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¿Dónde estás?
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¿Dónde estás?
Estaba poniendome inquieta, no podía quedarme solo sentada en mi asiento o ir a comer a la cafetería.
Era la hora del almuerzo y sin pensarlo corrí por Musette intentando encontrar a Lucien, -...Hermano-intentaba llamarlo pero no sucedía nada, lo único que había sabido de él es que...iba a estar muy ocupado en la obra.
ah...-suspiré con pesadez, sin querer llegué a un área en remodelación, no había mucha gente cerca y se adentro allí pensando que quizás su hermano buscaría un lugar tranquilo para leer y comer. Nada.
Buscándote todos los días, sé que este edificio es muy grande...es enorme pero-sujeté el collar que ambos portábamos, el que nos unía como gemelos, el primer regalo que nuestra madre nos había dado- ¿Cómo es posible que ya no te sienta hermano?inclusive preguntando por todo el lugar, tratando de escucharte, de llamarte...no puedo encontrarte...
¿Dónde estás?
Miré el celular buscando el ultimo mensaje que mi hermano me había dejado:
"Lamento el no poder quedarme en el café, asuntos importantes con respecto a mi alumna Sagan surgieron y tuve que partir para atenderlos, me quedé en la casona Luarent.
Por otra parte, estaré muy ocupado con el tema de la obra, es probable que no nos veamos durante un tiempo prolongado, cumple tus labores como Julieta, enfocate en la misión y no pierdas la cabeza en otras cosas.."
Apreté los labios apartando la vista del aparato.
No...pierdas la cabeza en otras cosas...-cerré los ojos y a mi mente, como un recuerdo vivo apareció el chico de cabellos de fuego- Logan-Me sentía sola, quería que me acompañara en estos momentos, de verdad sentía que necesitaba de su compañía...
Por alguna extraña razón sentía que Lucien estaba mintiendo, pero eso era imposible, él no mentía, él no podía mentir, y menos lo haría conmigo-...¿cierto?- negué fuerte con la cabeza, a pesar de que no lo veía hace 2 semanas no podía estar dependiendo de él, tenía que seguir adelante y tenía que velar porque ambos fuésemos grandioso músicos! la obra iba a ser un excelente oportunidad para aquello.
Después de todo Lucien se está esforzando mucho-sonreí ante ese pensamiento pensando en que la fortaleza de mi hermano era increíble!
Lamentablemente yo no tenía la más mínima idea que sólo la regla de las mentiras era mediante palabras...el mensaje...era texto, mi felicidad por Logan y mis ganas de que ambos se conocieran y que Lucien me asegurara que estos sentimientos estaban correctos nublaban cuanto mi hermano se había alejado de mi, cuanto me necesitaba.
Ignorante en aquello mis pies siguieron hasta dar a un pequeño lugar, divisé una silueta entre las edificaciones- uh?-abrí grande mis ojos para ver bien, era Aria, sentada en una de las escalinatas-Ah! Aria!-levanté la mano para saludarla con alegría, la había visto un par de veces por los pasillos y luego de que ensayáramos con los demás no podría olvidarle- Buenas tardes!-llegué a donde estaba ella saltando los últimos dos pasos ladeando el cuerpo a un lado-¿Cómo estás?
Era la hora del almuerzo y sin pensarlo corrí por Musette intentando encontrar a Lucien, -...Hermano-intentaba llamarlo pero no sucedía nada, lo único que había sabido de él es que...iba a estar muy ocupado en la obra.
ah...-suspiré con pesadez, sin querer llegué a un área en remodelación, no había mucha gente cerca y se adentro allí pensando que quizás su hermano buscaría un lugar tranquilo para leer y comer. Nada.
Buscándote todos los días, sé que este edificio es muy grande...es enorme pero-sujeté el collar que ambos portábamos, el que nos unía como gemelos, el primer regalo que nuestra madre nos había dado- ¿Cómo es posible que ya no te sienta hermano?inclusive preguntando por todo el lugar, tratando de escucharte, de llamarte...no puedo encontrarte...
¿Dónde estás?
Miré el celular buscando el ultimo mensaje que mi hermano me había dejado:
"Lamento el no poder quedarme en el café, asuntos importantes con respecto a mi alumna Sagan surgieron y tuve que partir para atenderlos, me quedé en la casona Luarent.
Por otra parte, estaré muy ocupado con el tema de la obra, es probable que no nos veamos durante un tiempo prolongado, cumple tus labores como Julieta, enfocate en la misión y no pierdas la cabeza en otras cosas.."
Apreté los labios apartando la vista del aparato.
No...pierdas la cabeza en otras cosas...-cerré los ojos y a mi mente, como un recuerdo vivo apareció el chico de cabellos de fuego- Logan-Me sentía sola, quería que me acompañara en estos momentos, de verdad sentía que necesitaba de su compañía...
Por alguna extraña razón sentía que Lucien estaba mintiendo, pero eso era imposible, él no mentía, él no podía mentir, y menos lo haría conmigo-...¿cierto?- negué fuerte con la cabeza, a pesar de que no lo veía hace 2 semanas no podía estar dependiendo de él, tenía que seguir adelante y tenía que velar porque ambos fuésemos grandioso músicos! la obra iba a ser un excelente oportunidad para aquello.
Después de todo Lucien se está esforzando mucho-sonreí ante ese pensamiento pensando en que la fortaleza de mi hermano era increíble!
Lamentablemente yo no tenía la más mínima idea que sólo la regla de las mentiras era mediante palabras...el mensaje...era texto, mi felicidad por Logan y mis ganas de que ambos se conocieran y que Lucien me asegurara que estos sentimientos estaban correctos nublaban cuanto mi hermano se había alejado de mi, cuanto me necesitaba.
Ignorante en aquello mis pies siguieron hasta dar a un pequeño lugar, divisé una silueta entre las edificaciones- uh?-abrí grande mis ojos para ver bien, era Aria, sentada en una de las escalinatas-Ah! Aria!-levanté la mano para saludarla con alegría, la había visto un par de veces por los pasillos y luego de que ensayáramos con los demás no podría olvidarle- Buenas tardes!-llegué a donde estaba ella saltando los últimos dos pasos ladeando el cuerpo a un lado-¿Cómo estás?
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Fuera de todas las obligaciones escolares que tenía para ese entonces, siempre intentaba darme un respiro o cambiar un poco de ambiente por más mínimo que fuera, y dentro de lo posible en cuanto a alcance, por supuesto. Si bien no pude evadir mis responsabilidades (ni tampoco es que planeara hacerlo), decidí tomar un par de libros para ir a estudiar a uno de los jardines que rodeaban la academia, así al menos no estaría encerrada entre cuatro paredes y probablemente no terminaría sofocada o quedándome dormida, pues allí al menos tendría algo de brisa y paisaje que observar. Observar... y distraerme... Entonces comencé a considerar que no había pensado en ello lo suficiente, pero a aquellas alturas qué más daba, después de todo ya tenía un pie en el césped.
Crucé el amplio patio y busqué con la mirada un lugar en el cual pudiera acomodarme de forma tranquila donde no pudiera ser interrumpida por cuchicheos o algún otro ruido molesto, por lo cual las bancas estaban fuera de los terrenos ideales y mucho menos me sentaría en el húmedo césped, lo cual dejaba la opción de la fuente y encontrar alguna superficie algo alejada donde pudiera estar cómoda. No me quedó otra opción que sentarme en una de las amplias escalinatas que descendían desde uno de los pasillos de las alas que a esas horas probablemente estarían vacías. Mis ojos recorrieron las páginas una y otra vez y mis manos se pusieron a garabatear en mi libreta de notas. Me gustaba estudiar, pero aquella lectura estaba comenzando a cansarme. Suspiré y consideré rendirme por hoy con aquel tema para pasar a algún otro más liviano.
Entonces una voz me sacó de mi dilema, una voz que en un inicio no logré reconocer, siendo ayudada por la apariencia de una joven de cabellos pálidos, muy familiar. ¡Pero si era Julieta! Más bien dicho, la hermana de Lucien... ¿cuál era su nombre? Lucia, sí, era Lucia si mal no recuerdo. Y ahora que lo pienso, si bien nos hemos visto una vez hasta donde tengo entendido, me sorprendió que me reconociera y me llamara por mi nombre, después de todo, he pasado junto a algunos que también están en la obra y ni una mirada siquiera, lo cual me extraña... muchos dicen que mi cabello es algo que no tiene pierde.
