{Halloween} Encuentros paranormales y demases.

Hasta el momento todo iba bien. Podía observar que muchos de los presentes ya tenían su historia con otros, y por como sentía en el ambiente... algunos estaban pasando por ciertas tensiones, como si hubieran deseado no encontrarse con esa persona en particular. Bueno, por lo menos no me aburriría en ver qué ocurre entre ellos, lástima que por ser de los que no conoce muy bien a los presentes tardaré en ambientarme.

En eso el joven de cabello naranja ofreció preguntó gentilmente si deseaba algo de tomar. No dudé y sonriendo contesté a su pregunta. -Champagne sería perfecto. ¡Por favor!- No tenía que dejar la cortesía de lado. Tomé la copa y di un pequeño sorbo, no sin antes agradecer por tal gesto. -Debo decir que quien eligió esta champagne tiene buen gusto...No había probado algo de calidad en años.

Para darle algo de emoción al ambiente de Halloween, una de las presentes sugirió un muy popular juego de terror: "La Oujia". Mi rostro, si bien no perdió su mirada alegre y tranquila, si se mostró algo "sorprendido", si esa era la palabra correcta, ante tal juego. Muchas veces los que presumen haber jugado resultaban en puras patrañas, pero eso no significaba que siempre lo eran...Es un juego muy peligroso, incluso yo tenía órdenes de tratar de evitar eso a toda costa. Lástima que en mi posición no podía retirarme: por la presión social que tenía ahora, y porque si esto salía de control me sentía obligado en tener que ayudar. Confiemos en que esto no pase a mayores.

-Será interesante ver qué ocurre. Aunque mucho de lo que dicen son puras patrañas- Fingiendo incredulidad me acerqué a todos mientras esperaba que nuestro anfitrión trajera esa tabla improvisada. Por más simple que fuera eso podía servir aun así.

No me fijé bien entre quienes me puse, y como indicaba Reino, coloqué mi dedo índice en el vaso, y tranquilo esperaba que los demás hicieran lo mismo. Era curioso, tenía un mal presentimiento, pero a la vez sentía esa misma emoción humana de curiosidad. Tal vez y esta experiencia podría ayudarme.

-Tranquilos, sólo relájense y no sientan pánico- ¿Quería algo entretenido? ¡Pues ahora lo tengo!

El ambiente era agradable, aun cuando se percató de que el pelirrojo llamaba por su nombre a la castaña. Siguió en lo suyo no haciendo demasiado jaleo por las obvias reacciones del par, después de todo no era de meterse en los problemas o relaciones ajenas.

Entrego a Julius su vopa de champagne con un sonrisa, mientras que a su vez él tomaba un sorbo de su propio vaso. Al parecer junto con la idea del popular juego vino la aceptación.

sin ningún tapujo se acerco a Ren y tapando su boca con su mano como si de un secreto se tratase, el idol susurro en el oído de la guitarrista-Si sientes miedo no dudes en tomar mi mano, alice~- sonrió picaramente haciendo ver sus colmillos del disfraz, ella ya conocía esas facetas del idol, pero no le aburría en lo más mínimo jugar de vez en cuando.  

Siguió las instrucciones en silencio sentándose en el suelo junto con los demás y escuchando con atención. No era un tipo que no creía, pero bueno...entre tanto que había visto en japón no era extraño su relajo y rostro despreocupado (como el de costumbre).

Cuando Reino terminó posó su dedo sobre el cristal, esperando que los demás hicieran lo mismo, la sonrisa del idol se veía traviesa pero tranquila-ya saben, sin correr~-añadió en broma

No pudo evitar saludarle con obvio nerviosismo, una sonrisa torpe y más de un tartamudeo, sintiéndose aun más estúpida que antes. Al verle ya más lejos dejó escapar un largo suspiro, debía controlarse, ya no era una niña ¿no? Ni tampoco tenía razones para hacerle sentir incómodo a él, era más bien todo lo contrario. Apretó los puños dándose palabras de aliento en voz baja a si misma.

-¿Eh?-Se volteó hacia el idol, pestañeando un par de veces, riendo un poco.-Haha, claro que no. Si sientes miedo no dudes en decirmelo~-le sonrió con cierta picardía, la verdad era buena para estas cosas, de hecho le gustaban, y tal vez era hasta más fácil que Jinguji se asustara antes que ella, por lo que no pudo evitar el devolverle la broma.

