{Halloween} Encuentros paranormales y demases.

-Entiendo su preocupación, pero ya hay una herida, y encerrar este espíritu no será tan fácil si seguimos el ciclo. Si alguien más debe salir lastimado por esto soy yo- Después de todos estos siglos sigues siendo tan sacrificado como antes, aunque parece que tampoco tu tipo de compañeros ha cambiado

¡Tú! Ahora no es buen momento que molestes. Planeo ayudarte. ¿Crees que la idea de que alguien tome posesión de nuestro cuerpo me agrada, y más viniendo de un espíritu insignificante? ¿Qué tienes en mente? No te gustará, pero este es el plan...

Tienes razón, este plan no me agrada. ¿Cómo es que puedo confiar en ti? Soy el único as bajo la manga que tienes. Supongo que vas a pedir un favor a cambio. Hablaremos de eso después ¡Ahora prepárate

El espíritu se dirigió hacia mí y me preparé para recibir el ataque de él, claro que no era nada agradable. Me contuve lo más que podía, pero él estaba ganando terreno. -Argh...Traten...Traten de terminar el círculo. Confíen en el plan...- Yacía ya hincado en el suelo, tratando con el espíritu, y ya con mis últimas fuerzas, voltee a ver a Reino y darle una última orden. -Y Reino...Si la situación lo requiere, no dudes en usar eso conmigo...- Dicho esto, terminé cediendo.

Los quejidos cesaron, y lentamente se puso de pie, observando sus manos mientras soltaba una carcajada -¡Sorprendente!...¡Este cuerpo es sorprendente! Comentaba sin dejar de reír. -Debo agradecerle a este sujeto por darme tal cuerpo- Dejando el júbilo de lado, miró a los presentes de forma amenazadora, caminando lentamente -¿Qué debería hacer con ustedes?...- Observó Layla de reojo. -Tal vez deba acabar con el sufrimiento de ella, ¿no creen?- Preparó su mano derecha uniendo todos los dedos como si su mano fuera una lanza -¿Algún otro héroe que se interponga?

La situación se iba del control de todos, el miedo y la sorpresa los invadía.Esto iba de mal en peor.

Joder...-sus ojos se abrieron de par en par cuando pudo ver la sombra que salía de la muchacha, iba a ir en su auxilio pero Kei pudo interceptarla, el pelinaranjo se sintió más tranquilo, aunque su entereza no duró mucho tiempo al ver como la sombra intentaba poseer a Julius.

Apretó los dientes, vio alrededor la histeria colectiva y se acercó a la oija para así intentar que comenzaran a moverse y cerrar la sesión- VENGA AQUÍ AHORA!!-Si nadie se movía e intentaba cerrar ese circulo de seguro todo seguiría igual. Colocó su mano sobre ella y volvió a mirar a Julius. 

Julius! necesitamos que lo contengas, no sigas cediendo ante él hasta que el circulo esté completo!!-no sabía si su voz llegaría a Julius, pero debía intentarlo, miró a los demás presentes con decisión, aunque también admitía que la situación lo tenía increíblemente nervioso- REINO, SEÑORITA ZINNIA, RÁPIDO!-

Quizás hacer todo eso era arriesgado, pero quería confiar en la palabra del rubio y dejarle a cargo la contención de tal ente.

“Yo te protegeré”, aquellas palabras que me dijo Reino provocó que mi cuerpo dejara de temblar por el miedo de la situación e hice lo que dijo, permanecer a su lado en silencio, mientras escuchaba las opciones que estaban dando los demás para poder alejar el espíritu. Lo único que podría funcionar era terminar el juego pero no estábamos todos los presentes concientes como para hacerlo ¿Serviría si sólo lo despidiéramos la mitad del grupo que éramos? La situación estaba totalmente fuera de control, éramos sólo humanos y se suponía que iba a ser sólo un juego. Yo no creía que los demonios o espíritus existieran en realidad.

