Noche entre Vega y Altair. [Ren Jinguji]

Luego de vagar por la ciudad, la muchacha decidió que lo mejor sería ir a un lugar "seguro". El barrio chino era un sitio que estuvo, estaba y estaría por largo tiempo el Glass City, después de todo siempre era bienvenido algo así. En especial este barrio era bastane exótico, por las noches parecía que realmente te trasladabas a lo más oriental del mundo.

Si bien Ren tenía decendencia japonesa jamás había tocado tierra nipona, se había criado en un orfanato. Aun que antes de que su padre falleciera le enseñó lo básico del idioma japonés, y a medida que crecía lo fue perfeccionando por su cuenta. Jinguji le causaba algo de curiosidad, ¿cómo sería el lugar donde nació? Las fotografías algo mostraban...pero seguro era muy distinto, se moría de ganas de visitar algún templo, o celebrar Tanabata...Claro principalmente por la leyenda con las estrellas.

Finalmente su parada fue en un gran local de comida china, el más grande de Glass City, con decoración a tono; parecía un castillo feudal asiático. De color rojo y dragones en dorado, las tejas del decho eran de un color verde musgo, y un centenar de luces cálidas adornaban el lugar.-...Woaah...hacía mucho que no venía aquí...-comentó, corriendo enseguida hacia el pequeño lago artificial que existía en la entrada del restorant.-¡Jinguji-san, Jinguji-san! ¡Hay unos peces Koi enormes!-le llamó, asomándose por la baranda del puente. Parecía una niña pequeña, tan emocionada. Después de todo el sitio había cambiado en los meses que ella estuvo fuera de la ciudad, tal parecía que les había ido muy bien, por la gran cantidad de remodelaciones que tenía.

Su última vez en aquel restorant había sido con Kei, junto a un evento de año nuevo, donde habían podido llevar trajes típicos del país. Sonrió con algo de melancolía al recordar eso, descendiendo un poco su eufória, así como su cuerpo hasta quedar en cuclillas.-Son unos peces hermosos...¿no lo cree?.

Un viaje suave guiado por Ren-chan, una que otra banalidad discutida en el trayecto, un poco de música de fondo hizo el trayecto corto pero llevadero.

El idol dio un paso fuera del auto con calma, la muchacha sin mucha demora con paso ligero corrió hasta el gran edificio de estilo oriental.

"¡Jinguji-san, Jinguji-san! ¡Hay unos peces Koi enormes!"-su delicado cuerpo se asomó por las orillas de aquel barandal, el solo sonrió ladino con una expresión cálida, apreciando ahora poder verla con mayor intensidad y alegría.

Se acercó a aquel lago, dentro de el como decía habían peces Koi, maravillosos ejemplares, más no eran tan majestuosos como los de la mansión Hijirikawa.

Lo son, los peces Koi...me recuerdan a un buen amigo de Japón-volteó la mirada a Ren-chan, hacia abajo- Al parecer no estaban aquí la ultima vez que te fuiste-sus brazos se apoyaron en el barandal del puente mirando como la guitarrista sonreía envuelta en una memoria..."¿acaso el en su momento también se ve así?"fue su pregunta, más nada ni nadie le contesto.

Sus ojos se perdieron en el movimiento del agua, provocado por el aletéo de los peces dentro del estanque. Alzó la vista hacia el pelinaranja tras su pregunta, con suavidad.-¿Era cercano a usted?-le preguntó volviendo a ponerse de pie para quedar a la altura del joven. Quizo preguntar "¿No extraña su vida en Japón?, pero quizás aquello sería demasiado invasivo para la superficial relación que aun llevaban. Tal vez...más adelante se sentiría capaz de pedir que contase más de su vida antes de Glass City...y quizás...ella podría hablarle de su pasado.

Negó con la cabeza.-No...ha pasado mucho tiempo después de todo...La última vez vine con mi no-...-hizo una corta pausa dándose cuenta que en realidad nunca había puesto su actual relación en palabras, aun dolía- Mi ex-novio...El lugar era igual de grande, pero más sencillo...Haha, al parecer han tenido mucho éxito...-sonrió con sumo pesar recordando una que otra imágen de lo que había sido su visita en el lugar...la fotografía, la cena...e incluso lo que vino después, estando solos...aun era capaz de recordar el calor de Kei en su cuerpo.

