Un delicioso desayuno (Libre)

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Era una hermosa mañana, se hallaban en esa época confusa en donde hay un frío que te hiela las piernas, pero apenas cae un rayo de sol sobre tu rostro, te entra el calorcito y la modorra, le encantaba la primavera por lo mismo, era refrescante, podía sentir como la depuraba. Ese día eligió vestirse con un lindo vestido de una pieza primaveral-veraniego tipo marinerita, color blanco con toques rosa, que caía libremente,

Animada salió de su dormitorio y decidió probar el desayuno de la escuela, a pesar de su felicidad y emoción por conocer la escuela y sus inmediaciones, su rostro no denotaba muchas emociones, como de costumbre, mostraba lo mínimo en expresiones, aunque Hanan era poco consciente de esto.

Continuó su camino hasta que halló los comedores, no sin antes tener que chequear varias veces el mapa que le dio la administración de la escuela, una vez adentro, hizo la fila para la comida, esperó con paciencia al tiempo que revisaba su facebook en su celular, se había mudado el día anterior y había sido un poco complicado ordenar todo, pero le puso alegre comprobar que podía tener su habitación propia, ya que estaba acostumbrada a dormir sola y tener privacidad a la hora de dormir, estaba sumergida en estos pensamientos cuando llegó su turno, se acercó con pequeños saltos y paso enérgico, tenía mucha hambre.

Conversó un rato con la empleada que servía las comidas, comprobando que tenían menú vegano y varias opciones, eso la tranquilizó bastante, se decidió por un desayuno que se veía apetecible, leche vegetal, un emparedado de avocado, jamón vegetal y rodajas de tomate, de forma adicional, también pidió un emparedado con mantequilla de maní y un expresso, era del tipo de persona que comía mucho por las mañanas, una vez con su bandeja, acomodó todo de tal forma que no le causase problemas el caminar con esta y se dirigió a una mesa cercana a una ventana, algo alejada de la gente, era su primera vez "socializando" desde el incidente en su anterior escuela, así que se sentía algo tímida al respecto, comenzó a comer el primer emparedado que eligió, al tanto que se distraía con la vista por la ventana del comedor de la escuela.

No tenía planeado hacer mucho el día de hoy, ya había comprado cuerdas para el bajo y no parecía que su pareja saliera con una de sus "visitas sorpresa", por lo que tal vez sería un día para dedicarlo a pasar el tiempo para continuar con uno de sus proyectos. Se levantó, se vistió con una playera rosa con magenta, una falda a juego, calcetas largas y amarró su cabello en una cola de caballo.

Fue a la cafetería para desayunar, lo cual eligió algo simple: pan tostado con margarina, un jugo de naranja, y su favorito: té de leche. Puso todo en la bandeja y se fue a sentar, aunque tuvo la gran "suerte" de que el lugar estuviera lleno. Tardaría en encontrar lugar.

Después de recorrer un par de minutos el lugar, encontró una siento libre, pero estaba enfrente de una joven de cabellos rosas. Tenía la esperanza que la joven no estuviera guardando el lugar para alguien -realmente se estaba cansando de llevar eso en las manos- así que fue a preguntar. –Disculpa. ¿Está tomado este lugar?

Hanan masticó con ganas su emparedado, estaba delicioso, de hecho tenía una de sus mejillas completamente llenas con comida, se puso a pensar que ojalá el almuerzo también fuera delicioso, estaba en eso cuando se dio cuenta de lo que estaba pensando, era una glotona, estaba desayunando, comiendo y ya estaba pensando en el almuerzo, no pudo evitar darse un facepalm mental, quizás el estrés del viaje y todo la tenía cansada, además, aunque en su país solían hablar tres idiomas y gracias a eso manejaba bien francés, alemán e inglés, sumado a que le dieron clases de otros idiomas antes de venir a Glass City, tenía un enredo mental, así que era desgastante hablar y pensar en otra lengua, notó que cuando se expresaba tenía un acento francés, mucho más sutil que alguien originario de Francia, pero estaba allí.

