Fucked up (Tema Libre)

La paz a veces jugaba trucos con su mente. Bastaba que pasaran dos o tres días sin altercados para que Cheng Xiaoshi se habituara a la tranquilidad, olvidando por completo que desde que se graduaron de Musette, ni él, ni Lu Guang han dejado de ser blancos periodísticos. De igual forma, si pasaban muchos días con paparazis fuera de casa, era capaz de acostumbrarse a su presencia y ser más precavido con su entorno. En resumen, Cheng se adaptaba fácilmente a las situaciones, siempre que estas se volvieran continuas, pero cuando la situación cambiaba de un extremo al otro, la realidad lo descolocaba.

Este era el caso, ya que unos indeseados lo interceptaron a la salida del departamento que compartía con Lu Guang. En parte estaba aliviado de ser él quien lidiara con esas molestias, pues siempre tenía la impresión de que al peliblanco le costaba un poco más desechar a los medios.

Como forma de tratar de despistarlos y perderlos Cheng Xiaoshi se devolvió y en vez de tomar un taxi como solía hacer siempre para ir a Merveilles, esta vez tomó prestada la motocicleta que compartía con su novio, pero que rara vez ocupaban. Quizás deberían comenzar a aceptar la oferta de su suegro y sencillamente optar por ocupar el auto que les habían regalado y un chofer particular.

Se había atrasado con el cambio de planes y aunque conducía al límite de velocidad sentía que no llegaría a tiempo para una sensión de foto que tenía programada, pero antes debía encontrarse con su agente.

-Gàn! (Joder!) - Vociferó en el idioma de sus padres, por alguna razón el Chino era su idioma de elección, sobre todo ahora que Glass City no necesitaba que hablara Coreano.

Una vez entró a los estacionamientos de Merveilles Records, se apresuró a estacionar y en el transcurso de fijar la moto, bajarse, sacarse el casco y girar el cuerpo en dirección al elevador, su tobillo izquierdo decidió no cooperar, haciéndolo tropezar estrepitosamente .

-Tā mā de! (Maldición!) -intentó ponerse de pie de inmediato, pero el dolor agudo en su pie lo detuvo.

Los días pasaban rápidamente en Glass City; mismos que se convertían en semanas y después en meses. Su regreso a la ciudad había sido bastante productivo y con buenas expectativas para el futuro. Entre reuniones y ensayos en el edificio donde ahora pasaba la mayor parte de su tiempo, Andrew buscaba un poco de espacio donde pudiera alejarse de tantas personas que le buscaban para solucionar dudas, elegir vestuarios, maquillaje y entre otras actividades que hasta hace poco no le habían dejado ningún tiempo libre para despejar su mente. En momentos como esos, la ansiedad por fumar un cigarrillo volvía, más fuerte que nunca; pero se negaba a regresar a esos vicios que sólo le habían traído problemas; en cambio, salir a caminar por la ciudad era algo que le relajaba bastante, a pesar de las constantes fotos y autógrafos que le pedían, debido a su anterior éxito siendo parte de la banda ya extinta donde trabajó con Reino.

Bajando hasta el estacionamiento del edificio, un fuerte sonido de motor de motocicleta, lleno de eco, azotó de manera violenta el ambiente, donde el olor a gasolina se intensificó. Después el quejido de una persona que no logró entender realmente; todo eso llamó la atención de Andrew, quien curioso se dejó llevar para investigar lo que estaba pasando. El azabache al poco tiempo logró ver a un chico joven tendido en el suelo, justo al lado de una motocicleta ¿Necesitaría ayuda?. Se acercó rápidamente, llegando justo a un lado del chico

- Hey … ¿Estás bien, necesitas ayuda? - preguntó Andrew, mirando en la expresión del contrario cierto dolor y desesperación.

Andrew se inclinó para llegar a la altura de Cheng para analizar más la situación, hasta el momento no sabía qué estaba pasando. Su conocimiento en medicina era nulo a decir verdad y no sabía cómo reaccionar en esa situación, la desesperación ajena le estaba contagiando.

- ¿Qué …  ¿Qué hago? ¿Llamo a alguien? - Esta vez, su momento de relajación se convirtió en una situación que no podía controlar y le mantenía nervioso.

Cuando escuchó a alguien acercarse temió lo peor. ¡¿Los paparazzi lo habían seguido incluso hasta los estacionamientos de la empresa?! Se suponía que la seguridad en Marveilles no era tan deficiente y lo peor era que él seguía ahí tirado de una forma desastrosa. Cuando apareció un chico de cabello oscuro y bien parecido sin ninguna cámara ni aparente mala intención, Cheng Xiaoshi soltó un suspiro aliviado.

