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Primera audición para Teobaldo.
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Primera audición para Teobaldo.
Aún cuando afuera se presentaba un día maravilloso, Reino estaba condenado a pasar el resto de su jornada encerrado en esa escuela de la cual aún no estaba del todo familiarizado. El papeleo era monstruoso y los asistentes nunca resultaban ser suficientes; el asunto del festival los tenía a todos frenéticos desde hacía varias semanas, pero él jamás esperó que ocurriría semejante demanda con los papeles protagónicos. La escuela estaba llena de alumnos narcisos, sedientos de fama que esperaban ser reconocidos por el evento del año, rara vez se aparecía uno que solo deseara divertirse lo cual no dejaba de fastidiarle.
Si veía a otra chiquilla con un ego de tres metros chillando por el papel de Julieta, explotaría.
– No lo resisto más, vamos a por los Teobaldos – anunció ese viernes a los profesores que le acompañaban, dando por finalizadas las presentaciones protagónicas. Ansioso por un fumarse un cigarrillo, Reino tomó el papel que le correspondía a la lista de Teobaldo, y tal como esperaba, no eran tantos alumnos como con Romeo y Julieta. – Veamos, el primero en postular es Skyle Townsend, de tercer año – leyó desganado.
El profesor a cargo repitió el nombre del postulante desde la butaca, ayudándose de un micrófono conectado a los parlantes del escenario. En la primera fila del auditorio se encontraban situados Reino y tres profesores más, todos con la mirada fija en la superficie del iluminado escenario.
– Bienvenido, muchacho – una vez le vio aparecer desde detrás de las bambalinas, Reino le saludó con una sonrisa un tanto cansada, observándole sin mucho interés. – La primera etapa consiste en una evaluación de tu voz. Interpreta alguna canción que creas pueda "calzar" con el personaje de Teobaldo. – ¿Cuántas veces he dicho esto ya?
Si veía a otra chiquilla con un ego de tres metros chillando por el papel de Julieta, explotaría.
– No lo resisto más, vamos a por los Teobaldos – anunció ese viernes a los profesores que le acompañaban, dando por finalizadas las presentaciones protagónicas. Ansioso por un fumarse un cigarrillo, Reino tomó el papel que le correspondía a la lista de Teobaldo, y tal como esperaba, no eran tantos alumnos como con Romeo y Julieta. – Veamos, el primero en postular es Skyle Townsend, de tercer año – leyó desganado.
El profesor a cargo repitió el nombre del postulante desde la butaca, ayudándose de un micrófono conectado a los parlantes del escenario. En la primera fila del auditorio se encontraban situados Reino y tres profesores más, todos con la mirada fija en la superficie del iluminado escenario.
– Bienvenido, muchacho – una vez le vio aparecer desde detrás de las bambalinas, Reino le saludó con una sonrisa un tanto cansada, observándole sin mucho interés. – La primera etapa consiste en una evaluación de tu voz. Interpreta alguna canción que creas pueda "calzar" con el personaje de Teobaldo. – ¿Cuántas veces he dicho esto ya?
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Escuchar su nombre ser pronunciado por altoparlante provocó que su piel se erizara y su postura se volviera una muy poco natural culpa de los nervios que pronto se hicieron notar. Avanzó los pasos necesarios para quedar frente al micrófono en medio del escenario, veía con dificultad a los jueces debido a la cantidad de luz que caía sobre él, sin embargo, esto no lo ayudaba a relajarse demasiado, por el contrario, cada vez sentía que iba perdiendo un poco el control en si mismo.
Escuchó la voz desganada de aquel sujeto y sus piernas comenzaron a temblar, aquello no parecía ser tan fácil como era cantar en la azotea. Tal vez de verdad había sido un error saltarse las clases de canto, porque estaba seguro que de haber ido, podría haber peleado contra aquel pequeño ataque de pánico.
-Ah, eh, sí, claro. Eh, b-buenos días…- Saludó torpemente, al final parecía que en verdad debía haberse restado de participar, pero el impulso de volverse un poco más sociable, de dejar de escapar y de poder crear instancias donde pudiera compartir con sus compañeros se le había vuelto irresistible a causa del encuentro inesperado con Lucien Luarent. Aún en su mente parecía buscarlo desesperadamente como quién se encomienda a todos sus santos ante un problema. Por ahora era su figura la que le entregaba calma y confianza, incluso más de la que jamás su padre le dio. Un chico sobreprotegido, a final de cuentas, no es más que un pajarillo indefenso en un mundo tan competitivo como el musical.
Skyle daba la sensación de que en cualquier momento terminaría desmayado en el piso, y lo peor de todo es que a penas y había oído del asunto de las audiciones para la obra, más nunca pensó que lo primero que debería hacer era cantar algo que tuviera relación con el personaje. ¡Si apenas había logrado leer la mitad de la obra antes de ir a presentarse!
Una canción, una canción, una canción…
Todo lo que venía a su mente eran esas canciones suaves, tristes y nostálgicas que solía tararear, ¡No tenía nada!
Déjame hacerlo.
¡N-no!
Perderás tu oportunidad.
¡P-pero…!
Te voy a ayudar… confía en mí, en ti, en nosotros.
Yo… de verdad... no puedo hacerlo solo… ¿No es así?
Eres un buen chico.
Un suspiro se escuchó con claridad desde su micrófono, tal como si en ello dejara ir su alma, el siguiente ruido fue una pequeña expresión de seguridad, una risa breve y mas que ser confiada, era a gusto. Sin dudas él iba a disfrutar aquello.
Miró a su alrededor, por suerte habían algunos instrumentos básicos (un teclado, algunas guitarras y similares) Tomó una de las guitarras clásicas y volvió a situarse donde debía.