Dicho esto se acercó al improvisado tablero, tomando asiento en el suelo. Estaba emocionada, no era como si fuera inmune a estas cosas o la más valiente de las personas allí (la verdad era sumamente miedosa, pero cuando se trataba de asuntos de "vivos") o algo así, sino que le llenaban de intriga, tanto que en ese momento no se le borraba del rostro una pequeña sonrisilla emocionada.

Colocó su dedo sobre el cristal, alzando la vista hacia Reino primero, luego hacia el vaso bajo los dedos de todos, dejandose llevar por el movimiento del anfitrión, espectante del resultado. Todo era tan silencioso, y a la vez todos parecían algo nerviosos del resultado.

Se acercó un tanto vacilante a la mesa que dispusieron para jugar, dudando si realmente tenía que pasar por todo ello por el bien de "pasar una buena noche" y no quedar como el amargado... ¿Pero porqué justamente tenían que ponerlo a prueba con uno de sus más grandes miedos?

El mundo era cruel. Y no solo por ello, aunque no quisiera, parecía tener una antena especial para la recepción de movimientos e interacción entre el Idol y su ex pareja. Por cada vez que se pillaba a sí mismo reaccionando a algo, se reprochaba internamente diciendo "Basta, Kei, basta". Pero sus reacciones iban más rápidos que sus pensamientos, por lo que era una lucha constante en su cabeza.

Sin mucho animo y todavía con el vaso en mano Kei se sumó a los dedos sobre el cristal. Por cada vez que los nervios le ganaban y comenzaba a temblar el pelirojo le daba un sorbito a su vaso, sin realmente querer fijar su vista en la hoja, ni tampoco en la persona que sabía que era conciente de que en esos momentos el sonidista estaba aterrado.

¿No era necesario, verdad?

Al parecer todos estaba de acuerdo en jugar pero eso era normal ¿Cierto? Era la actividad que haríamos en conjunto y nadie querría ser aislado. Me senté en el suelo con la espalda recta y en un principio con mis manos sobre el regazo escuchando las instrucciones de Reino, asintiendo de vez en cuando tratando de guardar toda la información posible acerca de cómo se jugaba, claro que recordaba algunas cosas que mis compañeros me contaban días después de que ellos practicaran el mismo juego. Estaba tan concentrada en las intrucciones que todo lo que pasaba a mi alrededor, quiero decir, con los demás compañeros de trabajo, no les prestaba atención. Claro que solo veía la máscara de aquel personaje que estaba vestido, como siempre, no lograba ver las expresiones de Reino. Una vez que terminó de dar las instrucciones bajé la mirada a mi regazo.

Cuando todos comenzaron a poner su dedo índice yo también lo hice de la manera mas suave que me fue posible, pues como dictaban las normas uno no tenía que recargarse totalmente en el vaso. Como se necesitaba estar relajada comenzé a respirar de manera más controlada, mire de reojo a Reino teniendo una expresión de si en verdad no iba a ocurrir nada “extraño”. Quería que me dijera que no iba a ocurrir nada malo, que lo máximo que pudiera pasar era que nos aburriéramos, pero claro que eso no iba a pasar.

Desvié la mirada hacia a un lado, hacia el compañero que se estaba sentado a mi costado. Lo observé y en mi memoria apareció un breve encuentro que tuve con él, en la cafeteria y de pronto la tension que me quedaba desapareció ¿Como no lo recordé antes? Ahora no me sentía tan mal sabiendo que había mas de un conocido en la reunión. Antes de que oficialmente comenzara me incline hacia él con una sonrisa tranquilizadora en mis labios- Estaremos bien- Fue lo único que le dije en un susurro, tratando de sonar muy convencida de ellos, esperando que sus nervios se calmasen un poco- Creo que estamos listos todos, no sé que sigue ¿Cómo podemos contactar con los espíritus? ¿O alguien tiene que hacer una pregunta pregunta?- Me sentía un poco torpe al decir todas esas preguntas a este nivel de la Ouija pero necesitaba estar muy segura.