-méi shì...! (estoy bien!)- dijo por costumbre, incorporándose para revisar su tobillo, notando que se comenzaba a inflamar un poco más de lo esperado. -Ah... Puede que sí necesite algo de ayuda. - sonrió con su carisma habitual, era un chico positivo por esencia y ligero de llevar.

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Por lo general no le gustaba causar problemas a los otros (aunque de todas formas lo terminara haciendo), mucho menos hacer problemas en la empresa, no después de todo el caos de su debut, pero estaba en un aprieto.

-¡Uno a veces debe aprender a escuchar su destino! -dijo como si fuera alguna clase de proverbio chino, implicando que tal vez no debió salir de su casa hoy o, por otro lado, que la presencia del muchacho frente a él era una coincidencia a su favor.

-¿Sabes? Trabajo en el sello y tengo una sesión de fotos en 10 minutos pero debo encontrarme con mi representante primero y me acabo de doblar el tobillo. ¿Crees que puedas ayudarme a andar hasta la recepción al menos? - Sabía que tal vez estaba pidiendo demasiado. A nadie le sobraba el tiempo en ese lugar y no muchos querían involucrarse con él o Lu Guang después de su escándalo, de hecho habían interactuado con muy pocas personas después de egresar de Musette y eso que a todos los alumnos les prometían muchísimos contactos.

-O si al menos pudieras avisar en recepción me ayudarías bastante, aquí abajo no hay señal de móvil. -mencionó frustrado, mirando el teléfono.

Spoiler:

De primera instancia, el chico con el que se había encontrado parecía extranjero (casi todos en la ciudad lo eran) pero la respuesta del joven, hizo entender a Andrew que venía quizá de Asia, no comprendió del todo. Omitió el idioma y procedió a preocuparse por lo que realmente importaba ¡El tobillo del joven se estaba inflamando! Giró la cabeza un par de veces a los lados, buscando con cierta desesperación a alguien más que estuviera cerca y mejor capacitado para lo que estaba sucediendo; para su mala suerte era él el único disponible para ayudar en la situación.

— Es una enseñanza del destino o quizá un Karma que estás pagando — Se atrevió a bromear ligeramente sobre el asunto; Andrew era alguien que creía en el destino y el Karma, y más de una vez atribuyó cosas malas que le sucedieron a diferentes Karmas que aún no habían quedado pagados.

Una vez confirmó que se trataba de alguien que trabajaba en aquel edificio, estuvo dispuesto a ayudarle de alguna manera; desconocía si había una enfermería en el interior del edificio, pero nunca se había topado con alguna.

— Te ayudaré a levantarte; pero acabo de salir de recepción y no había nadie atendiendo — Confesó el azabache, mientras intentaba descifrar el cómo poner de pie a Cheng — Venga, te ayudaré a levantarte y con suerte llegarás a tiempo a tu sesión … por experiencia, no les gusta cuando un artista llega tarde o no llega — Dicho esto, Andrew se acomodó en paralelo a Cheng, y sujetó el brazo del contrario para pasarlo por detrás sus hombros, buscando que su cuerpo le sirviera de apoyo al caminar. Comenzó a levantarse poco a poco teniendo cuidado de no lastimar más el tobillo.

— Apóyate en mi e intenta caminar … si te duele mucho, tendrá que idear otra forma de llevarte — Y comenzó a caminar, lentamente; 10 minutos era muy poco tiempo para lograr llevar a Cheng a su sesión de fotos y más desde el estacionamiento de un edificio inmenso lleno de personas que, comúnmente, no tenían buenas intenciones. La tensión se respiraba día con día.

A cada paso, Andrew trataba de reconocer a aquel joven, de cierta manera le resultaba conocido y a la vez no; pero estaba seguro que si se quedaba con la duda el sueño se le escaparía aquella noche ¿De dónde lo conocía? ¿Una foto? ¿Un video? ¿Alguna fiesta? No tenía idea.

— Heh … ¿Llevas mucho tiempo en la ciudad? … siento que te he visto en algún lado pero, no estoy seguro — Comentó, sin dejar de caminar y soportar el peso de Cheng, que a decir verdad, no era mucho.