Volvió a caminar hacia la entrada principal del restorant. Se detuvo unos cuantos pasos más, volteándose hacia él-¿Entramos? -preguntó esperando respuesta y que Jinguji le alcanzara.

Incluso sin entrar al local podía notarse la gran cantidad de concurrencia que había, no era abrumador, pero cada cierto tiempo no faltaban las persons que entraban o salían del mismo.

Hijirikawa Masato, un amigo de la infancia, los peces Koi me recuerdan a el por ser tan tradicionales-vio como los acuáticos animales seguían nadando como si nada- En la mansión de su familia habían maravillosos ejemplares, muchísimos mas majestuosos que estos, de seguro te gustaría-miró a los peces con dulzura y el rostro nostálgico, pero traslucía que esa nostalgia no eran de los recuerdos que dolían, si no más bien de los que llenaban el corazón- Hijirikawa y yo antes no nos llevábamos bien, pero creo que eso ayudo, el fue una de las principales razones por las que me anime a venir aquí, digamos que es mi mejor amigo.Pero shhhh- puso un dedo sobre sus labios y cerro un ojo- es un secreto~

luego de la explicación la muchacha dio una información inesperada- ex-novio...entiendo-Lo podía notar en su voz, en su expresión, aún estaba enamorada de ese hombre invisible..."¿Cómo será que logró enamorarte a tal punto que el solo hecho de no estar a su lado te hizo perder el brillo a tal punto?" Fue la pregunta que se hizo "Deja de pensar estupideces, Ren...no tienes porque inmiscuirte..."Pero aun así cuando ella sonrió...no pudo ver otra cosa de cuanto le hacía falta.

"Acaso...estamos esposados a su recuerdo a tal punto de no poder ver más que su memoria como algo doloroso, acaso no podemos solo vivir sin recordarlos...Ren?" quería decírselo, quería decirle que eso eran solo recuerdos pero...no, no ahora, no era más que un desconocido haciéndose conocer. 

Se perdió en el movimiento sutil de los cabellos de Ren cuando camino a la entrada, un suave giro y allí estaba, su rostro ocultando aquel corazón lleno de memorias. Se preguntaba si Haruka se veía de esa misma manera, por lo pronto sacó ese pensamiento de su cabeza

"Ahora estoy en glass city...no en Japón, dejé atrás ese lugar...y ya no es posible volver aun cuando ella así lo desee. No quiero vivir en base a una mentira, y ella tampoco se lo merece."

Su paso calmado, despreocupado pero elegante lo llevó al lado de la mujer, la miró de reojo y sonrió- Crearemos nuevos recuerdos, tendrás nuevas memorias de este lugar, no borrando los antiguos pero... crearemos memorias juntos esta noche para que este lugar no se transforme en algo nostálgico, te lo prometo-le sonrió comprometido y lleno de sinceridad, fresco y optimista mientras le extendía la mano- Si me permite, señorita Hikari~ no se preocupe, no muerdo-le guiño un ojo bromeando- Solo...déjate llevar por los momentos, este es el presente.

Le observó con atención, junto con una mirada dulce y amable mientras hablaba de su pasado, de su mejor amigo. Le alegraba que al menos en otro lugar el pelinaranja tuviera a alguien quien pudiese llamar amigo, después de todo siempre había pensado que la vida de un Idol debía ser sumamente solitaria, siempre con gente sobre uno, escondiendo su vida privada. Soltó una pequeña risilla tras aquello del secreto y asintió.- Está bien, será un secreto -comentó divertida imitando la posición del dedo del muchacho sobre sus labios.- Aun así...Me alivia saber que tiene alguien a quien pueda llamar de esa forma, aunque esté un tanto lejos...Hehe -sonriéndole, más al momento de hablar del pasado en ese mismo lugar, desapareció.

Las palabras del pelinaranjo fueron desvaneciendo poco a poco aquellos pensamientos, devolviendole una sonrisa un tanto más sincera, cerró los ojos en aquel gesto mientras una infima lágrima se asomaba en uno de sus ojos, sin lograr caer antes de desaparecer de su mirada. Aceptó la mano de Jinguji con un leve rubor en su rostro antes de generar contacto entre ambas palmas, uno sutil y delicado, permitiéndose que las memorias pasadas no aplacaran lo que podría suceder aquella noche. -De acuerdo, joven Jigunji~ -realizó una pequeña reverencia, inclinando su rostro levemente hacia abajo y cerrándo sus ojos, siguiéndole un poco el juego, de la caballerosidad. Volvió la vista directamente hacia Ren, demostrando en su mirar agradecimiento de que se encontrara ahora a su lado.