"Sin correr". Tomando en cuenta lo peligroso que esto podía ser si se contactaba al espíritu incorrecto a veces era la mejor alternativa que uno tenía. Estaba nervioso, lo acepto, pero no principalmente por mí. Si algo malo le pasa a alguien me sentiría culpable. La próxima vez que me pidan "Ten una vida común como humano" lo haré en un lugar más tranquilo.


Todos nos pusimos en posición, pero al parecer ninguno se atrevía. Mirando de reojo a la gente que estaba en silencio, aparentaba la incredulidad con la que me noté antes. Luego, Reino decidió ser el "valiente" para llamar a alguien.

Atentamente escuché la pregunta que sonó en todo el lugar, respirando tranquilamente a que nada pasara..."No" Bien, yo no moví el vaso. ¿Quién lo habrá hecho? Pero eso no era lo que debía preguntarme ahora; las luces de todo el lugar se apagaron, y podía sentir que todos seguíamos en el lugar. ¡Esto se va a poner feo!

-¡Tranquilos, muchachos! Debió ser una falla en el voltaje. Lo mejor es que nos quedemos juntos. No creo que nada malo suceda, ¿verdad?- ¡Tenía que abrir la boca! El vaso volvió a moverse para volver a colocarse en donde estaba la palabra "No". ¡Maldición!

No comenzó con las preguntas por el simple hecho de que no había nada que preguntar. Pero si nadie comenzaba sólo sería una reunión de varios adultos(unos más que otros) sosteniendo el vaso con sus dedos y eso sería una velada realmente triste.

Soltó una risa seca con el rostro expectante. Nadie hacia nada.

Por buena ocurrencia, Reino fue el primero en preguntar algo. Claro, en el momento en que el vaso se movió por primera vez dirigió su vista a los presentes.

"Acaso no fue nadie?"

De pronto a oscuras, oyó primero la voz de Reino y luego la de Julius. El vaso volvió a moverse reaccionando al parecer frente a la pregunta.

"¿Será parte del plan de alguna broma por la festividad?"Suspiró y cerró los ojos para intentar acostumbrarse más rápido a la oscuridad-oh...esperen-de su bolsillo sacó su celular y activó la linterna de emergencia, una aplicación bastante común entre japoneses por los constantes sismos. Iluminó un poco el lugar- Están todos bien?

Lo que vino no lo pudo predecir, pero de alguna manera su celular empezó a parpadear-...esto es extraño, recargué la batería esta mañana...-su rostro se puso más serio.
Ok, si esto estaba pasando debía seguir calmado, así que trató de mantener la luz pero se iba apagando. De lo poco que sabía sobre estas cosas era por meras películas. Había escuchado que no había que perder el "juego" hasta que el espíritu decidiera irse por lo que por precaución no sacó su dedo de la improvisada "tabla".

¿No sería mejor llamar al encargado para que repare el problema?

El vaso volvió a moverse...-...-

NO

"Está...reaccionando a nuestras preguntas..."

No iba a negarlo, comenzaba a asustarse con todo aquello del apagón, incluso había llegado a dar un respingo cuando no logró ver nada, más negó con la cabeza sonriéndo de forma nerviosa. V-vamos...seguramente todo es un plan de Reino-san para hacer más interesante la velada...después de todo es Halloween...S-si...eso debe ser pensó, intentando calmarse un poco. Todos estaban en la misma posición...no era más que una broma por parte del staff, seguramente era el mánager quien movía el vaso...¿verdad?

El crujido de la silla más próxima se escuchó fuerte y claro, fue allí donde el silencio reinó. La chica se volteó lentamente, sintiéndo una gran tensión en su cuello. A menos que hubieran otros invitados sorpresa ¿Quién habría sido el responsable? No tenía sentido, todos estaban allí, no sentía pasos, ni veía alguna sombra extra...Reino lo había planeado todo muy bién.

La misma silla comenzó a deslizarse lentamente por el piso de la habitación, su posición inclinada daba a entender que alguien la estaba arrastrando. ¿El problema? No existía ese alguien. Los ojos de la castaña, atónitos de lo que "veían" a medias, seguían los movimientos sin moverse, el rechinar penetraba sus oídos sin permitirle pensar en nada más. Creía que ya era suficiente, por lo que decidió quitar su mano del cristal...Allí fue donde las cosas comenzaron a ir mal. La brisa que dejó el mismo mueble que se movía al pasar rápidamente frente a todos fue lo único que sintió antes de oir el fuerte golpe de la silla al estrellarse contra el piso. ...Esto...No es un juego...

