Noche entre Vega y Altair. [Ren Jinguji]

Ahora si parecía una escena bastante cómica, para el resto, claro, ambos con sus mejillas rojas a más no poder, evitando la mirada del otro como si fueran dos adolecentes sin ninguna clase de experiencia amorosa, avergonzándose incluso de lo más básico como era el contacto visual, creando un silencio incómodo que les ponía los nervios de punta. Ren era tan conciente de lo infantil que resultaba esa timidez, pero no podía evitar las mil mariposas revoloteando en su estómago, que le impedían alzar la mirada nuevamente.

Él se reincorporó primero, acabando con el silencio. La expresión de la chica cambió casi enseguida al escucharle hablar de Kei. Sí, su corazón aun se encontraba demasiado confundido, al punto de preferir huir del tema, no recordarlo...No hoy. Le dolía, le atormentaba, estaba tan cansada de eso, cansada de tener que afrontar la realidad. ...Ah...Ojalá realmente estuviésemos lejos de Glass City...del Sello...de todos..., pensó entrecerrando levemente los ojos, bajando la vista hasta la mesa. Le miró otra vez, entregándole la mejor sonrisa que podía ahora mismo, una un poco floja, algo perdida, algo triste, no solo por el asunto de la confusión en su cabeza, sino por la posibilidad existente que aquellos sentimientos del pelinaranja se mantuviera, que las cosas no salieran a su favor y terminara sufriendo por su culpa. ¿Aun así podría estar a su lado? ¿No había tenido suficiente ya? ¿No estaría tan cansado de sentir el pecho apretado como ella? Alguien como él no debería sufrir, no debería exponerse de esa manera a salir herido...¿Por qué exactamente tenía que ser ella, quién era un lío de emociones y confusiones? Apretó su mano levemente, cerrando los ojos un momento.

-Me gustaría mucho probar tu comida, Ren-kun...Ah...Mi casa aun se encuentra algo..."vacía", es un caos de ropa y cajas...ni siquiera he podido limpiarla bien...-comentó alzando la mirada hasta el techo, volviendo casi enseguida de forma un poco brusca.- ¡A-ah! ¡Yo no debería decirte esas cosas...!-llevó su manos sobre sus ojos unos segundos, algo avergonzada, seguro y Ren se imaginaría el gran desastre que traía, no había tenido tiempo de desempacar todo, menos de ordenarlo, simplemente tenía un montón de cajas, algunas a medio abrir.-...S-si...por lo de las clases podríamos almorzar juntos, realmente muchísimas gracias por eso...Ren-sensei...Por favor encarguese de este caso perdido...-respondió descubriendo su rostro, sonriéndole de forma más natural, regalándole una pequeña reverencia.

Ya quedaba muy poca comida en sus platos, de todo aquello que habían pedido. La chica dejó el servicio junto al plato, admitiendo la derrota, no podía más.-C-creo que voy a explotar...Mh...-dijo alejándose un poco de la mesa, llevando sus manos hasta su estómago.-No creí que sería tanto...¡Pero no me arrepiento!-continuó, alzando una mano, dándole un toque de humor al asunto, olvidando casi toda delicadeza y decencia que una señorita debería tener...No podía evitarlo, se sentía muy cómoda con él, más luego terminaba dandose cuenta, avergonzándose de si misma.

Apoyó su rostro en ambas manos, mirando fijamente al chico unos segundos, para luego llevar el dedo índice de su diestra hasta la mejilla ajena, presionandola levemente.-...Hey...No te pierdas de vista a ti mismo...¿si?-le reprochó, las palabras dichas antes no habían parado de resonar en su cabeza "Te prometo que...no te dejaré, incluso si llego a ser herido yo...estaré contigo", no quería herirle...ni quería que él mismo se dañara por cumplir aquella promesa, las promesas...terminaban causando demasiado daño, y aquella podía terminar dañandolo si la cumplía o si terminaba por no hacerlo.

Como era de esperarse su rostro cambió cuando le hablo de su ex novio, el comprendía y por lo mismo había dicho tales palabras. Ambos estaban sumidos en una extraña situación, como si el destino quisiera jugarles una mala pasada...o quizás darles una oportunidad.