Deje mis libros cerrados sobre mi regazo para poder saludarla- Oh, Lucia, hola... –parpadeé aún algo perpleja por su reconocimiento- Pues... yo estoy bien... ¿qué hay de ti? –y bueno, ahora que lo pienso, es primera vez que hablamos cara a cara, los comentarios durante la obra no cuentan porque hablamos hacia el grupo y no a nadie en especial, salvo compartamos escena. Y que yo recuerde no se ha visto a Julieta y Benvolio juntos en un lugar...- La verdad estaba leyendo, pero creo que lo haré más tarde, mi cerebro se ha rendido con este tema por ahora. Creo que estoy perdiendo mi toque... –dije cansada. No lo decía por alardear, pero muchas veces en el pasado se me había hecho fácil esto de leer y luego hacer ensayos, resúmenes o cosas similares, pero ahora mi cerebro estaba en completo vacío.
Crucé el amplio patio y busqué con la mirada un lugar en el cual pudiera acomodarme de forma tranquila donde no pudiera ser interrumpida por cuchicheos o algún otro ruido molesto, por lo cual las bancas estaban fuera de los terrenos ideales y mucho menos me sentaría en el húmedo césped, lo cual dejaba la opción de la fuente y encontrar alguna superficie algo alejada donde pudiera estar cómoda. No me quedó otra opción que sentarme en una de las amplias escalinatas que descendían desde uno de los pasillos de las alas que a esas horas probablemente estarían vacías. Mis ojos recorrieron las páginas una y otra vez y mis manos se pusieron a garabatear en mi libreta de notas. Me gustaba estudiar, pero aquella lectura estaba comenzando a cansarme. Suspiré y consideré rendirme por hoy con aquel tema para pasar a algún otro más liviano.
Entonces una voz me sacó de mi dilema, una voz que en un inicio no logré reconocer, siendo ayudada por la apariencia de una joven de cabellos pálidos, muy familiar. ¡Pero si era Julieta! Más bien dicho, la hermana de Lucien... ¿cuál era su nombre? Lucia, sí, era Lucia si mal no recuerdo. Y ahora que lo pienso, si bien nos hemos visto una vez hasta donde tengo entendido, me sorprendió que me reconociera y me llamara por mi nombre, después de todo, he pasado junto a algunos que también están en la obra y ni una mirada siquiera, lo cual me extraña... muchos dicen que mi cabello es algo que no tiene pierde.
Deje mis libros cerrados sobre mi regazo para poder saludarla- Oh, Lucia, hola... –parpadeé aún algo perpleja por su reconocimiento- Pues... yo estoy bien... ¿qué hay de ti? –y bueno, ahora que lo pienso, es primera vez que hablamos cara a cara, los comentarios durante la obra no cuentan porque hablamos hacia el grupo y no a nadie en especial, salvo compartamos escena. Y que yo recuerde no se ha visto a Julieta y Benvolio juntos en un lugar...- La verdad estaba leyendo, pero creo que lo haré más tarde, mi cerebro se ha rendido con este tema por ahora. Creo que estoy perdiendo mi toque... –dije cansada. No lo decía por alardear, pero muchas veces en el pasado se me había hecho fácil esto de leer y luego hacer ensayos, resúmenes o cosas similares, pero ahora mi cerebro estaba en completo vacío.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
-pestañee un par de veces, parecía que le llamaba la atención mi saludo-Ah! perdona perdona-reí un poco, siempre tendía a tener ese tipo de actitudes una vez que me llamaba la atención alguien, y Aria parecia una buena chica, así que me resultaba curiosa- Perdón si te molesté en tu lectura, se que nos hemos visto poco, pero quería saludar-volví a dar unos pasos adelante y dando un pequeño giro delicado la miré-Seremos compañeras en la obra no es así? y también somos de tercero, me gustaria que nos llevasemos bien-comencé a jugar con mis dedos y a mirarlos, no tenía mucha idea de si estaba molestando pero eso no me detenía a intentarlo.
Lucien está esforzandose, yo debo también.
Debería contestar la pregunta de como estoy?
Yo...la verdad no lo sé jajaja, estoy algo triste porque no he visto a mi hermano durante mucho tiempo y me preocupa como esté.
Oh, estabas leyendo la obra?-sonreí suavemente- te está costando o acaso estás distraída?
Lucien está esforzandose, yo debo también.
Debería contestar la pregunta de como estoy?
Yo...la verdad no lo sé jajaja, estoy algo triste porque no he visto a mi hermano durante mucho tiempo y me preocupa como esté.
Oh, estabas leyendo la obra?-sonreí suavemente- te está costando o acaso estás distraída?
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Moví mi mano para tranquilizarla e indicarle que todo estaba bien- No, no pasa nada, es sólo que es raro que alguien a quien no suelo ver seguido me salude así de forma tan entusiasta –le dije con una sonrisa, en absoluto me molestaba aquello, todo lo contrario. Era agradable ver a alguien así por la escuela para variar y cambiar un poco mis usuales roces con personas como Ichigo y otros que no me eran del todo cordiales- Estaba leyendo, pero creo que te agradezco la interrupción, se me estaba haciendo algo densa la lectura... –suspiré pesadamente- Creo que estoy un poco cansada mentalmente como para estudiar en estos momentos, por eso me vine al jardín, me hacía falta despejarme un poco de la cabeza... –cerré pulcramente mi libreta, los apuntes y libros y los apilé sobre mis piernas para dedicarle la atención a Lucia después de cruzar mi mano sobre dicho montón de papeles.
-Claro que me gustaría que nos lleváramos bien, creo que eres la primera persona de mi clase que lo dice así tan abiertamente –comencé a reírme, contagiada con ese aire luminoso que parecía tener, en efecto era hermana de Lucien, tan similares pero distintos a la vez, si Lucia era una luz brillante y cristalina, a Lucien podría describirlo como una luz cálida pero tenue, la que uno esperaría observar en la penumbra del atardecer, más cercana a la noche, por el contrario a Lucia, que podría ser la luz del amanecer o de plena mañana, brillando en todo su esplendor.
-¿Eh? ¿Triste? –me preocupé un poco al escucharla, si había algo que podía hacer por ayudarla, era lo primero que haría, por lo que me hice a un lado para hacerle un espacio en la escalinata, mirando hacia atrás en caso que oyera a alguien en el piso superior, pero no parecía ser el caso por ningún motivo- No se ven seguido, ¿eh? Bueno, dado que es el delegado y ahora se ha unido a la banda de la obra, es lógico que esté aún más atareado que antes, es una lástima de todos modos. En el fondo comprendo lo que es no poder ver a algún hermano, pero siempre deseé tener algún hermano o hermana mayor –le dije con sinceridad, intentando animarla de algún modo, aunque en el fondo supiera que podría no resultar del todo.
-Bueno... sobre la obra, le he dado unas cuantas leídas pero ahora estaba estudiando otra cosa, de cualquier manera no es como si pudiera concentrarme, creo que mi cerebro me está diciendo que me relaje un poco... quizás me estoy exigiendo demasiado... –dije con pesadez, admitiéndolo por fin. Pero es que si yo no me exigía para poder conseguir lo que quería, ¿quién lo haría por mí?
-Entonces... si te sientes triste, podemos intentar animarnos un poco, ¿hay algo en particular que quieras hacer?... -pregunté algo insegura- ¿Qué cosas te gusta hacer que suelan animarte?
-Claro que me gustaría que nos lleváramos bien, creo que eres la primera persona de mi clase que lo dice así tan abiertamente –comencé a reírme, contagiada con ese aire luminoso que parecía tener, en efecto era hermana de Lucien, tan similares pero distintos a la vez, si Lucia era una luz brillante y cristalina, a Lucien podría describirlo como una luz cálida pero tenue, la que uno esperaría observar en la penumbra del atardecer, más cercana a la noche, por el contrario a Lucia, que podría ser la luz del amanecer o de plena mañana, brillando en todo su esplendor.