-Ah~ La verdad es que no hay nada preparado, no hay pista, ¡Qué despistado!, no hay problema en que me acompañe de ella ¿verdad?- Consultó en referencia directa con la guitarra. - Asumiré que no, entonces, Teobaldo, ¿Mh?- Cerró los ojos y comenzó con la primera melodía que resonaba con fuerza en su cabeza, que, para su propia sorpresa y la de nosotros, no era su himno personal, al parecer aquello era demasiado para un mero personaje de ficción.
Su voz comenzó a resonar en el auditorio, era extraño ver aquel desplante en un chico como él, y aunque su voz no era la gran cosa, si sabía darle el matiz correcto para la forma en que el quería interpretar a Teobaldo, como su lado más oscuro, como un chico rebelde ansioso de "amor".
Escuchó la voz desganada de aquel sujeto y sus piernas comenzaron a temblar, aquello no parecía ser tan fácil como era cantar en la azotea. Tal vez de verdad había sido un error saltarse las clases de canto, porque estaba seguro que de haber ido, podría haber peleado contra aquel pequeño ataque de pánico.
-Ah, eh, sí, claro. Eh, b-buenos días…- Saludó torpemente, al final parecía que en verdad debía haberse restado de participar, pero el impulso de volverse un poco más sociable, de dejar de escapar y de poder crear instancias donde pudiera compartir con sus compañeros se le había vuelto irresistible a causa del encuentro inesperado con Lucien Luarent. Aún en su mente parecía buscarlo desesperadamente como quién se encomienda a todos sus santos ante un problema. Por ahora era su figura la que le entregaba calma y confianza, incluso más de la que jamás su padre le dio. Un chico sobreprotegido, a final de cuentas, no es más que un pajarillo indefenso en un mundo tan competitivo como el musical.
Skyle daba la sensación de que en cualquier momento terminaría desmayado en el piso, y lo peor de todo es que a penas y había oído del asunto de las audiciones para la obra, más nunca pensó que lo primero que debería hacer era cantar algo que tuviera relación con el personaje. ¡Si apenas había logrado leer la mitad de la obra antes de ir a presentarse!
Una canción, una canción, una canción…
Todo lo que venía a su mente eran esas canciones suaves, tristes y nostálgicas que solía tararear, ¡No tenía nada!
Déjame hacerlo.
¡N-no!
Perderás tu oportunidad.
¡P-pero…!
Te voy a ayudar… confía en mí, en ti, en nosotros.
Yo… de verdad... no puedo hacerlo solo… ¿No es así?
Eres un buen chico.
Un suspiro se escuchó con claridad desde su micrófono, tal como si en ello dejara ir su alma, el siguiente ruido fue una pequeña expresión de seguridad, una risa breve y mas que ser confiada, era a gusto. Sin dudas él iba a disfrutar aquello.
Miró a su alrededor, por suerte habían algunos instrumentos básicos (un teclado, algunas guitarras y similares) Tomó una de las guitarras clásicas y volvió a situarse donde debía.
-Ah~ La verdad es que no hay nada preparado, no hay pista, ¡Qué despistado!, no hay problema en que me acompañe de ella ¿verdad?- Consultó en referencia directa con la guitarra. - Asumiré que no, entonces, Teobaldo, ¿Mh?- Cerró los ojos y comenzó con la primera melodía que resonaba con fuerza en su cabeza, que, para su propia sorpresa y la de nosotros, no era su himno personal, al parecer aquello era demasiado para un mero personaje de ficción.
Su voz comenzó a resonar en el auditorio, era extraño ver aquel desplante en un chico como él, y aunque su voz no era la gran cosa, si sabía darle el matiz correcto para la forma en que el quería interpretar a Teobaldo, como su lado más oscuro, como un chico rebelde ansioso de "amor".
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
El sonido de la guitarra distrajo sus sentidos por un momento, ni siquiera le había dado una respuesta apropiada debido al sueño que traía consigo. Pero no le molestaba que se apoyara de un instrumento, la mayoría de los alumnos traían toda una pista de música, ¿por qué no permitirle hacer su propia música?
Reino esbozó el atisbo de una sonrisa mientras el muchacho empezaba a prepararse; no parecía más que un alumno normal, retraído y de apariencia común. Sin embargo, en esa academia los alumnos normales eran precisamente los que escaseaban, tal como Reino había visto, las ansias por competir acababan apoderándose de ellos, modificando su actitud y personalidad.
Le escuchó en silencio con una mano posada en su mentón, curioso por cómo el eco de la voz de Skyle llenaba el auditorio. Energía, ritmo y sensualidad... Cosas que podía percibir con facilidad, cosas que de alguna u otra forma encajaban muy bien con Teobaldo y que no se esperaba ver en un chico de apariencia tan tímida. Aún si extrañaba el componente agresivo, le parecía una muy interesante adaptación del personaje ficticio, podía detectar la malicia en el intertexto. Bajo este pensamiento se preguntó: ¿cómo sería una persona como Teobaldo en la época actual? En definitiva, el secuaz de la banda, el callejero de buen apellido y zapatillas de marca. Un caprichoso más del montón, un perverso.
Su voz, sus movimientos, todo en él emanaban algo semejante. Se ajustaba al perfil.
– Nada mal, Skyle – Reino se permitió llamarle por su primer nombre una vez la canción dio por terminada. Ya estaba despierto y completamente situado en su papel de juez. – Solo por curiosidad... ¿Es primera vez que cantas en público? Te noto algo disperso~ – comentó con su sonrisa habitual, mostrándose agradable y ligero. No quería pasar a la siguiente etapa sin que el participante pensara que lo más importante era divertirse.
Reino esbozó el atisbo de una sonrisa mientras el muchacho empezaba a prepararse; no parecía más que un alumno normal, retraído y de apariencia común. Sin embargo, en esa academia los alumnos normales eran precisamente los que escaseaban, tal como Reino había visto, las ansias por competir acababan apoderándose de ellos, modificando su actitud y personalidad.
