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Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
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Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
Un día más, una mañana más que comenzaba para todos los alumnos en la Escuela Musette, pero para la delegada Hanako Fujieda había iniciado mucho antes, después de todo debía prepararse como era debido para que las cosas se encontraran en orden para ella y sus demás compañeros, por quienes siempre velaba en cuanto a su bienestar y escuchar todo lo que tuvieran que decirle, aunque no se relacionara a la escuela. Lástima que realmente nadie lo hacía, lo que le hacía preguntarse por qué, dudaba que fuera por miedo.
─Bueno, ¡no importa! Me esforzaré en lo que más pueda ─pensó con una entusiasta sonrisa al caminar a paso veloz por los pasillos en dirección al patio mientras abrazaba la carpeta con todo lo necesario para iniciar el día: sus quehaceres como delegada, las tareas pendientes, los horarios, los encargados del aseo de aquel día y que parecían evitarle la mirada al saber lo que les esperaba y los papeleos correspondientes, ¡así nada podía salir mal! Como siempre, se enteró que llegaría una alumna nueva a la escuela y como delegada decidió darle una bienvenida y asegurarse que no tuviera problemas para familiarizarse con el lugar, aunque a veces ella misma terminaba algo perdida entre tantos recovecos y no tenía ni idea de cómo sucedía eso de un instante a otro, pero de algún modo siempre lograba encontrar su camino de vuelta.
Sabía que la joven debía estar en algún lado, puesto que según sus informes todavía no iniciaba con sus clases y suspiró aliviada cuando vio a alguien a lo lejos que parecía corresponder con la foto del expediente que había solicitado para esos fines. Terminó acelerando el paso hasta trotar algo torpe hacia ella.
─¡S-señorita! ¡B-buenas tardes! ─hizo una prolongada reverencia como siempre, acomodando sus lentes al momento de incorporarse─ S-soy H-Hanako Fujieda, de...delegada del segundo año, mucho gusto, ¡he venido a recibirle y asegurarme que no tuviera dificultad! ─se dedicó a mirarla mejor y se sonrojó ante la apariencia de la otra─ Kirei na hito... ─murmuró algo fascinada por unos segundos, aunque extrañada y sin darse cuenta que lo había pronunciado─ ¿R-realmente es la persona correcta? E-es algo alta para ser del segundo año, ¿n-no? ─el rubor se le subió una vez más a las mejillas al pensar que podría no ser a quien buscaba.
─Bueno, ¡no importa! Me esforzaré en lo que más pueda ─pensó con una entusiasta sonrisa al caminar a paso veloz por los pasillos en dirección al patio mientras abrazaba la carpeta con todo lo necesario para iniciar el día: sus quehaceres como delegada, las tareas pendientes, los horarios, los encargados del aseo de aquel día y que parecían evitarle la mirada al saber lo que les esperaba y los papeleos correspondientes, ¡así nada podía salir mal! Como siempre, se enteró que llegaría una alumna nueva a la escuela y como delegada decidió darle una bienvenida y asegurarse que no tuviera problemas para familiarizarse con el lugar, aunque a veces ella misma terminaba algo perdida entre tantos recovecos y no tenía ni idea de cómo sucedía eso de un instante a otro, pero de algún modo siempre lograba encontrar su camino de vuelta.
Sabía que la joven debía estar en algún lado, puesto que según sus informes todavía no iniciaba con sus clases y suspiró aliviada cuando vio a alguien a lo lejos que parecía corresponder con la foto del expediente que había solicitado para esos fines. Terminó acelerando el paso hasta trotar algo torpe hacia ella.
─¡S-señorita! ¡B-buenas tardes! ─hizo una prolongada reverencia como siempre, acomodando sus lentes al momento de incorporarse─ S-soy H-Hanako Fujieda, de...delegada del segundo año, mucho gusto, ¡he venido a recibirle y asegurarme que no tuviera dificultad! ─se dedicó a mirarla mejor y se sonrojó ante la apariencia de la otra─ Kirei na hito... ─murmuró algo fascinada por unos segundos, aunque extrañada y sin darse cuenta que lo había pronunciado─ ¿R-realmente es la persona correcta? E-es algo alta para ser del segundo año, ¿n-no? ─el rubor se le subió una vez más a las mejillas al pensar que podría no ser a quien buscaba.
