De un punto a otro.

Levanté un poco la cabeza con una expresión un tanto aproblemada.

"- ¿Eso quiere decir que eres como mi madre? -" Aunque sí, dejando de lado lo extraño que se me hacía la idea, debía admitir que quizás ese abrazo, tal vez ella misma como mujer y por la forma en que a veces me trataba, era quizás lo más parecido al afecto materno que en verdad no recuerdo haber sentido jamás. Y con esa reflexión no buscaba victimizarme, ni asumirme como un ser huérfano y triste.

Es tan solo que no recuerdo a la persona que me dio a luz, pero no por ello iba a generar alguna especie de extraño complejo hacia Antoinette.... Y es que independiente de su trato hacia mí, la imagen que me proyectaba como mujer distaba mucho de una sencilla y tiernamente materna.

Me sorprendió darme cuenta que ella estaba tocando mi cabeza, mi cabello y mi rostro. Sus manos delicadas bajaban tan lentamente que me provocaron un leve escalofrío. Sus ojos tan peculiares se fijaron en los inhumanos mios, por instante mi mirada bajó hasta sus labios y luego volvió a subir para encontrar su orbes inspeccionándome mientras recitaban aquellas palabras dulces y oscuras.

"Podrías arrancarme el rostro completo y aun así no me importaría..."

Pensé sin responderle directamente, pero entonces su observación final llegó. Era cierto. Ella era más alta que yo por 5 centímetros. Detalle que yo tampoco había querido ni llegado a tener en cuenta.

Mis mejillas tomaron un súbito e intenso color rojo, mis labios se apretaron en una mueca que era la clara imagen de la vergüenza y la frustración. Que ella de entre todas las personas se burlara de mi estatura y/o contextura me hacía sentir que a sus ojos, efectivamente, yo no era más que un muchachito con colmillos.

Fruncí el ceño, pero mantuve su mirada y el silencio.

¿Qué se supone que debiese decir ante eso?

-creeme que si yo fuera como tu madre, tu vida seria demasiado estricta...

Frunce apenas los ojos ante la idea aquella, no, sinceramente ver a Yuli algo como un hijos o siquiera un hermano menor estaba completamente fuera de cualquier idea... 
Hice una leve mueca cuando note se expresión, se ve que no le gusto nada mi comentario, o eso fue lo que pude notar con ese gesto, suspire de manera pesada y auto castigarme por dentro.

-Lo lamento, se ve que no sirvo para bromear.... perdona si te ofendí....

Suavice un poco la mirada sin quitar mi gesto serio, mis manos aun seguían en su rostro, me gustaba tocar, sin que suene mal, pero era suave y tenia un calor particular, esos rasgos delicados al punto casi de ser femeninos era lo que me gustaba de el, pero particularmente me fascinaban sus ojos, mas allá de ser un vampiro y explicara el asunto de tanta belleza, era un gusto personal de el. 

El silencio se hizo algo prolongado en lo que terminaba mi pequeña labor, quería continuar, pero seguro ya seria completamente extraño, sin mas, y otra vez tomándome el atrevimiento, volví a abrazarlo, pero esta vez rodeando su cuello con mis brazos. Era un sensación agradable y me sentía tranquila así, que provocas realmente Yuli? 

-Sonara extraño... hasta puedes tildarme de cualquier cosa, pero... me gusta estar así, no se...

Y ahí empezamos, algo que odiaba era cuando ni yo misma me entendía en algunas de mis acciones, realmente salir de Japon me estaba haciendo estragos en mi actitud.

-Siento que debo decir... que me alegra conocer a alguien como tu, Yuli... aprecio realmente tu compañia...

¿Quién diablos podría seguir indignado o enfadado después de ese abrazo? Solo pude suspirar pesadamente contra su hombro, ahí donde mi mentón fue a descansar mientras mis brazos le correspondian el gesto una vez más.

"- No puedo tildarte de nada porque yo también siento quizás más agrado del que debería al estar así... -" Y eso no era nada común en mí. Incluso con Ash era poco de admitir que me gustaban esos gestos. La mayoría de las veces en que abrazaba a alguien era para alimentarme y eso era una muy mala relación.

Sin darme cuenta hundí mi atención en el sonido de su pecho, en el flujo de su sangre, en la cercanía de su cuello y el calor de su cuerpo, en el hecho de que estábamos en una habitación y que yo seguía siendo (aunque su amigo) un vampiro con una sed a veces difícil de saciar.

