Té, dulces y música {Priv. Lucien}

por Invitado Jue Sep 04, 2014 12:00 am

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— ¿Q-que dulce gustaría comer, Lucien? a mí me gustan t-todos así que prefiero que usted elija ~ — Comento mientras caminaban a su habitación de los dormitorios, estaba poco menos que dando saltitos de la emoción, realmente le alegraba mucho el poder comer algún dulce y té junto al mayor, por más simple que sonará, le hacía inmensamente feliz aquello... hubiera sido mejor aún si Vittoria les pudiese acompañar, pero, ese día no se encontraba, había salido... pero bueno, de seguro podría comer dulces y té junto a ella cuando volviese. Era sin duda, un día lleno de dulces y sorpresas, ojalá alguna canción naciera de todo esto... sentimientos así eran los que más ansiaba impregnar en su música.

Al llegar al tercer piso donde su cuarto se encontraba, se apresuró a buscar la llave de su cuarto en el bolsillo de su sweater para abrir la puerta apenas se encontraran frente esta. Y una vez allí, abrió la puerta y se hizo a un lado para dejarle pasar primero — Lle-llegamos~ ehm... lamento si hay mucho desorden de peluches... — Reitero, riendo nerviosa y rascando su nuca. Luego de que el entró accedió ella, cerrando la puerta tras sí.

El cuarto que los recibió era una pequeña sala, con una gran ventana que daba hacia el terreno que rodeaba a los dormitorios, era simple, de color blanco y una cocina estilo americano unida a este, habían unos sillones del mismo blanco que el cuarto rodeando una mesa de café con un florero lleno de rosas de varias tonalidades en el centro, con varios peluches esparcidos por este. A un costado se hallaban dos puertas, las que llevaban a su cuarto y al de Vittoria, del otro lado es donde se encontraba la puerta del baño, con uno de esos típicos letreros de algún patito indicando que había tras la puerta. Era un lugar bastante acogedor a pesar de ser solo el cuarto del internado de la escuela, además, de que los cálidos rayos del sol seguían presentes por aquel ventanal, volviendo el lugar aún más cálido y luminoso de lo que ya se veía a simple vista — El teclado q-que suelo tocar esta en mi cuarto, por lo que... t-tendríamos que tomar el té allí, e-espero no le moleste... — Se alzó de hombros. Siempre había preferido el piano de cola a tocar algún piano normal o teclado, pero, era imposible meter uno allí, aparte aquel teclado blanco que yacía en su cuarto era muy preciado para sí... allí había aprendido a tocar junto a su padre de pequeña, y, aun que estaba bastante viejo era sumamente preciado para ella, no quería ni pensar que pasaría si algo le ocurriese, sería casi como perder a alguien querido... — P-puede tomar asiento si quiere, y-yo comenzaré a alistar las cosas para cocinar ~ — Dijo y fue directo hacia las repisas sobre la cocina, sacando de allí los utensilios de cocina que usaría — Por c-cierto... ¿Qué té te gustaría tomar L-Lucien? — Volteo hacia él, ladeando el rostro.

por **Lucien Luarent** Mar Sep 23, 2014 3:05 am

Seguía con paso calmado a la muchacha albina, después de todo sus piernas la ser más largas que las de ella le ayudaban a mantener su ritmo y no tener que apresurarse.

Tiene alguna especialidad?quiero decir, algo que se le de muy bien? me gustaría probar aquello-su voz sonaba tranquila, la energía de la chica le mantenía en cierto grado de paz y hace mucho no compartía con alguien más que su hermana una taza de té, usualmente ahora lo estaba haciendo solo.

Entre paso y paso vio el cabello de Nina moverse, Lucia pasó por su mente ya como el usual fantasma que era. Lucien sólo se dedicó a seguir a Nina y cuando aquella sombra aparecía miraba el cielo desde los ventanales de gran tamaño de la acaudalada academia.

"¿Tomarás el té como siempre?...Lucia"

En poco tiempo llegaron al tercer piso, una gran coincidencia ya que él también se hospedaba en el tercer segmento del ala contraria, el de varones.

Lucien entro no sin antes limpiar sus zapatos-Con su permiso-ya adentro escuchó a Nina entrar y sus palabras algo nerviosas. Negó suavemente la cabeza con su usual aire maduro- Esta bien, Lucia adora ese tipo de cosas, aun cuando no las tenga en la habitación estoy acostumbrado a estar rodeado de ellas, así que no hay cuidado con ello.