Le sonrió mucho más tranquilo por como actuó, podía imaginar a Ren algo torpe, un poco floja tratando de ordenar las cosas- Entonces será en mi casa por esta ocasión-pensó un poco cuando la imagen anteriormente dicha vino a su mente- Me hago la idea de ti con un moño desarreglado mirando las cajas y diciendo: ahaaa~ lo arreglaré mañana-rió un poco enternecido- y luego tomando tu guitarra o fijo tirándote a la cama con una cara somnolienta, es demasiado adorable.

No solía fijarse en esas cosas, siempre estaba rodeado de bellas chicas maquilladas, perfectas con un hablar impecable o con palabras que aturdirían a cualquiera, por eso Ren se le hacía tan interesante¿Se imaginan a un tipo como Ren Jinguji al lado de una chica así?la sola idea lo hacía reír y divertirse, le gustaba eso, lo sacaba de sus estándares y aquello le hacía emocionarse aun más.-Puedo ayudarte si es muy pesado todo aquello, aunque con lo poco que dices es como si tu casa fuese tu nido y te diese vergüenza que lo vea desordenado~

Hizo una reverencia bastante formal por lo de sensei- Seré duro contigo, Ren-chan~ así que por favor esfuérzate-guiño uno de sus ojos-si no lo haces me encargaré de que tu comida no sepa bien al momento de almorzar~ y ya sé cuanto amas la comida, eso sería un duro castigo jaja.

Ren había acabado hace poco su comida, entre aquella platica, emociones diversas y aquella "confesión" que fue bastante improvisada por cierto, es más, acababa de darse cuenta de ello.

"Ah...demonios que mierda estabas pensando, Ren". Miró a la muchacha, ya estaba cansada de comer, hizo un gesto digno de una comedia, el pelinaranja sonrió como acto reflejo, ya se estaba convirtiendo en algo común cuando le veía- Y así es como la comida obtiene la victoria~ un punto menos para ti, my dear. La próxima vez no dejes que te gane, ok?~-le acaricio la cabeza-


...Hey...No te pierdas de vista a ti mismo...¿si?-sintiendo aquel delgado dedo sobre su mejilla, al principio no entendió muy bien, luego sonrió, ella se preocupaba por él-Creo que...-giró su rostro y besó su dedo- es muy tarde para eso, debiste alejarte de mi antes de que cayese ante ti, no lo crees...Ren-chan?.
Se levantó del asiento, se giró un poco y le extendió su brazo, con su sonrisa y miradas galantes- Creo que ya es hora de ir a dejar a la señorita a sus aposentos, tanta comida de seguro le dará sueño y no queremos que un hombre malo venga y la secuestre cuando está durmiendo¿No es así?-colocó su mano libre sobre sus labios como si estuviese susurrando y contando algo que no debía oírse- ese tal Ren Jinguji es un peligro, si fuese tú tendría cuidado~-volvió a reír con coquetería-

-¡A-aaaaah! ¡No se supone que debas tener esa imagen mía!-sus energías habían vuelto para hacerla sentir sumamente avergonzada para con el chico, negando con sus manos lo más rápido posible, alzando levemente la voz.-C-claro que me daría vergüenza enseñartela...Mh...-continuó calmandose un poco, e inflando su mejilla derecha, casi como si estuviera ofendida.-Más que un nido, es un nicho...¡por eso queda completamente prohibido ir a visitarme hasta que sea digno de ver! Después de todo, aunque no se note, soy una chica...y no me gusta que vean ese...lado de mi...-se sonrojó nuevamente ante la sola idea de que Jinguji fuera testigo de aquel lado B de Ren, uno demasiado despreocupado, e incluso perezoso hasta la muerte. ¿Qué impresión le daría? Seguro que el pelinaranja no se preocuparía demasiado de ello...pero de todos modos quedaba completamente fuera de cuestionamiento.