-¿Eh? ¿Triste? –me preocupé un poco al escucharla, si había algo que podía hacer por ayudarla, era lo primero que haría, por lo que me hice a un lado para hacerle un espacio en la escalinata, mirando hacia atrás en caso que oyera a alguien en el piso superior, pero no parecía ser el caso por ningún motivo- No se ven seguido, ¿eh? Bueno, dado que es el delegado y ahora se ha unido a la banda de la obra, es lógico que esté aún más atareado que antes, es una lástima de todos modos. En el fondo comprendo lo que es no poder ver a algún hermano, pero siempre deseé tener algún hermano o hermana mayor –le dije con sinceridad, intentando animarla de algún modo, aunque en el fondo supiera que podría no resultar del todo.
-Bueno... sobre la obra, le he dado unas cuantas leídas pero ahora estaba estudiando otra cosa, de cualquier manera no es como si pudiera concentrarme, creo que mi cerebro me está diciendo que me relaje un poco... quizás me estoy exigiendo demasiado... –dije con pesadez, admitiéndolo por fin. Pero es que si yo no me exigía para poder conseguir lo que quería, ¿quién lo haría por mí?
-Entonces... si te sientes triste, podemos intentar animarnos un poco, ¿hay algo en particular que quieras hacer?... -pregunté algo insegura- ¿Qué cosas te gusta hacer que suelan animarte?
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Es que suelo ser así casi siempre, por no decir que siempre soy así-su sonrisa amplia no se disolvía con nada, era raro que Lucía no estuviese sonriendo-Además, siento que si uno llega con mucha energía y ánimos algunas veces puedes contagiar a los demás, a mi me gusta mucho ver a otros sonreír desde el fondo de sus corazones, me hace pensar que es una graaaan cadena de alegría jaja-miró a los ojos a Aria con dulzura-Los seres humanos muchas veces se olvidan que sonreír es una cualidad única de ellos, pueden manifestarlo entre sus pares, los animales no la tienen, deberían poder gozar de aquello¿No te parece?
Cerró los ojos al sonreír, mientras que con su indice de la mano derecha picaba levemente su mejilla al sonreír, algo muy común en ella. En su rostro se apreciaba un aire calmado y agradable cuando sonreía, algo atrayente, pero no al nivel que tenía su hermano que era algo mucho más misterioso y quizás hasta "sensual", si no algo más vinculado al confort y a la estabilidad, algo como cuando ves a una amorosa madre sonreírte y te sientes en casa.
Me alegra saber que podremos llevarnos bien!me gusta el color de los ojos de Aria y el color de su cabello!es bonito y cuando me habla su tono de voz no demuestra ningún tipo de malicia, se nota que es una buena chica-rió con ella como niñas pequeñas, ambas contagiadas por el aire calmo de la semiangel.
La morena chica ponía atención a lo que decía su compañera y era netamente porque le llamaba mucho la atención lo bonita que era y por las ganas de saber como eran las demás chicas de tercero. Aun cuando conversaba con muchas y Lucia era muy popular al igual que su hermano...no tenía amigas o amigos cercanos en la escuela y estaba sola, sobre todo porque ahora(como decía aria), Lucien estaba totalmente atareado con la obra pero...aun así era extraño que no pudiese dar con su paradero, no sabía nada de él, sólo comentarios de sus profesores y ahora los de Aria.
Asintió con la cabeza, con una ligera sonrisa.
Aria no tiene porque animarme, yo debería poder seguir sola...no puedo depender tanto de Lucien para sentirme plena¿El sentirá lo mismo?
Ohoo-dijo con sus labios ligeramente separados y la comisura de su boca formando la vocal con aire de infante, ahora entendía un poco a Aria, parecía una chica que se esforzaba mucho por el estudio aquí en Mussete. Generalmente ella no entendía mucho de eso, prestaba atención a las clases y tenía excelentes calificaciones, casi iguales que las de Lucien pero en el caso de la chica le era algo innato, no como su hermano que debía estudiar más arduamente. Recordó eso un momento y sonrió.
Parece ser que no sólo yo necesita un descanso-ladeo la cabeza, casi como el mismo gesto que hacía su hermano mayor, con una elegancia a la par-Nee~ te gustaría que fuésemos un poco más adentro de aquí? usualmente los pájaros se reúnen, no muchos lo saben, escapan cuando escuchan a la gente asomarse.-le extendió la mano a Aria con gentileza para ayudarle a que se levantara- El canto de las aves me ayuda a animarme y...bueno-volvió a hacer el mismo gesto con la cabeza que antes ahora volviendo a sonreír con los ojos cerrados- se que sonará extraño pero, ellas son mis amigas, de seguro les gustará tu compañía!
Cerró los ojos al sonreír, mientras que con su indice de la mano derecha picaba levemente su mejilla al sonreír, algo muy común en ella. En su rostro se apreciaba un aire calmado y agradable cuando sonreía, algo atrayente, pero no al nivel que tenía su hermano que era algo mucho más misterioso y quizás hasta "sensual", si no algo más vinculado al confort y a la estabilidad, algo como cuando ves a una amorosa madre sonreírte y te sientes en casa.
Me alegra saber que podremos llevarnos bien!me gusta el color de los ojos de Aria y el color de su cabello!es bonito y cuando me habla su tono de voz no demuestra ningún tipo de malicia, se nota que es una buena chica-rió con ella como niñas pequeñas, ambas contagiadas por el aire calmo de la semiangel.
La morena chica ponía atención a lo que decía su compañera y era netamente porque le llamaba mucho la atención lo bonita que era y por las ganas de saber como eran las demás chicas de tercero. Aun cuando conversaba con muchas y Lucia era muy popular al igual que su hermano...no tenía amigas o amigos cercanos en la escuela y estaba sola, sobre todo porque ahora(como decía aria), Lucien estaba totalmente atareado con la obra pero...aun así era extraño que no pudiese dar con su paradero, no sabía nada de él, sólo comentarios de sus profesores y ahora los de Aria.
Asintió con la cabeza, con una ligera sonrisa.
Aria no tiene porque animarme, yo debería poder seguir sola...no puedo depender tanto de Lucien para sentirme plena¿El sentirá lo mismo?
Ohoo-dijo con sus labios ligeramente separados y la comisura de su boca formando la vocal con aire de infante, ahora entendía un poco a Aria, parecía una chica que se esforzaba mucho por el estudio aquí en Mussete. Generalmente ella no entendía mucho de eso, prestaba atención a las clases y tenía excelentes calificaciones, casi iguales que las de Lucien pero en el caso de la chica le era algo innato, no como su hermano que debía estudiar más arduamente. Recordó eso un momento y sonrió.
Parece ser que no sólo yo necesita un descanso-ladeo la cabeza, casi como el mismo gesto que hacía su hermano mayor, con una elegancia a la par-Nee~ te gustaría que fuésemos un poco más adentro de aquí? usualmente los pájaros se reúnen, no muchos lo saben, escapan cuando escuchan a la gente asomarse.-le extendió la mano a Aria con gentileza para ayudarle a que se levantara- El canto de las aves me ayuda a animarme y...bueno-volvió a hacer el mismo gesto con la cabeza que antes ahora volviendo a sonreír con los ojos cerrados- se que sonará extraño pero, ellas son mis amigas, de seguro les gustará tu compañía!
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 168
Fecha de inscripción : 01/05/2012
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Parpadeó unas cuantas veces y se rió, contagiada del entusiasmo de Lucia– ¡Oh, ya veo! Sólo es eso, me extrañé un poco, pero si dices que siempre eres así, ya entiendo todo –su sonrisa era más sincera a cada momento, al lado de Lucia se sentía “liviana”, como si nada pudiera preocuparle, una vez más comparándola con Lucien, pero a la vez de una forma diferente por completo– Pues eso de contagiar te está funcionando, parece ser un don que tienes, gracias Lucia... ¿eh? –parpadeó un poco, pensativa por las palabras de su compañera– Tienes razón, ese tipo de emociones o gestos sólo son únicos en la especie humana, pero... No puedes negar que algunos animales se ven tiernos cuando semejan sonreír, ¿no lo crees? –muy pocos realmente habían visto ese lado de Aria, el lado que podía comentar sobre cosas tiernas y adorables como cualquier otra chica de su edad, y que además amaba los animales y la naturaleza con pasión, pocos podrían deducirlo al verle cargar algunas flores para poder decorar su habitación.