A Cheng le hubiese bastado con simplemente la segunda opción, pero agradecía profundamente la buena disposición de aquel sujeto. De alguna manera se había acostumbrado a pensar que no debía esperar demasiado de los demás y basarse simplemente en su propio esfuerzo, por que claro, aunque significara ir dando brincos como un conejo o arrastrarse hasta la recepción, él procuraría llegar a su sesión de fotos.

-¡Lo sé! ¡Nadie es considerado en esta industria!-dijo con aire trágico y una cara de cachorro innata. Sabía que no lo iban a perdonar si llegaba tarde, no importaba si todas las veces anteriores había sido puntual y había tenido una conducta irreprochable, bastaba un error para complicarse por completo la vida.-No, no te preocupes, creo que así está bien. - dijo mientras se acomodaba para levantarse. No quería comprometer al chico más de lo que ya de por sí haría. Imaginar un escándalo por que lo ven siendo cargado como princesa por el lobby principal de Merveilles Records no sería algo bueno para ninguno de los dos.

-Lamento el inconveniente. - se disculpó con cierta culpa, sin saber si debería o no advertirle o contarle sobre quién era o por que aunque necesitaba recargarse en él intentaba tener el menor contacto físico posible, pero entonces la pregunta llegó antes de que Cheng Xiaoshi pudiera haber formulado una narrativa en su cabeza.

-Eh... ¿Sí...? podría decirse que sí. -Miró a otro lado, rascándose la cara con algo de incomodidad. ¿Cuál era la forma correcta de decirle a alguien que estás marcado por los medios por que se te ocurrió enamorarte de tu mejor amigo? Cheng creía que ese tipo de cosas no debían ya ser un tema de conflicto, pero la opinión del público no era la misma cuando se trataba de su bias.

-Soy ex alumno de la academia. Debuté hace no mucho junto a mi... novio... - intentó que lo ultimo sonara casual, pero el sonrojo en sus mejillas hizo que la situación completa se volviera un tanto incómoda, era raro admitir su orientación sexual de forma tan casual y a la vez sin contexto. Temía que con solo esa información aquel chico amable dejara de serlo al conectar lo dicho con el escándalo que claramente no había pasado desapercibido para nadie en el sello. - Quizás sea mejor que me dejes en el ascensor, me las podré arreglar por mi cuenta si logro tener señal en el móvil. -A veces Cheng Xiaoshi no podía evitar ponerse el paño frente a la herida.

A cada paso que daba se preguntaba dentro de su cabeza el porqué siempre estaba inmiscuido en situaciones de ese tipo; llegaron a su cabeza recuerdos de años anteriores, como cuando evitó que una chica se lanzara a su muerte entre las olas del mar, o cómo cuando otro chico intentó desistir de la importante banda que al cabo de los meses terminó desintegrándose. Siempre le tocaba ser él el que ayuda; pero cuando miraba por encima de su hombro, cuando más necesitaba a alguien, nadie estaba para él. Siguió escuchando las palabras del joven, mientras que Andrew intentaba mantener el equilibrio y al mismo tiempo avanzar sin causar más daños en Cheng; mismo que confirmó las sospechas que tenía sobre su identidad.

— Sí … ya sé quién eres — Comentó Andrew, mirando ligeramente a Cheng por el rabillo del ojo. Andrew no acostumbraba a estar al tanto de la farándula de Glass City, pero había ocasiones en las que simplemente era imposible no enterarse de las “noticias” más polémicas del momento, como lo fueron Cheng y su pareja.

Andrew se encogió ligeramente de hombros, tratando de pensar en una respuesta y evitar que el más joven se sintiera incómodo ante la situación. — No te juzgo …  realmente ni siquiera es de mi interés saber qué es lo que le gusta comer a las demás personas. Mientras sean felices — Comentó, quizá siendo ligeramente crudo con su respuesta; pero no lograba de comprender del todo a Cheng, nunca se había enamorado de un mejor amigo o de un hombre cómo tal, y los disparates que había tenido con la prensa en Glass City habían sido por la disolución de la banda de la que era parte; no podía entrar en sus zapatos, pero sí apoyarlo de cierta manera.

— Sólo espero que tu novio no esté cerca y mal interprete la situación — Finalmente después de unos cuantos pasos más llegaron al elevador. El edificio en sí era muy grande y moderno; y el estacionamiento contaba con su propio elevador para subir al elegante lobby o recepción del mismo; fuera de eso, los demás pisos contaban con bastante seguridad debido a que alberga la mayor parte del tiempo celebridades de alto calibre que eran perseguidos por fanáticos que no respetaban el espacio personal. Andrew presionó el botón que hacía bajar el ascensor, fueron unos momentos de silencio ligeramente incómodos.

