how have you been?(Priv.Natsuko)

-Waaahhh, Ren Onii-san es el mejor -Exclamó con una enorme sonrisa, se puso de pie y por sobre la mesa abrazó al otro por el cuello con mucha efusividad, así era ella, no le importaba demasiado nada y como se sentía agradecida necesitaba darle algo de cariño al mayor, besó su mejilla y volvió a su lugar en su asiento, momento en que se miró y notó que su ropa había cambiado, su rostro se entristeció repentinamente y murmuró- Ren Onii-san... ¿Estuvo con ella? ¿Ella no le hizo daño? Lo lamento mucho... -Murmuró estirando su labio inferior en un pequeño puchero y sintiéndose realmente alarmada por el comportamiento que Satsuki pudo tener con el otro, era su único conocido en la ciudad y estaba muy feliz de verlo, pero Satsuki era diferente, no sabía que podría haber hecho y eso le daba miedo.

Su mirada se volteó a la persona que los atendería y de un momento al otro se olvidó de lo malo y una enorme sonrisa iluminó su rostro, sus ojos brillaron y tomó suavemente de la mano a la chica- ¡¡Eres tan linda!! Ese traje es lo más lindo que haya visto waaahhh, quiero uno así -Exclamó mirando a la muchacha, soltando su mano solo para ver la carta- Quisiera un helado con mucha crema y fresas, muchas fresas, ah y salsa de chocolate y muchos, muchos, muuuuchos adornos lindos -Pidió decisivamente, sin dejar de mirar a la chica que para ella parecía un lindo adorno que definitivamente quería llevarse-

-Escuchó las palabras de la chica y sonrió ampliamente- ¡Muchas gracias! No puedo esperar para verlo -Su emoción desbordaba, a pesar de ser algo muy pequeño, para ella era algo que la llenaba de felicidad.

Luego de que la linda mesera se alejara, repentinamente regresó a la realidad y se encontró con que Satsuki si había hecho presencia frente al mayor, su labio inferior se estiró inmediatamente de manera involuntaria y comenzó a jugar con la orilla del mantel entre sus dedos, manteniendo su mirada fija ahí.

-Sé cómo es ella cuando... Bueno -Negó rápidamente con la cabeza, alzó ésta misma para fijar sus grandes ojos en el mayor y luego le sonrió, aquel encuentro la hacía feliz y no quería empañarlo con una cara triste, de seguro al mayor le alegraría más verla sonreír y por tanto lo hizo- Ahora Ren Nii-san está aquí y estoy segura de que cuidará de mi -Dijo con seguridad y aquella enorme sonrisa que la caracterizaba, estiró sus manos por sobre la mesa y tomando una de las del mayor la acarició suavemente en su necesidad de ser cariñosa- Muchas gracias, me sentiría perdida sin su presencia aquí -Retiró sus manos luego de unos momentos y volvió a sonreírle- Ahora cuénteme ¿Qué ha hecho? ¿Ya debutó?

-Al retirar sus manos de las del contrario volvió a jugar con el borde del mantel mientras lo escuchaba con atención, hacia tanto tiempo que no lo veía que quería saber qué tal iba todo en su vida. Lo observó con atención y escuchando esas palabras tan dulces, sonrió- Iré en cuanto usted esté disponible, Ren Onii-san, gracias por el ofrecimiento.

-Le era difícil estarse quieta, por lo que comenzó a hacer animalitos de papel con las servilletas que había en la mesa mientras escuchaba sus palabras, asintiendo lentamente al pensar en todo lo que el otro había tenido que hacer y le esperaba a ella en el futuro próximo- ¿Desaparecer? -Preguntó repentinamente, dejando de lado un pequeño pajarito que había hecho con su servilleta- Me imaginé que el ambiente sería algo competitivo, pero nunca tanto...

-Ladeó su cabeza y se quedó pensando unos momentos, no se rendiría, por nada del mundo, alcanzaría su sueño, por lo que una sonrisa sincera y suave se formó en sus labios, notando la preocupada mirada que el otro mantenía sobre ella- Lo lograré, no se preocupe... -Sonrió aun más, aunque al escuchar el nombre de la compositora su sonrisa languideció un poco. Ella había sido testigo de los acontecimientos en Japón, su hermano lamentablemente había salido herido en todo el proceso, pero no era culpa de Haru-chan, ella había elegido a Ren Onni-san y eso era justo, solo que a ella, el dolor de su hermano le había llegado como algo muy directo. Su semblante que pocas veces se volvía serio, lo hizo mientras asentía suavemente- Espero que eso de ella... Y usted siga bien, pero con usted acá... -Lo miró dubitativa, aunque al ver la expresión del otro no dudo en que eso así sería y la dejó tranquila con respecto a al pelinaranja frente a ella. Una sonrisa apareció en sus labios, era inevitable- Me alegra ver esa sonrisa, lo digo con sinceridad -Murmuró bajando la mirada hacia la mesa- Estoy segura de que mi hermano y los demás estarán muy orgullosos de usted... Usted siempre los ha llenado de orgullo y su debut de seguro será hermoso, espero estar ahí para poder verlo. -Sonrió nuevamente mientras fijaba su mirada en la linda mesera que volvía con los pedidos- Primero debo saber si aprobaron mi audición, Onii-san -Rió de buena gana mientras el lindo postre era puesto frente a ella- ¡Es precioso!