—Lástima que no muchos puedan disfrutarlo... o bien gozan borrando la sonrisa del rostro de los demás... –mumuró para sí más que nada– A veces no comprendo qué es lo que le sucede al mundo, si tan sólo muchos fueran sinceros con lo que sienten y nos dedicáramos más a entender a los demás en vez de juzgar... ¡Ah, lo siento! Creo que no son cosas para discutir a estas horas, ya sueno como una depresiva... –se apresuró a reír un tanto nerviosamente.
—Y siéndote sincera, no entiendo cómo alguien no podría llevarse bien contigo, eres alguien muy agradable Lucia, cualquiera se siente tranquilo y en paz a tu lado, creo que me haces pensar en la hermana que nunca tuve... –su sonrisa cada vez más sincera mostraba un lado más profundo de Aria, ese lado que había abandonado años atrás, incluso antes de partir con rumbo a Glass City, el instante en que decidió que era mejor construir muros a su alrededor para no salir lastimada– ¿E-eh...? –inclusive terminó apareciendo un leve sonrojo en sus mejillas por el comentario de Lucia. No era poco común que halagaran su cabello por lo largo y brillante que solía parecer, pero la forma en que parecía salir de los labios de la joven... lo hacía sonar completamente distinto, como nunca antes– Entonces no sé si me conozcas... –se rió algo burlonamente con un tono hasta sarcástico por el comentario, ¿malicia? Si quería podía llegar a serlo y mucho, cuando no rencorosa– Aunque agradezco que me llames una buena chica, pero ciertamente no lo soy tanto como tú.
Seguía pensando que ambos hermanos eran similares en algo pero diferentes a la vez, aunque no pudiera precisar en aquel momento qué cosa era aquella que sentía cuando estaba con ellos, casi como una especie de cosquilleo y una sensación en su pecho que sólo le hacía sentirse tranquila y en paz, que nada podría molestarla.
—Todos necesitamos un descanso de vez en cuando... –y era irónico que ella lo dijera, que siempre organizaba su tiempo exhaustivamente en base a sus estudios, así tuviera que quedarse hasta tarde, a veces ella misma era una especie de estudiólica o algo por el estilo– ¿Muchos estudios? –le preguntó a Lucia con curiosidad, aunque era una tontería hacerlo, dado que eran compañeras de clase probablemente compartirían la mayoría de las clases, salvo aquellas específicas para la especialización que buscaban en la academia, lo cual le hacía desviar su mente hacia las tareas que le habían dejado, además que debía seguir practicando para el musical, aprender a comportarse como un hombre y encima asistir a las lecciones con su tutor para poder ponerse al día con todo lo que le correspondía– ¿Ah? Disculpa, me puse a pensar en deberes, es inevitable... –su voz sonaba bastante cansada, como si en cualquier momento fuera capaz de lanzar lejos los libros y apuntes que descansaban sobre sus rodillas, de no ser porque ahora frotaba un poco sus sienes– ¿Más adentro? –le entró curiosidad, pero le agradó bastante la idea, sonriendo con algo de calidez a Lucia– A mí también me encanta el canto de las aves, bueno, me gustan las aves... y si son tus amigas, mínimo me hace sentir bien de que no soy la única que suele hablar con los animales cuando la están mirando...
Después de todo no era extraño que en la azotea o los jardines se acercara a las aves que rondaban por aquellos lugares, simplemente para admirarlas, oír su canto o inclusive conversarles un poco, y saber que Lucia pensaba de una forma similar le hacía sentir menos extraña por ello.
—Lástima que no muchos puedan disfrutarlo... o bien gozan borrando la sonrisa del rostro de los demás... –mumuró para sí más que nada– A veces no comprendo qué es lo que le sucede al mundo, si tan sólo muchos fueran sinceros con lo que sienten y nos dedicáramos más a entender a los demás en vez de juzgar... ¡Ah, lo siento! Creo que no son cosas para discutir a estas horas, ya sueno como una depresiva... –se apresuró a reír un tanto nerviosamente.
—Y siéndote sincera, no entiendo cómo alguien no podría llevarse bien contigo, eres alguien muy agradable Lucia, cualquiera se siente tranquilo y en paz a tu lado, creo que me haces pensar en la hermana que nunca tuve... –su sonrisa cada vez más sincera mostraba un lado más profundo de Aria, ese lado que había abandonado años atrás, incluso antes de partir con rumbo a Glass City, el instante en que decidió que era mejor construir muros a su alrededor para no salir lastimada– ¿E-eh...? –inclusive terminó apareciendo un leve sonrojo en sus mejillas por el comentario de Lucia. No era poco común que halagaran su cabello por lo largo y brillante que solía parecer, pero la forma en que parecía salir de los labios de la joven... lo hacía sonar completamente distinto, como nunca antes– Entonces no sé si me conozcas... –se rió algo burlonamente con un tono hasta sarcástico por el comentario, ¿malicia? Si quería podía llegar a serlo y mucho, cuando no rencorosa– Aunque agradezco que me llames una buena chica, pero ciertamente no lo soy tanto como tú.
Seguía pensando que ambos hermanos eran similares en algo pero diferentes a la vez, aunque no pudiera precisar en aquel momento qué cosa era aquella que sentía cuando estaba con ellos, casi como una especie de cosquilleo y una sensación en su pecho que sólo le hacía sentirse tranquila y en paz, que nada podría molestarla.
—Todos necesitamos un descanso de vez en cuando... –y era irónico que ella lo dijera, que siempre organizaba su tiempo exhaustivamente en base a sus estudios, así tuviera que quedarse hasta tarde, a veces ella misma era una especie de estudiólica o algo por el estilo– ¿Muchos estudios? –le preguntó a Lucia con curiosidad, aunque era una tontería hacerlo, dado que eran compañeras de clase probablemente compartirían la mayoría de las clases, salvo aquellas específicas para la especialización que buscaban en la academia, lo cual le hacía desviar su mente hacia las tareas que le habían dejado, además que debía seguir practicando para el musical, aprender a comportarse como un hombre y encima asistir a las lecciones con su tutor para poder ponerse al día con todo lo que le correspondía– ¿Ah? Disculpa, me puse a pensar en deberes, es inevitable... –su voz sonaba bastante cansada, como si en cualquier momento fuera capaz de lanzar lejos los libros y apuntes que descansaban sobre sus rodillas, de no ser porque ahora frotaba un poco sus sienes– ¿Más adentro? –le entró curiosidad, pero le agradó bastante la idea, sonriendo con algo de calidez a Lucia– A mí también me encanta el canto de las aves, bueno, me gustan las aves... y si son tus amigas, mínimo me hace sentir bien de que no soy la única que suele hablar con los animales cuando la están mirando...
Después de todo no era extraño que en la azotea o los jardines se acercara a las aves que rondaban por aquellos lugares, simplemente para admirarlas, oír su canto o inclusive conversarles un poco, y saber que Lucia pensaba de una forma similar le hacía sentir menos extraña por ello.
- Spoiler:
- Siento mucho la tardanza u.u estuve ocupada -realmente sigo xD pero en vez de estudiar quise ponerme al dia (?)- con la universidad ;-; apenas he contestado unos cuantos posts por ahi u.u perdon ;A;
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Son muy amistosas cuando te acercas con cuidado y...digamos que puedo entenderlas muy bien, por eso somos amigas-tomé la mano de Aria y sus libros- Vamos! por aquí
En realidad la crianza inglesa nunca ha sido mucho de tener contacto con la gente, por lo mismo mi hermano siempre decía que era demasiado de piel y que aquello podría traerme problemas con otras personas pero algunas veces tenía el impulso de hacerlo, de traer a las personas conmigo.
Lamento si soy algo egoísta atrayéndote conmigo, pero...has sido muy amable al preocuparte y quiero darte un regalo a cambio, aunque sea algo pequeño...