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Una risita desganada y medio nerviosa fue la única respuesta que Cheng Xiaoshi dio en un primer momento al escuchar "ya sé quién eres." Nunca sabía muy bien qué esperar de la gente cuando identificaban que él era uno de esos tantos blancos del periodismo farandulero, por lo que no sabía qué más hacer o decir. Reírse de si mismo y no tomar nada tan personal era algo que por sanidad mental había optado en aquel mundo caótico. Por lo que cuando Andrew se explayó un poco más, sin juzgarlo, Cheng Xiaoshi pudo sentir el alivio, o al menos un poco menos de peso en su corazón. No todas las personas en aquel lugar eran malas personas.

-¡Duì! (Correcto!) Pienso igual, nadie debería entrometerse en los gustos de los demás, claro mientras no sea nada turbio o ilegal. -dijo con una risa ahora con más ganas y mucho más natural. -Y te aseguro que nosotros estamos bien felices. No nos vamos a rendir tan fácil y nos vamos a asegurar de que se traguen todos sus prejuicios.- de pronto el muchacho parecía mucho más enérgico y seguro, como si su espíritu ardiera en llamas.

-¡Jaja! Tranquilo, Lu Guang es celoso pero no suele admitirlo, además yo no podría ver a otro chico de la misma manera que lo veo a él. -admitió tan honestamente que el silencio ligeramente incómodo posterior, mientras esperaban el elevador, lo hizo sonrojar.

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El camino hacia el elevador parecía no hacerse más corto. A cada paso Andrew tenía que ajustar el agarre sobre el cuerpo ajeno antes de que el peso cediera y dejara caer al suelo a Cheng, ocasionando una lesión más grave; no quería problemas de ningún tipo aparte de los que ya tenía, y mucho menos con una pareja enojada frente a una situación difícil de explicar.

Finalmente llegó al elevador, viviendo el silencio incómodo que se presentó una vez Cheng dejó escapar ese comentario. Sinceramente Andrew no entendía cosas relacionadas con amor o cariño; a lo largo de su vida temprana no recibió el suficiente afecto como para conocer el sentimiento de manera más profunda, era por eso que cuando se le daba la oportunidad en la vida, la tomaba. Soltó una ligera risa, tratando de romper el silencio mientras con su mano libre presionaba un par de veces el botón que llamaba al ascensor.

— Vaya … Ese Lu Guang debe de ser un caso único para tenerte así de enamorado — Comentó, quizá con un poco de burla en su tono pero no con malas intenciones. Llamó al ascensor nuevamente pues no llegaba — Ya he visto ese amor antes … puede resultar muy bien o muy mal — Suspiró, y presionó el botón una vez más; impaciente ¿Por qué no estaba funcionando? — Depende de como manejen la fama — Y la paciencia de Andrew se terminó. — ¿Por qué demonios no funciona? — Presionó nuevamente y esta vez el botón encendió una luz roja que marcaba “fuerza de servicio”

Habían pasado un par de minutos desde que encontró a Cheng tumbado en el suelo, con un tobillo lastimado y con una sesión de fotos a la cual no podía llegar tarde. Andrew alzó su brazo, descubriendo un poco de la manga de su chaqueta la muñeca y así poder ver en su reloj digital la hora al momento — Tch … bueno espero que tengas uno de esas frases motivadoras para este momento — Se lo pensó dos veces, pero decidió que era la mejor opción para que Cheng al menos llegara a la enfermería del edificio para que su tobillo recibiera atención médica — En serio espero que tu novio no sea celoso — No pidió permiso ni segundas opiniones, no iba a poner en discusión el subir poco a poco por las escaleras al paso lento en que Cheng se movía, su paciencia no daba para tanto.

Andrew movió el cuerpo de Cheng, hasta una posición en la que pasó su brazo diestro por debajo de las piernas del contrario al nivel de las rodillas. Utilizó su brazo contrario para sujetar la espalda del chico y así alzarlo del suelo en una posición más cómoda para Andrew y quizá más comprometedora para Cheng. Soltó un suspiró y caminó hasta el inicio de las escaleras y se dispuso a subir hasta el lobby, que estaba a tres pisos más arriba.

— Y … ¿Cómo se conocieron? — Sinceramente a Andrew no se le ocurrió otra cosa para preguntarle y hacer el momento un poco menos incómodo.

