La noche boca arriba (Shizuka)

Ayato estaba tan concentrado en sus propias divagaciones que no se percató de Shizuka. Cuando ella llegó a su lado el muchacho dio un respingo y no pudo hacer nada contra su ataque; la rubia lo volteó bruscamente y lo sujetó por el cuello de su chaqueta (la cual no se había quitado para dormir) con tal fuerza que sus pies no tocaban el piso. Ayato apretó la mandíbula e intentó zafarse de su agarre con ambas manos pero era inútil: sus poderes se habían desvanecido y ya no era rival para ella.

- ¡...! - iba a quejarse, a ordenarle que le soltara de una vez pero la voz no le salió. ¿Acaso esa era la impotencia que sentían los humanos cuando él los atrapaba entre sus garras?

Antes de hacer un segundo intento Shizuka lo depositó suavemente en el piso y le observó atenta, con un aire más serio. Ayato notó de inmediato que estaba medio desnuda pero decidió ignorar esto y guardar silencio, el asunto de su transformación era mucho más importante.

- Esto es grave... - este comentario le hizo perder la paciencia.
- ¿Grave? ¿De qué estás hablando? - Se acercó a la joven a paso firme, estaba molesto y confundido: - ¿tienes idea de lo que pasa con mi cuerpo? Si es así, habla - le pidió con su mala actitud de siempre aunque estaba intentando controlar sus deseos de no abalanzarse contra ella y pedir explicaciones con modos peores.

En estos momentos Shizuka era mucho más fuerte que él y debía ser prudente.

No podía dejar de mirarlo, el proceso se había acelerado muy rápido, si bien eran tres meses que se tardaba la transformación como pudo suceder que se adelantara o podría ser que ya habrán pasado los tres meses - Ayato debo hacerte unas preguntas -le dije - Y quiero que me contestes con la verdad para después explicarte lo que está sucediendo -dije seria - Pero la explicación puedo darla solo una vez, no puedo repetirla, esto es información clasificada y si se enteran que la he dicho estaré en problemas- dije mirando fijamente a sus ojos.

Cerré mis ojos y di un suspiro - Primera pregunta- abrí mis ojos para mirarlo detenidamente - ¿Hace cuanto estas en esa condición? Dime los días o el incidente que sucedió -dije -Segunda pregunta: ¿Cuántas veces bebías sangre al día? - viendo todo su cuerpo e imaginando como estaría su núcleo -  Tercera y última: ¿Quién te hizo esto?- dije preocupada.

- La última si quieres no me la respondas, pero las dos primeras son fundamentales para mi- dije manteniendo la seriedad.

No podía quedarse quieto, el problema era más grave de lo que dimensionaba y su cuerpo lo sabía. Las ansias de Ayato crecían mientras la mujer hablaba. Caminaba de un lado a otro, eludiendo el espejo de la sala para luego regresar y detenerse ante él con indignación. Se veía tan humano que su propio reflejo le daba repulsión, la respiración comenzó a agitársele a medida que su furia crecía.

Pero consiguió controlar sus impulsos, todo gracias a que Shizuka supo mantener la calma y la seriedad en el momento correcto.

- ¿Una sola vez? ¿Qué eres, un agente secreto? - Ayato se volteó a observarle con las pupilas inyectadas de rabia. Después de una pausa se tranquilizó y, tomando asiento, acató las indicaciones: - vale...escúpelo ya... - dicho esto Shizuka comenzó a llenarle de preguntas. Empezó a contestarlas en orden. - Veamos, si la fecha que me has dado es correcta han pasado cinco días desde que me encontré con ese sujeto - hizo una pausa mientras pensaba en el tipo e intentaba describírselo según lo que sus recuerdos decían: - fui atacado por un imbécil de cabello blanco, ojos dorados...mmh...afirmó ser un ángel...pero apestaba a demonio, luego dijo que mentía, que era la muerte. - Ayato dejó escapar un bufido, lleno de burla.

Su expresión se tornaba sombría a medida que recordaba más cosas.

- Supo de inmediato que yo era un híbrido. Le hubiera creído que era un ángel por las alas pero emitía una energía demasiado oscura y hablaba de un modo extraño, como si estuviera delirando. Tuvimos una batalla en el bosque y aparentemente él me venció... - cuando dijo esto Ayato se mostró visiblemente incómodo - introdujo sus garras en el centro de mi pecho, en mi corazón. Luego me mordió como si fuera un vampiro...pero, créeme, he visto muchos vampiros en mi vida y nunca he visto uno con alas como las suyas. Supongo que eso responde tu primera y tercera pregunta, no sé el nombre del sujeto. - Levantó la mirada hacia ella para responder a la segunda pregunta, la más fácil: - Me alimentaba todos los días, mínimo una o dos víctimas por día, de preferencia mujeres. Las sangres más inusuales que probé fueron la tuya y la de una chica que no viene de este planeta. ¿Ya terminamos el interrogatorio?