Hanako Fujieda- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
Como siempre ella se levantó una 2 horas antes de dirigirse hasta el instituto, debía prepararse antes de ir, también tenía que preparar su desayuno así que en primer estancia hizo lo que debía hacer todas las mañanas que era bañarse, al menos tardaba 40 minutos en ducharse le gustaba acicalarse bien, además debía prestar atención a su cabello y eso le quitaba el resto del tiempo que debía entre que se cepillaba los dientes y luego se secaba el tiempo, en total era por lo menos 1 hora, en cambiarse no tardaba mucho porque el uniforme ya lo tenía preparado y era cuestión de 5 minutos ponérselo para ella. Pero antes de ponerse el uniforme era importante tomar el desayuno, no se ponía el uniforme hasta que fuese hora de salir.
Al desayunar hizo algo rápido, unas tostadas con un poco de café estaría bien para estar bien despierta y soportaría hasta el mediodía, termino su desayuno a tiempo y por último fue hasta el refrigerador saco su lonchera la cual tenía una caja de juego y un sándwich hecho con pan de salvado, solo era un simple sándwich de tomate y queso. Puso al instante aquella lonchera en el bolso que llevaría al instituto y luego se fue a cambiar, cosa que no le tomo más de 5 minutos, el uniforme le quedaba sencillamente perfecto estaba hecho a su medida así que no había nada de sobra. Hecho esto acomodo bien su nueva corbata y por último se puso un poco de perfume, la marca de “Tommy Girl” era una de sus favoritas para usar así que una vez estuvo este último paso tomo el bolso y salió del apartamento cerrando con llave rápidamente. Como la mañana estaba algo fresca y linda, decidió ir caminando hasta la nueva escuela, haría un par de veces eso hasta que le asignaran una habitación. Cuando llego hasta Mussete observo la gran cantidad de alumnos que ingresaban a la institución y decidió adelantarse, como había ido de visita anteriormente a la escuela al menos sabia donde se dictarían sus primeras clases y en que salón serian, una vez estuvo en el salón escogió un asiento libre. Hasta el mediodía todo fue tranquilo, unas pocas personas se acercaron para socializar y aparentaron ser muy tranquilas, no eran muy curiosas apenas le preguntaron su nombre, la gente que estaba allí se notaba que estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
Cuando llego la hora del almuerzo la peli negra decidió sacar la lonchera de su bolso y cuando termino de hacerlo una chica se le acerco con algo de timidez, era mucho más pequeña que ella y sobre todas las cosas le había parecido muy bonita a primera vista – Buenas tardes, Hanako, soy Anael Spreger es un placer, muchas gracias- respondió sintiéndose agradecida por aquella actitud tan considerada por la delegada de aquella clase, nunca había pasado por el sistema en el que existiesen delegados en alguna clase así que era su primera vez con ese tipo de experiencia. En un momento la chica llego a murmurar algo que la más alta no llego a entender del todo bien y luego de eso pareció ponerse nerviosa- Ah, Hanako ¿te gustaría almorzar conmigo?, de paso me enseñarías como es la escuela. En verdad necesito una guía especializada, aún no conozco del todo la institución- y era la verdad se había perdido un par de veces en su primera visita y alguien que supiese más del entorno escolar de verdad que sería muy útil para ella. Necesitaba las indicaciones de una persona que conociese de arriba hacia abajo las instalaciones de aquel lugar.