Las luces comenzaron a titilar, la lámpara centra estaba temblando levemente mientras emitía debilmente una luz intermitente. Dió un paso hacia atrás, más sin entender porque su cuerpo dejó de responderle, podía sentir como alguien le rodeaba con sus brazos, fuerte, frío...De un momento a otro la chica cayó al suelo perdiéndo la conciencia.

"Estaremos bien"

Escuchó a Zinnia decir y en parte, eso le ayudó. Inspiró profundo y dejó ir el aire lentamente antes de el silencio mantenido, agradeció el gesto con una suave sonrisa, pero su paz no duró demasiado. Pronto Reino hizo la primera pregunta.

Al primer movimiento Kei dio un salto que no pudo disimular muy bien, su cara de pánico era lo único en verdad necesario para saber el nivel de miedo que iba alcanzando con cada segundo que pasaba. Para cuando las luces se apagaron Kei ya había soltado el vaso con licor que tenía en la otra mano y este se había hecho añicos estrepitosamente al caer al piso.

No le importaba ni tampoco se cuestionaba si era o no una actuación, el asunto era simple y era que a él no le gustaban esa clase de cosas. Ni siquiera el poco alcohol ingerido le daba el valor para hacer frente a toda la escena o buscarle una explicación lógica.

Se sentía estúpido, cobarde, pero no podía hacer nada contra su reacción natural. Desde pequeño no toleraba las historias de terror o asuntos paranormales como el que justamente estaban viviendo, porque de lo de la silla en adelante, lo miraran por donde lo miraran, aquello no parecía estar planeado.

Pero cuando escuchó a la chica reír, a ella de entre todos, supo que algo no estaba bien y un frío terrible le recorrió la columna vertebral hasta la nuca, mirando la inusual escena. Ren no bromearía así, no lo haría, menos sabiendo el pánico que él le tenía a todo eso, ella no era así de cruel. De inmediato miró a todos casi blanco del miedo.

-Esto no está bien...- Murmuró con la voz temblorosa hacia donde estaba Zinnia, sintiendose al borde de las nauseas solo por su sistema nervioso.

- ¡R-reino...! -Olvidó formalidades y llamó a quién su mente le decía que era la autoridad en ese momento. Esa no era Ren. Iba a decirlo, pero de un momento a otro la situación se puso grave. La chica se había puesto agresiva.

-¡REN! - Ante el escándalo después del empujón de Layla, no dudó en olvidarse del vaso y del tablero y acercarse a ella, era probable que de ser otra persona la que actuara así de extraño, Kei hubiese corrido fuera del lugar si es que las piernas le hubiesen dado para ello. Pero algo estaba mal con Ren, y eso, por sobretodo, le causaba mucho más pánico que si el mismo diablo se hubiese aparecido frente a ellos.

- ¡Oye....! - Quería preguntar qué le ocurría, quería saber si estaba bien, pero su voz no salía, y su respiración se comenzaba a agitar. Solo pudo tomarla de los hombros, inseguro del contacto, temblando de pies a cabeza como un niño a punto de una crisis de pánico, no era de extrañar considerando la medicación actual de Kei y la extraña situación que estaban viviendo.

Alternaba la mirada entre la chica frente a él y Layla que había caído y ahora estaba cubierta por trozos de vidrio. Eso era malo, era malo en todo sentido. Rogaba en su mente que Layla estuviera bien, que incluso todo fuera una broma y él quedara como el ridículo, que alguien hiciera algo porque todo se estaba saliendo de control, incluyendolo a él...

La primera vez que se movió el vaso me sorprendí pues seguí las indicaciones y mi dedo solo lo rozaba pero debía de pensar de manera racional, seguro alguien estaba hacieno presión, la necesaria para que el vasopudiera moverse. Este era un truco muy utilizado por las personas que lo juegan, en secreto uno de mis compañeros me decía que él lo movía para que fuera más interesante el jugarlo así que en estos momentos debía de seguir tranquila pero se estaba haciendo muy difícil por las otras cosas que estaban pasando, sobre todo cuando se apagó la lu de forma inesperada. Di un pequeño sobresalto e hice un esfuerzo por no apartar el dedo del vaso, no se debía de perder la “conexión”.