Miré hacia la nada, por mi mente pasaban muchas cosas. Combatir contra lo que parecía ser un espíritu poderoso, si no lográbamos que se fuera todos estaríamos muertos…Sería el fin de todo. No estaba del todo segura que pudiéramos cerrar el ciclo ¿Debería de estar preparada para la muerte? Tenía muchas cosas que arreglar, y tan sólo la idea de morir esta noche me aterraba. La voz de Reino hizo que saliera de mis pensamientos, solo veía como intentaba combatir con el espíritu, claro que con un resultado para nada positivo. El espíritu había poseído ahora a Shavantog, sólo veía como caminaba hacia la señorita Layla para querer matarla, quería correr hacia ella, y defenderla. Era doloroso querer hacerlo y no poder, lo primordial era terminar el juego no salvar la vida de la señorita Layla, que decisión tan mas cruel y despiadada, no quería que mataran enfrente de mi a una persona.

Cuando Jinguji nos llamó tomé la mano libre de Reino y la apreté con fuerza- Reino, s-sé que no es el momento indicado pero…Pero si no llegara a funcionar el plan quiero decirte que yo te…-Apreté con más fuerza su mano, todo lo que pude viéndole a los ojos- Yo te…Pido perdón, por lo que pasó en año nuevo- Unas lágrimas comenzaron a salir, quizá esta fuera la última vez que lo viera y le hablara, aunque en realidad una disculpa no era lo que quería decirle, quería decirle que estaba muy confundida y me sentía la peor persona por no tomar  una decisión, ellos no lo merecían- No quería herirlos, mucho menos su amistad. Reino «Tu me plais»*, pero también él- Necesitaba sacar aquellas palabras, de esta manera pasara lo que pasara ya no tendría ningún asunto. Casi enseguida de lo que dije caminé junto con él hacia Jinguji, cada paso lo sentía muy pesado.

Ya estando ahí sequé rápido mis lágrimas- Hay que hacerlo rápido, no sabemos si el señor Shavantog pueda controlarlo y evitar que mate a la señorita Layla. No se mucho de la Ouija pero Reino creo que tú tienes que despedirte del espíritu mientras volvemos a hacer el círculo- Traté de posicionarme, cerrando los ojos, para concentrarme pues una parte escencial e importante es que todos permanecieran en total calma para que pudiera surtir y el espíritu pudiera irse. No me fue tan difícil volver a mantener la calma,  ayudó mucho decirle aquello a Reino, ahora lo único en que pensaba era de despedirme del espíritu y dejarlo marchar.

*Me gustas

La única forma de hacer desaparecer al ente era terminando la sesión de la Ouija, lo sabía, y por eso apoyaba el plan de cerrar el círculo junto a sus compañeros. Sin embargo, volvió a quedarse petrificado en su sitio cuando notó que el espíritu acababa de poseer a Julius y les estaba provocando con dañar a Layla.

Layla, por su lado, seguía apaciblemente tendida sobre el sillón con algunas manchas de sangre en su precioso disfraz de reina de corazones. El rojo le quedaba muy bien, pero en esos momentos sólo podía augurar un hecho fatídico. Estaba inconsciente debido al impacto de haber sido empujada contra el ventanal y tenía varias heridas. La situación de por sí era bastante mala y Reino no quería por nada del mundo que acabara peor.

El terror de que ese espíritu llegara a lastimar severamente a su representada le hizo perder los estribos por un momento. Reino se precipitó hacia Julius empuñando su espada pero la mano de Zinnia lo detuvo ipso facto. La voz de Jinguji llamándolos también ayudó a despertarlo de su trance.

No sacaba nada con batallar contra un espíritu, sólo acabaría consumiendo sus energías hasta que consiguiera asesinarlos a todos, pero ¿qué pasaría si Julius no podía controlarlo y Layla acababa siendo asesinada frente a sus ojos? Tal destino le resultaba insoportable, por lo que en una décima de segundo tuvo que tomar una doloroso decisión.

