buscando un poco de paz...o eso creo

"mándame mensaje de texto cada 30 minutos para no llamar a la policía, trato?" "de acuerdo tía..."

eso me repetía mentalmente mientras estaba sentada en un banco de madera en pleno mirador, eran las 8 de la noche, y justamente estaba enviándole un mensaje a mi tía de que estaba bien, que no habia sido secuestrada ni raptada para un red de trata de blancas, por las dudas.

El sonido de que el mensaje fue enviado, fue la orden de guardar mi móvil en el bolsillo, lo que podría agradecer de mi tía, que si bien es muy preocupada, pero sabia bien que su sobrina podía cuidarse bien en la calle, mas tomando en cuenta que la educo alguien como el esposo de su hermana, aun así, es lindo tener gente que se preocupa por uno, pero últimamente necesitaba salir de noche, el fresco aire que solo te proporciona la noche era lo suficientemente relajante para que mis pensamientos se aclararan.

Desde que había llegado a esa ciudad, cada día era una sorpresa tras otra, no estaba acostumbrada a esas cosas y mis reacciones eran como una montaña rusa sinceramente... pero por el momento solo eh tenido que reaccionar con violencia una sola vez... hasta ahora era mi récord de tolerancia, eso significaba, al mismo tiempo, que esto era un excelente terapia.

Si bien algunos me decían "no salgas de noche porque hay mucha gente extraña ahí afuera" no era de seguir mucho esas advertencias, tenia ojos en la espalda y aunque este enfocada en la hermosa vista de las luces de la ciudad, no perdía el rastro de ningún sonido a mi alrededor, aunque... seguramente me daría algo de risa, ya que me dijeron que en el mirador se juntaban muchas parejas a expresar su amor y bla bla, y yo seguramente estaba ocupando espacio valioso, eso me daba una sensación de poder muy bonito, no me gustaba admitirlo, pero me gustaba hacer sufrir a algunas parejas con pequeñas acciones un poco insignificantes, como ocupar un espacio yo solo y se tuvieran que ir a otro lado.

Había que admitir que... era un buen lugar para esas cosas, lejos de las calles y la gente, pero al mismo tiempo era un excelente lugar para relajarse y pensar en cosas... cosas del pasado... extrañaba mi pandilla en Japón... como estarían ahora? recordar eso me sacaba una sonrisa... era un grupo de chicas excelente, y extrañaba nuestras charlas y el como se superaban cada día en sus estudios, me gustaba pasar rato con ellas... ahora estaba en una situación rara, me veía como una joven delicada y sin indicios de que en el pasado era una pandillera de cabello recogido, barbijo y una lanza de madera siempre en su espalda, ademas de que extraño el viejo uniforme de marinero...

Aquella tarde había despertado antes de lo normal, a penas y cuando el sol se estaba poniendo y es que debía manejar algunos asuntos respecto a la compra de la mansión que deseaba habitar con Ash. El tema del dinero no era un problema, pero si el llevar todo el papeleo bajo una identidad humana en un horario poco común para éste tipo de trámites, justificando que durante el resto del día me era simplemente imposible salir de mi “trabajo”. El hotel me tenía realmente aburrido, no era un ambiente cómodo para mí y mucho menos para Ash, de eso podía estar seguro, pero al menos había logrado solucionar varios puntos. Ahora solo quedaban un par de arreglos y podríamos comenzar la mudanza de nuestras pocas adquisiciones.

Tras haberle exigido a mi cuerpo “madrugar” y tolerar el ligero daño de los últimos rayos del sol, al caer la noche mi sed parecía acrecentada por estos factores. Sentía mis colmillos afilados y mi lengua impaciente jugando con ellos dentro de mi boca. Había avanzado naturalmente hacia el lugar más íntimo que conocía hasta ahora, el mirador. Y pese a la necesidad, mi naturaleza no era agresiva, sino que lograba mantener bien las apariencias, pero mis rasgos sobrenaturales, estaba seguro, destacaban más.