-E-ese...es un castigo muy cruel...-dijo haciendo un puchero notorio, sinceramente sufría al pensar en esa idea. Pero era un buen truco, se esforzaría al máximo por la comida...y claro, por su carrera también.-Entonces daré todo de mi para que no exista esa posibilidad ¡Humu!-empuñó sus manos con una mirada decidida-Además...no puedo permitirme fallar y dejar a mi maestro con una mala reputación~ ¿Verdad?-sonrió y rió suavemente, aunque difícilmente el resto sabría que era el mismísimo Idol quien le enseñaría algo tan básico a esta chica música anónima para el mundo.

Arqueó las cejas, preocupada nuevamente por las palabras de Ren. ¿Era demasiado tarde para que él se preocupara por su propia felicidad? ¿Realmente se había vuelto así de importante para el pelinaranja?.-Entonces...tendré que ser yo quien se preocupe de que no te pierdas de aquí en adelante, si lo haces tendré que reprenderte-dijo volviendo un poco a ese juego de los castigos, tendría que pensar en algo cuando llegase el momento...el cual realmente esperaba que no sucediera, lo observaría muy bien, para que no perdiera el camino. Quizás la respuesta más fácil para ambos era que ella se alejara, desapareciera de la vida del idol, así no tendría que pasar por esa indecisión y los seguros dramas que aparecerían, pero simplemente no podía hacerlo, egoístamente deseaba mantenerse a su lado, se le presentaba un nuevo comienzo, por causa de Ren había vuelto a divertirse y reír desde lo más profundo de su corazon.

-¿Eh?...A-ah...sí...es cierto...haha...se ha hecho demasiado tarde, ¿no?-rió torpemente, no podía ocultar las pocas ganas que tenía de que esa noche acabara. ¿No podía ser eterna verdad? Debía darle la cara a su vida nuevamente, a esa habitación oscura, esos susurros dentro de su cabeza que le hacían perder las energías.-¿Q-qué dices? El ha sido muy dulce conmigo...¿A poco es un lobo vestido de cordero? ¿Crees que deba huir de él?-comentó siguiéndole un poco el juego, al menos la última parte de la noche debía disfrutarla, ¿cierto?...No me molestaría que me secuestraran...pensó buscando una última oportunidad de mantenerse fuera de su vida diaria...¿Desde cuando detestaba tanto estar sola?

Se levantó de su asiento también, caminando junto al muchacho hacia la caja para poder pagar la cuenta-Deja que pague yo, como agradecimiento de esta noche, me la he pasado muy bien, hehe-volvió a reír con dulzura.

Casi suelta una pequeña carcajada al verle envuelta en la verguenza, sus ojos se cerraron por reírse por lo bajo- vamos, vamos, que no es tan terrible, ya te dije que era adorable.

"De verdad que lo es..."

No lo creas...eres una chica y lo notaría aunque estuvieses envuelta en harapos y con el cabello revuelto, pero~ acataré las ordenes de su majestad, nada de Jinguji en el nicho secreto de la reina hasta que lo tenga totalmente listo~-susurró como un niño pequeño mirando a otro lado, lo suficientemente fuerte para que la chica le escuchase- pero...aun así quiero ver a Ren-chan en su estado natural~-dejó que una pequeña risa burlona pero llena de ternura se escuchara- gomen, gomen~

Sonrió, era posible que aquellas acciones que ahora tenían el uno con el otro fuesen más tarde símbolo de tristeza ya que ambos no sabían que les acaparaba el futuro pero...desde el fondo del corazón de Ren pensaba, no...más bien deseaba que aquello luego fueran bellas memorias de las cuales aferrarse para sacar fuerza.
Asintió ante las palabras de la castaña-por favor...cuida de mi de ahora en adelante, yo también cuidaré de ti, Ren-chan- sonaba muy japones aquella frase, inclusive recordó a Masato un momento.

Al parecer ninguno de los dos quería irse, pero no podía darse el lujo de que la señorita estuviese toda la noche con él, si lo hacían seguro Ren se dejaría llevar y le robaría un beso en algún momento, se conocía a si mismo y no quería incomodar para nada a la señorita. Tampoco sentía que fuese justo para sus propios sentimientos, ni los de él ni los de la joven Hikari.