Al desayunar hizo algo rápido, unas tostadas con un poco de café estaría bien para estar bien despierta y soportaría hasta el mediodía, termino su desayuno a tiempo y por último fue hasta el refrigerador saco su lonchera la cual tenía una caja de juego y un sándwich hecho con pan de salvado, solo era un simple sándwich de tomate y queso. Puso al instante aquella lonchera en el bolso que llevaría al instituto y luego se fue a cambiar, cosa que no le tomo más de 5 minutos, el uniforme le quedaba sencillamente perfecto estaba hecho a su medida así que no había nada de sobra. Hecho esto acomodo bien su nueva corbata y por último se puso un poco de perfume, la marca de “Tommy Girl” era una de sus favoritas para usar así que una vez estuvo este último paso tomo el bolso y salió del apartamento cerrando con llave rápidamente. Como la mañana estaba algo fresca y linda, decidió ir caminando hasta la nueva escuela, haría un par de veces eso hasta que le asignaran una habitación. Cuando llego hasta Mussete observo la gran cantidad de alumnos que ingresaban a la institución y decidió adelantarse, como había ido de visita anteriormente a la escuela al menos sabia donde se dictarían sus primeras clases y en que salón serian, una vez estuvo en el salón escogió un asiento libre. Hasta el mediodía todo fue tranquilo, unas pocas personas se acercaron para socializar y aparentaron ser muy tranquilas, no eran muy curiosas apenas le preguntaron su nombre, la gente que estaba allí se notaba que estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
Cuando llego la hora del almuerzo la peli negra decidió sacar la lonchera de su bolso y cuando termino de hacerlo una chica se le acerco con algo de timidez, era mucho más pequeña que ella y sobre todas las cosas le había parecido muy bonita a primera vista – Buenas tardes, Hanako, soy Anael Spreger es un placer, muchas gracias- respondió sintiéndose agradecida por aquella actitud tan considerada por la delegada de aquella clase, nunca había pasado por el sistema en el que existiesen delegados en alguna clase así que era su primera vez con ese tipo de experiencia. En un momento la chica llego a murmurar algo que la más alta no llego a entender del todo bien y luego de eso pareció ponerse nerviosa- Ah, Hanako ¿te gustaría almorzar conmigo?, de paso me enseñarías como es la escuela. En verdad necesito una guía especializada, aún no conozco del todo la institución- y era la verdad se había perdido un par de veces en su primera visita y alguien que supiese más del entorno escolar de verdad que sería muy útil para ella. Necesitaba las indicaciones de una persona que conociese de arriba hacia abajo las instalaciones de aquel lugar.
Invitado- Invitado
Re: Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
Se alegró en ese instante de que la joven fuera cortés con ella y se veía con una actitud muy madura, ¡realmente no parecía que debiera estar en su misma clase!─ ¡E-el gusto es mío señorita Sprenger! ─se apresuró a decir de forma algo atropellada al hacer una nueva reverencia para ella. Por suerte para muchos, para aquel entonces ya se había acostumbrado a la forma occidental de referirse a otros, terminando por sustituir el "san" por simplemente formas respetuosas que no abandonaba salvo se lo pidieran expresamente, aunque muchas veces se le escapaba─ Ah... ¿está por comer? S-si gusta puedo venir en otra ocasión, ¡p-puedo decirle en donde encontrarme si es que lo necesita! N-no es un buen momento, p-provecho y que disfrute de su com... ¿eh? ─detuvo su hablar algo confundida, ¿le estaba invitando a compartir su comida con ella?─ ¿Y-yo? P-pero... n-no quisiera aprovecharme de su comida, señorita Sprenger, ¿n-no es molestia...? ─a ratos bajaba la voz cuando tartamudeaba, situaciones así la hacían sentir algo mal, ¿acaso interrumpía?
─¡M-muchas gracias! ─dijo al aceptar finalmente, aunque fuera por cortesía, todo se veía delicioso pero no se atrevía a probar mucho bocado, quizás la señorita Sprenger se sentía hambrienta, ¿y si la dejaba sin comida?─ Descuide, ¡me esforzaré por ser su guía y ayudarla en lo que necesite, sólo pregúnteme con confianza! ─finalmente tomó coraje para acercar con suavidad una silla, volteándola para encarar a la joven y sentarse frente a ella─ Entonces... ¿s-se le ofrece algo? ─puso sus manos en su regazo, estrujando un poco sus faldas y mirándole un tanto cohibida, se suponía que ya había superado esas situaciones después de tanto tiempo siendo delegada, pero al parecer algunas cosas tomaban más tiempo de lo que deberían.
