[Festival Escolar] En mirar no hay engaño (Privado)

"¡Aria, una orden por acá!", "¡Aria, una orden por allá!", ese había sido su ir y venir el último rato, ¿por qué tenía ella que estar haciendo todo eso? Oh, claro, porque traía puesto ese traje de maid y encima no podía quitárselo... no cuando Louise tenía algo tan valioso para ella en sus manos, maldita chantajista, debió de haberlo sospechado desde un principio.

Por suerte el hecho de usar zapatos como los que llevaba no le era para nada incómodo al momento de caminar rápido para llegar a las diferentes mesas que requerían de su atención, sin embargo, lo que le molestaba era el largo de la falda que llevaba y que la obligaba a jalarla a medida que caminaba al no tener la costumbre de usar faldas de ese tipo. Sólo se dedicaba a atender la orden, ir a buscarla y volver lo más rápido posible con una amplia sonrisa, todo el tiempo ignorando cualquier comentario que pudieran hacerle sobre su vestimenta.

No mucho después, el chillido de las chicas del lugar y las que caminaban por el pasillo le hizo rodar los ojos. "De seguro han de haber visto a alguno de los alumnos populares vestido como host" pensó, sabiendo que en aquel mismo lugar atendían hombres como contraparte a las chicas, atendiendo en todo capricho a las visitantes, por lo que suspiros enamorados y chillidos habían sido la música de fondo que opacaba la música de piano que resonaba en el salón.

Justo entonces volvieron a llamarla para que se encargara de algún recién llegado. ¡Ahora voy! Tenga aquí, disfrute su comida~ –dijo con una amplia sonrisa antes de tomar la charola y dirigirse a la mesa que le indicaban junto a una de las ventanas que daba al pasillo, en donde de espaldas a ella se veía lo que parecía como un hombre mayor y algo alto... un momento, conocía ese cabello de alguna parte... no podía ser que...

Sí, sí podía ser. Porque justo entonces cuando estaba por llegar a su lado, aquella persona se volteó para revelar a Ren Jinguji, el idol. Cuando sintió que le miraba de arriba hacia abajo llevó su mano hacia su falda de forma inconsciente para bajarla un poco mientras por el contrario, el rubor subía hacia sus mejillas. Carraspeó un poco antes de hablar, ¿debería fingir que no lo conocía? La verdad, si lo pensaba, a aquellas alturas daba igual.

—Tanto tiempo, ¿no es cierto? ¿Conociendo la academia? –aprovechó la situación para colocar la charola frente a ella para sujetar su falda, haciendo una leve mueca con sus labios para aumentar su expresión de vergüenza– Buenos días... ejem... entonces... ¿se le ofrece algo... señor? –sabía que él iba a burlarse del comentario, pero no pudo evitar decirlo de aquella forma, todo mientras algunas de las maids cuchicheaban entre sí.

Spoiler:

—Se le ha venido un poco de nostalgia por su época de estudiante, ¿señor Jinguji? –preguntó con una suave risita para intentar quitar la tensión del ambiente, una que ella misma se había metido en la cabeza por hallarse vestida de semejante manera frente a alguien con un carácter como el de Ren– Qué amable de parte de las "señoritas" entonces... aunque ahora que lo mencionas, no conozco a muchos compañeros que tengan aspiraciones a vocalistas... o aún no se deciden o creo que he visto más músicos... eso creo... –no era como si tuviera una relación tan íntima con todos sus compañeros, la excepción de momento era Louisse, y un poco en el caso de Lucia.

Bufó un poco por el comentario de Ren, que de algún modo era acertado– Pensaba que ibas a aprovecharte un de la situación de que te llamara señor, ¿que no a todos los hombres les gustan las chicas vestidas de maids? Si no, míralos a ellos... –acto seguido señaló con su pulgar a varios chicos que parecían pasarse de listos con unas compañeras, igual como lo habían hecho con ella minutos antes– Hmph, no está mal ponerse en carácter de vez en cuando, después de todo tengo que practicar un poco la actuación para la obra de Romeo y Julieta, ¿lo recuerdas? No odio del todo el traje, pero... es excesivamente corto... –suspiró casi en un gesto de derrota, había usado vestidos aún más cursis en casa, aunque algo así de pequeño siempre había estado fuera de sus listas– No sabría qué recomendarte en sí porque no he probado nada, pero... –se quedó pensativa unos momentos antes de procesar lo que acababa de escuchar– Un momento, ¿no te gusta el chocolate? Vaya, eso no me lo esperaba, ¿eres alérgico? Entonces si es así... supongo que podría decirte que pidieras un pastel marmolado de té verde o de fresas... o un parfait... –mientras pensaba jugó a ensortijar sus dedos en su propio cabello con un aire distante, volviendo finalmente a la realidad tras escuchar la propuesta de Ren.