Lo es~nunca deberías confiar en un lobo-se acercó a ella con la voz profunda y los ojos afilados aprovechando su cercanía para quedar cerca de su oído derecho- Pero le gusta jugar bastante, por eso cuando sale la luna llena hay que tener cuidado~ podría comerte o llevarte a su guarida y no soltarte más~-besó su mejilla fugazmente- ups~

Ya en la caja Ren quería pagar pero el Jinguji estaba lejos de querer dejarla y a sabiendo que seguramente la chica no le dejaría pagar había tomado la pequeña carta que mostraba el monto total de la comida-Agradecimiento? vamos cariño, no seas modesta, crees que dejaría que mi novia pagara algo siendo que yo la invité a cenar?-en un acto totalmente de confianza le atrapó entre sus brazos y extendió la cuenta con el dinero dentro, casi como un juego más que como otra cosa sonrió y la dejó ir luego de su travesura realizada, la persona de la caja les deseo un buen viaje y los despidió con una sonrisa- vamos?-la tomó de la mano y salieron del lugar, él sólo rió- déjame adivinar-giró el rostro para ver a la chica- estás inflando una mejilla ¿verdad?

Movió la cabeza repetidas veces en forma de negación-A menos que yo no pueda ver a Ren-kun en su "estado natural", no te mostraré esa parte mía...¡Sería demasiado vergonzoso!...Además...Me intriga saber como serías...Hahaha seguro no tan desastroso como yo...-rió encimismandose un poco, al comienzo fácilmente pudo haber pensado que Ren se vería bien incluso al despertar, pues daba aquella imágen intachable, pero luego de esta noche el joven le mostró sus lados más vulnerables, más "normales" e incluso los más infantiles. Ahora mismo podía verlo en un estado bastante similar al suyo al despertar, con el cabello desordenado, somnoliento, algo digno de ver ciertamente.

Asintió con una suave sonrisa en el rostro, agregando una pequeña reverencia, cerrándo los ojos en la misma.-Haha...aquello ha sonado muy formal, pero lo haré...Por favor cuida de mí.-En cierta forma aquella "promesa" calmaba un poco so atormentada mente, no importaba que estuviera sola de aquí en adelante, había alguien que se preocuparía por su bienestar. No deseaba depender tanto del joven, pero el solo hecho de poder llamarle, hablar con él, de lo que fuera, le serviría a ambos para llenar poco a poco las grietas de sus corazones.

El grave tono de su voz provocó un leve cosquilleo en su oreja derecha, sin contar que se trataba de una zona bastante sensible-A-a-ah...¡Ah!-ambas manos se situaron en el preciso sitio que los labios del idol habían tocado, un rojo intenso se le subió a las mejillas, los apacibles orbes se abrieron de una sola vez y precipitadamente en el momento inmediato. ¡Realmente era peligroso aquel lobo!-¡R-r-r-r-ren-kun! ¡E-eres muy injusto!-dijo nerviosa, entrecerrando los ojos, no solo por aquel fugaz beso, aunque si se traba de la razón proncipal.

Entre el camino hacia la caja logró calmarse un poco para disponerse a pagar, más antes de que pudiera buscar dentro de su cartera sintió el tacto ajeno atraerla hacia él, inclusive había recordado aquella pequeña "broma/mal entendido" que se había generado con la muchacha del local. Claramente Ren se quedó sin habla, con aquellas mejillas encendidas que irradiaban calor con solo mirarlas. Se dejó llevar por la mano que ahora jalaba de la suya. Hubiera inflado las mejillas si su corazón no se le hubiera escapado por la boca, tenía la mirada pegada hacia el suelo, la lengua trabada entre balbuceos embobados que no formaban palabras algunas. Sujetó de vuelta su mano, moviendo ambas de arriba a abajo en forma de protesta, hasta que su voz no le traicionara.-R-r-realmente...creo q-que disfrutas hacer e-estas cosas conmigo...-Le respondió al fin cuando ya estaban fuera de la parte principal del local, caminando por el mismo lago que habían visto en un comienzo.

