Iniciando por lo básico [Rol de Clase]

Había distintos grupos de primero y aun más variados por que estaban clasificados con quienes serían coristas, bailarines, que tocaban instrumentos y demás, le encantaba la variedad del cuerpo estudiantil, así se conocerían entre ellos y entenderían los roles que tenía cada uno mientras recibían la formación musical.
Y ella, Katherine, formaba parte de esa formación y hoy daría la clase de Historia a ese grupo, que era reducido, aunque le gustaba por que los grupos pequeños siempre han sido fáciles de lidiar y "cuidar".

La sensual maestra fue hoy más recatada por respeto a sus alumnos y al cuerpo escolar. Un suéter cuello de tortuga azul marino, mezclillas, fedora, un saco y unas botas entaconadas negras negras y unos accesorios azules, esta vez el conjunto de hoy escondía el verdadero cuerpo encantador y cautivante de Katherine, pero debía mantenerlos con la atención en clases y no es sus curvas.

Llegó con 10 minutos de anticipación y empezó a conectar su laptop al proyector mientras ponía la presentación para empezar su primera clase con los de primero, irían por orden histórico de la música durante los tres años que estuvieran en Musette, para la gran mayoría de los alumnos, tal vez lo bueno se ponga el 3er año que es con el surgimiento del rock, el pop, el metal y demás géneros musicales.
En lo que pasaba lo que sería el inicio de la hora de clases, ella esperaba en su escritorio y checando su laptop en la llegada de sus alumnos, ya tenía la lista preparada para marcar asistencias, retrasos y faltas.

Es tradición en la mayoría de los institutos que el alumno con las mejores calificaciones diera un discurso en la ceremonia de apertura. Aquí no fue la excepción, y tal como solía ocurrir en mi anterior escuela, me eligieron a mí como representante del curso. Dado a que tengo algo de experiencia en el tema no significó gran problema pero sí me intimidaba un poco destacar tan rápido ante mis compañeros. Era el primer día y solo quería conocer el lugar de mi nuevo comienzo, pero bueno, tampoco es que pueda quejarme, al fin y al cabo soy becario, no como esos niñitos de papá que siempre lo han tenido todo. Debo mantener buenas notas y buen comportamiento o de lo contrario regresaré a la miserable vida de la que salí.

Tras haber terminado toda esa parafernalia en el auditorio los alumnos de primer año nos dirigimos hacia nuestro salón de clases. El establecimiento era impresionante, casi parecía una universidad por su tamaño y la calidad de los inmuebles, aunque el número de alumnos era más bien reducido. Estábamos en una escuela de élite y eso se notaba, muchos matarían por estar aquí y eso debía darme seguridad.

Me dirigí hacia mi pupitre con una sonrisa. Bien, lo había conseguido. Las cosas de ahora en adelante irán bien, nadie aquí me conoce ni necesitará hacerlo más de la cuenta. Podré vivir como un adolescente normal, alejado de mi estúpida familia y los problemas que me ha ocasionado.

– Buenos días, profesora – saludé amablemente a la mujer ubicada en el escritorio antes de situarme en primera fila. No había mucha gente en el salón y eso era en parte tranquilizador, además de que técnicamente todos éramos nuevos y necesitaríamos de la clásica presentación.

Rory entró en la clase con aire despreocupado y algo aburrido. Su primera clase, y tenía que ser precisamente de historia, una de sus asignaturas menos favoritas. Menos mal que había dormido bien esa noche…
La profesora ya estaba allí, y ¡guau, era guapa! Pero que MUY guapa. Iba un poco tapada, pero aún así se notaba que la mujer no estaba nada mal.
Pero enamorarse de una profesora era de pringaos, así que, sintiéndolo mucho, lo suyo no podía ser. Pero eso no significaba que no quisiera caerle bien igualmente.

-Buenos días, profesora- saludó, con su mejor sonrisa.

Después miró alrededor de la clase buscando un sitio donde sentarse. Normalmente se preocupaba de coger un buen sitio en clase, no muy cerca de los profesores (que luego lo ven todo), pero no muy lejos, donde se solía poner la gente que no quiere que vean que no trama nada bueno. Pero con esa profesora que estaba de tan buen ver, no le importaba estar en primera fila. Además, ya se cambiaría después si hacía falta.
Así que se sentó al lado del chico que había dado un discurso en la ceremonia de apertura. Seguro que era un buen alumno, (si no no le habrían elegido para eso), aunque no tenía pinta de ser el clásico empollón, y nunca estaba mal tener amigos que fueran buenos estudiantes y que te pudieran dejar copiar… o sea, ayudar con los deberes y todas esas cosas.