Parpadee un par de veces para acostumbrarme a la penumbra pero estaba en esta acción cuando volvió a moverse ante las preguntas que estaban haciendo. Debo de admitir que cada vez más estaba nerviosa, algo me estaba indicando que lo que hacíamos era peligroso que algo malo ya estaba ahí en el departamento de Reino, debía de ser aquello a lo que llamamos instinto de superviviencia . El ambiente se estaba haciendo cada vez más pesado y frío.Justo en el momento en que las cosas comenzaron a moverse pensé que si era una broma ya no era graciosa recordando que el joven Kei estaba muy nervioso, incluso antes de que empezaramos, con estos acontecimientos seguro sus nervios estaban hasta el límite

La señorita disfrazada de Alice fue la que rompió la conexión, se alejó de nosotros y se desmayó. Dejé de mirarla par aver ahora a Reino, con las cejas fruncidas, iba a decirle que la broma debía de terminar. Comencé a hablarle cuando la señorita Ren comenzó a reírse de manera frenética-Reino, si esta es una broma previamente planeada debo pedirte que…-Dejé a la mitad mi frase al escuchar el susurro de Kei, si él decía que estaba mal entonces no era una broma, la expresión que tenía mientras veía a la señorita decía que ella estaba actuando de un modo que no era el inusual.

Poco a poco me incorporé,al igual que la señorita layla la cual preocupada por Ren corrió hacia ella, tomándola del brazo y...

Lo que pasó después me dejó helada, podía sentir cómo el calor se iba de mi cuerpo mientras que en mi estómago se hacía un nudo, el golpe del ventanal se oyó muy fuerte. Mi cuerpo no se movie, apreté los puños dando un gran respire, lo cual se me hacía difícil, más con el corsé puesto. Y ordené a mis pies que se movieran para dirigirme hacia el cuerpo de la señorita Layla, ella no se estaba moviendo. Tenía que actuar rápido. Se escuchaba cómo los pedazos de vidrio que estaban en el suelo se rompían gracias a mis zapatos. Al principio la movía con delicadeza quitándole algunos pedazos de vidrio que estaban en su ropa pero ella no reaccionaba- Reino n-no reacciona- Dije tratando de sonar calmada pero temblaba mi voz. Mientras trataba de llevarla a un lugar sin vidrios sentía algo liquid, estaba sangrando. En esos momentos no solo mi voz sonaba temblorosa, mi cuerpo comenzaba a temblar también-Está sangrando…-Esta vez susurré dejándola en un sillón y buscando torpemente en mi vestide mi teléfono móvil, necesitábamos hablarle a una ambulancia. No em atrevía a quitarle los pedazos de vidrio que tuviera en el cuerpo pues al estar a oscuras no sabría si se habían enterrado profundamente o no.

Una vez que lo encontré noté que estaba apagado, traté de prenderlo pero era inútil. Al igual que con el teléfono del joven Jinguji el mío ya no servía, supongo que pedirle a alguien su teléfono no iba a obtener un resultado satisfactorio, no quedaba otra opción que salir del departamento para pedir ayuda. Al ver que Kei estaba con Ren y los demás cuidarían de la señorita Layla corrí, levantando con mis manos el vestido, hacia la puerta. Giré la perilla pero no ocurrió nada, lo hice con más fuerza. No solo por pedir ayuda es que quería salir, necesitaba tomar aire fresco. Estando en este trabajo de salir sentí cómo algo me golpeaba, eran los vasos que iabn dirigidos hacia mí, no dolían tanto así que trataba con esa labor pero ahora no solo vasos iban sobre de mí, también las botellas las cuales si dolían así que dejé de intentar abrir la puerta para cubrirme.

Un aura escalofriante se sentía por todo el lugar, incluso yo sentía temor de lo que pudiera pasar. Había alguien más presente además de los que llegamos a la fiesta, y no, no era nada que me indicara que fuera una broma de nuestro anfitrión. Esto se tornaría en una pesadilla.