Le encaminé entre los jardines, generalmente la gente se quedaba en ciertas partes y este lugar estaba en reconstrucción ya que la edificación continua a este lugar era una de las antiguas salas de música-Que nadie nos vea o nos metemos en problemas-le guiñé el ojo como una pequeña niña explorando o haciendo alguna travesura, llevándola por entre algunos árboles hasta que llegamos a un lugar que era pequeño
parecía cuidado muy fugazmente en comparación con las infraestructuras y jardines de todo Musette-mira allí~- antes de dar un paso en falso le señalé en el centro del pequeño jardín, unos 10 pájaros de pequeño tamaño se encontraban agrupados, haciendo pequeños sonidos tranquilos y más allá,entre los árboles se encontraban más de aquellos animales.
Sin soltarle la mano a Aria,le hice un gesto para que me siguiera, los pájaros miraron hacia nosotras y yo comencé a cantar para la tranquilidad de ellos, para que no escaparan.
La atraje conmigo, tranquilamente, dejando que viese el lugar sin dejar de cantar, de a poco algunos pájaros se empezaron a acercar a nosotras, le sonreí a Aria soltando su mano.
Hermano¿crees que esto le ayude de cualquier forma?crees que...pueda llegar a ser su amiga?
En realidad la crianza inglesa nunca ha sido mucho de tener contacto con la gente, por lo mismo mi hermano siempre decía que era demasiado de piel y que aquello podría traerme problemas con otras personas pero algunas veces tenía el impulso de hacerlo, de traer a las personas conmigo.
Lamento si soy algo egoísta atrayéndote conmigo, pero...has sido muy amable al preocuparte y quiero darte un regalo a cambio, aunque sea algo pequeño...
Le encaminé entre los jardines, generalmente la gente se quedaba en ciertas partes y este lugar estaba en reconstrucción ya que la edificación continua a este lugar era una de las antiguas salas de música-Que nadie nos vea o nos metemos en problemas-le guiñé el ojo como una pequeña niña explorando o haciendo alguna travesura, llevándola por entre algunos árboles hasta que llegamos a un lugar que era pequeño
- Spoiler:
parecía cuidado muy fugazmente en comparación con las infraestructuras y jardines de todo Musette-mira allí~- antes de dar un paso en falso le señalé en el centro del pequeño jardín, unos 10 pájaros de pequeño tamaño se encontraban agrupados, haciendo pequeños sonidos tranquilos y más allá,entre los árboles se encontraban más de aquellos animales.
- pájaros:
- canto de pájaros:
Sin soltarle la mano a Aria,le hice un gesto para que me siguiera, los pájaros miraron hacia nosotras y yo comencé a cantar para la tranquilidad de ellos, para que no escaparan.
- Spoiler:
La atraje conmigo, tranquilamente, dejando que viese el lugar sin dejar de cantar, de a poco algunos pájaros se empezaron a acercar a nosotras, le sonreí a Aria soltando su mano.
Hermano¿crees que esto le ayude de cualquier forma?crees que...pueda llegar a ser su amiga?
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Fecha de inscripción : 01/05/2012
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
—¿En serio puedes entenderlas? –preguntó con sus ojos abiertos de par en par, algo perpleja. En el fondo le creía a Lucia, después de todo a veces le hablaba a las aves, pero nunca estaba segura de si le entendían o no, ella misma a veces jugaba a comprender lo que le decían con su canto aunque en el fondo era un juego, ¿acaso estaba en lo cierto cuando fingía? ¿no era imaginación? Quizás Lucia pudiera entregarle las respuestas que estaba buscando.
Se remitió a seguir a su compañera (no era como si tuviera opción en ello, pero tampoco se oponía en absoluto), quien la sostenía con manos cálidas, de esas que te hacen olvidar cualquier problema. ¡Claro que no me molesta! –le dijo para que no se sintiera mal ni se culpara de nada, puesto que aunque le llevara de la mano, ella iba por voluntad propia a seguirla. De repente hasta se encontró riendo muy suavemente, sintiéndose de nuevo como niña pequeña cuando iba a los jardines de su casa– No eres egoísta, ¡y por favor no lo digas como si tuvieras que obligarte a darme algo! –se apresuró a decirle, aunque veía que la joven no cambiaría de parecer.
Al llegar al patio, apretó los labios al ver al comprender que estaban traspasando un territorio prohibido a los estudiantes. Normalmente habría pegado media vuelta si arriesgaba un castigo con hacerlo, pero el entusiasmo de Lucia de cierta forma la contagió antes de entrar, no sin mirar a todos lados por si alguien les veía. Si nos escondemos bien supongo que no habrá mayor problema... –murmuró para sí, pero de forma que Lucia pudiera escucharle, aunque esos pensamientos quedaron olvidados de un momento a otro al sentirse rodeada de tantos árboles frondosos, casi como si se tratara de un pequeño refugio. Se detuvo un instante a mirar hacia el cielo y el follaje, tranquilizada por el cantar de las aves.
—Es como un escondite, ¿no lo crees? –comentó con una sonrisa y una sensación de paz que no había tenido hacía mucho tiempo– ¡Mira, ruiseñores! –exclamó pero con voz suave para no espantar a las pequeñas aves que daban pequeños saltitos, algo alejadas de ellas.
–¿L-Lucia...? –escuchó con curiosidad lo que su compañera tenía para cantar y el ambiente cambió cargado de calidez y una especie de magia. Para su maravilla, las aves se acercaron a ellas, atraídas por el canto de Lucia. "Es como aquella vez en la audición..." era como si su voz tuviera algo especial, aunque no supiera qué, su corazón lo aceptaba. Y entonces las palabras comenzaron a llegar a ella.
¿Cuánto tiempo llevaba sola desde su llegada a aquella ciudad desconocida? Desde que acabó cualquier lazo con Elliot, su huida, la culpa por abandonar a Victorique, los enfrentamientos apenas llegó a Musette, la sensación de no calzar, incluso hasta por un momento recordó lo mal que trató a Ren por sus inseguridades... Ella no era así...
Y por alguna razón no pudo evitar contener las lágrimas. Nunca supo si de pena, nunca supo si para aliviar lo que sentía, para dejarlo salir de una vez, si contagiada de la paz y la belleza que le transmitía la voz de Lucia, pero era algo... y su corazón lo sabía. No era la primera vez que se lo repetía, pero estaba bueno que de una vez hiciera las paces con su pasado, porque era algo que no podría cambiar... y no tenía sentido guardar rencores, miedos o inseguridades. Aún así continuaron cayendo silenciosas lágrimas por sus mejillas, nublando su vista.
Se remitió a seguir a su compañera (no era como si tuviera opción en ello, pero tampoco se oponía en absoluto), quien la sostenía con manos cálidas, de esas que te hacen olvidar cualquier problema. ¡Claro que no me molesta! –le dijo para que no se sintiera mal ni se culpara de nada, puesto que aunque le llevara de la mano, ella iba por voluntad propia a seguirla. De repente hasta se encontró riendo muy suavemente, sintiéndose de nuevo como niña pequeña cuando iba a los jardines de su casa– No eres egoísta, ¡y por favor no lo digas como si tuvieras que obligarte a darme algo! –se apresuró a decirle, aunque veía que la joven no cambiaría de parecer.
Al llegar al patio, apretó los labios al ver al comprender que estaban traspasando un territorio prohibido a los estudiantes. Normalmente habría pegado media vuelta si arriesgaba un castigo con hacerlo, pero el entusiasmo de Lucia de cierta forma la contagió antes de entrar, no sin mirar a todos lados por si alguien les veía. Si nos escondemos bien supongo que no habrá mayor problema... –murmuró para sí, pero de forma que Lucia pudiera escucharle, aunque esos pensamientos quedaron olvidados de un momento a otro al sentirse rodeada de tantos árboles frondosos, casi como si se tratara de un pequeño refugio. Se detuvo un instante a mirar hacia el cielo y el follaje, tranquilizada por el cantar de las aves.