Terminó de tragar el enorme pedazo que se había metido en la boca, sumida en sus pensamientos, cuando sintió una voz, esto le sacó de su embotamiento y reparó en una persona que estaba de pie ante ella, pelo negro, liso, en una coleta, ropa muy bonita y que se veía muy dulce, le pareció linda, tenía ese aire de persona tierna y amable.

— No, puedes sentarte, no está ocupado ni espero a nadie... — Acomodó las cosas de tal manera que la chica pudiese sentarse con tranquilidad, quitó una silla que estorbaba del camino — Siéntate, no te preocupes por mí, soy nueva así que no conozco mucho por aquí, estoy recién comenzando... Me llamo Hanan — Contestó con su evidente acento y tratando de sonar amable, aunque se le dificultó esbozar una sonrisa, le costaba abrirse con extraños, en ese momento notó que tenía una miga de pan en la comisura de la boca y sin más se la lamió, indiferente y con demasiada pereza para alcanzar una servilleta, tomó su emparedado y siguió comiendo, sin mostrarse perturbada ante la presencia de la pelinegra, no la molestaba, estaba complacida con tener a alguien cerca, todo era tan nuevo para ella.

Sonrió ey como pudo hizo una leve reverencia para agradecer que la joven le indicaba que no había problema. Dejó primero la bandeja en la mesa y luego se acomodó ella para sentarse.

–¿Ah, sí? Yo también soy nueva aquí. Apenas llegué a Musette una semana antes de iniciar el semestre– Se aclaró la garganta e hizo un ademán movimendo la cabeza. –Encantada. Soy Yuki– Podía notarse un leve asento cuando ella hablaba.

–Oh, tienes...– Indicó con su mano sus propios labios para indicar que la joven tenía algo de pan en la boca, cosa que la otra parecía haber notado, pero lo tomó on mucha tranquilidad.

Tratando de evitar el silencio incómodo, trató de hacer plática a Hanan. –¿De dónde eres?

Sonrió al escucharla, notó que la incomodaba su actitud, estaba algo distante producto de la somnolencia matutina, dio unos enérgicos mordiscos a su primer emparedado, bebió algo de su leche vegetal, escuchó con atención a su compañera de mesa, debía aprovechar esos momentos para relacionarse con sus compañeros, bebió entonces un largo trago de su café, que era bien negro, como le gustaban, para revivir un poco.

— Encantada — Contestó, ya un poco más despierta, se pasó la servilleta por la boca, estaba habituada a hacerlo porque solía desparramarse la comida en el rostro si no se fijaba — Soy de Suiza, de la parte francesa, hablo alemán pero no es mi favorito... — Hizo una mueca ante el recuerdo de siquiera hablarlo — Hmmm, llevo muy poco en Musette, un par de días, ha sido todo muy interesante y lindo, al menos en lo que respecta a mi experiencia, eh... Ah, y me gustaría ser vocalista — Explicó, luego se quedó mirando el gracioso rebotar de la cola de caballo de su compañera — Yuki, ¿te puedo llamar así?, tienes muy bonito cabello, ¡es precioso! — Le gustaba como caía de forma uniforme y el hermoso tono azabache que tenía, quedaba muy lindo en una cola de caballo, sentía que lucía mejor las facciones de la chica — ¿En serio no llevas mucho acá?, ¿En qué te proyectas en la academia?, ¿músico, cantante, bailarín? — Preguntó con sana curiosidad a su contraparte.

Hanan no podía ser la reina expresividad, pero era muy buena charlando y conversando, sus padres solían decirle que nunca se callaba, recordó esto con una leve sonrisa en sus labios, bebió un poco más de su café, llevaba apenas dos días y ya estaba anhelando sus padres, y pensar que le vendrían encima muchos más años en la ciudad... Debía ser fuerte.

Se pudo notar cómo abrió los ojos de par en par con lo primero que le respondía. –¡Suiza! ¡Asombroso!– Le siguió un par de asistencias con la cabeza.

Con un ademán con la manó indicó que no había problema con su nombre, seguido de una sonrisa. Aunque el halago sobre su cabello la sonrojó un poco–Sí, por mi no hay problema. Algunas amigas y familia me dicen "Yukita", pero no te preocupes, Yuki está bien. Tu...tu ropa está bonitsa, y también tus ojos. Eres la primera persona que veo con esa condición– Halagó con un gesto y tono torpe. –¿Tampoco hay problema si te digo "Hanan" entonces?