¿La estaba invitando a recorrer el festival? Claro, no quería sonar creído aunque fuera lo primero que le hizo pensar tras imaginarse a un montón de chicas espiándolo o siguiéndole por toda la escuela. Meditó por unos segundos la respuesta pero luego recordó que hasta que Louisse tuviera en su poder su collar estaba atada a ese lugar por quién sabía cuánto tiempo más, lo que la hizo ver notablemente incómoda– Pues, no diría que no, pero la verdad es que... ¿eh? –parpadeó con extrañeza, ni siquiera conocía a esa chica pero la había liberado de sus "labores", bueno, eso había sido generoso de su parte– Podría decir que me tienen chantajeada aquí... y por eso no puedo marcharme... pero... ¡ah! –repentinamente una sonrisa radiante apareció en su rostro, casi como una expresión de victoria. Se le había ocurrido una idea.

—A decir verdad, tú podrías ayudarme con algo, espérame un momento... –se devolvió hacia los camarines de las maids y de camino entregó la orden que había escogido Ren para ir a hablar con Louisse, encuentro que al parecer duró bastante poco, puesto que no mucho después volvió a salir finalmente con su vestido y con una mano al cuello, terminando de ponerse su collar. Al parecer el soborno que le había dado a su compañera pesaba mucho más que verla a ella de maid, después de todo, no cada día le ofreces una fotografía autografiada de un idol.

—Creo que ahora sí estoy libre... sólo que luego debo pedirte un favor, ¿no traes contigo de casualidad alguna foto tuya autografiada? –se avergonzó un poco de decirlo de aquella manera, por lo que trató de disimularlo con un leve carraspeo, escondiendo un poco su sonrojo al darse cuenta que Ren lo podría interpretar de otra forma.

La cabeza se le iba abombando con cada momento que pasaba, cortesía de los gritos y chillidos poco disimulados de las chicas a su alrededor, desatados tras percatarse de la presencia de Ren, aunque agradecía que no se acercaran en estampida hacia donde estaban.

—Bueno, nunca se sabe, tenía que intentarlo después de todo –se encogió de hombros al referirse a la petición de la fotografía– y para serte sincera, no tengo idea si te conocerá muy bien o no, pero siempre ve cosas de idols y chicos guapos, no me extrañaría que fuera tu fan... cuando le propuse la idea de una foto tuya, no se negó en absoluto.

Su cara sólo dejó entrever parte de su sorpresa ante el gesto de Ren de proponerle grabar un pequeño saludo, aún con los riesgos que ello implicaba, ¿lo hacía realmente porque quería o sólo quería quedar bien? No parecía ser lo segundo, pero fuera como fuera...

—Eh... no me lo esperaba, en serio, pero gracias... supongo que eso bastará... y me encargaré de que no filtre nada, lo prometo... si es que quiere conservar su cabeza pegada a su cuerpo, no lo hará... Eh... este... ¿me das un segundo? Sólo quiero ir a cambiarme e ir por algo... –se fue rápidamente, entre antes se quitara ese traje, mejor para ella.

Regresó con su ropa casual mientras se colocaba su collar, sin importarle si Ren lo veía o no a esas alturas. De repente, sintió las miradas de todos sobre ella, cargadas de recelo y asombro a la vez, supuso que sería a causa de verle hablar como si nada con Ren. Fue entonces cuando vio la abundante propina que había dejado.

—Wow... no tenías que... gracias... uh... Ren –no eran abundantes las veces en las que se refería a él directamente por su nombre– Creo que mejor nos vamos, esto ya se está poniendo algo incómodo.

Acomodó sus ropas y se encaminó hacia la marcha hacia el exterior del salón, encontrándose prácticamente de cara con todas las actividades escolares a las que no había prestado mucha atención en un inicio: escenarios con música y karaokes, salones simulando mansiones embrujadas, casas de espejo y un "laberinto de estrellas", o así lo promocionaba el letrero.

