Re: {P} Pensando en el "más allá".

por **Yuki Nakayama** Lun Feb 16, 2015 1:04 am

Rió ante la broma que su compañera había mencionado, no iba a echar a perder el chiste diciéndole alguna cosa melosa que comúnmente suele decir. Movió un poco su cabeza como reflejo al sentir las manos traviesas de la vampiro en uno de sus costados, ruborizándola más. -Bueno...esto...también me gustas cuando estás sin "eso"...- Le siguió el juego, pero se le dificultó terminar esa frase, y esta vez no por estarse recuperando de un desmayo.
Se acurrucó más a la vampiro cuando esta se coló entre las sábanas de la cama y se juntó hacia ella. Yuki se quedó mirándola con su tonó carmesí en las mejillas y un rostro risueño. -Sí...creo que así está mejor..- Cerró sus ojos un poco soltando una leve risa, para luego acercar su rostro a la de su "compañera de cama" y besar un par de beses sus labios, para deslizar suavemente sus dientes por el labio inferior de la vampiresa.
Volvió a mirar con ternura, pero también con un poco de malicia mientras abrazaba más fuerte a Marceline de la cintura.

por **Marceline** Lun Feb 16, 2015 2:34 am

- ¿“Eso”? ¡Oh, ya caigo! Pues tendrías que pagar extra, porque el servicio de enfermera no es gratis y lo sabes – dijo con todas intenciones, recibiendo a la azabache con todos sus gestos mientras se limitaba a corresponderle.

Sus manos se movieron un poco traviesas ante el contacto, y el que respirara por la boca e hiciera silbar ligeramente sus colmillos sólo hacía que le dieran más ganas de reír. Sentir la cercanía de la azabache con ella en el fondo le agradaba, pensando que quizás no era tan malo. Por querer molestarla un rato, atrapó su labio inferior por entre los suyos y siguió devolviéndole el gesto con pequeños besos, colando una pierna entre las de la azabache para que no hubiera espacio entre ellas mientras que la vampiro jugueteaba con los colmillos sobre la mejilla de la chica.

- Mira, ¿vamos a empezar de nuevo? Porque esta cama es más pequeña y hay riesgo de que te caigas. No quisiera que te rompas a mitad del juego o algo así, aunque tampoco digo que no podamos intentarlo en el suelo – le guiñó un ojo antes de fingir vergüenza y esconder el rostro entre el pecho y el cuello de la chica como ella había hecho antes, aguantándose al risa – Aunque te veo algo descolorada, no quisiera estar arrastrándote o algo así en plena sesión o algo por el estilo. Por no decir que sería vergonzoso (o al menos para ti) estando en el lugar en el que estamos. – rompió a reír, robándole el color de las mejillas.

por **Yuki Nakayama** Lun Feb 16, 2015 3:08 am

Río al escuchar su comentario sobre el "servicio de enfermería", y sonrojándose al hacerse la imagen mental, a lo que sólo murmuró. -creo que puedo pagar el precio...
Su respiración aumentó al apegarse más a la vampiresa y sentir como las manos de la vampiresa recorrían traviesas a Yuki. Continuó recibiendo los gestos que su compañía le daban, cerrando los ojos para dedicarse sólo a sentirlos.
Ambas se detuvieron cuando Marceline la hizo conciente de la situación en la que estaban. Tomó la cabeza de la vampiro cuando esta fingía estar avergonzada, aprovechando para acariciar un poco su cabello antes de que esta volviera a alimentarse del tono carmesí en sus mejillas. -Bueno...- Se escuchaba nerviosa -...creo que tienes razón...- Aprovechó para depositar un beso en la frente de Marceline. -...creo que es mejor si me dejas en mi dormitorio. Necesito ducharme y recostarme...- Junto su frente con la de la vampiresa y empezó a jugar con uno de sus mechones. -Si quieres cuando me dejes puedes retirarte...No importa si el servicio de enfermera no está disponible- Le guiño el ojo y le dedicó otra sonrisa para luego volver a ocultar su rostro en pecho de ella mientras bajaba su mano para abrazarla por la cintura. -Podré estar contigo otro día...- Susurró mientras acomodaba su cabeza.

por **Marceline** Miér Mar 04, 2015 2:59 pm

- Si me dieran una moneda por cada vez que me provoca tirarte de esos cachetes de loli, sería más asquerosamente rica de lo que de por sí lo soy – dijo con una sonrisa ladeada, dejando que la chiquilla se acomodara en ella mientras que Marceline sólo cumplía el labor que las incómodas almohadas de éste hospital no cumplían.

Suponía que Bongo no iría a interrumpir pese a ser siempre un entrometido, así que lo único que tocaba por hacer es esperar a que la chica se acabara por dormir. La vampiro se arrimó para estar más cómoda en la cama, y de manera que la chica descansara el tiempo que quisiese. Habían sido días demasiado largos para ella y ahora es cuando le urgía una sesión de varias horas en un spa, haciendo pasar roncha a las humanas que intentaran cortarle las uñas o desenredarle el cabello. Sobre todo lo último, eso debe ser una batalla campal bastante interesante.

- Vale, otro día será entonces, – dijo después de un largo rato, mirando a un punto inconcluso – Total, ya habrá tiempo de sobra para que te desquicie. Aprovecha a dormir ahora que puedes.

Por su parte, sólo se limitó a mirar la ventana, esperando a que la chica o ella se quedara dormida. Era más probable que fuera Yuki porque… ¿Qué vampiro puede quedarse dormido, cuando no puede?

Ella, obviamente, acabó haciéndolo. No pasaron más de dos segundos en los que la vampiro se había quedado como lela mirando la ventana antes de que pegara el sueño. Había estirado la pata muy pronto, y en menos de lo que el reloj podía darle la vuelta para contar un minuto, sus ronquidos ya estaban resonando por medio hospital. Cualquier muerto se despertaría para ponerle una almohada en la cara, porque cómo molestaba.

por **Yuki Nakayama** Miér Mar 04, 2015 3:49 pm

-...y si me dieran una moneda por cada vez que me sonrojo...creo que podría costearme el bajo de Paul Mc Cartney...- Se dijo en su interior antes de acomodar su cabeza y empezar a que el sueño la dominara.

Antes de que su mente cayera en un profundo sueño, o si no no iba a aguantar los ronquidos de la vampiro, su menté volvió a repasar los sucesos con Marceline desde que su cita empezó, repasando lo sucedido en el bar. Abrazando más a la vampiresa de la cintura, inconscientemente soltó un murmuro vestido con un sonrojo. -Te quiero...-Cayendo dormida al fin.

No bromeando con el profundo sueño, la habitación era decorada con los ronquidos de Marceline, pero la azabache estuvo ahí dormida abrazada de ella. Pasaron una hora, o dos, o tal vez un poco más, hasta que la japonesa empezaba a despertarse, ya en mejor estado, no lo suficiente como para andar ocupada todo el día, pero si el indicado para volver a su dormitorio a pie sin que pudiera suceder una desgracia.

Miró un poco a su alrededor aun atontada por el sueño, hasta que miró al rostro aún dormido de Marceline. Sonriendo, no quiso despertarla y sólo le dejó un suave beso en la mejilla. Acurrucándose esperando a que el sueño volviera o se disipara por completo.

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