Le escuchó en silencio con una mano posada en su mentón, curioso por cómo el eco de la voz de Skyle llenaba el auditorio. Energía, ritmo y sensualidad... Cosas que podía percibir con facilidad, cosas que de alguna u otra forma encajaban muy bien con Teobaldo y que no se esperaba ver en un chico de apariencia tan tímida. Aún si extrañaba el componente agresivo, le parecía una muy interesante adaptación del personaje ficticio, podía detectar la malicia en el intertexto. Bajo este pensamiento se preguntó: ¿cómo sería una persona como Teobaldo en la época actual? En definitiva, el secuaz de la banda, el callejero de buen apellido y zapatillas de marca. Un caprichoso más del montón, un perverso.
Su voz, sus movimientos, todo en él emanaban algo semejante. Se ajustaba al perfil.
– Nada mal, Skyle – Reino se permitió llamarle por su primer nombre una vez la canción dio por terminada. Ya estaba despierto y completamente situado en su papel de juez. – Solo por curiosidad... ¿Es primera vez que cantas en público? Te noto algo disperso~ – comentó con su sonrisa habitual, mostrándose agradable y ligero. No quería pasar a la siguiente etapa sin que el participante pensara que lo más importante era divertirse.
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Su cabeza se mantuvo cabizbaja luego de terminar la canción, como un juguete a quién le sacaron las pilas sin avisar. Solo cuando la voz del hombre frente a él lo hubo llamado, el cuerpo reaccionó, aunque aquel no fuese exactamente el nombre, era el envoltorio al que debía responder.
Una de sus manos se posó sobre el micrófono, permitiéndole apoyar parte de su peso en algún lugar, descansar, porque sin querer había comenzado a sudar con las luces y la excitación, es por ello que su otra mano se movió hasta su mentón, retirando algunas gotas. Sí, todos eran unos novatos, ¿Pero qué más daba? No,¿ no se trataba justamente de eso? ¡Qué importaba! ¿Objetivos? ¿Deseos? ¿Audición? ¿Obra de teatro? Nada de eso era lo suficientemente importante, simplemente estaba disfrutando el afloje de las cadenas.
Una sonrisa un poco maliciosa se dibujó en el rostro del muchacho. ¡Qué irónica diferencia! Y contestó con el mismo tono de voz ronco, ¿cansado o sensual?
-Sí~ Es la primera vez que canta…canto en un escenario. ¿Disperso? ¿Es eso malo? – Preguntó para luego enderezarse y llevar su cabello hacia atrás, pues el largo comenzaba a estorbarle. Inmediatamente después de eso apoyó la guitarra en el suelo. No tenía intención alguna de devolverle el cuerpo al pobre muchacho, Skyle era muy Romeo y él el Tebaldo en su mente que le ayudaba, engañaba y traicionaba cada vez que podía.
Una de sus manos se posó sobre el micrófono, permitiéndole apoyar parte de su peso en algún lugar, descansar, porque sin querer había comenzado a sudar con las luces y la excitación, es por ello que su otra mano se movió hasta su mentón, retirando algunas gotas. Sí, todos eran unos novatos, ¿Pero qué más daba? No,¿ no se trataba justamente de eso? ¡Qué importaba! ¿Objetivos? ¿Deseos? ¿Audición? ¿Obra de teatro? Nada de eso era lo suficientemente importante, simplemente estaba disfrutando el afloje de las cadenas.
Una sonrisa un poco maliciosa se dibujó en el rostro del muchacho. ¡Qué irónica diferencia! Y contestó con el mismo tono de voz ronco, ¿cansado o sensual?
-Sí~ Es la primera vez que canta…canto en un escenario. ¿Disperso? ¿Es eso malo? – Preguntó para luego enderezarse y llevar su cabello hacia atrás, pues el largo comenzaba a estorbarle. Inmediatamente después de eso apoyó la guitarra en el suelo. No tenía intención alguna de devolverle el cuerpo al pobre muchacho, Skyle era muy Romeo y él el Tebaldo en su mente que le ayudaba, engañaba y traicionaba cada vez que podía.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Reino hizo un gran esfuerzo para simular su extrañeza. La voz del muchacho era la misma pero parecía tener otro acento, otra actitud. No tenía tanto que ver con comportamiento sino con la esencia: ya no veía reflejado en sus ojos ese atisbo del chico tímido de hace unos momentos, se trataba de otra persona. Pero bueno, debía estar entrando en el papel, de eso se trataba la siguiente prueba al fin y al cabo. El mánager se limitó a volver la mirada hacia el guión que se traía entre manos, un poco más relajado.
– No... Simple observación... – le respondió con voz clara, sin observarlo. Debía localizar los diálogos de Teobaldo, que curiosamente no eran muchos aún cuando el personaje era sumamente relevante en la obra. Prácticamente era la principal fuente de incordia, el conflicto.
Este tipo lo único que hace es a armar follón pensó mientras estudiaba las líneas del personaje.
– Tu voz posee un extraño magnetismo... Cómo decirlo... – comentó mientras se ponía de pie, pero decidió cambiar de tópico de forma inmediata, como si se hubiera arrepentido: – Nada, déjalo. Para la segunda prueba tendrás que interpretar una escena de tu personaje. Te daré cinco minutos para que te aprendas tus líneas – le explicó antes de hacerle entrega del libreto.
Del acto 1, escena 5. Este apuntaba:
“Este parece un Montesco por la voz. Muchacho, trae mi florete. ¿Cómo se atreve ese esclavo a venir aquí, cubierto con grotesco antifaz, a burlar y escarnecer nuestra fiesta? Pues por la prez y honra de mi familia que no consideraré pecado herirle de muerte. [...] La paciencia obligada choca con mi obstinada cólera y mi carne se estremece en sus encuentros.”
– No... Simple observación... – le respondió con voz clara, sin observarlo. Debía localizar los diálogos de Teobaldo, que curiosamente no eran muchos aún cuando el personaje era sumamente relevante en la obra. Prácticamente era la principal fuente de incordia, el conflicto.