No quedaba demasiado para llegar al auto, pero incluso así no se sentía tan perdida luego de aquella "promesa" entre ambos.-R-ren-kun...yo...he sido una verdadera egoísta...-confesó cuando se encontraban frente al vehículo.-He sido muy cruel e irresponsable al pensar...que me hubiera gustado que me secuestraran...para huír de mi propia vida...-continuó bajando levemente la voz a medida que hilaba una frase.-¡Pero! Ya no me encuentraré del todo sola cuando no haya nadie conmigo...Por eso...estaré bien...¿Siempre podremos hablarnos, verdad?-le sonrió con las mejillas sonrojadas, de un dulce rosa. Se apresuró a la puerta del auto, entrando primero ella, sin olvidar de tomar primero el ramo de rosas que hace ya varias horas le habían regalado.

Sólo podrías verme así si despiertas a mi lado~-dijo casi para si mismo"aunque la mayoría de las veces duermo desnudo...creo que no sería una buena idea...". Guardó ese pensamiento para él, definitivamente no le diría algo como eso.

Asintió también y sonrió- Lo haré, tenlo por seguro.

Ahora se tenían entre ambos, ninguno estaba solo. Independiente del ahora creciente sentimiento en el corazón de Ren él estaría a su lado, habían hecho mucho el uno por el otro, no se podían dejar de ver así como así. Esta sería su promesa.

Nunca dije que fuera una persona justa ¿sabes?Soy una mala persona, gusto de hacer maldades~-rió un poco por la reacción de la chica, no podía negarlo, le divertía.

Sus ojos se abrieron de par en par, su semblante cambio a uno lleno de inocencia y sin ningún tipo de culpa dijo: Si, lo disfruto-apuntó a las mejillas de Ren-¿Cómo no disfrutarlo si tienes esa cara?-su sonrisa ahora volvía- Lo ves, hay fresas de nuevo en tu rostro-soltó una suave e infantil risa traviesa- Gomen~ no estoy para nada arrepentido si puedo hacerte sentir de esta manera...-entrecerró los ojos con un poco más de aire malicioso- No me arrepiento de mover un poco tu corazón si es por mi culpa~creo que ya lo sabes¿no?-le guiñó el ojo y siguió caminando junto con ella.

"He sido muy cruel e irresponsable al pensar...que me hubiera gustado que me secuestraran...para huír de mi propia vida..."

Eh?-fue apenas el tiempo que le dio, no pudo decirlo: "Entonces lo haré, te llevaré conmigo, se egoísta!"pero no lo hizo, no sólo por el tiempo si no porque dentro de su mente aparecieron dos sombras conocidas y el recuerdo de una antigua voz amiga diciéndole "No cometas el mismo error dos veces, Jinguji"

"Después de todo...no puedo ¿verdad?. Al menos no por ahora, debo ser paciente."

"¡Pero! Ya no me encontraré del todo sola cuando no haya nadie conmigo...Por eso...estaré bien...¿Siempre podremos hablarnos, verdad?-"

Ah...si, claro-le sonrió dulcemente y cuando se giró el color rosa de las mejillas de la chica pareció traspasarse a las del idol.
Se quedó viéndola, ella se encaminó primero con pasos ligeros, cada paso que daba ella, Ren lo guardaría para si.

"Como un pequeño y adorable conejo"su sonrisa se llenó de cariño.

Quitó el seguro del auto para que ella entrase.
-Definitivamente tienes la fuerza suficiente para noquearme...-susurró cuando vio que la castaña subía al auto y calmadamente le siguió- Bueno, regresamos de nuestro primer viaje al extranjero juntos~ me pregunto cual será luego el destino que se avecina-Le acaricio la cabeza con ternura y le volvió a sonreír. Hoy había sonreído mucho más de lo que había hecho en meses- Arigato, Ren y...cuando pueda y sea el momento tu sólo-guardó silencio, suspiró y volvió a sonreír- sólo llámame y pídeme que te lleve lejos, aunque sea un momento, yo lo haré.

Puso el motor a andar y se dispuso a comenzar a manejar, su meta ahora era dejar a Ren sana y salva a su casa aun cuando su deseo fuese seguir con el malentendido por un poco más.