—Uhm... –no sabía qué decir ahora que habían salido de allí, ¿ahora qué seguía?– Bueno... ¿no hay algún lugar en particular que te llame la atención o algo así? –dijo jugando con la gema de su collar entre sus dedos, de todos modos, suponía que le debía el honor de elegir a dónde iban a ir, después del favor que le había hecho.

—Creo que el agradable servicio deberías atribuírselo a tus fans que estaban ahí –no era que no supiera servir a otros, después de todo solía hacerlo con las visitas que iban a las fiestas de sus padres, comprobando que todos estuvieran cómodos y a gusto mientras el mayordomo mantenía llenos sus vasos.

—¿En serio esa fue tu recompensa? –lo decía sin que se tratara de un comentario irónico en absoluto, realmente le extrañaba y le sorprendía aquello viniendo de un idol– Pensé que podría haber sido el pastel, el saludo para mi compañera o hasta haberme visto en traje de maid, si es por eso... –dijo cruzándose de brazos mientras esperaba saber la decisión de la siguiente parada– de todos modos, lo último que se me habría ocurrido sería considerar eso... que fuera decir tu nombre –negó con su cabeza aún sin creerlo.

—¿Mi voz? –una vez más volvía a tomarla por sorpresa con sus comentarios, ¿de todas las opciones? Pensó que quizás él querría cantar, pero dada la situación, eso sólo traería más problemas... para ambos.

En ese momento recordó una de sus primeras conversaciones con Ren, cuando lo juzgó de ser un idol superficial como algunos que había conocido, cuando él le habló de cantar con el corazón y tenía que admitir que lo había juzgado mal.

"Bien, entonces te probaré que yo también puedo cantar con el corazón. Te mostraré de lo que soy capaz, Ren Jinguji"

—Vale, te daré en el gusto entonces –comentó decidida, casi cn un brillo diferente en su mirada– Al parecer el micrófono abierto está por allá –señaló con su cabeza en la dirección, siendo que se le hacía grosero hacerlo con el dedo.

A lo lejos escuchaba el retumbar de la música gracias a los enormes parlantes y amplificadores. Apresuró el paso al creer oír una melodía familiar.

—Pues estás de suerte, ¡esta me la sé! –se volvió unos momentos hacia Ren antes de recorrer la distancia que le quedaba con la mano en alto para que la esperaran. Apenas recobró el aliento cogió el micrófono a tiempo para cantar su parte.


Una vez más, la música se apoderaba de ella y la llenaba de energía, de esa pasión que buscaba para transmitir sus sentimientos con su voz y sus canciones, esperando que pudiera llegar a alguien, sin saber en quiénes podría causar el mayor efecto.

El corazón le latía a mil por hora mientras intentaba moverse por el escenario, su voz flaqueaba al agitarse tanto, pero en ese momento no le importaba en absoluto, le emocionaba ver a tanta gente alrededor del escenario, ¿eso lo había causado ella? Esperaba que así fuera, le hacía sentir con aún más fuerzas para seguir cantando, aunque su cansancio empezaba a hacerse evidente.

De suerte no pasó mucho más hasta que tuvo que bajarse, agradeciendo al público con un saludo de su mano y bajando algo torpemente por las escaleras, sorprendida de que varios alumnos que ni siquiera conocía se acercaran a felicitarle o incluso preguntarle su nombre o de qué curso era, ante lo cual salió su lado un poco más cohibido, se sentía abrumada rodeada por tantas personas a la vez, por lo que se disculpó y miró a su alrededor, ¿se habría ido Ren? Hasta que finalmente logró distinguir su cabellera naranja entre el montón de gente, por lo que se acercó algo agitada, buscando recobrar el aliento entre el cansancio y lo abrumada que se sentía.

—Ah... ¿de veras? Vaya... creo que tendré que enmarcar ese cumplido –dijo con una sonrisa– No todos los días se puede presumir que un conocido idol te elogia –aún así sentía que quería decirle que se detuviera con tantos cumplidos, no sabía qué responderle– ¿Ver más...? –sus mejillas se tiñeron de un suave rosa, apenas visible, ¿lo estaba fraseando de aquella forma a propósito? Suponía que algunas costumbres de idol no se le iban a quitar, ¿cierto?– Pues... tienes tiempo de sobra esperando hasta la obra de Romeo y Julie-- ¿eh...? Vamos, ¿p-por qué querrías cantar conmigo? No digas tonterías... seguro luego saldría en los periódicos o cosas por el estilo, ¿no?