─¡M-muchas gracias! ─dijo al aceptar finalmente, aunque fuera por cortesía, todo se veía delicioso pero no se atrevía a probar mucho bocado, quizás la señorita Sprenger se sentía hambrienta, ¿y si la dejaba sin comida?─ Descuide, ¡me esforzaré por ser su guía y ayudarla en lo que necesite, sólo pregúnteme con confianza! ─finalmente tomó coraje para acercar con suavidad una silla, volteándola para encarar a la joven y sentarse frente a ella─ Entonces... ¿s-se le ofrece algo? ─puso sus manos en su regazo, estrujando un poco sus faldas y mirándole un tanto cohibida, se suponía que ya había superado esas situaciones después de tanto tiempo siendo delegada, pero al parecer algunas cosas tomaban más tiempo de lo que deberían.
Hanako Fujieda- Delegado/a de Clase
- Ocupación : Estudiante de 2°
Mensajes : 66
Fecha de inscripción : 11/03/2014
Re: Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
Aquella muchacha lucia bastante nerviosa, al parecer se le hacía difícil socializar pero se estaba esforzando bastante y eso lo estaba apreciando Anael después de todo las personas solo se habían acercado por curiosidad a ella por solo ser una cara nueva, para ella era de lo más normal ser recibida de ese modo así que no se sentía incomoda ante ciertas bienvenidas. La chica que estaba sentada en frente suyo se había expresado con bastante nerviosismo apenas la chica de cabello azabache la invito a comer algo, si bien solo tenía un sándwich de queso con tomate no sabía si a todo el mundo le agradaba pero para ella resultaba ser un manjar, especialmente cuando el pan que estaba comiendo era completamente casero. No le importo mucho el comentario de la otra chica y le compartió un pedazo pequeño para que probara, si no le gustaba tenía la opción de no comerse el emparedado- Es de tomate y queso, el pan está hecho de harina sin gluten así que puedes estar tranquila a menos que tengas problemas con los lácteos o no te gusten- contesto mientras ella misma comenzaba a darle un bocado a su emparedado de queso y tomate, apenas le dio un pequeño mordisco mientras que se dedicó a revisar el celular que saco de adentro del bolsillo de su saco, una vez reviso los mensajes volvió a guardar el celular al bolsillo y observo a la chica.
-De momento solo se me ofrece que comas si gustas, lo hice yo. Así que te diré que me gusta que otras personas prueben mi comida, me sentiría halagada- confeso sonriendo con calma y esperando que la muchacha diese un bocado. También había traído su pequeño termo con jugo de naranja y decidió compartir un poco del mismo con su compañera, quería que se sintiese cómoda aunque en realidad la cosa debería ser al revés ya que Anael era la nueva pero ella no se sentía para nada desplazada de su clase o algo así, de hecho parecía estar de lo más tranquila.- Por cierto Hanako, ¿se pronuncia así? ¿No?- cuestiono antes de proseguir con la pregunta que en verdad quería hacer- ¿Cómo llegaste a Musette? ¿Cuál es tu fuerte?- pregunto curiosa dejando su sándwich a un lado y esperando a que la chica contestase una vez que pudiera hacerlo.
-De momento solo se me ofrece que comas si gustas, lo hice yo. Así que te diré que me gusta que otras personas prueben mi comida, me sentiría halagada- confeso sonriendo con calma y esperando que la muchacha diese un bocado. También había traído su pequeño termo con jugo de naranja y decidió compartir un poco del mismo con su compañera, quería que se sintiese cómoda aunque en realidad la cosa debería ser al revés ya que Anael era la nueva pero ella no se sentía para nada desplazada de su clase o algo así, de hecho parecía estar de lo más tranquila.- Por cierto Hanako, ¿se pronuncia así? ¿No?- cuestiono antes de proseguir con la pregunta que en verdad quería hacer- ¿Cómo llegaste a Musette? ¿Cuál es tu fuerte?- pregunto curiosa dejando su sándwich a un lado y esperando a que la chica contestase una vez que pudiera hacerlo.