—Es como un escondite, ¿no lo crees? –comentó con una sonrisa y una sensación de paz que no había tenido hacía mucho tiempo– ¡Mira, ruiseñores! –exclamó pero con voz suave para no espantar a las pequeñas aves que daban pequeños saltitos, algo alejadas de ellas.
–¿L-Lucia...? –escuchó con curiosidad lo que su compañera tenía para cantar y el ambiente cambió cargado de calidez y una especie de magia. Para su maravilla, las aves se acercaron a ellas, atraídas por el canto de Lucia. "Es como aquella vez en la audición..." era como si su voz tuviera algo especial, aunque no supiera qué, su corazón lo aceptaba. Y entonces las palabras comenzaron a llegar a ella.
"No es el final. Por el bien de mi viaje, ¿me abrazarías suavemente?"
¿Cuánto tiempo llevaba sola desde su llegada a aquella ciudad desconocida? Desde que acabó cualquier lazo con Elliot, su huida, la culpa por abandonar a Victorique, los enfrentamientos apenas llegó a Musette, la sensación de no calzar, incluso hasta por un momento recordó lo mal que trató a Ren por sus inseguridades... Ella no era así...
"Mi ciudad natal está en todas partes... Aunque siempre he estado buscando por un lugar para ir a casa, estuvo ahí todo el tiempo"
Y por alguna razón no pudo evitar contener las lágrimas. Nunca supo si de pena, nunca supo si para aliviar lo que sentía, para dejarlo salir de una vez, si contagiada de la paz y la belleza que le transmitía la voz de Lucia, pero era algo... y su corazón lo sabía. No era la primera vez que se lo repetía, pero estaba bueno que de una vez hiciera las paces con su pasado, porque era algo que no podría cambiar... y no tenía sentido guardar rencores, miedos o inseguridades. Aún así continuaron cayendo silenciosas lágrimas por sus mejillas, nublando su vista.
- Off:
- Lamento mucho mucho pero MUCHO la demora :c no tengo excusa, pero siendote sincera este es un post re importante para mí y por eso no quería joderla y quería darme el tiempo de que quedara bien T.T (de hecho tengo en loop el canto de las aves + la canción de Lucia, porque e slo que siempre quise hacer desde un inicio, pero por a, b o c razón no podía hacerlo T_T discúlpame, espero haya valido la pena ;_;
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Re: ¿Dónde estás?
No hay razón para no entenderlas, es sólo...-cerré los ojos gentilmente- que el ser humano olvida escuchar o ver lo que está por debajo de su ego, piensan que al tener el poder del razonamiento no hay nada más que ellos...se olvidan de las cosas hermosas y simples, como estos pequeños. No poseen nuestro lenguaje, pero podemos entendernos. Cada pequeña cosa en este mundo está conectada, nosotros decidimos si ignorarlas o verlas.- abrí los ojos mirando a las aves.
Me sentí algo más tranquila al ver que el rostro de Aria se veía más sincero y que disfrutaba de esta pequeña "travesura" que más que eso era una aventura para ambas. Incluso me atrevería a decir que más para ella al ver que estaba tan preocupada por nuestro entorno antes de llegar a este refugio.
No esperaba su llanto, pero sin dejar de cantar mis labios se tornaron en una suave sonrisa, aquella sonrisa cálida y casi maternal que Lucien decía que poseía cuando llegaba al corazón de las personas.
Me acerqué y cuando casi terminaba de cantar le abracé, consciente de que no eramos cercanas, pero...sentía que era necesario, que debía abrazar por un momento su alma, ayudarle.
Después de todo...estoy aquí para esto¿no es así, mi señor?
Unas cuantas aves se quedaron viéndonos, piando y moviendo la cabeza de vez en cuando.
Fue... la canción correcta?- me separé levemente de ella y limpié sus lagrimas- Lamento si entré en algún recuerdo o sentimiento que no querías compartir con nadie...
Me sentí algo más tranquila al ver que el rostro de Aria se veía más sincero y que disfrutaba de esta pequeña "travesura" que más que eso era una aventura para ambas. Incluso me atrevería a decir que más para ella al ver que estaba tan preocupada por nuestro entorno antes de llegar a este refugio.
No esperaba su llanto, pero sin dejar de cantar mis labios se tornaron en una suave sonrisa, aquella sonrisa cálida y casi maternal que Lucien decía que poseía cuando llegaba al corazón de las personas.
Me acerqué y cuando casi terminaba de cantar le abracé, consciente de que no eramos cercanas, pero...sentía que era necesario, que debía abrazar por un momento su alma, ayudarle.
Después de todo...estoy aquí para esto¿no es así, mi señor?
Unas cuantas aves se quedaron viéndonos, piando y moviendo la cabeza de vez en cuando.
Fue... la canción correcta?- me separé levemente de ella y limpié sus lagrimas- Lamento si entré en algún recuerdo o sentimiento que no querías compartir con nadie...
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Intentaba contener cualquier sollozo o ruido que pudiera interrumpir el canto de Lucia, hasta que ella se volteó a verle. Se sentía mal y avergonzada de ponerse a llorar así mientras ella sólo cantaba de buena fe, pero en cuanto sus brazos le rodearon fue como si algo se abriera en su interior, finalmente rompienso en desconsolado llanto con sonoros hipeos. Sólo quería llorar, y que esas lágrimas borraran y limpiaran los dolorosos recuerdos llenos de pena, rencor y soledad.
Se quedó un buen rato así, incluso cuando Lucia secó sus lágrimas tardó en cesar su llanto, pero negó con su cabeza.
—N-no es eso... quiero decir, sí... eh... –no tenía ni la menor idea de qué decir, sólo había abierto un torbellino de emociones que apenas comenzaba a calmarse y en el fondo lamentaba que su compañera (o cualquier otro) viera ese lado de ella.
—Perdón... es sólo que... creo que fueron muchas cosas... tienes una voz hermosa, y... no se lo diría a cualquiera –sacó un pañuelo de su bolsillo y terminó de secar sus lágrimas– Lamento que tuvieras que verme así y... que pasara mientras cantabas... y eh... –trató de cambiar de tema en un patético intento– Yo solía hablarle a las aves de vez en cuando y jugaba a interpretar lo que decían, ¿sabes?
Se quedó un buen rato así, incluso cuando Lucia secó sus lágrimas tardó en cesar su llanto, pero negó con su cabeza.
—N-no es eso... quiero decir, sí... eh... –no tenía ni la menor idea de qué decir, sólo había abierto un torbellino de emociones que apenas comenzaba a calmarse y en el fondo lamentaba que su compañera (o cualquier otro) viera ese lado de ella.
—Perdón... es sólo que... creo que fueron muchas cosas... tienes una voz hermosa, y... no se lo diría a cualquiera –sacó un pañuelo de su bolsillo y terminó de secar sus lágrimas– Lamento que tuvieras que verme así y... que pasara mientras cantabas... y eh... –trató de cambiar de tema en un patético intento– Yo solía hablarle a las aves de vez en cuando y jugaba a interpretar lo que decían, ¿sabes?
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 826
Fecha de inscripción : 05/06/2013
Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Dejó que las lagrimas fluyeran, no había porque detenerla. Sabía que las emociones guardadas tan dentro de los corazones podían ser increíblemente dolorosas. Entendía bien eso porque muchas veces lo vio en su hermano y lo sintió en carne propia, más aun cuando era pequeña.
Se quedó viéndole mientras sonreía suavemente con comprensión sin decir absolutamente nada, algunas veces acariciaba la cabeza de Aria(gesto que le hacía recordar a su hermano y a su madre) cuando ella lloraba. Volvía a limpiar algunas cuantas lagrimas que quería bajar más allá de sus mejillas.
Rió suavemente ante el elogio de la chica. Tomó ambas manos y ladeó el rostro- No hay nada que lamentar, gracias por compartir esto conmigo, me alegra saber que pudiste aliviar un poco de ese gran peso que tienes, sobre todo porque entiendo que eres una persona que no lo haría con cualquiera. Al menos...-apretó suavemente las manos contrarias- esto ayuda a que nos acerquemos un poco más ¿no? eso no es malo.