Traté de reaccionar, pero fue tarde: el círculo fue roto. -¡Espera! ¡No lo hagas!- Grité tratando de detener a la señorita Hikari, pero el miedo fue superior y ahora ella parecía estar pasando por una posesión. ¿Qué podía hacer ahora? Nunca había estado en una situación parecida, mis habilidades sólo lastimarían el cuerpo de la señorita...No, no era momento de dudar, tengo que ayudar a sacar a ese espíritu de Hikari. Pero mientras traba de pensar en algo, la señorita Layla se acercó a ella y ahora terminó gravemente herida. Me levanté y ordené a todos. -¡Nadie más se acerqué a la señorita Hikari!- Me fui a donde llevaban a Layla y traté de ver si podía hacer algo con sus heridas.

¡Maldición! La hemorragia es demasiado fuerte y profunda para que pudiera cauterizarla o congelar la hemorragia; su cuello era demasiado frágil para que lo soportara. No sobrevivirá mucho tiempo, y la opción de llevarla al hospital dejando a los demás aquí era igual de mala. Y como temía, la señorita Millaray fue atacada por el espíritu que poseía a la chica, a lo que Reino fue a su rescate.

Me quité la gabardina que traía para trozarla un poco e improvisar un vendaje en el cuello de la señorita Layla, lo demás lo hice para taparla del cuello a los pies. Me levanté y tomé la vaina con mi espada y por el suelo se la arrojé al manager. -¡Reino!...Espero y sepas cómo usarla. Traten de salir y llevar a la señorita a un hospital, no se preocupen por mí...- Por el momento mi único plan era servir como escudo -o carne de cañón- para que los demás pudieran escapar. -Por cierto, si alguien sabe cómo encerrar un espíritu tal vez me sirva su ayuda- Por el momento me ponía enfrente de la señorita Ren para tratar de evitar que lastimara a alguien más.

La situación estaba saliendo de control, cada uno estaba actuando de forma precipitada y las consecuencias estaban dándose a ver.

La guitarrista estaba poseída por algún tipo de espíritu, eso era ya un hecho, por mucho que le constase aceptarlo. Ahora era tiempo de actuar lo más centrado posible, aunque por dentro estuviese tan preocupado que no podía con su propia mente.

"Cálmate, Ren...cálmate..."
Necesitamos algo de luz..luz...

El golpe en uno de los vidrios lo desconcertó, dejándolo mudo por unos instantes.
Entre la conmoción se dirigió a las cortinas y las deslizo para que la luz de la ciudad se hiciera paso por las ventanas, al menos de esa manera podrían tener una mejor vista de la situación y por lo demás, podría ver el rostro de Ren y su actual estado.

Dirigió su mirada a la guitarrista, buscando alguna forma de saber como reaccionar cuando se percató de que el pelirojo la sostenía tembloroso por los hombros, Zinnia era atacada y luego defendida por Reino.

Julius se dirigió raudamente a Layla luego de que estos viesen que la muchacha estaba seriamente herida.

Cerró los ojos intentando buscar una solución al problema. Aún cuando había visto este tipo de hechos en Saotome Gakuen aquí no era nada parecido a la magia lo que controlaba a la chica, no podría arreglarlo con algo tan "cursi" como el poder de la música, como lo hicieron en su momento Cecil y Haruka, esto era algo mucho más serio.

"Piensa, que había que hacer en estos casos."

Mientras Julius se ponía frente a la castaña y ordenaba que salieran de allí Ren comenzó a recordar- No, ni de broma...No me voy a ir de aquí sin ayudarla!-se acercó a Julius por la espalda, dándole espacio al saber que podía ser peligroso acercarse demasiado, no tanto por él, en realidad le preocupaba el bienestar de la muchacha.

Julius-dijo en tono serio pero intentando calmarse- Si bien la situación de la señorita Layla es grave NADIE puede salir de la habitación, tenemos que acabar el juego con todos los presentes aquí o podría pasar algo peor...-llevó su mano en forma de puño a su mentón, pensativo y a la vez preocupado- Tenemos que decirle adiós al espiritu y mantenernos calmados, si nos desesperamos solo ayudaremos a que este ente este más tiempo aquí, debemos decirle adiós cuanto antes y obligarlo a irse!!