–No. Prácticamente tengo el tiempo que inició las clases. La verdad, yo quiero ser bajista, bueno, multinstrumentalista, pero principalmente dedicarme a tocar el bajo– Rió con el mismo tonó, aún apenada por contar lo que quiere hacer, seguido de llevarse la mano a la nuca.

No había querido decir eso de Suiza por impresionar, solo que le gustaba mucho el lugar donde vivía y quiso compartirlo, le encantaba sobre todo por la variedad cultural, pero también le gustaba Glass City por lo mismo, tenía la misma multiculturalidad que su país de origen, había gente de todo el mundo y hablaban demasiados idiomas, sumando que de por sí el país ya hablaba dos idiomas como mínimo.

— Muchas gracias , me puedes decir Hanan, no me molesta para nada — Le dijo de forma sincera — Perdón si te incomodo con mis palabras y si digo algo extraño dímelo — Sonrió de forma amable — Suelen decirme mucho que son raros, eres de las pocas que me dicen que son bonitos, y sí, adoro mucho la moda — Rió al decir esto, con algo de pena — Me encantan ese tipo de cosas, la moda, el maquillaje, más que nada porque se hacían muchos musicales y obras de teatro en mi anterior escuela y me encanta todo el montaje que conlleva, de hecho, por lo mismo me metí a la escuela, admiro mucho al director, estar cerca de una eminencia de ese calibre... — Se quedó con la frase a medio camino, con aire ensoñador.

Se podría decir que Hanan tenía una larga lista de escuelas a la que quería asistir, pero la Academia Musette y la ciudad donde reside le hizo lanzarse de lleno, le recordaba al ambiente de su ciudad sumado a que era la cuna de la música, el entretenimiento, las artes, se sintió enormemente atraída por una ciudad tan virtuosa, dejó de lado estos pensamientos al recobró el hilo, oh, así que era música, admiraba a los músicos, por el simple hecho de que aunque Hanan tocaba algunos instrumentos, no tenía tanta paciencia con ellos, otra historia era con su propia voz, no pudo evitar que se mostrara su admiración en su rostro.

— Así que tu favorito es el bajo, ¿cierto?, me parece impresionante que sepas tocar tantos instrumentos, encuentro que la gente que toca de por sí un solo instrumentos son muy perseverantes, pacientes, porque requiere de mucha práctica, tiempo, debes hacer música a través de otro objeto y hacerlo sonar hermoso, con vida... — Dijo con aire meditativo, volvió en sí — Me gustaría escucharte tocar un día — Le dijo con sinceridad — Yo aspiro a ser vocalista, por donde más me llega la música, es a través de mi voz... Esa es la forma en que me gusta expresarme — Sentía que sonaba algo romántica y fantasiosa, pero para Hanan la música era mágica, podía sentir tantas cosas desconocidas cuando la oía, incluyendo lo que sentía el emisor al cantarla, lo que sentían los músicos, el compositor, todo, era maravillosa.

Bebió algo de su café, sumergiéndose en el recuerdo, de lo arrebatada que la dejaba la música una vez la escuchaba, en el sopor y trance en que la mantenían hasta que se acababa, los sentimientos, la emoción con la que iba cargada, era maravillosa, después de beber algo de su café, volvió la mirada a Yuki, saliendo de su ensoñación.

— ¿De qué curso eres? Quizás nos toquen algunas materias juntas, quién sabe, no me vendría mal tener una cara conocida con quién compartir mis clases — Hanan siempre compensaba sus pocas expresiones faciales con su forma de hablar, solía ser alguien muy directa pero jamás arrogante ni agresiva, todo lo decía de forma agradable y hablando con la suave voz que le caracterizaba.

–De acuerdo...Hanan– Trato de pronunciarlo con el mejor acento posible. –No, no te preocupes por eso. Además si así estás acostumbrada a  hablar por mí no hay problema, yo todavía me acostumbro a que ahora tengo que hablar en inglés y no en japonés– A pesar que siempre fue la primera en su clase y tener un gran dominio del idioma, la japonesa era muy tímida para sentirse confidente en eso.