Invitado- Invitado
Re: Una cálida bienvenida (Privado: Anael)
Miró ilusionada y con bastante entusiasmo el trozo de pan que Anael le ofrecía, que si bien lucía simple, no dejaba de parecer menos apetitoso y refrescante para un día algo caluroso como lo era aquel. Apenas murmuró su usual agradecimiento por la comida como lo había hecho siempre antes de darle una mordida sin importarle nada más— ¡Uhm! ¡Está delicioso! —expresó con una sonrisa, disfrutando del jugoso tomate en su boca, tomando con cuidado una servilleta para limpiar sus labios— ¿Eh? ¿S-sólo eso...? —la "petición" de su compañera la tomó algo de sorpresa al no esperar algo semejante, pero se limitó a asentir con su cabeza— ¡No hay problema! S-si tengo que probar algo delicioso, entonces estará bien... i-itadakimasu... —se atrevió a decir con un poco de timidez al coger un poco más de sándwich y sonriendo al pasarlo con un poco de jugo— Muchas gracias, señorita Sprenger, es muy amable de su parte... n-no tenía por qué... —se sonrojó de una forma bastante adorable al comer con cautela, sin querer sacar de más para poder dejarle una considerable parte a Anael sin ser irrespetuosa.
—¿Eh? ¡Hai! Así se dice... —contestó con entusiasmo, mirando con curiosidad a la joven ante sus preguntas— Pues... yo... v-vine aquí por causa de mi padre... él... él es pintor... nos mudamos aquí por... su trabajo, e-en el museo... pero... no encontró a tiempo otra academia para mí.... así es como terminé aquí... Yo... ¡yo no tengo nada que ver con la música! —soltó con una risita nerviosa— La verdad es que sólo se pintar... n-nunca he cantado en mi vida... y mucho menos he tocado un instrumento más allá de unos cascabeles... "aunque eso era en el templo con mamá cuando era muy pequeña" —agregó con una mezcla de nostalgia y decepción de sí misma, ¿qué hacía en una escuela dedicada a la música y al espectáculo sin tener una aptitud para ello? ¿Acaso sólo le habrían aceptado por la posición de su padre? Después de todo, ella no planeaba seguir algo más allá de la pintura— A mí sólo me gusta pintar... el arte... no tengo otro fuerte, a decir verdad... —su voz sonaba algo pesimista al contestar, siendo primera vez que mostraba ese lado de sí, al ser la delegada debía mostrar una buena cara a todos... ¡y ahora estaba fallando en ello frente a su compañera recién llegada! ¡Detente Hanako, ten cuidado!
—¿Eh? ¡Hai! Así se dice... —contestó con entusiasmo, mirando con curiosidad a la joven ante sus preguntas— Pues... yo... v-vine aquí por causa de mi padre... él... él es pintor... nos mudamos aquí por... su trabajo, e-en el museo... pero... no encontró a tiempo otra academia para mí.... así es como terminé aquí... Yo... ¡yo no tengo nada que ver con la música! —soltó con una risita nerviosa— La verdad es que sólo se pintar... n-nunca he cantado en mi vida... y mucho menos he tocado un instrumento más allá de unos cascabeles... "aunque eso era en el templo con mamá cuando era muy pequeña" —agregó con una mezcla de nostalgia y decepción de sí misma, ¿qué hacía en una escuela dedicada a la música y al espectáculo sin tener una aptitud para ello? ¿Acaso sólo le habrían aceptado por la posición de su padre? Después de todo, ella no planeaba seguir algo más allá de la pintura— A mí sólo me gusta pintar... el arte... no tengo otro fuerte, a decir verdad... —su voz sonaba algo pesimista al contestar, siendo primera vez que mostraba ese lado de sí, al ser la delegada debía mostrar una buena cara a todos... ¡y ahora estaba fallando en ello frente a su compañera recién llegada! ¡Detente Hanako, ten cuidado!
Hanako Fujieda- Delegado/a de Clase
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