-¡Hola!- saludó alegremente al chico, mientras se sentaba y dejaba caer su mochila al suelo con poca delicadeza. Después se acercó a él para susurrarle, lo más bajo que pudo-. Oye, ¿te has fijado en la profesora? Está buena, ¿eh?

-Soy Rory, por cierto- dijo, recuperando su tono de voz normal-. ¿Tú?

Autumn recorrió el último tramo del pasillo a la carrera. No quería llegar tarde a clase, y estaba tan convencida de que iba tarde que no se paró a pensarlo. Abrió la puerta de golpe, y sólo entonces se paró y se dio cuenta de que la clase aún no había empezado.
Lanzó un sonoro suspiro de alivio, se entretuvo unos segundos para recuperar el aliento y finalmente se recompuso, alisando su uniforme y enderezándose para ofrecer un aspecto presentable.

-¡Buenos días profesora! -saludó enérgicamente, mostrando una gran sonrisa.

Acto seguido buscó con la mirada el primer asiento libre que hubiera, cerca de otros chicos que ya estaban en el aula.

Tenía muchas ganas de empezar la clase. Todas las clases, en realidad. Su paso por aquella escuela iba a ser una nueva aventura y estaba deseando aprender cosas. Se colocó bien las gafas y puso cara de interés... cuando, de repente, reparó en la familiar cabeza castaña que había a su lado, cuchicheando con otro compañero.

-¡Hey! ¿Rory? -susurró contenta, haciéndole señas para captar su atención-. ¡Hola!

Con cada alumno, la profesora dedicó una dulce sonrisa e incluso alzaba su mano para corresponder el saludo.  Cuando las manecillas llegaron a las 8:00, Katherine se había parado y cerró la puerta.

- Muy buenos días alumnos -  les dijo con una amplia sonrisa -  Yo les impartiré a esta primera hora y en los siguientes años Historia de la música, los lunes y los jueves, pasaré lista a final de clase... quisiera que se presentaran con su nombre, en que están enfocados en esta escuela y cual es su género o géneros favoritos, empezaré yo primero - La maestra se dio la vuelta y tomó un plumón para empezar a escribir en el pizarrón su nombre  - Mi nombre es Katherine Howell y yo cantaba ópera como soprano y mezzo-soprano antes de venir a esta institución, es uno de mis géneros favoritos junto al rock, tal vez digan que por el género que cantaba atina muy bien a la materia y ... tal vez tengan razón pero yo no abarcaré solamente lo que algunos puristas creen que es el inicio de la música que es en Europa medieval, con sus cánticos al señor de los cielos y la tierra.

La maestra juntó ambas manos en una plegaria e hizo la mímica de que le estaba lanzando una plegaria cantada al señor aunque de su boca no salió ni una nota en voz, ella era algo teatrera y lo admitía, solo había hecho eso como para burlarse. Luego extendió su mano desde su posición para que cada alumno se presentara
Esperó unos momentos a que hallan terminado de presentarse y de escribir su nombre y preparó todo para poner la presentación.

- Los lineamientos serían los siguientes, he pensado en que sería lo mejor para ustedes pues me pongo en sus zapatos e imagino que la clase para algunos debería ser aburrida... "¿Por que enseñan historia en una escuela de música, debería ser practica, no?"... Pues no, también tiene sus elementos de teoría, van a la mano, nunca se sabe cuando algún conocimiento te pueda ayudar, se los aseguro.  

Puso la presentación para que la vieran sus alumnos con la información disponible. Examen 35%, participaciones 25%, practica 15% y tareas 25%. Luego sacó la batuta de su bolso y con ella empezó a señalar los lineamientos conforme hablaba.