— ¡Confío en ti, Shavantog! — Exclamó, sintiéndose extremadamente impotente. Ni siquiera sabía si su voz alcanzaría a Julius pero confiaría en que así sería. A penas volteó hacia el círculo de la Ouija para reunirse con Jinguji, Zinnia apretó su mano con fuerza y le miró a los ojos para dirigirle lo que parecían ser unas últimas palabras.

Reino enarcó ambas cejas, lleno de sorpresa. En principio porque no era el momento para hablar de lo ocurrido en año nuevo y le parecía que Zinnia ya se estaba rindiendo a la muerte, y luego por su disculpa. ¿Por qué le estaba pidiendo perdón? Si era él quien había arruinado todo...

— ¿Qué... significa eso? — Preguntó en apenas un murmullo cuando Zinnia hizo su declaración, pues al parecer la bailarina había olvidado que él no entendía el francés. Sin volver a intercambiar palabras sobre el tema, ella le arrastró hacia el círculo y todos se posicionaron donde les correspondía. — ¡Houjo, tú también...! — Llamó al pelirrojo de improviso, pero éste se encontraba acuclillado en un rincón de la estancia, abrazado al cuerpo inconsciente de Ren en un claro estado de shock. — Supongo que sólo seremos nosotros tres...

Después de dejar escapar un suspiro, Reino solicitó que todos los integrantes restantes se sentaran y colocaran sus dedos índice nuevamente en el vaso sobre el tablero de la Ouija.

— Espíritu, retírate por favor. — Pidió con voz solemne, a lo que el vaso se movió de forma súbita hacia la respuesta: NO. — ¿Puedes retirarte, por favor? — Volvió a insistir Reino, queriendo sonar más gentil esta vez. El vaso volvió a moverse hacia el mismo sitio. — Vamos... Por favor... — Repitió, sintiendo cómo la voz se le quebraba. Estaba empezando a desesperarse.

Si la situación no se solucionaba rápido volvería a perder la calma y no dudaría en ir contra Julius para proteger a Layla.

Aclaración:

-¡Tonto! ¿No ve que todo acabó? Con el cuerpo de este sujeto nadie me podrá detener. Su poder es inmenso- Pensó en su interior al observar que aún y con el pánico que se respiraba, tres se atrevían a tratar de acabar el juego. -¡Vaya que son valientes!...Bueno, pondré a prueba eso.

Se dirigió a Layla y con su puño derechó cubrió su mano de hielo hasta que obtuvo una punta filosa. -¡Fabuloso!- En un intento por comprobar qué tan comprometidos estaban, movió su mano hasta perforar la pierna de Layla, no para hacerle una herida mortal, pero sí para sacarle un susto a los demás e invalidarla durante largo tiempo.

-Veo que es en serio- Se escuchó molesta, por lo que decidió ir hacia uno de los implicados: Reino.  -Como veo que depositaste tanto tus esperanzas en él, creo que es mejor que veas cómo te destruyo- Y después de mostrar una sonrisa de malas intenciones, volvió a crear hielo en su mano derecha, pero esta vez logró crear la forma de una cabeza de dragón. -¡Sorprendente! No tengo idea de quién seas, pero agradezco todo esto que me dejaste- Movió su brazo tratando de acertarle un golpe mortal a Reino, pero...

-¡¿Qué?!- Su brazo se detuvo a escasos centímetros de Reino -¡¿Que sucede?!- Comentó el espíritu, confundida y temerosa. -Lo siento, pero esta mente ya tiene demasiados ocupantes como para compartirla...

-¡¿Quién?!...¡¿Quién eres¿!- Parecía ser una pregunta al aire, pero alguien más estaba

-Me encantaría presentarme, pero creo que mi otro yo quiere ser prudente y guardar su identidad...Aunque una inútil como tú ni se lo merece.