"- No agradezcas... Soy yo el que se siente afortunado de haberte conocido... No cualquiera acepta tener a un vampiro de "amigo". Mucho menos en su habitación...-Como un mero impulso mis labios se posaron sobre la suave piel de su cuello y di en él un par de besos, no tenía otras intenciones más que hacer precisamente lo que estaba haciendo. Como quien se tortura mirando la vitrina de una pastelería.

Al menos parecía que aquel ambiente algo tenso, por la pésima broma, se había calmado, ahora. Por que me agradaba tanto se cercanía? no creo que el hecho de que sea vampiro y ese mito de la atracción instantánea fuera tan así, al menos eso era lo que yo tengo en mente. Y aveces ese sentimiento despertaba algo que no me gustaba, miedo.

Suspire por lo bajo en lo que seguíamos abrazados, no era miedo a Yuli, en absoluto, si no al desorden que tenia por dentro, y si otra vez caía? y si de nuevo tropezaba con la misma piedra? solo para caer y darme de lleno contra la realidad misma, y en consecuencia terminar arruinando todo y lastimar a alguien.

Solo fue un momento de pensamientos para que mi cuerpo se contrajera un segundo, como una especie de tick, solo esperaba que el no lo notara. 

-entonces no soy alguien cualquiera

Eso me relajo un poco y desvió mi atención de lo que pensaba, pero luego me estremecí de golpe, aunque lo había disimulado bastante para no exagerar nada, ante el suave contacto de sus labios en mi cuello, mas no me moví de la postura en la que estábamos,solo respire profundamente, tratando de mantenerme serena, aunque seguro el debe sentir como mis latidos se aceleraron de golpe.

-Yuli... que haces?

Pregunte con un tono de voz tranquilo, no había olvidado su naturaleza, pero siempre ahora tenia demasiadas cosas en la cabeza para pensar en un motivo razonable.

"- Por supuesto que no eres alguien cualquiera...-" Aseguré como si aquella hubiese sido una conclusión que era evidente.

Una risilla suave y quizás un poco maliciosa se escapó de mis labios cuando percibí cómo su cuerpo se estremeció en mis brazos por culpa de mis acciones y sus latidos comenzaron a aumentar su ritmo y fuerza. Eso llenaba un poco mi ego tanto de vampiro como de hombre.

"- Solo hago lo que quiero hacer...-" Respondí siendo evidente que realmente no me estaba esforzando por responder.

"- ¿Qué hacías tu hace un rato? -" Devolví la pregunta, queriendo tal vez ponerla en aprietos. "- ¿Por qué me tocabas? ¿Qué sentías al hacerlo? ¿Qué más quieres hacer? -" No hice pausa entre las preguntas.



"- Se honesta y dime sin pensarlo demasiado... -" Si era capaz de explicar el caos que intuía que desde hace un rato se estaba formando en su cabeza, entonces yo también sería honesto. Si había algo más que quisiera hacer o si quisiera tocar mi rostro o incluso mi cuerpo toda la noche, estaría dispuesto a ser el conejillo de indias que saciara su curiosidad. Solo quería mantener esta cercanía, esa sincronía que estabamos teniendo y que tal vez, hace mucho no lograba tener con nadie, ni siquiera con Ash.

-eh...?

Fue lo primero que escapo de mis labios ante tal respuesta, trague en saliva y trate de pensar en lo que quiso decir. Era demasiada sinceridad... eso no ayudaba a las dudas que ya tenia en la cabeza.
Mantuve silencio, solo por unos dos segundos antes de separarme apenas de el y mirarlo a  los ojos, cada una de sus preguntas retumbo en mi cabeza, que responder a ello sin que piense mal? sin que yo piense mal? porque me ponía de esta forma tan... vulnerable?  No creía que  solo por el hecho de que Yuli fuese un vampiro provocaba esto... repetí una y otra vez. Suspire pesadamente y aclare la cabeza... había que ser sinceros, no? así nos manejábamos ambos... verdad?

-Yuli...

Deslice una de mis manos hacia su mejilla y la acaricie como si fuera lo mas frágil de este mundo, ni yo sabia exactamente que me pasaba, pero decirle mis dudas podría ayudar... o esa era mi idea, pero si decirle claro lo que si podía describir.