Este tipo lo único que hace es a armar follón pensó mientras estudiaba las líneas del personaje.
– Tu voz posee un extraño magnetismo... Cómo decirlo... – comentó mientras se ponía de pie, pero decidió cambiar de tópico de forma inmediata, como si se hubiera arrepentido: – Nada, déjalo. Para la segunda prueba tendrás que interpretar una escena de tu personaje. Te daré cinco minutos para que te aprendas tus líneas – le explicó antes de hacerle entrega del libreto.
Del acto 1, escena 5. Este apuntaba:
“Este parece un Montesco por la voz. Muchacho, trae mi florete. ¿Cómo se atreve ese esclavo a venir aquí, cubierto con grotesco antifaz, a burlar y escarnecer nuestra fiesta? Pues por la prez y honra de mi familia que no consideraré pecado herirle de muerte. [...] La paciencia obligada choca con mi obstinada cólera y mi carne se estremece en sus encuentros.”
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
Mensajes : 1266
Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Con atención escuchó la respuesta de aquel hombre que le causaba, hasta cierto punto risa, hasta cierto punto intriga. ¿Quién era? ¿Qué era? ¿Qué hacía?... ¿Qué sentía?. Rio por lo bajo, apoyado ahora en la guitarra como si esta no fuese más que un pedestal, con toda la altivez propia de lo que sería el personaje que querían.
– Atracción. Seducción. Persuasión. – Sentenció en un pequeño y muy suave susurro, sin intenciones de interrumpir, ni tanto de continuar con lo que el hombre ya había dejado de lado.
Manipulación.
– De acuerdo. Pero debo confesar de antemano que algo como una buena memoria, no es mi fuerte~– Y es que ni siquiera recordaba las caras de los demás, no gastaba su tiempo en cosas tan inútiles como los recuerdos. ¿De qué servían? ¿De qué le servían a ellos? No, eso no era lo suyo, su único deber era seguir adelante como un caballo cegado a la carrera, el solo debe ir en línea recta.
Tomó el libreto y lo miró durante esos cinco minutos, con una expresión claramente aburrida en el rostro. No, eso no era lo suyo y en definitiva, estaba planteándose la posibilidad de devolverle el cuerpo al muchacho, y que él se las arreglara por su cuenta con aquello, pero la idea de estar encerrado por un tiempo impreciso no le era del todo complaciente. Aquel día, tarde y noche, le pertenecerían.
– “Este parece un Montesco por la voz.” – Dijo con una voz ronca, cargada en falsa cólera. – “Muchacho” – Habló hacia Reino como si este no fuera más que un pobre sirviente a sus pies– “Hey, trae mi florete."– Qué fácil era para él actuar de forma despectiva, como si no fuera otra cosa que un rey.
– “¿Cómo se atreve ese esclavo a venir aquí, cubierto con ese ridículo antifaz, a burlar y ofender nuestra fiesta” –Señaló con el dedo a otro de los presentes sin siquiera alcanzar a divisarle el rostro, bajando del escenario como si de verdad estuviera ofendido con este. Qué importaban las palabras, qué importaban los protocolos, ¡Qué importaba la mundana imitación! ¡Esto no era Verona! Era un lugar mucho más pequeño y fétido, mucho más podrido que el mismo infierno. ¡Una caja de cartón hundida en la mierda!
– “Pues por la reputación de mi familia que no consideraré pecado matarlo” – Y una sonrisa altanera se dibujó en sus finos labios. – “La paciencia obligada choca con mi obstinada cólera y mi carne se estremece en sus encuentros.” – La última frase, fue posiblemente, una de las pocas perfectas. La acompañó con una lamida de labios natural mientras montaba un pie sobre la butaca en la que sentado estaba el desconocido y probable juez de aquel montaje., arrinconándolo contra esta mientras tomaba su barbilla y le miraba con la más pura malicia de alguien que realmente no siente temor.
– Atracción. Seducción. Persuasión. – Sentenció en un pequeño y muy suave susurro, sin intenciones de interrumpir, ni tanto de continuar con lo que el hombre ya había dejado de lado.
Manipulación.
– De acuerdo. Pero debo confesar de antemano que algo como una buena memoria, no es mi fuerte~– Y es que ni siquiera recordaba las caras de los demás, no gastaba su tiempo en cosas tan inútiles como los recuerdos. ¿De qué servían? ¿De qué le servían a ellos? No, eso no era lo suyo, su único deber era seguir adelante como un caballo cegado a la carrera, el solo debe ir en línea recta.
Tomó el libreto y lo miró durante esos cinco minutos, con una expresión claramente aburrida en el rostro. No, eso no era lo suyo y en definitiva, estaba planteándose la posibilidad de devolverle el cuerpo al muchacho, y que él se las arreglara por su cuenta con aquello, pero la idea de estar encerrado por un tiempo impreciso no le era del todo complaciente. Aquel día, tarde y noche, le pertenecerían.
– “Este parece un Montesco por la voz.” – Dijo con una voz ronca, cargada en falsa cólera. – “Muchacho” – Habló hacia Reino como si este no fuera más que un pobre sirviente a sus pies– “Hey, trae mi florete."– Qué fácil era para él actuar de forma despectiva, como si no fuera otra cosa que un rey.
– “¿Cómo se atreve ese esclavo a venir aquí, cubierto con ese ridículo antifaz, a burlar y ofender nuestra fiesta” –Señaló con el dedo a otro de los presentes sin siquiera alcanzar a divisarle el rostro, bajando del escenario como si de verdad estuviera ofendido con este. Qué importaban las palabras, qué importaban los protocolos, ¡Qué importaba la mundana imitación! ¡Esto no era Verona! Era un lugar mucho más pequeño y fétido, mucho más podrido que el mismo infierno. ¡Una caja de cartón hundida en la mierda!