Ahora todo cobraba sentido o mejor dicho las piezas del recompensas encajaban perfectamente primero que todo había que explicar esto de forma pausada para que nada se saliera de control aunque solo pensar en usar esa técnica para saber "eso" le molestaba mucho, nunca me ha gustado mostrar mi apariencia verdadera de ángel pero en este caso debo hacerlo si tengo que ver como esta el núcleo.

 - Primero Ayato, tu cuerpo esta experimentando el proceso de transformación es decir si fueras puro la transformación hubiera tardado los tres meses pero como eres híbrido se acelero ademas, la sangre humana que tienes todavía en tu cuerpo esta contraponiéndose con la tuya-dije cerrando tuve que concentrar un poco de mi poder para poder observar bien la sangre de Ayato o mejor dicho como esta su organismo o mejor dicho como fluyen los fluidos y para eso  mis ojos se tornan de color azul  para después mirarlo con unos ojos de color celeste como el cielo que parecían el mismo cielo azul

ojos de shizuka:

 - A jusgar por tu ingesta habitual de sangre tu organismo ahora esta rechazando la sangre humana pero la otras dos es decir la mía y la de la chica de otro planeta no son rechazadas.

- Lo segundo tu núcleo no puedo verlo así de fácil-dije mirando seria- Necesito mostrarme en mi forma de ángel para ver si tu núcleo de vampiro sigue ahí o fue destruido en su totalidad- dije mirándolo
- Los nucleos son esferas que tienen la escencia de los seres vivos, no muchos seres pueden modificar o destruir esa escencia. Los nucleos varias veces pueden ser destruidos para ser puros, es decir, si un demonio tiene un lado puro le pide a alguien para que le destruya esa escencia, hay algunas excepciones que esa escencia se cierra como un candado donde la escencia queda ahi guardada-dije

Ayato chistó con fastidio, ¡detestaba que ser un híbrido tuviera tantas desventajas! Aunque, por otro lado, vivir tres meses con síntomas desconocidos de esa extraña transformación no le parecía agradable. Bah, daba igual, la situación era un coñazo y a medida que las explicaciones de Shizuka avanzaban él se iba confundiendo más y más, pero de algún modo u otro pudo seguir el hilo.

Asintió al escuchar la descripción de ese supuesto 'núcleo'...cuando el sujeto del cabello blanco le atacó sostuvo entre sus manos una esfera que estaba en su pecho. Debió tratarse de eso.

Los sentidos extraordinarios de Ayato estaban dormidos (o muertos, tal vez) pero aún así notó de inmediato el cambio del ángel. La intensificación del color en su mirada le comprobó que estaba viendo más allá de lo usual, y por ese motivo hablaba con toda seguridad. Tragó saliva disimuladamente al estudiar la posibilidad de que el núcleo haya sido destruido por completo...si tal era el caso, no existía forma de volver a ser el de antes.

- No puede ser... - masculló, observando sus manos y su cuerpo inhabilitado de todo poder. Apretó la mandíbula con una rabia que ya no podía retener, aunque sabía que Shizuka no tenía la culpa de ello...era la persona más próxima con la que podía desquitarse. Levantó la mirada hacia ella de un modo amenazador pero, sabiendo que no era rival para ella, se contuvo de cometer cualquier atrocidad: - ¿qué estás esperando? Transfórmate y velo de una vez...eres la única que puede decirme qué tan mal está la situación - le ordenó en un gruñido - estoy preparado para lo que sea que tengas que hacer.

Cerré mis ojos para regresarlos a su color habitual sentí mucho cansancio me lleve la mano a mi cabeza ya que usar esa habilidad me cansaba mucho, me apoye en la pared para mirarlo - Primero nada de peros en lo que pida o haga, segundo acataras todo hasta que termine -dije un poco mareada me acerque a el caminando y alzando cerca mi rostro, para obsérvalo con frialdad - Como tu tienes problemas en esta situación yo tengo problemas con mostrar mi verdadera apariencia, no me mires, no te burles y no comentes y lo que veas borrarlo de tu mente, nunca lo menciones-dije enojada.

