocidad. Se estaba desesperando. ¿Por qué el muchacho no miraba hacia otra parte? ¿Acaso buscaba intimidarle? ¿O se estaba burlando de ella? Como fuera... ¡Los jueces se darían cuenta! Dicho y hecho, ya para el segundo coro la mayoría de los presentes se volvieron a mirar a Mine, comprendiendo que la canción estaba clara y explícitamente dirigida hacia ella.

Maldición... No puedo concentrarme así...

Pero eso no era cierto. Pese a mantenerse con los nervios claramente alterados, sus ojos no interrumpieron en ningún momento su encuentro con los del postulante y sus oídos mantuvieron su completa atención en la tonada interpretada, incluso cuando esta dio fin. La mano de Siegfried se extendió hacia Mine, incrementando la tensión que en esos momentos dominaba la estancia. Las luces se encendieron y el silencio seguía allí, manteniendo preso a todos los presentes.

– Eh... Bueno... Eso ha sido todo... Gracias por su asistencia... – Decidió hablar, pues a pesar de todo no había mucho más que decir. Siegfried y su guitarra lo habían dicho todo. – En... En unos días le informaremos sobre los resultados... – agregó en un tartamudeo, haciendo un esfuerzo inhumano para sonreírle al postulante como si nada hubiera pasado.

A Celtic Lore:

*Sus miradas estuvieron ligadas durante toda la audición, no importaba si la luz apuntaba los ojos de Siegfried, este se encargo de que la muñeca no olvidara su mirada, al terminar la canción y de explicar para que se había presentado ocurrió un silencio penetrante en el auditorio, como si nadie supiera que decir o preguntar, entonces entre tartamudeos y lo que parecían ser nervios la joven de frondoso cabello hablo primero, sin embargo no le pregunto nada o algo así simplemente, le agradeció por su asistencia y cómo si se tratara de una rutina le informo sobre lo de que en unos días recibiría los resultados de la audición.

Aquella había sido una audición muy diferente a la primera en la primera iba con una idea en la cabeza con los pies sobre la tierra y seguro de lo que hacía en esta estaba seguro de lo que quería y al escucharla hablar de esa manera una sonrisa orgullosa permitió los colmillos de Sieg mostrarse, no sabía si le había ido bien o mal en la audición pero estaba seguro de que ella jamas olvidaría ese momento pero mas importante no lo olvidaría a el y eso era mas que suficiente victoria para el*

¡vaya! ¿no tienen preguntas para mi? esta bien entonces tomare mi guitarra y me iré, esperare su respuesta

*Entendía que ella no quisiera hablarle, quizás la había intimidado con su mirada o quizás aun le molestaba ese beso a mitad de la noche, se dio la vuelta y fue el primer momento en el que soltó los ojos de Mine, desde que los atrapo antes de empezar a cantar no los había soltado en ningún momento, durante la canción era mas que obvio que le cantaba a a ella y a nadie mas, cuando hablo le hablaba a ella, ella era la que le interesaba, pero esa conexión se había soltado en el momento en el que el se giro para guardar la guitarra, la metió en su estuche y la coloco en su espalda*

Supongo que no me queda mas que decir que gracias por recibirme y por escucharme.

*Comento al mismo tiempo que tomaba con la mano la perilla de la puerta antes de salir, y dedico una calmada sonrisa a los auditores y un rápido guiño con el ojo a la joven con bucles de muñeca. Así fue como salió del auditorio, camino unos momentos y se recargo en la pared para quedarse pensando por unos momentos en ella, miro su mano y la llevo a su pecho y pudo sentir como su corazón se agitaba con fuerza, no se había dado cuenta de que estuvo así todo el tiempo desde que la vio, sonrío como si un reto se plantara frente a el, volteando hacía el lugar del que había salido, en su mirada se encontraba esa misma expresión que cuando decidió dedicarse a la música...no se daría por vencido con ella*

El postulante le siguió el juego, correspondiendo a su sonrisa con tranquilidad. Apenas este mostró indicios de querer retirarse un leve murmullo se levantó entre los presentes, quienes comenzaron a sospechar de sus intenciones. Era un muchacho talentoso, con gran desplante vocal y un asombroso manejo de la guitarra. Difícilmente alguien podría ser indiferente a toda la carga emocional que transmitió a lo largo de la canción, algo muy ventajoso dentro del mundo de la música. Pero, al juzgar por su comportamiento, ¿realmente se tomaría en serio las ocupaciones dentro del sello? ¿No había priorizado a la chica delante de él antes que la propia audición? Además, estaba claro que Siegfried guardaba algún tipo de relación con Mine, ¿sería lo más apropiado permitirle evaluar después de semejante numerito?