-¡Guang-guang es el mejor! Nunca pensé poder conectar tan bien con otra persona que además es tan diferente a mí. Agradezco haber podido venir a esta ciudad, solo espero que el resultado , sea cual sea, sea a su lado, más allá de la fama. - Dijo con ese aire positivo, ingenuo y lleno de confianza que siempre tenía el muchacho.

Cuando el ascensor mostró la señal de fuera de servició sintió como la sangre bajaba de golpe a sus pies, ¿Cómo diablos iba a tener tanta mala suerte en una sola mañana? ¡Ni que fuera el cuarto día de abril!
Antes de que pudiera hacer o decir algo, sus pies ya se habían despegado del suelo y estaba siendo cargado como una damisela en peligro. La expresión de Cheng Xiaoshi era digna de ser retratada en ese momento.

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-¡Yo dije que sí lo era, solo que no lo admite! -reclamó un poco en pánico por la situación. Estaba en un aprieto o, tal vez, más de uno. No podía llegar tarde a su sesión, no podía negar la ayuda del chico que lo estaba cargando, aunque sabía que quizás podría significarle problemas y tampoco podría evitar que Lu Guang lo reprochara en algún momento por todo lo anterior. Cheng Xiaoshi sabía que su novio no dudaba de su fidelidad, pero también sabía que aunque el de cabellos blancos era una persona principalmente racional, muchas veces y en su intimidad, resultaba ser mucho más denso y contradictorio de lo que cualquier persona podría esperar. Por otro lado estaba el pequeño gran problema que significaba pasearse de esa manera (en brazos de otro hombre) por la empresa en la que trabajaban.

-¡Nos conocimos en la escuela! ¡En la academia Musette! ¡Fuimos compañeros de cuarto y a ambos nos gustaban los mismos pasatiempos! ¡Pasamos tres años juntos y nos graduamos con buenas calificaciones!-alzó la voz mientras se cubría el rostro con ambas manos, en parte por la vergüenza, en parte para intentar pasar desapercibido, pero el tono de su voz generaba todo lo contrario. -¡Desde entonces me enamoré de Lu Guang y no tengo ojos para nadie más! - Por un lado, si llegaban a verlos, al menos que el mundo supiera que estaban hablando de lo mucho que amaba a su novio y no tuvieran pie para hacer de eso un escándalo, aunque siendo realistas, cualquier cosa podría volverse un escándalo en Glass City.

Logró comprender el tono de voz alto de Cheng; la expresión en el rostro ajeno le generó cierto pánico y también el hecho de que quizá estaban llamando más la atención de lo necesario en esa situación tan incómoda. Si bien, Andrew no evitaba del todo las situaciones que le causaban problemas y generalmente estaba metido en ellos, pero no podía decir que las experiencias que le habían recibido en la ciudad en los últimos meses desde su regreso, habían sido del todo amenas y llenas de gozo, todo lo contrario, a excepción de algunas.

— ¿Podrías tranquilizarte un poco? Estás llamando demasiado la atención — Pidió Andrew, con un ligero toque de frustración en su voz mientras subía las escaleras lo más rápido que su cuerpo le permitía; el estar activo en actividades físicas como el boxeo y running, le otorgaban cierta condición a Andrew para poder subir escaleras cargando el cuerpo de Cheng sin mayores problemas, pero por otro lado la idea de estar involucrado en el escándalo de Cheng, y dar explicaciones a un novio molesto, le causaba náuseas. — Te bajaré en cuanto lleguemos al Lobby, no quiero que me vean llevándote como damisela por todo el edificio — Comentó, esta vez con una ligera sonrisa en la comisura de sus labios — Aunque … Lu Guang debería de alimentarte mejor … eres muy ligero — Bromeó un poco llegando al segundo piso del estacionamiento.

Cuando Andrew se dispuso a dar la vuelta para continuar subiendo, se vio interrumpido por un par de chicas que se encontraron con la escena: Andrew cargando a Cheng aparentemente por ningún motivo o circunstancia lógica; sí era un tanto difícil de  explicar para cualquiera que no tuviera contexto de lo que estaba pasando. El azabache realmente no supo cómo actuar ante tal situación, a las miradas fijas de mujeres jóvenes y después a las sutiles risas que soltaron mientras continuaban su camino. Andrew bufó suavemente sí continuó subiendo las escaleras ¿Por qué demonios le pasaban estas cosas? No lo comprendía ¿Algún mal karma que estaba pagando?.