- Como ven he sido bastante condescendiente con el examen pero imagino que ha de ser difícil recordar todo lo aprendido en este primer año para un solo momento, así que quiero "salvarles" en caso de que no se sientan seguros de memorizar todo... voy a querer que participen estando atentos, con buenos comentarios, no lo primero que se les venga a la mente; las tareas consistirán en reportes y ensayos; luego veremos como quiero que me presenten los documentos y por último tendremos una práctica grupal a mitad de año, todo esto en un esfuerzo de no hacer tan pesada la materia. - Katherine pasó la diapositiva en donde venía una pregunta escrita que ella recitó - Para empezar la clase, quiero que me respondan algo ¿Cual fue el primer instrumento musical?, en esta pueden desvariar un poco y usar su imaginación, digan uno diferente al de su compañero.

La clase estaba por comenzar cuando un sujeto desconocido se sentó a mi lado e intentó entablar una conversación conmigo. Estudié su semblante amigable en silencio, con un simple y disimulado vistazo de arriba hacia abajo, como si fuera una especie de escáner, algo en él se me hacía ligeramente familiar. Por alguna razón sentí las miradas de varias compañeras puestas sobre nosotros, ¿estaré tratando con un famoso?

– Maeno Raito – respondí con sencillez, me caracterizo por ser socialmente pasota pero daría mi mejor esfuerzo para cambiar este aspecto de mí. Volví la mirada hacia la maestra y me fijé en las generosas curvas que ocultaba bajo su ropa. – ¿Te van las maduras? – Pregunté apoyando la mejilla sobre mi mano con desinterés, esa mujer me recordaba un poco a mi madrina y eso era un mal comienzo. ¿Será por ese seductor ademán que intenta ocultar bajo la fachada de alguien decente? No lo sé, quizás sigo algo paranoico. – No está mal... – murmuré igualmente, porque había que admitirlo, estaba buenísima.

Una voz femenina nos interrumpió, me volteé y vi que se trataba de una muchacha que parecía conocer al tal Rory. Lo curioso era que su rostro también se me hacía conocido, pero antes de conseguir indagar un poco al respecto la profesora dio por comenzado el curso y nos vimos obligados a guardar silencio. Tal como ella nos indicó, abandonábamos el pupitre y anotábamos nuestros nombres en la pizarra, siguiendo el orden de cada banco.

Después de eso le escuché atento como el buen alumno que -supuestamente- soy pero me vi desconcertado... Vale, vale, esto era bastante diferente a una clase de historia normal. ¿Cómo mierda quería que supiéramos cuál era el primer instrumento de todos? ¿Quién sabría semejante tontería? Ah, cierto que estoy en una escuela de música. Medité durante unos minutos y, por cuestión de facilidades, acabé alzando la mano.

– Por simple deducción, ¿algún antecesor de la flauta? – Respondí dubitativo, arriesgándome a hacer el ridículo.

-Bueno, ya sabes lo que dicen: el amor no tiene edad- respondió a Raito con una sonrisa pícara-. En realidad el problema es que sea profesora…

Entonces llegó Autumn, que se sentó a su lado y le saludó. Rory estuvo a punto de soltar un “¡Eeeeeeeeeeiiiiiiiii!” Pero recordó que estaba en clase, así que se conformó con un “¡hola!”

Le habría encantado ponerse de cháchara con Autumn, pero la clase ya había empezado, así que concentró todas sus fuerzas en prestar atención a la profesora.

Le gustó cómo empezó la clase. La profesora parecía ser enrollada y tener intenciones de hacer la clase divertida, aunque fuera de historia. Y eso estaba bien, de hecho, era un imprescindible para que a él no se le fuera el santo al cielo en clase. Aunque, ¿no estaba un poco delgada para cantar ópera? Rory no entendía mucho de ópera, y cuando pensaba en eso se le venía a la cabeza la imagen de la clásica cantante mega gorda. Claro que él prefería a la profe.

Rory meditó un momento ante la pregunta de la profesora. Se sabía un chiste muy bueno al respecto, y no habría tenido reparos en contarlo a toda la clase, si no fuera porque era su primer día y no conocía a esa profesora para saber si le iba a hacer gracia o se iba a enfadar con él por hacerse el gracioso. Se lo guardaría para más adelante. De todas formas, enseguida se le ocurrió otra idea.

-Yo creo que el primer instrumento fue la batería: los trogloditas cogerían piedras y palos de madera y se pondrían a tocar y a montarse el fiestón- dijo cuando le tocó el turno.