En la entrada una jovencita con traje tradicional les atendió, llevándoles a una mesa para dos al fondo de la habitación central, aun dentro la muchacha no soltó el leve agarre de sus manos, la cual apretaba levemente cuando parecía que alguna imagen de Kei aparecería en su mente. Incluso dentro del restorant todo parecía haber cambiando, siendo aun más elaborado, sumamente bello. - Parece como si realmente hubiesemos viajado hasta China...-comentó mirando todo a su alrededor.

No demoraron demasiado en traerles la carta, la parte más difícil para Ren, pues todo parecía delicioso y no sabía por donde empezar. ¿Quizás lo más común? ¿O tal vez probar algo nuevo? ¿Pero si no le gustaba?- Mhh...-dejó escapar un leve quejido mientras miraba cada página de su menú. Alzó la vista hasta el muchacho.-¿Hay algo que haya llamado su atención?-

Curvándose sus labios en una delicada sonrisa Ren asintió ante ella con calma en son de cortesía, primero por sus palabras sobre Masato y luego por la pequeña reverencia y gesto que habia hecho. No podía negar que le agradaba que siguiera el juego, en toda la noche era la muestra más cercana de que lo hacia y lo más gracioso para el Jinguji...es que quizás iba en serio, no era un hombre que no se conociese así mismo...le chica le agradaba como para incluso invitarla a comer, lo único que era anormal es que a él lo había llevado a un lugar, aunque claro...no le molestaba.

Tomó entre su mano más grande la tersa y pequeña de ella, transmitiéndole calor, caminaron juntos hacia el vestíbulo, encontrándose con una joven vestida de acuerdo al entorno, muchos pensarían que Jinguji por su fama no tardaría en darle un pequeño alago pero los ojos de Ren no hicieron más que estar pendientes de que la guitarrista no se sintiera desconforme con el contacto de sus manos.

Caminaron hacia la mesa, ya en ella aun podía sentir la conexión, pequeños apretones provenientes de la mano contraria eran entregados, el solo la retenía, la sostenía con cariño, dejando en claro que allí estaba, que no dejaría que se escapase en el pasado, en las memorias. Sonreía ante ella, apacible y maduro con sus ojos celestes, él lo entendía aunque no lo dijera...el ver en cada lugar a esa persona que amas más aún si era un lugar lleno de recuerdos, cuando uno era absorbido por el pasado es necesario de vez en cuando contar con alguien.

Pues entonces, estamos en China en este momento, lejos de todo el mundo~solos tú y yo-respondió acariciando con su pulgar la mano de Ren-chan aun sonriendo.

Los menús ya en su poder aunque al parecer no la decisión en mente de la chica, le parecía algo tierno.Su vista se encontró con la de ella y ladeo el rostro, era obvio que no podía decidirse. la 

"¿Hay algo que haya llamado su atención?"-pregunta que ella hizo fue contestada con palabras no relacionadas precisamente al menú.

Claro, ya desde hace unas horas que me llamo la atención "algo" en particular pero~...-se acomodó en su silla, mirándola fijamente a los ojos con decisión de forma directa, sin pestañear y con la sonrisa coqueta del joven Jinguji pero...por alguna extraña razón en aquella sonrisa no se veía el típico flirteo que había anunciado en otras platicas que había tenido con ella-...ese algo no está en el menú...aún cuando realmente me gustaría conocer su dulzura...es muy pronto.-la quedó mirando un rato perdido en sus ojos, suspiró levemente y jugó con sus dedos entre los dedos de la chica mirándolos, comparando tamaños entre ambos- Debería decir que es una broma...pero no suelo mentir. 