“-Debo encontrar pronto a alguien…-” Me decía a mi mismo, mientras mi mirada pasaba de una pareja a otra, buscando alguna víctima. No deseaba matar, solo alimentarme y calmar esa sed emergente, del resto podría encargarse Ash.
Entonces la ví, una chica sentada en una banca, sola, tranquila. Sin permiso indagué en su mente, queriendo saber cual sería la mejor forma de acercarme, pero antes de alcanzar a idear un plan, mis propios pies me traicionaron y me llevaron frente a ella sin ninguna buena excusa de por medio. Los instintos a veces llevan a cometer esta clase de errores.

Reí para mi mismo, parecía a penas y un principiante. ¿Tanto así lo necesitaba? ¿O era el hecho de que ella era una chica con rasgos que me llamaban la atención, pues tal y como yo, parecía, de alguna manera, alguien que con algo de maquillaje y la ropa adecuada, podría pasar por una hermosa muñeca de porcelana.

me sentía un poco adormilada, estar en ese lugar tan tranquilo me relajaba mucho y eso era bueno para mi, en cierto modo, aun así, no podía estar sin bajar la guardia, pero tampoco iba a estar de paranoica.... ahora que lo pienso, nunca fui paranoico, bah... capaz en algunas de mis evaluaciones de supervivencia donde, no solo, tenia que sobrevivir buscando alimento y refugio, si no que tenia que evitar un ataque sorpresa de los demás como parte de la prueba, esa sin duda, fue mi única época donde estuve realmente paranoica.

Como sea, suspire mientras observaba la vista de la ciudad, podría tomar esto como mi lugar favorito de visita, importándome un bledo si era de parejas, yo iba por la paz, pero si podía ser testigo de alguna pelea amorosa, estaría apreciandola como buena espectadora a película dramática de cine.

Por un momento me pareció escuchar algo detrás mio, pero no le di importancia, si la cosa se acercaba me daría cuenta.... pero... creo que eso no fue del todo calculado; me tomo solo un momento para darme cuenta que no estaba del todo sola en ese sector, mas bien, no lo estaba desde hay un rato, tal parece, ahí es cuando levante la vista y pude ver a aquella persona a unos pasos de donde estaba sentada, llamaba la atención, tenia un rostro demasiado perfecto de facciones delicadas, ya el cabello no llamaba la atención ciertamente, pero tenia un brillo muy curioso en sus ojos. Reafirmo mi teoría de que esta ciudad solo me hacía encontrar a personas "curiosas" o mas bien seres... porque el hombre pájaro no era tal tal una persona o si... no se, la cosa es que hasta ahora no encontrar a nadie "normal"....que triste.

-el joven desconocido necesita algo o solo esta observando como si estuviera en alguna galería de cosas raras?

ya empezamos Antoinette, ya empezamos...aunque se viera como un perfecto cuadro de galería el chico, no me iba a confiar de nada, seria el próximo al que le deba bajar lo dientes de un golpes si intenta algo?.... ya habia comenzado a ver a mi alrededor cosas a mi favor, y tenia muchas en cuanto a terreno... solo voy a esperar que es lo que esta buscando.

"-No me malinterprete. Solo me encontraba paseando y sin darme cuenta mis pies me trajeron hasta usted. Tal vez evitando al resto de personas, o más bien, parejas. Solo buscaba un poco de paz.-" Mis labios articularon con suavidad, con mi tono cordial de siempre, aunque sin exagerar los modales, simplemente expresándome.

"-¿Le importaría compartir su asiento? La verdad es que no me siento muy bien.-" Me sorprendí siendo sincero en lo último confesado. Claro que no estaba dentro de mis planes explicar la verdad del asunto, pero tampoco era de mi estilo simplemente llegar y agredir a mi víctima sin más. Como un meticuloso cliente, me gustaba saber algo más acerca de la comida que mis labios probarían, solo que, mi tipo de comida se explicaba a si misma sin la ayuda del chef.

"-Mi nombre es Yuli. Espero no haberla interrumpido. De ser así, me marcharé lo antes posible.-"

"Un poco de paz" que frase tan identificable para este momento, uno se frustra de ver tanta melasa en el aire, y no por ese prejuicio de los anti sociales, siempre lo vi como falta de respeto a las demás personas de los alrededores que solo quieren respirar.