-... eres alguien que cruzo la muralla sin mucho esfuerzo, y eso, al principio me incomoda totalmente... pero ahora... me siento totalmente cómoda contigo en muchos aspectos, que hacia hace rato? simplemente admirar cada detalle de tu exterior, no mentiré, me gustan mucho tus ojos, y tu piel es muy suave....

moví el pulgar sobre su pómulo con cierto cariño podría decir mientras apoyaba mi frente contra la suya, respirando tranquilamente sin ninguna otra intención.

-Que sentía al hacerlo? no estoy segura... pero si cierta tranquilidad y una sensación de satisfacción por poder hacerlo, algo así cuando aprecias un paisaje perfecto con tus propios ojos.... y que quiero hacer ahora?

En ese punto me tome un segundo antes de responder, pensando si era correcto decir lo que iba a decir, si no quedaría mal, o muy fuera de lugar.

-Quiero saber todo sobre ti, o al menos hasta donde me lo permitas, que te hace feliz, que te entristece, lo que te gusta hacer en los día lluviosos, pequeños detalles que puedes pensar insignificantes... siento miedo, no lo oculto, miedo de lo que provocas en mi... aveces me siento vulnerable contigo, pero luego con una tranquilidad que no eh tenido con alguien mas, ni con la misma Lotte... y a la vez quiero decirte tantas cosas de mi, pero... algo dentro mio quiere bloquear el decir algunas cosas...

Mantuve mis ojos clavados en los suyos en todo lo dicho, pero ya finalizando los cerré y respire tranquilamente esperando alguna respuesta sin dejar mi postura y mis acciones.

Sentí mis mejillas volver a sonrojarse por quién sabe qué vez. El tacto de sus manos volvióa mis mejillas y con ello una sensación muy extraña me invadió. Pese a la cercanía de nuestras caras, la sufciente como para poder percibir su respiración, no sentía incomodidad alguna, tampoco ansiedad, era un gesto tan suave, tan sutil y dulce que solo pude mantener su mirada de la forma más inocente que había mirado a alguien en el último siglo.

Realmente no esperaba que mi seguidilla de preguntas fueran a lograr alguna respuesta de su parte, en verdad esperaba que ella retrocediera e intentara excusarse, pero fue como si sin miedo alguno o vergüenza se hubiese desnudado frente a mí.

¿Quién era el que cruzaba los muros de quién?

"- T-Tus palabras...-" Tartamudeé.

"- Suenan como si yo fuera algo inalcanzable, efímero, que solo puede ser admirado...-" Reclamé en un susurro luego de su comparación del paisaje, pero la respuesta siguiente me hizo estremecer tal y como mis labios sobre su piel habían hecho con ella hace un instante.

"- Te diré todo cuanto quieras saber... Te escucharé cuanto quieras contarme y poco a poco sacaré lo que quieras ocultar... -" Susurré sobre sus labios mientras observaba sus largas y hermosas pestañas descansar sobre su fino rostro.

"-Pero entonces... déjame robarte... -" Y aceptando su inconsciente invitación, junté mis labios con los suyos sabiendo que la reacción que podría obtener de aquel gesto era completamente impredecible. Que ella podría, tal vez, decir que aquello solo fue un gesto de calma y no una invitación y de ser así con gusto recibiría su bofetada, porque por un instante nada, absolutamente nada en este mundo tuvo importancia para mí más que el sabor de su boca.

-cualquier cosa es alcanzable...  menos aquello a que de verdad te aprecian, muchas veces no puedes llegar a ciertas personas pero cuando lo logras...  es mejor que cualquier tesoro ...

Una leve sonrisa escapó de labios aún sin abrir los ojos.  Decirle todo aquello me había sacado cierto peso de encima más no todo...  sentía que debía haber algo más, no se si de mi parte o la suya...  Pero aún había algo.

Escuchar lo siguen te hizo que pusiera a pensar, de verdad querría saber todo?  Había cosas del pasado que me horrizaban, el seguro vivió y paso por cosas peores pero es dependiendo de cada uno y yo... preferí esconder muchas de ellas incluso a los más allegados de mi familia, más que nada de la misma Lotte.
Me había concentrado tanto en aquel pensamiento que no llegue a predecir lo siguiente, sus labios sobre los míos... era algo tan delicado pero que fue capaz de provocar que una electricidad pasar a por mi cuerpo e hiciera corto en mi cerebro.  Me quedé paralizada unos segundo tratando de asimilar lo que ocurría hasta que actúe sin pensar, me separe rápidamente de el y lleve mi mano hasta mis labios, como tratando de convencerme a mi misma de lo ocurrido.