Miró hacia lo lejos, buscando con la mirada el camino hacia el laberinto, ¿no había dicho que quería ir allí después? Vaya, deberían poner letreros aún más grandes, pero era comprensible que no fueran cosas muy ostentosas, después de todo habían sido hechos por los mismos alumnos a cargo de cada sección.

—Ah... cierto... no dije nada antes, pero... dijiste que para los japoneses el primer nombre es algo de más cercanía... –vaciló un poco al hablar al no saber cómo frasearlo– Entonces... si es así, puedo dejarlo si es demasiado, pero Jinguji a secas o señor Jinguji sería.... –hizo una mueca al arrugar su nariz. Claramente para alguien occidental sería algo un poco incómodo.

—Bueno, de todos modos... ¿dijiste que querías ir al laberinto de estrellas, no es verdad? –lo estaba recordando bien, ¿verdad?– De todos modos no consigo ver bien hacia donde está, ¿creo que era hacia allá? –señaló algo insegura en la dirección en donde creía que estaba.

“Cantar sin nadie mirándonos...” repitió en su mente las palabras de Ren. Aquello sonaba más como la ida a un karaoke o algo por el estilo, ¿qué cosas estaba pensando? Sería que todo el ambiente festivo se le había subido a la cabeza de una forma u otra.

—Deja de decirlo como si estuvieras hablando de algo indebido, p-por favor... –comentó con el rostro enrojecido, sabía que aquellos comentarios debían de ser adrede, ¿o eran acaso ideas suyas?– Creo que... la prensa es algo de doble filo... puede elevarte tanto como puede hundirte hasta el fondo si así les place –agregó con algo de amargura, nunca había sido partícipe de algo así, sin embargo sólo bastaba con leer alguna revista especializada para ver cómo destrozaban a artistas que habían puesto en un altar tan sólo meses atrás– Por eso creo que les tengo un poco de miedo, ¿tú no? ¿Crees que el amor de tus fans y de la prensa durará para siempre? –le preguntó con sincera curiosidad, tanto en su voz como en su mirada, sin afán de hacerle sentir mal. Aunque por la forma de hablar de Ren, sonaba como si ya hubiera experimentado ese trato de la prensa antes. “Me pregunto qué habrá sucedido, ¿seguramente malos rumores?"

Un momento, ¿ella había hecho eso? ¿realmente había tratado de darle un apodo? Qué demonios estabas pensando, Aria...

—¿Lo hice? ¿de veras? La verdad es que no lo recuerdo... ¡de verdad que no! –agregó apresuradamente antes de que pensara que estaba mintiendo para desentenderse del asunto– Qué vergüenza... –dijo tapándose parte del rostro con su mano, tanto por saber que Ren aún recordaba una tontería como esa, y también por saber que fue ella quién cometió dicha “tontería”.

—De todos modos... –dijo tras carraspear un poco su garganta– ¿Qué estás tratando de decir con eso? Claro que va a sonar diferente ahora, si en ese entonces apenas nos conocíamos, y tampoco digamos que estabas en mi lista de personas favoritas –al decirlo de esa forma no sabía si molestarse ante el recuerdo de la errada impresión que tenía del idol y lo mal que lo había tratado por sus prejuicios, o por recordar la molestia que había sentido ante la forma de Ren de tratarla en ese entonces, teñidos sus recuerdos con el lente de su percepción errada.

En el fondo apreciaba que de vez en cuando le llamara por su nombre en vez de esos apodos que parecía sacar de debajo de su manga. Antes había dicho que para los japoneses llamar por su nombre a otra persona indicaba que eran cercanos... ¿acaso Ren la estaba considerando cercana, a pesar del no mucho tiempo que llevaban conociéndose? O quizás sería en parte su propia percepción de cómo forjar un lazo amistoso más cercano... “¿Estaré siendo demasiado dura? Quiero decir... me extrañaría que lo considerara así, pero...” pensó mientras le daba una mirada de reojo a Ren, desviándola rápidamente antes de hacer demasiado contacto directo.