Siguiendo con su mala suerte; un segundo grupo de personas bajó por las escaleras, esta vez una mezcla entre hombres y mujeres del medio que habían optado el bajar caminando debido a las fallas del ascensor; Andrew reconoció un par de rostros del segundo grupo, mismos rostros que sorprendidos comenzaron a cuestionarse qué estaba pasando. Andrew se había creado la fama de ser impredecible, poco ordinario, juguetón y sarcástico; no era de sorprenderse que estuviera envuelto en una situación así ¿Pero con Cheng Xiaoshi? El idol del momento. Andrew pasó de largo, evitando responder preguntas o cuestionamientos que comenzaron a hacer los contrarios y siguió su camino mientras mantenía un rostro inexpresivo, serio.

— Si que te persiguen los problemas, Cheng — Comentó Andrew, girando ligeramente su rostro para ver a los ojos ajenos, fijamente — Y quizá yo soy uno de ellos — Soltó Andrew regresando su vista al camino. Terminó de subir las escaleras un poco agotado y en silencio, y tal cómo dijo anteriormente; bajó el cuerpo del contrario antes de entrar al Lobby, tomando la misma postura que desde un inicio — ¿Quieres ir a la enfermería primero o a tu sesión de fotos? Aún tienes un poco de tiempo —

-¡Ah! duì bu qi! (Lo siento!) -se disculpó apenas el otro chico le llamó la atención, separó apenas un poco los dedos de sus manos para poder mirar de reojo al chico sin descubrir su rostro.- No quiero meterte en problemas, de verdad que no. -seguía un poco cohibido, pero no podía no depender del muchacho en esos momentos.

-¡¿Ah?! ¿Qué dices? ¡Peso 75 Kilos! Que puedas cargarme así solo demuestra que tienes mucha fuerza. Además soy yo el que normalmente cocina en casa. -rebatiéndole eso terminó por bajar los brazos y descubrir su rostro, por lo que las primeras chicas en pasar les vieron claramente el rostro.

Para no entrar en pánico nuevamente, Chengo Xiaoshi simplemente se cruzó de brazos con la expresión más seria que pudo lograr, repitiendo una y otra vez "Qué haría Lu Guang en mi lugar" como si fuera una especie de mantra, mas eso no evitó que su rostro y hasta sus orejas estuvieran rojas como la salsa del tteokbokki.

Con el segundo grupo fue peor, pues no supo qué más hacer, mantener la boca cerrada no era lo suyo asó que solo dijo en voz alta lo mucho que le dolía su tobillo, tratando de darles una mirada fulminante a los chismosos que iban bajando, tratando de que al menos les diera vergüenza ser así, aunque no estaba seguro si eso funcionaría.

"Si que te persiguen los problemas, Cheng" Dijo el que lo cargaba con una expresión un poco intensa, lo que lo obligó a apartar la mirada y simplemente asentir  con nerviosismo, después de todo parecía haberse ganado algún tipo de maldición al graduarse de la academia.

-¿Por qué tú? No seas así, jaja! No me digas que eres medio negativo como Lu Guang. Míralo así: Si no me hubiese topado contigo todavía estaría tirado en los estacionamientos. -el joven asiático le dio dos palmadas firmes en los brazos formados al chico cuando lo bajó al suelo, pero el movimiento lo desestabilizó un poco así que se tomó rápidamente de él nuevamente para no caer.

-Heh, qué envidia que tus brazos sean así. -lo molestó un poquito, pues él al tener la contextura china no era alguien que pudiera construir su musculatura de la misma manera.

-Si te soy honesto, creo que es mejor que vaya directamente a la sesión de fotos o no me dará el tiempo. Luego veré qué hacer con mi tobillo. Muchas gracias por tu ayuda! - le hizo una reverencia formal en agradecimientos antes de voltearse y comenzar a dar saltitos por el pasillo, tratando de llegar al otro ascensor que lo llevaría del lobby al quinto piso del edificio, donde tenía que presentarse, pero apenas unos brincos después y algo agotado/adolorido por el esfuerzo se volteó hacia el chico del que se acababa de despedir y con ojos de cachorro agregó.- ¿Tienes algo que hacer ahorita mismo?

