Y si no fuera como esperabas...( Rory)

Aunque sabía que ella estaba en tercero, no se había esperado esa diferencia de edad, y le sorprendió. Si hasta era mayor de edad y todo… sólo esperaba que no tuviera ningún problema con nadie por estar con él.

-¿No son tus amigas?- preguntó Rory, extrañado de que ella hablara de esas chicas de esa forma tan… poco cariñosa-. Porque si no lo son, igual deberías dejar de ir con ellas. Quiero decir, que si vas con ellas sólo por no estar sola… sería mejor que te buscaras otras amigas, ¿no crees?

Tuvo que pensarse la respuesta a la pregunta de si había tenido novias. Normalmente no tardaría ni un segundo en decir que sí, que muchas, pero estando con esta chica era distinto, quería ser totalmente sincero, y tampoco veía motivo para fanfarronear.

-Mmm… pues…- dijo-. Técnicamente sí, pero… no sé si mis anteriores “novias” podían llamarse novias en realidad…

En realidad su última novia la había tenido el año anterior, y aunque había habido besitos (pero no de película), su relación había sido algo bastante… infantil.
Rory no sabía si quería saber los novios que había tenido ella. Seguramente muchos, teniendo en cuenta lo guapa que era, y que había sido modelo y todo eso, y a lo mejor si lo escuchaba no podría evitar ponerse un poco celoso. Además, ella ya había tenido tiempo de tener relaciones más… serias que las suyas.
Pero, como siempre, le podía la curiosidad.

-¿Y tú has tenido muchos?- preguntó, pero fingiendo que en realidad no tenía demasiada importancia para él.

Sonrió ampliamente cuando ella volvió a pegarse a él. Se sentía halagado de que ella quisiera oírle cantar, pero en realidad en ese momento, prefería quedarse en la misma postura en la que estaba. Pero como ella siguió hablando, pensó que podrían seguir así un poco más.

-Sí, somos bastante ricos, la verdad- contestó-. Mis padres tienen mucho dinero, y además mi hermano y yo ganamos mucho también cuando estuvimos en el grupo… ¿te he contado que estuvimos en un grupo?- preguntó entonces. Él nunca dejaba pasar la oportunidad de hablar sobre el tema.

Por lo que Any decía, parecía tener esos padres ricachones que no soportarían que su hija estuviera con algún pobretón… lo cual le hizo a Rory preguntarse qué opinarían sus propios padres del tema. ¿Qué opinarían de que él estuviera con una chica de 18 años? ¿Y qué opinarían si él o sus hermanos tuvieran una pareja que no fuera de su “clase social”?
Rory no podía saberlo, no les conocía lo suficiente como para saber eso, y tampoco había hablado mucho con ellos sobre temas amorosos.

-¿Cómo son tus padres?- preguntó entonces, imaginándose a los típicos ricos estirados. Any le había contado alguna cosa de su familia cuando hablaban por internet, y Rory deducía que no eran la familia más unida del mundo, pero tampoco había llegado a profundizar en el tema.

Por sus palabras Rory dedujo que Any no debía tener muchas amigas, y que a lo mejor no se encontraba del todo a gusto en su clase, y eso le daba pena. Ojalá hubieran estado en el mismo curso, así al menos le tendría a él, y no tendría que ir andando con esas idiotas. Aunque al menos estaban en la misma escuela, siempre podía buscarle cuando se sintiera sola. Algo era algo.

Le sorprendió mucho eso de que había estado comprometida siendo tan joven. Le parecía algo de lo más anticuado.

-¿En serio estabas comprometida?- preguntó con incredulidad-. Pero, ¿tan pronto? ¿Con quien? Pero ya no lo estás, ¿no?

Preguntó esto con cierta cautela, a ver si de repente iba a aparecer de la nada algún tipejo que supuestamente debía casarse con ella, y él se iba a meter en un lío gordo. Aunque estaba claro que Any le prefería a él, por supuesto.

Rory sonrió ante aquellas palabras y esa forma de decirlas. Eso sonaba de lo más tentador.

-Por mí, encantao- dijo, dándole un beso pequeñito.

Sí, padres estirados, definitivamente. Justo lo que él había pensado. Por lo que ella decía, sus padres parecían ser como los de él, que no estaban nunca. Casi era un alivio, porque así a lo mejor tardaría mucho en conocerlos. A lo mejor pasaban años, incluso. Aún así a Rory le surgía una duda, por si acaso llegaba a conocerlos de verdad. O al hermano de Any, con el que sabía que ella no se llevaba nada bien.

-¿Crees que yo les caería bien?- preguntó.

Al chico le decepcionó un poco que ella nunca hubiera oído hablar de su grupo, aunque ya lo había supuesto, más o menos, porque si los conociera, quizá le habría reconocido antes. Él no había cambiado tanto, a fin de cuentas. Aún así le habló de él con bastante entusiasmo.

-Fue hace unos años, era un grupo infantil, nos llamábamos “Sombras Chinescas” y cantábamos canciones divertidas, y bailábamos, y salíamos en la tele, y fue bastante divertido… A lo mejor tú ya eras mayor y por eso no te interesaba, es una pena.

Realmente si lo pensaba bien, cuando él empezó en el grupo, era posible que ella hubiera tenido más o menos la edad que Rory tenía ahora, así que a lo mejor ya no quería escuchar canciones sobre globos, y circos y soldaditos de plomo.

Así que los padres de ella sólo le querrían por su dinero. Bueno, le daba igual, tampoco tenía prisa por conocerlos, después de todo. Además, en el mundo de Rory, los padres servían para bien poco.
Tampoco tenía que cuidarse de ningún prometido de Any, lo cual le alivió bastante, así que por él, el asunto estaba olvidado.
Y tampoco le molestaba tanto que no hubiera oído hablar nunca de su grupo, en realidad. Era algo sin importancia.

De pronto se había puesto mucho más serio que de costumbre y, aprovechando que ella le había abrazado, se dedicó a hacerle caricias en la espalda mientras le decía, cariñosamente:

-Any, si tu familia son unos pelmas, pasa de ellos. Y también de tus “amigas”. Que sepas que no estás sola, ahora me tienes a mí. Yo te quiero por todos ellos.

Después sonrió, cuando ella le pidió que le cantara. Era cierto, él ya la había escuchado muchas veces.

-Está bien, si me pasas el micro…- le dijo, ya que ella seguía estando sentada encima de él.
Una vez que lo tuvo en sus manos, se puso a cantarle mientras la miraba. Normalmente no se pondría así de pasteloso, pero un día era un día.

La canción:

Cuando terminó la canción le dedicó una sonrisa y un guiño, y le dijo:

-La próxima la cantamos juntos, ¿eh?