No creo que aflojar la tensión un poco sea malo... mantener la guardia es otra cosa, cuando pregunto de compartí el asiento, mi clara respuesta no verbal fue solo moverme a mi derecha para que el joven albino se sentara, mencionando por ultimo que no se sentía muy bien.

-no siempre el aire fresco ayuda en los malestares, debería ir al medico

Aveces me pregunto de quien saque esa mala costumbre de dar opinión a cruda sinceridad? pero no iba a buscarle el caso ahora, era un tanto sospechosa la situación, un tipo salido de una pintura de época dando la vuelta por un lugar lleno de parejas, pero que al mismo tiempo era muy solitario para aquellos que solo querían una noche tranquila, sin el ruido de la ciudad... debería de dejar de pensar tanto en supociones... porque ya debería estar sospechando de mi misma de que hacia sola en medio de la noche en un mirador. 
Escuchar el nombre del joven misterioso no cambiaba para nada la cosa, seguía siendo un desconocido cuyos "pies" lo llevaron hasta mi.

-no es molestia, es un lugar "publico", tiene derecho a sentarse donde quiera... yo soy Antoinette...un gusto Yuli

seamos educadas, seamos educadas, siempre hay que ser educada delante de las personas, aunque no las hayas visto nunca, clave para vivir....

-ademas, dudo que encuentre un asiento vació en este lugar...

es como los subterráneos un viernes en la tarde.... solo que aquí el tema era que habia pocos puntos de bancas para sentarse, y la demanda de visita no ayudaba.

Agradecí su gesto al permitirme un lugar para descansar. Me senté con la delicadeza de siempre, sin recaer en un gesto demasiado femenino.

-"Solo es fatiga."- Me expliqué con una suave sonrisa ante su recomendación, pero qué podría hacer un médico conmigo, ¿a demás de facilitarme una bolsa de transfusión?
Dejé de lado un momento mi hambruna para notar la mente de esta muchacha. No pude evitar reír suave ante la lluvia de ideas que tenía, relamente, era una chica con una mente curiosa y muy activa, podría decir que contrastaba un poco con la primera impresión que su sola imagen me había dado.

-"Lo dudo, a menos que buscara meterme en un triángulo amoroso"- Respondí como si mi risa tuviera relación con el último comentario de ella. Lo sabía, no solo por su mente, su mirada bastaba para decir que algo en mi no terminaba de convencerla. Y aunque se volviera un desafio para mi, me daba gusto encontrarme con una joven que no solo tenía aire en la cabeza.

-"Antoinette..."- Repetí su nombre, era un hermoso nombre, al menos para mi anticuado gusto. Suspiré suavemente y entonces giré el rostro, queriendo peguntar algo que mas o menos sí me concernía.

-"¿No tiene temor de andar sola en un lugar como éste? No es común ver a una joven sola aquí."- No era que realmente me importaran sus motivos, solo quería saber qué clase de respuesta me daría, luego, comenzaría a invadir su mente y trataría de alimentarme, a mi sutil manera.

Solo permanecí en silencio el resto de la charla, el confesaba que lo único que parecía agobiarle era una simple fatiga... pudiera ser, pero puede que el joven esconda algo mas...pensándolo bien, no era mi asunto. No querer formar un triangulo amoroso, ese comentario fue gracioso, eso provocaba estar en lugares así, posiblemente ya haya habido conflictos con esos asuntos, el tema de las parejas siempre los vi demasiado complicados, para que ligarte a alguien que tienes un 50% en los primeros meses de mandarlo al demonio o que el o ella te mande al demonio?

La tranquilidad seguía reinando en el lugar, para ser un lugar lleno de gente, bueno, "supuestamente" lleno de gente, era muy silencioso... capaz las intenciones del joven Yuli no era nada malo, y esta mala costumbre de poner una pared delante mio por si la otra persona estuviera por hacer algo, me ah metido en problemas... no tantos, pero si que creaba una atmósfera incomoda, para la otra persona, no para mi.