– “Pues por la reputación de mi familia que no consideraré pecado matarlo” – Y una sonrisa altanera se dibujó en sus finos labios. – “La paciencia obligada choca con mi obstinada cólera y mi carne se estremece en sus encuentros.” – La última frase, fue posiblemente, una de las pocas perfectas. La acompañó con una lamida de labios natural mientras montaba un pie sobre la butaca en la que sentado estaba el desconocido y probable juez de aquel montaje., arrinconándolo contra esta mientras tomaba su barbilla y le miraba con la más pura malicia de alguien que realmente no siente temor.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Durante el lapso de cinco minutos que le dio para aprender sus líneas, Reino le clavó la mirada bajo el cristal de sus lentes oscuros y no lo perdió de vista. Los profesores se volvieron a él para soltar algún comentario con respecto a la actitud del estudiante, corroborando sus inquietudes: la forma de moverse, de hablar, el brillo en sus ojos, todo era olímpicamente diferente a lo de hace unos minutos.
El mánager ni siquiera les dedicó un gesto, ellos no podían percibir aquello que le generaba esa profunda inquietud. Aún no descartaba la posibilidad de que fuera un simple e injustificado prejuicio suyo, después de todo, no había forma de explicar esa metamorfosis. Podía solo ser un presentimiento vago, insustancial. Al contrario que él, los jueces parecían admirados por el alto nivel actoral de Skyle.
Quizás estoy pensando demasiado.
Reino observó la interpretación en silencio, sin dibujar expresión alguna en su rostro mientras el estudiante se desenvolvía por cuenta propia, como si hubiese nacido para comportarse de ese modo. De pronto, apreció con las cejas enarcadas cómo el muchacho se aproximaba a su butaca y situaba un pie sobre la misma, acorralándolo en una posición poco correcta. Era primera vez en todo ese período de audiciones que le pasaba algo semejante, por lo que no pudo evitar alarmarse.
– Sigues el plan seductor, me parece bien... – murmuró para sí y para él con voz grave. Calmado, cerró sus ojos y buscó un poco de tranquilidad interna. Recordando que, pese a todo, era solo un chiquillo. En el momento que levantó la vista hacia él, con la misma taciturnidad de siempre sujetó el talón de Skyle con la diestra, empleando la fuerza que tanto le favorecía para asegurarse de estarlo sosteniendo bien. – Aunque es como si quisieras acostarte con Romeo en lugar de enfrentarlo a una batalla... – bromeó mientras se incorporaba del asiento, forzando el talón consigo para retirarlo y liberarlo inmediatamente hacia el frente, provocando que el estudiante perdiera el equilibrio y se viese obligado a apartarse.
Una vez de pie, Reino sacudió el vestigio de polvo que permanecía en la butaca.
– No ensucie el material escolar – le pidió como si nada hubiese ocurrido, para luego volverse a él y hablarle de forma severa: – Tus problemas de memoria son corregibles, creo que fácilmente podrías ejecutar "a tu manera" un papel con mayor número de diálogos. Tu actuación resulta sumamente interesante y compenetrada... Si es que realmente estás actuando. De no ser el caso, eres cautivador al mismo tiempo que agresivo. Teobaldo se quedaría corto al lado tuyo. – Ahí había algo más... Mucho más complejo, pero prefirió callarse. – Una última pregunta antes de terminar, aunque quizás ni venga al caso... ¿Tienes problemas en controlar tus impulsos?
El mánager ni siquiera les dedicó un gesto, ellos no podían percibir aquello que le generaba esa profunda inquietud. Aún no descartaba la posibilidad de que fuera un simple e injustificado prejuicio suyo, después de todo, no había forma de explicar esa metamorfosis. Podía solo ser un presentimiento vago, insustancial. Al contrario que él, los jueces parecían admirados por el alto nivel actoral de Skyle.
Quizás estoy pensando demasiado.
Reino observó la interpretación en silencio, sin dibujar expresión alguna en su rostro mientras el estudiante se desenvolvía por cuenta propia, como si hubiese nacido para comportarse de ese modo. De pronto, apreció con las cejas enarcadas cómo el muchacho se aproximaba a su butaca y situaba un pie sobre la misma, acorralándolo en una posición poco correcta. Era primera vez en todo ese período de audiciones que le pasaba algo semejante, por lo que no pudo evitar alarmarse.
– Sigues el plan seductor, me parece bien... – murmuró para sí y para él con voz grave. Calmado, cerró sus ojos y buscó un poco de tranquilidad interna. Recordando que, pese a todo, era solo un chiquillo. En el momento que levantó la vista hacia él, con la misma taciturnidad de siempre sujetó el talón de Skyle con la diestra, empleando la fuerza que tanto le favorecía para asegurarse de estarlo sosteniendo bien. – Aunque es como si quisieras acostarte con Romeo en lugar de enfrentarlo a una batalla... – bromeó mientras se incorporaba del asiento, forzando el talón consigo para retirarlo y liberarlo inmediatamente hacia el frente, provocando que el estudiante perdiera el equilibrio y se viese obligado a apartarse.
Una vez de pie, Reino sacudió el vestigio de polvo que permanecía en la butaca.
– No ensucie el material escolar – le pidió como si nada hubiese ocurrido, para luego volverse a él y hablarle de forma severa: – Tus problemas de memoria son corregibles, creo que fácilmente podrías ejecutar "a tu manera" un papel con mayor número de diálogos. Tu actuación resulta sumamente interesante y compenetrada... Si es que realmente estás actuando. De no ser el caso, eres cautivador al mismo tiempo que agresivo. Teobaldo se quedaría corto al lado tuyo. – Ahí había algo más... Mucho más complejo, pero prefirió callarse. – Una última pregunta antes de terminar, aunque quizás ni venga al caso... ¿Tienes problemas en controlar tus impulsos?
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
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Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
La mirada de zebra se hincó sobre la imponente imagen del hombre que, en ese instante, se encontraba bajo sus piernas. Desde su lugar podía advertir el alarmante murmullo esparcido entre los mismos alumnos tras bambalinas. Eran como abejas zumbando sin laborar.