"Julius" se encorbó y empezó a quejarse. -¡No!...¡No!- Gritaba en desesperación.

-¿Van a quedarse ahí mirando o van a acabar con su estúpido jueguito?- Reprimió a los presentes repentinamente. Obvio no se trataba del espíritu o del Julius que solían conocer.

Como pudo se arrastró hasta poder estar en medio de ellos. -¡Espero que tengan dónde encerrarte!

Spoiler:

Su mirada iba de un participante en otro más sus pupilas se ensancharon cuando con horror vio que la piel de Layla era perforada por el hielo y la sangre cubría el piso, instintivamente grito-Nadie se mueve si es que no quieren que alguien más salga lastimado!- era increíblemente difícil mantenerse allí sin hacer nada y ser tan frío con el asunto, de hecho, sus piernas se movieron por si solas casi en una postura de querer levantarse mientras apretaba los dientes y no sacaba el dedo sobre el vaso. Era como si su cuerpo instintivamente quisiera ir a proteger a la mujer más su mente decía que debía ser más objetivo.

Al ver que "Julius" volvía a hablar y miraba a Reino esta vez de manera amenazante, sintió el miedo y la adrenalina por lo que sucedería. Una gota de sudor surcó desde su frente a su mejilla, cuando de pronto otra voz le llegó a los oídos.

Miró el cuerpo de Julius moverse al centro y luego de exclamó-encerarlo...La espada! Reino, utiliza la espada de Julius para sellar a ese espíritu. Debemos decirlo con fuerza!!!sin dudar- tomó aire y con decisión y potencia en su voz dijo- Esto ya acabó, vete de aquí, Adios!!-Miró a los demás esperando que le siguieran la segunda y tercera vez-Esto ya acabó, vete de aquí, Adios!!- El indicador se movía violentamente.-Que la espada sea tu lugar de prisión, adios!!

Realmente no tenía idea si aquello funcionaría pero fue lo único que se le podía ocurrir.

"Por favor, que funcione, seguro Julius sabrá que hacer luego con eso...pero debemos llevar a Layla y a Ren al hospital..."

Spoiler:

"¿Su poder? ¿A qué se refiere?" Se preguntó cuando el fantasma volvió a desafiarlos. Todos los presentes observaron cómo su brazo cambiaba de forma haciendo uso de una extraña habilidad. Antes de que Reino o cualquiera pudiera hacer algo, Julius hirió gravemente a su representada.

— ¡LAYLA! — Exclamó al ver cómo el hielo atravesaba su piel. No podía creer nada de lo que estaba pasando, ¿acaso era una pesadilla?

La sangre empezaba a correr copiosa por sobre su alfombra. Debía llevarla al hospital con urgencia. La voz de Jinguji advirtiéndole las consecuencias de un acto impulsivo se escuchaba lejos. Reino ya no pudo soportarlo más: desvió completamente la atención del indicador y se incorporó lo más rápido que pudo para detener a Julius. Sin embargo, la mano de Zinnia volvió a tomar la suya en un débil intento de detenerlo. Y afortunadamente este gesto bastó para hacerle reaccionar y pensar las cosas otra vez.

"Es cierto... No podemos combatir esto así... No puedo dejar que hayan más víctimas..." intentaba mantener la calma mientras el fantasma volteaba hacia él con intenciones hostiles. El hielo en su brazo volvía a cambiar de forma, esta vez haciendo la figura de un dragón. "¿Qué está sucediendo? ¿Un fantasma puede hacer todo eso?" Reino se encontraba en cuclillas cuando notó que Julius se disponía a atacarlo. En ese momento supo que estaba al borde de perder la vida. Hace años que no corría un riesgo como ese, pero no había espacio para dudas: si su enemigo decidía atacar debía defenderse como pudiera.