La habitación de mujeres era muy parecida a la de los varones. "Deben buscar igualdad después de todo" así que el asunto no era incomodo para nada. Ciertamente estaba decorado de otra manera, es más por lo mismo Lucien había preferido tener una habitación sólo para él, un lugar más pequeño donde se llegaba directamente a una pequeña sala de estar que a su vez era su estudio de artes.

Al parecer Nina vivía con alguien más, luego le preguntaría por ello, quería saber como se llevaba con su compañera- Oh..claro, creo que de esa manera sería más cómodo, tampoco me gustaría molestar a su compañera de cuarto.

Siguió a Nina a la puerta correspondiente mientras hablaba- comprendo totalmente, mi piano está en la mansión, si fuese posible me gustaría tenerlo en mi habitación pero...es bastante grande e irreemplazable, así que debo conformarme con los pianos de la academia. Aunque nunca es lo mismo, tengo un lazo muy especial con aquel instrumento.

Muchas gracias-sus ojos siguieron a la chica al ir a las repisas-Me gustaría un té negro, en lo posible, por favor-El pianista no era muy quisquilloso, excepto por el té, las costumbres inglesas aun cuando él naciera en tierras amazónicas se había quedado grabadas en sus modales y gustos- No desea que le ayude? puedo preparar té, no me gustaría dejarle todo el trabajo- Lucien comenzó a sacarse su saco que pulcramente venía vistiendo, siempre se le veía ordenado- No sería ninguna molestia-

por Invitado Jue Dic 25, 2014 4:08 am

Su eufórico y animoso andar continuo hasta que escuchó la respuesta a su pregunta, allí, comenzó a caminar con más calma, llevando sus brazos tras de sí para sujetar uno por el codo, como formando un cuatro con ambos. Empezó a divagar con su mirada por el lugar, observando el techo y luego bajando hacia el brillante exterior tras el ventanal del pasillo. ¿Qué postre podría dar de respuesta? A su gusto todos estaban muy deliciosos y le salían bien, y por su manera de ser introvertida no había tenido muchas personas que los probaran como para saber cuál era el más agradable al gusto de todos los que no fuesen ella, su hermano o Vittoria. ¿Macaron? ¿Rollcake? ¿Cupcakes? ¿Brownies? Todos le sabían bien... ¡Qué difícil elección!
Luego de pensarlo bien, opto por lo que más disfrutaba cocinar, ya que si bien todos le sabían igual de rico, tenía que elegirlos de otra manera ¿no? y que mejor que seleccionarlo por lo divertido que era prepararles — C-creo que... los rollcakes son lo que mejor se me da, pero... d-demoraría un poquito, a menos que use una receta de pastel ya preparada... ¿no le m-molesta eso?— Dijo al final, como comenzando a planear el cómo lo prepararía desde ese mismo instante… aunque bueno… eso estaba haciendo, si iba a demorarse un poco más de que tomaría una receta simple, quería acortar la espera lo más posible, después de todo, Lucien había dicho que era el delegado de su clase… ¡Y de seguro luego tendría algo muy muy importante que hacer! En sus series, los delegados siempre estaban muy ocupados… no quería molestar quitándole el tiempo.

— ¿enserio su hermana adora los peluches? Me pregunto cuál tipo preferirá ~ m-me gustaría poder darle uno cuando nos conociésemos, s-solo he se de ella lo que usted me ha dicho, pero me resulta u-una persona tan maravillosa que me encantaría po-poder regalarle algo — río con suavidad. Se acercó a uno de los sillones, tomando todos los peluches que había allí entre sus brazos para dejarlos a un lado, dejando así espacio para que el mayor se sentará sin sentirse arrinconado por todos esos animalitos y postres felpudos y adorables, por un momento pensó en llevarlos a su habitación… pero… … le daba algo de vergüenza que Lucien, quien parecía tan ordenado y serio, viese el inmenso desastre de peluches, ropa, libros, mangas y demás que era su habitación, tendría que ordenar un poco —muchísimo— antes de que el entrase…
— ah… Vittoria no está hoy, a-así que no se preocupe por eso, c-creo que fue a visitar a sus padres por el fin de semana… aunque debo admitir que me hu-hubiese encantado que estuviera para tomar té los tres, ella es muy adorable y dulce — Sonrió — ¿uh? ¿ma-mansión?... e-eso es impresionante… debe ser muuuuy grande ~ — dijo casi fantasiosa, imaginando como sería vivir en un lugar así… y… preguntándose… ¿Cuántos peluches debería tener para llenar un cuarto de mansión? — y… esto… es comprensible eso, todo músico crea un lazo muy especial e irremplazable con su instrumento… después de todo… ellos son los confidentes de cada uno, los que mejor conocen como es su alma y corazón… además que después de tantos momentos de frustración, alegría, practica en ellos es inevitable quererles — canturreo con suavidad, mirando a su cuarto, como si pudiese ver más allá de la puerta y observar su amado teclado, el que a través de los años había cuidado mejor que a sí misma.