La sonrisa del menor se vio fracturada por el taciturno comportamiento del moreno, aquello no había sido lo esperado por el desquiciado. ¿Por qué no parecían cuestionarse nada? ¿Acaso ese era el Skyle que conocían? ¿Por qué no se daban cuenta de su propia imbecilidad? Con el ceño fruncido, con un claro signo de interrogación en el rostro, miró al hombre sin notar lo que el otro trataba de hacer. Es por eso que perder el equilibrio le tomó por sorpresa, y terminó retrocediendo y cayendo de bruces al piso, al no alcanzar a reaccionar.
El silencio fue absoluto en el auditorio.
-Pff… jaja… ¡jajajajaja!- Su risa resonó por las instalaciones, era la risa de un adolescente con personalidad al que le habían contado una buena broma.
-¿Y qué tiene de malo si así fuera? –Su mirada fue un desafío claro, pero la retiró con rapidez, antes de que alguien más, aparte de Reino, pudiera percatarse de ella.
- Quiero decir, ¿No considera absurda la cólera sin fundamento de este sujeto? –Cuestionó con aires de filosofía mientras se ponía de pie, sacudiendo sus pantalones en sus muslos y en su trasero.
-¿Qué pasa si el odio de éste, era precedido por frustración, y la frustración por celos y los celos por los instintos inconfesables más primitivos de un hombre, antes de una absurda batalla por simplemente una cosa de dignidad familiar? – El joven enderezó la espalda y entonces agregó.
-Me parece más lógico que Teobaldo quisiera acostarse con Romeo o Julieta, a que simplemente quisiera buscar una pelea para morir. – Pero luego se encogió de hombros, como si su crítica literaria no tuviera el más mínimo valor.- Pero Shakespeare se basaba en la tragedia y el amor. Ahora se dedicaría a hacer teleseries, ¿no creen? – Y otra risa juguetona, casi burlesca, salía de sus labios.
Su mirada curiosa y maliciosa acechó de nuevo al moreno que parecía estarle estudiando con la mirada. No le agradó. Detestaba cuando hacían eso y aquí, eso parecía una maldita y asquerosa costumbre.
-Gracias. – Replicó con simpleza su cumplido, si es que eso había sido.- Mhh~ ¿A qué viene ese comentario? ¿No es que acaso el impulsivo es Teobaldo?- Cerró los ojos, dando por respondida la pregunta.
-No debería ser tan serio, se supone que vine aquí para divertirme un rato.-
La sonrisa del menor se vio fracturada por el taciturno comportamiento del moreno, aquello no había sido lo esperado por el desquiciado. ¿Por qué no parecían cuestionarse nada? ¿Acaso ese era el Skyle que conocían? ¿Por qué no se daban cuenta de su propia imbecilidad? Con el ceño fruncido, con un claro signo de interrogación en el rostro, miró al hombre sin notar lo que el otro trataba de hacer. Es por eso que perder el equilibrio le tomó por sorpresa, y terminó retrocediendo y cayendo de bruces al piso, al no alcanzar a reaccionar.
El silencio fue absoluto en el auditorio.
-Pff… jaja… ¡jajajajaja!- Su risa resonó por las instalaciones, era la risa de un adolescente con personalidad al que le habían contado una buena broma.
-¿Y qué tiene de malo si así fuera? –Su mirada fue un desafío claro, pero la retiró con rapidez, antes de que alguien más, aparte de Reino, pudiera percatarse de ella.
- Quiero decir, ¿No considera absurda la cólera sin fundamento de este sujeto? –Cuestionó con aires de filosofía mientras se ponía de pie, sacudiendo sus pantalones en sus muslos y en su trasero.
-¿Qué pasa si el odio de éste, era precedido por frustración, y la frustración por celos y los celos por los instintos inconfesables más primitivos de un hombre, antes de una absurda batalla por simplemente una cosa de dignidad familiar? – El joven enderezó la espalda y entonces agregó.
-Me parece más lógico que Teobaldo quisiera acostarse con Romeo o Julieta, a que simplemente quisiera buscar una pelea para morir. – Pero luego se encogió de hombros, como si su crítica literaria no tuviera el más mínimo valor.- Pero Shakespeare se basaba en la tragedia y el amor. Ahora se dedicaría a hacer teleseries, ¿no creen? – Y otra risa juguetona, casi burlesca, salía de sus labios.
Su mirada curiosa y maliciosa acechó de nuevo al moreno que parecía estarle estudiando con la mirada. No le agradó. Detestaba cuando hacían eso y aquí, eso parecía una maldita y asquerosa costumbre.
-Gracias. – Replicó con simpleza su cumplido, si es que eso había sido.- Mhh~ ¿A qué viene ese comentario? ¿No es que acaso el impulsivo es Teobaldo?- Cerró los ojos, dando por respondida la pregunta.
-No debería ser tan serio, se supone que vine aquí para divertirme un rato.-
- Spoiler:
- (Lo lamento, creo que esta vez han salido muchos diálogos, me cuesta pararle la lengua a este sujeto.)
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Cuando el estudiante acabó en el suelo los profesores testigos dejaron de chismear entre ellos para volverse a verle con preocupación; algunos de ellos incluso abandonaron su respectivo asiento y parecían querer acercarse a ayudar. El mánager se llevó la diestra a la cabeza, un poco desconcertado por su propia reacción. Parado ante él la diferencia de alturas se hacía mucho más evidente, por lo que Reino intentó relajar sus facciones, no quería parecer un juez déspota ni mucho menos un sujeto violento. Era solo un niño, por el amor de Dios.
Le observó con expresión ausente, estudiando con cuidado sus gestos y desmenuzando las palabras que salían de su boca. No se llenó de los suficientes fundamentos, pero algo más allá del razonamiento le decía que Skyle no estaba en sus cabales... No, algo parecido a su instinto le indicaba que Skyle ni siquiera estaba allí.