¡Ren era demasiado sincero también! Peligroso y sincero como para que la guitarrista dejara de tener estas escapadas del corazón. A veces no sabía si lo hacía a propósito y con malicia o si le resultaban palabras naturales, de cualquier modo, y gracias a eso, sus pobres mejillas no habían logrado descansar durante toda la noche.

El chico no tardó en subir al automóvil junto a ella, había sido una noche maravillosa que recordaría por mucho tiempo, en especial en aquellos momentos más solitarios y tristes de su departamento, ya no solo le acompañarían las estrellas y los recuerdos de lo que había sido. Le sonrió dulcemente recibiendo la caricia sobre su cabeza como una niña pequeña.-¿Eh? ¿Ya estás pensando en un nuevo viaje?-soltó una suave risilla, si él comenzaba a pensar en otro encuentro significaba que lo había pasado tan bien como ella.-Mhh...¿Dónde podría ser...? La próxima vez Ren-kun debe escoger un sitio~-continuó elevando la vista un poco, mientras colocaba el dedo índice sobre su mentón, para enseguida voltearse hacia el pelinaranja.

Sus ojos se abrieron levemente al igual que sus labios, no tardó en negar con suavidad antes de hablarle.-Soy yo...quien debe agradecerte...Creo que jamás dejaré de hacerlo por este hermoso día...No solo acudiré a ti cuando quiera huir lejos...Pero unas vacaciones de vez en cuando para ambos no están nada mal, ¿verdad?-rió acomodándo su cabello tras su oreja, volviendo la mirada hacia las flores sobre sus manos, definitivamente no olvidaría todo el tiempo con Ren.

El auto empredió su camino al cual no debían tardar demasiado tiempo en llegar, con las indicaciones de la castaña. Era tarde y se encontraba algo adormilada, por lo que demoraron un poco más, Jinguji tuvo razón, la comida y el relajo del día terminaron por dejarla deseando su cama pronto o caería inconciente en cualquier momento.-E-estoy...como una niña pequeña...Lo siento...-se disculpó avergonzada, sus ojos comenzaban a cerrarse solos, pero luchaba por mantenerse despierta todo el viaje.

Luego de unos minutos se encontraban frente a los departamentos donde vivía, no podía ocultar la tristeza que sentía al saber que su viaje acabaría. Había sido corto, más había prometido volver a hacerlo, ¿verdad? Podría contar con él ¿verdad? Él mismo lo había dicho.-Realmente...muchísimas gracias por todo, Ren-kun...Espero que te lo hayas pasado tan bien como yo...Uhm...ehm...T-te llamaré pronto...¿s-si?-comenzaba a despedirse algo insegura, alargando el momento lo más posible.-Q-quizás podamos encontrarnos en el sello y comer algo juntos...Si tienes tiempo, claro...-bajó la mirada hasta sus manos, las que jugaban entre ellas.-T-también podríamos ver lo de las clases cuando tu agenda te lo permita...no quisiera molestarte con ello...hehe-Esto ya no parecía una conversación demasiado normal, más aun le daba algo de miedo decir "buenas noches" y finalizar su encuentro.-E-entonces...Espero que puedas descansar bien hoy...C-creo que yo terminaré por dormirme automáticamente...hehe...-Apretó el ramo de flores, si extendía esto aun más el pelinaranjo se sentiría incómodo. Alzó la vista una vez más hacia él.-O-oyasuminasai...-pronunció en un suave susurro.

Claro que sí! aun hay mucho mundo que mostrarte~No me detendré hasta verlo completo junto contigo-volvió a guiñar un ojo generando un pequeño sonido con la boca cuando rió de lado, algo así como un click- Ok~entonces nuestro próximo viaje será planeado por mi- le apunto en el pecho a la chica como si sus dedos fueran una pistola he hizo el gesto técnico de disparar- Prepárate~

Ya en el auto siguió las indicaciones al pie de la letra, el Jinguji notó que los ojos de la muchacha se iban cerrando y sólo suspiró con una sonrisa- No te preocupes, lo comprendo, ha sido un día lleno de emociones¿no es así?. Ahora es tiempo de que vayas a descansar.