—C-creo que te estás aprovechando demasiado, ¿no crees? –comentó medio en broma y con una suave risa, en parte ignorando sus comentarios sobre ser más considerada con él, eso lo habría hecho con cualquier otro, después de todo a eso se llamaba tener modales, ¿no es así?– De todos modos... si dices que Ren está bien... pues entonces así se queda, supongo... Mira, no estábamos tan perdidos... –señaló con su dedo a la entrada del laberinto, aunque a medida que se iban acercando se le comenzaban a ir las ganas, seguramente su paso se vería entorpecido por las fans del idol que se le lanzarían en trompada encima para pedirle autógrafos.

Decidió ignorar a la multitud y abrirse paso entre la gente para poder pasar al laberinto antes de que pudiera sentirse agobiada por tanta gente junta, que el sólo pensarlo ya comenzaba a agitarle el corazón. Los hicieron pasar de a dos cada cierto tiempo para que la pareja de adelante tuviera tiempo de recorrer a su ritmo antes de sentirse invadidos por más personas. Estaban rodeados de paredes negras en un inicio pero a lo lejos lograba divisar cortinajes pintados con constelaciones estrellas colgantes que parecían ser lámparas. “Vaya, sí que pusieron bastante empeño en hacer estas cosas...” pensó mientras seguía viendo hasta donde alcanzaba su mirada.

Sin previo aviso se apagaron las luces. La repentina oscuridad en la que los sumieron la hizo pegar un brinco y sujetarse de lo primero que encontró, el brazo de Ren. “Ah...” para el momento en que se dio cuenta ya era demasiado tarde, aunque se soltó rápidamente esperando que no hubiera sido demasiado evidente, en el fondo agradeciendo que en la oscuridad no podría ver su cara con mezcla de sorpresa y vergüenza. "Si no digo algo como "lo siento", pasará desapercibido, ¿verdad?"

Si algo había aprendido a apreciar de Ren en el corto tiempo que llevaba conociéndolo, era el cariño que manifestaba por sus fans. Antes habría pensado que era sólo una forma de hablar para él, como idol que era, pero se había dado cuenta es que éste era real, sin embargo, le costaba pensar que alguien pudiera limpiar su reputación de la forma en la que él decía.

—Sólo con tu esfuerzo... –murmuró en ese momento, poco convencida, no de sus capacidades, sino de la perseverancia de la prensa– Pero si los periodistas se ensañaran contigo, ¿aún así podrías? –no quería ser pesimista pero asumía que Ren habria visto las mismas cosas que ella o incluso más, artistas arruinados por la prensa, alejados del cariño de sus fans y su credibilidad completamente destrozada a la luz pública. Y en el fondo aquello no era algo que querría para alguien tan dedicado a su gente como Ren– La verdad te admiro... –comentó con una risa– Me costaría soportar que mi versión personal fuera distinta a lo que supieran mis fans, que no creyeran mi verdad a pesar de todo.

Sólo rodó los ojos cuando Ren la miró en actitud de disculpa por el comportamiento de sus fans al llegar al laberinto, después de todo era algo que esperaba desde que lo vio llegar. “¿Supervisar? ¿En serio?” suponía que sus fans se tragarian esa excusa pero sabia que en el fondo lo hacía para que sus fans no se enloquecieran con su presencia... ¿verdad? De todos modos tenía razón, no todo son performances y escenarios.

Cuando se sujetó del brazo de Ren quería fingir que podría pasar desapercibida en medio de la oscuridad, ¡sólo fue una reaccion instintiva, despues de todo se habia asustado!

—O-oye, ¿si iluminas así no se pierde la emoción de guiarse sólo por las estrellas del laberinto? –comentó aun un poco acelerada por el sobresalto, tanto así que no vio venir la pregunta de Ren y se mantuvo en silencio unos instantes como si no supiera cómo reaccionar. “E-espera, ¿la mano? Pero.... ¿o el brazo? D-da lo mismo cual sea, ¡de cualquier manera nos veríamos como....!”

Sus pensamientos se aceleraron de tal manera que ante la sensación vertiginosa de momento volvió a aferrarse al brazo de Ren, pero esta vez no lo retiro. “S-si, bueno, qué más da....”

—E-está bien asi, q-quiero decir, es parte de la atracción, ¿no? Sólo..... apaga la luz, podrian regañarnos o algo.... –en parte era aquella su inquietud y porque sentia que su rostro estaba delatando la carrera de pensaientos que rondaban su mente.