Rory parecía ocupado hablando con su compañero y de todas formas la clase había empezado ya, así que Autumn no insistió más y se contentó con su breve saludo. Una vez más se volvió hacia la profesora, puso su mejor cara de interés y se agarró al pupitre con fuerza, ansiosa por aprender cosas.
Salió prácticamente corriendo cuando le tocó presentarse, respiró hondo y dijo algunas palabras rápidamente, pero con claridad:

-Me llamo Autumn Prince y me gustaría ser vocalista, canté algún tiempo en un grupo cuando era pequeña y ahora quiero aprender muchas más cosas. No tengo un género musical favorito, pero me gustan las canciones alegres y melódicas.

Y volvió a su asiento con la misma velocidad.
La profesora parecía simpática, y su clase muy bien organizada. Eso de que tuviera en cuenta las prácticas y no dejara que se lo jugaran todo en el examen final, sonaba bien. ¡Y lo de ser cantante de ópera era muy interesante! Tendría que preguntarle sobre eso... debía de ser difícil...

Cuando la maestra formuló su pregunta, Autumn abrió unos ojos como platos y parpadeó varias veces. ¡Qué buena pregunta! Era muy interesante, pero complicada. Su cerebro empezó a trabajar a toda velocidad, no muy segura de lo que iba a decir. No tenía ni idea de cuál pudo ser el primer instrumento, y los que habían dicho sus compañeros tenían bastante sentido. Tendría que usar su imaginación...
Al final, en una inspiración repentina, acabó diciendo lo primero que pasó por su cabeza.

-El primer instrumento podría ser... ¡el cuerpo humano! -propuso-. Con la voz, puedes hacer música aunque no tengas ningún objeto cerca. Y también puedes crear ritmos dando palmas, golpeando los pies en el suelo... ¡hay muchas posibilidades!

Escuchó las presentaciones de sus alumnos con un verdadero interés y con una sonrisa, no lo hacía por rutina de profesor sino por estrategia además pues quería que tuvieran buenas calificaciones en su materia, no solo que rasparan en la calificación mínima a pasar, eso sería ser mediocre y el mundo del espectáculo los mediocres solo son una burla.

No pudo evitar emitir una pequeña risita cuando uno de sus alumnos se refirió a ellos como trogloditas, no por que usara esa palabra o le diera razón provocando un chiste, de hecho más bien fue en una causa de que ese tipo de comentarios eran tal vez demasiado predecibles de jóvenes que no tuvieran nociones sobre la prehistoria o humanidades.

- si un científico de los humanos le hubiera oído decir eso tal vez le llamaría de etnocentrista y lo aventaría de algún edificio - le dijo con un gesto ahora más calmado, no revelaba ninguna seña de enojo pero ella no era mucho de usar esos términos por que era bastante respetuosa con las diferencias culturales. - Apreciaría que les llamaras primeros hombres joven Ryan.

Luego, para volver a encaminar el tema se volvió a enfocar a sus alumnos viendo de uno por uno a los que participaron e intentando identificarlos por sus nombres, era bueno que su capacidad de memorizar era buena, al menos por apellidos primero.

- Me encantan sus respuestas, de hecho, todos tienen razón a su manera - pasó la siguiente diapositiva donde venían imágenes de flautas y ocarinas casi rotas - El pasado remoto humano es difícil de estudiar ¿saben? Es una difícil labor para los arqueólogos puesto que la cultura material primeros tiempos del surgimiento de los humanos en el sur de África como seres sociales es escasa al estar hechos los objetos de materiales orgánicos y estos mismos son de difícil conservación... Los arqueólogos y antropólogos físicos estarían de acuerdo con la señorita Prince, aunque algunos quisquillosos no considerarían el cuerpo humano como instrumento, personalmente yo si, puesto que para el desarrollo del lenguaje probablemente en sus inicios se referían a las criaturas por los sonidos que estos mismos provocaban -Empezó a silbar un poco en un esfuerzo de imitar el canto de las aves, esperando que entendieran a que se refería. Pero eso si, era obvio que no rugiría o haría algún sonido de otro animal. - y luego con las palmas, oh las palmas, un aplauso comunica bastante.

Empezó a dar aplausos pausados e incluso desganados que serían de una audiencia simplemente aplaudiendo por respeto aunque no les halla interesado del todo  para luego pasar a unos rápidos y energéticos que revelarían cuan complacida se podría encontrar.