Aún tenía la espada junto a él pero para alcanzarla necesitaba tomarla del suelo y abrir un espacio de ataque al espíritu maligno que probablemente significaría su muerte. Pensó en alguna estrategia que le sirviera, sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos Julius se encontraba justo al frente suyo. Reino tomó rápidamente la espada sin perder de vista a su contrincante y planeó clavarla en algún sitio preciso para inmovilizarlo más no matarlo, pero fue en ese momento donde él se detuvo. Parecía que estaba siendo controlado por una fuerza externa.

El monólogo que siguió lo mantuvo alerta y confuso, con el arma empuñada y dispuesta al ataque. Fue entonces que Jinguji reaccionó.

Reino entendió inmediatamente su plan por lo que siguió de cerca a Julius (o a quien fuera que ahora le estaba controlando), manteniéndose en guardia en caso de que decidiera atacar otra vez. El poseído se situó al centro de la Ouija y Reino se reunió en el círculo junto a los demás. Zinnia fue la siguiente en seguir las oraciones de Ren y luego, al tercer canto, Reino se incorporó y clavó la espada en el centro del vaso indicador.

— ¡Que la espada sea tu lugar de prisión, adiós!

Con esto, la espada dejó escapar un resplandor enceguecedor que inundó toda la estancia y paralizó momentáneamente a los presentes.

—¡No! ¡Espera! ¿Qué haces?— Clamó la espíritu en un inútil intento de dialogar. —¡Haré lo que quieras! Podemos deshacernos de él. ¿Quieres este cuerpo? Puedo darte control también....— La uz comenzó a apoderarse de ella.

Rió por lo bajo. —Nosotros dos estamos condenados a esto hasta el final de nuestros días...Ya llegará mi momento. ¡Ahora lárgat de aquí!— Soltó un gran quejido, seguido de la espíritu abandonando el cuerpo del ángel y dirigiéndose a la espada, dando un último destello antes que esta volviera a su tono habitual.

"Julius" se quedó jadeando un poco y luego se reincorpora, dando un suspiro y acomodándose un poco la camisa. Acto seguido gira a donde Reino, donde este podía observar que el iris esmeralda del ángel habia sido cambiado por uno rojo como la sangre. Julius observa su espada y se acerca a él, arrebatándosela de las manos —¿Aquí? ¿En serio? Bueno, ya me encargaré de mandarla a otro lugar. Ahora, espero que con lo de hoy aprendan a no jugar con cosas que no pueden contolar — Sonó severo en lo que se giró y veía a Layla. Se acercó trozo parte del vestido de ella para poder detener un poco las hemorragias. —Esto servirá por el momento. Si se dan prisa tal vez viva para contarlo— El Julius que habitualmente conocen incluso se ofrecería para llevarla al hospital, lástima que con el que estaban lidiando no le importaba mucho el estado de la chica; lo consideraba como una "lección" para los presentes.

Se levantó, enfundó su espada y se dirigió a la salida. —Lamento el giro que tuvo esta fiesta. Realmente hubiera preferido algo más..."humano"— Se detiene en la puerta y vuelve a girarse —¿Qué? ¿Van a dejarla ahí? Pregunta al ver el rostro incrédulo y paralizado de los presentes, luego se retira del lugar.

Nota:

Una gota de sudor bajaba por su mejilla y aunque sentía que esto era casi despertar como de una pesadilla intentó espabilar cuando  escuchó que Julius se dirigía a Reino para luego dirigirse a la puerta.

El pelinaranja miró a Reino y luego a Reira- Encárgate de ella, iré a encender el auto y llevarlo a la entrada para que nos marchemos de aquí lo más rápido posible, si esperamos una ambulancia quizás sea muy tarde- luego volvió la vista a Kei y suspiró con el ceño fruncido- encárgate de ella y tráela...eres el más indicado para eso en este momento.

"Seguro ella podría sentirse segura en tus brazos"

Ren se giró y comenzó a correr hasta llegar al auto y encender el motor, esperando.