Soltó sus manos y miró a las aves- Ellas, son seres simples...son muy simples. Es posible que no entiendan nuestro lenguaje, o quizás ni siquiera entiendan bien los propios sonidos que nosotros emitimos al cantar pero- Volvió su vista a Aria- Este lugar, puedes venir cuando quieras aquí, ellas ahora entienden que eres una buena persona y seguramente como a mi querrán escucharte o hacerte compañía.
Colocó sus manos detrás de su espalda- Si te soy sincera eres a la primera persona que traigo aquí, no pensé que podría traerte a...alguien- se giró y comenzó a caminar suavemente- Voy a sonar egoísta...pero, me alegra ver que al menos puedes sincerarte si canté para ti porque, usualmente la gente no quiere tener ese tipo de liberaciones, se siente débil y yo...-miró hacia abajo sin mostrar el rostro- generalmente hago que la gente se sienta así. Aunque fue por un periodo corto de tiempo, mi canto se unió a tu corazón...me hace una pequeña ilusión de ayudarte...como usualmente hacen los amigos entre ellos- giró el rostro y sonrió apenada- E-es extraño ¿cierto? lamento hablar tanta tontería.
Incluso es posible que te hiciera sentir así de expuesta sin tu consentimiento...lo...lo siento.
Se quedó viéndole mientras sonreía suavemente con comprensión sin decir absolutamente nada, algunas veces acariciaba la cabeza de Aria(gesto que le hacía recordar a su hermano y a su madre) cuando ella lloraba. Volvía a limpiar algunas cuantas lagrimas que quería bajar más allá de sus mejillas.
Rió suavemente ante el elogio de la chica. Tomó ambas manos y ladeó el rostro- No hay nada que lamentar, gracias por compartir esto conmigo, me alegra saber que pudiste aliviar un poco de ese gran peso que tienes, sobre todo porque entiendo que eres una persona que no lo haría con cualquiera. Al menos...-apretó suavemente las manos contrarias- esto ayuda a que nos acerquemos un poco más ¿no? eso no es malo.
Soltó sus manos y miró a las aves- Ellas, son seres simples...son muy simples. Es posible que no entiendan nuestro lenguaje, o quizás ni siquiera entiendan bien los propios sonidos que nosotros emitimos al cantar pero- Volvió su vista a Aria- Este lugar, puedes venir cuando quieras aquí, ellas ahora entienden que eres una buena persona y seguramente como a mi querrán escucharte o hacerte compañía.
Colocó sus manos detrás de su espalda- Si te soy sincera eres a la primera persona que traigo aquí, no pensé que podría traerte a...alguien- se giró y comenzó a caminar suavemente- Voy a sonar egoísta...pero, me alegra ver que al menos puedes sincerarte si canté para ti porque, usualmente la gente no quiere tener ese tipo de liberaciones, se siente débil y yo...-miró hacia abajo sin mostrar el rostro- generalmente hago que la gente se sienta así. Aunque fue por un periodo corto de tiempo, mi canto se unió a tu corazón...me hace una pequeña ilusión de ayudarte...como usualmente hacen los amigos entre ellos- giró el rostro y sonrió apenada- E-es extraño ¿cierto? lamento hablar tanta tontería.
Incluso es posible que te hiciera sentir así de expuesta sin tu consentimiento...lo...lo siento.
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Re: ¿Dónde estás?
Realmente su compañera irradiaba algo de luz y bondad, no sabía cómo le hacía, pero sabía que le lograba transmitir calma, incluso esas caricias en su cabeza le traían recuerdos dolorosos, pero ahora que había quitado un gran peso de encima suyo, sentía como si estuviera algo insensbilizada a ello, o hasta distanciada, como si le hubiera pasado a alguien más, como si aquellos no fueran sus recuerdos.
—No... –ya un poco más calmada, carraspeó para poder hablar mejor y negó con su cabeza– Gracias a ti... me ayudaste a aliviar algo que me... que me hacía mal... sigue haciéndome mal, pero... es algo que toma tiempo... sólo que creo que eres la primera aquí que me ve de esta manera... no me gusta del todo, perdón... –lanzó una risita algo nerviosa, odiaba sentirse vulnerable frente a alguien, fuera quien fuera, pero una vez más Lucia lograba transmitirle tal confianza que sentía que con ella le daba lo mismo si la veía o no llorar, era como si cada vez que le diera esos apretones a sus manos, lograba espantar cualquier cosa negativa de ella.
Asintió mientras veía a las aves, podían ser simples, pero...
—Aunque sean simples... no tienen muchas preocupaciones más allá de comer, hacer su nido, cuidar a los suyos... ¿podría decirse que eso es felicidad para ellas? Su canto siempre me trae compañía y paz... yo sé que ellas nos escuchan, pero no nuestras palabras, sino lo que viene de aquí, ¿no crees? –dijo casi más para sí que para su compañera, con una mano en su pecho.
Le sorprendió un poco que le dijera que era la primera persona que iba allí con ella, después de todo para ella Lucia era una chica que se le hacía bastante popular entre el resto de los alumnos de Musette, irradiaba una especie de carisma especial.
—¿De verdad? Pensé que vendrías con más gente, quiero decir... –se rascó un poco la nuca, confundida– Es cierto... a la gente no le gusta... porque muchos se aprovechan de la debilidad que uno muestra... –miró hacia las aves y bajó la mirada igualmente– hay gente muy mala... pero también gente muy buena, como tú Lucia... y algunas personas que he podido conocer aquí en Musette, y por favor no dices tonterías...
No sabía qué decir y a la vez sentía que había hablado mucho, pero sentía que con ella podía sentarse a charlar de todo y nada, con una taza de té o leyendo o... fuera a saber uno qué cosas.
—Quizás pero... no tienes que disculparte, ya está hecho... no vale la pena que te lamentes por algo así –le palmeó el hombro para hacerle sentir más calmada– Lo que importa es que me ayudaste, ¿verdad? ¿Qué tal si te invito a tomar algo? Somos compañeras y aún así no hemos hablado mucho... me sabe mal, ¿sabes?
—No... –ya un poco más calmada, carraspeó para poder hablar mejor y negó con su cabeza– Gracias a ti... me ayudaste a aliviar algo que me... que me hacía mal... sigue haciéndome mal, pero... es algo que toma tiempo... sólo que creo que eres la primera aquí que me ve de esta manera... no me gusta del todo, perdón... –lanzó una risita algo nerviosa, odiaba sentirse vulnerable frente a alguien, fuera quien fuera, pero una vez más Lucia lograba transmitirle tal confianza que sentía que con ella le daba lo mismo si la veía o no llorar, era como si cada vez que le diera esos apretones a sus manos, lograba espantar cualquier cosa negativa de ella.
Asintió mientras veía a las aves, podían ser simples, pero...
—Aunque sean simples... no tienen muchas preocupaciones más allá de comer, hacer su nido, cuidar a los suyos... ¿podría decirse que eso es felicidad para ellas? Su canto siempre me trae compañía y paz... yo sé que ellas nos escuchan, pero no nuestras palabras, sino lo que viene de aquí, ¿no crees? –dijo casi más para sí que para su compañera, con una mano en su pecho.
Le sorprendió un poco que le dijera que era la primera persona que iba allí con ella, después de todo para ella Lucia era una chica que se le hacía bastante popular entre el resto de los alumnos de Musette, irradiaba una especie de carisma especial.
—¿De verdad? Pensé que vendrías con más gente, quiero decir... –se rascó un poco la nuca, confundida– Es cierto... a la gente no le gusta... porque muchos se aprovechan de la debilidad que uno muestra... –miró hacia las aves y bajó la mirada igualmente– hay gente muy mala... pero también gente muy buena, como tú Lucia... y algunas personas que he podido conocer aquí en Musette, y por favor no dices tonterías...
No sabía qué decir y a la vez sentía que había hablado mucho, pero sentía que con ella podía sentarse a charlar de todo y nada, con una taza de té o leyendo o... fuera a saber uno qué cosas.
—Quizás pero... no tienes que disculparte, ya está hecho... no vale la pena que te lamentes por algo así –le palmeó el hombro para hacerle sentir más calmada– Lo que importa es que me ayudaste, ¿verdad? ¿Qué tal si te invito a tomar algo? Somos compañeras y aún así no hemos hablado mucho... me sabe mal, ¿sabes?