No pudo evitar trazar una media sonrisa en el momento que le escuchó bromear con respecto a la obra. En efecto, Shakespeare podía ser considerado uno de los precursores de todas las telenovelas baratas que hoy inundaban el mercado televisivo.
– Suena bastante lógico. – Aceptó tranquilo, observándole con un poco más de confianza. Las opiniones del muchachito sonaban interesantes, además que coincidían completamente con su propia concepción del personaje y de la obra. No le hubiese supuesto un disgusto sostener una charla con él en algún lugar más ameno... De no ser por ese incómodo sentimiento que no dejaba de insistir. – Es necesario conocer la personalidad de mis actores antes de empezar a trabajar con ellos – respondió de forma inocente ante su pregunta.
De pronto Reino caminó un par de pasos hacia él, acortando la escasa distancia que ya existía entre ambos, se inclinó ligeramente hacia el estudiante, imitando el gesto que haría con un niño pequeño al que se está apunto de dar una indicación. No tenía todo el día, aún cuando quería desenmarañar el misterio que encerraba Skyle habían otros alumnos esperando poder audicionar, debía resolver sus dudas de forma rápida y sin tantos rodeos. El sujeto le interesaba, después de todo.
– Ahora... ¿Me permites hablar con Skyle? – Pidió en un murmullo que solo podría ser audible para él, esbozando la suerte de una sonrisa amigable.
Le observó con expresión ausente, estudiando con cuidado sus gestos y desmenuzando las palabras que salían de su boca. No se llenó de los suficientes fundamentos, pero algo más allá del razonamiento le decía que Skyle no estaba en sus cabales... No, algo parecido a su instinto le indicaba que Skyle ni siquiera estaba allí.
No pudo evitar trazar una media sonrisa en el momento que le escuchó bromear con respecto a la obra. En efecto, Shakespeare podía ser considerado uno de los precursores de todas las telenovelas baratas que hoy inundaban el mercado televisivo.
– Suena bastante lógico. – Aceptó tranquilo, observándole con un poco más de confianza. Las opiniones del muchachito sonaban interesantes, además que coincidían completamente con su propia concepción del personaje y de la obra. No le hubiese supuesto un disgusto sostener una charla con él en algún lugar más ameno... De no ser por ese incómodo sentimiento que no dejaba de insistir. – Es necesario conocer la personalidad de mis actores antes de empezar a trabajar con ellos – respondió de forma inocente ante su pregunta.
De pronto Reino caminó un par de pasos hacia él, acortando la escasa distancia que ya existía entre ambos, se inclinó ligeramente hacia el estudiante, imitando el gesto que haría con un niño pequeño al que se está apunto de dar una indicación. No tenía todo el día, aún cuando quería desenmarañar el misterio que encerraba Skyle habían otros alumnos esperando poder audicionar, debía resolver sus dudas de forma rápida y sin tantos rodeos. El sujeto le interesaba, después de todo.
– Ahora... ¿Me permites hablar con Skyle? – Pidió en un murmullo que solo podría ser audible para él, esbozando la suerte de una sonrisa amigable.
Reino- Moderador
- Ocupación : Manager
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Fecha de inscripción : 25/10/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Cuando el adulto admitió que aquella hipótesis sonaba bastante lógica su rostro cambió, por un segundo, de aquella sonrisa burlesca a una evidentemente orgullosa, como diciendo “¿Ven?”.
-Nh. –Fue la única expresión verbal que dio despectivamente en respuesta ante Reino al momento de explicarle lo fundamental de saber con quién estaba tratando, pero aquello comenzaba a incomodarle, no, más que eso, comenzaba a presionarlo. El mismo efecto fue causado al momento en el que el hombre, siendo intimidante en contextura aunque pusiera la mejor sonrisa o aunque tuviera la cara pintada como payaso. Quiso retroceder un paso, pero ni medio alcanzó a dar, aquel cuerpo prestado no quería responderle bien, intentaba luchar contra la fuerza cuando de pronto escuchó el murmullo e incrédulo, miro de reojo a Reino.
¿De verdad había alguien un poco más inteligente en todo aquel circo?
Del desconcierto pasó rápidamente a sentir la necesidad de continuar aquello hasta el mismísimo desastre, hasta que todos supieran que los rumores sin pruebas, esta vez, resultaban ciertos. Hasta que Skyle no pudiera pararse en la sala sin oír murmullos sobre él y lo acontecido en la audición. ¡Oh, qué tentación!
N-no…
Un suspiro, evidentemente fastidiado se pudo oír desde Skyle, luego giró el rostro hacia el hombre para responder en un murmullo, con la auténtica voz de zebra, una que era tal vez más profunda que la de skyle, más intensa que como había estado hablando, intentando imitar al muchacho.
- Me ofendes. ¿Acaso no me ves?- Era una ironía, pues era conciente que estaba acentuando aún más la diferencia. El muchacho dio un paso atrás, girándose hacia el escenario para agregar. -No quiero seguir conversando~ Es una falta de respeto para mis compañeros. ¿Ya está lista la audición, no? – Imitó falsa preocupación mientras volvía al escenario.
- Espero que les haya gustado mi actuación, gracias por permitirme estar aquí. – Lo acompañó con una sumisa reverencia, intentando aguantar la risa interna y es que esa si que era una actuación. – Si hay algo que deseen hablar conmigo no tengo problemas en que después me busquen.-
"Aunque dudo que me encuentren." Murmuró en su pensamiento.
– Entonces, hasta luego. – Y sin siquiera esperar el consentimiento de los adultos se marchó tras bambalinas, sí, estaba huyendo. Si reino comprobaba su intuición aquello iba a terminar demasiado rápido, y tan rápido nada se disfruta bien.
Ignoró cualquier comentario de sus compañeros, en mente ahora tenía simplemente seguir disfrutando el control de aquel cuerpo. Esa tarde y por esa noche, probablemente, ni siquiera regresaría a los dormitorios.