En ese momento, pregunto algo que no me parecía mal, tenia bastante sentido la pregunta para la situación, solamente suspire y seguí viendo al frente, las luces de la ciudad me relajaban.

-No, es mucho mas peligroso estar en una multitud de gente... ademas... este lugar es muy tranquilo, no acostumbro a estas ciudades de tanto ruido, prefiero el silencio que solo estos lugares te pueden ofrecer. Y creo que pudiera preguntar lo mismo de usted.

Estos lugares eran repelentes de personas solteras, era ya raro que dos personas se fueran ahí a "descansar" o a buscar paz, o esperaba a alguien y yo era la colada como en toda historia de este tipo, que bonito se siente arruinar momentos de parejas.

"-Eres una persona realmente curiosa-" Susurré apoyando mi rostro en mi mano y mi codo sobre mi rodilla, ladeando la cabeza hacia ella para mirarla con el hambre que sentía. No quería asustarla, pero no podía evitar actuar así con la gente que me parecía poco común. Me introduje en su mente, pude ver algunas imágenes y pensamientos que venían a mi como si fueran propios. Entonces decidí dejar de lado esta mentira, tal vez... ¿tal vez ella sería una excepción?

"-Aunque le diga la verdad, tal vez no me creería.-" Intencionalmente sonreí dejando ver mis colmillos, no de forma intimidante, pero si visible.

"-Necesito alimentarme.-" Y dejé ir deliberadamente una imagen hacia su mente. Sangre. No una escena de crimen específicamente, más bien la imagen de vasos sanguineos delineados sobre un fino cuello. Sobre el suyo.

¿Correrá? ¿Se quedará?

Si hacía lo primero, esto sería una cazería.

-no lo soy

Atine a responder al instante, no era nada interesante, si teníamos que hablar de eso, el tipo este, que ya ciertamente dudo que sea un humano, es el interesante en el sentido de raro.  Solo por un momento desvié la mirada hacia el joven y note que estaba en una postura algo curiosa y después me miraba, acaso ya va a decir que quería?  

Ahí fue cuando salieron unas palabras de su boca, algo de que no le creería… listo, ya me hice la trama en la cabeza con el asunto, y claro, ver esos colmillos no solo me hizo arquear una ceja en forma de curiosidad, si no que ya cerraba todo el asunto. Suspire por última vez

-de que no eres humano? Creo que ya me había dado cuenta… pero quería tratar de no irme por las ramas en alguna especie de cuento de hadas bizarro… no es mi estilo

Cerré los ojos algo pensativa, pensar una estrategia dependiendo de la situación, tenia a un tipo con colmillos que no creo que este ahí para charlar… no, para nada, que debía hacer? Correr? Bajarle todas las piezas dentales de un golpe como me enseñaron? Quedarme y tratar de razonar con el tipo? Si tengo que ser sincera… no lo se.
No había que esperar más, ya había confesado que tenía hambre, y en ese momento una imagen apareció en mi mente, un tanto perturbadora, debía admitir. Seguí meditando para mis adentro sin mostrar ningún gesto, seria, como siempre lo fui… Solo me tomo un minuto antes de pensar en lo que podría ser una estrategia “conveniente para la situación” . Primero tome mi móvil del bolsillo y mande un rápido mensaje de texto antes de guardarlo, para luego hacer algo  que no se dé donde me salto en la cabeza.  Arremangue la manga de mi muñeca izquierda y como si nada se la extendí.

-No me gusta la gente que invade mi espacio físico/personal y mucho menos soportar a mi tía preguntando que me paso en el cuello, así que aprovecha, pero ten el descaro y los modales de dejarme consiente.

Otras jovencitas seguro se entregarían, claro, la típica fanáticas de lo vampiros y etc, etc, etc… yo no, esas cosas no me llamaban la atención ni me provocaba nada así como una fantasía.

-no siempre correr es una buena opción, muchas veces solo gastas energías en vano o llegas a escapar por completo… tampoco ceder completamente es una buena idea, así que porque no poner un trato con el "enemigo"?