Lo solté con cuidado - Necesito que te metas a la bañera y que llenes con harta agua porque necesito agua para cargarme, segundo al momento que vea tu núcleo sentirás el mismo dolor que sentiste cuando invadieron tu esencia pero yo anestesiare debes permanecer siempre con los ojos cerrados así, sera mucho más fácil el proceso cuando haya sacado tu núcleo lo estudiare y te diré como esta-le dije - 

- Alguna pregunta sobre el procedimiento-dije mirándolo atentamente

- ¿Obedecerte? Ya veremos... - contestó, alzando el mentón y enarcando una ceja. No se sentía intimidado por la mujer, si ella le forzaba a hacer algo que no era de su agrado el procedimiento se vería interrumpido. Si bien se sabía más débil que Shizuka en esos momentos el orgullo de Ayato era su principal coraza, no se permitiría doblegar aunque estuviera en completa desventaja. Dejó escapar un bufido cuando ella le hizo prometer no burlarse ni mirarla cuando concluyera la transformación: - hmp, como si estuviera de humor...lo único que me interesa es que me digas exactamente qué tan grave es lo que tengo - insistió, mirándola de un modo ligeramente amenazador.

¿A qué venía ese cambio de actitud? Bueno, no estaba del todo emocionado en verla transformada. Si fuera el Ayato de siempre sentiría gran curiosidad pues era primera vez que tenía contacto con un ángel (seguía dudando de la especie del tipo albino), pero en esos momentos la preocupación y la incertidumbre dominaban sus acciones, y por ende, sólo quedaba la ansiedad de no conocer la situación.

Después de escuchar toda la explicación se dirigió hacia la bañera e hizo todos los preparativos pertinentes para llenarla de agua hasta llegar a tope.

- Deja ver si entendí, ¿quien debe entrar en la bañera soy yo? - le preguntó varios minutos después, en el momento exacto en el que detuvo el flujo del agua.

Deja ver si entendí, ¿quien debe entrar en la bañera soy yo?- - me dijo yo solo di un suspiro ante esa pregunta, solo pestañe unos segundos para calmarme un poco - Si, debes introducirte en la bañera, con el torso desnudo si quieres puedes estar con pantalones o en ropa interior -dijo calmada - Pero no desnudo-dije en tono seco y asomando en mis mejillas un rubor manteniendo mi seriedad y siendo lo mas franca - Si estas desnudo me puedo desconcentrar y en los peor de los casos puedo acabar con tu existencia -dije caminando hacia la bañera.

-Ah tendrás que hacerme espacio porque yo también voy a estar dentro de la bañera contigo-dije colocando mi mano en el agua - Hmmm esta perfecta comencemos Ayato-dije sonriendole con picarda, haciendo un pequeño chasquido con mis dedos hice una mano acuática para que me trajera mi pequeño frasco donde contiene agua.
 Lo tome y lo abrí lo gire boca abajo para que una enorme cantidad de agua saliera empezando a envolverme en una esfera de a poco mi ropa que me restaba es decir las bragas se deshicieron para enrollarse a mi cuerpo y formando una enorme globo de agua que estaba introducida dentro de ella, mis ojos volvieron a cambiar de tonalidad a la celeste cielo, mi cuerpo fue cubierto con un vestido blanco corto, mi cabello creció hasta llegarme a la cintura, una tobillera de oro con zafiros tenía en mi pierna derecha y apareciendo en mi espalda una ala de ángel blanca cuando termino el proceso descendí al suelo tenía los ojos cerrados, los abrí lentamente.

Me mire al espejo esa imagen que muchas veces había deseado no volver a mostrar estaba ahí, solo una ala, di un suspiro pesado me cubrí con mis manos mis hombros sintiendo frio y miedo pero no podía perder más tiempo - Comencemos-dije mirando a los ojos fijamente y seria

- Venga ya... - dijo en un gruñido, rodando los ojos antes de comenzar a desvestirse.

Después de que Shizuka le diera esa explicación Ayato se despojó de la parte superior de su ropa, arrancándose de golpe la chaqueta, el suéter y la bufanda que rodeaba su cuello. En menos de un minuto quedó desnudo de torso y se introdujo en la bañera, acomodándose en la misma con los pantalones puestos y sin calcetas. Al parecer había entendido el mensaje de Shizuka: tenerle totalmente desnudo entorpecería el proceso.