Por supuesto, todos estos comentarios llegaron a los oídos de la joven heredera, quien ciñó los puños con ofuscación. Percibía el tenor de las miradas y los comentarios dirigidos a su persona, mas supo mantener la postura recta y los labios apretados, en un desesperado intento por mantener la prudencia de su silencio. Si cometía un error, por pequeño que fuera, podría afectar su propia imagen. Apenas Siegfried se retiró, Mine dejó escapar un suave suspiro momentos antes de volverse hacia sus colegas con una expresión inusualmente severa en su semblante.

– No se hagan ideas equivocadas, por favor – les increpó de forma educada pero muy seria, silenciándolos. Aunque todo era culpa del muchacho, no estaba dispuesta a dejar que ese desliz le afectara más de la cuenta. Y, por supuesto, ella tampoco pensaba salir trasquilada por una imprudencia suya... ¡Aún debía conseguir mánager y esa situación no le ayudaría para nada! – Soy una profesional y le evaluaré como tal – agregó solemne, en tanto volvía a situar sus manos entrelazadas sobre la superficie del mesón. – ¡El que sigue! – Llamó de inmediato, firme.

No iba a negarlo, su corazón seguía inquieto. Siegfried se había colado a la fuerza en sus pensamientos, transmitiéndole una fuerte emoción por medio de la guitarra y su voz. Pero no iba a darle más vueltas al asunto, ella pertenecía en cuerpo y alma a Lucien... ¿Verdad? Mine frunció el ceño y se llevó deliberadamente la diestra al rostro, cubriéndolo de los molestos curiosos pues un intenso rubor empezaba a colorearlo otra vez. Por suerte, la presentación del siguiente postulante estaba a punto de empezar y la oscuridad reinaba otra vez en su sector. En eso, volvía a su mente la mirada del pelirrojo y sus inadecuados acercamientos.

Qué insolencia...

*Miro a su alrededor aun seguía en el sello, los recuerdos de La joven de bucles naranjas le acosaban, pero ahora ya estaba mas en la realidad, se percato de lo que había hecho durante su audición y de lo único que estaba seguro es que no uso su voz "especial" pero seguro había tirado su segunda oportunidad por un pozo, suspiro ahora de una manera algo mas pesada, para comenzar a caminar de nuevo* bueno que mas da... llegara otra carta que se ira a la basura y tendré que aplicar de nuevo, que mas da...

*dejo escapar de manera pesada pensando en el rechazo de nuevo aunque bueno en parte era algo que el se busco ataco directamente a la joven sin importarle nada no hay arma mas peligroso que la música pues con esta se puede atacar al corazón o mente de una persona o tal ves de masas enteras, al acordarse del ligero rubor de la joven una sonrisa se mostró en sus labios lleno ahora de un sentimiento de orgullo*

Valió la pena...

nuevo camino:

*abrió la puerta de la entrada del sello mientras que una recepcionista se despedía de el con una sonrisa, en cuanto el volteo a despedirse y sonrió mostrando sus colmillos la recepcionista se torno pálida al ver aquellas peligrosas fauces, esa falta de reacción por parte de Mine fue una de las cosas que atrajo a Sieg en primera instancia, llego a donde había estacionado la moto se coloco su casco y arranco camino a la playa a distraerse con el aroma salado del mar, "Katrina me va a matar si se entera de lo que paso ahí" pensó sin saber que su manager había sido arrastrada ya al infierno por el demonio con el que pacto, Siegfried estaba de nuevo solo y sin riesgo de ir al infierno, cuanto tiempo duraría así.

Ahora la pregunta era, que es mas importante para el la entrada al sello o la delicada muñeca de la playa...después de su actuación en el auditorio la respuesta era mas que obvia*