(Sora) Aquí vive tu princesa

Después de haber pasado dos horas realmente agradables con su pareja, la morena se ofrece a acompañar a su princesa, tal como lo hizo hace dos días. No tardan mucho, pues se podría decir que el centro comercial es como aquello que está entre medias de donde vive la rubia y donde vive la morena. La rubia vive en un edificio de departamentos igual que ella, obviamente con grandes diferencias entre el uno y el otro, y aparca donde le indica su chica, pues donde vive ella la zona de aparcamiento está al aire libre y protegidos por una fachada para cuando lloviera; pues se supone que era un vecindario seguro y nadie les robaría nada, pero Sora ya le gusta la zona de aparcamiento que tenía el edificio de su pareja, es más cómoda a su punto de vista.

Coge su parte de las bolsas y la sigue, memorizándose sin ningún problema la planta y el piso donde vive, pues cuando la acompañó por primera vez no subió, sino que tan sólo la dejó en la zona residencial; el tiempo de ambas es lo único que les dio. Cuando entra la sigue hasta la cocina, viendo su piso.

-Es bonito –Le dice realmente sincera, aunque de por sí la morena siempre es sincera, rara vez miente y cuando lo hace es por algo importante.

-Te acabas de mudar prácticamente, así que es normal que no tenga tanta decoración –Se sorprende por lo que dice, así que arquea la ceja- ¿No le incomodará eso a tú compañera de piso? –Pregunta, no queriendo que le haga hueco o algo porque Andrea tuviera fotos con su pareja a la vista en la sala de estar.

La ayuda a separar las cosas y lo suyo se lo pone en una sola bolsa, pues tampoco es que comprara gran cosas, sólo lo necesario.

-Claro, te lo aceptaré con gusto –Le dice con una sonrisa cariñosa.

Toma suavemente el vaso que le entrega, agradeciéndole de ello para hacerle caso y esperarla sentada en el sofá. En cuanto la ve volver, le sonríe dulcemente y la recibe con los brazos abiertos, rodeándola con su brazo para que pueda apoyarse en ella si quería, así entrelazar sus dedos suavemente cuando ella toma acaricia su mano.

-Sí, pero lo mejor es que he podido estar contigo –Le duce dándole un suave beso en su frente.

Le da un sorbo a su té para apoyar su mejilla sobre su cabeza, disfrutando de poder tenerla al fin de esa manera, pues al no estar rodeada de personas no estaban tímidas, por una forma decirlo.

Sonríe para acunarla mejor entre sus brazos mientras le deposita un suave beso en su sien, dejando que ella tome su mano para llevarla a sus labios.

-Siento que me has leído el pensamiento –Le susurra riendo suavemente, atreviéndose a morder ligeramente su oreja- No te preocupes, me mandará un mensaje cuando salga del Sello, entonces será cuando me toque ir –Le responde dejándole un suave beso en su mejilla- Así que podemos seguir disfrutando de estar así –Le susurra dándole un beso en la comisura de sus labios y luego beber de su vaso.

Ríe suavemente al escuchar su preocupación- No te preocupes mi princesita, estaré bien –Le dice besando su frente hasta que ve como exhalaba para calmar el dolor de su lengua- ¿Estás bien? –Pregunta dándole un suave beso en los labios, como si eso fuera a calmar el dolor del mordisco, y ese beso se lo da después del que le da a su comisura.

Sonríe por el beso en su mejilla, pero arquea la ceja en cuanto ve que saca su móvil, aleja un poco su brazo y saca una foto de ambas. Logra sonreír a tiempo cuando se lo avisa su pareja, llegando a reír suavemente.

-Tan linda –Le susurra, acunándola entre sus brazos y depositando un beso en su frente- ¿No tienes cosas qué hacer? No quiero atrasarte en nada –Comenta mirándola con ambas cejas arqueadas, dando a entender que no quiere que atrase ningún proyecto para que pudieran estar juntas.

-Estoy segura que te aceptarán, y luego lo celebraremos como quieras –Le dice dándole un suave beso en su frente, dejando que se recargara sobre su pecho- Claro, además, creo que soy una buena almohada para ti –Le bromea, riendo suavemente mientras rodea su cintura y se va echando poco a poco en el sofá, atrayendo a su dulce princesa. Deposita un suave beso en su frente, hasta que recuerda una conversación con su hermano- ¡Oh! Ahora que lo recuerdo, mi hermano quiere conocerte… Cuando quieras, me dices, aunque de seguro te lo encontrarás por el sello, nos parecemos bastante-Le dice depositándole un beso, ahora en la mejilla.

Ríe suavemente, depositando un suave beso en su frente- ¿Cena romántica? Me lo apunto –Le dice con otro beso en el mismo lugar, riendo suavemente al ver su entusiasmo- Si quieres, esta noche se lo pregunto y te digo algo por mensaje, ¿te parece? No sé cuan ocupado estará con lo del sello –Se encoge de hombros, abrazándola cariñosamente, acariciando su espalda- Creo que estaréis más nerviosos vosotros dos, disfrutaré de veros de esa forma –Comenta riendo ligeramente ante la idea de verlos nerviosos, aunque sinceramente, podría ser que Andre lo estuviera más porque su hermano, bajo la experiencia de sus dos anteriores parejas, podría llegar a ser un poco celoso, pero se alegró por encima de todo cuando la mayor se lo comento, casi como un “por fin alguien decente”.