—…— La expresión del azabache cambió ligeramente tras las pequeñas palmadas de Cheng en su brazo y por sus comentarios consecutivos referentes a su complexión física. Se quedó sin palabras; simplemente evitó mirar al más bajo y enfocó su vista en cualquier otra cosa que disimulara la pena que le dio recibir los comentarios que Cheng hizo sobre su musculatura. Estaba ligeramente acostumbrado a ese tipo de situaciones; pero se estaban volviendo más constantes de lo que le podría agradar. ¿En verdad se notaba demasiado? ¿Había exagerado demasiado con el ejercicio y la dieta?

Sus pensamientos fueron interrumpidos una vez que tuvo que sujetar nuevamente a Cheng para evitar que se cayera. Andrew miró toda la escena en silencio: la reverencia, la despedida, cómo giró en un solo pie y se fue dando pequeños saltos hasta llegar al elevador. Se cruzó de brazos y una ligera sonrisa divertida apareció en los labios del azabache sin apartar la vista del más bajo. Ante la pregunta alzó suavemente el mentón, tomando una posición de superioridad ante la situación. Pensó que Cheng era realmente divertido y que quizá podría formar una buena amistad con él.

— Si me lo preguntas de esa manera, tengo que llevar a una damisela en apuros a su sesión de fotos antes de que llegue demasiado tarde  — comentó acercándose nuevamente a Cheng, y ofreciendo su hombro como apoyo para el chico. Era una posición donde al menos podría disimular que le estaba ayudando a caminar y evitaría que mal pensados crearan suposiciones que solo traen problemas para ambos. Presionó el botón del ascensor y para la buena suerte de la espalda del azabache, las puertas se abrieron. Ayudó a Cheng a adentrarse en el elevador y presionó otro botón que les llevaría hasta el piso indicado donde estaban las cabinas de fotografías.

— ¿Eres así con tu pareja todo el tiempo? Me refiero; parece que no eres una persona que acepta ayuda fácilmente — Evitó que el silencio se apoderara del cubículo metálico, mientras que su vista se fijaba en el número que cambiaba con cada piso que subían. — Si te soy sincero, eso puede llegar a ser frustrante a veces. — Se atrevió a decirle a Cheng, aunque si lo razonaba, él a veces evitaba involucrar a demás personas en sus problemas y buscaba solucionar todo por su propia cuenta. Se mordió la lengua tras su comentario. — Me llamo Andrew, por cierto —

Cheng Xiaoshi no pudo evitar reírse por la respuesta del sujeto que lo estaba ayudando. Altanero u orgulloso, daba igual la forma cómica en la que decidiera adornarlo, pues para el joven asiático era muy notorio que el chico en verdad era una buena persona.

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Aceptó el hombro ajeno y se recargó haciendo también su parte del esfuerzo para poder andar mejor. Iba a darle las gracias y también a preguntarle el nombre, pero entonces el chico se adelantó a increparlo por lo cabeza dura que era.

-Lu Guang siempre se queja de eso... -desvió la mirada avergonzado, pero no podía evitarlo, era parte de su personalidad ser impulsivo y creer poder solucionar la humanidad completa o al menos, morir intentándolo.

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- Aunque a él suelo obedecerle antes.... - agregó en un susurro. Luego soltó un suspiro, separándose un momento mientras subía el ascensor, pues podía apoyar su peso en la pequeña baranda interna del cubículo.

-La verdad, es primera vez que interactúo con alguien más en este lugar que no se relacione directamente con mi trabajo-admitió con una expresión resignada. -No quiero ser una molestia. - lo dijo con una amplia sonrisa, porque no quería sonar sombrío o dar lástima por la situación, después de todo, era inevitable todo lo que había ocurrido en torno a él y su novio. No todo el mundo tenía una mente abierta para las personas como ellos y no podía frustrarse por eso.

-Ni hao Andrew! -sonrió un poco más amplio y lo saludó con la mano abierta a la altura de su propia cara, moviendo la muñeca como si fuera un niño pequeño.- Si algún día tienes problemas puedes contar conmigo. -dijo con confianza, dando una palmadita sobre su propio pecho.

El ascensor anunció la llegada al quinto piso y entonces Cheng Xiaoshi nuevamente se acercó al más alto para apoyarse en él y poder caminar.

-Es en la sala 4- señaló con la esperanza de que alguien estuviera en el pasillo al menos, pero no se veía ningún alma caminando, lo que en su interior lo tensó.