Seguí con la muñeca levantada, esperando que se alimente de ahí, iba a brotar la sangre suficiente, ya había pasado por algo así en la escuela militar, donde perdí mucha sangre pero aun así aguante y sobreviví, entre otras cosas como golpes o fracturas.

-Si tu miedo es que diga algo, no te preocupes… no saldrá una sola palabra de mi boca.

Desde que había llegado a esa ciudad… me había encontrado gente extraña, primero el hombre cuervo y ahora el joven que tiraba a un  vampiro, es acaso una broma?

Mis ojos se abrieron en sorpresa en los primeros instantes de su respuesta para luego cambiar a una expresión un poco más relajada, arqueando un poco las cejas mientras se me escapaba una risilla de los labios y la cubria con una de mis manos. "-¡Claro que eres alguien curiosa para mí! Eres una persona auténtica.-" Suavicé de nuevo mi expresión y me moví ligeramente hacia ella, mas no me acerqué o distancié de ella ni un centímetro.

"-No me malinterpretes. Si realmente hubiese querido solo alimentarme, no estaría dilantando de esta forma el tiempo. Pero no puedo planear que el sentimiento sea mutuo.-" Mi mirada fue más afilada, como diciendole que sus condiciones no eran algo que, bajo otras circunstancias, tuviera que tomar en cuenta.

"-Me gustan los seres humanos...-" Susurré mirando su muñeca, luego sus ojos."-No quería alimentarme a la fuerza, quizás solo quería un pacífico trato. No tengo miedo de nada que puedas hacer, pero no soy un ser irracional, mucho menos un malagradecido, por lo que tomaré tu oferta. Por supuesto procuraré no dejar ninguna marca, podría manipular tu mente y no dejar recuerdos tampoco, pero realmente, me siento caprichoso hoy-" Mis dedos hicieron contacto con la piel de su antebrazo, podía sentir su pulso con claridad, pero no me abalanzaría sobre ella, básicamente, porque ese no era mi estilo.

"-Me recuerdas a las altas murallas de los castillos de antaño. Bien, de cualquier forma, luego de esto, me gustaría recompensarte de alguna manera, aunque tal vez para ti no sea nada mas que un trato o una estrategia, para mi... Es mantener mi cuerpo con "vida". -" Tomé su brazo y lo levanté hasta la altura de mis labios, rozandolo ligeramente antes de perforar con mis colmillos, paraposteriormente retirarlos y ver brotar las gotas de sangre que con la delicadeza habitual tomé. Obligandome a ir lento aunque mis instintos y mi hambre me pidieran lo contrario.

"-¿Ha dolido?-" Levanté mi vista a ella, mas no separé mis labios de su piel, era en su mente donde mantenía mi charla con ella, por ser la primera vez que un humano me aceptaba tan sencillamente, así como solo Ash lo hacía, quería saber qué sentía, qué pensaba en ese momento, aunque solo fuera esa fachada dura y distante, mi mal habito de buscar acercarme más a los humanos.

-bueno como digas…

Rodé los ojos por eso, vamos a darle el gusto al joven y no empezar una discusión, se suponía que venía a buscar un poco de tranquilidad y ahora estaba ahí, dándole mi antebrazo a un vampiro para que no se deshidrate, debería agregarlo a mi diario de eventos en la tercer página después de la tipa rara que quiso ser mi amiga y el hombre cuervo con malos modales.

-bueno, en ese caos agradezco los modales previos, falta gente así por estos lares…

Sentía cierta curiosidad de saber que sensación te da que algo te hinque los colmillos en el antebrazo, sería como si te mordiera algún perro o si te vacunara una enfermera inexperta? Quien sabe… aunque había que admitir que el joven Yuli era una persona curiosa, bueno, saliendo del tema de que es vampiro y bla bla, eso no se discute, pero tomarse la molestia de más o menos no acelerar un ataque por hambre era un poco impresionante.

En cuanto sentí que tomo mi brazo solo me acomode en el respaldo de la banca, no sabría cuánto duraría el asunto, así que porque no tratar de relajarse, por el momento dejo todo claro, esperemos que no tenga otro plan en mente porque ahí sería muy complicado todo para mí. Su comentario sobre que le recordaba a una muralla de castillo me dejo un poco inquietada.

