¡Dinosaurios! [Priv. Raghe]

Hace tiempo que su carrera como cantante no avanzaba, posiblemente porque no lograba encontrar un manager aunque a decir verdad tampoco había puesto mucho empeño en buscar uno, siempre pensó que uno aparecería, que el universo confabularía a su favor para que encontrara a alguna persona que quisiera trabajar con él y que lo soportara. Pero ésto no se había dado. 

Durante más de un mes estuvo sin salir de casa, tenía una mala salud y las ganas le faltaban. Pero ahora estaba recuperado, sin trabajo y con todo el tiempo del mundo. Empezó a caminar por la ciudad, vistiendo de forma casual y a paso lento la recorrió casi por completo. No conocía a nadie y no era tan social como para acercarse a algún desconocido y entablar una conversación, así que fue al lugar al que nunca había ido y parecía adecuarse a él: El museo.

El silencio lo reconfortaba y como estaba vacío tenía todo el lugar para él. Caminó por los pasillos, deteniéndose en cualquier cosa que llamara su atención. De vez en cuando descansó un par de segundos sentado en el piso para luego retomar la marcha. 

Llegó a la exhibición que estaría ahí por unos días, los fósiles. Nunca le gustaron los dinosaurios realmente, nunca tuvo mayor interés en ellos. Se puso de pie frente al esqueleto de un T. Rex y estalló en risa. Por alguna razón se le cruzó la imagen del pobre dinosaurio tratando de ponerse un sombrero, cosa imposible por sus manos. Se tapó la boca y retrocedió un poco, esperando que no lo hubieran escuchado. De ser así tampoco le importaba mucho, ya había aceptado el hecho de que era un poco raro. 
Se afirmó en la pared más cercana y se fue deslizando hasta quedar sentado en el piso. Bajó la cabeza y trató de calmarse, suspirando varias veces hasta que al fin pudo calmar la risa. Pero siguió en la posición, de todos modos el lugar estaba vacío. O eso creía.

Raghe no era una persona especialmente interesada en las ciencias naturales, de no ser porque le habían obsequiado una entrada para ir al museo jamás habría puesto un pie en un sitio como ese. Estar sólo en una ciudad desconocida comenzaba a aburrirlo. Aún no tenía el resultado de su audición, y eso lo ponía muy ansioso. Extrañaba su ciudad, a los idiotas de sus amigos, el paisaje, las rutinas. Estar allí, en una pequeña habitación de hotel sin nadie con quien salir a divertirse lo estresaba. Acababa pasando la mayor parte del día con su notebook, viendo películas o jugando juegos online. Tampoco le quedaba ya demasiado dinero, por lo que no podía darse el lujo de salir a beber algo o conocer las afueras de la ciudad. Por todos esos motivos decidió aprovechar la entrada gratis, aunque se tratara del museo, al menos salir un poco y estirar las piernas lo ayudaría a despejarse.


Miró sin mucho interés lo que allí se exponía, le daba pereza leer las descripciones bajo las pinturas, y no se detenía mas de un par de segundos frente a cada una de ellas. Los animales embalsamados le dieron una horrible impresión así que no se detuvo en aquel sector. Llegó entonces a la parte de dinosaurios, que definitivamente parecía mas interesante que lo demás. De pequeño había sentido interés por esas criaturas que habían vivido en la tierra hacia cientos de años. Incluso había aprendido sus nombres, su dieta y sus costumbres. Aún hoy le daban un poco de curiosidad, especialmente los especimenes de gran tamaño. No era extraño que el sitio estuviera vacío, nadie se interesaba por las ciencias naturales un jueves por la mañana, pero lo prefería de esa manera. Un sonido extraño llamó su atención, y pronto divisó a un chico sentado en un rincón del museo. Lo primero que pensó era que quizás se encontraba mal, así que se acercó a él. -Hey, ¿te sientes bien?-se inclinó un poco, intentando ayudarlo, tenía el rostro vuelto hacia abajo así que no podía ver sus facciones. Cuando lo miró descubrió que lejos de parecer enfermo sonreía. -Ah... No luces mal-afirmó descartando la idea de que pudiera estar descompuesto o algo similar. Se acomodó su sombrero incorporándose nuevamente. Era raro ver a alguien de una edad parecida a la suya por allí. -¿También conseguiste una entrada gratis?-preguntó un poco divertido, intentando entablar conversación para que la visita fuera mas entretenida.

U: Perdona la demora >.<

No se dio cuenta de que alguien se había acercado, fue hasta que le habló que se dio cuenta de su presencia. Trató de calmarse, levantó la cabeza y le sonrió al contrario- Estoy bien ... -dijo ya algo más calmado de su risa sin mucho sentido. Tenía que aprender a no reír por cualquier imagen extraña que se le cruzara por la mente, o al menos no reír tanto como ahora. 

Se paró correctamente y respiró profundo, acabando al fin con el ataque de risa. Ante su pregunta lo miró algo confundido- ¿Había que pagar entrada ?- cuando entró no vio a nadie y tampoco lo detuvieron, así que sólo entro. Miró a Raghe como preguntándole qué hacer, luego dejó salir una carcajada- Deberían vigilar mejor la entrada -comentó más para sí mismo que para el contrario- Soy Ritsu, un gusto- nunca era tan amigable con alguien que no conocía, pero había decidido cambiar un poco, abrirse más para no estar tan solo en una ciudad que, aunque había vivido ya casi un año en ella, aún no conocía bien. Esperó a que el contrario se presentara y miró al rededor- ¿Sabes por qué esto está tan vacío? -Era un museo bastante completo y de linda arquitectura, es más, estaba seguro de haber visto un pequeño café mientras caminaba. 

¿Quieres pasear conmigo? -le preguntó mirándolo de reojo y con una pequeña sonrisa en los labios. Aún le quedaba mucho por ver, y si tenía compañía el día se pasaría más rápido, tal vez hasta podían llegar a ser amigos si se llevaban bien, cosa que no parecía tan difícil en vista de que el contrario era amable, o eso pensaba.