Se quedó pensando nuevamente en las recientes palabras que le había compartido a Cheng; realmente a veces sentía que hablaba de más y posiblemente sus comentarios habían hecho eco en la mente del contrario. Lo supo ante la respuesta ajena y soltó un suspiro pensando en qué le diría para tratar de arreglar la situación; pero Cheng nuevamente le habló en un idioma diferente al cual podría entender, pero supuso que era una especie de saludo debido al movimiento de mano y su postura. Le agradaba que fuera tan animado a pesar de todo lo que le había pasado en el transcurso de la mañana. Andrew rió suavemente sin despegar su mirada de Cheng.

—  Sabré a quien llamar si me lastimo para que me suba cargando tres pisos por las escaleras entonces.— Bromeó sin tono de ofensa justo antes de que las puertas del elevador se abrieran, revelando un pasillo vacío y sin movimiento. Alzó una ceja extrañado de lo que estaba viendo; usualmente ese pasillo estaba lleno de estilistas, personal de vestuario, fotógrafos y managers, volviéndose locos y gritando por el teléfono. Antes de salir inspeccionó un poco, temiendo lo peor. Revisó nuevamente el reloj que decoraba su muñeca e hizo cuentas. Notó que estaban atrasados tan solo un par de minutos, no lo suficiente como para que la sesión de fotos fuera cancelada. Sujetó con cuidado a Cheng nuevamente y con cuidado caminó fuera del elevador buscando la sala número cuatro.

— ¿Estás seguro que tu sesión de fotos era el día de hoy? — Preguntó dudoso, pero a pesar de eso, seguía siendo raro que el piso de fotografía estuviera tan vacío. Le traía ciertos recuerdos. Cuando formaba parte de su antigua banda, las fotos y los vestuarios eran parte de la agenda casi todos los días; no podía negar que no añoraba esas épocas cuando todo parecía ser más fácil. Andrew llegó frente a la puerta de la sala dicha por Cheng; detrás de la misma se escuchaban pasos y voces que indicaban que había cierto movimiento dentro de ella. Miro a Cheng y después a su tobillo.

—No estoy muy seguro de que te dejen tomar la sesión de fotos con tu tobillo así — Insistió — Tú decides ¿Qué quieres hacer? —

- Lo preguntas como si escapar fuera una opción... -dijo con algo de amargura frente a la puerta. Claro que si por él fuera, estaría todavía durmiendo entre los brazos de su amado Lu Guang, soñando con los días de la escuela que, sin duda, habían sido los mejores años de su vida. Ahora no tenía voz ni voto, no podía renegar ningún trabajo, no al menos durante aquel año tan delicado, no hasta que él y su novio fueran tomados en serio y todos se mordieran la lengua por hablar mal de ellos sin ninguna otra base más que su amor.

Cheng Xiaoshi suspiró y tras una sonrisa un poco resignada se alejó del apoyó de Andrew, no quería arrastrarlo incluso a la sesión.

-Gracias por ser tan buena persona, Andrew. Si te meten en algún rumor extraño por esto me encargaré de aclarar las cosas, ¿bien? ¡Ten un buen día! -le aseguró y entonces dando unos saltitos abrió la puerta y el caos se hizo notorio.

Todos estaban tensos y apenas saludaron y notaron los minutos de retraso de Cheng Xiaoshi.

-¿Pasa algo?- preguntó después de saludar correctamente, dándole una última mirada de preocupación a Andrew, como si esperara que se marchara para no cerrarle la puerta en la cara.

"El otro modelo con el que colaborarías no vendrá, a último momento no le pareció la oferta monetaria por el trabajo."

-¿Eh? -A Cheng se le apretó el estómago. ¿Realmente era eso? ¿O era porque el modelo supo del escándalo de la persona con la que trabajaría (o sea él)? No había que ser muy astuto para saber un poco lo que planeaban hacer en la sesión de fotos, habrían algunas tomas individuales, pero se lo habían advertido, jugarían con su imagen y el escándalo, lo potenciarán indirectamente y sacarían provecho del concepto de homoerotismo, pero de una manera cobarde e hipócrita ¿Era su culpa? No, incluso si era su culpa, no había manera de solucionarlo ya. Y le enfadaba. Si querían lucrar con su homosexualidad que trajeran a Lu Guang y él no tendría ningún problema en besarlo frente a las cámaras y hacer todo lo que la industria quisiera, pero por alguna razón les gustaba complicarse la existencia y los trabajos de ambos raramente coincidían en aquellos meses.

"Necesitamos a alguien urgente."

Cheng Xiaoshi se reusó a mirar hacia atrás. Esperaba que el chico que lo había ayudado realmente hubiese optado por salir de ahí lo antes posible.

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