-No sé qué habrás querido decir, pero lo tomare como un cumplido. Y no tienes que recompensarme, por más que digas que mantenerte con vida tu cuerpo, no sé, no me da la idea


Sus labios rozaron mi piel por un instante hasta que sentí una punzada en él, apenas me dio un tick en el ojo, era algo doloroso pero no al punto de que me iba a morir del dolor, luego los retiro y la sensación de que algo cálido se acumulaba en ese punto no tardó en llegar, el empezó a beber lentamente, y no había ninguna palabra más en el aire, tampoco es que las buscaba. No estarán en el aire, pero si en mi cabeza, interesante.

-Solo un poco, pero es soportable, de ultima, te hubiera golpeado

Respire profundo antes de volver mi vista hacia adelante y seguir relajándome con las luces de la ciudad, podía sentir mi cuerpo algo pesado y mi brazo entumecido, viendo cómo iba la cosa, seguramente me daría sueño o frió pro la pérdida de sangre. Me puse a pensar en las cosas que debía hacer cuando llegue a casa, era mi forma de distraerme y no pensar que hay un vampiro mordiéndome el brazo, lo que sí, tendría que rogar que mi tía no este armando un hueco en el suelo con sus pisadas preguntándose en donde estoy metida. Menos mal que mañana no tengo clases…

-sabes, algunas personas tomarían muy mal si alguien se les mete en la mente sin su permiso

"-De acuerdo, entonces al menos acepta que me encargue de llevarte a casa luego de darme por satisfecho.-" Era más fácil presentarlo en su mente como un capricho propio que como un favor para ella. De no ser porque me encontraba bebiendo, quizás hubiese reído con la infinidad de cosas que pasaban por su mente, era un mundo completamente diferente detras de sus labios sellados.

Hubo algunos momentos de silencio profundo que me tentaba a tararear alguna melodía en mi mente y en la suya, pero reprimí ese impulso sabiendo que mi voz, en esa situación, jugaría de manipulación. Cuando la succión de su sangre me pareció prudente, me detuve. Mi lengua acarició con delicadeza las heridas y con un pequeño truco, ayudé a cerrar esos dos agujeros. Finalmente me incorporé y lamí mis labios discretamente, dejando ir un pequeño suspiro.

"-Haha, lamento aquello. Es un mal hábito que tengo. Es parte de mi naturaleza y ya es casi una costumbre. Es como si a usted le pidiera dejar de respirar.-" Expliqué en mi defensa y cerré los ojos unos momentos, aun sosteniendo su brazo, extasiado todavía con la sensación de haber mitigado mi fatiga. No, no estaba satisfecho, pero del resto se encargaría Ash.

"-¿Se ha mareado?-"

Iba a decirle que no, pero pensándolo mejor, en la condición en la que me sentía era mejor eso a tener algún problema en la calle por andar cansada.

-Bien, pero solo eso,entendido?

No me agradaba mucho la idea de que un vampiro vea donde vivo, precauciones son precauciones, que mas daba, por el momento no iba a preocuparme, de ultima, llenare mi cuarto de amuletos y trampas....servirían? solo leí y escuche cosas así por escuchar o ver pero no estaba segura que esos métodos sirvieran para alejar a un tipo como este de tu casa.

Sentía algo de frió, ya mi cuerpo estaba agotado y mi cabeza daba un poco de vueltas, sabia donde estaba, que hora era y era absolutamente consciente, mi preocupación iba a ser que mis piernas me jueguen una mala pasada. Con una lamida por la herida vi que esa era el aviso de que habia terminado, no fueron mas que un par de minuto y no parecía que fuera a hacer otra cosa, bien, un problema menos...

Ladee la cabeza para observarle cuando dio su defensa sobre el asunto de andar metiéndose en la cabeza de personas ajenas, principalmente la mía, fruncí un poco el ceño, era incomoda la idea de que estén hurgando en mis pensamientos así porque si o por alguna otra razón.