Había escuchado a Reino decirme que me apartara de la puerta pero era imposible, con los objetos que me lanzaban lo único que podía hacer era cubrir mi cabeza para dándole la espalda a los objetos, al menos no era tan grave recibir los golpes en la espalda que en la cabeza. Pronto el ataque comenzó a cesar, o eso es lo que pensaba pues al reincorporarm pude ver que Reino corrió hacia mí y ahora él es el que recibía los golpes, la risa de la señorita Hikari aún se hacía presente, como si de verdad lo estaba disfrutando. Mis ojos se abrieron mucho, sorprendida de que reino me salvara.

Era la segunda vez que él me rescataba. Comenzaba a parecer mi verdadero caballero.

Aunque sólo nos vimos cara a cara por un momento para mí pareció ser mucho más tiempo, mi expresión además de parecer muy sorprendida era de preocupación. Él de nuevo estaba siendo lastimado por mi culpa…Con estos pensamientos en mente él actuó rápido y nos alejó del lugar, me quedé pegada a su cuerpo esperando a que los ataques cesarean. Sólo cuando en verdad cesaron pude sentir un gran dolor en mi muñeca, voltee a ver y la razón era que Reino apretaba mi muñeca. Vi su mano para después volverlo a ver- Rei…no-Susurré, mi cuerpo aún no dejaba de temblar. Se suponía que debía de mantener la calma pero todo lo que estaba ocurriendo, todo esto tan “sobrenatural” rebasaba toda mi lógica, incluso quería pensar que todo esto se trataba de un sueño y que de un momento a otro despertaría, para ir a la verdadera reunion de Halloween. Estaba a punto de decirle que me lastimaba cuando el sonido de un metal se escuchó cerca de nosotros. Voltee a ver a los demás y notamos que el señor Shavantog nos había aventado una espada, antes de que Reino la tomara con la mano que tenía libre lo jalé de su chamarra.

-N-No la utilices- Comencé a decirle haciendo un gran esfuerzo por dejar de tartamudear- Lo que s-sea que esté dentro del cuerpo de la señorita Hikari su cuerpo aún es suyo, no podemos hacerle daño-Mi tono de voz sonaba muy suplicante, ya dependía de Reino si tomaba la espada o no pero yo realmente no quería era que la lastimaran-Debemos de hacer lo que dice Jinguji, hay que despedirla e ir rápido por ayuda médica para la señorita Layla.

La risa de la señorita Hikari se hizo más notoria, al parecer había esuchado mi plan pues al tratar de verla de reojo estaba viendo directamente hacia nosotros, Kei aún trataba de “controlarla” pero en estos momentos ella parecía ignorarlo completamente, ladeo la cabeza de una manera un tanto macabra-¿Creen que sera así de fácil? ¿Creen que permitiré que me despidan?- En ese momento con facilidad avento al joven Kei, su fuerza no era normal pues lo aventó como si de un papel se tratase y como estaba viendo hacia nosotros tenía miedo de que pudiera hacernos lo mismo. Quería correr hacia el joven Kei y ver si estaba bien, por suerte él solo cayó en el suelo y comenzaba a reincorporarse- ¡Por fin!  después de tantos años salgo de aquel lugar ¡Y vuelvo a tener un cuerpo!-Sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo de la señorita Hikari- No volveré a ese lugar….-Quedó un momento callada, dejó de vernos para ahi ver al señor Shavantog, una sonrisa retorcida apareció en su rostro era demasiado amplia- Tú…

Dio un paso adelante sin siquiera parpadear- Antes de que siquiera traten de detenerme poseeré tu cuerpo. El tuyo es mucho más poderoso que el de ella ¡Imagina lo que hare con el tuyo! En comparación de poder este cuerpo es desechable- Terminando de decir eso una sombra negra comenzó a salir del cuerpo de Ren empezando a flotar. Mientras tanto el cuerpo de la señorita Hikari se desplomó pero no logró tocar el suelo pues el joven Kei corrió a auxiliarla, él parecía estar mas concentrado en cuidarla.

Al observar la sombra se podía notar que tenía una cierta forma, no era del todo nítida y ésta de vez en cuando comenzaba a desaparecer, dando a entender que sin un cuerpo el ente en cuestión de tiempo desaparecería. Lo que sobresalía de la sombra eran unos ojos totalmente rojo brillantes. Con un movimiento rápido la sombra se dirigió hacia el joven Shavantog, dispuesto a poseerlo.

Spoiler: