Más problemas.

Al cabo de varios minutos de haber ingresado a la ciudad, se hallaron a solo unas cuadras de su hogar. Reino echó un vistazo rápido a su reloj, no era tan tarde como pudo haber imaginado, faltaba muy poco para la media noche. Se les dificultó un poco mover a Skyle hacia el edificio, considerando todo el tránsito y la gente que aún iba y venía haciendo barullo por las calles, era día viernes y en Glass City eso significaba mucho movimiento nocturno.

El asunto se volvió automáticamente más sencillo al entrar a Windermere y llegar al ascensor. Marcó el número nueve y apenas se abrió la puerta volvió a arrimar a Skyle cerca de sí, ayudado por Momoka consiguieron llegar hasta su apartamento, al cual ingresó tras introducir las llaves y dar uno que otro giro por las diferentes cerraduras que bloqueaban la entrada. Una vez dentro, encendió las luces y cerró la puerta a sus espaldas.

Un mural de recuerdos decoraba la sala de estar de Reino, la cual era bastante amplia y cuyas paredes estaban revestidas con retratos y fotografías, souvenirs de otros países y discos de música desperdigados por doquier. Estaba conectada a una pequeña cocina, un baño y dos habitaciones, una de ellas cerrada con llave. La habitación principal contaba con una decoración de primera (cortesía de algunos viejos amigos del sello que trabajaban en escenografías para videos promocionales y televisión) con un estilo medianamente sobrio, una cama matrimonial y una gran televisión. Si bien no era un sitio enorme, era mucho espacio para una sola persona.

Situó a Skyle en el primer sofá que halló, más relajado por encontrarse finalmente allí.

– Creo que me queda algo de pizza  en la nevera, ¿se les antoja? – Ofreció a ambos con una amigable sonrisa.

Pese a que el muchacho venía aún con cierto malestar y el obvio cansancio acumulado por la caminata, fue capaz de recordar las calles por las que pasaba, memorizando algunos carteles, tiendas, nombres o señaléticas mientras se encontraba hundido en su propio silencio. Debía asegurarse el saber a dónde iría a parar, después de todo, se trataba de la vivienda de ese interesante personaje que a partir de ese día había acaparado gran parte de su interés.

“Piso 9…”

Grababa en su mente sin mostrar ninguna expresión de estarlo haciendo. No se delataría tan mundanamente, por el contrario, parecía totalmente indiferente a la situación como si no fuera más que un aburrido espectador de tan mala comedia. Una vez dentro del departamento su mirada se iluminó tal y como lo hizo la habitación. Era un espacio nuevo, con un aroma nuevo, visiones nuevas, detalles y evidencias personales de Reino, detalles en los que indagaría apenas tuviera la oportunidad como si fuera un acosador en medio de su paraíso de información.

Sonrió.

Un rápido vistazo más o menos le hizo tener una idea general de la distribución de la habitaciones, aunque en su condición no pudo revisar el sitio como normalmente haría: Con descaro y sin permiso.

-Ngh…- Se quejó nuevamente al ser depositado en el sofá. Por supuesto, era cómodo, mucho más de lo que sería la enfermería de la escuela. ¿Pero acaso no hubiese sido más cortés ofrecerle una cama? ¡Qué ingrato!

-No gracias…- Respondió sombrío. Estaba incómodo, sin poder distinguir si la razón de ello era el ambiente diferente dentro de ese lugar, o bien la presencia de Rito, o tal vez esa amigable sonrisa que Reino había dado. Para él era más divertido ver la expresión de sorpresa disimulada, o tal vez de fastidio en el rostro de Reino, y de cualquiera en realidad.

¿Comida? Eso no tenía relevancia en una mente tan llena de antojos morbosos como la suya, aunque si ahora algo debía reconocer era el deseo casi incontenible por recuperar su condición corporal sana y normal. Suspiró pesadamente, esperando que alguno de los dos atinara a hacer algo al respecto.

Momoka se dio cuenta de que entraron a una residencia ''este debe ser el lugar donde vive Reino'' eso fue lo que penso cuando vio el lugar al que entraron. Momoka siguio cada paso de Reino junto con Skyle que lo llevaba, vio que entraron al ascensor el cual subio al noveno piso , las puertas del ascensor se abrieron ella siguio a Reino hasta llegar a su residencia, vio que la puerta tenía mucha seguridad.

Entraron a la residencia y vio un mural que le llamo la atención, habian muchas fotografías y distintos souvenires de muchos paises, sus ojos estaban algo pegados en ese bello lugar pero antes de observar detalladamente, procuro dejar a Skyle en el sofa, tal como Reino lo hizo. Luego de haberlo dejado ella se alejo y observo el lugar donde se encontraba, tenía una decoración muy peculiar pero ese mural le llamaba la atención, sobre todo porque tenía fotos, luego se giro al escuchar el ofrecimiento de Reino.

- Si por favor - dijo ella sonriente - despues de toda esta caminata, me gustaría reponer energía, asi que acepto muy feliz su ofrecimiento - dijo ella, Momoka se acerco a Reino - Una pregunta, necesita ayuda en algo? - pregunto ella por cortesía.

Negó amablemente el ofrecimiento de Momoka mientras echaba un vistazo rápido al salón, asegurándose de no encontrar ningún elemento en desajuste que impidiese a los estudiantes sentirse cómodos allí. La estancia mantenía un orden decente a pesar de que llevaba tiempo sin recibir visitas, y aunque tal circunstancia no era precisamente una reunión agradable, Reino se vio apoderado de inmediato por su instinto de buen anfitrión que ofrece comida nada más llegar.

Se llevó una mano a la nuca mientras se volvía un momento hacia la cocina con ademán distraído, se detuvo en el umbral de golpe, recordando la verdadera razón por la que se encontraban allí. El mánager volvió a toda velocidad a la estancia, riendo con torpeza.

– ¡Oh, jajajajaja! ¡Perdona, perdona! Hace mucho tiempo que nadie viene acá, solo quería ser cortés~ – dijo rascándose la mejilla con el dedo índice, dirigiéndose a Skyle más que nada pues todo aquél nerviosismo inicial consiguió desviar sus ideas antes claras. Debía sanar las heridas del muchacho pero prefirió no mencionar su evidente olvido. – Señorita Rito, ¿puedes atenderte por tu cuenta? La pizza está en el refrigerador, solo debes meterla al microondas. Es una cocina pequeña, lo encontrarás de inmediato, si tienes alguna duda me avisas – comentó hacia la joven, habiendo abandonado por completo su apariencia sombría y mostrándose tan jovial como acostumbraba.

El hombre caminó en dirección a su habitación y al cabo de unos breves segundos sacó un maletín de primeros auxilios que igualaba en tamaño a la televisión, aunque no parecía especialmente pesado pues Reino conseguía tomarlo de la manija con una sola mano. Dejó el objeto a los pies de su cama poco antes de sacarse su abrigo y dejarlo sobre un colgador, ir al lavabo y enjuagar sus manos.

Una vez hubo terminado el proceso, regresó a la sala y se inclinó ante el herido.

– Ven, te recostarás en la cama – le dijo, cayendo en cuenta que el hueso dañado era una costilla y que no sacaría mucho con tenerlo sentado, al menos no por el momento. Extendió sus palmas hacia el muchacho y esperó pacientemente que él mismo reclamara su ayuda para llegar a su habitación si es que así lo prefería.

Oh, por fin se ha dado cuenta.

Pensó el muchacho con una expresión que parecía más bien un regaño hacia el sujeto. Sus cejas se arqueaban demostrando su enfado, pero en el mismo instante que su demanda de atención se hizo evidente su expresión volvió a mostrar indiferencia y rebeldía. Sentía repulsión por esa aura tan abierta y cálida, pero a la vez con un dejo de irrealidad.

-Como sea- Susurró entre dientes. No tenía el humor para ni siquiera tomarle el pelo con algún comentario sarcástico. Se mantuvo en silencio mientras el mayor entregaba las indicaciones a la muchacha y desaparecía en la otra habitación. Sus sentidos aún estaban atentos al entorno, pero estaba seguro que una simple pastilla le haría caer en un pesado sueño y hasta ahí quedaría todo su esfuerzo por una noche de diversión. Qué más daba, la noche ya había terminado para Zebra.

Cuando el mayor volvió e indicó que se recostaría en la cama le sonrió burlesco, como si se tratara de un acto reflejo. ¿Realmente iba a insistir en fastidiarlo hasta con el más pequeño suspiro que diese? Sí, tal vez.

-De acuerdo, pero no me moverás de ahí otra vez. –Al comienzo intentó ponerse de pie ayudándose del mismo sofá, sin embargo, el estirar el cuerpo otra vez le significó una fuerte puntada que de nuevo le hizo sudar y de inmediato sus manos pasaron a aferrarse a los brazos ajenos, ejerciendo una presión que descargaba el dolor de la punzada en ellos, tal y como su mirada gritaba un demandante “apúrate.”
Caminó despacio, no sin antes lanzarle una amenazante mirada a momoka.

No se te ocurra interrumpir.

-pues claro que si - dije con una amplia sonrisa en mi rostro, luego observe como Reino se iba hacia donde se encontraba Skyle y se cambiaba de habitación, luego note como los ojos Skyle me miraban con un claro mensaje en sus ojos ''No molestes'' su simple mi mirada me dio un revoltijo de estomago, claro que le devolvi la mirada con ojos llenos de enojo y frialdad mientras me iba a la cocina emitiendo un -Hmp!-

Me encontre como una pequeña cocina tal como había dicho Reino, no fue nada dificil encontrar la nevera y sacar de ella la pizza pero no me agrado la idea de meterla al microondas, ya que en el microondas la comida pierde su sabor, sobre todo la pizza que se vuelve toda elastica y plástica, por asi definirlo, pero tuve que resignarme y calentarla ahi ya que solo me había permitido usar el microondas, coloque la pizza ahi, aprete los botones colocando un minuto y medio, luego de haber finalizado cerre la puerta para que comenzara a funcionar, me sente en el suelo esperando que el tiempo pasara, sin darme cuenta que al parecer el cansancio era mucho, me quede un rato dormida... para después despertarme cuando tiempo había terminado y estaba sonando una alarma, al parecer llevaba un rato sonando, me levante, saque la pizza del microondas y con el plato me fui a la sala a observar el mural que tanto me había llamado la atención.

Mientras caminaba me aseguraba de que ese idiota de Skyle no me viera, ya que no quería ni verlo, alzaba mi vista para ver mejor el mural, mientras le daba un mordisco a la pizza, estaba rica en teoría, pero estaría mejor si la hubiera calentado en un horno, luego recorde algo, me dirigi de nuevo a la cocina, puse un poco de agua en una tetera que encontré mientras miraba por los estantes y puse un poco de agua a calentar.

Luego de que el agua calento, la puse en un bol que encontre por ahi y deje un poco de agua por si querían algunos de ellos tomar café, ''quien sabe'' dije en mi pensamiento, luego me acerque hasta la entrada de la habitación y deje el bol con agua caliente y un paño en la entrada de la habitación principal sin que me vieran... ''tal vez sirva para algo, por lo menos para limpiar la herida'' dije en un pensamiento, mientras caminaba de nuevo a la sala y me sentaba en el suelo frente al mural dandole otra mordida a mi pizza.

Recibió el peso del estudiante adolorido sin gran dificultad y lo acarreó lo más rápido que se pudo permitir hacia el interior de la habitación.

Lo sentó a orillas de la cama y calculó mentalmente tres segundos, tiempo en el que normalmente las personas tardan en reaccionar. Uno, dos, tres. A sabiendas de que esto le molestaría, se inclinó hacia los pies de Skyle y le sujetó ambos tobillos con las manos, colocándolos sobre la cama y forzándolo a tenderse de modo horizontal. Aprovechó este lapso para retirarle los zapatos de un tirón y, habiendo pasado los tres segundos, se apartó antes de que tuviese la brillante idea de patearle en la cara.

– Quédate quieto y hazme caso, ¿entendido? – Ordenó un tanto agitado por la operación, sosteniendo los zapatos del menor, uno en cada mano. Al parecer aún se encontraba en forma como para hacer algo así, eso le facilitaría las cosas en caso de que el muchachito se las diera de listo. Se detuvo un instante para observar el calzado, volviendo su rostro de un lado a otro. – Bueno, tal vez esto no fue del todo necesario~ – respondió sonriente al captar que había exagerado un poco, conteniendo la risa que se ahogaba en su garganta.

Más tranquilo, Reino retiró las almohadas de su cama y las apiló a un costado, pues quería mantener la espalda del herido en una posición completamente plana.

– Discúlpame – se sentó a orillas de la cama, junto a Skyle, se inclinó hacia él apartando de su torso la ropa que le impedía ver directamente su piel desnuda. Este sector se encontraba lleno de cardenales y magulladuras que se expandían hacia el pecho y hacia la cintura.

Teniendo más o menos claro el panorama, el mánager se volvió hacia la salida de la habitación, cuya puerta aún se encontraba abierta de par en par.

– Señorita Rito, ¿puede hacerme un favor? Hay unas compresas de hielo en el congelador, en la parte de arriba, junto a los helados. Necesito que me las traiga – pidió encarecidamente, levantando la voz de manera que ella pudiera escucharle aún encontrándose en la sala.

De un momento a otro el eje de gravedad de Zebra cambió, al haber sido tomado de sus tobillos, obligado a recostarse con no mucha delicadeza un nuevo quejido se escapó de su boca, sumado a la sorpresa y una extraña especie de indignación. Aunque las ganas de patear a Reino no faltaron, si fallaron las fuerzas e intenciones de querer mover algún músculo de su cuerpo, pues sentía que cualquier cosa que hiciera, dolería.
Su respuesta a la orden del mayor de permanecer quieto no fue otra que una mirada resignada, una mueca que decía “como si tuviera de otra en ésta situación”.

-Evidentemente no era necesario. Pero me sorprende que seas tan ágil. ¿De verdad solo eres un manager?- Alzó una ceja como si estuviera dejando deliberadamente entrever la malicia en su comentario, esa doble intención que buscaba sacar algo más de información de aquel sujeto, como si intentara ver más allá de sus ojos, esto, mientras el mayor se ocupaba de desnudar su torso. La sonrisa burlesca característica se asomó en los labios de Skyle. No hacían falta palabras para saber que simplemente estaba recriminándole y casi burlándose por la sugerencia que tenían sus acciones y la escena por sí misma: Un manager del famoso sello denudando a un estudiante de Mussete. Era un chisme morboso, ¿No?, poco le importaba el desastre que tenía aquel cuerpo, después de todo solo era algo así como un recipiente, después de todo, era el cuerpo de Skyle.

Vió como Reino se apartaba y bufó irritado al oír la petición a Rito. ¿De verdad era necesario depender de esa chica? Chasqueó la lengua, evidenciando su desagrado como un niño que descaradamente entrega su desaprobación.

La chica se encontraba sentada en el suelo admirando el mural , cuando en eso escucho la voz de Reino - de acuerdo - dijo obedientemente , mientras se levantaba del suelo y se acercaba a la cocina , llego al refrigerador lo abrio en la parte donde se congelaba y ahi se encontraba las compresas de hielo , de paso busco en algunos de los cajones un paño para poder envolver el hielo , lo encontro y se dirigio hacia la habitación , su cara cambio , una mueca de desagrado mostro al ver a susodicho personaje ahi

...camino un poco hasta poder estar cerca de Reino y poder pasarle la comprensa - aqui esta - dijo ella - necesita que ayude en algo más? - pregunto ella para saber si iba a tener que ir a buscar algo

Esperaba que la señorita Rito atendiese el favor sentado a orillas de la cama, junto al herido. Su mente divagaba indefinidamente por la gran cantidad de analgésicos y vendas que contenía el supuesto botiquín de "primeros auxilios" a sus pies el cual doblaba en tamaño a cualquier bolso de manos, cuando de pronto el insidioso comentario desvió su atención y alertó sus sentidos.

– Evidentemente... Si... – respondió forzando una sonrisa, volviéndose a él por un instante con actitud relajada, esa perfecta coraza para eludir sus posibles pretensiones de fastidiar. ¿Aquella era una pregunta capciosa? Muy probable si consideraba con quién hablaba, aunque tampoco debía extrañarle que por su fachada alguien entramara una especie de teoría acerca de su persona. De todos modos, ¿qué tan cercana a la realidad podían ser esas deducciones? Siempre se preguntaba lo mismo.

La jovencita se acercó al cabo de unos minutos, sin disimular la molestia que le producía la sola presencia de Skyle.

– Gracias – dijo el mánager el recibir su pedido, añadiendo ante su ofrecimiento: – Con que estés aquí es suficiente. Este tipo es un poco impredecible pero con una buena enfermera me siento más tranquilo~ – comentó con una sonrisa, esperando no tener que vérselas con una situación un tanto más violenta apenas las heridas del menor sanaran.

Tenía en cuenta que Momoka también significaba una amenaza para ambos por su fuerza descomunal pero su sólo carácter, tan dócil y obediente, le hacía deducir que efectivamente había sido Skyle el merecedor de la paliza. De todos modos no podía confiarse ni mucho menos bajar la guardia, él mejor que nadie sabía que las apariencias eran engañosas.

Apenas tuvo en sus manos la compresa de hielo envuelta, se puso de pie y volvió su atención al cuerpo medio desnudo del estudiante.

– No te recargues en la zona dañada y respira profundo – le indicó con seriedad, inclinándose ligeramente hacia su pecho para escuchar el sonido de su torso al inhalar. – ¿Sientes dolor?

- ¿Entonces por qué esa pinta? Si no fuera estudiante, nunca pensaría en ti como mi manager. ¿Realmente tienes contactos legales? - Esa segunda pregunta, la verdad, no fue más que una burla, una mofa infantil de su parte, y es que zebra, skyle o el pequeño, cualquiera de ellos, aún eran nada más que frutos inmaduros, no importaba cuán desagradable zebra quisiese ser.

-¿Estas conciente de que puedo escucharte, verdad? - Alzó una ceja, molesto por la leve preferencia hacia la chica que comenzaba a demostrar el moreno. ¿Ahora sería él el malo de la historia?

Lo observó acercarse y de haber sido posible, lo más probable era que lo hubiese apartado como un niño celoso.

-¿Que crees?- Volteó el rostro hacia el otro lado de la habitación, cerrando los ojos, estaba de pronto demasiado molesto por la situación, aquello ya no era divertido. Una vez se "durmiera" iba a cederle el cuerpo a Skyle. Había sido suficiente.

Momoka al escuchar la palabra enfermera su cara se ruborizo, no de vergüenza sino de emoción, ya que se imagino a ella poniéndose uno de esos trajes, su cola se meneaba de un lado a otro mientras trataba de mantener su felicidad dentro de su mente y no reflejar que estaba emocionada, pero su cola podía revelar en que estado se encontraba.

- de acuerdo - dijo ella obedientemente, mientras que cuando cruzo la mirada con Skyle inflo sus cachetes como una niña pequeña y miro hacia otro lado...

Observo como Reino-san trataba bien la herida, al parecer era una persona muy sabia, lo cual a Momoka le pareció interesante y sintió un gran respeto hacia él, le quedo viendo con ojos de admiración mientras su cola se meneaba de un lado a otro, manteniéndose en silencio esperando nuevas indicaciones.

– Jajajaja, no es primera vez que me lo dicen~ – dijo divertido ante el comentario del chico, quien de seguro ya estaba harto de tener que compartir espacio con la misma persona que le agredió. ¿Por qué siempre Reino acababa como mediador de todas las discusiones? Ni que le pagaran por ello... – Coopera conmigo o será peor para ti – le advirtió severo en lo que se alejaba y aproximaba la compresa de hielo hacia su abdomen, apoyándola sobre la zona dañada sin mucha delicadeza. – Necesito que sostengas esto, sino haré que Rito lo haga – agregó serio, su amenaza fue concisa y precisa.

No quería inclinar su balanza hacia ninguno de los conflictivos presentes pero evidentemente agradecía la obediencia en un momento así. Era consciente de lo doloroso que era realizar esa operación en una fractura, pero el aplicar hielo en la afección durante veinte minutos aproximados conseguía mitigar mucho el dolor. Skyle debía soportarlo sino quería ir al hospital ni meterse en más problemas.

Reino podía comprender en parte su mala actitud, él mismo resultaba intolerable cuando su madre o los médicos intentaban asistirle. Pero a cada minuto que pasaba menos claridad tenía sobre la identidad supuestamente fragmentada de ese estudiante. Oh, sería un fin de semana memorable.

– Señorita, necesito un vaso de agua – pidió a Momoka en lo que tomaba con la mano desocupada uno de los analgésicos que pretendía hacer tomar al herido. – Voy a medicarte. ¿Tienes alguna alergia? – Se dirigió hacia el muchacho muy tranquilo, esperando que nada lo que le diera empeorara su estado.

- Bien, bien... lo haré. -Murmuró mientras seguía las instrucciones de aquel sujeto. Ciertamente, no quería tener a esa mujer más cerca del límite que demarcaba la puerta. Quizás debió haber aceptado ir al hospital, de esa forma se hubiese podido deshacer de ella más facilmente, oh sí, pero claro, Skyle no se lo perdonaría, implicando el hecho de que ellos mismos saldrían perjudicados.

Volviendo su atención a Reino simplemente encogió los hombros, muy suavemente pues el movimiento seguía siendo doloroso, menos, pero dolía de todos modos.

-No lo sé. Quizás sí.- La sonrisa perversa se volvió a asomar en su rostro, su respuesta solo tenía un objetivo: Fastidiar.

Zebra...
Cállate.
Uh...
¿Quieres dolor?
No...
Entonces ve a dormir. Deja que me divierta.
Está bien...

-No me des nada para dormir... - Le advirtió a Reino, como si lo acusara de antemano.- No voy a bajar la guardia mientras esa engendro esté bajo el mismo techo.-Dijo con una muy bien actuada indignación.

Cuando escucho la petición de Reino asintió con la cabeza y obediente fue a buscar el vaso con agua, no se demoro mas de 3 minutos, luego se acerco al umbral de la puerta, dio un par de pasos hasta quedar a una distancia prudente para entregarle el vaso con agua a Reino - aqui esta, si necesita otra ayuda aviseme por favor - dijo ella amablemente mientras observaba como Reino aplicaba un par de compresas en la zona donde se encontraba el daño, luego escucho que volvio a hablar ese rubio desabrido..... su voz le causaba una patada en la guata, escucho sus palabras las cuales no le cayeron para nada bien. ''No voy a bajar la guardia mientras ese engendro esté bajo el mismo techo'', Momoka le salio una pequeña aura de odio y deseos de querer macharcarlo a golpes, mientras su cola se erizaba. Definitivamente si estuviera en su planeta esta persona ya seria puros escombros y polvo que volaria con la brisa de la paliza que le hubiera dado, pero ella no era tan mala, sabía que ese idiota estaba mal herido y nunca lucharía con alguien que estuviera lastimado, eso iba en contra de su etica ....lanzo un pequeño suspiro. Ella sabía como defenderse sin utilizar la fuerza bruta, era inteligente y podía notar que ese rubio teñido tenia un serio problema de personalidades múltiples, lo cual se considera algo peligroso segun el tipo de personalidad, y este tipo era un peligro para la sociedad. Si, pero ella era mucho mas inteligente y no iba a caer ante tales palabra de provocación, solo dirigio su mirada hacia el chico rubio mientras esbozaba una sonrisa - ararara ~- dijo ella feliz - lo dice la persona con problemas psicologicos..... quien sera el engendro, tu o yo? - dijo ella en voz alta mientras se daba una media vuelta y salia de esa habitación.