Pestañeo un poco y cerró los ojos un momento, no dejó que ella contestara, no quería recibir una respuesta si se sentía presionada, volvió a acariciar su mano y tomó un tono de voz más sutil que el anterior- Pide lo que más te gusta, si hay algo que te apetezca pero no lo has probado entonces lo pediré yo, así podemos compartirlo y si no te agrada no será un desperdicio¿ Te parece la idea? Oh! Y no te preocupes por mi, ya sabes, lo único que no me agrada es lo muy dulce, puedo comer lo que sea si está bien preparado~

Ella solo le miró, un tanto desconcertada al comienzo, dejando de lado un segundo el menú, para llevar su mano libre sobre sus labios que ahora formaban una sonrisa, cerrándo sus ojos. Se sentía un poco abusadora de recibir estos mimos de parte de Jinguji, no solo por las palabras, sino también por las pequeñas caricias sobre su mano...pero no podía evitar permitirse aceptar esa amabilidad un poco más. Ya veo...Tomamos unas vacaciones bastante lejos- su vista se posicionó nuevamente en el pelinaranjo, riendo. ¿Cuántas veces había logrado sonreír gracias al joven frente a ella? ¿Él también disfrutaba de su presencia como ella lo hacía? Realmente esperaba que sí...

Ladeó la cabeza sin entender a que se refería Ren con lo que decía, más con su mirada y siguientes palabras lo comprendió. Sus mejillas comenzaron a cambiar de color a un fuerte carmín, abriendo los ojos antes de mirar directamente sobre la mesa. ¿Se refería a  ella? ¿O esque estaba siendo demasiado engreída al pensar eso? El juego de sus dedos y caricia en su mano la confundía, e incluso la punta de sus orejas se volvió de color rojo. Alzó la vista encontrándose con los celestes del muchacho, sus labios se separaron más el chico ya había cambiado el tema antes de que ella pudiese responderle, por lo que solo asintió.

Nuevamente miró el menú frente a ella, buscando algo que llamase su atención, mientras alternadamente volvía a mirar a Ren, descendiendo nuevamente hasta los platos.-...E-este se ve rico...-dijo apuntando un platillo llamado "Minchi chow dan", al parecer no parecía nada demasiado intrépido, pero le daba curiosidad probar el estilo agridulce del platillo.-Mh...¡Ah! este se escucha bien...dim sum "ordenar hasta satisfacer al corazón"...Creo que pediré eso también-sonrió nuevamente, aun con el rostro algo rojo. -¿Usted, Jinguji-san?-Tras esa pregunta, se dió cuenta de que le trataba con suma formalidad, sin siquiera saber la edad que tenía el chico, se veía mayor que ella...Aunque bueno, todos se veían mayores que Ren.

-Uhm...J-jinguji-san...-desvió la mirada un par de veces antes de preguntar.-¿Qué edad tiene...?-dijo encimismandose un poco, esperaba que aquello no le incomodase demasiado.

Vio esos colores vivos en todo su rostro, desde un rojo intenso a un pálido rosa
"Asi esta bien, Ren-chan...así luces más hermosa que la misma luna..."
Y sin quererlo comenzó a mirarle cuando decidía, alguna veces dejando su mano quieta otras veces moviendola sutilmente para ver sus reacciones. El solo sonreía con dulzura y correspondía las miradas fugaces de la castaña.

...E-este se ve rico...-dijo la guitarrista, el posó su mirada en el platillo señalado por ella- Veamos~-leyó el nombre y asintió levantando un poco sus cejas- oh~ suena bien-miró un momento a Ren cuando habló del otro platillo y sus labios se relajaron un poco más en su sonrisa-"ordenar hasta satisfacer al corazón~" hay más formas de satisfacer el corazón, pero supongo que estará bien por ahora~me siento un poco celoso del platillo si llena tu corazón en su totalidad-guiño uno de sus celestes ojos y rió por lo bajo.

No había visto mucho del menú, estaba más bien concentrado en los detalles de Ren así que cuando comenzó a hacerlo pestañeo un poco-...mm?-volvió a mirar a la chica y sonrió travieso-La edad es algo que importe demasiado? -cerró los ojos sin perder su amabilidad- tengo 21 años, como sabes cumpliré los 22 el 14 de Febrero-sus ojos volvieron a abrirse mirando el menú- me gustaría comer de esto, Pollo gongbao, por lo que sé es algo picante, así que pediré este-Cerró el menú y lo dejó a un lado- Ahora que lo pienso~...seremos sempais de cada uno, yo ayudándote con las clases de lectura musical y tú siendo mucho más experimentada en merveilles...

De un momento a otro llegó a la chica de antes preguntando por las ordenes, Ren tomó la palabra y dijo cada cosa que querían-Oh y añádale un zumo de frambuesa si es que tienes,por favor si no uno de durazno estaría bien.