- La curiosidad impulsó a la imitación probablemente para finalmente cuando desarrollaran un idioma entonces tendrían un nombre los animales.... Luego está lo que mencionó los jovenes Ryan y Raito, refiriendose a los instrumentos de viento y percusión; probablemente con algún hueso soplaron a una fogata para avivar el fuego, tendría algún agujero de más y resultó que hacía un sonido y con la percusión tal vez estaban tallando alguna arma hecha de lícita y golpearon una roca rica en hierro u otro metal produciendo un sonido, lo cual es posible, también con algún cesto vacío el cual patearon o golpearon pudo haber descubierto su capacidad de producir sonidos... ¿Pero entonces como saben aproximarse a estos grupos casi grupos casi extintos para saber de lo que podían hacer o crear? - Esa pregunta la respondería ella misma, solo la había dejado al aire para que en su propia persona los alumnos intentaran llegar a alguna conclusión

Hizo una pausa para que los alumnos pudieran ver y escribir en la diapositiva, donde venía escrito aunque en breve sobre lo que había dicho aunque ella explicó las misma con sus propias palabras e incluso con más detalle en un esfuerzo de que los alumnos entendieran lo que leían y veían, ellos necesitarían tomar notas y más aun entender lo que ellos mismos escribían pues en el examen pediría que ellos describieran algunas cosas con sus propias palabras.

Mi presentación fue más bien escueta, regresé a mi puesto y eché un breve vistazo a mi alrededor. Al parecer ese sería mi asiento definitivo, junto a Rory y un desconocido con gafas que en apariencias cumplía con el clásico estereotipo del empollón. Cuando tocó el turno de Autumn, la amiga del sujeto ese, resolví la gran duda que tenía: si había pertenecido a una banda infantil de seguro que alguna vez la habré visto en televisión. Estudié su silueta con discreción mientras regresaba a su silla, no parecía haber perdido aquél brillo entusiasta que tanto le caracterizaba.

Una vez comenzó la clase fue difícil distraerse, la profesora lo hacía bastante bien y eso se agradecía. Para mi sorpresa la respuesta a su pregunta era demasiado amplia y en parte todos teníamos algo de razón, aunque me contentó ver ilustraciones de ocarinas en el panel, significaba que mi deducción no había sido tan idiota.

Empecé a anotar sobre mi cuaderno, centrando la atención en sus palabras y en la diapositiva presentada, aunque me chocó un poco que me llamara por mi nombre en lugar de hacerlo por mi apellido. Es un error común, los japoneses no tenemos la misma ordenación occidental y al juzgar por su acento la señorita Howell es claramente inglesa. Aún así me dio un poco de vergüenza, era primera vez que un docente me llamaba de forma tan íntima... Aunque fuera por accidente.

Decidí dejarlo pasar y aprovechar que varios de nuestros compañeros se decidieron a responder la pregunta de la profesora, manteniéndole ocupada.

– Oye, esa chica de hace un momento ¿es tu novia o algo? – Me dirigí a Rory con curiosidad, refiriéndome a su amiga en un disimulado susurro.

Rory miró a Autumn con cierto fastidio cuando ella contestó a la pregunta. Lo que ella había dicho era algo TAN obvio, que no sabía por qué no se le había ocurrido a él… bueno, sí lo sabía, porque siempre estaba pensando en chorradas y se le pasaban las cosas más básicas de la vida. Pero aún así le fastidiaba igualmente.

Pero le pillaron aún más por sorpresa las palabras que le dedicó la profesora. Sólo había sido una forma de hablar, le parecía bastante descabellado que alguien pudiera ofenderse tanto al escuchar esa palabra como para llegar a echarle de algún sitio. Pero así eran los adultos: incomprensibles.

-Lo siento profesora, yo no había pretendido ofender a nadie…- se disculpó-, con lo bien que me caen a mí los tr… ehm, los "primeros hombres".

Aquella última frase provocó risitas de algunos de sus compañeros, algo con lo que Rory se mostró bastante satisfecho. Después se esforzó por seguir las explicaciones de la profesora. Era todo bastante interesante en su opinión, pero aún así no tuvo reparos en ponerse a cuchichear con Raito, en cuanto éste le habló.

-¿Autumn?- a Rory casi se le escapó una carcajada, más que nada porque le costaba mucho ver a la chica como un objetivo amoroso. A veces ni siquiera la veía como una chica-. No, qué va… somos muy amigos, estuvimos juntos en el grupo durante varios años… y eso une mucho, pero nada más. Sólo amigos. ¿Por qué lo preguntas? ¿La quieres para ti?- preguntó con tono pícaro.

