Ladies at Little Tokio (Priv. Yuki)

Yuki tomó su taza de té con toda la delicadeza que una chica de su edad podía mostrar y tomó de una manera tranquila y serena, dando una gran sonrtisa de gusto una vez que había acabado de dar su primer sorbo. —¡El té es muy bueno!

Mientras daba el segundo sorbo, miro a Lillith que preguntaba curiosa sobre la vida de la jovencita japonesa. La segunda pregunta si bien personal, no parecía incomodar a Yuki. —Sí, soy estudiante de Musette. Entré hace muy poco cuando todavía estaba cursando lo que sería el segundo año de preparatoria allá en la escuela...— Hizo una pausa para sorber otro poco de té y ordenar sus ideas ante la otra pregunta.

—Bueno, verá usted, siempre fui muy unida a mi familia; no sólo a mis padres, sino también a mis primas y mi mejor amiga Erika. Crecí en una zona de comfort donde siempre tenía todo lo que necesitaba y si pasaba algo los tenía a ellos para apoyarme, incluso en mi sueño de dedicarme a la música. Y no lo niego, esa comodidad me hizo algo dependiente de ellos y un poco tímida ante muchas situaciones que me pueden dar pena, nervios o que me hagan sentir vulnerable. ¿Cómo puedo dedicarme a la música cuando tengo esas barreras que me pueden detener?— Comento algo seria, metida en lo que le comentaba a Lillith.  —Luego conocí a dos amigos extranjeros de mis primas; gente de un país del otro lado del mundo que sin importar las barreras del idioma y la cultura se encontraban en Japón, conviviendo con nosotros como si nada. Ahí fue cuando recordé una de las primeras recomendaciones que mi cantante favorita y primera ídolo me dijo: "No tengas miedo de hacer algo diferente y enfrentar retos, que la vida del artista siempre será crear algo nuevo". Ahí fue cuando decidí que si quería crecer y ser una gran artista, tenía que hacerlo más lejos de casa. Por eso elegí Musette, no sólo por el prestigio que tiene, también porque era el reto que debía afrontar más por mi cuenta— Puntualizó mostrando la seguridad y espíritu dealguien dispiuesta a lograr sus metas.

—Disculpe, creo que me emocioné de más, jeje...— Comentó después mostrando una suave sonrisa algo apenada, algo quer Lillith ya prescenció cuando se encontraban en el centro comercial.