Y su novia querrá algo para beber?- la chica de vestido chino miró a la guitarrista con una sonrisa- Quieres algo para beber my dear?- con un tono completamente personal se dirigió a su acompañanante aun sin soltarle la mano, sin aclararle a la mesera que no eran novios, sonrió con tranquilidad pero de forma algo bufona entrecerrando los ojos cuando miraba a su acompañante, divertido por la situación.

Dejó el menú a un lado ya habíendo decidido las dos cosas que comería, aunque en realidad no estaba segura si podría con todo, pero tenían tiempo para ello. Sonrió divertida por el comentario del pelinaranja respecto al platillo, ese de nombre extraño y algo cursi.-¿Celoso? No debería...terminaré con él en unos minutos-le respondió entre risas, siguiendo un poco el juego de que la comida llenaría su corazón. Poco a poco podía empezar a ser la "Ren de siempre" junto a Jinguji, después de todo ella no era alguien que estuviese con la cara larga todo el día, en realidad le gustaba bromear, reír, y divertirse. Era normal para ella sentirse algo intimidada cuando conocía a alguien, pero a medida que comenzaba a sentir confianza se iba soltando, y el chico frente a ella había logrado agrietar la enorme pared que la misma muchacha se había puesto.

Negó con su mano libre cuando Ren respondía su pregunta.-N-no, no es que importe en realidad...es solo...que quizás el tratarle tan formalmente si es menor que yo le moleste...-dijo bajando un tanto la mirada, encimismandose levemente. Volvió a verle cuando dijo su edad, pestañeando un par de veces, eran casi de la misma edad.-Ya veo...Soy unos meses mayor que Jinguji-san, hehe-le sonrió con ternura-...Es cierto, su cumpleaños se acerca...Mh...¿Tiene planes ya para ese día?- por unos segundos pasó por su mente el visitarle, pero de seguro un idol como él ya tendría algo planeado, una cita tal vez.

Antes de que pudiese responderle la camarera llegó preguntando por sus pedidos, el chico se le adelantó respondiendo por ella. Solo habrían pasado unos minutos desde que sus mejillas habían recuperado su estado original, cuando todos los colores se le subieron al rostro por el pequeño malentendido que se había generado. Entrecerró los ojos bajando la mirada para responder en un hilillo de voz.-...U-un jugo de naranja...- susurró sin levantar la mirada. No podía culpar a la muchacha, después de todo estaban solos, sujetados de las manos desde el momento que habían entrado al restorant. Cuando volvió a mirar a Ren, sonreía...realmente parecía que lo disfrutaba.

una suave carcajada salió de su boca al escucharle decir aquello de la comida, podía darse la libertad de bromear- Sin duda ahora no estoy celoso de ella-sus ojos se entrecerraron y apretó muy suavemente su mano-...no me gustaría que terminases pronto conmigo...-sin percatarse su mirada se intensificó al encontrarse con los azules ojos de la guitarrista para luego volver a sonreír como siempre, sereno y cálido.

Meses de diferencia, debería llamarte Ren-sama entonces?O quizás One-chan~-rió un poco por el comentario, el nunca solía ser tan formal-qué va, no me queda bien hacer tal cosas ¿verdad?

La guitarrista no negó absolutamente nada, tampoco quitó su mano ni hizo algún gesto que a Ren le señalase que dejara de hacer lo que hacía ¿Era demasiado tímida que no podía moverse o decir que no era así?"Es demasiado tímida, no hay otra razón en particular~"se dijo a si mismo el Jinguji mientras veía cada color que adquiría el rostro de la muchacha"Pero...no puedo negar que...el color de sus mejillas me parece precioso cuando se avergüenza de esta forma"

La muchacha que tomaba sus ordenes terminó de anotar y les sonrió a ambos dejándolos de nuevos solos, Ren por su parte apoyó el codo ligeramente en la mesa posó su mejilla sobre la palma de su mano y miró con atención a la señorita que tenía frente a él durante varios segundos, sonrió de tal forma que se pudieron ver sus blancos dientes- Nunca pensé que pudiese verte tan preciosa con las mejillas encendidas, es mucho mejor de lo que había imaginado- volvió a reír sin quitar la vista-oh cierto, me hiciste una pregunta... 