Autumn prácticamente dio saltitos en la silla cuando la profesora dijo que tenía parte de razón, al menos no había dicho ninguna burrada y ese era un buen comienzo. Estaba bastante emocionada, y su interés por la clase fue en aumento cuando la señorita Howell afirmó que todas las respuestas eran correctas y comenzó las explicaciones.

A pesar de todo, a la chica le costaba bastante centrar su atención en una sola cosa durante mucho tiempo seguido, y pese a que la clase no era para nada aburrida, al cabo de un rato garabateaba distraídamente con el lápiz en las esquinas de su cuaderno, un hábito que no había podido quitarse desde sus tiempos de primaria. Lo hacía de forma mecánica, sin dejar de mirar la pantalla, esforzándose por no dejar que su mente divagara demasiado pronto.

Pero no pudo evitar distraerse por completo cuando le pareció oír su nombre entre murmullos. Miró a Rory al instante; conociéndolo, seguro que se había olvidado de traer papel o una goma de borrar o cualquier cosa y ya estaría buscando a alguien para pedírsela. Asomó la cabeza por encima de su hombro y susurró:

-¿Eh? ¿Me has llamado?

Correr, correr, correr y correr. Eso era lo único en lo que podía pensar mientras me precipitaba a bajar las escaleras para continuar corriendo por otro de los largos pasillos. ¡¿Cómo demonios había podido pasarme esto?! No podía creer que me hubiera quedado encerrada en el estúpido baño cuando lo único que había ido a hacer era peinarme. Y pensar que no había podido salir hasta hace... un minuto y medio. ¡Dios, más de media hora ahí atrapada! Por lo menos estaba vatiendo mi record en esa "pequeña" carrera que me estaba echando, ya que el tiempo que estaba realizando era un verdadero mérito.

Aceleré el paso cuando detecté a lo lejos mi aula, derrapando un poco al detenerme por la velocidad que llevaba y casi cayendo al suelo como consecuencia. Tomé una gran bocanada de aire, apoyando una mano en mi pecho para recuperar el aliento y calmar mi acelerado ritmo.

Una vez me hube calmado, miré la puerta con desición. Muy bien, la parte sencilla ya había pasado, ahora llegaba lo difícil. En aquella aula había dos puertas, una adelante del todo y al lado de donde se encontraba la profesora o profesor y otra puerta al fondo de la clase. No era idiota, por lo que sabía que la puerta que debía utilizar era la del fondo si no deseaba ser descubierta. Por esa razón después de darme valor durante un instante abrí la puerta del fondo con el mayor sigilo del mundo y a penas lo suficiente como para que mi cuerpo pasara. Era en ese tipo de situaciones que agradecía el ser delgada, ya que de otra manera no habría podido pasar por la puerta sin abrirla por completo. Una vez que entré -gateando, cave resaltar- cerré la puerta con extremo cuidado para no hacer ruido, rezando para no ser vista por la profesora.

Muy bien, la primera parte estaba, ahora solo me quedaba llegar hasta el sitio libre que quedaba sin ser descubierta. Me acomodé el bolso en el hombro antes de comenzar a gatear entre las mesas, con las mejillas sonrojadas y llevando mi dedo índice a mis labios para indicarles a mis compañeros que guardaran silencio sobre la situación. Y así lo hicieron, pero habría agradecido que no me miraran con esas tremendas ganas de soltarse a reír.

Después de gatear unos segundos que se me hicieron eternos estaba practicamente por llegar. Estaba tan cerca... Ya podía saborear la victoria. Solo un poquito más y...

La voz de la profesora resonó en todo el salón, y las palabras que dijo iban dirigidas a mi. Completamente sonrojada me puse en pie de un salto, removiéndome incómoda y sonriendo con nerviosismo. Me habían pillado.