-no creo que sea lo mismo un mal habito a mi acción natural de respirar.

Acomode mi manga de nuevo y coloque ambas manos en mi regazo, inhale y exhale de manera lenta y profunda mientras cerraba los ojos, no se me iba a ir el cansancio ni las demás sensaciones hasta mañana seguro.

-Si, no mucho, agradezco que me deje consciente de donde estoy parada, pero creo que tendré que descansar para recomponerme

"-Puede que tenga razón.-" Reí de nuevo, y es que aunque me lo regañara, realmente la costumbre de indagar las mentes era un hábito de cientos de años, en especial cuando se trataba del momento de beber sangre. Luego de unos segundos me puse de pie. Sentía mis mejillas ligeramente más rosadas y un calor exquisito recorrerme el cuerpo, mi apariencia seguramente ahora parecía más humana, pero aún no era lo suficiente como para quedarme tranquilo. A veces me preguntaba a mi mismo ¿Por qué de vez en cuanto me nace este capricho de tomarme mas molestias de las que debería con ciertas personas? Cualquiera podría haber simplemente cazado a la muchacha, y entiendase por eso tomar de ella a la fuerza y dejarla en el borde justo entre la vida y la muerte.

Ash no entiende mi condecendencia con los humanos, y a veces ni yo mismo lo hago. Supongo que no puedo evitar amar mi comida.

"-¿Entonces, vamos? Puede estar tranquila de que no volveré a su casa. Respeto los hogares, si fuera a encontrarla de nuevo, probablemente será en este mismo lugar.-" Y ahí ella tenía la opción de simplemente no venir más, o asumir un posible pero no inminente futuro encuentro.

Extendí mi mano hacia ella, en el caso único que le fuera necesario un apoyo para ponerse de pie y la esperé en silencio, concentrando mi mirada, por primera vez en sus ojos, luego de que los hubo abierto. Peculiares... no era un color del todo común en los seres humanos.

"-Ah, si tan solo no fuera tan tarde, hubiese insistido en invitarle al menos un té.-" Me lamenté, descarado en el hecho de que aún sentía mucha curiosidad en su persona.

Bostece debido a mi condición actual, no era buena idea tener los ojos cerrados, me mareaba mas de lo que estaba, ojala que mi tía no lo note y empiece un interrogatorio. Una suave brisa soplo en el lugar, alivio un poco el mareo. El comentaba que no preocupe que no se aparecerá por mi casa, mas le valía, debería tomar su palabra como cierta? podría ser, seguro lo encontrare de nuevo en este lugar al que no pienso dejar de venir porque es muy tranquilo, descartando a las parejas, eso se omite fácilmente, pero es el único lugar que eh encontrado en todo Glass City con el silencio perfecto.

-Me parece perfecto. Me ayudas a cambiar de opinión de poner trampas en mi casa.

Apoye las manos en la banca para darme un pequeño impulso para levantarme, logre levantarme, pero enseguida tuve que poner mi mano derecha en el respaldo de esta para no caerme, mis piernas temblaban un poco, menos mal que no habia nadie por el alrededor ya que esto seria muy vergonzoso para mi. Moví la cabeza en forma de negación con la cabeza cuando ofreció su mano para ayudarme, se lo agradecía pero era mejor hacerlo sola.

La invitación de te cancelada por la hora... eso fue un golpe bajo, pero por la hora no era conveniente que una señorita este en la calle mas con un extraño que siquiera era humano yendo a tomar un té, había que mantener un protocolo... tristemente me daba curiosidad el joven Yuli, y digo tristemente porque yo no soy así, esta ciudad se esta comiendo a la chica que mi padre por año estuvo formando como una roca solida, que horror.

-Es una lastima, pero puede ser para la próxima, debo admitir que seria interesante compartir un te con usted. Soy de venir por esta hora los viernes o sábados, ya que voy a clases en la semana.

Comente esperando que pudiera ser así, el té era toda una ceremonia que muy pocos respetan con respecto a actitudes y palabras, y dudo que el joven Yuli no sea de esos pocos.