Su cumpleaños, de un momento a otro algo se quebró dentro de él, miró las manos entrelazadas, sintió el calor de la más pequeña pero sentía como su propia mirada se volvía por unos 3 segundos difusa como un día de invierno.

Seguramente recibiré chocolates a la dirección que ahora las fans tienen...quería viajar a japón pero...no lo haré, me quedaré aquí-Los dedos de Ren acariciaron con un suave movimiento a su acompañante, levantó la mirada, buscándole- Si regreso ahora...no podría volver, no quiero ver el pasado, por mucho que intente cambiar algo las cosas están hechas, las personas cambian...y todo se transforma-estaba demasiado serio, nostálgico, el mismo se percató de eso- No quiero olvidar pero, para eso tengo que construir memorias más preciosas-De un momento a otro volvió a sonreír, ocultando sus más profundos sentimientos, el 14 de Febrero le hacía sentirse amado, no lo iba a negar, ciento de mujeres le enviaban chocolates, invitaciones, regalos, pero...Haruka...no iba a estar a su lado, era incluso posible que ya ni siquiera le mandase un mensaje, había cambiado su celular y ella no tenía el número.Él sabía que no era precisamente porque Haruka no quisiera verle...si no porque él no quería verla.- Soy un chico con suerte, acabo de percatarme de que en mi viaje a China estoy acompañado de una preciosa novia~- bromeo notoriamente con lo de la novia al recordar que Ren no había negado nada dejó de sostener su mejilla y ahora posaba el mentón sobre el dorso de la misma mano-
Por qué no lo negaste?-ladeo el rostro de nuevo, ahora con ojos curiosos, mirándola fijo- podrías haberlo hecho.

"Onee-chan", no pudo evitar reír levemente ante eso, en realidad esas palabras sentaban un poco extraño en los labios de pelinaranja, después de todo él tenía el aspecto de todo un hombre y en su mente la imágen que se formaba era de la única persona que le había llamado así; Allan, y bueno, él no era exactamente un hombre guapo como el chico que estaba frente a ella, sino más bien un adorable niño con otro lado más pícaro. Haha...R-ren-chan está bien para mi-le respondió-...Entonces...no seré tan formal...R-ren-ku...n-dijo un poquito más bajo que el tono anterior.

Había intentado relajarse un poco, pero los comentarios del chico no parecian darle tregua a esas mejillas color carmín. Incluso sería fácil pensar que lo hacía a proposito, además con la rapidez que su piel enrojecía cuando se ponía nerviosa, estar junto a Jinguji parecía un juego de nunca acabar. Cuando por fin pudo sostener la mirada hacia él, pudo notar como los gestos en su rostro cambiaban levemente, no le quitó la vista de encima cuando hablaba, siquiera cuando sintió nuevamente caricias en su mano, se sentían casi necesitadas. Ren no sabía lo que él guardaba en su corazón, pero aquella suave caricia parecía tan solitaria y deseosa de compañía que quizás pudo entender que lo que ocultaba significaba para él nostalgia y tristeza.-...¡E-entonces!-alzó solo un poco la voz, antes de que se sumergiera nuevamente en recuerdos-...Si gustas...tal vez...podríamos vernos aquel día...-continuó sin más. Imaginó lo solo que podría sentirse en un día tan importante como su cumpleaños, después de todo su familia, amigos, conocidos se encontraban en japón. Esa simple escena hizo que una frase, quizás, tan imprudente saliera de sus labios. Incluso solo esa noche, Ren estaba haciendo tanto por ella, que no podría dejarle en un día tan especial.-A-aunque claro, si ya tiene...tienes planes está bien, solo llamaré para darte las felicitaciones-rió con suavidad.

Su atrevimiento duró unos segundos, desviando la mirada hasta sus manos entrelazadas.-...B-bueno...H-hubiera sido muy...incómodo para ella...tal vez...haberlo negado...-balbuceó entre miradas fugaces-¿Te...ha molestado, R-ren-kun?-preguntó mirando hacia arriba, directamente a sus ojos, soltando levemente el agarre en sus dedos, alejándolo con sutilidad, con su personalidad ya estaba pensando que la sujetaba aun solo por cortesía, ya que ella no se había apartado.

uh...si...Ren-kun estará bien-sintió un pequeño nerviosismo al escuchar su nombre así y de forma tan familiar, hace mucho que nadie lo llamaba de manera tan propia...¿Cuanto? su hermana quizás y es que el mismo ahora se estaba sorprendiendo de que esta chica se pudiese acercar tanto solo con...ser ella misma. 