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
iba a negarle y agradecer a ella por todo pero seguramente terminarían ambas disculpándose y agradeciendo, en ese sentido se parecían un poco.
Las heridas más profundas siempre son las que más cuestan que cierren, quizás algunas nunca se vayan del todo y queden ciertas marcas que te las recuerden pero...de cierta manera uno debe estar agradecida de Dios por darnos la oportunidad de seguir adelante, de crecer. Sin esa gracia, sin ese dolor es posible que nosotras no pudiéramos conectar así que...creo que fuimos bendecidas a pesar de el dolor que pueda traer la vida porque nos juntó en un camino.
Asintió suavemente ante la descripción de los pajarillos- Ellos, son pequeños cofres de felicidad...de esperanza- Lucia siempre había visto a las aves con algo de anhelo, eran ellas quienes siempre la acompañaban en soledad o que incluso le ayudaron con pequeñas semillas, frutos o incluso su propio canto a sobrevivir aquellos horribles días encerrada en la jaula esperando su muerte.
Aria tenía una forma si bien formal de hablar muy cercana, Lucia le veía por primera vez como alguien que se acercaba con plena sinceridad. Negó con la cabeza- Eres la primera, de verdad-
Cuando escuchó que era una buena persona sintió una leve vergüenza por tal calificación- N-no creo ser tan buena, siento que de verdad soy egoísta por desear que otros se me acerquen porque...bueno, nadie está obligado a hacerlo y suena muy narcisista de mi parte desear atención. No me gustaría ser alguien así, que desea tanto...-se encogió ligeramente de hombros mientras entrelazaba sus dedos- por eso...pensé que no estaba bien el desear aquello.
Pero...creo que esta vez está bien¿cierto? hago lo que puedo con lo que tengo...-deslizó suavemente su dedo indice y anular por el sector donde se encontraba su garganta aludiendo a su voz-Si el ayudarte me hace una buena persona, si el hecho de desear acercarme aun cuando pueda ser egoísta...me gustaría serlo aún más!
de repente se percató de lo que dijo y el color se le subió al rostro- Quiero decir! ser buena persona! no ser egoísta!- parecía un poco más infantil al señalar aquello- Y-ya sabes! la gente no debe ser egoísta...eso...creo...o al menos no tengo permitido serlo- susurró muy bajo aquellas últimas palabras.
Bueno bueno, jajaja suena bien eso de tomar algo! es mejor hablar de otras cosas que de lo que debería y no debería hacer ¿verdad?
Las heridas más profundas siempre son las que más cuestan que cierren, quizás algunas nunca se vayan del todo y queden ciertas marcas que te las recuerden pero...de cierta manera uno debe estar agradecida de Dios por darnos la oportunidad de seguir adelante, de crecer. Sin esa gracia, sin ese dolor es posible que nosotras no pudiéramos conectar así que...creo que fuimos bendecidas a pesar de el dolor que pueda traer la vida porque nos juntó en un camino.
Asintió suavemente ante la descripción de los pajarillos- Ellos, son pequeños cofres de felicidad...de esperanza- Lucia siempre había visto a las aves con algo de anhelo, eran ellas quienes siempre la acompañaban en soledad o que incluso le ayudaron con pequeñas semillas, frutos o incluso su propio canto a sobrevivir aquellos horribles días encerrada en la jaula esperando su muerte.
Aria tenía una forma si bien formal de hablar muy cercana, Lucia le veía por primera vez como alguien que se acercaba con plena sinceridad. Negó con la cabeza- Eres la primera, de verdad-
Cuando escuchó que era una buena persona sintió una leve vergüenza por tal calificación- N-no creo ser tan buena, siento que de verdad soy egoísta por desear que otros se me acerquen porque...bueno, nadie está obligado a hacerlo y suena muy narcisista de mi parte desear atención. No me gustaría ser alguien así, que desea tanto...-se encogió ligeramente de hombros mientras entrelazaba sus dedos- por eso...pensé que no estaba bien el desear aquello.
Pero...creo que esta vez está bien¿cierto? hago lo que puedo con lo que tengo...-deslizó suavemente su dedo indice y anular por el sector donde se encontraba su garganta aludiendo a su voz-Si el ayudarte me hace una buena persona, si el hecho de desear acercarme aun cuando pueda ser egoísta...me gustaría serlo aún más!
de repente se percató de lo que dijo y el color se le subió al rostro- Quiero decir! ser buena persona! no ser egoísta!- parecía un poco más infantil al señalar aquello- Y-ya sabes! la gente no debe ser egoísta...eso...creo...o al menos no tengo permitido serlo- susurró muy bajo aquellas últimas palabras.
Bueno bueno, jajaja suena bien eso de tomar algo! es mejor hablar de otras cosas que de lo que debería y no debería hacer ¿verdad?
Lucia Luarent- Ocupación : Estudiante de 3°
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Edad : 30
Re: ¿Dónde estás?
Lucia tenía razón tanto como si hablaba de las heridas físicas como de aquellas del corazón, lo cual le arrancó un suspiro mientras dejaba caer los hombros en actitud de derrota.
—Es verdad... es sólo que detesto que tarden tanto en cerrar, en no lograr dejar ir ese dolor apropiadamente, ¿no te ha pasado? Sientes que debes, pero es una espina que es costosa de quitar... –reflexionó unos momentos en las palabras de Lucia, asintiendo con su cabeza– Supongo que es una forma de decir "sin luz no hay oscuridad" y viceversa, ¿no? A-aunque creo que no fue un muy buen ejemplo –agregó con una risita algo avergonzada– Y gracias... debo decir que me siento honrada si dices que soy la primera que viene aquí contigo... más si es un lugar tan... acogedor, a pesar de lo abandonado que está... –comentó un poco pensativa, recorriendo los alrededores nuevamente con su mirada.
—¿De qué estás hablando? –preguntó incrédula pero con una risa– No creo que eso sea egoísmo, quizás no de la forma que piensas... quiero decir, ¿está tan mal no querer estar solo? Quizás es un buen egoísmo, aunque sea por esta vez –se encogió de hombros igual que su compañera, ¿para qué darle tantas vueltas? Después de todo había terminado bien para ambas.
Echó una risa ante la actitud de Lucia ante su desliz de la lengua.
—No es como que alguien esté vigilándote todo el tiempo a ver si haces algo permitido o no, ¿verdad? –le preguntó con un aire algo travieso– Bueno, entonces adelante –le invitó mientras sujetaba mejor su mochila con todas sus cosas, esperando que Lucia se adelantara hacia la cafetería de la escuela para poder seguirla.
—Es verdad... es sólo que detesto que tarden tanto en cerrar, en no lograr dejar ir ese dolor apropiadamente, ¿no te ha pasado? Sientes que debes, pero es una espina que es costosa de quitar... –reflexionó unos momentos en las palabras de Lucia, asintiendo con su cabeza– Supongo que es una forma de decir "sin luz no hay oscuridad" y viceversa, ¿no? A-aunque creo que no fue un muy buen ejemplo –agregó con una risita algo avergonzada– Y gracias... debo decir que me siento honrada si dices que soy la primera que viene aquí contigo... más si es un lugar tan... acogedor, a pesar de lo abandonado que está... –comentó un poco pensativa, recorriendo los alrededores nuevamente con su mirada.
—¿De qué estás hablando? –preguntó incrédula pero con una risa– No creo que eso sea egoísmo, quizás no de la forma que piensas... quiero decir, ¿está tan mal no querer estar solo? Quizás es un buen egoísmo, aunque sea por esta vez –se encogió de hombros igual que su compañera, ¿para qué darle tantas vueltas? Después de todo había terminado bien para ambas.
Echó una risa ante la actitud de Lucia ante su desliz de la lengua.
—No es como que alguien esté vigilándote todo el tiempo a ver si haces algo permitido o no, ¿verdad? –le preguntó con un aire algo travieso– Bueno, entonces adelante –le invitó mientras sujetaba mejor su mochila con todas sus cosas, esperando que Lucia se adelantara hacia la cafetería de la escuela para poder seguirla.
Aria Ainsley- Soporte Gráfico
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