- Vamos, camina, camina, ven hasta aquí… - Cantaba en un murmullo, mientras caminaba fuera del auditorio.
-Nh. –Fue la única expresión verbal que dio despectivamente en respuesta ante Reino al momento de explicarle lo fundamental de saber con quién estaba tratando, pero aquello comenzaba a incomodarle, no, más que eso, comenzaba a presionarlo. El mismo efecto fue causado al momento en el que el hombre, siendo intimidante en contextura aunque pusiera la mejor sonrisa o aunque tuviera la cara pintada como payaso. Quiso retroceder un paso, pero ni medio alcanzó a dar, aquel cuerpo prestado no quería responderle bien, intentaba luchar contra la fuerza cuando de pronto escuchó el murmullo e incrédulo, miro de reojo a Reino.
¿De verdad había alguien un poco más inteligente en todo aquel circo?
Del desconcierto pasó rápidamente a sentir la necesidad de continuar aquello hasta el mismísimo desastre, hasta que todos supieran que los rumores sin pruebas, esta vez, resultaban ciertos. Hasta que Skyle no pudiera pararse en la sala sin oír murmullos sobre él y lo acontecido en la audición. ¡Oh, qué tentación!
N-no…
Un suspiro, evidentemente fastidiado se pudo oír desde Skyle, luego giró el rostro hacia el hombre para responder en un murmullo, con la auténtica voz de zebra, una que era tal vez más profunda que la de skyle, más intensa que como había estado hablando, intentando imitar al muchacho.
- Me ofendes. ¿Acaso no me ves?- Era una ironía, pues era conciente que estaba acentuando aún más la diferencia. El muchacho dio un paso atrás, girándose hacia el escenario para agregar. -No quiero seguir conversando~ Es una falta de respeto para mis compañeros. ¿Ya está lista la audición, no? – Imitó falsa preocupación mientras volvía al escenario.
- Espero que les haya gustado mi actuación, gracias por permitirme estar aquí. – Lo acompañó con una sumisa reverencia, intentando aguantar la risa interna y es que esa si que era una actuación. – Si hay algo que deseen hablar conmigo no tengo problemas en que después me busquen.-
"Aunque dudo que me encuentren." Murmuró en su pensamiento.
– Entonces, hasta luego. – Y sin siquiera esperar el consentimiento de los adultos se marchó tras bambalinas, sí, estaba huyendo. Si reino comprobaba su intuición aquello iba a terminar demasiado rápido, y tan rápido nada se disfruta bien.
Ignoró cualquier comentario de sus compañeros, en mente ahora tenía simplemente seguir disfrutando el control de aquel cuerpo. Esa tarde y por esa noche, probablemente, ni siquiera regresaría a los dormitorios.
- Vamos, camina, camina, ven hasta aquí… - Cantaba en un murmullo, mientras caminaba fuera del auditorio.
Skyle- Ocupación : Estudiante de 3°
Mensajes : 346
Fecha de inscripción : 09/07/2012
Re: Primera audición para Teobaldo.
Reino esperaba que el estudiante confirmara sus conjeturas con ese mismo ademán sarcástico y enfermante que parecía caracterizar o que, en el caso de estar equivocado, cortase la aparente actuación y le observase con un gran desconcierto. Pero su reacción fue muy poco predecible, lo que le hizo perder esa amigable sonrisa que había trazado en su rostro: su discurso resultaba contradictorio y desafiante, como si de un momento a otro la situación le cabreara al punto de no poder ni soportarla.
Perplejo y con los labios ligeramente separados, el mánager se enderezó ante él con la idea de seguir con sus labores sin fastidiarlo más. Aquél lapso en el que ambos se observaron, imperceptible para los demás profesores, pareció sumirle en el convencimiento de que no podía escarbar tan hondo en aquél misterio, al menos no en el contexto que se encontraban. La función debía continuar.
– Seguro, puedes retirarte. – Respondió al muchacho cuando éste ya le daba la espalda, obedeciendo a su evasiva.
Skyle recibió una modesta ovación por parte de los jueces, quienes parecían fascinados con toda esta performance improvisada. Con un semblante serio, Reino chasqueó la lengua mientras le veía retirarse. La reacción por parte del jurado era más que inusual, aquello le daba a entender que a pesar de todo le adjudicarían un papel a ese estudiante, echando a un lado todas sus teorías, las cuales seguramente relacionarían con simples paranoias justificadas por el exceso de trabajo y el estrés.
Lo quisiera o no, tendría que lidiar con él una segunda vez.
– Pfff... ¡Siguiente! – Acompañándose de un bufido, Reino llamó al siguiente alumno en lista.
Perplejo y con los labios ligeramente separados, el mánager se enderezó ante él con la idea de seguir con sus labores sin fastidiarlo más. Aquél lapso en el que ambos se observaron, imperceptible para los demás profesores, pareció sumirle en el convencimiento de que no podía escarbar tan hondo en aquél misterio, al menos no en el contexto que se encontraban. La función debía continuar.
– Seguro, puedes retirarte. – Respondió al muchacho cuando éste ya le daba la espalda, obedeciendo a su evasiva.
Skyle recibió una modesta ovación por parte de los jueces, quienes parecían fascinados con toda esta performance improvisada. Con un semblante serio, Reino chasqueó la lengua mientras le veía retirarse. La reacción por parte del jurado era más que inusual, aquello le daba a entender que a pesar de todo le adjudicarían un papel a ese estudiante, echando a un lado todas sus teorías, las cuales seguramente relacionarían con simples paranoias justificadas por el exceso de trabajo y el estrés.
Lo quisiera o no, tendría que lidiar con él una segunda vez.
– Pfff... ¡Siguiente! – Acompañándose de un bufido, Reino llamó al siguiente alumno en lista.
Reino- Moderador
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Fecha de inscripción : 25/10/2012
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