"Gracias"
es la palabra que más pensaba en este momento Ren al sentir como la chica le apoyaba siendo completos desconocidos"Ahora no tanto..." se estaban conociendo.

Eres muy amable, pero estarías bien? es decir...-se concentró un poco- el 14 de Febrero usualmente trabajo y luego llego a casa, si no te molesta que sea en la noche estaría bien. Aun tengo cosas que ver con respecto a la antigua agencia, antes de irme estábamos sacando para las fans un nuevo single con otros 3 compañeros y debo responder los mensajes de las chicas, no me gustaría que se preocuparan. Pero...me encantaría pasar un tiempo contigo, a menos de que realmente solo lo digas por compasión~- picó la punta de la nariz de la muchacha con suavidad y sonrió- aunque no lo creas pasar el cumpleaños solo nunca ha sido algo necesariamente triste...-no decía esto con ánimos de causar pena, no, para nada, es porque realmente era así.

"No desearía tener a alguien así de nuevo, la amabilidad es lo que me llega a cautivar más...y la peor arma contra alguien como yo"


Incomodo para ella?-le llamó la atención que se preocupara más el que la joven que les atendió se sintiera incomoda más que su propia incomodidad-oh...comprendo-volvió a sonreír, era una muchacha demasiado dulce- No, no me ha molestado en lo más absoluto pero ten cuidado con que me aproveche de eso~-rió un poco y al notar que esta soltaba los dedos entrelazados ladeo el rostro, soltando sus dedos- Disculpa, suelo ser demasiado de piel, lo menos que quiero es incomodarte.

Estaba tratando de volver a ser el mismo de antes, pero con Ren le sucedía algo completamente distante a querer tenerla solo como las chicas fanáticas. Ella no era una de esas mujeres que ansiaban estar con él por su aspecto o voz, estaba allí porque se le hacia natural, era normal de una forma extraña para él tenerle cerca-

La muchacha volvió con los zumos y los colocó en su respectivo lugar para luego retirarse con una pequeña reverencia, Ren tomó el vaso- un brindis por conocernos y comenzar de nuevo, por que la magia de china nos de nuevas experiencias y alegrías. 

Sonrió con suma calma a la respuesta un tanto nerviosa del muchacho, una de las cosas que la chica disfrutaba más de estar con alguien era conocer su verdadera personalidad y las facetas que difícilmente mostraban en el día a día. ¿Por qué? Pues porque podía conocerlos como personas, no con una fachada, o en un personaje, sino que en su forma mas inocente, más natural. El que Jinguji actuara de aquella manera al llamarle Ren-kun le parecio sumamente adorable, olvidándose de su propio nerviosismo, después de todo ver a un hombre tan seguro (o como mostraba ser) de aquella forma, le hacía pensar que comenzaba a conocerle en realidad.

Frunció levemente el ceño.-No es compasión. Claro que pienso en lo solitario que podrías sentirte aquel día...pero ¿no es de lo más normal querer estar con alguien que te agrada el día que celebra su nacimiento? -preguntó cambiando la expresión de su mirada a una de suma calma- Además...me siento muy agradecida contigo...Eres la primera persona que ha sido mi apoyo desde que llegué aquí...la verdad...aun estoy avergonzada por haberte mostrado aquella escena...pero ha significado mucho para mi...-comentó bajando levemente la vista, entrecerrándo los ojos.- Es...natural desear acompañar en su cumpleaños a quien se ha convertido en alguien importante...-sonrió alzando su rostro hacia él, nuevamente sus mejillas obtuvieron un color carmín. Si pudiera decirlo de alguna forma, era el primer amigo que encontraba en el, para ella, nuevo Glass City, incluso podía sonreír con naturalidad cuando estaba con él.

-¡N-No me ha incomodado! Creí que...mantenías mi mano agarrada por cortesía...Hehe...Aunque la necesitamos para comer...Hahaha-rió levemente, seguido de un sutil Gracias. Solo porque el pelinaranja estuvo a su lado fue capaz de entrar al restorant sin caer en recuerdos. Seguramente con ello habría terminado igual que al comienzo, una chica que solo podía llorar, asustada del mundo y de ella misma.