La ropa mojada se le adhirió al cuerpo y dejó reposar sus brazos en ambos costados de la bañera, esperando el siguiente paso. Esperaba que su vida no corriera peligro con lo que Shizuka pensaba hacer, pero antes de preguntarle al respecto levantó la mirada y contempló la transformación. Sus sentidos eran los mismos que los de cualquier ser humano, pero aún así supo que la forma que ella exhibía en esos momentos era su forma original, la de ángel.

Debía admitirlo, eso no se veía todos los días y resultaba impresionante. La tonalidad de sus ojos era diferente, el largo de su cabello también...sin mencionar que una especie de luz rodeaba su cuerpo desnudo. Era una imagen muy bella que consiguió embelesarle, pero luego la ausencia de un ala le desconcertó. ¿No se suponía que los ángeles tenían dos alas? Nuevamente estuvo a puertas de realizar la pregunta pero se abstuvo, recordando que Shizuka no quería que hiciera mayores comentarios de lo que vería.

Y sólo por esta vez le obedecería.

- Comencemos - Ayato asintió ante la indicación.
- Más te vale hacer bien tu trabajo...

Shizuka se metió en la bañera con él, tampoco era un sitio muy espacioso por lo que se apoyó en sus rodillas. Ayato no cambió en lo más mínimo su expresión, ni siquiera cuando el ángel depositó las manos en su rostro. Lo único que le importaba era su explicación: saber que percibiría el mismo dolor que vivió con Elliot no le agradaba para nada, pero al menos podía mentalizarse al saberlo.

- Entendido - respondió cortante. Estaba decidido a hacerlo sin importar las consecuencias.

Cuando Shizuka se lo indicó, cerró los ojos y las sensaciones comenzaron a abandonarle. Al igual como cuando Elliot lo despojó de sus poderes de dhampiro, Ayato no sentía nada, se vio preso de la ausencia del todo. Lo último que sintió antes de caer en esa especie de trance fue la fría frente de Shizuka apoyada en su propia frente.

La sangre de Ayato empezó a estar en equilibrio, con mi mano derecha toque su cuello y baje de forma como haciendo un camino hasta llegar a su pecho donde podía escuchar sus latidos de corazón - Muy bien voy a introducir mi mano dentro de tu pecho-le dije seria viendo como en el pecho de Ayato se formaba un remolino negro de a poco introduje mi mano sintiendo como me iba a acercando a ese núcleo de energía retiré mi mano , recordando que si seguía introduciendo mi mano Ayato sentiría mucho dolor.


Hice un chasquido de dedos con mi mano izquierda y esta formo una pequeña navaja que me hizo un corte en mi muñeca las lineas de sangre empezaron a fluir por mi muñeca y a caer pequeñas gotas en el agua-  Ayato lo que te voy a dar te lo tomas-le dije acercando mi muñeca a mi boca y tomando mi sangre una gran cantidad para que fuera lo suficiente para anestesiar el dolor, me incline hacia su rostro y sin preguntarle pose mis labios haciendo que bebiera mi sangre para neutralizar el dolor por completo, me separe de sus labios con un hilo rojo e introduje de nuevo mi mano hasta llegar al núcleo - Ayato a la cuenta de tres quiero que respires bien fuerte 1,2,3-le dije agarrando su núcleo.

Cuando Shizuka comenzó a introducir su mano todo se volvió oscuro y un dolor lo desgarró desde las profundidades de su alma.

- ¡¡...!! - hizo lo posible para no gritar ni golpear nada, pero esta contención le fue muy difícil. Reprimió los quejidos apretando fuertemente la mandíbula y forzando los puños hacia el interior de la bañera. En su cabeza sólo reinaba la idea de no abandonar el agua y de resistir.

Pero entonces, de un momento a otro, el ángel retiró la mano. Confundido, volvió la mirada hacia ella y antes de poder preguntarle qué sucedía, una navaja apareció en su mano. En un comienzo, Ayato pensó que usaría su filo contra él y que aquello podría costarle la vida, pero se sorprendió bastante al verla a ella misma realizándose un corte en la muñeca para después succionar su propia sangre. Tal y como haría un vampiro antes de convertir a otra persona.

El muchacho no se movió cuando ella le dio la sangre de boca a boca, ni siquiera se permitió cerrar los ojos por la sorpresa del acto. Bebió en silencio, observándola, comprendiendo que esa sangre pura que tanto le desagradaba cuando era dhampiro ahora tendría un efecto positivo y le ayudaría a tolerar el dolor.