— pues… si no es molestia, se lo a-agradecería… y-yo… no soy muy buena preparando té… — se alzó de hombros, volviendo hacia los gabinetes para sacar las tazas, tetera, las hojas de té y azúcar — si quiere otra cosa solo dígame y le diré donde esta — comentó, haciéndose a un lado para empezar a sacar ahora los ingredientes del rollcake. Fresas, huevos, harina, mantequilla, un poco de colorantes para decorarlo, y todo eso, tenía planeado hacer uno de vainilla, crema y fresas, algo simple y no muy dulce, lo ideal para acompañar el té que prepararía el mayor.

<3:

por **Lucien Luarent** Lun Jun 29, 2015 5:32 pm

Ante la pregunta de la pequeña hizo un ligero ademán con la mano -Puedo esperar lo que estime usted conveniente, yo sólo soy un invitado y si usted desea realizar el rollcake de cierta forma yo comeré gustoso de igual manera- le sonrió de forma tranquila y complaciente.

Le enternecía el hecho de pensar que Nina pudiese conocer a su hermana, ambas eran un poco similares y estaba seguro que junto a la señorita Brauss ella no tendría el problema de siempre. Nina no sentiría envidia de Lucia, dejandola sola- Tiene como predilecto peluches de animales exoticos...creo que, debe ser por nuestra familiaridad con ese tipo de animales.-no habló más de aquello, en realidad nadie en Glass city sabía del verdadero origen de los Luarent, todos pensaban que eran ingleses.

Ya veo, debe serlo si usted habla así de ella, lamentablemte no la he conocido aun pero confiaré en su criterio.-observó a Nina quitar los peludos animales de felpa, le iba a ayudar pero ella no tardó demasiado con su cometido-He visitado mansiones más grandes, la mansión Luarent es más bien una casona muy antigua, si bien es grande en realidad lo es más el valor de los objetos en su interior y son estos los que presentan más antiguedad. El señor Luarent era un excelente arqueologo así que traía algunos vestigios que no deseaba vender por nada del mundo. Hay piezas de arte muy valiosas, aunque el jardín es también muy exquisito a la vista.

Frente a las palabras de la chica de ojos rubies sobre el instrumento sonrió complacido- Usted...es una buena persona, definitivamente...-No se había encontrado con alguien así en mucho tiempo, extraba escuchar a alguien más hablar de esa forma con respecto al instrumento que tanto amaba. ¿Cómo luciría el alma de Nina en un gran piano de cola? deseaba mirar y luego retratar aquellos colores, de seguro pasteles pero no por ser delicados faltos de belleza.

No es ninguna molestia, ya se lo dije. Pondré esto aquí, con su permiso...-Dejó su chaqueta estirada sobre una silla para que no se arrugara y antes de alejarse de allí sacó un peueño moño del bolsillo de este, comenzaba a amarrar su largo cabello- Ahora que recuerdo, oí que una de las pocas personas que sacaba las mismas calificaciones que yo en cuanto a composición era una chica que no se veía nunca en clases...-se volteo a Nina caminando hacia ella, sonriendole con un el semblante sonriente pero con aquellos gestos que acusarían a un niño pequeño que a sido descubierto- Ahora puedo decir que he conocido a tal señorita~- rió por lo bajo, no recordaba su nombre hasta ahora, quizás por sus obvias preocupaciones entorno a Lucia y a Mine, pero...era inusual en el pianista bromear de esta manera, lo hacia lucir como un hermano mayor bromeando como si nada-¿No ha pensado en comenzar a asistir de a poco a las clases? o...es demasiado pesado para usted?-el pianista se arremangó la camisa para no ensuciarse y comenzó a ordenar las tazas- Oh, muy bonita vajilla, adorable-

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