-¡Kanpai!-respondió alzando el jugo, con una gran sonrisa. No era que la castaña supiera al derecho y al revez el idioma de su padre, pero ya que su acompañante era japonés podía aprovechar y darle un toque especial a su viaje a china.

Oh...bueno,creo que si, es normal si lo dices así- se dijo a si mismo al escuchar su explicación más que contestando la pregunta de la chica.

La sinceridad se apoderaba de ella de nuevo, cada palabra era encantadora-Podría decir lo mismo de ti, después de todo has sabido darme ánimos aun cuando no te lo has propuesto, eso es una gran facultad.

Cuando entrecerró los ojos la muchacha lució de forma preciosa y la frase que le dio hizo que Ren abriera los ojos, pestañeando dos veces-...-guardó silencio, miró su vaso y solo siguió escuchando como si en sus pensamientos se convenciera a si mismo que aquello era de lo más normal.

Kanpai~- brindó con ella antes de decir cualquier cosa y cuando vio que termino de beber lo dijo-...Es cierto que soy de piel pero...nunca podría tomar tu mano de cortesía, como a otras chicas, me ha llamado la atención eso ¿sabes?-levantó la mirada, serio, penetrante- es extraño...solo se hace natural tomarla- acercó su mano a la de ella y con uno de sus dedos tocó sutilmente la mano de Ren-como si mi mano pudiese encajar en la tuya sin la necesidad de forzarla...-miró ambas manos y sonrió- Quizás es algo de los nombres...o estabamos destinados a conocernos, las estrellas deben ser muy caprichosas por hacer que nuestros caminos se cruzaran.-volvió a mirarla sonriendo- Ahora puedo decir que es natural querer compartir mi cumpleaños con quien se a vuelto importante.

Parecía algo casi mágico, llegar a sentirse tan a gusto, en calma (salvo claro por ciertas ocaciones que parecían a propósito por parte del pelinaranja para ponerla nerviosa, las cuales habían ido en aumento durante la noche), tranquila con alguien que no llevaba demasiado tiempo conociendo, pero que a la vez sentía que podría decirle cualquier cosa. Le sonrió ampliamente al escuchar que pudo animar a Jinguji, le alegraba no ser la única a la que habían ayudado sin siquiera proponerselo, estaban...algo así como a mano. Era extraño...

Ladeó el rostro, con una notoria expresión de pregunta en el, ensimismandose cuando la mirada fuerte le alcanzó. Se sentía algo expuesta cuando él le miraba de esa forma, como si pudiera ver más allá de lo que ella se permitía mostrar, le daba la impresión que podría abrir aquella caja oculta en lo profundo de su corazón volcando todos los sentimientos que había decidido encerrar para seguir adelante, un actuar demasiado débil por lo demás, pero Ren no se sentía capaz de tomar todo lo que tenía con sus manos, terminaría ahogándose antes de comenzar a nadar hacia arriba. Por eso debía desviar sus ojos hacia otro lado, o terminaría por contarle todo...No era justo para él, y...bueno, por sobre todo...tenía miedo que él terminara diciendo que no podía con ello, dejándola con el cofre abierto. Tampoco lo culparía.

Sus ojos terminaron por posarse en la mano que poco a poco se abría paso entre la mesa y sus dedos, rozándo con suavidad la diestra de la castaña. En forma abrupta los colores se le subieron al rostro (otra vez).-Uhm-asintió, sonriendo con suavidad, entrecerrano los ojos y llevando su mano libre hasta su pecho.-...S-se siente extraño aquí...-soltó una risilla antes de alzar nuevamente la mirada hasta él.-Había pasado mucho tiempo desde que escuché algo así...se me ha terminado acelerando el corazón...-Se sentía cálido el escuchar palabras como esas, tanto que no podía contenerse la emoción.

Ahora que lo pensaba, él sería la única persona con la que podría pasar un tiempo en la fiesta de año nuevo del Sello, no quería estar como pollito a la siga de Jinguji, seguro y sería una molestia.-R-ren-kun...¿S-sabes? En el sello se realizará una fiesta para celebrar año nuevo...Uhm...¿T-te molestaría...si te acompaño un rato dentro de ella?-le apenaba comentarle que de allí sólo conocía a Revo, a Kei y a él.