Solamente se quedó asintiendo conforme Hanan hablaba, sin ningún ánimo de querer interrumpirla. Básicamente ella llevaba la "conversación".

Apenada por los elogios de Hanan, Yuki se sonrojó llevándose una mano a la nuca, girando un poco la vista a otro lado. –He...gracias...Tal vez algún día– Su pequeño miedo a tocar en público era uno de sus obstáculos. –Bueno, a mí me gustaría escucharte canatar. Has de tener una gran voz, he escuchado muchas europeas cantar en la tele y su voz es hermosa– Sin dejar de sentir pena, llevó lo que quedaba de su pan a la boca, el cual comió prácticamente en silencio.

–Yo soy de segundo curso. Así que si estás en lo mismo que yo hay probabilidad de que tengas las mismas clases que yo...en especial si son tronco común o afines a instrumentos y esas cosas– Se daba una idea de eso, no estaba todavía conciente de cómo se divídian algunas cosas en Musette. –Así que si necesitas sentarte enseguida de alguien puede ser de mí.

Atendió a lo que decía Yuki al tiempo que asentía, notó como comía su comida sin apenas molestar o hacer ruido, muy contrario a Hanan, que era algo desordenada o ruidosa para comer, quizás se debía a que solo comía con su familia y posiblemente no le corrigieron muchas costumbres, ya que no lo encontraban necesario o no sé, también notó la timidez y humildad de la otra cuando se refería a tocar su bajo, lo comprendía en su totalidad, ella igual tenía sus complejos.

— Cantaría con gusto para ti, aunque me da algo de pena mi voz, hace unos años atrás iba a otra escuela de músicos en mi país, y me solían molestar por mi voz — Comentó, no era algo que le doliera, pero siempre se había quedado con la duda si sería así — Decían que mi voz era de "bruja" y hechizaba a la gente, algo ridículo, ¿no?, como si una voz pudiese hacer algo así, incluso me decían que era la voz de un hada maligna — Rió por bajo ante este recuerdo, se le hacía ridícula la forma en que la molestaban y esos rumores, típico de niños — Supongo que se referían a las características de mi voz... — Habló más para sí que para la otra, al tiempo que miraba hacia el cielo, bebió lo que quedaba de su café y luego dirigió sus ojos hacia la pelinegra — ¿En serio? ¡Gracias Yuki! Quiero sentarme contigo, espero que nos llevemos bien, eres muy amable — Sonrió alegre ante el ofrecimiento de la asiática.

Estaba tan feliz que comenzó a comer con muchas ganas de su otro emparedado, al tiempo que tarareaba para sí, estuvo en esas hasta que se acordó.

—¡Oh! ¿Duermes en los dormitorios? Yo soy residente de los dormitorios también, ¿en qué piso estás?, es bueno pasar tiempo juntas también en los dormitorios — Luego la miró apenada — Claro, si no te molesta que esté contigo todo el rato — Rió con nerviosismo, Hanan solía entusiasmarse mucho y ser muy intensa, por lo mismo a veces se le olvidaba en todo su entusiasmo lo que pensaba o sentía el otro.

Hizo un gesto de pena al escuchar lo primero, ¡Así es como mucho talento se desperdicia! Mucha gente parece que la avergonzaban por se buena en algo. —¿"Bruja"? No entiendo por qué dirían eso—No compartió la risa que había hecho su compañera.

Claro, su porte se volvió suave cuando esbozo una sonrisa. —¡Gracias! Yo también espero que no llevemos bien ¡Yoroshiku!— Levantó uno de sus brazos en señal de "fuerza". –¡Eres muy energética!

—Sí. Yo estoy en el tercer piso; en el 308. Claro, no me molesta que pasemos el tiempo allá, aunque no sé si haya mucho que hacer en los dormitorios, jeje...— Se llevó una mano a la nuca, riendo algo apenada. —Sólo espero que a mi compañera no le moleste que pases de vez en cuando...— Se llevó una mano al mentón. Shizuka, su compañera, no parecía de esas personas que le incomodara la presencia de otras personas. —De todos modos sería bueno que me avisaras cuando quisieras ir. No quiero que llegues y tal vez haya un desastre en la habitación jeje– Solto una suave risa.