La chica acomodaba su uniforme mientras corría llevando a todo mundo por delante tanto profesores como alumnos,estaba muy nerviosa e intrigada por ver a sus compañeros de salón .
Lo único que podía pensar ahora era correr y que su uniforme por tanto correr quedara en buenas condiciones .
¿! como pude haberme quedado dormida !? , preguntaba ella una y otra vez , el despertador aparentemente se descompuso y despertó 20 minutos tarde , no había tiempo para arreglar el cabello ni de desayunar , se coloco el uniforme y ahora mismo estaba corriendo desesperada por los pasillos de la escuela , ademas de eso estaba perdida.
Miraba a los lados de los salones y no podía encontrar el suyo,siguió corriendo hasta que a lo lejos pudo avistar su salón,corrió lo mas rápido que pudo y entro al salón un poco despeinada .

- Lo lamento por llegar tarde , mi despertador se descompuso , no volverá a pasar - Dijo en tono nervioso y se sentó en el ultimo lugar que quedaba avistando el paisaje de afuera , apresuro el paso y se sentó arreglando un poco su cabello algo largo y miro atentamente por la ventana disimulando escuchar a la profesora .

Luego decidió no ver mas por la ventana y mirar atentamente a la profesora , realmente era muy hermosa , suspiro un poco y la siguió viendo de lejos con una pequeña sonrisa .

Había sacado un libro de su bols y empezó a repasar un poco solo para confirmar unos detalles, poco a poco dejaba de oír lápices y lapiceros escribiendo así que alzó la mirada para ver a sus estudiantes y su vista encontró a alguien en el suelo aproximandose a cierto lugar libre. Ella cerró su libro con calma y caminó a paso diligente pero silencioso quedando enfrente de su clase, su semblante era uno más serio pero algo decepcionado.

- por favor, levántese y tome un asiento - luego volteó a ver a la persona que había apenas llegado, bueno, ella no debía esperar mucho de jovencitos a pesar de que a esa edad siempre fue puntual. ¿Será por que viene de tierras británicas? - ¿Han oído alguna vez lo que dicen de los ingleses con respecto a la puntualidad?... If you are early you are on time, if you are on time you are late and if you are late you are dead - se cruzó de brazos no dirigiendo la mirada a nadie en especial - también hay algo que siempre me dijo mi padre, "no hay una segunda oportunidad para la primera impresión", eso aplica tanto para presentarse como para su carrera artística... Si por mi no fuera no tomaría en cuenta ese detalle si tienen talento pero estamos rodeados de un mundo de formalidades, no pueden ignorar eso.

Se quedó callada por un momento, dejando intencionalmente que se llenara el salón de un silencio incómodo, sus alumnos debían ser conscientes de que el mundo real del show-biz no era miel sobre hojuelas.

- Pero por algo vienen aquí, para pulir su talento y corregirse, deben prepararse... Para terminar el sermón solo terminaré con unas indicaciones y un comentario. - hasta ahora iba bien, había contenido su necesidad de volverse dramática y regañar a las alumnas con las palabras del Aria de la Reina de la noche. - la clase empieza a las 8:00 am, cierro puertas y nadie entra a menos que alguna causa de fuerza mayor les halla retrasado, antes de esa hora ya deben estar sentados y con sus libretas o laptop listas para tomar apuntes, espero que quede claro... Segundo, pasaré por alto esta retraso por que es su primer día, espero que no vuelva a ocurrir... Y mi comentario es el siguiente, hay algo que algunos artistas pierden con el tiempo y es la humildad, de reconocer las faltas, admitir que siempre existe gente mejor que uno, no entender que hay gente que eres su modelo a seguir, me alegra que la otra señorita halla admitido que se retrasó y se presentó ante mi, espero usted que siga su ejemplo - dirigió la mirada la otra jovencita que había descubierto de infraganti.

Se dio la vuelta y se recargó en su escritorio intentando volver al tema en que había quedado antes de la reprimenda que dio además de las advertencias.
Su cara cambió a una más serena, casi alegre o sonriente, tal vez un cambio radical para el ambiente que se quebró con su voz amable.

- Estamos en Historia de la música, soy la profesora Katherine Howell y hablábamos de los posibles primeros instrumentos musicales... Ustedes dos señoritas, hagan favor de presentarse y agradecería que pudieran mencionar el posible uso que se le dio a la música con los primeros hombres, pueden divagar un poco aunque me gustaría que mencionaran por que creen que fue así. - no les pidió solo para desquitara el algo así, pues hizo una pregunta similar cuando inició la clase para estimular sus mentes para la deducción y creatividad. - si alguno de ustedes también tiene una idea, pueden comentarla, no es obligatorio.