-q-que...  que hiciste...? Porque..?

Yo no era buena a la hora de manejar mis emociones...  era un completo desastre y más ahora que todo un mejunje de ellas estaba dándome vueltas en la cabeza.  Mire fijamente a Yuli con una expresión entre sorprendida y nerviosa, no sabría como describirla...  iba a ser impulsiva pero no...  debía tranqulizarme...  debia razonar.
Relaje mi postura y respire profundo, analizando lo que iba a decir en aquel momento.

-dime...  Porque me besaste?  Que motivó hubo?

Me fui acercando nuevamente para encararlo, tome una expresión más tranquila pero sin dejar la consternación del momento.

-Yuli...  ahora soy yo la que va a preguntar y responde sin pensarlo, se claro...  como me ves tú a mi?  Que piensas de mi...?  -me quedé en silencio antes de seguir- no...  no respondas ahora...  mejor...

Me quedé pensando un momento antes de volver a caminar pero esta vez pasando de largo de el y dirigiéndome a mi armario.  Al abrirlo me agacha buscando algo en particular en los cajones, ya ubicando una hermosa caja de madera negra pintada a mano, no muy grande pro si alargada,  me dispuse a abrirla y sacar un objeto algo largo y envuelto en una tela de seda en color perla.  Podía funcionar y sería una excusa al tiempo....

- la noche del próximo sábado habrá un evento en el jardín japonés de  la ciudad...  será algo muy importante...

Me puse de pie con dicho objeto envuelto y me acerqué hasta el nuevamente para extenderselo en señal que lo tome.

- no lo desenvuelvas hasta ese día...  y nos encontremos.  Dependiendo de la respuesta que me des...  dependerá de si te lo dejo o no...  por eso piensa muy bien tu respuesta...

Sin quitarle los ojos de encima hice que tomará on ambas manos el objeto.

-cuida que no le pase nada...  ya te diré el porque ese día...  ahora...  creo que será mejor que te retires...

Lo último lo dije con un tono tranquilo, sin expresar ningún sentimiento malo contra el, pero fueron demasiadas cosas por un día.

-espero verte allí...

La separación brusca fue como la antesala de la tragedia inminente. Cerré mis ojos y contraje los músculos a la espera de un golpe que nunca ocurrió. Tan solo recibí su tartamudeante voz llena de sorpresa y confusión. Lentamente abrí los ojos y noté como la muchacha frente a mí parecía estar esforzándose en razonar y no actuar sin pensar.

Cuando se acercó preguntándome el motivo de mi actuar, instintivamente di un paso atrás, bajando la mirada pues de todas las reacciones que esperaba esta precisamente no estaba contemplada. Intentar racionalizar lo ocurrido era prácticamente imposible.

"- Yo...-" Intenté decir algo pero ella inmediatamente me frenó ¿Ahora se supone que no debía responder? Quién comenzaba a confundirse esta vez era yo.

Ella pasó de mí, de mi expresión confundida y mis latidos acelerados. Cosas que aumentaron en el momento en que ella depositó en mis manos aquel misterioso objeto.

"Por eso piensa muy bien tu respuesta"

¿Qué es lo que realmente debía pensar? No es que mi acción hubiese sido premeditada. No podía adornar aquello con bellas e improvisadas palabras, ni tampoco meditándolo una semana o un mes completo. Fue un impulso que no pude frenar, que no quise frenar, pero ¿cómo explicar algo así a una persona tan racional como Antoinette? Sería practicamente una ofensa.

"Ahora creo que será mejor que te retires"

Me dijo y solo pude apretar los labios al oír sus palabras, frustrado. Mis ojos delataron la angustia que sentí al haber caído en cuenta de que mis acciones habían sido un completo error. Un error que había destruido la armonía y el grato momento que hasta hace unos instantes compartíamos.

¿Había destruido también su confianza?

No pude responder, solo asentí con la cabeza mientras apretaba aquel objeto contra mi pecho y le dedicaba una leve reverencia a ella.

"- Lo siento... Buenas noches.-" Susurré en nuestros pensamientos antes de desaparecer de su vista.

Claramente no había forma de faltar a lo impuesto, pero ¿qué respuesta se supone que debía dar? De pronto... todo en mi cabeza estuvo mal, muy mal.

Esa noche simplemente llegué a encerrarme en mi ataúd. No quería ver a nadie. Ni siquiera a Ash.