- Ayato, a la cuenta de tres quiero que respires bien fuerte... - dijo Shizuka al separarse de él; en respuesta, él le dedicó una sonrisa burlona.
- Esto no es nada. El grandioso de mí soportará cualquier cosa que le hagas... - mintió mientras sonreía, sólo para darse un poco más de confianza. Dicho lo anterior, respiró profundo y volvió a cerrar sus ojos, esperando la cuenta regresiva de Shizuka:
- Uno...dos...¡¡tres!!

Y ese dolor regresó, penetrando sus sentidos y nublando cada pequeño pensamiento que deambulaba por su mente. La anestesia comenzó a surtir efecto de forma lenta, pero al menos funcionaba. Poco a poco Ayato se vio preso por una oleada de placer que relajó sus músculos, permitiéndole volver a apoyarse relajadamente en la bañera y respirar con lentitud.

Ante la relajación de su cuerpo pude dar comienzo a retirar por completo su núcleo, el agua se movió de forma brusca ya que la cantidad de energía que tiene un núcleo es casi como una bomba cuando es de un humano, cuando es de un ser con características mágicas es casi como una bomba nuclear, al momento que la retire me separe un poco de Ayato pero seguía sentada en su pierna, mi respiración era agitada ya que hacer esta extracción requería mucho gasto de energía.

Teniendo el núcleo con ambas manos como si sostuviera agua en el lo empece a examinar detenidamente, fue cuando vi un rayo de esperanza haciendo que diera un grito de alegría - ¡¡¡¡Síiiiiiiiii!!!! ¡¡¡Estaaaaaaa!!!-grite emocionada como una niña alegre que ve algo hermoso - Ayato abre los ojos por un momento mira puedes volver a tu forma mira la cerradura roja -le dije mostrandole la esfera blanca que tenía arcos de blancos y negros y que al medio tenía en forma de cerradura en color rojo como la sangre que el bebe - ¡¡Tu núcleo esta bloqueado!! ¡¡Es decir necesitas una llave no más y volverás a tu forma o estado como se diga pero volveras a ser el mismo!!!-le dije emocionada y con un rubor en las mejillas - Recuerda que después debes cerrar los ojos para cuando te vuelva a introducir el núcleo-le dije sonriendo le

La voz del ángel se escuchaba lejana, como si estuvieran separados por una densa pared. En el momento que Shizuka se lo indicó, Ayato abrió lentamente los ojos. Pero lo que vio no fue exactamente lo que esperaba o lo que quería ver. La mirada verdosa del muchacho carecía de cualquier luz y emoción, reflejaba en su totalidad lo vacío que estaba.

Referencia de mirada:

Su esencia, a fin de cuentas, acababa de ser extirpada y la desesperación comenzaba a inundarle. No veía a Shizuka, no veía su núcleo, sólo veía los horrores que le ofrecía la oscuridad...y sus sentidos se llenaron de ellos.

Referencia:

"¿Dónde estoy? ¡¿DÓNDE ESTOY?!" Pensó con agitación, pero por más que sus pensamientos estuvieran en desorden y tuviera el enorme deseo de destruir todo a su paso, su cuerpo no respondía. El caos inundaba su mente mientras era asediado por una compañía monstruosa que no podía distinguir...¿tenía miedo? Sí, pero el 'grandioso' Ayato no reconocería semejante emoción y pelearía hasta el final. Y eso hizo, claro, sólo en su cabeza, combatió contra los fantasmas y espectros que le perseguían.

Referencia:

Pero no obtuvo resultados, las criaturas en esa oscuridad eran demasiadas y no parecían perecer. No importaba cuántos tumbos diera contra el vacío...Ayato no veía nada, no sentía nada, el exterior no existía.

"Princesa..."

Este pensamiento le iluminó. Sus ojos recuperaron el brillo un momento, pero las visiones a su alrededor no fueron completamente fieles a la realidad.

Y finalmente, el Ayato real se movió. Sin poder soportar la angustia que le embargaba, alzó un brazo hacia el frente, hacia donde Shizuka se encontraba. Cuando su mano se retiró del agua, una fuerte descarga los rodeó a ambos y el núcleo peligró con quebrarse. Pero el muchacho hizo caso omiso a esto, simplemente tomó al ángel de los hombros y la envolvió en sus brazos, poseído por la idea de tocar a un ser viviente.

- Abrázame, Momoka. Te lo ordeno - dijo en un gruñido, aferrándose con fuerza al cuerpo de la chica equivocada. El corazón ajeno le permitía recordar dónde estaba y por qué estaba ahí, le daba la sensación de que no estaba solo.