"No hay nada que disculpar, después de todo nunca pensé que podría ver tan pronto esa cara adormilada tuya...o quizás incluso verla~"

Cuando llegaron al destino la castaña comenzó a hablar, palabras algo nerviosas"Espera...esto lo he visto antes. Acaso no quiere que termine?". Por un momento le latió rápido el corazón. Algo que le había enseñado sus antiguos años de casanova eran estas situaciones, claro que cuando sucedían y Ren veía que las chicas estaban así sólo venía y les besaba, eso siempre las dejaba con un aire romántico y sus caras ilusionadas, pero con la guitarrista no haría tal cosa, obviamente que no.

El pelinaranjo le miraba mientras ella hablaba, con los labios semicerrados y una expresión serena-Ren~...-susurro, al parecer al principio la chica no le escucho, ella siguió con su actuar nervioso, eso le hizo sonreír divertido, incluso el oyasumi le había dado demasiada ternura-Hey~-le tomó el rostro con una mano, se le quedó viendo con sus celestes ojos, sonriendo tranquilo y dejando que su mano derecha acariciara la mejilla de la chica mientras que la otra se acercaba al mechón que acababa de peinar Ren- Estoy aquí aún y lo seguiré estando. Una llamada y estaré comiendo contigo, no creo que no pueda darme un tiempo, a menos de que mi nuevo manager sea un tirano y si te soy sincero esas cosas nunca me han detenido- rió un poco-Agenda los Domingos para ti, casi siempre los tengo libres y bueno...Lo que quiero decir es que...-mantuvo silencio unos breves segundos mirándola a los ojos- llámame sin ningún tipo de atadura, sólo hazlo, ya te lo dije ¿no es así?- se acercó a ella y ladeo el rostro- puedes ser egoísta conmigo, si quieres verme o salir, mandarme un mensaje muy enfadada por algo o cualquier cosa tu sólo hazlo, no me vas a molestar.

Atrajo el rostro de Ren ahora con las dos manos y beso su frente-Oyasumi~-se quedó cerca de ella y tranquilo dijo- Procura descansar bien, my dear, el lobo esperara a que el conejo que está siempre en la Luna lo llame cuando lo desee~

Spoiler:

El chico la sacó de ese nudo de nervios y contradicciones en la que sola se había metido solo por el capricho de no acabar con ese día, el tacto de su mano sobre su rostro le hizo encontrarse con los celestes orbes del muchacho, perdiéndose en ellos y en la calma que irradiaban. Sus labios se mantuvieron semi-abiertos, escuchando cada palabra, coloreando de un rosa sus mejillas. Era injusto...¿Por qué debía ser tan amable, tan atento con ella? ¿Por qué debía decir las palabras exactas para calmarla cuando los nervios le invadían? o claro, volverla un manojo de nervios cuando quería. Mientras que ella...ella no podía responderle de la misma forma, se sentía impotente y frustrada, pero Jinguji ni siquiera se imaginaba las muchas veces, solo en aquela noche, que la había salvado de si misma, de sus fantasmas y demonios.

Le sonrió con dulzura, aun con la cercanía, la cual jugaba con las mariposas en su estómago, no pudo evitar sonreírle tras esa tierna analogía. -Un conejo...¿eh?...Fufu, creo que...soy uno afortunado...pues el señor lobo ha resultado ser demasiado paciente...y dulce...-rió bajo, tal vez era porque se encontraban solos en el auto, o por lo silencioso de la noche, más todo parecía como si fuese contado en un secreto.

Tomó la mano del muchacho, firmemente antes de dejar el vehículo, apoyándose en su hombro unos segundos.-Definitivamente...no podré olvidar nada sobre hoy...dijo en seguida, cerrando los ojos, casi como si de esa forma pudiese guardar todos los recuerdos en un lugar seguro. Se levanto, despidiéndose con una leve reverencia, ya fuera se dirigió a la entrada del edificio sin antes mover su mano hacia Ren, despidiéndose nuevamente. Ya dentro esperó que partiera el auto para dirigirse a su apartamento, desde la ventana miró el cielo.-月のうさぎ。。。か？-murmulló sonriéndo para sí.